Historia


Historia universal contemporánea


LA EUROPA DEL ANTIGUO RÉGIMEN

Una economía de base señorial

La economía del antiguo régimen era básicamente rural. El 80 o 90 % de la población se dedicaba a la agricultura. La concentración de la tierra estaba en manos de la nobleza y del clero.

La agricultura era básicamente de autoconsumo. También existían otras actividades de tipo artesanal e industrial, que se vieron fuertemente estimuladas por el desarrollo del comercio ultramarino.

La tierra era la principal fuente de riqueza. Éstas, estaban vinculadas a un título nobiliario, a la Iglesia, a un municipio o a la Corona. La propiedad vinculada permitía a su titular a sacar provecho de ellas, pero no podía venderlas.

El conjunto de tierras en manos de un señor recibía el nombre de señorío territorial. (Tenía una reserva señorial, que eran las tierras más productivas que el señor reservaba para su explotación directa).

El señor gozaba de jurisdicción sobre su territorio, y también de las tierras de propietarios libres (Señorío jurisdiccional). Tenía la facultad de dictar órdenes y reglamentos en su dominio. El señor sacaba provecho del señorío jurisdiccional a través de las multas aplicadas en función de su poder judicial. Peajes de puentes y caminos, derechos de circulación de mercancías y permiso de mercado.

Los campesinos entregaban la décima parte de sus cosechas al clero, para asegurar el mantenimiento de la Iglesia, a este acto se le llama Diezmo.

La agricultura era esencialmente de subsistencia, dedicada al policultivo (básicamente cerealístico).

Para el aprovechamiento de la tierra coexistían dos tipos de explotaciones. En campos abiertos (openfields), se cultivaban cereales y se practicaba el barbecho, y en las tierras comunales, dedicadas a bosques y pastos, de las que se beneficiaban los campesinos.

La producción ganadera era insuficiente, por lo que la dieta humana estaba basada en los cereales.

Las cosechas eran azotadas por sucesivas crisis de subsistencia. Esto generaba hambre, desnutrición y aumento de la mortalidad.

La familia campesina era la unidad de producción básica, se encargaba de trabajar la tierra, y elaborar productos de consumo doméstico. En las ciudades existía una producción artesana controlada por los gremios. Su finalidad era la asistencia mutua, el control de las técnicas, la calidad, el volumen y los precios.

El aumento de la demanda de productos a partir del los siglos XVI y XVII, estimuló a los comerciantes a buscar nuevos sistemas de producción. Así se empezó a extender el Domestic System, consistía en dar trabajo a domicilio a las familias campesinas. Un artesano-comerciante distribuía la materia prima y facilitaba los instrumentos de trabajo para que los productos se elaborasen en la casa de los campesinos. El comerciante pagaba por pieza elaborada.

En el siglo XVIII aparecieron las manufacturas, que eran establecimientos subvencionados, impulsados por el estado o por iniciativa privada. Su novedad consistía en que la manufactura concentraba a un número de trabajadores a sueldo bajo el mismo techo, que fue el precedente de la fábrica.

Los medios de transportes eran muy rudimentarios, resultaba muy costoso mantenerlos en buenas condiciones.

Los vehículos más utilizados eran el carro y la diligencia, movidos por animales de tiro, con los que los desplazamientos se hacían largos y costosos.

La navegación marítima y fluvial utilizaba la fuerza del viento para desplazarse.

Todos los problemas de la agricultura y del transporte dieron como resultado un limitado desarrollo del comercio interior. Los intercambios se realizaban en ferias, y tenía un alcance local o comarcal.

A partir del siglo XVI se hizo mucho más frecuente el comercio colonial entre territorios separados por el mar. Se abrieron nuevas rutas marítimas. El comercio colonial proporcionaba materias primas para las industrias y permitía vender objetos manufacturados.

Se produjo un gran crecimiento del mundo de las finanzas. Los beneficios obtenidos con el comercio colonial eran muy altos y esta rentabilidad favoreció la proliferación de mercaderes, banqueros y prestamistas, así como un mayor desarrollo de los bancos y de las compañías comerciales (capitalismo comercial).

Las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII propiciaron, por la política mercantilista, la protección de las grandes manufacturas.

La sociedad estamental

La sociedad del Antiguo Régimen estaba dividida en tres estamentos: el clero, la nobleza y el estado llano.

La característica principal de la sociedad estamental era su desigualdad civil. Se dividían en dos grupos, los privilegiados y los no privilegiados

La demografía del Antiguo Régimen (ciclo demográfico antiguo) se caracteriza por unas tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, por la baja esperanza de vida y por el escaso crecimiento de la población.

La subalimentación, la falta de higiene y el atraso de la medicina provocaron una mortalidad muy elevada. Se necesitaban dos nacimientos para conseguir un adulto. Como consecuencia, la esperanza de vida era muy baja y la media de edad se aproximaba a los 45 años. La natalidad era muy alta, cada mujer tenía una media de cinco niños.

El primero de los grupos era el clero, que representaba una parte muy pequeña de la población. No tenía que pagar ninguno de los impuestos y sus ingresos provenían del Diezmo y de su propio patrimonio.

Se podía distinguir entre el alto y el bajo clero. El primero estaba compuesto por abades, obispos y altos cargos, personas que provenían de las clases nobiliarias y vivían en el lujo característico de la nobleza. El segundo grupo era gente de origen campesino y tenían una vida modesta sin lujos ni privilegios.

La nobleza era el segundo estamento privilegiado. Sus efectivos eran escasos. La base de su riqueza era la propiedad territorial. Gozaba de una serie de condiciones honoríficas, económicas y fiscales. También se dividía en la nobleza de la corte y la nobleza de provincia.

El tercer estamento estaba representado por la inmensa mayoría de la población y agrupaba sectores sociales muy diferentes. Al final del Antiguo Régimen los unía un interés común: su oposición a los privilegios sociales y al mantenimiento de régimen feudal, así como la reivindicación de la igualdad civil.

Hay tres grupos entre los no privilegiados, que son la burguesía, las clases populares urbanas y los campesinos.

La burguesía constituía la clase predominante dentro del tercer estado, era el grupo económico más dinámico de toda la sociedad, en los últimos siglos, su riqueza había aumentado notoriamente. Dentro de este grupo se puede diferenciar entre la burguesía rentista (vivía de sus rentas), la financiera, la manufacturera o industrial y la pequeña burguesía (artesanos, pequeños comerciantes y profesionales liberales).

Las clases populares urbanas agrupaban una multitud de trabajadores manuales (pueblo bajo). Lo englobaban los artesanos, los obreros, el personal doméstico y los pequeños oficios de las ciudades. Durante el s. XVIII sus condiciones de vida empeoraron debido al aumento de los precios y al aumento de población.

El campesinado era el grupo más numeroso de la población. En función de la situación jurídica de las personas y del reparto de la propiedad, variaba su condición.

Los campesinos libres podían ser arrendatarios o propietarios de tierras. Sus condiciones de vida eran duras. La subida de los precios del s. XVIII les dificultaba más la subsistencia. Sobre ellos recaían la mayoría de los impuestos. La abolición de las estructuras feudales era una reivindicación unánime del campesinado.

El absolutismo monárquico

El tercer componente del Antiguo Régimen era el absolutismo monárquico.

La estructura piramidal y jerarquizada de la sociedad estamental tenía su cúspide en el monarca absoluto. El eje central del sistema político del Antiguo Régimen era la monarquía absoluta de derecho divino (la autoridad del monarca provenía de Dios). El monarca poseía el poder absoluto: nombraba a los magistrados, administraba la justicia y dirigía la política exterior. El ejemplo más completo y conocido de monarquía absoluta es la monarquía francesa de los Borbones.

Todo el poder residía en el monarca, que en la práctica estaba auxiliado por unas instituciones que lo asesoraban y ejecutaban sus mandatos. El principal órgano de gobierno era el Consejo de Estado. La complejidad de los asuntos de gobierno hizo que se subdividiera en secciones especializadas: Consejo de finanzas, de Justicia, de Guerra, etc.

La administración local estaba en manos de gobernadores o intendentes. Estos cargos dependían del monarca y eran revocables a su voluntad.

Una legión de funcionarios y burócratas se encargaban de ejecutar las órdenes reales, de administrar justicia, de recaudar los impuestos, etc.

El poder del soberano estaba restringido por la ley divina, a la que estaba sometido como cualquier otro por el derecho natural de cada reino.

En el siglo XVIII, Inglaterra constituía una isla en la Europa absolutista. La revolución del s. XVII había creado una monarquía con poder limitado. En primer lugar se asentó el principio de la libertad individual, garantizaba que nadie podía ser detenido ni inculpado sin ser puesto a disposición judicial al cabo de 72 horas de haber sido retenido. Se ponía así freno a la arbitrariedad del poder y se institucionalizaba una justicia independiente que garantizaba la libertad de los ciudadanos.

En 1689 el parlamento inglés obligó al nuevo rey a jurar la Declaración de Derechos, que limitaba los poderes del monarca y sometía algunas de sus decisiones al Parlamento. A lo largo del s. XVIII, se fue asentando el principio de la separación de poderes.

Sin embargo, sólo el 15% de la población tenía derecho a voto, los habitantes de las colonias no estaban representados en el parlamento y la esclavitud seguía siendo comúnmente aceptada. El ejemplo inglés constituyó un modelo de inspiración para numerosos pensadores, críticos con el absolutismo y con la sociedad del Antiguo Régimen. El pensamiento ilustrado recogerá en sus fórmulas políticas gran parte de las ideas del modelo inglés.

La crisis del Antiguo Régimen

Entró en crisis en el último tercio del s. XVIII. El desarrollo de las nuevas formas productivas y la expansión del comercio colonial dieron lugar a un enorme crecimiento del capital y, por tanto, a la pujanza de la burguesía, dejando obsoleto un sistema económico y social basado en la propiedad territorial.

Las ideas ilustradas ayudaron a socavar los fundamentos del Antiguo Régimen.

Durante el s. XVIII, un grupo de pensadores, elaboraron un cuerpo doctrinario que sirvió a la burguesía para poder expresar el modelo social y económico que deseaba. El primer mensaje de la ilustración era una fe absoluta en la razón (inteligencia humana). Los nuevos filósofos se enfrentaron a la concepción medieval del mundo basada en la tradición y en el teocentrismo. Los ilustrados eran deístas (creían en una religión natural, que aceptaba la idea de Dios) y rechazaban la superioridad de cualquier religión. Voltaire fue el gran defensor de la libertad de conciencia.

Creían que la naturaleza era una fuente de justicia y bondad, y pensaban que el ser humano nacía para ser feliz. Afirmaban que las relaciones humanas debían basarse en la tolerancia entre los hombres y entre las ideas. Profundizaron y reflexionaron sobre los pilares fundamentales del Antiguo Régimen.

La sociedad estamental se opuso a un sistema que organizaba la sociedad basándose en la pertenencia a un grupo social por nacimiento. Defendió la movilidad social, la igualdad, la valía y la inteligencia de cada uno. Proclamó que nadie podía heredar ni gozar de honor, prestigio o privilegios en nombre de sus antepasados.

Las nuevas ideas económicas procedían de los llamados fisiócratas y de toda la corriente del liberalismo económico inglés. Se oponía al mercantilismo y defendía la necesidad de un Estado intervencionista que regulase las actividades económicas y garantizase los objetivos previstos. Los fisiócratas afirmaban que la agricultura y las actividades productivas eran la principal fuente de riqueza. Lucharon contra toda reglamentación y defendieron la libertad económica.

El poder político criticó el absolutismo imperante y configuró las bases de una nueva doctrina política, el liberalismo. Basándose en las ideas de Locke, defendieron la necesidad de un contrato entre gobernantes y gobernados, que garantizase los derechos básicos del individuo. Montesquieu propugnó la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y puso énfasis en la independencia del poder judicial. Rousseau defendió el contrato social y formuló el principio de la soberanía nacional, según el cual el poder emana del libre consentimiento de todos los ciudadanos, mediante voto.

Algunos soberanos intentaron experiencias reformistas que pretendían unir la autoridad real con las ideas de progreso de la ilustración. La conocida frase “todo para el pueblo, pero sin el pueblo” hace referencia al despotismo ilustrado.

En Europa aparecieron monarcas ilustrados como Carlos III o Gustavo de Suecia. Como rasgos comunes de la actuación de estos monarcas se pueden citar el absolutismo centralizado, la racionalización de la administración, el fenómeno de la educación y la búsqueda de la modernización económica. Todos ellos promovieron programas de desarrollo agrícola e industrial y facilitaron la libertad de comercio.

Las posibilidades de esa experiencia resultaron muy limitadas. No era posible aceptar sólo una parte de la ilustración.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y EL CAPITALISMO

La Revolución Industrial en Gran Bretaña

Gran Bretaña fue el primer país en el que tuvo lugar la Revolución Industrial (s.XVIII-XIX), debido a un conjunto de cambios que permitieron que este país se convirtiera en el centro industrial y financiero del mundo.

Una multiplicidad de cambios que dieron como resultado una economía y una sociedad completamente diferente. El elemento común de estas transformaciones fue la innovación. Ésta se asocia con la aparición de grandes fábricas y al uso masivo de maquinaria.

La máquina de vapor, inventada por Boulton y Watt, sintetiza tres de los principales rasgos de la Revolución Industrial, el uso de máquinas en sustitución del esfuerzo humano, el reemplazo de las fuentes de energía y la generalización del uso de los minerales como materia prima.

La característica principal del proceso de industrialización hasta mediados del siglo XIX fue la irrupción de cambios en la organización de la producción, en la comercialización y en la financiación. Estos cambios permitieron aumentar la productividad mediante la especialización del trabajo y la mejora en las infraestructuras y en el transporte, y posibilitaron la aparición de nuevos productos de mayor calidad y menor precio.

Todas estas innovaciones abarcaron el conjunto de la economía. También consolidaron unas formas de producir completamente diferentes y una organización de la sociedad dividida entre los propietarios de los medios de producción y aquellos que sólo tenían la capacidad de trabajar a cambio de un salario.

Una primera manifestación de las transformaciones producidas en la Gran Bretaña del siglo XVIII fue el crecimiento demográfico.

Hacia 1750, la población europea inició un proceso de crecimiento conocido como revolución demográfica. Ésta se debió al aumento de la producción de alimentos, y posteriormente, a las mejoras en la medicina y en la higiene. La mejor alimentación permitió la desaparición de las grandes hambrunas e hizo a la población más resistente frente a las enfermedades y las epidemias. Así la alta mortalidad desapareció de Europa mientras la natalidad tendía a crecer.

En ningún país la expansión demográfica alcanzó las proporciones que obtuvo en Gran Bretaña. Entre 1700 y 1800, el número de habitantes aumentó en un 68,7 %. Y entre 1800 y 1850 la población de ese país se duplicó.

El crecimiento de la oferta agraria se consiguió gracias al aumento del rendimiento y la productividad.

La mejora fue debida a dos hechos fundamentales, que fueron, los cambios en el sistema de cultivo y la nueva estructura de la propiedad.

Al mismo tiempo, el cercamiento de las propiedades comunales y su privatización, tuvieron también una gran trascendencia, al fomentar el uso de la tierra para obtener el máximo beneficio. La privatización mejoró la productividad y aumentó la producción de productos agrícolas.

Por otro lado, la desaparición de los campos abiertos provocó que los propietarios más pobres perdieran sus tierras y se convirtieran en jornaleros. Al no poder disponer de las tierras comunales se vieron obligados a vender sus propiedades y a trabajar para otras a cambio de un salario, o tuvieron que emigrar hacia los centros urbanos e industriales.

El sector textil algodonero desplazó a la industria de la lana dominante hasta entonces. El sector del algodón tenía un papel modesto dentro de la industria, pero los obstáculos puestos por el Gobierno británico a la entrada de tejidos asiáticos y la revolución de las técnicas de producción lo convirtieron en el motor de gran parte de las novedades de la industrialización.

La expansión industrial desde el siglo XVIII fue considerable. Las importaciones de algodón desde la India o desde EEUU abastecieron al sector de materia prima barata. La aplicación de inventos sencillos aumentó la velocidad del tejido y la anchura de las piezas. El paso siguiente fue el telar mecánico de Cartwright, que aumentó de forma espectacular la producción.

El traslado a los precios de la reducción en los costes provocado por el aumento de la productividad estimuló la demanda de unos tejidos resistentes y fáciles de lavar.

Otro sector decisivo durante esta etapa fue el del hierro. Las innovaciones introducidas en este sector expandieron su uso, creando una intensa actividad de fabricación de pequeña maquinaria. Estas innovaciones estimularon la minería del carbón, combustible utilizado en la fundición del hierro.

La construcción de la red ferroviaria fue una de las causas de la transformación de la siderurgia y uno de los motores de la economía británica, dado que la demanda de hierro para los ferrocarriles era muy grande. Stephenson inventó en 1829 la locomotora, una máquina de vapor capaz de trasladarse autónomamente sobre los raíles.

La rapidez, la enorme capacidad de carga, el menor coste y la mayor seguridad en el traslado de pasajeros y mercancías proporcionados por el ferrocarril, provocaron una revolución en los transportes.

La primera línea de ferrocarril fue abierta en 1830 para unir Liverpool con Manchester. La construcción de la red ferroviaria en los años siguientes provocó un profundo cambio en la forma de vida.

La expansión de la industrialización

Una vez consolidada en Gran Bretaña, la Revolución Industrial se difundió en otros países. También creció la complejidad de las empresas y la necesidad de capital, lo que dio lugar a la constitución de sociedades y al protagonismo de los bancos.

La irrupción en el mercado internacional de los productos británicos afectó al resto de Europa. Gran Bretaña inició una política librecambista.

Sin embargo, otros países mantuvieron el proteccionismo para fomentar la consolidación de su industria y para reducir la distancia respecto a la primera economía industrializada. De esta forma diversos países europeos avanzaron hacia la sociedad industrializada, aunque siguieron pautas diferentes y su consolidación fue más tardía.

Hay que señalar que aunque la transformación en los modos de producir afectó a casi toda Europa, la industrialización sólo tuvo éxito en un número reducido de países. Las economías escandinavas y mediterráneas siguieron predominantemente agrarias.

En la economía industrial el capital se convirtió en un bien esencial para el funcionamiento de las empresas. En la industria textil, las inversiones necesarias eran relativamente pequeñas y los beneficios muy altos, pero la aparición de nuevos sectores como la minería, la siderurgia o los ferrocarriles hizo necesarias las inversiones mucho más fuertes. Fue preciso recurrir a una financiación exterior, y las empresas se transformaron en sociedades anónimas.

En estas sociedades, el capital de la empresa es fraccionado en acciones que se distribuyen entre los socios o se venden al público. El poseedor de las acciones es propietario de la parte proporcional al número de acciones que posee y recibe la parte, también proporcional, de los beneficios de la empresa.

Las emisión de acciones y obligaciones y la compra-venta de éstas, dio lugar a que las Bolsas de valores se convirtieran en verdaderos mercados de capital.

Por otro lado, los bancos asumieron un nuevo protagonismo. Junto a la expansión de los bancos de depósitos que guardaban los ahorros, se fueron consolidando los bancos de inversión, especializados en préstamos a largo plazo y partícipes del capital de las empresas.

Capitalismo y sociedad de clases

Los cambios surgidos a partir de la Revolución Industrial estuvieron ligados al nacimiento y consolidación del capitalismo industrial como sistema económico y al liberalismo como doctrina económica.

El capitalismo unió varios elementos necesarios para el mantenimiento del sistema. Por último, el poder económico organizó la sociedad en dos grupos contrapuestos, la burguesía y el proletariado.

A finales del siglo XVIII, Adam Smith publicó Ensayo sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, donde expresó una serie de ideas que se convertirían en el fundamento del nuevo sistema económico.

Otros autores plantean una visión menos perfecta y armónica del nuevo sistema.

El capitalismo es un sistema en el que los instrumentos de producción, son privados. Esta propiedad se concentraba en la burguesía, mientras que la mayoría de la población, el proletariado, no poseía ninguna propiedad, sólo su fuerza de trabajo, que tenía de vender a cambio de un salario.

El capitalismo es un sistema que tiene como objetivo la búsqueda del máximo beneficio individual, y se regula mediante la ley de la oferta y la demanda.

La falta de planificación y el aumento progresivo de la producción hace que se produzcan las crisis de sobreproducción industriales. En estas crisis se da un exceso de producción en relación con la capacidad de consumo de la sociedad. Los productos no se venden, los precios bajan, las empresas cierran y el paro se extiende. De este modo, sólo los empresarios más fuertes sobreviven y sólo ellos son capaces de innovar para encontrar nuevos productos o nuevos mercados que vuelvan a generar demanda.

Las máquinas se convirtieron en sustitutos del trabajo manual. La generalización de la energía del vapor impuso la necesidad de concentrar los operarios y las máquinas en establecimientos lo bastante grandes como para hacer rentable el gasto en energía. Así, el taller artesano fue sustituido por la fábrica.

En la fábrica quedaron definitivamente separados el capital y el trabajo, y los trabajadores se convirtieron sólo en fuerza de trabajo que se compraba por un salario, mientras que instalaciones, máquinas y productos eran propiedad exclusiva de los empresarios.

La burguesía se convirtió en la nueva clase dominante. Buena parte de las grandes familias burguesas se emparentaron con miembros de la antigua aristocracia.

Las élites burguesas tenían controlado el poder político y cultural mediante el sufragio censitario.

La familia se convirtió en el núcleo esencial de transmisión y consolidación del patrimonio. La casa familiar se transformó en el símbolo de la prosperidad y el poder de la familia.

La industrialización dio lugar al nacimiento de una importante clase media.

Este nuevo grupo social buscaba distinguirse de los obreros y los campesinos en sus vestidos, sus costumbres y sus gustos. Muchos de ellos hacen estudiar a sus hijos como medio para el ascenso social, y de sus filas saldrá gran parte del funcionariado.

En la nueva sociedad burguesa, los asalariados se fueron configurando como el grupo más desfavorecido y más claramente explotado, mientras algunos se enriquecieron y mejoraron considerablemente su nivel de vida, los proletariados se vieron obligados a vivir en situaciones muy precarias.

De esta forma, los asalariados se convirtieron simplemente en la fuerza de trabajo necesaria para mover las máquinas o manipular las piezas, y se compraban a muy bajo precio. La mayoría de los trabajadores eran peones contratados o despedidos según las necesidades de los empresarios.

Las jornadas en las fábricas o en las minas eran largas y en condiciones ambientales deficientes, con ruidos y humos asfixiantes. Se cobraba por jornada trabajada o por trabajo a destajo: si no había trabajo, si se hacía fiesta o se estaba enfermo, no había salario.

Las viviendas eran muy pequeñas y llegaban a vivir 10 ó 12 personas en habitaciones insalubres. Las calles estaban llenas de barro, sin servicios higiénicos ni agua potable. Las pésimas condiciones de vida, la fatiga, las enfermedades, la desnutrición y las epidemias acababan muy pronto con la vida de las familias obreras.

Era también un hecho corriente que niños y mujeres trabajasen en estas condiciones. Sus sueldos eran inferiores a los de los hombres, la disciplina laboral era muy dura, ya que los obreros podían ser despedidos en el momento que desease el empresario y los castigos y las penalizaciones eran frecuentes.

Las primeras leyes reguladoras del trabajo se aplicaron en Gran Bretaña en 1833, cuando se promulgó la Factory Bill, que reglamentaba la inspección de las condiciones de trabajo en la industria textil.

Hacia una sociedad urbana e industrial

A lo largo del siglo XIX la sociedad pasó de ser mayoritariamente agraria y rural a ser industrial y urbana, y las ciudades dejaron de ser centros administrativos y comerciales para convertirse en grandes metrópolis.

El enorme crecimiento de las ciudades originó una serie de problemas en los primeros tiempos de la industrialización. Se produjo una fuerte segregación social por barrios. La burguesía ocupó el centro de la ciudad o edificó barrios residenciales. Los barrios obreros eran lugares insalubres e incómodos. La falta de espacio y de viviendas provocó el hacinamiento y barraquismo.

En la ciudad, la familia se transformó profundamente. El viejo grupo familiar amplio, propio del campo, fue dando paso a la familia nuclear (padres e hijos).

Europa oriental, especialmente el imperio ruso, continuó manteniendo el sistema agrario tradicional. Los grandes propietarios nobles poseían la mayor parte de la tierra, y la masa campesina continuaba viviendo en míseras condiciones.

Pero, también muchas zonas del campo en los países industriales continuaron las formas de vida tradicionales. El peso de la nobleza agraria, la separación de grupos sociales y el mantenimiento del poder de la iglesia, son elementos que tardarían todavía muchos años en desaparecer.

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

La clase trabajadora no tenía preparación para trabajar en la ciudad, y por lo tanto su situación era pésima. Se quedaron sin su propiedad en el ámbito rural y emigraron a la ciudad. Estos emigrantes tenían que vivir en suburbios y carecían de preparación para trabajar en la industria. Los patronos de los gremios habían pasado a trabajar también en la industria. La industria se encontraba con mano de obra abundante y barata. Empiezan a darse cuenta de su marginación. Se agrava la situación porque los gobiernos atacan sistemáticamente a los obreros y prohíben la asociación y la organización, pero lo hacen de forma clandestina. La clase obrera se plantea crear sindicatos para luchar contra las explotaciones que sufren.

Los orígenes del movimiento obrero

El ludismo es un movimiento en el que se creía8 que eliminando las máquinas se resolvían los problemas. Según ellos las máquinas quitaban puestos de trabajo y bajaban salarios, por ello comenzaron a quemar máquinas y fábricas. No duró mucho porque pronto los trabajadores se dieron cuenta de que el enemigo no era la maquinaria si no el sistema.

El sindicalismo surgió en Gran Bretaña y las primeras organizaciones sindicales, las “Trade Unions” fueron uniones de obreros cualificados que pagaban una cuota sindical. Más tarde, surgió la “Great Trade Unions” donde estarían incluidos obreros cualificación. Las reivindicaciones más importantes para las trade unions fueron la reducción de jornada laboral, el aumento de salarios y el derecho de asociación.

El movimiento GTU llego a crear 500 huelgas, pero a pesar de todo, fracasaron. A comienzos del XX surge un partido laborista. Antes no lo habían creído necesario porque creían que con las asociaciones era suficiente. Las reivindicaciones fueron sobre todo reformistas. Estos movimientos se extendieron por el resto de Europa.

El socialismo utópico surgió en la primera mitad del siglo XIX, porque la gente se dio cuenta de las injusticias que sufría la clase obrera. Los socialistas utópicos, no pretendían eliminar el sistema, sino crear pequeños islotes que beneficiarían a los obreros. No querían cambiar el sistema de forma revolucionaria, sino poco a poco.

La época de la Primera Internacional

Aparece el manifiesto comunista (Marx Egens) en 1948. Marx estableció los criterios de su ideología. Él basa el marxismo en tres bases:

- La historia, la cual clasifica en esclavista, feudal y capitalista. Considera que el motor que hace que cambie la historia, es la lucha de las clases.

-Critica del presente. Su obra El capital,, donde hace hincapié en el sistema capitalista que lleva consigo el producir más. Es cuando aparecen las grandes empresas y las crisis cíclicas por causa de las superproducciones. El empresario aumenta su capital al explotar al obrero.

-Análisis del futuro o como conquistar el poder. Para él es más importante que los obreros tomen el poder.

Lo que pretende es, que los obreros conciencien a la sociedad para que desaparezcan las clases sociales y una vez que la conciencien, aparecerá una sociedad igualitaria o mejor seria tomar el poder y llegar a una sociedad socialista. Es una sociedad ideal porque no hay desigualdad de clases.

El anarquismo tiene una ideología menos vertebrada y menos organizada que la marxista. El primer ideólogo fue Prohudón. El más destacado fue Bakunnin. El anarquismo es mucho más utópico. Otro elemento es que son partidarios de las libertades individuales, teniendo en cuenta que lo individual tiene que estar unido a la solidaridad de la sociedad. Contrarios de la propiedad privada y a favor de la colectiva. Para ellos lo mejor es que no hubiese nada organizado, es mejor la espontaneidad. Los anarquistas utilizaron el terrorismo para llevar a la práctica su sociedad de un modo mas acelerado.

La internacional obrera comprende el periodo de 1864 a 1876. Se formó en Londres. Tenía un sistema de organización centralizado. Dirigió esta primera internacional Marx. Él creaba los estatutos. Dentro de los estatutos que rigieron, hay que hacer hincapié en dos principios:

-La emancipación de la clase obrera, debería de ser obra de los propios trabajadores.

-La conquista del poder del estado.

Hubo muchos congresos en los que se iban revindicando diferentes cuestiones. La primera reivindicación importante fue la reducción del trabajo a 8 horas. Utilizaron la huelga para conseguir sus fines. Dentro de la internacional, había ideologías muy variadas: anarquistas, seguidores de Marx, socialistas utópicos…destacamos el enfrentamiento entre Marx (socialista) y Bakunnin( anarquista). Bakunnin planteaba entre otras cosas que era partidario de una revuelta general que surgiría espontáneamente, para acabar con el Estado. El anarquismo tiene mucha influencia en Italia y España.

Los problemas de la crisis de la 1ª AIT fueron por varios motivos:

  • El enfrentamiento de los ideológicos

  • La guerra franco prusiana

Los socialistas eran contrarios a la guerra porque consideraban que solo beneficiaba a la burguesía. Pero al darse esta guerra, quienes únicamente la rechazaron, fueron los socialdemócratas alemanes. Los demás socialistas la apoyaron. Se proclamó la comuna de Paris en el 71, tras la muerte de Napoleón y la proclamación de la III republica Francesa. Esta comuna fue muy radical, con planteamientos de carácter social. El problema fue la poca duración de la comuna y el fracaso de la misma. Se creía que la 1ªAit estaba detrás de esta comuna anarquista, por ello las trade unions se separaron de la internacional. Muchos consideraron que la comuna fracasó por falta de liderazgo. Los anarquistas estaban contentos porque surgió espontáneamente. El fracaso no lo achacaron a nada el fracaso. Según ellos, tenia que ocurrir. La internacional se trasladó a New York, algo que fue negativo y que ayudo a la desaparición en el 76, de esta internacional.

La expansión del movimiento obrero

A partir de la II revolución industrial, se produce un cambio importante, el imperialismo. Debido a esos acontecimientos, surgen cambios en los sindicatos, convirtiéndose en sindicatos de masas. En estos sindicatos de masas, se introducen grupos del sector servicios, gente más cualificada. Se distribuyen entre distintos sectores especializados. Por otro lado, también se produce una centralización de los sindicatos. Un elemento importante es la utilización de las huelgas para negociar entre los sindicatos y empresarios. Piden al estado que frene los abusos (del empresario),creando leyes duras. Van a surgir partidos socialistas.

Después del fracaso de la 1ª AIT, sintieron la necesidad de crear los partidos políticos para cambiar la sociedad y liberar a la clase trabajadora de su explotación.

El primero que surgió fue el partido socialdemócrata alemán. Pasó a la clandestinidad, pero creció tanto su auge que llegó a tener 110 escaños. Este partido (de inspiración marxista) tuvo gran apoyo por dos motivos, que fueron el mantenimiento de la idea de transformar la sociedad a través de un proceso revolucionario, y el planteamiento de cuestiones para la clase obrera, como llegar a la democratización, luchar por el estado de bienestar (sanidad, enseñanza…) y la regulación de las condiciones de la clase obrera.

En Francia, la izquierda y la clase trabajadora habían quedado muy afectadas después de la comuna, por ello hubo una división en la clase obrera hasta que en 1905 surgió la unificación del partido socialista.

En GB fue donde surgieron las trade unions. Estas se separaron de la 1ª AIT porque creían que la 1ª AIT estaba detrás de la comuna de Paris. Esto fue muy negativo en la experiencia de las Trade Unions porque no estaban de acuerdo con el radicalismo. A partir del siglo XX, surge el partido Liberalista, al separar lo político del sindicato.

En Italia y en España había un problema: la fuerza del anarquismo liberado, pero a pesar de ello los partidos socialistas se organizaron y en 1879 surgió el partido socialista obrero español, liderado por Pablo Iglesias. En Italia surgió un partido socialista que se formó de la unión de los anarquistas socialistas y los partido socialistas.

Hacia 1880 se crea una división en dos tendencias ideológicas.

El anarcomunismo fue defendido por Kroptkin y Malestra. Se diferenció porque son partidos del sistema terrorista para establecer sus ideales: eliminar la sociedad burguesa. Para acelerar el cambio utilizan la violencia. Este sistema tuvo gran vigencia, sobretodo en Cataluña. Pusieron muchas bombas, sobre todo en el Liceo (ópera). La matanza más importante fue en 1893 en el Liceo.

La tendencia anarcosindicalista era contraria al terrorismo. Consideró que era muy importante la anarquía, pero no olvidaban mejorar las condiciones de los trabajadores para lo que se necesitaban los sindicatos. Eran partidarios de utilizar la huelga general.

En nuestro país tuvo mucha fuerza la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT).

Los primeros socialistas eran de carácter marxista. Se declara el enfrentamiento ideológico en Alemania dentro del partido socialdemócrata. Dentro de los socialistas se amplia la variedad de gente en los partidos, obreros, profesores, por lo que habrá planteamientos distintos. Surgirán tres tendencias:

La primera, liderada por Bernstein. Dentro de los socialdemócratas se destaca el partido alemán, que plantea el “Revisionismo”. Bernstein hizo un planteamiento contrario a las teorías marxistas e hizo un análisis del sistema capitalista. Dijo que no se cumplían los requisitos que Marx daba en su libro El capital. Bernstein dice que la sociedad va mejorando el estatus social y económico. Es partidario de conseguir el poder a través de voto y la democracia parlamentaria y no con métodos revolucionarios para conseguir el socialismo. Quiere conseguir primero mayor democracia del sistema. Bernstein es contrario a la ideología Marxista.

La tendencia mayoritaria es liderada por Kautsky. No renuncia a la revolución y mantiene las tesis marxista para llegar a conseguir el socialismo. Sin embargo, esto queda de fondo. En la práctica atendía sobretodo a las reformas de la clase obrera para mejorar los problemas de la clase trabajadora. Lo hace a través de la democracia parlamentaria.

La tercera tendencia es partidaria del marxismo revolucionario. Esto será defendido por Rusia y Lenin cuando planteo a través del liderazgo del partido bolchevique, que llevo a la practica no la revolución rusa la teoría marxista. Esta liderada por Rosa Luxemburgo Leibknecht.

El partido obrero español, tuvo influencias de la tercera tendencia, fue marxista. Era partidario del proceso revolucionario para conseguir el socialismo.

La Segunda Internacional

Después de 100 años de la revolución francesa, se crea la II AIT. Además coincidió con una exposición universal (Expo). La finalidad de las exposiciones era que acudieran todas las empresas a enseñar los productos para que compraran otros países. Fue entonces cuando se hizo la torre Eiffel, que se construyó para enseñar todo lo que se podía crear con el hierro. Fue un emblema de esta exposición muy polémico.

Al contrario de la 1ª AIT, sólo hay socialistas, es ideológicamente uniforme. Se produce la primera confederación de partidos nacionales autónomos. Cada nación tenía sus criterios y no había nadie encima de nadie.

La II AIT creó símbolos de identificación de la clase obrera, como el himno de la internacionalidad y la celebración del 1 de mayo (fiesta para todos los trabajadores). El 1 de mayo se revindicaba el establecimiento de las ocho horas de trabajo. También un aspecto importante en la 2ª AIT fue que se debatían los problemas de los trabajadores, como por ejemplo, el de que las mujeres no tenían foro para hablar. Por ello se creó una organización de mujeres socialistas. Apareció otro organismo específico de las juventudes socialistas.

Surgen los problemas cuando se debate que se debe hacer con respecto a las diferencias que había dentro de los propios partidos socialistas. Si todos pueden participar o no. Los revisionistas no son admitidos en la 2ª AIT. Sin embargo Kautsky, Rosa… si que son aceptados. En este debate quedó claro que los partidos socialistas integrados en la 2ª AIT no debían formar parte de los gobiernos burgueses excepto alguna excepción.

También se planteó si se consideraba positivo el colonialismo, pero estaban en contra porque se consideraba un sistema de explotación del capitalismo. Por eso se rechaza y proponen cambiarlo.

Otro aspecto que se debatió en la 2ª AIT fue el problema de la guerra. La 2ª AIT se manifestó contraria a la guerra (pacifista). Pero en la primera guerra mundial, los socialistas apoyaron a sus países sin importarles su decisión. Lenin, Rosa y Gramsci, plantearon que la guerra debía de ser utilizada para crear una revolución proletaria para llegar al poder. A partir del triunfo de la revolución rusa, se produjo una clara división de los socialistas. Aquí surge la 3ª AIT, que planteó Lenin, en la que están integrados los partidos comunistas, dejando al margen a los socialistas.

LAS GRANDES POTENCIAS EUROPEAS

La Inglaterra Victoriana

Se conoce como era victoriana a la época del largo reinado de Victoria I, que comenzó en 1937 y acabó en 1901. En este periodo, Gran Bretaña fue el país más poderoso, el más desarrollado y próspero.

Su prosperidad se basa en cuatro puntos:

-Industria avanzada.

-Política económica librecambista (distribuir sus productos por el mundo).

-Gran Bretaña es una gran potencia marítima.

-Londres era el centro financiero mundial.

El proceso de modernización del sistema liberal inglés se basó en las diversas leyes de reforma (Reform Acts), que se sucedieron entre 1832 y 1885, y que ampliaron el sistema electoral haciéndolo cada vez más participativo.

La última gran reforma se realizó en 1885. Se amplió el número de votantes acercándolo al sufragio universal masculino.

Debido a la influencia del movimiento obrero y el inicio de los partidos socialistas, aparecieron los partidos políticos: tories (conservadores) y los whigs (liberales). A finales de los años 90, la importancia cada vez mayor del mundo del trabajo condujo a la creación del Labour Party o Partido Laborista.

Uno de los problemas políticos fundamentales del movimiento fue el de Irlanda, que fue conquistada en el S. XVII. El Parlamento participaba en la política irlandesa. A partir de 1880 aumenta la demanda de independencia y de Gobierno y se redacta las Home Rule (que no solucionan el problema). En el 1949, este se convierte en la República de Irlanda, y se independiza. Aunque Gran Bretaña sigue teniendo una parte pequeña de la Isla.

El principal problema del Imperio Británico eran sus colonias. Al llegar a mediados de la década de los años noventa, todavía bajo el reinado de Victoria, los problemas exteriores del Imperio Británico se agudizaron.

La Francia de la III República

A raíz de la derrota francesa frente a Prusia (1870) y de la caída del Imperio de Napoleón III, compitieron en Francia diversos proyectos políticos: dictadura, restauración de la monarquía, y finalmente la república.

La industrialización francesa fue más tardía y tuvo unas características diferentes a la británica: débil crecimiento demográfico, escasez de carbón, de materias primas, importancia a la agricultura… Sin embargo, se inició un acelerado proceso de crecimiento económico, y gracias al ferrocarril se desarrolló la industria. Esto situó a Francia entre las grandes potencias europeas.

Francia fue el gran ejemplo de la creación de una nación homogénea (Estado-Nación). Las características principales eran, una administración nacional fuertemente centralizada y la reforma del sistema educativo, que instauró una escuela obligatoria, laica y gratuita entre los 6 y 13 años.

La Tercera República se organizaba de la siguiente manera: tenía dos cámaras legislativas, llamadas Asambleas y Senado, y un Presidente.

Los principales avances políticos que se llevaron a cabo fueron la instauración del sufragio universal masculino en 1880, la restauración de las libertades públicas de reunión y prensa, se reconoció a los sindicatos y se impulsó un proceso de laicización del Estado, disminuyendo la influencia social de la Iglesia.

A finales de siglo se consolidaron los dos grandes partidos políticos republicanos: los moderados y los radicales.

Uno de los grandes problemas internos de la República francesa fue el que planteó el general Boulanger, que dio lugar al movimiento del boulangismo. Este movimiento fomentó el nacionalismo y el sentimiento de revancha frente a Alemania (debido a los territorios de Alsacia y Lorena). Su objetivo era derrocar la República. Se creó su partido político, pero fue derrotado en las elecciones de 1889.

El otro problema de la República fue el famoso Affaire Dreyfus (asunto Dreyfus). En 1894, Dreyfus, militar judía, fue acusado de espionaje con pruebas falsas. Detrás de las imputaciones se escondía el antisemitismo (xenofobia), y la opinión pública se conmovió cuando se demostró la falsedad de las mismas.

Los nuevos estados unificados: Alemania e Italia

Italia

La Italia surgida tras la unificación, en 1870 y bajo la dinastía Saboya, estableció su nueva capital en Roma, lo cual provocó un conflicto con el Papado.

El país experimentó un importante incremento demográfico. Empezó una industrialización eficaz y la construcción de un ferrocarril. Pero las diferencias entre el Norte (industrializado y rico) y el Sur (pobre), provocó una lentitud en el progreso agrícola que forzó a los campesinos a emigrar.

Las fuerzas políticas mayoritarias fueron los conservadores, estableciendo una monarquía parlamentaria. El Movimiento Obrero y el sindicalismo aparecerán a principios del S. XX, a raíz de eso empiezan a resurgir los partidos socialistas obreros.

Alemania

Otto von Bismarck, dirigió la política alemana con un gobierno férreo, extremadamente autoritario y tendente siempre a imponer la razón del Estado por encima de otra cuestión.

El despegue alemán estaba basado en el incremento demográfico, la creación de una infraestructura que permitía el desarrollo económico, el desarrollo de un nuevo sistema educativo que incluía a toda la población y el desarrollo científico.

A principios del S. XX, Alemania era ya la primera potencia económica del continente europeo, debido a: el desarrollo de una potente industria, el desarrollo de un ferrocarril y debido a una potente agricultura. Además poco a poco Alemania arrebataba el poder comercial a Gran Bretaña.

El II Reich estaba basado en una estructura territorial federal. Se crearon dos cámaras: el Bundesrat (consejo federal) y el Reichstag (parlamento, compuesta por diputados elegidos a través del sufragio).

La fuerza dominante eran los conservadores. A finales del S. XIX, el socialismo obrero había fundado el Partido Obrero Socialdemócrata Alemán, al tiempo que aparecía también un partido confesional poderoso y religioso, el Zentrum. Más tarde surgió una nueva ideología el pangermanismo, siendo su origen en los movimientos. Su objetivo era unificar todos los territorios o pueblos con unas mismas características.

Los imperios antiguos: Austrohúngaro, Ruso y Otomano

La característica común de los tres imperios es la conservación de su carácter de monarquías absolutas.

Imperio Austrohúngaro

El Imperio se encontraba en una clara situación de estancamiento político, aunque la economía progresaba algo gracias a los nuevos focos industriales de los Sudetes y Carinthia.

El dominio del emperador era prácticamente absoluto y el de las autoridades territoriales también, y carecían de instituciones representativas.

A finales des siglo XIX el problema interior más importante eran las luchas reivindicativas entre diversas nacionalidades, siendo la germana y la húngara las más importantes.

Austria-Hungría no participó en la carrera colonial, y sólo en 1910 intentó ampliar su territorio a costa del Imperio Otomano y sus dominios en Europa.

Los enfrentamientos con Rusia también fueron constantes, a causa de la dominación de los esclavos.

Imperio Ruso

La Rusia zarista (familia de los Romanoff) era un imperio autocrático, que estaba compuesto por un inmeso territorio y que tenía un gran potencial demográfico.

Su atraso social se debía, en gran medida, a la persistencia del régimen señorial existente en el Imperio.

Este atraso se veía reflejado en la existencia de una comunidad campesina o mir que limitaba la propiedad privada y que no era favorable para el desarrollo agrario.

El zar Nicolás II provocó, con la liberación de los siervos un gran avance económico en el Imperio, aunque tardó en manifestarse.

Como consecuencia de lo anterior, la industrialización fue tardía y limitada.

Las principales industrias rusas se llevaron a cabo con capital extranjero y se ubicaron en las cuencas carboníferas del Mar Negro y en los Urales, así como en Petrogrado.

La industrialización estuvo acompañada de una revolución en los transportes, en la que se incluyó la construcción del ferrocarril transiberiano.

La política exterior del Imperio estuvo centrada en los Balcanes y en Extremo Oriente, donde buscó la expansión.

En respuesta a esta expansión surgirá el paneslavismo (unión de pueblos eslavos).

El gran tropiezo de la política exterior rusa fue el choque bélico con Japón en 1904 y su derrota que dio paso a la revolución rusa de 1905.

Imperio Otomano

A finales del Siglo XIX el Imperio Otomano era un régimen autocrático en decadencia.

En él se produce una desmembración del territorio debido a los movimientos nacionalistas que proliferaban en el Imperio.

Existía un sentimiento generalizado de hundimiento nacional provocado por el deseo de control de estos territorios por las potencias occidentales, lo que provocará el surgimiento de los movimientos reformistas nacionalistas.

Mediante la creación del partido “Jóvenes Turcos” se intentó implantar un régimen constitucional y parlamentario que defendiese la dignidad turca frente a las potencias occidentales.

El Imperio Austrohúngaro se aprovechó de la situación en crisis del Imperio Otomano para invadir su territorio y anexionarse Bosnia-Herzegovina.

El problema de los Balcanes y la cuestión de Oriente serán el origen de las Guerras Balcánicas (1912-13) y la antesala de la 1ª Guerra Mundial.

LA DOMINACIÓN EUROPEA DEL MUNDO (1870-1914)

La Segunda Revolución Industrial

Comienza en 1870 y termina en 1914. A causa de cambios técnicos en diferentes campos, que permiten el aumento de la producción. La revolución se dio en varios países, no sólo en uno: en Alemania, Francia, Italia y fuera de Europa en EEUU y Japón.

Se dan cambios en las fuentes de energía. A parte del carbón por el uso del vapor, se dan dos fuentes nuevas: la electricidad y el petróleo. Las ventajas de la electricidad son que es una energía limpia, potente, de fácil transporte y se podía utilizar en muchos campos (iluminación, máquinas, comunicaciones, etc.). Gracias a su utilización, se consiguieron nuevos inventos. La electricidad permitió la renovación de las comunicaciones, con el teléfono, el telégrafo y la radio. Se dieron nuevos descubrimientos en cine y fotografía. En el campo del transporte se utilizaba la electricidad como fuente de energía para el movimiento del tranvía y el metro. El primer metro fue el de Londres. Por lo tanto, la electricidad va a revolucionar la vida en aquellos tiempos. El petróleo y sus derivados son elementos muy importantes. El petróleo se utilizaba en la iluminación antes de la llegada de la electricidad, pero sobre todo se utilizó en el campo de las comunicaciones. Los primeros motores de petróleo fueron los diesel que junto a los neumáticos dieron lugar al automóvil. El queroseno, como derivado, se utilizó para la aviación. Se crearon a partir del petróleo elementos que permitieron el desarrollo de fibras nuevas, farmacéutica y elementos químicos. Gracias a esto se produjo una renovación en las vidas de los habitantes de la época.

También se producen cambios en el transporte por tierra, por mar y por aire. Por tierra nos encontramos la construcción de grandes vías férreas internacionales, como el Orient Express que une a Inglaterra con Estambul. En América hay dos ferrocarriles que cruzan el continente. Nos encontramos también con algo muy importante, la aparición del automóvil. También aparecen los primeros autobuses y camiones. Por mar, nos encontramos con la enorme transformación de la navegación. Aparecen buques de acero que son capaces de llevar una bastante mayor cantidad de peso que, gracias a las mejoras por el uso de acero en su construcción y mayor potencia de los motores, permitió acortar la duración de los viajes, lo que abarataba los costes. A esto también ayudó la aparición de nuevas rutas marítimas con dos canales muy importantes, el Canal de Suez (1870), en Egipto. Desde el mediterráneo, atraviesa el mar Rojo y llega al océano Índico y las zonas asiáticas. Y el Canal de Panamá. Fue y es fundamental para EEUU, que lo controla hasta 1999, cuando jurídicamente pasa a manos de los panameños. Une el océano Índico con el Atlántico.

Se introduce la navegación aérea en las primeras décadas del siglo XX. Los hermanos Wright inventan un motor con un derivado del petróleo, y realizan su primer vuelo en 1903, aunque fue a partir de 1909 cuando Blériot atravesó el canal de La Mancha, fecha en que la aviación se convirtió en un fenómeno industrial y militar.

Hay cambios en la industria. Se desarrolla una nueva industria además de la siderúrgica, y se empiezan a utilizar nuevos metales como el aluminio, y aparecen nuevos aceros especiales. Se desarrolla la industria química, tanto pesada como ligera, en productos farmacéuticos por ejemplo. No menos importante fue el desarrollo de la industria de la construcción, del automóvil, etc. Se construyen los primeros rascacielos en Nueva York. Los tractores renuevan la agricultura.

También hay cambios en lo que a demografía se refiere. Europa va a aumentar su población, es decir, habrá una revolución demográfica, y como consecuencia se producen migraciones desde Europa a finales del siglo XIX hacia zonas pocas pobladas (América, Australia y Nueva Zelanda), lo que lleva a la formación de los países nuevos que empiezan a tener importancia a partir de este momento.

Hubo cambios en la organización del trabajo y de las empresas. En esta época se acentúa la división del trabajo y su especialización. Se intenta eliminar los movimientos superfluos de los trabajadores y, por lo tanto, los que llevaban pérdida de tiempo. Taylor desarrolló en EEUU la cadena de montaje. Surge el Taylorismo, que pretendía obtener el mayor beneficio en el mínimo esfuerzo. Esto supone la especialización de un trabajador a una tarea concreta, que se ve reflejado en el aumento de la productividad y el descenso de los precios, así como una menor necesidad de cualificación para el trabajo y un menor salario. Como consecuencia de la producción se desarrolla una fuerte competencia. A causa de la crisis de 1973, las empresas tendieron a unirse y ser más poderosas. Estas uniones se pueden dar a través de diferentes criterios:

-Concentración a través de la producción: Las concentraciones empresariales pueden ser horizontales (son agrupaciones de empresas que tiene productos iguales o muy parecidos) o verticales (unión de empresas que tienen distintas producciones pero que se complementan entre sí, es decir, que las empresas trabajan en un mismo ramo productivo.

-Concentración a partir del criterio financiero. Nos encontramos con concentraciones financieras como son...

*Cartel: Las empresas se ponen de acuerdo para poner precios comunes. No se modifica la estructura interna de la empresa.

*Trust: Fusión de diversas empresas en una, pudiendo llegar a formar una nueva. Modifica la estructura interna de la empresa.

*Holding: Unión de empresas muy distintas entre só en las que hay un control de la mayor parte de las acciones.

La revolución se extendió por Alemania (carbonífera), Bélgica, norte de Italia y por pequeñas zonas de España y Francia. También se da en EEUU, donde fue muy importante, y en Japón a partir de la Revolución Meiji (1868), convirtiéndose en una importante potencia industrial, ya que intentan aplicar las técnicas de occidente conservando su propia mentalidad y se convierte en el único país industrial de Asia.

Se va a emplear el liberalismo en las zonas si es una buena época, pero si se está en crisis se va a emplear el proteccionismo.

Las fuentes de energía utilizadas a causa de esta revolución son el carbón y el vapor, el petróleo y la electricidad.

Surgen problemas como la fuerte competencia entre los países, el descenso de los salarios, arrinconamiento laboral de los artesanos y las crisis de sobreproducción.

En la organización de las empresas, veremos como predominan ante todo las grandes empresas.

El imperialismo y sus causas

El avance de la industrialización supuso la fragmentación del mundo en dos grandes polos: los países industrializados y los países no industrializados. Se ve claramente como los primeros se impusieron sobre los segundos. Observamos que a principios del siglo XIX, el mundo se ve bajo la independencia de Europa. Tanto por su vitalidad demográfica, su superioridad técnica y comercial como por su pujanza financiera, Europa afirma su hegemonía e impone sus ideales y sus modelos económicos y culturales.

Nos encontramos con una crisis de sobreproducción. La segunda revolución industrial se extiende prácticamente al mismo tiempo en todas las zonas, dando lugar a una serie de problemas como la expansión de las técnicas agrarias a otros países o la revolución de los transportes, gracias a la cual se expanden los productos a otras zonas.

También nos encontramos con una crisis agraria. Estados Unidos, Argentina, etc. Producen gran cantidad de cereales, algodón... que envían a Europa y le hacen la competencia. Son muy baratos, debido al desarrollo de las técnicas y a la revolución de los transportes. La crisis agraria va a afectar a los países europeos. La crisis agraria hace que los agricultores no puedan comprar los productos industriales.

Esto trae como consecuencia lo siguiente:

Modificación de las estructuras productivas. Va a haber una modificación de la agricultura en Europa Occidental. Predominan las pequeñas explotaciones. En Europa van a introducir técnicas más modernas, van a desarrollar una agricultura y ganadería intensivas para producir obtener producciones más elevadas y poder hacer competitivos sus productos con los que vienen de fuera.

Desarrollo del proteccionismo. Es una tendencia comercial a través de la cual se imponen aranceles para disminuir la competencia exterior. Con la crisis del 73 se desarrollan teorías proteccionistas. Incluso Gran Bretaña acepta el proteccionismo en ciertas etapas.

Son varias las causas por las cuales se dio el Imperialismo:

Causas económicas. Basándose en las ideas de Lenin (necesidad de la expansión capitalista) planteaban que las causas económicas eran las causas más profundas del Imperialismo. Se utilizan las colonias como zonas de mercado y de abastecimiento de materias primas baratas y zonas donde invertir sus capitales. Los beneficios no eran tan grandes y se pone en cuestión la importancia de las causas económicas.

Causas ideológicas. Muchos europeos se consideran que son superiores al resto y por lo tanto raramente se van a mezclar con los indígenas. Según algunos es la causa más importante de la expansión del colonialismo.

Causas demográficas. Al principio del Imperialismo, algunas zonas como consecuencia de la revolución demográfica van a verse con problemas y van a sufrir superpoblación (demasiada población para los recursos existentes en esa zona) y buscan alguna salida. Es el caso de Irlanda, algunas zonas alemanas y algunas zonas italianas. Algunas de estas colonias se transforman en colonias de poblamiento como Canadá y Australia. Se produce un desarrollo de los transportes, sobre todo en los transportes por mar, que bajan de precio.

Causas políticas. Deseo de ampliar las zonas de influencia de cada una de las potencias, como forma de aumentar su poder frente a las demás, y de obstaculizar la expansión de las potencias competidoras.

El reparto del mundo

La expansión del imperialismo por África, fue principalmente por la costa. La colonización en África se va a desarrollar en función de causas económicas, políticas, científicas y religiosas, ya que personalidades católicas y protestantes pretenden extender su religión por estas zonas e introducir cambios. Dos grandes imperios se van a disputar África: el imperio británico y el imperio francés.

Proyecto británico: los políticos ingleses intentan crear un ferrocarril que vaya desde el Mediterráneo hasta el Cabo. Su objetivo es colonizar África oriental de norte a sur.

Proyecto francés: Su objetivo era colonizar un abundante norte de África, pero de Oeste a Este.

Otros estados europeos intentarán expansionarse también y se incorporarán a la carrera colonial. Estos son Bélgica, Italia, España, Portugal...

Alemania en los primeros años no se interesa por la expansión en África. Bismarck intenta organizar la expansión en África a través de la Conferencia de París en la que se plantean una serie de principios, como son el reconocimiento del derecho a la navegación internacional por los primeros ríos africanos, que una zona sea dominada por una ocupación efectiva y que se reconozca el Congo como territorio holandés. Ingleses, franceses, etc... van a intentar dominar los territorios lo más rápidamente posible. En el momento en que aparece en Alemania Guillermo II frente a la política de Bismarck, que quiere hacer de Alemania la principal potencia europea. Esto significaría una expansión colonial y económica, lo que supondrá conflictos. Se enfrenta a Francia y a Inglaterra para conseguir ciertos territorios que conducen a la Primera Guerra Mundial. Inglaterra y Francia se enfrentan por dominar el Sudán egipcio.

Asia no va a ser ocupada de la misma manera. Existen semejanzas y diferencias.

Desde el S. XVI se habían ido ocupando algunas pequeñas zonas, pero es en siglo XIX cuando se va a impulsar la colonización, sobre todo por el sur, en la costa y en las islas para así conseguir un imperio comercial. La semejanza es que la colonización es rápida y van a aparecer nuevas potencias como Alemania y Rusia. Nos encontramos con una nueva forma de colonización desde un punto de vista económico y especialmente financiero, como ocurre especialmente en China.

El Imperio Británico se desarrolla en el sur y una parte del centro. La india es lo que los británicos llamaban la joya de la corona. En la india existen puertos importantes como Calcuta para mejorar así el comercio con el país. Se produce una revolución de los cipayos a causa del nacionalismo, ya que los indios vendían el algodón transformado, y al ser obligados a vender el algodón en bruto los salarios eran mucho menores. Esta revolución causa una distinta organización en la India. En el siglo XVIII conquistan los primeros puertos, como Calcuta, y los cipayos se sublevan contra Inglaterra y cambia la administración política del país. Se otorgó el Acta de Gobierno de la India, por la que se establecía un gobierno directo desde la Corona Británica, ejercido por un virrey, la reina Victoria fue proclamada emperatriz. Los británicos conquistan Birmania para proteger a la India de la expansión francesa. Afganistán es un territorio muy difícil que los ingleses no pueden controlar ya que son muy radicales, pero forman de él un estado independiente para que les sirva de separación entre las posesiones rusas y las inglesas, de forma que se evite la expansión rusa. Dominan también el sur de Malasia y parte de Nueva Guinea, y el estrecho de Singapur, así como su ciudad. Los ingleses tienen otra gran colonia que es Australia en Oceanía y la isla de Nueva Zelanda. También dominan el sur de la península arábiga, así como la salida del golfo pérsico a un pequeño mar.

El imperio francés tiene zonas importantes en Indochina, toda la parte oriental que se unió posteriormente a la Unión Indochina. Gran Bretaña controló los Estados Malayos y Singapur, así que se pusieron de acuerdo para que el Estado de Siam fuese neutral y sirviese de frontera entre los dos imperios.

A partir del siglo XIX los británicos van a obligar a China a comerciar con ellos y conseguir productos chinos lujosos como el opio, y China tiene que abrir nuevos puertos para comerciar con el imperio británico, que posteriormente invadirá China hasta desarrollar la industrialización y la economía. Esto da lugar a nuevas sublevaciones en contra de los extranjeros y las fuerzas imperiales, que en momentos llega a suponer la caída del Imperio Chino, ya que no sólo entra el imperio británico, sino también el francés y el alemán.

Las nuevas potencias imperialistas

Hay dos potencias imperialistas que son Estados Unidos y Japón. Los EEUU a lo largo del s. XIX se van a ir extendiendo hasta el oeste conquistando el norte y el centro de América hasta el Pacífico. Es una potencia que ha aceptado rápidamente la industrialización y que siguen queriendo expandirse mediante la compra de la península de Alaska a los rusos. También se extienden hacia el sur.

En 1898 disputa con España la posesión de Cuba y Filipinas. Desarrolla un imperio económico llamado neocolonialismo, una política que acabó siendo dominante y que encontró su mejor exponente en las pequeñas repúblicas caribeñas. Esta política consistía en la sumisión económica de todos los gobiernos a sus intereses.

La era Meiji supuso en Japón la eliminación del feudalismo y el inicio de la modernización económica. Japón ha sido una zona cerrada a cualquier clase de influencia occidental, y va a ser obligada a abrirse a la influencia por los americanos. La revolución Meiji se desarrolla a finales de 1870 hasta los principios del siglo XX y consiste en desarrollar Japón técnicamente aprendiendo de técnicas occidentales pero conservando sus costumbres y pensamientos. Aceptan y quieren las técnicas ya que el nivel de población en la zona era enorme. Sus problemas eran la falta de energía y materias primas y la necesidad de zonas territoriales para la vida de población, para encontrar fuentes de energía, materias primas, etc. Intentan el dominio de Corea y el de Manchuria mediante pequeñas invasiones, pero esto da lugar a una guerra con China, en la que resultan vencedores y Japón se hace con Corea y Manchuria. Los rusos quieren expansionarse y lucharán con Japón en el siglo XX para conseguir Manchuria, pero Rusia es derrotada. Como consecuencia Japón se convierte en la potencia dominante del Pacífico.

La organización de los territorios coloniales

Los territorios coloniales eran conquistados o dominados militarmente, y después se organizaban administrativamente, esto significaba el control político, económico, social y cultural de los pueblos colonizados.

Las colonias se organizan según su forma de gobierno y el tipo de doblamiento. Existen tres tipos de colonia:

-Colonia de explotación o (simplemente) colonia:

El Gobierno dependía de la metrópoli. Solía mandar un gobernador y unos altos funcionarios, civiles y militares que constituían una élite.

Estos territorio estaban sometidos a los intereses económicos de la metrópoli. Los conolizadores se apropiaban de las tierras y creaban grandes plantaciones dedicadas al monocultivo (té, cacao, café y caucho). También se apropiaron de los yacimientos de carbón, oro diamantes, etc. Utilizaban la mano de obra indígena barata que trabajaban en condiciones de semiesclavitud. Sin embargo, estos colonos blancos crearon grandes compañías, cuyas sedes estaban en Londres, París o Berlín.

-Protectorados:

Colonias, que al ser ocupadas, se mantenía un Gobierno indígena, aunque se imponía un Gobierno paralelo que ejercía las funciones de defensa y representación exterior. Esta fórmula se utilizó en aquellos países donde existía un Estado estructurado. Ejemplo, Gran Bretaña con Egipto, o Francia con Marruecos.

-Colonias de doblamiento:

Lugares donde se establecieron colonias de población blanca, siendo numéricamente superior a la población indígena. Estos territorios muy pronto adquirieron autonomía y un sistema parlamentario de dependencia con la metrópoli. Ejemplo: en 1867 Canadá, Nueva Zelanda en 1854, Sudáfrica en 1872 y Australia en 1890.

Otra forma de organizar el poblamiento son los mandatos. Esta forma nació después de la I Guerra Mundial para administrar aquellos territorios dependientes de las potencias perdedoras de la contienda. Una potencia ejercía una tutela sobre un territorio en representación de la Sociedad de Naciones.

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Las causas de la guerra

La guerra aparece tras un periodo de escalada armamentística conocida como la paz armada; la guerra fría de la época. Durante la paz armada se generaron dos bloques militares antagónicos, en virtud de acuerdos secretos, los Imperios centrales: Prusia-Alemania, Austria e Italia; y la Triple entente: Francia, Inglaterra y Rusia.

Las tensiones en los Balcanes enfrentan a Austria y Rusia. En 1908 Austria-Hungría se anexiona Bosnia-Herzegovina, del Imperio otomano. Sobre este territorio también tenía intereses Rusia. En 1914 es asesinado, en Sarajevo, el archiduque Fernando, heredero de la corona austrohúngara. Austria da un ultimátum a Serbia y le impone unas condiciones difíciles de cumplir.

Oficialmente la causa de la guerra se establece en el Tratado de Versalles, como la voluntad de guerra de Alemania, que quiere imponer su hegemonía en Europa. Sin embargo, la realidad es otra. Las economías europeas están en plena expansión y sus intereses chocan en las diferentes colonias, de sus respectivos imperios. Los conflictos fronterizos en las colonias son muy frecuentes. Alemania no tiene un imperio en ultramar, e intentará buscar nuevos mercados, como el resto de las potencias, y una salida al mar a través del Adriático. El proteccionismo comercial de los imperios, y entre los países, hace necesario buscar mercados privilegiados; y países con materias primas.

La primera guerra mundial es una guerra entre imperios rivales: rivalidades territoriales, económicas y políticas.

Las rivalidades territoriales en Europa se manifiestan en el contencioso entre Francia y Alemania por los territorios de Alsacia y Lorena. Polonia, en la que surgía un poderoso nacionalismo, estaba repartida ente Prusia y Rusia. Las guerras balcánicas son particularmente crueles, hostigadas por Rusia y Austria-Hungría. Las islas del Egeo se debaten entre la independencia recién conquistada de Grecia y el sometimiento al Imperio otomano. Todo ello favorece un ambiente político favorable a la acumulación de armamento y a la disposición a usarlo.

Tras la conferencia de Berlín (1884), en la que se estableció el modo de reparto de las colonias, Gran Bretaña deja de ser la dueña indiscutible de los mares, Alemania impulsa una poderosísima industria que amenazaba la hegemonía inglesa en Europa. Era el principal proveedor de Rusia, y en el puerto de Ámsterdam se encontraban tantas mercancías alemanas como inglesas. Francia construía un imperio tan importante como el británico.

Por último hay que destacar el papel de las decisiones políticas, en un ambiente bélico y con múltiples conflictos abiertos. Todos los países aumentaron el tamaño de su ejército. Francia amplió el servicio militar a tres años, y Rusia tenía un ejército de casi dos millones de soldados. Para conseguir aumentar el gasto militar se apelaba al peligro de la guerra, al riesgo de invasión, espoleado por una prensa alarmista.

La Gran Guerra

La Primera Guerra Mundial, conocida hasta el estallido de la segunda Guerra Mundial como la Gran Guerra, hizo honor a la denominación que le dieron sus contemporáneos. La humanidad no había presenciado hasta entonces un enfrentamiento de tal envergadura, en el que los países y territorios coloniales afectados se contaban por decenas, los ejércitos, por millones de combatientes, los gastos fueron incalculables y las consecuencias, devastadoras. Europa perdió su hegemonía en el mundo, y nuevas potencias, como Estados Unidos y Japón, se convirtieron en poderosos estados.

La enemistad entre Francia y Alemania arrancaba de la guerra franco-prusiana de 1870. Entre 1871 y 1914, las relaciones y los sistemas de alianzas entre los estados europeos giraron alrededor de estos dos antagonistas y estuvieron condicionadas por el deseo francés de venganza. Durante decenios, la política llevada a cabo por Alemania se aseguraba su condición de primera potencia del continente, situación que se reafirmó, en 1882, al construir la Triple Alianza con Austria-Hungría e Italia.

En esta situación, Francia encontró el aliado que necesitaba frente a Alemania: Rusia. Ésta precisaba ayuda exterior para poder hacer frente a Austria-Hungría en los Balcanes, al mismo tiempo que requería cuantiosas inversiones para modernizar su economía. En 1892, Francia y Rusia firmaron un acuerdo militar, lo que implicaba la modificación del equilibrio europeo existente.

Las causas profundas de la inminente guerra hay que buscarlas en las rivalidades económicas y en el nacionalismo radical que invadió Europa en los años anteriores a 1914. A los fuertes enfrentamientos económicos entre las principales naciones industrializadas se añadió el aumento desmesurado de las tensiones nacionalistas, que afectaron por igual tanto a las pequeñas nacionalidades sometidas como a los grandes estados. Las primeras reivindicaban su autonomía o independencia, y eran numerosas en los imperios austrohúngaro, ruso y otomano. En los grandes estados cristalizaron los nacionalismos exaltados en defensa de lo propio frente a lo ajeno y contra los presuntos enemigos. Ambos tipos de nacionalismo llevaron al continente a un ambiente general de tensiones que facilitó el camino había la guerra.

Turquía aún tenía suficiente fuerza para combatir con éxito a los pueblos balcánicos por separado. Sin embargo, era demasiado débil para hacer frente a una coalición, Aprovechando este estado, en 1912, Serbia, Montenegro, Grecia y Bulgaria aunaron sus fuerzas para combatir a los turcos. En tres semanas habían logrado una victoria espectacular barriendo a Turquía del continente europeo casi por completo. Europa entera quedó sorprendida con la fulminante derrota turca. Sin perder el tiempo las potencias europeas se dispusieron a tomar cartas en el asunto. En la región se había producido un vacío de poder que muchos quisieron aprovechar. Finalmente, los países balcánicos se dieron cita en Londres para dictar la paz a Turquía. Claro que quedaba por resolver el asunto de la repartición de los territorios ganados. Y en eso estaban cuando Bulgaria decidió tomar la iniciativa... y las armas. Sin previo aviso atacó a Grecia y Serbia, dando comienzo a la segunda guerra balcánica. Una vez más, las potencias europeas tomaron partido. Alemania y el Imperio austro húngaro brindaron sus simpatías a Bulgaria, mientras Rusia y Francia se inclinaron por Serbia. El conflicto acabó con la derrota búlgara. La paz se firmó en Bucarest, en agosto de 1913. Se dice que las partes no quedaron muy satisfechas con el acuerdo y, de hecho, en el espíritu austriaco siguió latente el deseo de aplastar de una vez por todas a Servia.

La paz de los vencedores

La conferencia de París finalizó con la firma de cinco tratados con los países derrotados: el tratado de Versalles, que afectaba a la paz con Alemania; el tratado de Saint-Germain, con Austria; El de Trianon, con Hungría; el de Neully, con Bulgaria; Y el de Sevres, con Turquía.

Lo más significativo de los tratados fue la desaparición de los grandes imperios históricos europeos, y la creación de nuevas naciones, acogidas al principio wilsoniano de la autodeterminación de los pueblos: Finlandia, las tres republicas bálticas, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Austria y Yugoslavia.

Pero el nuevo mapa de Europa contenía numerosos cambios que no correspondían a la filosofía del presidente Wilson. Se prohibió la posible unión entre Austria y Alemania; Checoslovaquia contaba en sus fronteras con una importante minoría alemana y otra húngara; Prusia oriental quedó separada de resto de Alemania por el corredor de Danzig, el imperio colonial alemán fue repartido entre los vencedores, y las posesiones turcas en Asia y África pasaron a ser protectorados británicos o franceses.

El tratado de Versalles fue la parte más importante de la organización de la paz. En él se trató con especial dureza a Alemania. Quedó estipulada su condena moral y se la declaró responsable del inicio de la contienda. Tuvo que aceptar la evacuación de Bélgica y del territorio ruso, además de ceder Alsacia y Lorena a Francia y amplios territorios a Polonia.

Francia se aseguraba el apoyo militar de Estados Unidos y del Reino Unido en caso de una agresión alemana no provocada.

El tratado de Versalles fue más un acto de odio y de venganza que de paz. El trato que se dio a Alemania se convertía en una de las causas de la segunda Guerra Mundial.

Italia se sintió defraudada al no conseguir todas las promesas territoriales que le fueron hechas en el momento de entrar en la guerra.

La sociedad de Naciones, que debía velar por el mantenimiento de la paz y por el desarrollo de la cooperación entre los pueblos, nació con serias limitaciones.

La paz que puso fin a la Primera Guerra Mundial dejó tantos temas pendientes y tantas incógnitas que difícilmente podía asegurar un largo periodo sin violencias ni agresiones. La mal disimulada venganza francesa, el resentimiento alemán, la existencia de un elevado número de minorías en las nuevas fronteras, la marginación de Alemania y de la URSS del sistema de paz, la automarginación norteamericana, la debilidad de la Sociedad de Naciones... Todas estas cuestiones no resueltas iban a ensombrecer el futuro y fueron preparando el camino hacia la Segunda Guerra Mundial.

Las consecuencias de la guerra

La Guerra duró cuatro años, tres meses y catorce días. Representó un coste de 186.000 millones de dólares para los países beligerantes.

-Pérdidas demográficas: De nueve a diez millones de muertos y seis millones de inválidos. Casi diez millones de civiles fallecieron indirectamente a causa de la contienda. Mención especial para los mutilados de guerra, que fueron un trauma para la sociedad europea. Se dieron también importantes trasvases de población.

-Transformaciones económicas: Grandes destrucciones en los frentes de guerra; empobrecimiento de Europa; beneficios para EE.UU. y Japón.

-Transformaciones sociales: Incorporación de las mujeres al trabajo; crecimiento de las ciudades; aumento de los conflictos sociales a causa del empobrecimiento de la población y del desempleo masivo.

-Cambios políticos: La crisis económica y el ejemplo de la Revolución rusa multiplicaron la influencia de los movimientos revolucionarios de extrema izquierda; formación de grupos de extrema derecha, integrados por excombatientes, y como contrapeso al peligro comunista. Por primera vez en la historia aparece un país socialista: la URSS. Modificaciones territoriales en el mapa europeo, tras los términos establecidos en los tratados de paz de Versalles y en los que aliados firmaron con cada una de las naciones derrotadas en la guerra. Fundación de la Sociedad de Naciones. Los nacionalismos despiertan en el mundo de las colonias. Desarrollo de los sindicatos e incorporación al mundo del trabajo y de la política.

LA REVOLUCIÓN SOVIÉTICA Y LA URSS

La Rusia zarista

A inicios del siglo XX, Rusia era un país donde pervivía aún el absolutismo político. Además existían grandes diferencias entre las ciudades, donde había evolucionado el capitalismo y la industria, y el mudo rural, que permanecía con un atraso de siglos.

La concentración de la propiedad agrícola en manos de la nobleza y las malas condiciones de vida de los campesinos dieron lugar a numerosas revueltas del campesinado. En 1861 se dictó un decreto por el que se abolía la servidumbre a la que estaban sometidos los campesinos, pero no tuvo el resultado esperado: se concedió la libertad a los antiguos sirvientes, pero para obtener las tierras que habían cultivado, debían pagar al señor un precio muy elevado. Ante esto, muchos campesinos optaron por emigrar a la ciudad.

En la parte occidental del Imperio, desde finales del siglo XIX, se había ido produciendo una industrialización limitada, caracterizada por su localización determinada, por una elevada concentración empresarial y por la presencia de capital extranjero.

Hablando de política, el Imperio era una autocracia en la que el zar tenía un poder absoluto que “provenía de Dios”. La burocracia y el poderoso ejército aseguraban el control del Imperio mientras la Iglesia ortodoxa era el gran pilar ideológico del régimen.

Los campesinos, que querían poseer las tierras que habían cultivado, y que además reclamaban un mejor nivel de vida, fueron los primeros en rechazar el régimen zarista y en provocar numerosos movimientos de oposición, como los populistas, que defendían la transformación de la sociedad campesina tradicional y afirmaban ser enemigos del zar. El anarquismo proliferó gracias a organizaciones como “Tierra y Libertad”.

Entre los obreros de las ciudades industriales abundaban las ideas marxistas, y en 1898 se fundó el Partido Socialdemócrata Ruso (PSDR), que tuvo a Lenin como líder más destacado. A comienzos del siglo XX, el PSDR se dividió en dos, los mencheviques, que defendían la necesidad de realizar en Rusia una revolución burguesa; y los bolcheviques, que sostenían que esta revolución debía tener un carácter socialista y estar dirigida por el pueblo.

Al mismo tiempo, empezaron a aparecer partidos liberales de manos de la burguesía, como el Partido Constitucionalista Demócrata, KDT; y el Partido Socialista Revolucionario, SR; que defendían la necesidad de destruir el régimen zarista e instaurar una sociedad colectivista.

La necesidad de una sociedad justa, con un reparto más igualado de la riqueza, con libertades básicas y un sistema político y judicial más abierto, tomaron fuerza desde los años 80 del siglo XIX. Esta agitación se mantuvo durante todo el reinado del zar Nicolás II. La derrota militar en la guerra contra Japón fue lo que provocó el estallido de un movimiento revolucionario en 1905. La revolución se inició ante el Palacio de Invierno de San Petersburgo con una marcha pacífica, que fue duramente reprimida, provocando centenares de muertos y un millar de heridos. A esta jornada se llamará desde entonces “el Domingo Sangriento”. Durante esta revuelta, se crearon los soviets (consejos), unas asambleas populares compuestas de obreros y campesinos.

Después de la revolución de 1905, se convocó una Duma y el ministro Stolypin propuso reformas de la propiedad agraria, pero no fueron suficientes para transformar la estructura del Imperio.

La Revolución de Febrero de 1917

Las alianzas internacionales firmadas por el zarismo, comprometieron a Rusia en la I Guerra Mundial al lado de Inglaterra y Francia. Pero la guerra fue un desastre para los rusos. Este desastre, militar y económico, provocó un intenso descontento entre la población civil y militar, lo que condujo a una nueva revolución

La revolución comenzó en la capital el 23 de febrero de 1917. Su origen inmediato fue la desastrosa situación de la población y de los combatientes, derivada de la guerra, de la falta de alimentos, de las derrotas militares y del elevado número de víctimas militares.

La población salió a las calles pidiendo el fin de la guerra y la mejora de las condiciones de vida. El día 27 de febrero se produjo una huelga general. Los soviets y los grupos revolucionarios trataron por sus medios de llevar a cabo el proceso de cambios. La negativa del zar a abandonar la guerra fue decisiva y ante la presión de los partidos, el zar decidió abdicar.

La Duma impuso un Gobierno provisional presidido por el príncipe Lvov. El nuevo gobierno prometió reformas políticas y sociales y a convocar una Asamblea Constituyente. Pero el gobierno de Lvov mantuvo a Rusia en la guerra.

Durante el mes de marzo el gobierno de Lvov fue desbordado por los movimientos que pedían la profundización de las reformas y la retirada de la guerra. Desde el mes de Abril, y con la llegada a Petrogrado del líder de los bolcheviques, Lenin, el conflicto se agravó.

Lenin había vivido exiliado en Suiza desde la revolución de 1905. Su regreso a Rusia se produjo el 3 de abril. Por entonces, los bolcheviques se encontraban en minoría y desde su llegada a Rusia, Lenin había defendido que la revolución burguesa debía convertirse en revolución del proletariado. Hizo un llamamiento a favor de la salida de la guerra y se mostró partidario de tomar el poder por la vía insurreccional.

Las prometidas reformas no avanzaban y el pueblo exigía los cambios que nunca llegaban. Ante esta situación, Lvov fue sustituido por Alexis Kerenski. El nuevo primer ministro se enfrentó con los bolcheviques. Lenin tuvo que huir. Las cosas empeoraron más cuando Kornílov intentó un golpe de Estado que Kerenski pudo evitar gracias al apoyo de los bolcheviques.

El prestigio de Kerenski se había debilitado, entonces Lenin volvió a Petrogrado y convenció al Partido Bolchevique de la necesidad de actuar y crear un nuevo poder obrero basado en los soviets.

El 10 de octubre, en el Comité Central del Partido Bolchevique, se enfrentaron la tesis de Lenin y la de Kamenev, partidario de continuar la colaboración con mencheviques y social-revolucionarios. Las tesis de Lenin se impusieron en votación, y los bolcheviques consiguieron el apoyo de Petrogrado y de Moscú.

La Revolución de Octubre de 1917

La revolución de Octubre fue el momento culminante de la transformación del Imperio zarista en el primer Estado socialista del mundo.

Con el acceso a la presidencia al soviet de Petrogrado de un bolchevique, León Davídovich Trotski, éste se convirtió en el centro de la oposición al régimen republicano. Kerenski convocó una reunión del llamado Consejo de la República para llevar a cabo la conversión del Estado zarista en una República parlamentaria. El soviet de Petrogrado boicoteó aquella reunión porque pensaba que era el momento apropiado para la toma del poder por parte de los órganos populares.

El 25 de octubre se produjo la insurrección. Los marinos se sublevaron siguiendo la llamada de Lenin. Pronto se les unieron grupos de obreros armados que consiguieron apoderarse de los lugares clave. El último y decisivo acto en la toma del poder fue el asalto al Palacio de Invierno. Allí, todos los miembros del gobierno con excepción de Kerenski fueron detenidos gracias a la acción de la Guardia Roja, creada y dirigida por Trotski.

La revolución se consumó por la rápida acción de los revolucionarios. Lenin se convirtió entonces en el líder indiscutible.

La Asamblea Constituyente celebró una única sesión y en 1918 fue disuelta. En ella se discutió el primer documento de tipo constitucional, la Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado, que fue aprobada por el III Congreso de los Soviets.

El gobierno de la nueva Rusia soviética estuvo formado por un Consejo de Comisarios del Pueblo presidido por Lenin. Al principio figuraron en él los bolcheviques y los más favorables a la revolución entre los mencheviques y los social-revolucionarios.

Las instituciones del Estado quedaron establecidas en un congreso de los soviets, llamado Soviet Supremo, formado por dos cámaras y que ejercía el poder legislativo. El poder ejecutivo era ejercido por el Consejo de Comisarios del Pueblo.

Las primeras grandes medidas revolucionarias que el nuevo gobierno tomó fueron la expropiación de las tierras de la Corona, la Iglesia y la nobleza, que pasaron a los campesinos que las explotaban; y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos que integraban el Imperio. Finalmente se establecía el control obrero sobre las empresas de más de 5 trabajadores y la nacionalización de la Banca.

Otro de los decretos bolcheviques fue la retirada del país de la IGM. En noviembre, Trotski y una delegación soviética se dirigieron a Brest-Litovsk, donde se firmó un armisticio. En febrero de 1918 se desencadenó una gran ofensiva alemana que ocupó los países bálticos, parte de Bielorrusia y de Ucrania y toda Polonia. Los bolcheviques trasladaron la capital del Estado a Moscú. Finalmente, se firmó el tratado en Brest-Litovsk, el 3 de marzo de 1918. En él, Rusia aceptaba las exigencias de Alemania y perdía los Países Bálticos y Finlandia.

De Lenin a Stalin

Lenin sabia que la socialización se había llevado a cabo demasiado rápido. Después de lo sucedido con los marineros de Kornstadt, Lenin restauró la nueva política económica en 1928.

Esta nueva política económica fue como retroceder, porque se instauró el sistema capitalista. En este sistema los que más se beneficiaron fueron los comerciantes y los campesinos, que se convirtieron muchos en campesinos ricos o KULAK. Los obreros industriales empeoraron porque subió el precio de los productos en el mercado libre. Estas medidas impuestas por Lenin eran provisionales. Las había creado porque creía que el sistema había sido muy rápido y pretendía aumentar la producción y mejorar las condiciones de vida de la población.

Había diferencias entre los partidos. Unos estaban a favor de mantener la nueva NEP hasta que atrajese el mayor número de campesinos posibles (Lenin), y otros eran partidarios de eliminarla y llevar a la práctica un sistema de nacionalización de los medios de producción (Trotsky). El partido de Trotsky era de izquierdas. Se debatía entre otras cosas el sistema político.

Stalin fue nombrado secretario general del partido en 1922.

Se creó una organización de Estado federado de Unión de Republicas Socialistas-URSS. Teóricamente los soviet se siguen manteniendo, pero estos ya no eran democráticos.

En la época final de Lenin, se insiste en que los soviet son demócratas. No era un sistema totalmente dictatorial a pesar de que el partido PCUS ya tenía mucho poder.

Lenin muere en 1924. Al morir éste, se creó el gobierno de los líderes más destacados, que eran Trotsky, Stalin, Kamelev, Bujarin y Zinomiev. En este grupo, que en una primera fase dirige el gobierno, surgen la luchas por el poder.

Hay dos tendencias importantes:

-Trotsky: Tiene una ideología más de izquierdas y clara. Quiere eliminar la NEP y establecer una colectivización de los medios de producción. Defendían la democracia política. Considera que la revolución no debe extenderse solo por Rusia, sino también por otros territorios.

-Stalin: Tiene una ideología más de derechas y más confusa. Planteó el mantener la NEP. Defiende la intervención del partido en las instituciones. Es mucho menos democrático. Quería asentar el sistema en Rusia más que en el resto de los territorios.

Al haber sido nombrado en 1922 Stalin secretario, manejaba muy bien los hilos de la burocracia y el partido. Fue el partido dominante. Trotsky fue expulsado y asesinado en México por un catalán en 1914.

La época de Stalin

Stalin llevó poco a poco a cabo la concentración del poder. Llevó a cabo el sistema Stalinista, que era una dictadura. Eliminó a todos los que se oponían a su gobierno. Con Stalin existía una cierta democracia de forma teórica. En la práctica venía a ser un sistema dictatorial escondido bajo una aparente democracia. El poder era controlado por el PCUS.

La manera de llevar a la práctica tal dictadura fue estableciendo el terror político mediante purgas, eliminar a la gente contraria al sistema. Los contrarios a Stalin eran llevados a Siberia para realizar trabajos forzados o incluso matarlos. La policía se llamaba CHECA, después GPUINKVD. Fueron sentenciados personajes políticos muy importantes. En total hubo entre 2 y 3 millones de muertos.

Uno de los problemas fue la falta de seguridad en el régimen, porque estaba muy aislado al no haber extendido la revolución. Por ello el estalinismo se puso tan rudo. Stalin creía ser continuamente perseguido y amenazado.

Con la nomenklatura, Stalin tiene todo el poder. Es una élite dentro del partido que establece un poder que le otorga muchos privilegios.

Stalin eliminó la NEP y estableció los planes quinquenales. En ellos se planifica la economía por parte del estado durante 5 años. Dentro de esta planificación económica (la primera en 1929-1933) la pretensión mas importante fue la de convertir a la URSS en una gran industria, sobretodo industria pesada. De esta forma tendrían un autoabastecimiento. Se da prioridad a la industria ante la agricultura. La agricultura se nacionaliza, se colectiviza y se eliminan los kulak (propiedad privada).

Se establecen dos sistemas:

-Los Koljovs: Cooperativas de agricultores.

-Los Sovjos: Granjas del Estado en las cuales se llevaba a la práctica medidas de investigación agraria.

Comenzó a surgir un comercio clandestino de productos agrarios, pero más tarde fue legalizado.

Dentro de este plan quinquenal, hubo problemas como la falta de equilibrio entre los sistemas productivos al priorizar la industria antes que la agricultura.

Un aspecto positivo de este sistema fue que no surgieron crisis como con el sistema capitalista en el 29.

LA CRISIS DE 1929 Y LA DEPRESIÓN ECONÓMICA MUNDIAL

La Primera Guerra Mundial y los grandes desequilibrios internacionales

Entre 1919 y 1924 se produce la reconstrucción de las economías europeas tras la guerra, el pago de la deuda por Francia e Inglaterra a EEUU y las graves sanciones impuestas a Alemania por los vencedores. A esto hay que añadir las nuevas circunstancias como la hegemonía norteamericana en el mundo y el triunfo y consolidación de la revolución soviética. La reconstrucción de la industria absorbe el paro, pero en 1920 se registra una primera crisis que se supera hacia 1924.

En 1924 se entra en una fase de euforia económica, aunque no afectó por igual a todos los países. Los EEUU confirmaron su hegemonía económica mundial. Gran Bretaña experimentó, sin embargo, un cierto estancamiento a causa del envejecimiento de su maquinaria industrial, y al mantenimiento de una libra fuerte frente al dólar con lo que la economía inglesa pierde competitividad en el mercado mundial. Como consecuencia bajan las exportaciones, desciende la producción industrial y aumenta el paro. Francia tardó en recuperarse, pero a partir de 1928 su economía se normalizó, con un fuerte crecimiento industrial. En Alemania, tras el hundimiento del marco y la escalada de la hiperinflación a causa del pago de las sanciones de la guerra, se crea en 1923 un nuevo marco más sólido y llegan los primeros capitales extranjeros, sobre todo norteamericanos, que contribuyen al desarrollo de la industria, que tiende a concentrarse en grandes empresas.

Sin embargo, junto a estas muestras de recuperación económica, el paro sigue siendo alto en estos países industriales y la crisis agraria se generaliza. Existen desigualdades sociales notorias y claras, pero los indicios de prosperidad eran tan evidentes que cualquier síntoma de crisis se oculta sin darle mucha importancia. El clima de euforia impide ver los signos que anuncian la crisis definitiva.

Los Estados Unidos: de la prosperidad a la crisis

La superproducción es considerada como una de las principales causas de la crisis. La producción supera hacia 1925 las necesidades reales de consumo a partir de 1925, especialmente en EEUU, con lo que se produce una gran acumulación de stocks. Esto se debe a que el consumo no se extiende a la mayoría de la población, sino que sigue limitado a las capas altas de la sociedad, que no eran muy numerosas. Junto a esta superproducción industrial existe una superproducción agraria que hace bajar los precios agrícolas, descendiendo el poder adquisitivo de los campesinos que consumirán menos productos industriales. La superproducción se debe por lo tanto al subconsumo que impide una salida de productos al mercado y el estancamiento de las ventas.

A pesar del desfase entre producción y consumo, las cotizaciones de las empresas siguen subiendo en la Bolsa debido al clima de euforia que se respira en los años veinte en EEUU. Los norteamericanos aspiran a enriquecerse rápidamente y sin esfuerzo mediante las inversiones especulativas en la Bolsa. El ejemplo más claro en el de la compra de solares en Florida que aumentan de valor día a día sin motivos aparentes.

Muchos pequeños ahorradores deciden invertir y vivir de los beneficios aprovechando el momento favorable. Los agentes de bolsa prestan a sus clientes y piden préstamos a su vez a los bancos para comprar títulos o acciones. La financiación de las inversiones se basa en los préstamos bancarios y no en los beneficios de las empresas. Esta situación artificial no podía durar eternamente, ya que los beneficios no se basan en las ventas de los productos sino en los créditos bancarios. El dinero no va hacia la actividad económica productiva sino hacia los préstamos especulativos. Las empresas se mantienen con el dinero de los préstamos bancarios y no con los beneficios de las ventas de sus productos, que no tienen salida al mercado. La situación no podía prolongarse mucho tiempo ya que el funcionamiento de la economía no puede sustentarse solamente en el dinero olvidándose de los mecanismos de la producción y del consumo.

Desde 1928 se producen ciertos síntomas de alarma económica en sectores como la construcción, pero la euforia especulativa sigue sin desmayo. A finales de septiembre de 1929 la Bolsa sufre una tendencia a la baja, pero los especuladores siguen comprando títulos. A partir de mediados de octubre la situación empezó a ponerse difícil y el 24 estalló el pánico y la Bolsa se hundió estrepitosamente en el llamado “jueves negro”: casi trece millones de acciones se ponen a la venta y no encuentran compradores. Para frenar la caída la Banca Morgan compra acciones, pero en los días sucesivos se generalizó el desastre. El 29 de octubre salen al mercado 33 millones de acciones que tampoco encuentran comprador. Los índices siguen bajando en picado a partir de entonces convirtiéndose la crisis en algo duradero y permanente.

De la crisis estadounidense a la recesión internacional

El peso de la economía de los Estados Unidos en el mundo hizo que la crisis se extendiera a partir de 1931. Por una parte, los norteamericanos se vieron obligados a repatriar capitales que motivó quiebras bancarias en Alemania y Austria, cuyas economías se habían reconstruido con las inversiones americanas. Por otro lado, la caída de los precios norteamericanos obligó a los países europeos a rebajar los suyos para hacerlos competitivos y dar salida a los stocks. El descenso de la capacidad de compra de los Estados Unidos y el proteccionismo que aplicaron perturbaron aún más el funcionamiento del comercio mundial.

En Europa la crisis fue similar a la americana: hundimiento de la Bolsa, caída de los precios, restricción de los créditos y descenso de las inversiones, hundimiento de la producción industrial y aumento del paro.

En Alemania el crecimiento de los últimos años de la década de los veinte se debía a los préstamos exteriores, sobre todo de los Estados Unidos. La crisis del 29 hizo que los capitales fueran retirados por los bancos americanos. Las consecuencias fueron muy graves para Alemania y, en parte, fueron una causa importante del ascenso del nazismo. La inversión cayó en picado y por lo tanto se redujo la producción industrial. El paro afectó a más de seis millones de trabajadores y la agricultura quedó arruinada. Ante esta situación tan catastrófica el gobierno escogió la deflación* en lugar de la devaluación monetaria.

En Francia la crisis afectó a partir de 1931, año en que las exportaciones descendieron a la cuarta parte. Las devaluaciones inglesa y norteamericana no hicieron sino aumentar ese descenso. El desempleo, en cambio, no llegó a alcanzar las tasas de Inglaterra y Alemania. El descenso de los precios permitió a los trabajadores industriales mantener el poder adquisitivo, aunque los salarios bajaran, aunque las rentas de los agricultores se redujeron drásticamente. El gobierno optó también por una política deflacionaria.

Inglaterra después de 1929 sufrió el impacto de la crisis mundial. Sus exportaciones, que ya estaban estancadas, se vieron más afectadas aún debido a la contracción de la demanda en el mundo entero. El estancamiento económico mantuvo o aumentó el paro, aunque no influyó en su situación política y social.

España recibió con cierto retraso la crisis afectando a las inversiones en obras públicas emprendidas por la dictadura de Primo de Rivera, provocando una disminución de la producción. La 2ª República, implantada en 1931, sufrió con más fuerza las consecuencias de la crisis y acentuó la fuga de capitales.

Las políticas de recuperación económica

La crisis del 29 fue la mas profunda y de mayor duración que había tenido el capitalismo. Esta crisis provoca el fracaso del capitalismo liberal porque para salir de ella fue necesario que el Estado interviniera en la economía. Quien formula la intervención del Estado fue Keynes (británico). Según Keynes el motor del crecimiento económico es el consumo y la demanda, ya que estas son las que producen los beneficios y las inversiones de la empresa y, por lo tanto, el empleo.

Por tanto, el Estado debe intervenir para fomentar la demanda e incentivar el consumo, aumentando la circulación monetaria, aunque para ello hubiera que abandonar el patrón -oro-. El Estado debe realizar inversiones en obras publicas para aumentar el empleo, y esto provoca un alza en el consumo. La teoría de Keynes se generalizó después de la II Guerra Mundial y se mantuvo hasta la década de los 70.

a) La respuesta de EEUU: Es una política innovadora: New Deal. En 1932 es elegido presidente Roosevelt (demócrata) e impone una nueva política (New Deal). Siguiendo las ideas de Keynes, el Estado va a intervenir:

- Fomentando las inversiones en sectores productivos, dando ayudas a empresas privadas y nacionalizando las empresas que tenían un importante déficit.

- Fomentando la demanda y el consumo, mejorando la situación de los obreros y campesinos. Se establece subsidio de desempleo, convenios colectivos, jornada laboral en 40 horas laborales y se fomentan también las obras publicas, etc. En agricultura el Estado subvenciona los precios y establece precios mínimos por debajo de los cuales no se puede comprar y también se planifica la agricultura -intentando que se cultiven unos productos en detrimento de otros-.

- también va a intervenir en el sistema bancario y en la Bolsa se establecen seguros sobre los depósitos bancarios para evitar que el banco se quedase en reservas. Se introducen también medidas contra la especulación.

El New Deal tuvo resultados regulares.

b) Las soluciones en Europa: también se establecieron medidas intervencionalistas en mayor o menor grado dependiendo de los países; incluso Gran Bretaña establece un proteccionismo. En Francia, en 1936, sube al poder el Frente Popular y establece medidas inspiradas en la teoría de Keynes. Se devaluó el franco, se nacionalizaron algunos sectores, y se establecieron medidas laborales parecidas al New Deal. En los países donde la intervención del Estado fue mayor fueron los partidos fascistas (Alemania e Italia). En estos países se estableció una economía autárquica (de autoconsumo), y por ello había que disminuir las importaciones y se va a fomentar el empleo con obras publicas y armamento, sobre todo para preparar a estos países para una política expansionista.

Los países empiezan a salir de la crisis a finales de los 30, aunque países como EEUU siguieron manteniendo el paro hasta que se inicia la II Guerra Mundial.

LAS DEMOCRACIAS Y EL ASCENSO DE LOS TOTALITARISMOS (1918-1939)

Democracias y dictaduras en Europa

La coyuntura económica y social de la posguerra, y la depresión de los años 30 provocó la desestabilización de las democracias y favoreció la creación de nuevos modelos políticos.

Durante la década de 1920 se fueron imponiendo en algunos países de Europa regímenes de tipo autoritario. Los factores que explican este fenómeno son la humillación nacional tras los tratados de paz, el miedo a la extensión de la revolución bolchevique y el hundimiento de la clase media. Eran dictaduras conservadoras que se apoyaban en los grandes propietarios, el ejército y la Iglesia y se ofrecía como una manera de detener las ideas socialistas y comunistas.

En Europa oriental fueron creándose regímenes dictatoriales que formaron una especie de barrera frente al bolchevismo. Hungría, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Grecia y Bulgaria se convirtieron en dictaduras, a las que se unieron más tarde Austria, Alemania, Italia, España y Portugal.

La democracia se mantuvo en Gran Bretaña, Francia, Suiza, Bélgica y Holanda gracias a coaliciones gubernamentales liberales, mientras que en los países nórdicos permaneció la socialdemocracia. Estas democracias se preocuparon sólo de sí mismas sin hacer caso a los avances expansionistas de las dictaduras.

La difícil situación de los años 20 provocó el auge de doctrinas totalitarias, entre las que destaca el fascismo, creado por Benito Mussolini.

El fascismo se caracteriza por su talante autoritario y antidemocrático, que recurre a la violencia ante cualquier oposición. Rechaza el principio de igualdad, niega la soberanía popular y el sufragio, no tolera la separación de poderes, rechaza el parlamentarismo y anula cualquier oposición. También propone la autarquía como medio para defender la producción nacional.

El fascismo exalta la figura de un líder carismático, alrededor del cual se crea un aparato de propaganda y se magnifica con una gran escenografía.

El fascismo defiende una concepción anti-igualitaria de la sociedad en la que dominan las élites y los escogidos.

Toda la sociedad debe encuadrarse dentro de las organizaciones fascistas, y se prohíben todos los sindicatos de clase. El componente racista defiende la preservación y exaltación de la raza.

El fascismo elogia los valores de la fuerza y de la guerra y justifica el uso de la violencia, por lo que las naciones fascistas tienen una tendencia a luchar con otros estados irracionalmente.

La Italia fascista

El fascismo italiano surgió como reacción contra la situación creada tras la primera guerra mundial.

Desaparecieron muchas industrias, ciudades y campos. Hay que añadir la falta de capitales para poder remontar la crisis y la paralización de la industria por falta de fuentes de energía.

Para agravar la situación, Italia había contraído una importante deuda pública. La altísima inflación monetaria trajo consigo el empobrecimiento de las clases medias.

En la guerra Italia sufrió una gran pérdida de hombres. Predominaba la población rural, y la pobreza era acusada. Eso llevó a conflictos sociales que se manifestaron en huelgas, sabotajes, etc.

Los partidos políticos tradicionales fueron perdiendo fuerza, y aparecieron dos nuevas formaciones, una de ellas los fascios.

Los fascios fundados por Mussolini estaban formados por gente que no aceptaba la situación creada tras la guerra. Las fascios actuaban contra la inoperancia del gobierno ante la crisis.

Mussolini fundó el Partido Nacional Fascista.

Italia se hallaba sumida en huelgas y manifestaciones que no podía controlar. En agosto de 1922 hubo una huelga general.

Ante la pasividad del gobierno Mussolini organizó la Marcha sobre Roma, a la que acudieron fascistas conocidos como camisas negras en actitud amenazadora.

Ante la indecisión de los gobiernos y el ejército, Víctor Manuel III encargó a Mussolini que formara gobierno. Tuvo participación de militares y políticos, salvo los socialistas.

Desde 1922 hasta 1926 se produce la implantación del totalitarismo en Italia.

Mussolini creó la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional, que era una especie de policía al servicio de los fascistas.

Se convocaron nuevas elecciones y se formó un Parlamento con el partido Popular Italiano, el Socialista, y con el Partido Fascista, que era el mayoritario.

El parlamento concedió a Mussolini todos los poderes; Italia se convirtió en un Estado totalitario o fascista.

En el momento en que Mussolini asumía todos los poderes, desaparecieron la monarquía, el congreso y el senado. Su lugar lo ocuparon la Cámara de los Fascios y Corporaciones, y el Gran Consejo del Fascismo, que estaban dirigidas por el Duce.

El Partido Nacional Fascista, único permitido en Italia, adquirió una gran importancia. Estaba dirigido con una estructura militar y estaba formado por las clases medias deseosas de que hubiera orden y paz social.

Durante los primeros años del fascismo, en Italia se produjo un gran despegue económico debido a la centralización de la economía.

Entre 1926 y 1930 se consolidó la política dirigista, que consistía en que el Estado controlaba absolutamente todo.

Los grandes beneficiados fueron los capitalistas y los más perjudicados los trabajadores, a quienes se les restringió los sindicatos, que fueron sustituidos por unas medidas laborales impuestas por el Estado.

La respuesta del Estado fascista consistió en el cierre de las fronteras, es decir, en la autarquía. Con ella se llegó al control absoluto de la economía y se intensificó la alianza entre el fascismo y el capitalismo.

Mussolini deseaba una población numerosa, por eso impulsó la natalidad y eliminó la emigración.

Mussolini pretendió que el italiano tuviera un estilo de vida diferente, disciplinado, consciente de la grandeza de Italia; todo ello quería conseguirlo mediante la educación fascista y la propaganda.

El resultado de la política social de Mussolini derivó en ventajas para los grupos oligárquicos, capitalistas...

Había ventajas para los trabajadores porque se redujo el paro, pero también perjuicios como la falta de libertad, reducción de sueldos...

La política exterior italiana pasó por varias etapas:

-Política de conveniencia y arbitraje, con una tendencia de aproximación a Francia y de rechazo a Gran Bretaña.

-Política revisionista de los tratados de paz, apoyando a los países que se sentían perjudicados por ellos.

-Recelo ante el nazismo, pues Hitler intentaba la incorporación de Austria al III Reich.

-La invasión de Etiopía y la amistad italo-alemana.

La Alemania nazi

En 1918 Guillermo II renunció al trono, con lo que finalizó el II Reich y Alemania se constituyó en la llamada República de Weimar. Esta república estaba formada por una unión de partidos y pretendía reconstruir el país y afrontar las revoluciones sociales de esos años.

A partir de 1924 Alemania se consolida política y económicamente, pero con la crisis de 1929 la industria alemana se resiente, la República se empieza a hundir y en las elecciones de 1932 sale reelegido el presidente Hindenburg frente al derechista Hitler.

En la elecciones de 1933 sale elegido el llamado Frente de Harzburg, en el que participa Hitler. Hindenburg se niega a nombrar presidente a Hitler, pero los gobiernos no pueden frenar el empuje que tiene éste y, finalmente, los nazis toman el poder y en enero de 1933 Hinderburg nombra canciller a Hitler.

En 1919, se formó en Munich el Partido Nacionalsocialista Alemán en torno a la figura de Hitler. Participaron en este Partido gentes inadaptadas, que valoraban el orden social.

Poco a poco, se fue integrando la burguesía.

Hitler exigía la formación de la Gran Alemania y para ello proponía el control del trabajo, de los trust, el comercio nacional e internacional, hasta llegar a la nacionalización dirigida por un solo partido: El Nacionalsocialista.

“Mi lucha” es el título de una obra escrita por Hitler cuando fue detenido en 1923 al intentar dar un golpe de Estado. En ella aparecen ideas de racismo y de discriminación hacia los judíos. También afirma que su dictadura es la única vía posible de gobierno. Se basa en una política de venganza hacia las demás potencias.

Hitler llegó al poder de forma democrática y legal en enero de 1933. Consiguió que Hindenburg disolviera el Parlamento y convocara nuevas elecciones. En estas elecciones venció el Partido Nacionalsocialista.

En sustitución de los partidos Comunista y Socialista se creó el Frente Alemán del Trabajo.

Tras la muerte de Hindenburg en 1934, Hitler asumió todos los poderes. Negó la posibilidad de convocar elecciones y Alemania se convirtió en el III Reich, Hitler autorizó un partido único, el nazi.

A partir de 1936 Hitler puso en práctica la política del Estado racista eliminando a los judíos.

En 1938 se produjo un acontecimiento conocido como La Noche de cristal, en la que se destruyeron las sinagogas de los judíos y se les persiguió ferozmente.

Hitler fue apoyado por el partido y el ejército. Las SS y la Gestapo (policía secreta estatal) también le apoyaron junto con los conservadores y las masas populares.

El partido dirigió el desarrollo de la cultura nazi, a través de la prensa, la enseñanza, la propaganda y las organizaciones juveniles.

El nazismo fue consentido por la mayoría de la sociedad alemana. Esta sociedad creía en la esperanza de un mundo y situación mejores.

El régimen nazi supuso el sometimiento de los trabajadores. Todos tenían que pertenecer al Frente Alemán del Trabajo. Los miembros del partido fueron los más beneficiados.

La razón del entusiasmo de los alemanes por el nazismo se basó en que encontraban en él una manera de sobrevivir.

Cuando Hitler llegó al poder en 1933, el índice de paro en Alemania era muy alto. Hitler pretendió solucionarlo dirigiendo la economía, controlando el consumo y racionando los productos fundamentales.

En un principio esta autarquía dio buenos resultados, pero sólo de forma inmediata y Hitler vio con claridad la necesidad de romper el aislamiento internacional. La única salida viable a la crisis era la expansión militar, es decir, la guerra.

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Causas de la Segunda Guerra Mundial

Las principales causas de la II Guerra Mundial fueron las siguientes:

-El sentimiento de revancha alemán por su derrota en la I Guerra Mundial. Querían la venganza. Además, Hitler estaba en el poder y justificaba su política expansionista con la teoría del espacio vital. Hitler conquistó Austria y la región de los Sudetes. Al intentar invadir Polonia, comenzó la Segunda Guerra Mundial.

-Crisis económica: La crisis del 29 alteró el capitalismo mundial. La economía está desorganizada y la solución no va a ser fácil. La crisis se prolongó demasiado tiempo y fue necesario el intervencionismo del Estado, para recuperar el país. La solución de crear industria armamentística contra el paro influyó también en el estallido de la guerra. La crisis creó un malestar social, que hizo temer la extensión del comunismo, lo que permitió acciones agresivas, como el nazismo y el fascismo.

-La SDN nació con un aspecto negativo: EEUU nunca entró en ella, y Rusia tampoco. Alemania quedó excluida en un principio, pero acabó entrando. No consiguió resolver los conflictos: no detuvo a Italia en su invasión a Abisinia, ni tampoco a Alemania ni a Japón. Lo único que pudo hacer fue expulsar a estos países del organismo.

-Carrera armamentística: es una forma de dar trabajo al pueblo, solucionando el paro. En algunos países, como Italia o Alemania, la industria de armas ocupaba un primer plano. En 1932, la SDN intentó convocar una Conferencia de Desarme. Los países no aceptaron las condiciones propuestas y condujo aun más a la carrera armamentística.

-Debilidad de las potencias democráticas. Se critica la pasividad de los que posteriormente serían aliados, ya que Alemania e Italia estaban llevando a cabo esta política militarista. EEUU está solucionando la crisis y lleva a cabo una política de aislamiento, preocupándose sólo de sus problemas.

El desarrollo de la guerra

La Segunda Guerra Mundial fue una guerra total, que se extendió por tres continentes y tuvo en la población civil su principal víctima.

Con la invasión de Polonia, Hitler inició la guerra relámpago basada en la utilización masiva de divisiones acorazadas (los pazner) y en un importante apoyo aéreo. Este nuevo tipo de guerra permitió el ataque sorpresa y avanzar con rapidez.

Una vez conquistada Polonia, los ejércitos alemanes invadieron la mayor parte de la Europa Occidental (Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Noruega y el Norte y Oeste de Francia). En 1940, sólo Gran Bretaña resistía a Alemania. En 1941 Hitler inició la invasión de la URSS y sus tropas del Afrikakorps (bajo el mando de Rommel) conquistaron el Norte de África.

En diciembre de 1941, Japón destruyó la flota estadounidense en Pearl Harbour. En aquellos momentos el Eje Roma-Tokio parecía invencible.

La ocupación nazi tenía como finalidad el sometimiento de los territorios europeos en beneficio de Alemania. En función de ello, los nazis organizaron los territorios conquistados en regiones incorporadas al Reich (Alsacia, Lorena, Luxemburgo, Bohemia...), regiones colonizadas (Polonia Oriental, Países Bálticos...) y Estados satélites (Francia, Ucrania, Países Bajos...).

En todas ellas la industria se reordenó en funciones de los intereses alemanes, se hicieron requisas forzosas de productos de primera necesidad y se obligo a trabajadores a desplazarse a Alemania. La ocupación también significo la expansión del terror y la represión sobre la población sometida. Los alemanes encontraron colaboradores entre la población civil, pero muchos de los que no aceptaron el nuevo orden nazi organizaron la Resistencia de forma clandestina.

En todas partes se desencadenó la persecución y consecuente genocidio de los judíos (holocausto), que fueron trasladados a campos de concentración , donde la mayoría de ellos encontró la muerte.

La Gestapo y las SS implantaron un régimen de violencia y terror sobre la población, especialmente sobre los resistentes, que fueron detenidos, torturados, deportados o ejecutados.

En 1942 la situación de la guerra empezó a dar un vuelco cuando la URSS y Estados Unidos entraron a reforzar a los aliados. En junio, lo estadounidenses frenaron a los japoneses en el Pacífico (Batalla de Midway) y los británicos a los alemanes en el Norte de África (El- Alamein). Pero el primer gran fracaso de Hitler tuvo lugar en Stalingrado (agosto 1942-febrero 1943), cuando las tropas alemanas capitularon ante la ciudad y tuvieron que retroceder por primera vez.

A partir de este momento los aliados empezaron su ofensiva. El desembarco estadounidense de Normandía (junio 1944) permitió el avance angloamericano desde el Oeste, mientras el Ejercito Rojo ruso avanzaba por el Este. El 8 de mayo de 1945 Alemania capituló.

En Asia los japoneses continuaban combatiendo. Para precipitar la rendición japonesa, el presidente Truman de EEUU decidió utilizar una arma nueva: la bomba atómica, que fue lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki (agosto 1945). El 2 de septiembre Japón capituló. La Segunda Guerra Mundial había terminado.

Las consecuencias de la guerra

Se calcula que el total de muertos durante la guerra se sitúa en torno a los 55 millones de personas, siendo la URSS, China, Polonia y Alemania los países donde la cifra es mayor. A ello tendríamos que añadir los heridos graves e inútiles de guerra que alcanzan los 35 millones de personas.

Las naciones invadidas o derrotadas son las que experimentaron mayores pérdidas económicas (Alemania, URSS, Francia y Japón); en la mayoría de ellas no se había alcanzado aún en 1950 el nivel económico de la preguerra y especialmente en las del sudeste asiático, pues los países europeos contaron con la ayuda americana y la URSS pudo sustraer de la Alemania invadida gran parte de su maquinaria industrial.

Los cambios económicos fueron innumerables y tuvieron importantes aplicaciones para el posterior desarrollo económico. Desde la fisión nuclear, empleada en la bomba atómica, hasta los nuevos dispositivos de comunicación y localización (radar) o las mejoras en los medios de transporte (barco, avión), pasando por la elaboración de productos sintéticos.

Quedaron eliminados los regímenes totalitarios de Alemania, Italia y Japón; por el contrario, se impusieron regímenes comunistas en Europa oriental. Europa occidental perdía definitivamente su hegemonía mundial y buscó la alianza con Estados Unidos para protegerse de la amenaza soviética, pues la URSS no desmovilizó sus ejércitos situados en Europa oriental al concluir la guerra.

La URSS aumentó sus posesiones al incorporar los estados de Estonia, Letonia, Lituania y el norte de la Prusia Oriental. Polonia, en compensación a las pérdidas citadas, recibía los territorios alemanes existentes al este de la línea Oder-Neisse. Bulgaria retuvo la parte sur de la Dobrudja e Italia tuvo que ceder la Venecia-Julia a Yugoslavia y las islas del Dodecaneso y Rodas a Grecia. Por otra parte, Alemania y Austria fueron ocupadas por los aliados, siendo sus territorios repartidos en cuatro zonas para reunificarlas posteriormente (norteamericana, francesa, soviética y británica).

Al terminar la Segunda Guerra Mundial surgió una bipolarización del mundo en torno a Estados Unidos y la URSS, potencias que más tarde se enfrentarían en la Guerra Fría. En Yalta se convocó una conferencia el 25 de abril de 1945 donde se constituyó definitivamente la Organización de Naciones Unidas.

Los propósitos fundamentales de la ONU fueron mantener la paz y la seguridad internacional, fomentar relaciones amistosas entra las naciones y la solidaridad internacional, y por último promover la cooperación internacional para la resolución de problemas de orden económico, social y cultural.

LA GUERRA FRÍA Y LA POLÍTICA DE BLOQUES

La formación de un mundo bipolar

Las relaciones internacionales de la posguerra se corresponden con un sistema bipolar que gira en torno a dos centros de poder mundial por las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, surgidas tras la Segunda Guerra Mundial. A partir de ese momento, el mundo quedó dividido en dos bloques, el capitalista occidental bajo la hegemonía de EEUU y el comunista oriental bajo el dominio de la URSS.

Las diferencias que dividieron al mundo en dos bloques son:

- Ideológicas o políticas: el bloque oriental dominado por el comunismo soviético de carácter totalitario se opone al bloque occidental con sistemas democráticos pluralistas.

- Económicas: frente al sistema de férrea planificación estatal y estatalización de la economía del bloque oriental, el bloque occidental se basa en la economía de libre empresa y liberalismo económico.

- Geográficas: bloque occidental gira en torno al Atlántico Norte, mientras que el soviético está formado por un compacto bloque continental que abarca toda Europa oriental y gran parte de Asia.

Sobre estos supuestos el mundo entra en la etapa de la “guerra fría”, que es un estado de tensión permanente entre EEUU y la URSS. Este estado de tensión nunca dará lugar a un enfrentamiento, sino que los conflictos se producirán a través de terceros países, sin recurrir nunca a la guerra debido al “equilibrio del terror”, basado en la posesión por ambas de armas nucleares.

La “guerra fría” se materializa entre 1947 y 1948 con la expansión de la influencia soviética fuera de las zonas de influencia acordadas en las conferencias de paz.

Frente al peligro del expansionismo de la influencia soviética en Europa, el presidente norteamericano formula la “doctrina Truman” consistente en una política de contención del avance comunista fuera de las zonas pactadas. Esta doctrina del se traducirá en un anticomunismo que en EEUU dio lugar a la “caza de brujas” y en los países occidentales a la exclusión de los partidos comunistas de los gobiernos.

La vertiente económica de la guerra fría fue el “plan Marshall”, consistente en un programa de ayuda norteamericana para la reconstrucción económica de Europa, que consistía en préstamos a largo plazo, donaciones, ayuda militar, etc... El objetivo era luchar contra el avance comunista en Europa evitando que cayera bajo el dominio soviético.

La división bipolar del mundo se plasmó desde el punto de vista militar en la creación de dos alianzas militares: el bloque occidental se alinea en la OTAN, creada en 1949, y el bloque oriental en 1955 se agrupa en el Pacto de Varsovia.

Los conflictos de la Guerra Fría

Alemania fue uno de los puntos clave de la guerra fría. En 1945 Alemania quedó dividida en zonas de ocupación por las potencias aliadas. En 1948 Francia, G. Bretaña y EEUU decidieron unir económicamente sus tres zonas de ocupación y crear una nueva moneda común. La respuesta soviética fue decretar el bloqueo terrestre de Berlín, ciudad situada en la zona de ocupación soviética. El presidente norteamericano Truman respondió estableciendo un gigantesco “puente aéreo” que permitió abastecer a Berlín occidental durante un año, realizando más de 1400 vuelos diarios. La crisis berlinesa aceleró el proceso de división de Alemania en dos Estados: Alemania Federal u Occidental en las zonas de ocupación francesa, británica y americana, y Alemania Democrática o del Este en la zona de ocupación rusa. El problema alemán y el de Berlín quedarán sin solución y desembocará en la construcción del muro de Berlín en 1961 por el gobierno pro-soviético de Alemania oriental para aislar la zona occidental del resto de Alemania del Este.

La península de Corea será otra zona caliente de la guerra fría. Tras el fin de la guerra mundial quedó libre y las dos superpotencias la dividieron en dos zonas, que dieron lugar a dos estados, Corea del Norte y Corea del Sur. En julio de 1950 el ejército norcoreano invadió Corea del Sur. El presidente Truman invade Corea del Norte, provocando la intervención de la vecina China comunista. La guerra se estabilizó hasta que la situación volvió al punto de partida.

Oriente Medio tenía una gran atracción, por su importancia estratégica y reservas petrolíferas. Tanto la URSS como EEUU buscaron aliados en la zona.

En 1956 el presidente egipcio Nasser nacionaliza el canal de Suez, vía marítima fundamental para el comercio europeo. Los principales perjudicados, Francia y Gran Bretaña, deciden atacar Egipto y ocupar el canal, pero la amenaza soviética de utilizar su fuerza nuclear contra los agresores y la falta de apoyo paralizó el conflicto. Los invasores retiraron sus tropas y la ONU pasó a controlar el canal.

EEUU consigue la alianza de Israel, mientras que la URSS consigue la alianza con Egipto. Los países del Tercer Mundo entran en escena.

El triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959 provoca que Cuba deje de ser una semicolonia norteamericana y se incline por la influencia soviética. En 1962 la URSS comenzó a instalar en la isla misiles nucleares que eran una amenaza para EEUU. El presidente Kennedy decide el bloqueo de Cuba mientras una flota rusa se dirige hacia la zona. El peligro de guerra entre las potencias nunca había sido tan claro. La negociación entre los máximos dirigentes y el apoyo del los países americanos y de sus aliados a EEUU consiguen que la URSS ceda y retire los misiles.

Una vez más, las dos superpotencias evitan el enfrentamiento cediendo ambas: la URSS retira los misiles, pero EEUU acepta un gobierno comunista pro-soviético en su zona de influencia, cerca de su territorio. La crisis de los misiles supone el punto culminante de la guerra fría.

Los años de coexistencia pacífica

Al período que hemos visto le sigue otro en el que las tensiones persisten, pero se produce un mayor diálogo y tolerancia. Es la época de la “coexistencia pacífica”, que se basará en varios aspectos:

- Reconocimiento por ambas potencias de su hegemonía en cada uno de sus bloques y la aceptación de una auto-limitación en su política expansionista.

- Mantenimiento de conversaciones sobre el control de armamentos, pese al desarrollo continuo de nuevas tecnologías bélicas.

- Intensificación de la cooperación económica entre los bloques.

- Consecución de un acuerdo de seguridad europea que, garantice el “status quo” existente.

El cambio de dirigentes marca el origen de la distensión. En la URSS sube al poder Nikita Kruschev que denuncia la política de represión de su antecesor. En EEUU es elegido presidente J. F. Kennedy que impone un nuevo estilo, de mayor flexibilidad en las relaciones internacionales. A pesar de los problemas de esos años, comienzan los contactos para llegar a la distensión y desde 1963 se establece el teléfono rojo directo entre Moscú y Washington.

Las razones de este giro en las relaciones son las siguientes:

• La paridad nuclear: desde 1949 la URSS y EEUU habían iniciado una carrera para nuclear. Sin embargo, en la década de los 50 el club atómico deja de ser patrimonio de los dos grandes con la entrada en él de Francia y China. Esto provoca negociaciones para limitar los armamentos, para prohibir las armas nucleares, para la no proliferación de armas nucleares, etc...Uno de los pasos más importantes fueron las conversaciones SALT. La realidad era que la capacidad nuclear de ambas potencias era tal que el que atacase primero podía destruir totalmente al adversario. Este miedo a la destrucción fue fundamental para dar el paso a la distensión.

• Debilitamiento de los bloques: En el bloque occidental la hegemonía americana comienza a ponerse en cuestión con la creación de la CEE y con la política de “independencia” promovida por el presidente francés Charles De Gaulle que proponía una “Europa europea” que consigue para Francia con una fuerza nuclear propia y retirándose de la estructura militar de la OTAN.

En el bloque comunista se producen grietas, la ruptura y el enfrentamiento entre China y la URSS o los levantamientos contra el dominio soviético de Hungría y Checoslovaquia, aplastados por el ejército soviético.

• Aparición del Tercer Mundo en escena con la independencia de los países coloniales, cuyo peso se hace sentir con la creación del “movimiento de países no alineados”, que rechazan la integración en alguno de los bloques y se oponen a la división bipolar del mundo mediante la política de “neutralismo”.

Al no enfrentarse las potencias de forma directa, los conflictos se localizan en otras zonas del planeta, convirtiéndose en enfrentamientos por conservar la influencia en territorios estratégicos para ambas potencias.

Los grandes conflictos significativos de la etapa serán Vietnam y Oriente Medio:

• La guerra de Vietnam comenzó siendo una guerra de independencia de Indochina contra el colonialismo francés. Tras la independencia de los tres países indochinos, Laos, Camboya y Vietnam, este se divide en dos estados: Vietnam del Sur, con un gobierno dictatorial e impopular apoyado por EEUU, y Vietnam del Norte, con un régimen comunista.

En 1962 comienza la ayuda militar norteamericana a Vietnam del Sur. Entre 1966 y 1975 se produce el envío de tropas norteamericanas y los bombardeos masivos, que no lograron la victoria militar, sino la desmoralización de las tropas norteamericanas y las críticas de la opinión pública internacional por la brutalidad de la intervención norteamericana. En abril de 1975 el ejército del norte y la guerrilla del sur entran en Saigón, capital de Vietnam del Sur, produciéndose la primera derrota de EEUU.

Las consecuencias de la derrota americana fueron el desprestigio y el repliegue de EEUU en el mundo, el auge de los movimientos pacifistas en Europa y Norteamérica y el inicio de la expansión de la influencia soviética.

• Oriente Medio fue y sigue siendo foco de conflictos. La creación del Estado de Israel en 1948 desencadenó la primera guerra árabe-israelí y en 1956 la crisis de Suez fue la segunda guerra árabe-israelí. En la época de la distensión se produce la tercera, conocida como “guerra de los seis días”, en la que Israel ocupó la península del Sinaí y la franja de Gaza, Cisjordania y los Altos del Golán. El último conflicto árabe-israelí fue la guerra del Yom-Kipur en septiembre de 1973, que provocó la crisis del petróleo, utilizado por los países árabes para presionar a EEUU y a los países aliados de Israel.

En Oriente Medio, EEUU era el principal apoyo de Israel, mientras que la URSS apoyaba a Egipto, Siria, Irak y la OLP (Organización para la Liberación de Palestina). El interés de las grandes potencias se basa en la necesidad de la URSS de tener puntos de apoyo en el Mediterráneo y para EEUU el interés se centra en asegurar la exportación y el suministro de petróleo del Golfo Pérsico.

• Las guerras de liberación o de independencia del Tercer Mundo fueron guerras en las que las potencias se enfrentan directamente. Una de las características de la coexistencia pacífica será el expansionismo de la influencia soviética. Este expansionismo coincide con el repliegue norteamericano. También fue decisiva la crisis energética de 1973, cuyas consecuencias económicas fueron negativas para los países del bloque occidental.

Tensiones internas y aumento de la multipolaridad

Los bloques no formaban unidades compactas, sino que escondían en su interior realidades económicas y sociales diferentes, que a menudo comportaron tensiones y contiendas.

Las primeras disidencias en el bloque comunista surgieron en Yugoslavia. Las medidas económicas, sociales y políticas del dirigente Tito alejaron el comunismo yugoslavo del soviético e inauguraron un nuevo modelo bautizado como Socialismo Autogestionado.

Tito se convirtió en uno de los impulsores del movimiento de países no alineados.

La revolución China y su ingreso en el bloque comunista en 1949 fue acogida con entusiasmo por la URSS, hasta que a partir de 1959 los dirigentes chinos quisieron iniciar una vía de desarrollo económico propia.

En los 70 estas reivindicaciones se radicalizaron, China hizo un llamamiento a los partidos comunistas para que abandonasen el liderazgo soviético.

Otros países mostraban su intención de construir su propio modelo de socialismo.

En Hungría se originó un movimiento sindicalista universitario que reivindicaba mejores condiciones de vida, libertad de prensa, etc.

CHECOSLOVAQUIA vivió un proceso similar en 1968 conocido como la “Primavera de Praga”.

Las aspiraciones de liberalización impulsaron a Alexander Dubcek a iniciar un proceso de apertura y democratización. Este proceso proponía un “Socialismo con rostro humano”

El nuevo gobierno puso en libertad a los presos políticos, levantó la censura de prensa, flexibilizó los permisos de viajar al extranjero, etc.

Checoslovaquia se configuró como estado federal con dos repúblicas (checa y eslovaca). La población estaba entusiasmada con estos cambios.

El temor de que el plan de reformas pudiese contagiarse provocó una rápida intervención de las tropas del Pacto de Varsovia, ocupando Praga en agosto del 1968.

Breznev justificó la invasión basándose en la teoría de la soberanía limitada. En consecuencia, esta intervención militar fue la respuesta de la URSS y el bloque oriental a los movimientos que amenazaron el STATUS QUO fijado tras la II Guerra Mundial.

El papel de EEUU en América Latina se caracterizaba por la defensa de los intereses de las multinacionales. Sus esfuerzos se orientaron a impedir una expansión revolucionaria que pusiese en duda su liderazgo en el continente o vulnerara sus intereses.

La propagación de los movimientos revolucionarios tuvo su momento álgido cuando “el Che” Guevara organizó grupos de guerrilleros. La mayoría de los focos insurreccionales fracasaron.

EEUU se presentaba ante el mundo como defensor de la libertad y la democracia, y no dudó en ofrecer su apoyo a los regímenes dictatoriales además de utilizar la intervención militar directa.

Francia no aceptaba el liderazgo de EEUU, sus discrepancias fueron aumentando hasta el punto de que el general De Gaulle retiró a Francia de la estructura militar de la OTAN. Asimismo inició un plan para conseguir la independencia tecnológica nuclear y mantuvo relaciones diplomáticas independientes con otros países.

En esta línea de defensa del europeísmo se creó el Consejo de Europa en 1948.

La firma del Tratado De Roma en 1957 dio lugar a la creación de la CEE, con el objetivo de que las relaciones de asociación con el tiempo pudiesen convertir a Europa en una potencia de primer orden mundial.

DESCOLONIZACIÓN Y TERCER MUNDO

Las causas de la descolonización

La potencia colonial poderosa e invencible se hundió cuando Francia y Gran Bretaña fueron derrotadas por el Eje. Los ocupantes japoneses estimularon un sentimiento anti-occidental. La II Guerra Mundial fue una escuela de formación de guerrillas.

El resultado fue que las viejas potencias pasaron a un segundo plano ante las nuevas superpotencias: EEUU y URSS. En la Guerra Fría ambas potencias mostraron una posición anticolonialista y apoyo a la descolonización. EEUU dio prueba en 1946, concedió la independencia a su única colonia, Filipinas. La URSS apoyó movimientos impulsados por guerrillas comunistas.

Las organizaciones internacionales tras la II Guerra Mundial también se mostraron partidarias de la descolonización. En 1945, la Cara Fundacional de las Naciones Unidas dictó la igualdad y el reconocimiento a la autodeterminación. Las Naciones Unidas se convirtieron en una tribuna internacional. La iglesia católica defendía la necesaria evolución del mundo colonial.

Un segundo elemento que favoreció la descolonización fue la escasa rentabilidad económica y política de los imperios. Los rendimientos económicos no compensaban los elevados cotos de su administración y defensa. Los imperios fueron lucrativos para una minoría, pero no para la población, condenada a pagar elevados impuestos.

Conservar lo imperios suponía costes políticos en el interior de las metrópolis.

El coste económico y humano para las colonias superaba sus beneficios, el pueblo era consciente de que pagaban todos y sólo se enriquecían unos pocos.

Los movimientos nacionalistas se extendieron por todas las colonias y aumentaron su influencia y prestigio. La diversidad de ideologías, hizo difícil una definición unitaria.

Las ideas anticolonialistas de la III Internacional animaron la creación de partidos comunistas. Surgieron movimientos nacionalistas. En países islámicos, la reivindicación de su identidad religiosa se convirtió en uno de los componentes de su nacionalismo.

Las primeras independencias asiáticas

La ocupación japonesa de Indonesia fomentó un sentimiento anti-occidental. A los pocos días de la rendición nipona, el movimiento nacionalista proclamó la independencia. Los holandeses no la aceptaron y enviaron tropas. La debilidad del ejército, las presiones de Gran Bretaña y de Naciones Unidas, condujeron al inicio de unas negociaciones en La Haya. La metrópoli reconoció la independencia de los EEUU de Indonesia.

En la Indochina francesa, las fuerzas comunistas proclamaron la República Democrática de Vietnam.

Tras la derrota francesa, se convocó una conferencia en Ginebra, en la que se decidía que Vietnam quedaba dividido en dos Estados, que se enfrentaron tras la retirada de las tropas durante más de 20 años.

Los conflictos en Oriente Próximo

En 1917 se crea la Declaración Balfour, por la que se reclama el derecho de construir un Estado judío en los territorios históricos de Palestina y abre paso a una masiva inmigración de judíos hacia esta región.

En 1947 mediante una resolución de la ONU, se propuso dividir a Palestina en dos Estados, uno judío y otro palestino.

La derrota de la Liga Árabe por los israelíes tuvo consecuencias en Egipto. La corrupta monarquía fue derrocada por un grupo de oficiales dirigidos por el coronel Nasser. Proclamaron la República de Egipto. El nuevo régimen consiguió que los británicos abandonasen Sudán. Logró nacionalizar el canal de Suez.

Fuerzas francobritánicas ocuparon el Canal. Los israelíes atacaron a las tropas egipcias. El apoyo soviético a Egipto, con la amenaza de intervenir y la presión norteamericana forzó a los israelíes a abandonar.

Las revueltas se sucedieron, naciendo nuevas repúblicas, anhelo de independencia, y la defensa de la identidad cultural islámica.

El propósito de establecer lazos de cooperación y ayuda entre los países islámicos, desembocaron en la creación de un movimiento pan-arabista.

En Irán, se producía la explotación de yacimientos petrolíferos (británicos).

La 2ª guerra árabe-israelí se inició en 1956 a raíz del conflicto del canal Suez, cuando los israelíes atacaron Egipto e invadieron la península del Sinaí.

Los palestinos crearon la OLP (Organización para la liberación Palestina) en 1964, dirigida por Yasser Arafat.

La zona del Oriente Próximo quedó constituida como un área de enfrentamiento y tensión mundial. EEUU apoyó a Israel, mientras que la OLP contó con la ayuda de todos los países musulmanes y de la URSS.

En 1967 tuvo lugar la 3ª guerra árabe-israelí (Guerra de los Seis Días), que mostró un ejercito israelí con capacidad para controlar totalmente la región. Israel consiguió ampliar su territorio ocupando Belén, Jerusalén, Jericó, la isla de Tiran, el Sinaí hasta Suez y los altos de Golán, aplastando a los ejércitos jordano, sirio y egipcio.

Israel estableció un área de seguridad alrededor de sus territorios.

La 4ª guerra árabe-israelí se produjo cuando Anuar El-Sadat, sucesor de Nasser, presentó un proyecto de paz negociada que fue rechazado por Israel. Los egipcios decidieron desbloquear la situación mediante un golpe de fuerza y las tropas egipcias y sirias atacaron Israel el día del Yom Kippur (fiesta sagrada de los judíos) de 1973. Los combates fueron muy duros y, por 1ª vez, los árabes dieron testimonio de su potencia militar. Decidieron iniciar una guerra económica, embargar petróleo, disminuir la producción y aumentar el precio. Las Naciones Unidas recomendaron el cese de las hostilidades y el establecimiento de negociaciones fue aceptado.

La Guerra de los Seis Días forzó el éxodo de miles de personas que quedaron sin Estado y sin tierras.

La OLP adoptó la acción directa y terrorista contra los intereses de Israel. Tras abandonar las acciones terroristas, la OLP logró el reconocimiento de la ONU en 1974.

En 1977 fue reconocido el Estado de Israel.

En 1978 se firmaron acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto.

Representantes palestinos entablaron negociaciones para conseguir la creación de un Estado palestino.

La convivencia hoy en día sigue siendo difícil Israel no ha cumplido sus promesas y el ejército israelí tiene acciones violentas contra palestinos, así como los palestinos no han cesado en sus constantes ataques terroristas contra el pueblo israelí.

Bandung y el impulso descolonizador

En la Conferencia de Pueblos Afroasiáticos, Bandung 1955, los nuevos Estados adquirieron un lugar en la política internacional.

La Conferencia contó con grandes líderes independentistas y representantes de 29 naciones. En las resoluciones finales, demostraron voluntad neutralista y expusieron reivindicaciones propias.

Los acuerdos de Bandung reafirmaron el derecho de lo pueblos a disponer de sí mismos, la soberanía y la igualdad, la condena a toda discriminación racial y el rechazo a toda intervención extranjera en asuntos internos. La actitud de los países del Tercer Mundo a la no-alineación.

A mediados de los 50, los movimientos nacionalistas de Zagreb entraron en conflicto con Francia, la potencia más importante de la zona. Marruecos y Túnez fueron declarados protectorados.

Este fue un periodo de represión, experimentando un aumento de la rebelión. Francia inició negociaciones con los poderes locales para lograr la independencia, que consigue en 1956.

España poseía: Ifni, Sahara Occidental, Guinea Ecuatorial y parte de Marruecos. En el 56 aceptó la incorporación del Rif a Marruecos; en el 68 accedió sin decir nada a la independencia de Guinea Ecuatorial; en el 69 bajo presiones de Marruecos, España cedió Ifni; y el Sahara aguantó hasta el 75, año en el que España cedió este territorio a Marruecos y Mauritania.

Argelia era administrada directamente por la metrópoli. Era un importante territorio agrícola. En 1954, un grupo de nacionalistas fundaron el Frente de Liberación Nacional (FLN) que inició la insurrección y todo los partidos franceses coincidieron en enviar tropas a esta región.

La guerra resultó cara, y la opinión pública estaba en contra, al igual que los intelectuales. En 1959 se reconoció el derecho de autodeterminación del pueblo argelino.

Entre 1955 y 1965, se produjo la independencia de los países africanos. Tras la independencia, los conflictos entre diversas etnias originaron guerras civiles por ocupar el poder.

El Tercer Mundo y los problemas heredados del colonialismo

El Tercer Mundo lo componían Asia, África y América Latina, que no deseaban alinearse con ninguno de los dos bloques. Esto provocó un subdesarrollo económico en sus territorios.

Se caracterizan por una escasa renta pero cápita, malnutrición, analfabetismo, gran crecimiento demográfico y exceso de población activa empleada en le sector primario.

Los países más pobres del planeta son los que componen el Tercer Mundo. Existe una gran desigualdad entre estos y los países ricos, líderes de la economía mundial.

La independencia política de estos países no fue acompañada de una independencia económica. Se mantuvieron los intereses económicos de las metrópolis. Nuevas inversiones de capital desde países ricos condicionaban las decisiones que se tomaban en los países, esto es el Neocolonialismo. La independencia política esconde una dependencia económica y cultural.

Los rasgos del neocolonialismo son la existencia de una fuerte dependencia comercial, llamada intercambio desigual, por la cual los países subdesarrollados exportan materias primas a precios muy bajos, e importan de países ricos a preciso elevados. El control de los precios escapa al control de los países que las producen, fijados por las Bolsas internacionales, en función de la demanda de los países ricos. Las oscilaciones de precios provocan desequilibrios, y generan fluctuaciones en sus ingresos.

Los países subdesarrollados tienen una gran escasez de capital y dependen financieramente del mundo desarrollado. Para solucionar sus problemas se ven forzados a pedir préstamos a los bancos de los países desarrollados creando de esta forma una deuda externa difícil de pagar.

Y existe también una dependencia tecnológica. Como no disponen de tecnología ni medios para conseguirla, tienen que comprarla, obligándoles al pago de royalties, cuyo importe es muy elevado.

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Enviado por:Alberto Plata
Idioma: castellano
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