Religión y Creencias


Historia de la Educación Cristiana


LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

HOJA DE CONTENIDOS

N° Pág.

INTRODUCCIÓN 5

I. ¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN CRISTIANA? 7

Definición de Educación

Definición de Educación Cristiana 8

a) La Importancia de la Educación Cristiana 10

b) Objetivo de la Educación Cristiana 13

II. LOS INICIOS DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA 14

1. La educación hebrea

1.1. Propósitos de la educación hebrea

A. La familia como educadora 14

B. Los Sacerdotes

C. Los Profetas 16

D. Los Escribas

2. La Educación Judaica

  • Las Sinagogas 17

  • La Educación Elemental

  • III. LA ED. CRISTIANA FUNDAMENTADA EN LA BIBLIA 19

    1) La base de la Pedagogía en el Antiguo Testamento

    2) La Educación Cristiana en el Nuevo Testamento 21

    IV. LA EDUCACIÓN PRESENTE EN LA HISTORIA 23

    - Jesucristo, el gran educador.

    La educación en la era apostólica 26

    • El apóstol Pablo 27

    La iglesia primitiva 30

    - Justino Mártir

    - Clemente de Alejandría 31

    - Orígenes 32

    - Jerónimo 33

    - Agustín de Hipona

    La educación en el Imperio Romano 34

    - La Educación en el Oriente

    La educación en la Edad Media 35

    La Reforma Religiosa 36

    - Juan Wycliffe 37

    - Juan Hus

    - Martín Lutero 38

    - Felipe Melanchton 39

    - Johann Sturm 40

    - Juan Calvino 41

    - Juan Comenio

    La Contrarreforma 42

    - Ignacio de Loyola

    La Era Moderna 43

    - Juan Wesley

    La Escuela Dominical 44

    - Roberto Raikes

    El Movimiento Misionero 46

    - Guillermo Carey

    - Jonathan Edwards 47

    La Educación en América

    La Educación Contemporánea 49

    La Educación Cristiana en Chile 51

    V. EL ROL DEL MAESTRO CRISTIANO 53

    CONCLUSIÓN 54

    NOTAS MARGINALES 57

    BIBLIOGRAFÍA 59

    INTRODUCCIÓN

    El tema en investigación es La historia de la educación cristiana, y se pretende con esto poder entender ¿Cómo se inicia la educación Cristiana?, ¿Por qué es importante enseñarla? Y por último, ¿Cuál es su nexo con el cristianismo y qué cambios ha ido presentando desde su origen?, además de identificar a personajes que influyeron en la educación y determinar cuáles han sido sus aportes a ésta.

    El proceso de investigación se hará utilizando bastantes fuentes secundarias y algunas terciarias. Mediante las cuales se pretende llegar a dilucidar las preguntas presentadas anteriormente.

    Se considera que es un tema bastante amplio e interesante. Amplio, por cuanto para poder tener una perspectiva clara de éste se debe abordar la educación cristiana desde sus inicios. Partiremos con una definición a grandes rasgos de lo que es la educación propiamente tal, qué se entiende por educación cristiana, cuál es su importancia y a qué apunta.

    Analizaremos sus raíces en la educación hebrea y judaica, lo que nos dicen las Escrituras acerca de la educación cristiana y por último, su presencia en la historia de la iglesia, por cuanto están íntimamente relacionadas. Existieron además personas que hicieron un gran aporte al cristianismo y a la educación, los cuales serán tratados en esta investigación, pero que se irán incorporando en las fechas en las que actuaron y estuvieron ejerciendo alguna influencia.

    Y es interesante, por que es necesario para todos quienes pretendan ser partícipes de esta noble tarea que es impartir educación cristiana, estar al tanto de dónde nació, cuál es su importancia, en qué se fundamenta y cuáles son sus alcances hoy en día.

    En otras palabras, la historia de la iglesia es sumamente valiosa, porque nos provee un sentido de nuestra herencia cristiana al unir el pasado con el presente con miras al futuro.

    CAPÍTULO I

    ¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN CRISTIANA?

    Definición de Educación.

    Al iniciar esta investigación debemos describir qué es lo que se entiende por Educación Cristiana, aunque partiremos entregando una definición de lo que se estima por educación propiamente tal. W. Kent Gilbert, entrega una acepción pertinente para nuestro trabajo:

    La educación, por lo tanto, puede ser considerada como el proceso por el cual la comunidad trata de ayudar al estudiante a asimilar, a reaccionar a ellos, y a integrar y utilizar aquellos elementos de su herencia que sean más valiosos y pertinentes en forma tal que pueda creer en su propia persona y hacer la mayor contribución al bien común.1

    En virtud de esta definición, podemos decir que la educación, en términos generales, se refiere a que toda enseñanza busca la autorrealización de la persona y que se ha de ayudar al hombre en desarrollo a encontrar su camino en el mundo.

    La historia debe mostrar primero lo que sucedió una vez y cómo sucedió, en el caso de la historia de la educación cristiana en cuestión, debe plantearse de la forma que las ideas o conceptos de ésta nos permitan tener una comprensión del pasado, las etapas que fue viviendo a través de los siglos.

    Definición de Educación Cristiana.

    Una ideal primordial es que la educación cristiana debe verse ligada al cristianismo siempre, ambos se encuentran vinculados, este punto se analizará más adelante; por lo que ahora para tener una mejor comprensión del tema, definiremos qué se entiende por educación cristiana, utilizando para esto, una acepción que Pazmiño hace de ésta:

    Se puede definir la educación cristiana como el proceso de difundir las características distintivas de la historia y verdad cristianas (información); de adquirir valores, actitudes y formas de vida cristianas (formación), y promover el cambio en las personas, comunidades, sociedades y estructuras (transformación) por el poder del Espíritu Santo hacia una expresión más completa del reino de Dios en Jesucristo. Este proceso requiere la participación de Dios con hombres llamados y dotados para enseñar e implica la apertura de estos a la posibilidad de conversión o transformación. Esta definición incorpora los tres elementos esenciales o enfoques de la educación: Contenido, personas y el contexto comunitario y social, junto con la dinámica de la información, la formación y la transformación. 2

    Bajo esta acepción se sugiere, que la educación cristiana para ser constructiva y completa debe contener estos 3 elementos (Información, Formación y Transformación). El hacer énfasis en cualquiera de estos elementos, dejando de lado los otros, limitaría las posibilidades de aprendizaje y desarrollo en el educando y en su entorno, como señala el mismo autor, más adelante:

    “La calidad de la enseñanza derivada de una visión incompleta, puede afectar la vida de una comunidad y de una sociedad por varias generaciones, como lo indica la historia de la educación cristiana. “3

    De acuerdo a lo planteado, podemos señalar que la educación se trata de una tarea que procura 3 objetivos:

  • Informar (mente, praxis y contemplación)

  • Formar (carácter, habilidades y pensamientos)

  • Transformar (Valores, personas, instituciones y comunidades)

  • Con el propósito de entender la educación cristiana, es necesario tener una concepción de lo que el cristianismo ha hecho a lo largo de los años en la educación, puesto que como se dijo anteriormente, ambos son inseparables.

    A. La importancia de la educación cristiana.

    Al poner las bases para la investigación de la educación cristiana es necesario considerar qué se entiende por educación cristiana, la relevancia del trabajo del maestro, los propósitos generales de la educación y al alumno mismo.

    Educación cristiana es entregar al alumno no sólo las historias que aparecen en la Biblia, sino que también los mandamientos y preceptos, entregarle herramientas para conducirse en la vida como una persona equilibrada. Afectar la vida del alumno, comunicándole el plan de salvación de Dios para el hombre, como dijo Calvino, “El propósito de la educación es que las personas puedan conocer a Dios”.

    Y conocer a Dios no sólo implica saber que existe un ente creador, sino que este Dios personal se relaciona con el hombre.

    En palabras de Crea Ridenour, de su libro Ocúpate en Enseñar, resume que es la educación cristiana y a qué apunta:

    La educación cristiana es la comunicación de la experiencia de salvación en Jesucristo de tal manera que la vida misma del alumno se transforma, y llega a desarrollarse, enriquecerse y perfeccionarse mediante su relación cambiada con Dios en Cristo.4

    La educación cristiana adquirirá mayor importancia cuando la sociedad misma de la cual formamos parte, comprenda que la educación debe entregar valores, virtudes y principios bíblicos con el fin de poder modelar la vida de los alumnos, para que estos puedan convertirse en personas consecuentes con ellos.

    Si bien es cierto los seres humanos tenemos una moralidad, el saber lo que está bien o mal, esto se desarrolla a medida que crecemos e interactuamos con otros. Si no se entregan a los alumnos ciertos patrones de conducta, crecerán con la idea de que todo les está permitido.

    La educación debe comenzar en el hogar, son los padres los que deben entregar al niño pautas de comportamiento, enseñándole al niño que hay cosas que no se pueden realizar, actitudes que afectan su integridad o la de otros, por ejemplo.

    Acerca de la educación en el hogar nos habla el capítulo 6 de Deuteronomio, en los versículos 6-7: “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes” (V.R.V.95)

    Estos versículos hablan de un enseñar o instruir siempre, contínuamente, no en situaciones aisladas.

    El problema se produce cuando no están los padres para enseñar al niño estas pautas de conducta. A diario nos encontramos con niños que crecen “en la calle” y adoptan actitudes y comportamientos totalmente “antisociales”. Y algunos de estos niños llegan al colegio con actitudes inapropiadas (pelean, son agresivos, no comparten con otros, roban, etc.), por cuanto no han sido socializados positivamente con el medio que les rodea.

    Como dijo alguien cierta vez: “Mi derecho termina cuando empieza el del otro”. Podemos entender que el sobrepasar o no el derecho de otro, son conductas que se aprenden, los adultos que interactúan con el niño traspasan a éste las conductas que son inapropiadas y las que no lo son.

    Si en la actualidad muchos padres han debido relegar la labor de la crianza de los hijos a terceros, tales como “la nana”, el jardín infantil, etc. por necesidad, muchas veces. ¿Se darán o tendrán el tiempo de enseñar a sus hijos? Si lo consideran importante, inventarán el modo de hacerlo. Pero, ¿qué se puede hacer con los padres que crían a sus hijos a “la buena de Dios” y le dejan esta responsabilidad al colegio?

    Es al interior del hogar en donde los padres pueden formar a sus hijos, mediante la enseñanza y la disciplina y por sobretodo el ejemplo, de modo que ellos puedan crecer, madurar y cumplir con el propósito por el cual fueron creados por Dios. Aunque existen algunas personas que creen, erradamente, que es responsabilidad del colegio educar a sus hijos.

    Antiguamente el colegio sólo entregaba conocimientos y esta necesidad de valores no era cubierta por nadie, en algunos casos. En la actualidad se ha estado trabajando por incluir estos valores, virtudes y principios a la par con la entrega de los conocimientos en la educación formal.

    B. Objetivo de la educación cristiana.

    El objetivo fundamental de ésta, es capacitar a las personas para que tengan conciencia del amor de Dios y busquen tener comunión con él. Conozcan a Cristo y puedan corresponder a este amor de la forma que les ayude a crecer como hijos de Dios, que puedan vivir conforme a su voluntad y mantener esta relación a lo largo de su existencia.

    CAPÍTULO II

    Los inicios de la educación cristiana.

    1. La educación hebrea.

    Para comprender los inicios de la educación cristiana se debe investigar necesariamente la educación de los hebreos, el pueblo escogido por Dios. Puesto que es necesario recordar que toda la enseñanza de este pueblo se caracterizó por ser una educación religiosa.

    La educación hebrea comenzaba casi cuando el niño empezaba a hablar. Se hacía al interior de la familia y eran los padres los encargados de traspasar sus tradiciones a los hijos.

    1.1 Propósitos de la educación hebrea.

    La educación de los hebreos siempre ha sido teocéntrica. Como el pueblo escogido por Dios los hebreos concentraban su enseñanza en procurar que todos viviesen en la voluntad de Dios, cumpliendo la ley. En cuanto a los propósitos de la educación hebrea podemos mencionar tres:

    • Transmitir la herencia histórica. Generalmente se hacía en forma oral. Se exhortaba la ley.

    • Enseñar en la conducta ética y moral. Se enseñaban los principios básicos de disciplina y conducta.

    • Asegurar la presencia y adoración de Dios.

    El pueblo hebreo contaba con distintas instituciones o líderes dedicados dentro de él, para entregar enseñanza:

    A. La familia como educadora: Desde los inicios, el hogar o la familia como tal ha sido la institución formadora por excelencia. Una de las funciones más relevantes de los padres era la correcta formación de sus hijos, se les adoctrinaba desde pequeños en la ley y en las tradiciones.

    Como se dijo anteriormente, la enseñanza de los niños se daba al interior de la familia, aunque en algunos casos existía la ocasión en que los padres decidían dedicar a su hijo en forma especial, permitiéndole formarse bajo la tutela de un sacerdote.

  • Los Sacerdotes: Si bien es cierto, en Israel era la tribu de Leví la encargada de proveer sacerdotes que ministrarían al pueblo, existieron algunas claras excepciones, como el caso de Samuel, que fue entregado desde pequeño al cuidado del sacerdote Elí.

  • C. Los Profetas: En cuanto al oficio de la profecía, se supone que es el profeta la figura central en cuanto a la educación en el pueblo, por cuanto son llamados a exhortar, predicar y anunciar el propósito de Dios y las verdades que él quería transmitir a su pueblo, en un momento determinado.

    Aunque su labor muchas veces no era entendida por el pueblo, puesto que no sólo lo alentaban en períodos difíciles, sino que también debían recriminarles algunas malas conductas y exhortarles a vivir una vida recta ante los ojos de Dios.

  • Los Escribas: No sólo realizaban la labor de “copistas” a fin de preservar las tradiciones escritas y orales de Israel, sino que también eran redactores e intérpretes de la ley. Revistieron gran importancia durante el exilio babilónico. Esdras fue un fiel representante de este grupo, su labor de intérprete es bastante reconocida.

  • 2. La educación judaica.

    La educación hebrea se supone llegó a su término con el exilio babilónico, aunque no es que haya dejado de existir sino que se sugiere cambió de nombre y se le conoce como educación judaica. Esta no llegó a transformarse en una educación formal hasta la instauración de las sinagogas.

    A. Las Sinagogas: Durante el año 586 a.C. los hebreos fueron deportados a Babilonia, en donde se hizo un gran intento por estabilizar su tradición y se creó para esto la educación elemental, en donde se reunían en centros de enseñanza, que después recibieron el nombre de sinagogas.

    De acuerdo a como se plantea en Explorando la Educación Cristiana, la tarea central de las sinagogas era instruir en la ley y el motivo de su aparición fue:

    Es probable que esta institución se desarrollara para llenar una necesidad en los días de exilio y dificultad nacional en Babilonia y Persia. Más de un exiliado preguntaba: “¿Cómo cantaremos cántico de Jehová, en tierra de extraños? (Salmos 137:4). Lejos de la tierra amada la sinagoga se convirtió en un lugar para el culto de la comunidad y ayudó a Judá a preservar su modo de vida característico en circunstancias adversas.5

    Estos centros de enseñanza eran usados no solamente por los judíos de la diáspora, sino que también por los judíos que regresaron del exilio.

  • La educación elemental: Por cuanto para los judíos era muy importante la enseñanza de las nuevas generaciones, en cada sinagoga se contaba con una escuela. En el Talmud, la importancia de las escuelas se menciona en varias oportunidades, algún historiador escribió: “Tan importantes fueron las escuelas que el Talmud recomienda que los pueblos sin escuela deben destruirse”.

  • Y en cuanto a los métodos de enseñanza, se debe recordar que ésta se basaba, fundamentalmente, en instrucción oral y que se enseñaba a través de repetición y memorización, por ende, los alumnos debían memorizar gran cantidad de texto. Y por supuesto su libro de estudio eran las Escrituras.

    Entre los hombres que contribuyeron a la masificación de la educación elemental en Israel, fueron Simón Ben Shetach y Joshua Ben Gamala.

    • Simón Ben-Shetach: Declaró la educación elemental.

    • Joshua Ben Gamala: Decretó que debía nombrarse maestros para todos los distritos y que debían llevarse a los niños a la edad de 6 a 7 años.

    Cabe destacar que para los judíos, como bien señala Barclay, el ideal primordial de su educación, es el de la santidad, de diferencia, de separación de todas las naciones para pertenecer a Dios. Por lo tanto su sistema educacional fue nada menos que el instrumento por el cual su existencia como nación, y el cumplimiento de su destino, fueron asegurados.6

    CAPÍTULO III

    LA EDUCACIÓN CRISTIANA FUNDAMENTADA EN LA BIBLIA

    La esencia de la educación cristiana es enseñar las verdades bíblicas a las personas. No hay otro libro además de la Biblia con el cual se pueda enseñar acerca de Dios. Puede el maestro apoyarse en libros de metodología, guías para el maestro, etc., pero su fundamento central debe ser la Biblia, ella es quien mejor nos puede mostrar acerca de Dios, de la obra redentora de Jesucristo y de la labor que ejerce el Espíritu Santo en la vida de los creyentes.

    Como la Biblia misma señala en 2 Timoteo 3:16-17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. (V.R.V.95)

    1. La base de la Pedagogía en el Antiguo Testamento.

    En el antiguo Testamento se presenta una declaración teológica que equivale al objetivo principal de la educación: El decreto o ley de Jehová que sirve como sustento a la educación cristiana. Como aparece en las Sagradas Escrituras, en los inicios de la historia del pueblo de Israel, encontramos que se instituyó un sistema de educación que se encuentra resumido en Deuteronomio 6:1-9:

    Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñara, para que los pongáis por obra en la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión, a fin de que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos los estatutos y mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida para que se prolonguen tus días. Oye, pues Israel, y cuida de ponerlos por obra para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis como te ha dicho Jehová, el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová, nuestros Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano y estarán como frontales entre tus ojos; las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas. (V.R.V.95).

    Este pasaje de las Escrituras representa tres aspectos que son importantes de destacar y que Dios solicita de su pueblo:

  • Una vida bajo la ley de Dios (v. 1-3)

  • La relación con Dios, debiendo ser ésta teocéntrica (v.4-6)

  • El mandato de comunicar estas verdades a las futuras generaciones (7-9)

  • Tal como señala Armstrong, en su libro:

    A este pasaje los hebreos le dieron el nombre de Shemá (“escucha”), la primera palabra de su confesión de fe... Estas palabras les dieron el cómo transmitir a sus hijos y a generaciones posteriores lo que Jehová había hecho por ellos. En este sentido, el Shemá fue la base del sistema educacional de los hebreos/judíos, el pueblo escogido de Dios.7

    Esta es la instrucción de Dios dada a los israelitas, a fin de que de esta forma fuesen transmitiendo estos preceptos a las otras generaciones. El cual nos indica que en la enseñanza se debe: Decir, Repetir y Reforzar.

    2. La educación en el Nuevo Testamento.

    En el Nuevo Testamento están presentes 10 términos griegos que se usan para describir el concepto de Educación, de acuerdo a una lista presentada por el Lic. Junior Zapata, en la Convención ACSI, 2001 y que se considera pertinente incluir:

  • Didasko: Esta es la más común para describir enseñanza. Se usa en los Evangelios y en la primera parte de los Hechos.

  • Didaskalos: Esta palabra que describe “maestro” es usada para hablar de Jesús y otros maestros cristianos como Pablo. Una categoría de cristianos talentosos llevaban este título.

  • Paideuo: Uno de los términos griegos de más riqueza. Esta palabra significa “dirección y entrenamiento”. Describe la actividad dirigida al enriquecimiento y entrenamiento moral y espiritual de un niño. Influir la voluntad y la acción.

  • Katecheo: Esta palabra es poco usada, sólo Lucas y Pablo la usaron. De ésta tenemos la palabra “catequismo” y “catecúmenes” (Aprendiz). Esta palabra significa “estar informado, reportar, enseñar o instruir a alguien”

  • Noutheteno: Literalmente esta palabra significa “darle forma a la mente” y se traduce como “amonestar”.

  • Matheteuo: Esta es la palabra importante del Nuevo Testamento que significa “discipular”. Sólo aparece en los Evangelios y en Hechos.

  • Oikodomeo: Usada en el contexto de crecimiento y madurez espiritual. Esta palabra significa “edificar” o literalmente “construir”.

  • Paratithemi: Esta palabra significa “establecer” o “entregar”. Un maestro “dando”, “entregando”, “sirviendo” conocimiento o doctrina.

  • Ektithemi: Usada solamente en Hechos, Esta palabra significa “explicar hechos en orden lógico” o como se traduce “profundizar”.

  • Hodegeo: Da el sentido de dirigir, guiar o mostrar el camino.8

  • Los términos que se utilizan preponderantemente nos dan la idea de guiar, dirigir, enseñar, pero en el contexto que se utiliza podemos afirmar que se refieren al discipulado, que se requiere hacer para enseñar a un discípulo o seguidor. El término discípulo por extensión, habla de hacer que el discípulo llegue a ser como su maestro.

    Como ya se ha dicho anteriormente en esta investigación, al hablar acerca de la importancia de la educación cristiana, se debe señalar que ésta es la base de la educación como tal. Se puede reconocer la relevancia que poseen las otras ciencias, el arte, la música, en fin; pero estos aspectos precisan tener una base sustentadora. Puesto que ésta consiste en lograr la formación y el desarrollo integral del hombre, en términos sencillos, se refiere a hacer del hombre lo que Dios quiso que sea.

    CAPÍTULO IV

    LA EDUCACIÓN CRISTIANA PRESENTE EN LA HISTORIA

    La educación cristiana, como iniciación dogmática (conocimiento de las verdades de fe necesarias para la salvación) y como formación moral (para la conducta que ha de observarse como cristiano) fue una preocupación de la Iglesia desde sus primeros tiempos y ésta se impartía a través de diferentes medios que se irán presentando a continuación:

    Al analizar los inicios de la Educación cristiana se debe considerar a Jesucristo como el mejor maestro que ha conocido la historia de la educación cristiana. Por esta razón resulta pertinente comentar la importancia de Jesús en sus fundamentos, tal como lo señala Armstrong, en su libro:

    ...Jesús de Nazareth es la base bíblica e histórica personificada de la Educación Cristiana. Es decir, que es muy probable que las educaciones hebrea y judaica... no tendrían más efecto en los cristianos de hoy en día que cualquier otro sistema educacional antiguo, si el Jesús histórico no hubiera aparecido en escena. Es por Jesús que la educación hebrea y la educación judaica empezaron a caracterizarse a través de un período largo de tiempo, con características identificadas como cristianas, formulando así la educación cristiana.9

    En virtud de lo anterior, podremos ver el rol de Jesús como educador. Resulta lógico para todas las personas de que Jesús fue conocido y reconocido como maestro, los evangelios nos muestran diversos cuadros en los cuales aparece Jesús enseñando a las personas, ya sea en forma individual o grupal. Aunque el objetivo final de Jesús era la redención del hombre, no desperdició oportunidad de hablar acerca del Reino de Dios que él venía a instaurar, acerca de las necesidades que tenían las personas, dio aliento a los oprimidos, sanó enfermedades, libertad a los cautivos, en fin, muchas otras actividades.

    Él les enseñaba con autoridad, demostraba un amplio manejo de los temas que trataba. Esto se puede apreciar en el uso que hacía de las escrituras (la ley y los profetas). Al hablar acerca de las necesidades del hombre nos demuestra también, que conocía la naturaleza del hombre, con sus debilidades y fortalezas. Además poseía otras cualidades especiales como maestro: utilizaba un método de enseñanza en donde a sus oyentes, para que le pudiesen entender de mejor forma, les hablaba en términos prácticos, partía dando ejemplos de cosas conocidas por las personas (cosas concretas) para llevarlas a comprender cosas desconocidas (abstractas). Su manera de enseñar era directa y franca, conocía de antemano lo que las personas necesitaban o querían decirle.

    Por sobretodo los métodos que utilizó Jesús con sus oyentes y seguidores, el que más debe haber calado hondo en las personas, es que él vivía lo que predicaba. Jesús era intachable, poseía un ejemplar estilo de vida, fue una persona totalmente consecuente con su predicación.

    Por último, el propósito fundamental de Jesús en la enseñanza, fue cambiar vidas y no afectar meramente las emociones o el intelecto de quienes le oían.10

    La educación en la era apostólica - La iglesia Primitiva (50-325 d.C.)

    La educación cristiana en la era apostólica no estaba organizada formalmente, aunque sí habían instancias educadoras, las cuales tenían gran prominencia.

    Lo que marcó los pasos de los seguidores y discípulos de Cristo fue cumplir la gran comisión que había sido encomendada por Jesús y que se encuentra registrada en Mateo 28:19-20: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. (V.R.V.95).

    Esta comisión entraña el hacer llegar las buenas nuevas a otros e indica claramente que a estos nuevos creyentes se les debía enseñar e instruir en las Escrituras, los principios cristianos, etc.

    Claro que esta labor no hubiese tenido la trascendencia que alcanzó si no hubiesen recibido la unción y dirección del Espíritu Santo.

    Así lo demuestra el ministerio del apóstol Pablo, quien fue uno de los primeros misioneros de la iglesia y uno de sus más grandes teólogos. Predicó a los judíos y a los gentiles por toda Asia menor y en Europa.

    Asimismo, Pablo le da un fuerte apoyo a la educación cristiana, por cuanto sus escritos sirvieron y sirven de apoyo para ayudar a conocer o comprender alguna verdad.

    Se dice que en las cartas a Timoteo y Tito, Pablo demuestra un interés especial en la enseñanza, pues se preocupaba por la propagación de las doctrinas cristianas. Pablo continuamente estaba estableciendo iglesias, por lo que después exhortaba y aconsejaba a los nuevos cristianos mediante sus visitas o cartas dirigidas a algunas de estas iglesias.

    Como señala James E. Giles, la base del mensaje de Pablo era:

    “La necesidad de una experiencia como la que él mismo experimentó en el camino a Damasco. Estaba convencido que cada persona necesitaba ese encuentro con Dios que transforma la vida, incluyendo las metas, los valores y la motivación en vivir”.11

    Pablo era un hombre letrado, conocía bien la filosofía griega y el judaísmo y como maestro enseñaba a través de la discusión, la persuasión y la argumentación.

    A medida que la iglesia crecía y se ganaban más adeptos se hacía necesario enseñarles acerca de los mandamientos de Cristo, establecerles en la fe y en la vida cristiana, es decir, comunicarles las normas bíblicas de doctrina y de conducta.

    Se puede clasificar la enseñanza en estos tiempos, en dos áreas:

  • Tenía que ver con el bautismo. Se debía enseñar al nuevo creyente a comprender por qué y para qué se bautizaba.

  • Servir de medio para comunicar y conservar la tradición cristiana.

  • Con el paso del tiempo, se fue dando una enseñanza más específica e institucional que se llamó: la del catecumenado o preparación para el bautismo, que duraba tres años y estaba a cargo, en sus comienzos, de maestros especializados.

    Los cristianos compartían entre ellos las enseñanzas de Cristo. También se instruía acerca de la tradición judía. Aunque después la Iglesia debió separarse del judaísmo, por cuanto ella enseñaba una nueva Fe.

    Esta predicación se hacía masiva y ya no sólo se predicaba a los judíos, ésta se abría a otras gentes, de otras creencias y culturas, muchas de estas influencias por la cultura helenística. Por lo cual la iglesia debió preocuparse por el intelectualismo, que trajo como consecuencia positiva la apertura del cristianismo, el hacerlo más universal.

    Aunque también esta situación se prestó para que se suscitaran diferencias doctrinales que llevaron a la iglesia a estructurarse y organizarse. Se tuvo que crear normas y se presentó la necesidad urgente de enseñar a los nuevos cristianos acerca de las doctrinas de su fe, enseñanzas propias, para que no se apartaran en pos de doctrinas erradas.

    Como se decía anteriormente, la labor de la iglesia no estuvo exenta de problemas: Debió esta nueva fe enfrentarse no sólo a las persecuciones que sufrieron, no sólo debieron soportar la martirización de algunos seguidores de Cristo, también debió hacerlo frente a corrientes y filosofías herejes, que amenazaban con dividir a la iglesia cristiana, así lo señala Donald S. Smeeton:

    La iglesia primitiva encaró algunos problemas difíciles por que la gente tenía diferentes conceptos de Dios. Los puntos de vista que no seguían la línea principal eran llamados herejías. Toda la iglesia tenía que decidir cuáles de las tantas creencias eran una reflexión correcta de lo que las escrituras realmente decían sobre Dios.12

    La era apostólica, se cree termina con los martirios de Pablo y Pedro en Roma alrededor del año 67 d.C. durante la persecución de los cristianos por el emperador Nerón.

    Desde el año 68 al 100 d.C. suele llamarse a este período, la “edad oscura”, por causa de las persecuciones que asolaban a la iglesia. La gran mayoría de los emperadores romanos persiguieron a los cristianos. Las peores persecuciones y las más cruentas fueron la de Nerón (66-68 d.C.) y Domiciano (90-95 d.C.)

    La iglesia primitiva se caracterizó por el fervor y la lealtad de los cristianos de lo que habían creído. Como ya se había dicho, muchos de ellos fueron perseguidos y muchos de ellos también murieron a manos de sus perseguidores. Aunque este acoso redundó en que el evangelio fuese diseminado a lejanos lugares.

    Incluso las mismas ejecuciones de los cristianos y su inamovible fe hasta la muerte, conmovió a varios de sus captores e inclusive a las personas que presenciaban estos actos, que por el testimonio de estos mártires terminaron aceptando a Cristo.

    Durante este tiempo muchos cristianos fueron ejecutados, por no renegar de su fe y nos han legado su influencia, tal es el caso de Justino Mártir, (100 - 165 d. C.) maestro y filósofo griego, el cual al convertirse al cristianismo fue un gran defensor de la fe. Sus escritos muestran una valiosa información acerca del acontecer de la iglesia a mediados del S. II. Y su influencia en la educación se aprecia en su énfasis en la naturaleza filosófica del cristianismo.

    Los aspectos negativos que tuvo que vivir la iglesia, tales como las herejías y los problemas doctrinales, dieron pie al desarrollo y organización de ésta los cuales contribuyeron al crecimiento de la misma. Y se vió en la necesidad de escoger líderes para que la ministraran: se contaba con diáconos, presbíteros y obispos.

    • Diáconos: Para ministrar las necesidades físicas de la gente (Hec. 6:1-7)

    • Anciano (Presbuteros) u Obispo (Episkopos): Se usaban alternativamente y se refería a un vigilante responsable de ministrar las necesidades espirituales de los creyentes.

    En cuanto a la educación superior, hacia fines del siglo II nos encontramos con una realización cristiana: la Escuela Catequística en Alejandría, en donde se entregaba instrucción superior a cristianos que habrían de transformarse en futuros líderes de la iglesia.

    Uno de los precursores de ésta, un gran maestro, Clemente de Alejandría (150-215 d.C.). Dentro de sus grandes obras se cuenta que escribió tres de carácter pedagógico: El Protréptico, en la que critica el politeísmo pagano, los sacrificios a los ídolos y la corrupción moral.

    Su segunda obra es El Pedagogo. En la Antigüedad el pedagogo, aun siendo un esclavo, no era un mero acompañante del niño aunque tampoco un maestro, sino quien lo cuidaba, lo protegía y lo formaba en su carácter y en la moralidad de sus costumbres. Finalmente la tercera obra de Clemente, llamada Stromata, nos presenta al Logos-Maestro: su fin es instruir y conducir al cristiano al conocimiento perfecto o Gnosis.

    Y el otro precursor fue Orígenes (185-254 d.C.) el más grande expositor de la escuela alejandrina. Por su parte, supo configurar un programa de estudios que suponía la sólida base de los estudios liberales, para continuar con una preparación filosófica que desembocaría en un estudio profundo de las Sagradas Escrituras, para cuya lectura adaptó los métodos característicos de la enseñanza helenística superior.

    Primeramente surgió la escuela de Alejandría, le siguieron luego las escuelas de Antioquía de Pisidia, Edesa y otras).

    Antes del S. III el obispo se convirtió en el líder indiscutido de la iglesia y ya a fines de éste, había una separación específica entre el clero y el laicado.

    En el año 313 d.C. siendo Constantino el emperador, el cual adoptó el cristianismo como su religión, puso fin a estas persecuciones que, de tiempo en tiempo, amenazaban a la iglesia cristiana. Durante su mandato, se levantaron edificios para las iglesias y los edificios que habían sido destruidos, fueron restaurados y abiertos.

    Cuando la iglesia tuvo su apogeo la sede del gobierno romano se trasladó a Constantinopla. Un tiempo después el obispo de Roma asumió el gobierno absoluto como el Papa de la Iglesia.

    Algunos de los personajes de esta época se destacaron por traducir las Escrituras a otros idiomas para acercarlas al común de las personas, un ejemplo de esto es Jerónimo (340 - 420 d.C.), de quien se estima que uno de sus grandes aportes fue la traducción latina de las Escrituras, que recibió el nombre de Vulgata y el énfasis que hacía en la igualdad de los hombres ante Dios. Su enseñanza tuvo gran influencia en las escuelas monásticas.

    Contemporáneo a Jerónimo, es Agustín de Hipona (354 - 430 d.C.), quien fue un gran teólogo. Es señalado como el más ilustre de los padres de la Iglesia. Era obispo, un hombre muy culto y se convirtió al cristianismo. Entre sus aportes a la educación cristiana, está la escritura de un libro, que era un manual de instrucción para clérigos y laicos. Entrega una base filosófica para interpretar las Escrituras. Por siglos este manual fue visto como un tratado clásico de Pedagogía.

    Asimismo, escribió un manual para el maestro cristiano de instrucción para los bautizantes. Daba énfasis al maestro como modelo, tener conductas que los alumnos observen y sigan.

    La educación en el imperio romano. (325 - 529 d.C.)

    Con el correr de los años, el Cristianismo fue afianzándose, pero el Imperio Romano -la civilización occidental- se derrumbaba, por motivos internos (la corrupción y la debilidad política, entre otros) y por motivos externos, que fueron las invasiones de los bárbaros. Precisamente a éstas se debe la desaparición de las escuelas del Imperio, que primero fueron pasando a manos del sector privado, ya que el Estado no se ocupaba más de ellas, por las razones antes citadas, luego dejaron de existir como sistema educativo estructurado, entre los siglos IV y V.

    La educación en el Oriente:

    La escuela bizantina prolongó hasta la Edad Media la cultura y la educación clásica, principalmente en la enseñanza superior. El centro de altos estudios de Constantinopla fundado por Teodosio II, también llamado Universidad de Constantinopla, continuó su fecunda trayectoria hasta 1453.

    Recién cuando se produjo la invasión y conquista turca el Oriente griego, y la cultura clásica en él, vivirán una situación similar a la que padeciera Occidente un milenio antes, llegando entonces a su fin la educación tradicional.

    La Educación en la Edad Media. (529 - 1350 d. C.)

    Durante la Edad Media no hubo muchos avances en el área educacional, las escuelas que existían eran sostenidas por la iglesia, pero la educación era prioritaria para las personas relacionadas con ésta. Esta educación no se hacía extensiva al pueblo, el común de la gente era analfabeta. No había conocimiento acerca de las escrituras. Según algunos historiadores de la época “había bastante de iglesia, pero poco de Dios”.

    Durante este tiempo el poder e influencia de la iglesia había crecido, pero espiritualmente hablando, se encontraba en una estancamiento espiritual. El evangelio se había esparcido bastante, pero había tal degradación por parte de los representantes de la iglesia, que muchos personas al interior de ésta, se dieron cuenta de situaciones anómalas que estaban sucediendo, tales como: sobornos, venta de indulgencias, adoración de santos, inmoralidad de algunos representantes y una despreocupación total por los verdaderos problemas que la aquejaban.

    Durante la Edad Media se levantaron casi todas las grandes universidades, siendo establecidas por los eclesiásticos y se desarrollaron escuelas conectadas con catedrales y monasterios.

    La reforma religiosa. (1350 - 1750 d. C.)

    Un acontecimiento histórico relevante para la iglesia es la reforma religiosa, aunque las ideas de reforma aparecen en el Bajo Medioevo, se agudizan en el siglo XV y causan la ruptura religiosa posteriormente, en el siglo XVI.

    Las principales prácticas que estaban en discusión eran la decadencia del Papado, y la generalizada corrupción en los ambientes eclesiásticos, los reformadores reconocían la primacía de la autoridad de la Sagradas Escrituras sobre la autoridad de la Iglesia y el rechazo de los criterios de autoridad y jerarquía, que se daban al interior de ésta.

    Por supuesto que al pretender someter las prácticas de la iglesia católica a la luz de las escrituras, algunas personas encontraron claros errores, tales como: opresión económica, compra de la salvación a través del tráfico de indulgencias, inmoralidad en miembros del clero, etc.

    (Indulgencias, es decir, que procuraba la remisión de un castigo impuesto por la iglesia católica romana a alguien que hubiese quebrantado un mandamiento religioso).13

    Se cree que fue Juan Wycliffe (1320 - 1384 d.C.), quien allanó el camino a las enseñanzas de Lutero y Calvino, que afloraron un siglo después.

    Se le conoce como un reformador bíblico, llegó a ser doctor en Teología. Para él las Escrituras eran la única autoridad para los creyentes, por lo cual tradujo la Biblia al Inglés. Llegó a la conclusión que era Cristo la cabeza de la Iglesia y no el Papa.

    Sus ideas parecen haber llegado a la misma conclusión que Lutero, estaba en contra del empleo de reliquias, condenó el dogma del purgatorio, los peregrinajes y la venta de indulgencias, principalmente.

    Educacionalmente hablando, en cuanto a su aporte a la educación podemos citar dos: Creía en la necesidad de enseñar la Biblia solamente y contribuyó a la producción de una nueva clase de literatura: Los Tratados.

    Una forma de pensar similar a la de Wycliffe poseía Juan Hus. (1369-1415 d. C.), quien se desempeñaba como profesor de la Universidad de Praga.

    La mayor realización de este personaje en el área educacional fue, que se tradujo la Biblia al lenguaje vernáculo y desarrolló un sistema de escuelas para promover la práctica del cristianismo.

    Al morir Hus, influenció fuertemente a Martín Lutero (1483 - 1546 d.C.), quien es uno de los más destacados exponentes de la causa de la reforma. Cabe señalar que en un principio Lutero no quería separase de la iglesia, sino que quería provocar una reforma interna, para poder cambiar ciertos actos que no le parecían píos.

    Asistió a la universidad de Erfurt donde alcanzó el grado de Bachiller y finalmente, el de maestro de Artes.

    En 1517, elaboró noventa y cinco tesis escritas en latín que se difundieron rápidamente. A través de diversos escritos exige la reforma eclesiástica y la formación de una iglesia nacional. Se le pidió retractarse bajo pena de excomunión por parte de la iglesia católica, a lo que Lutero responde quemando públicamente el documento emanado por esta entidad.

    En el ámbito pedagógico de la reforma, afirma que la aplicación de las enseñanzas protestantes necesitan de una base institucional sistemática y que es urgente una escolarización masiva, debido a la ignorancia que afecta al común de la población. Esta petición se basa por sobretodo, en la necesidad de que todas las personas sepan por lo menos leer, para que así puedan acceder a las Sagradas Escrituras.

    En el área educacional, sus postulados eran:

    • Creía que la educación debía ser para todos.

    • Quería que todas las personas pudiesen tener acceso a la Biblia, para poder aprender de ella.

    • Hizo énfasis en la importancia del arte de enseñar y de la relevancia del maestro.

    • Reconocía a Cristo como el único mediador entre Dios y el hombre.

    • Creía que cada creyente podía acceder a interpretar las Escrituras bajo la guía del Espíritu Santo.

    • Y que los creyentes podían dirigirse directamente a Dios mediante la oración.

    Por otra parte, además de los beneficios espirituales que puede entregar la educación religiosa, también afirmaba que las escuelas proporcionan a la ciudad personas instruidas y respetuosas de la ley.

    Uno de los amigos y colaboradores de Lutero es Felipe Melanchton (1497-1560), fue llamado "el preceptor de Germania". Presidió la Universidad de Wittemberg.

    Afirma que los fines del humanismo debían promoverse para acercar más al hombre al objetivo religioso de penetrar en la verdad de las Escrituras.

    Entre sus aportes a la educación cristiana. podemos citar:

    • Sus esfuerzos por promover una educación superior protestante, basada en principios bíblicos y en la enseñanza de la verdad.

    • Su preocupación de establecer escuelas primarias y secundarias y de otorgar instrucción al clero.

    En el contexto de la reforma luterana y sus consecuencias, en el área que nos compete, reviste importancia la reforma escolar llevada a cabo por Johann Sturm en Estrasburgo. Su labor se ve en su empeño de reformar las escuelas y fomentar la nueva fe evangélica.

    En 1538, establece un plan educativo de acuerdo al modelo de Lutero y Melanchton. Las escuelas que hasta ese momento existían en la ciudad fueron disueltas y se las sustituyó por una institución única en la cual Sturm actuó como director. La escuela recibió el nombre de Gymnasium, que refleja la conciencia del revivir clásico con énfasis en la cultura griega. Con el tiempo, se anexó una escuela de estudios superiores o Academia y en 1621 fue elevada al rango de universidad.

    Muchos otros reformadores se sintieron “llamados” a colaborar, y no se puede dejar de lado a quien fuera probablemente, el dirigente de mayor influencia en la época de la reforma, Juan Calvino (1509 - 1564 d. C.), quien contribuyó a crear un sistema de educación universal para los jóvenes. Además de participar en la creación de programas para asistir a los pobres y ancianos.

    Estableció una academia, que luego se transformaría en la Universidad de Ginebra, en donde se educaba a niños y adultos. Llamó a la iglesia para que retornase a su labor de educar a los niños. Calvino no creía que fuese conveniente enseñar a los no-creyentes.

    Fue el autor de muchos tratados, catecismo y comentarios bíblicos.

    La primacía de la Biblia y el énfasis que se hacía en este período de la justificación por fe, dieron origen a una mayor propagación de la predicación y de la enseñanza.

    Otro reformador destacado de la educación en este período, fue Juan Comenio (1592 - 1670), el cual predicaba acerca de la igualdad de los hombres y que la meta era hacer que todos los seres humanos fuesen semejantes a Cristo.

    Comenio dividió su filosofía de la educación en tres ideas: Todos deben ser educados. Todos deben ser educados en todas las cosas. Y que todos deben ser educados en todas las maneras.

    Para frenar el desarrollo del protestantismo, se conformó un movimiento que recibió el nombre de Contrarreforma, por parte de la iglesia católica siendo Ignacio de Loyola (1491 - 1556 d. C.) uno de los impulsores de ésta. Creó la sociedad o compañía de Jesús, conocidos también como los jesuitas. Aunque sus ideas estaban de acuerdo con las de Lutero, en el sentido que la iglesia católica debía mejorar en ciertos aspectos, pero creía que estos cambios debían hacerse internamente.

    Los propósitos principales de los jesuitas era convertir a los paganos, combatir la herejía e impulsar la educación. Han contribuido a la creación de monasterios, escuelas y centros de estudios. Su influencia en la educación católica religiosa se puede visualizar aún en la actualidad.

    Tal como se señala en Explorando la Educación Cristiana: “Su modelo de educación religiosa ha ayudado a moldear el curso de la iglesia católica hasta el día de hoy”14

    Los esfuerzos misioneros de la iglesia católica, que fueron dirigidos en gran parte por los jesuitas, dio como resultado la conversión de las razas nativas de América del Sur y de México y de gran parte de Canadá, y en el gran establecimiento de grandes misiones en la India y los países circunvecinos.

    La Era moderna. (1750 d. C. en adelante)

    En nuestra investigación acerca de la era moderna, se debe dirigir la atención a las iglesias que se levantaron luego de la reforma. Existieron ciertos movimientos importantes que han influenciado a países que son mayoritariamente protestantes, como lo son Alemania, Inglaterra y América del Norte.

    Tres grupos se distinguen en la iglesia inglesa: el romanista, que buscaba una nueva unión con Roma, el anglicano, y el radical protestante, que llegó a ser conocido, este último, como “los puritanos”. Del movimiento puritano nacieron tres iglesias: la Presbiteriana, la Congregacional y la Bautista.

    Se cuenta que en los primeros cincuenta años del S. XVIII, las iglesias de Inglaterra cayeron en un estado de decaimiento, con una fuerte creencia intelectual y una carencia de poder moral sobre el pueblo. Requiriendo ser despertada de esta condición por un grupo de predicadores, quienes eran dirigidos por Juan y Carlos Wesley y Jorge Whitefield. Siendo de estos tres el más destacado Juan Wesley, quien fundó el movimiento metodista, que no sólo tenía seguidores en Inglaterra, también en Estados Unidos de Norteamérica.

    En cuanto al tema que nos compete, la educación cristiana en la era moderna va a ver surgir uno de sus más grandes logros: El nacimiento de la Escuela Dominical. La que ha través de los años ha sido la más importante instancia de instrucción para los creyentes. Fue fundada por Roberto Raikes (1735-1811 d.C.). Se dice que en 1780 en Gloucester, Inglaterra, Raikes empezó su trabajo entregando unas clases dominicales a niños de la calle con el objetivo de prevenir que ellos pudiesen delinquir. Esta idea se difundió rápidamente y otros lugares comenzaron a formar otras escuelas. Los propósitos de estas escuelas dominicales, como señala Armstrong, era “Prevenir el vicio, animar la industria y las virtudes, dispersar la oscuridad de la ignorancia, difundir la luz del conocimiento y ayudar al hombre a entender su lugar social en el mundo”.15

    Esta idea de las escuelas dominicales llegó a América y se difundió rápidamente y lo que comenzó como una instancia para enseñar a los desposeídos, se convirtió en el ente educacional y evangelístico más poderoso de las iglesias.

    Durante la era moderna el cristianismo ha extendido el evangelio y con él sus programas educativos a los rincones más remotos del planeta, de esta forma en Explorando la Educación Cristiana se cita a Latourette, el cual enfatiza que:

    A lo largo de los siglos el Cristianismo ha sido el medio de reducir más idiomas a la escritura que todos los otros factores combinados. Ha creado más escuelas, más teorías de la educación y más sistemas que ninguna otra fuerza. Más que ningún otro poder en la historia ha impulsado a los hombres a combatir el sufrimiento, sea éste el resultado de la enfermedad, de la guerra o de desastres naturales. Ha construido millares de hospitales, inspirado el surgimiento de las profesiones de enfermería y médica, y promovido movimientos en favor de la salud pública y el alivio y prevención del hambre.16

    Como se ha visto anteriormente, el cristianismo ha sido muy beneficioso para las demás personas, tanto creyentes como no creyentes, por los altos ideales que se tienen, porque el ser cristiano no sólo es tener el nombre o título, sino hacer de la vida y enseñanzas de Cristo un estilo real de vida.

    Pero, todo lo que se ha mencionado en esta investigación sucedía en Asia, Europa o África, sería importante conocer cómo llegó el evangelio a América.

    El movimiento misionero:

    Se puede decir que desde la era apostólica el cristianismo fue muy activo en cuanto a llevar a cabo la obra misionera.

    A inicios de 1732, se comenzaron a establecer misiones extranjeras a Groenlandia y luego, entre los indios de América del Norte. En las indias occidentales y en los países orientales.

    Se cree que el movimiento misionero moderno inició con Guillermo Carey (1761 - 1834 d. C.), quien fuera uno de los fundadores de la Sociedad Misionera Bautista en Inglaterra en 1792.

    A América del Norte llegaron muchos inmigrantes de varios países, la gran mayoría de estos eran protestantes y trajeron a este lugar sus creencias, formaron iglesias, entre las que se pueden mencionar: la iglesia luterana, presbiteriana, anglicana, bautista, etc. Una apreciación clara de esto es la que cita Howard F. Vos:

    La heterogeneidad religiosa de los colonos norteamericanos explica en gran parte algunas características religiosas distintivas de América del Norte: la absoluta libertad religiosa, la separación entre la iglesia y el estado, la existencia de tantísimos cuerpos religiosos, etc.17

    Por lo que después, aquí también surgiría un grupo de misioneros, el que en un principio era interdenominacional, pero con el tiempo cada congregación fue formando su propio grupo de misioneros. Entre los misioneros norteamericanos más relevantes se encuentra Jonathan Edwards (1703 - 1758 d.C.), quien ha sido considerado el más grande teólogo del S.XVIII. Se abocó a la investigación teológica y llegó a distinguirse como un fiel defensor de una sincera vida espiritual, no sólo teórica o de nombre, sino también práctica.

    Estuvo ocho años como misionero en la India y durante este tiempo escribió su libro “Voluntad libre”. Libro que ha sido considerado como el texto para el Calvinismo en Nueva Inglaterra.

    La educación cristiana en América:

    Cuando se comenzó la colonización hacia el nuevo mundo los europeos trajeron sus ideas educacionales a América. En América del Norte los protestantes representaban una gran mayoría e introdujeron sus prácticas en la educación.

    Al igual que los judíos, los colonizadores protestantes en virtud de sus creencias religiosas, el inicio de la enseñanza se daba al interior del grupo familiar. Enseñaban a los niños a leer, la finalidad era que leyesen la Biblia. Asimismo, establecieron sus congregaciones en América del Norte. La enseñanza también se apreciaba mediante la instrucción a través del púlpito, en donde el predicador exhortaba y enseñaba a los creyentes.

    El sistema de educación de los niños a través del hogar se tornó insuficiente, por lo que se implementaron escuelas para enseñar a estos, el énfasis que se daba a la instrucción era, según se decía para “que Satanás no quite al hombre de un conocimiento de las Escrituras”.

    Se establecieron escuelas para la instrucción de los niños, y también se implementaron otras que tenían el fin de preparar jóvenes para el ministerio, llegándose así a fundar en 1636 la primera universidad de América, la de Harvard.

    A mediados del S. XVIII la iglesia perdía control sobre la educación, puesto que el avance de la ciencia y el intelectualismo empezaban a cuestionar la fe y la creencia en cosas sobrenaturales, se decía que el cristianismo era una superstición. Llegando, en virtud de esta situación la educación cristiana a separarse de la educación secular. Cuando esta situación se dió, la educación secular pasó a manos del Estado y la iglesia tendió a preocuparse solamente por la enseñanza de sus miembros.

    La situación de América del Sur sería totalmente diferente, puesto que la primera religión que llegó al continente, fue el catolicismo, la religión de los conquistadores. Religión que tuvo influencia en todas las esferas de la vida de las latinoamericanos: sociales, políticas, económicas y educativas. Cabe destacar que la función educativa cumplida por la iglesia católica no es menor. Debe considerarse que desde 1538 hubo enseñanza universitaria en América: la primera universidad que se fundó fue la de Santo Domingo, luego las de México y Lima, ambas en 1551.

    Llegarían después misioneros protestantes a predicar el verdadero evangelio y a establecerse en latinoamérica, pero la iglesia católica seguiría teniendo la mayor influencia.

    La educación en la era contemporánea:

    Durante la primera mitad del siglo XX, la atención de los diversos estados hacia el tema educativo se centró en lograr un acción concertada con el fin de que la educación llegara a todos los estratos sociales, como un mecanismo de desarrollo personal y social. En la mayoría de los países se legisló con respecto a la necesidad de contar con una educación elemental obligatoria.

    La preocupación por mantener sistemas nacionales de educación es característica de esta época: el Estado se convierte en un agente educador importante, por lo tanto la planificación educativa es tarea y preocupación del gobierno. Estos son los que orientan, supervisan, administran y financian los sistemas de educación pública, cada uno según su peculiar modalidad.

    Para comprender los sistemas de educación, es necesario conocer las fuerzas políticas y sociales, porque generalmente se reflejan en ellos. La situación histórico-cultural de las diversas naciones fue el marco de referencia para la elaboración de sus respectivos sistemas educativos; dicha situación se manifiesta en el desarrollo industrial y económico, en la tradición cultural y religiosa, en la situación política del momento y en las corrientes de pensamiento imperantes.

    Los Estados Unidos, por ejemplo, a inicios del siglo XX, fueron pioneros en educación, en tanto intentaban ofrecer una educación pública y libre a todos con el propósito de dar una preparación cívica. El índice de analfabetismo disminuyó considerablemente al aumentar la inscripción en la escuela elemental.

    Se valoró a la educación no sólo como remedio contra el analfabetismo sino también contra la miseria, el subdesarrollo y la tiranía.

    La Educación Cristiana en Chile:

    En Chile, por ejemplo, la educación formal no siempre ha tenido la misma presentación. Antiguamente era sólo funcional, de enseñar para la vida y la sobrevivencia.

    Ya alrededor de 1960, la educación estaba enfatizada a los oficios, a lo técnico para una labor determinada y los estudios universitarios eran reservados sólo para las clases pudientes. Sin embargo, se hace obligatorio cumplir con la enseñanza básica (hasta 6° preparatoria).

    Con el correr de los años, se llegó a implementar la educación general básica obligatoria (8 años) y la educación media (4 años) y se comenzó a implementar una reforma que plantearía introducir valores a la entrega de los contenidos.

    A partir del año 1984 se creó una gran expectativa para las iglesias cristianas, puesto que se podría empezar a ejercer la docencia en el sistema educacional. Situación que antiguamente no se daba, puesto que la religión que hasta hace unos años se impartía en los colegios y liceos, era el catolicismo. Gracias a la apertura que se ha dado a la iglesia evangélica en la actualidad, se han comenzado a impartir clases de educación cristiana, dictada por profesores evangélicos.

    Aunque las clases de la asignatura de Religión en los colegios son optativas para el alumno y su familia.

    Se autorizó la enseñanza de cualquier credo religioso, siempre y cuando no atente contra un sano humanismo, la moral, las buenas costumbres y el orden público. Se señala también que se deberá a ofrecer a los alumnos las diversas opciones de los distintos credos, siempre y cuando cumplan con algunos requisitos:

  • Contar con el personal idóneo para ello (Docentes que la impartan)

  • Tener programas de estudio aprobados por el Ministerio de Educación Pública.

  • El objetivo de la asignatura de Religión en la actualidad, que se pretende conseguir es que:

    Se procura estimular la valoración de la dimensión religiosa de la persona y su apertura racional afectiva hacia la trascendencia. Se trata de fortalecer el desarrollo integral de la persona buscando fortalecer las capacidades para un comportamiento responsable, regido por principios éticos.18

    Por último, el hacer de la educación cristiana cristocéntrica hará posible que las futuras generaciones puedan crecer con una mentalidad bíblica, teniendo como modelo al maestro de maestros.

    CAPÍTULO V

    El rol del maestro cristiano

    El libro Explorando la Educación Cristiana, menciona la labor del maestro y ésta consiste en:

    Presentar al educando todo lo que Dios nos ha revelado de Sí mismo en las Escrituras, en la naturaleza y en la Historia de la Iglesia. Y no es suficiente la mera presentación, debemos presentar estas verdades de suprema importancia en formas tales que persuadan al educando a aceptar la voluntad de Dios para sí mismo, y hacer de ella la guía para su manera de vivir.19

    Para que la enseñanza sea eficaz debe el educador depender de Dios directamente, él es quien tiene el poder de transformar y cambiar la vida de las personas y hacer del hombre una mejor persona. En otras palabras, el maestro es quien pone la semilla, pero es Dios quien da el crecimiento.

    Para cumplir esta labor es primordial que los educadores cristianos sean realmente cristianos, pues sólo así tendrán una fe personal y mirarán a Cristo como el modelo de maestro perfecto a seguir, para así hacer que su enseñanza sea una experiencia enriquecedora para sus alumnos, y por extensión a sus respectivas familias.

    CONCLUSIÓN

    La educación en sus inicios se presentaba ante todo como una obligación de los padres, aspecto que compartía con la tradición judía, y consistía principalmente en una educación a través del ejemplo de los mayores, en este sentido procede por imitación, y en un modo de vida en común. Pero también fue una instrucción formativa, a través de los relatos bíblicos que el padre (o la madre) iban presentando al niño.

    Las escrituras ven la enseñanza cristiana como un logro integral y que debe tener un impacto directo en la vida del estudiante.

    En el Antiguo Testamento aprender requiere necesariamente actuar con obediencia a la ley de Dios y está enfatizado a que las personas cumplan su voluntad. Y en el Nuevo Testamento este aprender está enfatizado con el llamamiento a ser un discípulo de Jesucristo, en estricto rigor, implica tener una vida de discipulado, servicio y obediencia a Dios. En ambos casos, el aprendizaje requiere una respuesta de la persona a la enseñanza de Dios.

    La educación cristiana de la iglesia primitiva tenía por finalidad instruir a sus nuevos miembros acerca del Bautismo, preparándole para este paso y para instruirles en su nueva fe.

    En cuanto a personas que ejercieron influencia en la historia de la educación hay un sin fin de nombres, pero se consideró a los que tuvieron su

    efecto no sólo en el cristianismo sino que también aportaron a la implementación de instancias educativas o que ayudaron al mejoramiento de la calidad de éstas.

    Mención aparte merece el mejor maestro que ha conocido la historia: nuestro Señor Jesucristo, quien es el modelo al cual cualquier maestro de educación cristiana debe aspirar llegar a ser.

    Gran preponderancia denotan asimismo, entre la edad media y la reforma religiosa, personajes que tradujeron las Escrituras y con esta labor la acercaron al común de la gente. También lo fueron, quienes colaboraron con la difícil tarea de crear escuelas para poder capacitar a las masas que estaban ávidas de conocimiento, no sólo de una instrucción secular, sino por sobretodo de la entrega de una enseñanza verdadera e iluminadora de las Escrituras. Como dijo Lutero, al referirse a la importancia de las escuelas: “Las escuelas demostrarán ser las puertas abiertas al infierno sin en ellas no reinan las Escrituras supremamente”.

    También se vió el surgimiento de las Escuelas Dominicales, que es una de las instancias que más puede aportar a la iglesia, por cuanto a través de estas, se puede enseñar a los creyentes acerca de las verdades de Cristo, de las doctrinas de la fe y del ministerio del Espíritu Santo.

    No se puede pensar que la labor de la educación cristiana está terminada, pues siempre va a ser necesario que ésta exista, aunque se puede ir mejorando,

    Se presenta la historia del cristianismo no desde una perspectiva histórica, se pretende hacer un trazado desde el punto de vista educativo y de las instancias de educación que éste presenta. Por esta razón puede que no se profundice en algunos acontecimientos, puesto que lo primordial es demostrar que el cristianismo siempre tuvo o implementó formas de enseñanza a sus miembros. No se puede separar la historia de la iglesia cristiana de la historia de la educación cristiana, puesto que estas están intrínsecamente relacionadas.

    Algunas dificultades se fueron presentando durante el transcurso de esta investigación, aunque debo señalar que dejé pasar mucho tiempo antes de iniciar este trabajo, pero el tema que escogí es muy amplio y me significó investigar y leer mucho. Aunque no me resulta tedioso leer, la dificultad principal radica en la escasez de tiempo que me coarta bastante. Ojalá haya llenado sus expectativas respecto al tratamiento del tema.

    NOTAS MARGINALES

    1 A. F. Harper., A. Elwood Sanner, Editores. Explorando la Educación Cristana. Casa Nazarena de Publicaciones. Kansas City, Missouri, U.S.A. 1994. Pág. 13.

    2 Roberto W. Pazmiño. Principios y Prácticas de la Educación Cristiana, una perspectiva evangélica. Editorial Caribe. Miami, EE.UU. 1995. Pág. 46.

    3 Ibid, Pág. 47.

    4 Crea Ridenour. Ocúpate en Enseñar. Casa Bautista de Publicaciones. Cali, Colombia. 1977. Pág. 10.

    5 Harper, Elwood. Op. Cit. Pág. 41.

    6 Hayward Armstrong. Bases para la Educación Cristiana. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso, Texas, EE.UU. 1994. Pág. 26.

    7 Ibid, Pag. 125.

    8 Junior Zapata, “Diez palabras del Nuevo Testamento que se usan para describir el concepto de Educación”, Convención de Educadores Evangélicos ACSI, Santiago, Chile, 2001.

    9 Armstrong, Op. Cit. Pág. 29.

    10 Ibid, Pág. 32.

    11 James Giles E.. Bases bíblicas de la Ética. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso,Texas, EE.UU. 1994. Pág. 148.

    12 Donal S. Smeeton. La Iglesia: De Pentecostés a la Reforma. ICI University Press. Irving, Texas, U.S.A. 1995. Pág. 80.

    13 Howard F. Vos. Breve Historia de la Iglesia Cristiana. Editorial Portavoz. Michigan, EE.UU. 1994. Pág. 86.

    14 Harper, Elwood. Op. Cit. Pág. 38.

    15 Armstrong, Op. Cit. Pág. 87.

    16 Harper, Elwood. Op. Cit. Pág. 73.

    17 Vos. Op. Cit. Pág. 129.

    18 Daniel Lagos Altamirano. Margarita Retamales Torres. Programas Vigentes de Educación Religiosa. Dirección Nacional de Educación Evangélica del CENACH. Valparaíso, Chile. 2002.

    19 Harper, Elwood. Op. Cit. Pág. 168.

    BIBLIOGRAFÍA

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    Enviado por:Noemí
    Idioma: castellano
    País: Chile

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