Derecho


Grupos económicos en Perú


El problema político esencial para el intelectual no es criticar los contenidos ideológicos que estarían ligados a la ciencia, o hacer que su práctica científica vaya acompañada de una ideología justa.

El problema político del intelectual es saber si es posible constituir una nueva política de la verdad.

El problema no es cambiar la conciencia de la gente o lo que tienen en la cabeza, sino cambiar el régimen político, económico, institucional, de producción de la verdad.

FOUCAULT

INDICE

INTRODUCCIÒN

CAPÌTULO I: EL PODER

  • El poder

  • Poder vertical y poder multidimensional

  • Poder económico

  • Estructura del poder en el Perú

  • Grupos de poder económico

  • CAPÌTULO II: ENFOQUES TEÒRICOS SOBRE LOS GRUPOS DE PODER ECONÒMICO

  • Análisis a nivel internacional

  • Análisis nacional de poder económico

  • La década del veinte

  • El debate sobre la oligarquía

  • Reseña del análisis en el Perú en el período 1975-90

  • Diferenciación entre grupo económico y grupo de poder económico

  • CAPÌTULO III: ESTRUCTURA Y DINÀMICA DE LOS GRUPOS ECONÒMICOS

  • Introducción

  • Fuentes de acumulación

  • Núcleos de negocios de los grupos

  • Cambios en los núcleos de negocios

  • Inversionistas extranjeros

  • Elite local

  • Gobierno

  • Estrategia de integración

  • Estrategia de diversificación

  • Portafolio de inversión

  • Negocio de bienes raíces

  • Vínculo con el sistema bancario

  • Micro mercado de capital

  • Vínculos con el sector informal

  • Agroindustria para la exportación

  • Operaciones en el exterior

  • Dependencia de los grupos en mercados domésticos

  • Relaciones con actores claves

  • 8.1. Gobierno

    8.2. Élite local

    8.3. Inversionistas extranjeros

    9. Toma de decisiones y el rol de la familia

    CAPÌTULO IV: Los grupos económicos más grandes del Perú Y DE AMÈRICA LATINA

  • Los grupos económicos más grandes del Perú

  • Los grupos más grandes de América Latina

  • Grupo Luksic

  • Grupo Falabella

  • Grupo Angelini

  • Grupo Paulmann

  • Grupo Ibañez

  • Grupo Matte

  • Grupo Yarur

  • Grupo Claro

  • Grupo Ponce

  • Grupo Piñera

  • CONLUSIONES

    Introducción

    El concepto moderno del Derecho considera las normas como el producto final de un proceso de negociación entre grupos de interés y el Estado. Toda norma se encuadra dentro de un modelo o paradigma. Las normas sufren cambios que las moldean y determinan en función del choque de intereses entre grupos de presión.

    El Perú ha experimentado a lo largo de las últimas décadas varios modelos económicos, unos ortodoxos y otros heterodoxos. En este contexto el Estado ha asumido diferentes posiciones.

    Por un lado adoptó el modelo mercantilista en el cual se privilegiaron normas de corte populista y bajo supuestos términos de protección a las clases populares que terminó perjudicándolas gravemente y beneficiando a ciertos grupos que supieron entender el accionar del Estado y sacarle provecho.

    En una segunda etapa, el Estado implementó el camino del redimensionamiento y alejamiento del rol empresarial dejando que las fuerzas del mercado asignen los recursos en la forma más eficiente.

    En el Perú, el accionar de los grupos de poder representativos de distintos intereses económicos ha sido coyuntural y no ha tenido ni el tiempo ni la consistencia suficiente para determinar políticas de gobierno, las que muchas veces ocurrieron en forma pendular. Los grupos económicos en el país no han sido proactivos sino reactivos y en consecuencia adaptativos.

    Las posibilidades concretas que han tenido los empresarios ante las políticas de gobierno han sido alternativamente las de huir del país o quedarse y aprovechar el sistema considerando que la estatización de la economía por el Estado podía convertirse en una enorme ventaja para sus intereses.

    Así, las empresas se acostumbraron a prebendas políticas y a ineficiencias que no podrían ocurrir salvo en un mercado cautivo. Cada vez más el empresario aprendió a vivir del Estado, el que se volvió enorme, ineficiente, burocrático y corrupto, pero del cual, se podía obtener grandes beneficios.

    En este trabajo, se analiza el rol del Estado no como agente empresario sino como regulador y contralor de las reglas de libre competencia porque el desarrollo económico, la cultura política nacional, la popularidad de los líderes nacionales y su capacidad para crear alianzas entre los grupos de intereses diversos se convierten en elementos fundamentales, tanto par la atracción de capital extranjero (inversiones), como para la ayuda internacional, es importante subrayar que la democracia y los derechos económicos y humanos, la política orientada a la competitividad, así como la garantía de la gobernabilidad en el seno del sistema político, y el avance de los procesos de descentralización y de democracia local, y la creación del capital humano, son ejes prioritarios que todo gobierno democrático debe garantizar para lograr las posibilidades de competitividad.

    Se destaca en este momento, que la globalización pone en la mesa de discusión todo lo que se refiere al Estado, la democracia, la justicia, los derechos, la libertad y la opinión. En este sentido, los gobiernos deben orientarse a responder a cada uno de estos elementos mientras que el sector privado de la economía debe operar cada vez más con una cultura política menos dependiente, proponiendo análisis que estimen válidas y responsables.

    CAPÌTULO I: EL PODER

  • El poder

  • En primer lugar es necesario definir el concepto de poder. Sin entrar en disquisiciones semánticas podemos afirmar que existen teorías que intentan definir el Poder desde puntos de vista diferentes.

    Según Lucio Mendieta y Núñez el poder en cuanto relación social debe cumplir con tres condiciones fundamentales:

    a. Ser un proceso de transacción entre diversos intereses de la sociedad.

    b. Estar en concordancia con los objetivos comunes de la mayoría.

    c. Usar la fuerza para imponer intereses. El límite del uso de la fuerza está en la oposición y rebelión de los gobernados.

    Al poder se le suele definir en directa relación con el Estado. Sin embargo no sólo el Estado goza del poder. La Iglesia, las empresas transnacionales, los sindicatos, los partidos políticos, los grupos de presión, las instituciones militares y los medios de comunicación de masas también ostentan poder.

    Las decisiones serán políticas cuando estas no sólo afecten la conducta de quienes gobiernan una nación sino a la sociedad en su integridad.

    Quien tiene la capacidad de ejercer el poder político lo hace porque cuenta con los instrumentos adecuados para hacerlo. Los gobiernos cuentan con la capacidad legal para ejercer el poder político pero, sobre todo en las sociedades modernas, existen otras instituciones no gubernamentales que gozan de la capacidad de ejercer poder. Son los llamados grupos de poder económico y político.

    Las decisiones políticas afectan siempre la relación entre los seres humanos. Así, cuando se presentan antagonismos, quienes ejercen el poder usarán medios coercitivos a su disposición para imponer su voluntad y lograr obediencia a su decisión contra la voluntad de los opositores incluso si éstos son mayoría.

  • Poder vertical y poder multidimensional

  • Existen numerosas teorías del poder pero podemos clasificarlas en dos grupos. Aquellas que lo conceptúan vertical o piramidalmente y aquellas que lo ubican de modo multidimensional.

    Entre los primeros se halla Marcos Kaplan, Bertrand de Jouvenel, Talcott Parsons, Dowse y Hughes. La idea central de estos autores es la potestad de coaccionar que tiene un grupo sobre otro para hacerse obedecer.

    El concepto de poder multidimensional ha sido defendido por politólogos, sociólogos y juristas. Según estos los agentes sociales poseen diversas escalas de poder.

    Fernando de Trazegnies ilustra con claridad esta en su ensayo titulado “Los Poderes Pululantes”. Trazegnies va más allá de la definición piramidal que percibe el poder ubicado en la cumbre de la montaña social desde la cual se dan órdenes irrefutables y se impone la voluntad a todos los que se encuentran debajo.

    La visión moderna que nos trae Trazegnies propone superar este análisis donde el grado de poder se mide en función de la proximidad a la cumbre. En el enfoque tradicional quienes no interactúan con la cumbre sencillamente no tienen poder. Es una concepción estadista del poder, usualmente privilegiada en el análisis político y en la manera de encarar los problemas de una sociedad.

    No obstante, este enfoque es parcial e insuficiente pues deja de lado a otros poderes cuya influencia es insoslayable. Por ello Trazegnies propone interpretar el poder como un tejido de poderes en permanente interacción, como innumerables fuerzas de diferente magnitud que recorren la trama social en diversas direcciones. Así, el poder no está constituido por “personas poderosas” sino que es el elemento vital, cuerpo social, al estar difundido en toda la sociedad.

    Con este enfoque, el poder adquiere una dimensión creadora y constructiva. Más que hablar del poder, Trazegnies propone hablar de poderes, de fuerzas pululantes.

    Al respecto señala que el cuadro de los poderes a primera vista puede todavía verse integrado por los ricos, que de una manera u otra aparecen asociados a la política, sea porque apoyan, sea porque obstaculizan las acciones del Gobierno con sus recursos económicos.

    Por consiguiente, detrás del gran poder hay siempre un gran sujeto titular, individual o colectivo -un dictador, un grupo político, una clase dominante- que organiza el aparato del poder en función de sus intereses.

    Francisco Miro Quesada, en la línea de Trazegnies, al comparar el concepto de poder político y económico señala que las decisiones para que sean políticas no tienen que ser necesariamente gubernamentales porque los grupos extragubernamentales, de hecho pueden tomar y toman decisiones políticas que afectan a la colectividad. Pero en este segundo caso la decisión debe producir un doble efecto: afectar a la colectividad y afectar a quienes toman decisiones desde el gobierno.

    Es la concepción estadista del poder la que aflora cuando se pretende solucionar todos los problemas con leyes y cuando, cada vez que encontramos una dificultad, nos quejamos que el Estado no hace lo suficiente o lo debido. Es siempre esta concepción la que está presente en la actitud mercantilista que no concibe el negocio sino bajo la sombra del Estado.

    No cabe duda que las conquistas sociales no se pueden reducir pura y simplemente a concesiones porque quien tiene el poder no tendrá razón alguna para hacerlas si no siente la influencia de otro poder que lo obliga.

    Por otra parte, cuando hablamos de “grupos de poder” o de “fuerzas sociales” resulta manifiesto que reconocemos otros poderes al margen del Estado, muchas veces de naturaleza subterránea y consiguientemente más profunda que el propio poder político.

    Más que hablar del poder debemos entonces hablar de poderes, de fuerzas pululantes, polimorfas, que dan origen a discursos y prácticas sociales que se oponen, se distinguen, se apoyan, fuerzas que se cuelan por los intersticios y las rendijas de los poderes mayores a fin de destruirlos desde dentro o quizá, a la larga, de combinarse con ellos en una formación superior.

    El poder no es así un recurso exclusivo de la función pública ni una cualidad de una clase privilegiada: está presente en mayor o menor grado en todos y cada uno de los miembros del cuerpo social.

    Tiene, pues, necesariamente, que afectarse y modificarse la conducta de quienes toman decisiones desde el aparato estatal, para que el círculo se cierre. De otra manera la relación mando-obediencia puede ser social, pero no política.

  • Poder económico

  • Como hemos podido observar el poder político no emana solamente del Estado organizado y de las autoridades que los representan con capacidad legal y coactiva sino que también nace y se encuentra en grupos organizados extragubernamentales que influyen y afectan los intereses de quienes ejercen el poder desde el Estado, variando su conducta y la de la colectividad, así como los valores y creencias considerados fundamentales para la permanencia de un sistema social determinado.

    Bertrand Russell nos habla del poder tradicional, cuya fuerza radica en la costumbre y no tiene necesidad de justificarse. Al lado del poder tradicional está el poder desnudo que se fundamenta en la fuerza. Este generalmente es militar e imperialista. Estas formas de poder son las más antiguas, pero existen otras modernas, como el poder económico y el poder sobre la opinión.

    El poder económico, junto con el poder del Estado es una de las formas de poder más importante de los dos últimos siglos. Russell sostiene que a diferencia del poder militar y del tradicional, que son primarios, el poder económico es derivado del poder del Estado, de las relaciones internacionales o de las amenazas de guerra.

    ¿En qué consiste el poder económico? Es la capacidad de decisión que tiene un individuo o conjunto de individuos para controlar los medios de producción e influir en el poder político.

    Este poder económico, por la dinámica de la influencia de quienes lo ejercen puede convertirse rápidamente en poder político. En general, las grandes oligarquías políticas son plutocráticas sobre todo porque los vínculos entre quienes ejercen el poder político y entre quienes controlan los medios de producción son muy estrechos. Este poder económico puede estar descentralizado en pequeñas zonas productivas: en el campo (terrateniente), en la industria manufactura y en las finanzas (bancos).

    Russell sostiene que en nuestra sociedad contemporánea los grandes símbolos del poder económico son las empresas transnacionales y las grandes entidades financieras las que al ampliar sus mercados más allá de sus fronteras nacionales imponen mecanismos de dominación, influencia y presión política, convirtiéndose así efectivamente en poder imperialista.

    Otra de las características esenciales derivadas del poder económico es la desigualdad social que este acarrea y que contribuye a agudizar los conflictos sociales. La naturaleza del conflicto, generado por la desigual distribución de la riqueza, dependerá de la realidad socio-económica de cada nación.

    De allí la necesidad de averiguar los costos sociales de la existencia de grupos de poder económico en el Perú y hasta donde alcanzan la influencia de estos como en grupos de presión.

  • Estructura del poder en el Perú

  • Miro Quesada Rada comentando sobre grupos económicos en el país señala que los grupos económicos gozan de poder. Su poder se sustenta en su influencia y vínculos con autoridades ejecutivas, parlamentarias, burocráticas, judiciales y militares.

    Son varios los grupos de poder económico que existen en el país pero podemos señalar que en la actualidad hay dos predominantes: exportadores e industriales. Históricamente el grupo terrateniente fue relevante pero fue destruido por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado quien señaló que su revolución destruyó el esfuerzo de la oligarquía nacional.

    Si bien la revolución militar de 1968 destruyó el poder de los grupos familiares terratenientes también destruyó la economía rural y el potencial del campo el que sufrió una postración de 30 años bajo un modelo cooperativo condenado al fracaso desde su concepción por la falta de apoyo del Estado y la poca preparación del agricultor.

    En todo caso varios grupos agricultores pudieron transformarse en industriales (Grupo Romero) o financieros (Grupo Picasso) sobreviviendo a la debacle de los grupos tradicionales.

    Estos dos grupos económicos, industriales y exportadores, utilizan al Estado para lograr beneficios económicos y cuentan con recursos, no sólo económicos, para influir en la sociedad peruana. Estructuralmente constituyen una oligarquía y son la máxima expresión de la élite peruana. También establecen vínculos y relaciones con los partidos políticos.

    En los últimos años los empresarios, a través de diversas organizaciones (SNI, ADEX, CONFIEP, CONACO, APEMIPE, Cámara de Comercio de Lima), participan cada vez más en política, tal corno los demuestra el hecho que en la actualidad hay parlamentarios empresarios y muchos han ingresado a las filas de partidos políticos con quienes tienen identificación ideológica y programática.

    Miro Quesada cita a Galbraith para explicar que la naturaleza del poder de estos grupos económicos es esencialmente compensatoria. Se sustenta en el control del dinero y en su capacidad de producir a gran escala y por ello su grado de influencia sobre las autoridades es considerable.

    No por ello podemos dejar de señalar la existencia de conflictos entre el poder político, entendido como poder gubernamental. y el poder económico.

    Estos conflictos se han producido indistintamente durante gobiernos militares y civiles. La lista es larga. Estos conflictos se producen cuando los gobiernos deciden afectar los intereses de grupos de poder económico o de presión, o cuando dichos grupos quieren imponer su voluntad a los gobiernos y no lo consiguen.

    La estructura dinámica del poder influye en el sistema político. Es más, éste último no se podría comprender sin analizar cómo está constituida dicha estructura y cómo funcionan las relaciones del poder de estos grupos con el gobierno de turno.

    El verdadero poder en el Perú está centrado en élites económicas, políticas, militares y culturales. Otro sector del poder lo integran aquellos sectores vinculados a las élites anteriores pero que no forman parte de la misma. Estos establecen relaciones de sujeción o intentan incorporarse al aparato decisional del gobierno.

    Miro Quesada señala que la mayoría de los peruanos constituyen grupos que no tienen posibilidad de acceder al poder. Carecen de poder político y económico y no pueden acceder ni siquiera al nivel tentativo de la élite militar o cultural. Se encuentran en estado de marginación total.

    Scott, citado por Miro Quesada, señala que la democracia política no es suficiente para tener poder. Para gozar del poder los ciudadanos deben participar en áreas de importancia, entre las que se puede mencionar la socioeconómica y la sociocultural, fundamentalmente por dos razones:

  • Porque el desarrollo socioeconómico, científico y tecnológico contribuirá a superar el estado de pobreza y marginación social que existe en el Perú.

  • Porque el desarrollo sociocultural permitirá un mayor nivel de socialización política, el progreso de la cultura y de la participación política.

  • La educación masiva y en igualdad de oportunidades permitirá una mayor cultura general y especializada, además de una mayor conciencia cívica, vale decir, política, que en términos racionales y reales tenderá hacia una cultura para la democracia. Pero, paralelamente, también contribuirá a que el ciudadano participe cada vez más en la vida política de la nación, participación que deberá expresarse no sólo formalmente, sino porque el ciudadano sabrá hacer valer sus derechos y superará la ignorancia política producto de la injusticia social, económica y cultural.

    Existen dos tendencias que estudian el grado de interdependencia entre economía y política: la determinista y la no determinista. La primera tiene a su vez dos vertientes. Aquella que sostiene que los fenómenos políticos están determinados por los fenómenos económicos y otra, que sostiene precisamente lo contrario, es decir, que los fenómenos económicos están determinados por los políticos. La segunda se opone a estos argumentos y sostiene que no hay determinación, ni dependencia absoluta, sino que por el contrario hay interacción entre la práctica económica y la política.

    El determinismo es la doctrina que sostiene la dependencia de cada fenómeno con respecto a los demás de tal suerte que mediante el conocimiento de todas las circunstancias dadas en una situación puede conocerse los hechos que han de derivarse necesariamente de ella.

    Otra cosa es señalar la interacción entre la economía y la política y precisar por medio de una metodología sistemática y rigurosa, las circunstancias en las cuales un elemento tiene mayor importancia sobre el otro y cuál es su grado de dependencia, autonomía e influencia.

    En este sentido advierte Germán Bidart Campo que una relación entre economía y eficacia de poder nos permite atisbar que en la sociedad de hoy, un componente primordial de la eficacia en general significa desarrollo económico. No hay que caer en obsesiones económicas, pero sí tener la sensatez de prestar atención a la eficacia de poder en el campo de la economía -que de algún modo es el bienestar material- sin por eso subestimar la similar eficacia de otros medios.

    Humberto Campodónico, Manuel Castillo Ochoa y Andrés Quispe en la obra “De Poder a Poder”, opinan que las relaciones que se establecen entre la economía y la política suelen ser conflictivas y erráticas.

    Los numerosos intentos de estudiar ambas simultáneamente han tenido desenlaces poco fructíferos. La economía terminaba explicando de manera determinista los avatares de la política, o la política se quedaba en un autosuficiente despliegue de reflexiones sin mayor relación con la economía.

    El concepto económico del poder proviene esencialmente de un enfoque económico en el estudio de la Ciencia Política. Inclusive suele mencionarse que cuando un sistema económico es desarrollado también lo será su sistema político.

    Los sistemas políticos son desarrollados y estables porque el sistema económico es estable. Además una sociedad políticamente desarrollada tendrá una forma de gobierno democrática. En cambio, en los sistemas económicos subdesarrollados, como el nuestro, las formas de gobierno son autoritarias e inestables. Ello significa que el sistema político también es subdesarrollado porque lo es el sistema económico y que en estas condiciones la estabilidad de la democracia no es posible.

    Sin embargo cabe la atingencia de la inestabilidad de la democracia porque es cierto que, en condiciones de marginación y pobreza, la democracia se encuentra con dificultades para alcanzar su estabilidad. No obstante, hay sociedades con economía atrasada que cuentan con un sistema político evolucionado como en la India.

    Puede también presentarse una situación inversa, esto es, sociedades cuyos sistemas políticos no son desarrollados y, en cambio, sí lo son económicamente. Por ejemplo Corea del Sur que recientemente empieza a institucionalizar su democracia, Hong Kong, Singapur o África del Sur. No puede, pues, generalizarse en este tema.

    Miro Quesada Rada analiza profundamente los planteamientos económicos en política, él dice que debe tomarse la palabra interés. El término está relacionado a un concepto económico pero como se sabe no todo interés es económico. Hay intereses políticos, sociales, culturales, religiosos, ideológicos, éticos, estéticos, quienes se orientan a ver la política desde una perspectiva economicista que tendrán la tendencia a relacionar los intereses económicos con los diversos intereses políticos, dando la impresión que lo que mueve a una persona a actuar en política es la aspiración económica y como sabemos esto no siempre es así.

    El poder económico se manifiesta en diversas formas siendo una de ellas el uso de poder para obtener beneficios económicos.

    1.4. Grupos de poder económico

    La tendencia en las últimas décadas ha sido que los países que comparten culturas e historias comunes traten de agruparse en bloques económicos, para buscar una mayor integración entre ellos, dándoles una mayor fortaleza a sus economías en temas de índole comercial, política y social. Esta nueva configuración regional estimula a los países a formar parte de grupos económicos y a no mantener sus economías aisladas.

    Además este nuevo arreglo internacional favorece los procesos de negociación entre grupos, ya que se trata de acceder a mercados más grandes.

    El flujo de comercio entre los países se ve influenciado por los acuerdos de liberalización comercial que se dan entre los grupos económicos para facilitar el libre flujo de mercancías entre ellos y con otros grupos económicos.

    Campodónico, Castillo y Quispe señalan las diversas teorías sobre poder económico:

    El análisis del poder económico ha estado comúnmente relacionado a los estudios sobre concentración y centralización del capital, tanto desde el punto de vista de las teorías económicas como de las sociológicas.

    En lo que se refiere a los análisis económicos, existen diferentes enfoques, casi todos ellos provenientes de estudios realizados en los países industrializados. Por ejemplo, la teoría neoclásica concentra sus estudios en los obstáculos al funcionamiento de la competencia perfecta, tanto por el lado de la oferta como de la demanda.

    Un caso clásico lo constituyen los monopolios y los oligopolios (por el lado del control de la oferta), y los monopsonios y oligopsonios (por el lado de la demanda). Al poseer el poder para distorsionar la libre fijación de precios, estos agentes económicos de hecho se constituyen en grupos de poder dentro de la economía.

    De otro lado, existe un enfoque que explica la tendencia a la centralización económica a partir de las necesidades de expansión de las empresas. En esta tradición se incluyen las hipótesis neoclásicas de la minimización de costos así como la explicación institucionalista de la búsqueda del poder; la teoría gerencialista del crecimiento de la empresa y el enfoque neoinstitucionalista del mercado y las jerarquías.

    Para investigar un grupo de poder económico es necesario centrar el análisis a nivel nacional debido a que los grupos económicos surgen acorde a la realidad política, económica e histórica de cada país. Se definen los grupos del poder dentro de los parámetros históricos de donde han emergido.

    Podemos definir a los grupos económicos como un conjunto de empresas de naturaleza y especialidad diversas dirigidas de acuerdo a una política común y al servicio de un interés financiero predominante, manteniendo en el interior del grupo, su autonomía jurídica.

    Las empresas que forman parte de un grupo no aparecen jerarquizadas como el trust o los holdings, sino más bien unidas entre sí a través de múltiples relaciones funcionales, financieras o personales. Cualquiera sea la estructura que adopten, la intención que persiguen estas empresas al constituirse en grupos económicos es la de lograr una mayor rentabilidad y ésta puede ser obtenida ya sea por la reducción de costos o por elevación de sus precios de venta.

    Las empresas industriales que integran los grupos económicos comúnmente se reparten los mercados, las fuentes de materias primas, acuerdan precios y se distribuyen los pedidos.

    En los grupos económicos peruanos estas situaciones ocurren frecuentemente en forma de decisiones expresas tomadas por los directivos del grupo económico.

    Elemento usual en todo grupo económico es la existencia de un banco comercial conectado a una serie de empresas dedicadas a la agricultura, minería, petróleo, industria manufacturera, construcción y bienes inmuebles, comercio, turismo, transportes, almacenamiento, financieras y servicios financieros, seguros, medios de comunicación y servicios diversos.

    Los bancos comerciales al transformarse en el corazón del grupo económico se convierten igualmente en centro neurálgico del país, en los “trust de los cerebros” en torno al cual fluyen los hilos de todas las empresas y quienes a su vez dictan a la pirámide del grupo el programa de acción a seguir. La propia lógica que asume el desarrollo del grupo convierte a éste en una unión muy ramificada.

    La forma que asumen es consecuencia de la acumulación del capital y de la enorme concentración que opera en los grupos quienes con frecuencia, ante la imposibilidad de hacer uso lucrativo de sus recursos optan por el camino de diversificar sus inversiones, así el economista S. Menshikov sostiene que los grupos económicos son formas superiores de monopolización.

    El grupo financiero ha sido definido usualmente como grupo de empresas en el cual al menos una es una institución financiera bajo control común. Los modos de control se pueden clasificar en dos: absolutos y relativos, dependiendo de si se tiene más o menos del 50% de las acciones.

    Las modalidades relativas de control dependerán esencialmente de la distribución de los accionistas y del tamaño de los bloques accionarios más grandes. Los grupos son menos estables y requieren un mayor grado de compromiso en la modalidad relativa que en la modalidad absoluta que no requiere de alianzas para mantener el control del negocio.

    Una característica interesante del sector financiero peruano es que, a diferencia del sector empresarial, las familias locales comparten el control con instituciones financieras extranjeras. Esto parecería ser resultado directo de la política del General Velasco de peruanizar el sistema financiero, lo que forzó a la reducción de la participación extranjera en instituciones financieras locales a 20% del capital. Al transferir sus acciones a prominentes familias locales éstas recuperaron su antigua posición en el sector financiero.

    Sin embargo, esto está cambiando con la entrada del sector de la banca al mercado global sin limitación alguna y la consiguiente entrada de bancos internacionales al sector lo que ha motivado una febril compra de bancos pequeños y la concentración del sector en pocas manos mayormente extranjeras.

    Ciertamente no hay ninguna sugerencia que se trate de control bancario ya que un punto en donde todas las investigaciones sobre el tema coinciden es que en el Perú todas las firmas miembros de grupos están bajo alguna modalidad de control familiar.

    Los bancos no son grandes accionistas de las empresas. Sin embargo siempre hay la posibilidad que, aun cuando los bancos no posean acciones de empresas del grupo, los grupos estén organizados con un banco en la cima.

    La mayoría de los grupos gira alrededor de compañías productoras principalmente industriales. Los bancos y otras empresas financieras son sólo una pieza más del rompecabezas. El grupo Prado probablemente fue la excepción. De ningún modo la regla.

    Al examinar las características estructurales de los grupos, encontramos que, en términos de organización, inversiones o diversificación, los grupos financieros son básicamente industriales, si bien hay una proporción significativa de ellos en construcción y comercio, casi la mitad de las inversiones de las compañías líderes o de los grupos se hayan en la industria manufacturera.

    Con respecto al Perú, Eduardo Anaya piensa que el poder económico lo ejercen los grupos económicos. El interés financiero predominante es la cuestión central en su definición de grupo económico, pues es esta característica la que le permite hacerse depositario del poder económico. Uno de los rasgos más distintivos del grupo es la diversificación de sus intereses. Anaya afirma que los bancos, transformados en grupos económicos, son los que ejercen el poder económico en el país.

    Ludovico Alcorta, quien ha realizado los análisis más acabados sobre la centralización económica dice que lo que determina la existencia de un grupo son sus vínculos estructurales. Un grupo financiero se halla fuertemente ligado cuando está unido predominantemente a través de vínculos de propiedad y estará débilmente unido cuando otro tipo de vínculo prevalezca.

    Vásquez y Reaño señala que el grupo se concibe como el conjunto articulado de unidades de producción, de bienes y servicios que operan bajo una gestión conjunta y cuyos vínculos de enlace se expresan a distintos niveles.

    El objetivo de los grupos es el crecimiento, estrategia que conlleva la ampliación del capital del grupo en una secuencia de inversiones que implica necesariamente la integración y la diversificación.

    Frecuentemente el grupo de poder económico posee industrias de punta de su sector. Asimismo, estas empresas poseen una dirección centralizada que es la que decide la política común. Esta definición alude a un criterio de dimensión antes que al de control de mercado, competidores, precios, proveedurías, insumos, etc. que puede poseer un grupo de poder económico sobre la economía nacional o las actividades de los sectores en que opera.

    Un grupo de poder económico puede compartir con otro grupo de poder económico la propiedad y la dirección de la institución bancaria o financiera a la cual están ligados. En la medida que estos grupos de poder no tienen por qué ser iguales en su composición productiva ni en su diversificación sectorial -y en los hechos no lo son-, cada uno puede tener una racionalidad económica y financiera articular, razón por la cual ésta no tiene por qué coincidir en todo momento del proceso económico.

    Como dice Carlos Otero, uno de los directores entrevistados por Campodónico, Castillo y Quispe, es en la dirección del banco donde se ventilan y se solucionan (o tratan de solucionarse) los distintos intereses de los grupos de poder económico, no descartándose la eventualidad de conflictos (mayores o menores) entre ellos.

    La finalidad del grupo de poder económico es incrementar la tasa de ganancia, es decir, lograr una rentabilidad mayor. Está comprobado que el acceso al crédito es esencial al crecimiento y a la mayor acumulación, así como al aumento de la rentabilidad.

    Es por ello que un elemento central e imprescindible para nuestra definición de grupo de poder económico es la participación en la propiedad (mayoritaria o no) de una institución bancario o financiera.

    CAPÌTULO II: ENFOQUES TEÒRICOS SOBRE LOS GRUPOS DE PODER ECONÒMICO

    El concepto de grupo de poder económico está relacionado con el de poder económico; en tal sentido hemos estimado conveniente realizar primero una reseña de los principales enfoques y teorías que a nivel internacional se han ocupado del análisis del poder económico.

  • Análisis a nivel internacional

  • El análisis del poder económico ha estado comúnmente relacionado a los estudios sobre concentración y centralización del capital, tanto desde el punto de vista de las teorías económicas como de las sociológicas.

    En lo que se refiere a los análisis económicos, existen diferen­tes enfoques, casi todos ellos provenientes de estudios realizados en los países industrializados. Por ejemplo, la teoría neoclásica concentra sus estudios en los obstáculos al funcionamiento de la competencia perfecta, tanto por el lado de la oferta como de la demanda. Un caso clásico lo constituyen los monopolios y los oligopolios (por el lado del control de la oferta), y los monopsonios y oligopsonios (por el lado de la demanda). Al poseer el poder para distorsionar la libre fijación de precios, estos agentes económicos de hecho se constituyen en grupos de poder dentro de la economía.

    De otro lado, existe un enfoque que explica la tendencia a la centralización económica a partir de las necesidades de expansión de las empresas. En esta tradición se incluyen la hipótesis neoclá­sica de la minimización de costos, así como la explicación institu­cionalista de la búsqueda del poder; la teoría gerencia lista del crecimiento de la empresa y el enfoque neoinstitucionalista del mercado y las jerarquías.

    Existen también otros enfoques al respecto. Desde el punto de vista de la escuela marxista, bajo la presión de la competencia, cada capitalista individual se ve obligado a bajar sus costos de producción para así disminuir sus precios y defender o ampliar su mercado. De esa manera, puede mantener sus ganancias. Esta baja de los costos de producción (mediante el incremento de la plusvalía absoluta o relativa), deja fuera a aquellos capitalistas con menor capacidad de mecanización, los que son penalizados pues su plusvalía es transferida hacia aquellos sectores más mecanizados.

    Debido a ello, la competencia intercapitalista suscita una concentración y una centralización de capital que tiene como objetivo paliar la insuficiencia de capitales a nivel de cada empre­sa. La dimensión media de las empresas sobrevivientes se eleva, a la vez que absorbe a las empresas menos pudientes. Así es como se forman algunos grandes monopolios que centralizan lo esencial de los medios de producción y ejercen un fuerte poder económico.

    Un estudio clásico sobre el poder económico, basado en el análisis de Marx, es el realizado por Rudolf Hilferding (1972) en la primera década de este siglo. A partir de su observación sobre el desarrollo de la banca y la industria (así como de cambios institucionales importantes como la aparición de la sociedad anó­nima), Hilferding concluye que se ha formado un capital financie­ro, en cuyo proceso el desarrollo del crédito ocupa un lugar central. Esto da lugar a la dependencia de las industrias con respecto a los bancos. Además como señala Hilferding, el Banco tiene que fijar en la industria una parte cada vez mayor de sus capitales. Así, se convierte en un capita­lista industrial en proporciones cada vez mayores.

    Este grado de poder, así como las formas y circunstancias históricas específicas de su surgimiento y evolución tienen características particulares.

    En lo que concierne a las teorías que explican la centralización económica y el consiguiente poder económico- como resultado de la habilidad empresarial, el planteamiento de Nathaniel Leff tiene singular importancia para el caso de los países subdesarrollados. Leff afirma que en estos países existen carencias de los insumos más importantes para el desarrollo: las habi­lidades empresariales, informacionales y gerenciales. Además de esto, los canales de distribución de los inputs y outputs son defectuosos o no existen. Finalmente, los mercados domésticos son por lo regular pequeños y altamente concentrados, mientras que los mercados a futuro y de riesgo están ausentes por completo.

    Es por ello que existe una tendencia a que gran parte del sector industrial de propiedad nacional, y particularmente las actividades que utilizan técnicas relativamente modernas y de uso intensivo de capital, están organizadas en un patrón institucional, que podemos llamar Grupo.

    Esto formación de estos "grupos" ha determinado que un numero relativamente pequeño de agentes económicos controle una gran parte del total de los activos privados del sector moderno de la economía.

    Esto otorga a los "grupos" un importante poder económico, motivo por el cual su estudio debe ocupar un lugar central en el análisis económico de los países subdesarrollados. Si bien la formación de grupos económicos en los países subdesarrollados responde, según Leff, a las necesidades de captar recursos y superar la distorsión de los mercados, la variable poder no tiene un definido sentido socio-político. Es por eso que debemos revisar a otros autores que sí colocan esa variable como fundamental.

    Es importante, dentro de este marco, el análisis realizado por Dahse (1983), quien ha incorporado la variable poder referida a la estructura económica. Dahse afirma que un grupo económico se puede definir como una persona, varias personas asociadas o una familia que controla un significativo número de empresas de distintas ramas o sectores de la actividad económica nacional. Ello con la finalidad de diversificar sus inversiones para reducir sus riesgos y obtener una estabilidad rentable y creciente a largo plazo.

    En lo que concierne a la relación entre grupos económicos y poder, Dahse dice que el poder económico de una persona o grupo de personas se sostiene por un lado en la propiedad patrimonial y el control que ejercen sobre los sistemas de decisión de conglomera­dos, lo cual les permite decidir el des tino de excedentes económicos que generan y, por otro, en su capacidad de controlar y movilizar recursos financieros.

  • Análisis nacional del poder económico

  • La década del veinte

  • Para José Carlos Mariátegui, el Perú de la segunda mitad de la década del veinte, mantiene, no obstante el incremento de la minería, su carácter de país agrícola" También constata el sur­gimiento del capital financiero y del endeudamiento externo. Con respecto al capitalismo, Mariátegui percibe el desenvolvimiento de una clase capitalista, dentro de la cual cesa de prevalecer como antes la antigua aristocracia. La propiedad agraria conserva su potencia; pero declina la de los apellidos virreinales. Se constata el robustecimiento de la burguesía.

    Mariátegui piensa que la base del poder económico se susten­ta, por tanto, en la gran propiedad latifundista y, en menor medida, en las propiedades mineras. Constata que, si bien las exportaciones mineras (en las cuales se incluye el petróleo) son superiores a las agrícolas, esto no significa la preeminencia de la minería, pues tiene que tomarse en cuenta la importancia de la producción agrícola para el mercado interno.

    Pero eso no significa que el poder económico esté en manos de los latifundistas, propietarios de la tierra. En realidad, dice Mariátegui, éstos se han contentado con servir de intermediarios al capital extranjero en la producción de algodón y azúcar. La mine­ría, el comercio, los transportes, se encuentran también en manos del capital extranjero.

    En otras palabras, las clases dominantes agrarias están subordinadas al capital extranjero, posición que se retorna en un texto posterior.

    Mientras la política imperialista logre manejar los senti­mientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir a la inter­vención armada ya la ocupación militar, contará absolu­tamente con la colaboración de las burguesías. Aunque enfeudados a la economía imperialista, estos países, o más bien sus burguesías, se considerarán tan dueños de sus destinos como Rumania, Bulgaria, Polonia y demás países dependientes de Europa.

    Para Víctor Raúl Haya de la Torre (1986), fundador del APRA, los problemas son bastante parecidos: los tradicionales propieta­rios de las riquezas nacionales, los famosos ''barones del azúcar y del algodón", eran aristocráticos, especuladores, rentistas y para­sitarios, siendo responsables de la asfixia del desarrollo de la nación. Con ello, Haya se refería a las criollas burguesías inci­pientes, que son como las raíces adventicias de nuestras clases latifundistas, se les injerta desde su origen el imperialismo, domi­nándolas.

  • El debate sobre la oligarquía

  • El debate acerca del poder económico renació en la década del sesenta con numerosos anàlisis sobre la oligarquía peruana.

    Para Franscois Bourricaud (1967), el poder económico en el Perú estaba en manos de una oligarquía, entendida como un pequeño número de personas que toman las decisiones para favorecer, también, a un pequeño número de personas. El poder econó­mico de la oligarquía se basa en la propiedad agraria, coincidiendo en este punto con los análisis de Mariátegui y Haya de la Torre. Pero la sociedad peruana no se había quedado estática durante medio siglo. La penetración y extensión de las relaciones mercan­tiles había dinamizado otros sectores más propiamente capitalistas. Y la oligarquía había sabido diversificarse, extendiendo su poder hacia esos sectores económicos:

    La oligarquía juega en varios tableros: agricultura de exportación, actividades mineras, sin decir nada de la banca y la especulación de la tierra.

    Está presente allí donde haya dinero que ganar. No produce principalmente para el mercado nacional, sino que vende en Nueva York, Londres, Hamburgo. Se esmera en colocar sur; cosechas en los mercados extranjeros y si bien no controla completamente la comercialización del algodón, sí vende In mayor parte de su azúcar. Oligarquía exportadora, por supuesto. Pero como moviliza la masa de recursos del crédito, puede financiar la importación. Pien­sa primero en satisfacer sus propias necesidades: mecáni­ca agrícola, engrases, productos anticriptogámicos o equipos para las minas. A estas importaciones ligadas a las necesidades de la agricultura do la costa o de la extracción minera, hay que agregar la importación de mecánica ge­neral y de bienes de consumo semidurables como el auto­móvil, los equipos eléctricos y domésticos.

    Entonces, para Bourricaud, si bien el poder económico de la oligarquía nace de la propiedad agraria, éste se ha diversificado, abarcando casi todos los sectores económicos, incluido el financie­ro. Esta diversificación tiene mucho que ver con la noción de grupo de poder económico (que veremos más adelante). Por otro lado, para Bourricaud, no existe una relación subordinada con el capital extranjero sino que, más bien, la oligarquía es capaz de potenciar sus intereses particulares en una negociación constante con éste.

    En el análisis de Bourricaud encontramos también algunos antecedentes de importancia sobre las características de centrali­zación de la economía peruana pre-Velasco, las mismas que luego se han recreado aunque, por cierto, con una estructura económica profundamente modificada, sin la presencia de la oligarquía y en relaciones distintas con el capital extranjero.

    Para Jorge Bravo Bresani (1966), la propiedad de la tierra es fuente de riqueza y de acumulación, pero, eso no quiere decir que la propiedad como tal sea la fuente del poder económico:

    La tierra y esto casi exclusivamente en la costa no cambia de función sino más tarde, en el transcurso del tercer tercio del S. XIX, cuando el cultivo de la caña (luego reemplazado en parte por el algodón) se industrializa y sus productos se exportan. Pero entonces también, estando la tierra en poder de propietarios ausentistas (o simplemente incapaces de comprender el cambio y aprovechado), ella no constituye una fuente primaria de poder, si no una presa para el comerciante, el hombre político y, sobre todo, para la empresa extranjera o aquella que, nacida en el país, se vuelve tal posteriormente (British Sugar, Gildemeister, Grace).

    En otras palabras, el capital extranjero, sobre todo de carácter comercial y especializado en la exportación, se apropia de la tierra, tomándola como medio de abasteci­miento, u organizando, por intermedio de la habilitación y el crédito, a los propietarios originarios para que elaboren los productos que las entidades foráneas se encargarán de exportar.

    Bravo Bresani afirma que el capital extranjero es aquel que posee el verdadero poder económico y no los propietarios agra­rios, pues los primeros se abastecen de la tierra (con productos que desean exportar) y también "encargan" la producción a los propietarios mediante la habilitación y el crédito.

    Retornando a formulaciones de Mariátegui, Bravo Bresani afir­ma que los propietarios nacionales están enfeudados al capital extranjero. Por tanto, debe rechazarse la noción de que el poder económico en el Perú está en manos de una oligarquía. Si bien ésta existe, no tiene un poder propio y es simplemente una intermedia­ria de intereses extranjeros, la oligarquía es solamente un conjunto de intermediarios (una masa sin poder propio), de alguna manera similar a la que corresponde al mundo, pero sin duda diferente. Lo que queda en nuestras manos no es, pues, un grupo homo­géneo, más o menos permanente, capaz de decidir por su cuenta -aun en el caso en que sus miembros logren un acuerdo general, lo que no parece demasiado probable-, sino más bien una poliarquía de intermediarios, heterogé­nea, variable y solamente capaz de negociar las condiciones, unas veces casi impuestas y otras mendigadas, que permitirán cumplir las decisiones extranjeras, en forma de manufacturas totalmente confeccionadas o de productos “semi-terminados”. En última instancia, es sólo la capa más alta de las clases medias, que se diferencia de su matriz al identificarse con intereses poderosos y foráneos."

    Bravo Bresani afirma, entonces, que no hay un poder econó­mico de esta oligarquía de intermediarios. Estos no harían más que poner en marcha los intereses extranjeros a través de un régimen político de dominación, el cual se ejercería a través de esta poliarquía intermediaria.

    Para Henri Favre (1969), la oligarquía peruana, si bien es fundamentalmente "azucarera y algodonera", ha avanzado mucho en su diversificación. Las grandes familias que componen la oligarquía han levantado verdaderos "imperios" económicos que se extienden y ramifican en todas direcciones y que, conjuntamen­te, representan lo esencial del potencial de la producción del Perú.

    La oligarquía está compuesta por una red familiar bastante densa, que incursiona en la banca, las compañías de seguros y reaseguros, organiza los circuitos de distribu­ción interna, el comercio de exportación e importación y, después, lotiza, urbaniza y construye las aglomeraciones costeras a las que llegan los flujos migratorios de la Sierra desde 1930. Por último, son las que en fecha reciente aseguran la emergencia de las industrias de transforma­ción y de algunas industrias pesadas que hoy existen en el país.

    Por esas consideraciones, Favre concluye sosteniendo tesis cercanas a las de Bourricaud y opuestas a las de Bravo Bresani:

    "Lo que queremos decir es, en primer lugar, que la oligar­quía, contrariamente a lo que se ha hecho creer a algunos de sus adversarios virtuales, no es una minoría nacional 'oprimida' casi como los indios, por los 'monopolios' extran­jeros. En segundo lugar, que la oligarquía al diversificar sus actividades y al extender/as más allá del cuadro estric­tamente peruano, se ha fusionado con una clase capitalista que dirige una economía sin fronteras, formada por el conjunto de países del hemisferio occidental."

    La oligarquía, entonces, no está oprimida por el capital extran­jero y, debido a su diversificación y salida al mercado externo, ha "fusionado" lazos con la clase capitalista internacional, lo que es diferente a subordinación o enfeudamiento. En otras palabras, ejerce el poder económico, compartiéndolo con el capital extranje­ro.

    El debate sobre los depositarios del poder económico: la oligarquía peruana, el capital extranjero, o una combinación de ambos, aparecerá nuevamente en la década del ochenta. Aunque en esta etapa, para la mayoría de los analistas y estudiosos, el crecimiento de los grupos nacionales inclinará la balanza a su favor.

  • Reseña del análisis en el Perú en el período 1975-90

  • El advenimiento del gobierno militar en 1968 significó la puesta en marcha de profundas reformas estructurales (reforma agraria, nacionalización de compañías extranjeras, reformas de la empresa), así como una política de crecimiento hacia adentro -lla­mada también de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) basada en medidas de protección del mercado interno, impulso a la demanda agregada, entrada vigorosa de las empresas estatales en la vida económica, entre otras.

    Como consecuencia, se registraron cambios radicales en la estructura del poder económico, siendo fundamentales:

    a) La desaparición de la oligarquía latifundista (debido a la reforma agraria).

    b) El menor peso del capital extranjero en los sectores petro­lero (nacionalización de la IPC), minero (nacionalización de la Cerro de Pasco y Marcona), industrial (compra de compañías pesqueras); bancario-financiero (reorganización del sistema fi­nanciero, impidiendo la entrada de bancos extranjeros); y de telecomunicaciones.

    c) El fortalecimiento del Estado a través de las empresas públicas (Petroperú, Hierroperú, Mineroperú, Centromín, Entel, Pescaperú, Electroperú) y del control sobre las grandes cooperativas agrarias azucareras.

    d) El fortalecimiento del capital nacional debido al impulso de las políticas de industrialización así como a las medidas de pro­tección al mercado interno.

    Todos estos cambios conducen a nuevos estudios. Pero esta vez los marcos teóricos tradicionales, así como sus conceptos (oligarquía) ya no son útiles para el estudio de la estructura del poder económico peruano, que ha variado de una sociedad agraria rural a una sociedad urbana industrial con mayor difusión de relaciones capitalistas.

    Malpica sostiene que el análisis del poder económico en el país en la década del ochenta debe hacerse a partir de la constatación de los múltiples lazos entre diferentes empresas, presentes en varios sectores de la economía, y que tienen una dirección común.

    Para Malpica estos conglomerados conforman grupos de po­der, que él distingue en varias categorías. Una de ellas es la de grupos de poder económico familiar, que alude fundamentalmen­te a la vinculación de la propiedad de los recursos económicos con el sistema de parentesco. También utiliza la categoría de grupo de poder financiero que: "es aquel en el cual a través de un banco u otra entidad financiera se vinculan dos o más grupos de poder económico-familiares entre sí.

    En su libro Malpica comienza estudiando, en primer lugar, a los "grupos económico-familiares" ligados a los bancos, es decir, a los llamados "grupos de poder financieros". Malpica considera que en el Perú son más importantes los "grupos de poder económico familiar" que poseen bancos, que los que no los tienen.

    Por su parte, Eduardo Anaya piensa que el poder económico lo ejercen los grupos económicos, pueden definirse como un conjunto de empresas de natu­raleza y especialidades diversas, dirigidas de acuerdo a una política común y al servicio de un interés financiero predominante, manteniendo éstas, al interior del grupo su autonomía jurídica.

    El interés financiero predominante es la cuestión central en su definición de grupo económico, pues es esta característica la que le permite hacerse depositario del poder económico. Debe anotarse, también, que uno de los rasgos más distintivos del grupo es la diversificación de sus intereses.

    Anaya considera que para el grupo económico es imprescindible conectarse a un banco comercial el elemento imprescindible en todo grupo económico es la existencia de un banco comercial conectado a una serie de empresas dedicadas a la agricultura, minería, petróleo, industria manufacturera, construcción y bienes inmue­bles, comercio, fomento al turismo, transportes, almacena­miento, financieras y servicios financieros, seguros, me­dios de comunicación y servicios diversos, etc.

    Y no sólo eso. Anaya va más lejos en su tipificación de grupo económico, pues estima que los bancos comerciales se transforman en grupo económico y son la cabeza del mismos los bancos comerciales, al transformarse en grupo econó­mico, se convierten en los centros neurálgicos del país, en los 'trusts de los cerebros', en torno al cual fluyen los hilos de todas las empresas y quienes a su vez dictan a la pirámide del grupo el programa de acción a seguir.

    Anaya afirma que los bancos transformados en grupos econó­micos son los que ejercen el poder económico en el país.

    Para Ludovico Alcorta (1986, 1987), quien ha realizado uno de los análisis más acabados sobre la centralización económica, lo que determina la existencia de un grupo son sus vínculos estructurales. Un grupo financiero se halla fuer­temente ligado cuando está unido predominantemente a través de vínculos de propiedad y estará débilmente unido cuando otro tipo de vínculo prevalezca. Es obvio que debe­ría haber una clasificación del tipo de continuum, ya que resulta poco probable el que, por ejemplo, todas las empre­sas de un grupo se hallen unidas solamente por una propiedad mayoritaria o, en el otro extremo, sólo por relaciones informales. En los países en vías de desarrollo, la mayor parte de los grupos financieros tenderá a estar del extremo más fuertemente ligado (y no del débil) debido a la concentración de la propiedad.

    Alcorta no analiza de una manera directa la relación entre los grupos financieros y el Estado pues no es ese el tema de su estudio. No obstante afirma, con respecto a las condiciones macroeconómicas internacionales y nacionales, que es cierto que los grupos financieros tienen mucho que ver con la determinación de dichas condiciones -de hecho, es posible verlos como el puente institucional entre los nive­les micra y macroeconómicos-, pero su intervención se halla mediatizada por el Estado, que es quien en última instancia se halla a cargo del manejo económico, y por las condiciones internacionales en las que operan dichos gru­pos y su Estado. Resulta obvio que, de tratarse de un país en vías de desarrollo, su capacidad para influenciar las condiciones internacionales resulte muy limitada. En con­secuencia, al discutir las cuestiones de control, hegemonía y dominación, se le debe hacer teniendo en cuenta a este telón de fondo, y haciendo referencia al período en cuestión, ya que los cambios en las condiciones domésticas e internacionales abren o cierran diferentes alternativas.

    Para Vásquez y Reaño el grupo se concibe como el conjunto articulado de unidades de producción de bie­nes y servicios que operan bajo una gestión conjunta y cuyos vínculos de enlace se expresan a distintos niveles.

    El objetivo de los grupos es el crecimiento, estrategia que conlleva la ampliación del capital del grupo en una se­cuencia de inversiones que implica necesariamente la integración y la diversificación.

    El análisis de ambos autores se diferencia del de Anaya en la medida en que este último afirma que son los bancos los que controlan a los grupos de poder, pero desde nuestro punto de vista no es exacto considerar a cada banco como un grupo, como si el banco fuese una entidad autónoma bajo la cual se controlan a todas las empresas que dependen del crédito. El análisis del acciona­riado de los bancos muestra, por el contrario, que son contro­lados por grupos de empresas. Esto es, los bancos son instru­mentos de los grandes grupos económicos dentro de su estrategia de crecimiento.

    Por otro lado, Vásquez y Reaño consideran que el surgimiento de los grupos otorga varias ventajas, entre las que se encuentran: ventajas financieras (mayor capacidad de generar ingresos), poder de mercado (debido a la diversificación), disposición de mayores montos de crédito y en mejores condiciones, ensanchamiento de las fuentes de recursos empresariales, ahorro de recursos empresariales escasos, aumento de la movilidad gerencial y posibilidades de transnacionalización.

  • Diferenciación entre grupo económico y grupo de poder económico

  • La categoría de grupo económico puede aplicarse a varios tipos de grupos. Por ejemplo, si dos empresas tienen un mismo dueño, ellas pueden constituir un pequeño grupo económi­co. Lo mismo puede decirse de grupos constituidos por la propie­dad común de un número bastante mayor de empresas.

    Definimos al grupo de poder económico como aquel que está constituido por un conjunto de empresas que tienen participaciones mayoristas en diversos sectores económicos, esto no quiere decir que tengan una participación mayoritaria en todos y cada uno de los sectores en los que participan. Frecuentemente, el grupo de poder económico posee las industrias de punta en el sector. Asi­mismo, estas empresas poseen una dirección centralizada que es la que decide la política común. En ese sentido nuestra definición alude a un criterio de dimensión antes que al de control de mercado, competidores, precios, proveedurías, insumos, etc. que puede poseer un grupo de poder económico sobre la economía nacional o las actividades de los sectores en que opera.

    En los últimos años la evidencia empírica demuestra que la diversificación es una de las tendencias predominantes en las empresas más dinámicas del país. Esto es así porque el motor central que impulsa la acumulación y el crecimiento de la inver­sión parece estar en relación directamente proporcional a la diver­sificación, la misma que permite aprovechar oportunidades y rentabilidades en varios sectores económicos.

    La finalidad del grupo de poder económico es incrementar la tasa de ganancia, es decir, lograr una rentabilidad mayor. Está comprobado que el acceso al crédito es esencial al crecimiento y a la mayor acumulación, así como al aumento de la rentabilidad.

    El aumento de la rentabilidad, que es el objetivo de todo grupo económico, se ve así incrementado (potenciado) por la ligazón a la banca que caracteriza al grupo de poder económico. Esta podrá ser una rentabilidad productiva o financiera, dependiendo de la co­yuntura económica nacional e internacional por la que atraviese el país, lo cual será materia de un análisis particular en nuestro trabajo (señalamos, por ahora, la importancia de la rentabilidad financiera y, muchas veces en la década del ochenta, de la renta­bilidad especulativa). De esta manera superamos los diferentes problemas para determinar cuál es la lógica hegemónica al inte­rior del grupo de poder económico: la del capital bancario o la del capital industrial.

    Un grupo de poder económico puede compartir con otro grupo de poder económico la propiedad y la dirección de la institución bancaria o financiera a la cual están ligados. En la medida que estos grupos de poder económico no tienen por qué ser iguales en su composición productiva ni en su diversificación sectorial-y en los hechos no lo son-, cada uno puede tener una racionalidad económica y financiera particular, razón por la cual ésta no tiene por qué coincidir en todos los momentos del proceso económico. Como dice Carlos Otero, es en la dirección del banco donde se ventilan y se solucionan (o tratan de solucionarse) los distintos intereses de los grupos de poder econó­mico, no descartándose la eventualidad de conflictos (mayores o menores) entre ellos.

    Por otro lado, este concepto amplio de poder económico, que se apoya principalmente en la variable dimensión económica y control de recursos financieros, es comúnmente aceptado en el uso de la literatura especializada e incluso corriente.

    Se pueden obtener numerosos ejemplos de cómo en los análisis eco­nómicos, ensayos y artículos periodísticos, cuando se menciona a un grupo de poder económico determinado, se está haciendo refe­rencia a la variable dimensión. Ciertamente un uso más restrin­gido y puntilloso del concepto de poder comprendería lo que se denominan prácticas de control de competidores y recursos de mercado, de flujos financieros y de bienes tecnológicos, del control sobre la información así como capacidad de imponer precios en el mercado.

    CAPÌTULO III: ESTRUCTURA Y DINÀMICA DE LOS GRUPOS ECONÒMICOS

    1. Introducción

    Este capítulo tiene como objetivo discutir el comportamiento de los grupos económicos en el Perú. Empezaremos identificando los factores que jugaron un rol importante en la etapa inicial de acumulación de capital y cómo esto afectó la configuración del núcleo de negocios y consecuentemente, la capacidad de reacción de los grupos ante oportunidades y trabas.

    Veremos cómo las diferentes estrategias de integración y diversificación varían de acuerdo con cada grupo, y cómo éstas en su momento, explican el portafolio de inversión de los mismos -su fuente de fortaleza y debilidad-. Esto nos dará un mejor entendimiento sobre su poder y cómo es que respondieron ante los diferentes puntos de quiebre, en especial ante las reformas del gobierno de Velasco en la década de 1970.

    Seis aspectos serán resaltados: el rol de los bienes raíces como alternativa de inversión segura, las relaciones con el sistema bancario, el emergente micro mercado de capital de los grupos, su rol en el sector informal, el ingreso a la agroindustria y las operaciones en el exterior. Estos aspectos explicarán su distintiva forma de operar en la escena política y económica durante la década de 1980: un período en el que emergieron como poderosos actores de la escena económica y política

    Finalmente, se considerará su relación con destacados protagonistas como el Gobierno, la élite local y los inversionistas extranjeros. También señalaremos la trascendencia de la participación familiar en la formación y comportamiento de los grupos y cómo esto afectó el interior de la estructura accionaria y gestión corporativa de los mismos.

    2. Fuentes de acumulación

    ¿Cómo es que los fundadores obtuvieron su capital inicial? Existen fuentes muy variadas, pero a pesar de que la mayoría de los fundadores fueron inmigrantes extranjeros, no fue posible identificar que un significativo monto del capital procediera del exterior.

    Por un lado, parientes y compatriotas en el Perú fueron de gran ayuda. Esto es verdad en el caso de los pequeños empresarios (Brescia y Piaggio), como en los comerciantes (Wiesse). Sin embargo, el pertenecer a una familia de una elevada posición económica fue fundamental en el acceso al capital y a los activos necesarios para un futuro desarrollo (Bentín, Ferreyros, Piazza).

    El rol de la red de contactos familiares y empresariales fue de esencial importancia. La solidaridad entre los inmigrantes (especialmente españoles e italianos) fue crítica para el aprendizaje en la capitalización de las oportunidades de negocios (Romero, Brescia, Piaggio y Raffo). Aquellos que tuvieron tales contactos los utilizaron adecuadamente para asegurar los montos de capital y acceso a información sobre las alternativas de inversión.

    Además, las relaciones familiares ayudaban a asegurar la confianza y lealtad que son sumamente importantes para el desarrollo de las relaciones comerciales. Aquellos que no contaban con dichos contactos tuvieron que construirlos gradualmente (Wiesse). Sin embargo, contar con el capital necesario (o el acceso a él) y con la red de contactos no era suficiente. La toma de los riesgos jugó también un papel crucial al momento de aprovechar la mayoría de las oportunidades.

    Hemos visto a los grupos respondiendo a oportunidades económicas (mercados crecientes y naturaleza de producto), oportunidades sociales (contacto con inmigrantes o la élite local: Brescia, Piaggio, Piazza y Ferreyros) y oportunidades políticas (lazos con el partido de gobierno: Bentín). Sin embargo, algunas veces la pura suerte jugó cierto rol, como por ejemplo en la toma de control de las casas comerciales (Wiesse y la Casa Wagner) y las compañías de petróleo (Piaggio y Zorritos).

    El comercio fue el punto de partida más común de los grupos. Esto se debe a que los fundadores contaban con un capital inicial muy pequeño y tenían cierta experiencia en el comercio (Romero en el negocio de exportación en Cuba y Chile), se adaptaron a oportunidades de mercado (Brescia como proveedor de minoristas), vieron una manera fácil de expandir el marketing de sus productos (Bunge & Bom importando semillas, cuero y productos químicos) y como medio efectivo de explorar nuevos negocios (Ferreyros importando desde Europa y Asia). Usualmente, una vez que los negocios familiares estaban establecidos, exploraban en el sector industrial.

    Aunque resultó imposible medir científicamente las ganancias obtenidas por los fundadores, asumimos la exploración o ingreso a nuevos negocios o sectores económicos, así como su integración a los altos círculos sociales y políticos, como indicadores de que las ganancias fueron por lo menos significativamente razonables.

    En conclusión, los fundadores de los grupos manejaron una variedad de elementos como capital y red de contactos con el objetivo de capitalizar la mayor cantidad de las mejores oportunidades para obtener ganancias considerables, generadas común e inicialmente en el sector comercial. Pero, ¿cuál fue el impacto de la fuente de acumulación en la formación de los núcleos de negocios de estos grupos?

    3. Núcleos de negocios de los grupos

    Habiendo evolucionado desde una firma unipersonal y mono productiva hasta una serie de compañías diversificadas, ¿cuáles fueron sus capacidades y limitaciones como grupo? El núcleo de negocios ha sido la fuente crucial de poder, tanto en el mercado como en la política. Conocer la naturaleza de los núcleos de negocios, tanto en la etapa embrionaria como en la `resistencia' durante la década de 1980, nos ayudará a ver cómo es que se facilitó el camino hacia inversiones potenciales.

    Definimos el núcleo de negocios como el centro de operación de los grupos, movilizando recursos desde y hacia otras alternativas de inversión o compañías. El núcleo tiene una dimensión económica (el sector que genera la mayor parte de los ingresos del grupo) y una gerencial (el centro neurológico de toma de decisiones corporativas). Puede adquirir la forma de un holding (controlado por la propiedad), una gran compañía especialmente formada (control a través de un plan estratégico de producción) o una agencia gerencial (control a través de la centralización de las decisiones críticas como las finanzas, el marketing, la logística o los recursos humanos).

    Si nos concentramos en la dimensión económica del núcleo de negocios en su etapa embrionaria, podemos identificar una variedad de sectores como, por ejemplo, la agricultura (Romero: algodón, Brescia: productos de pan llevar), manufactura (Bentín y Piaggio: cervecería), comercio (Wiesse: materiales, Ferreyros: maquinaria) y servicios (Cosapi: ingeniería civil). Durante la década de 1980, la manufactura emerge como el núcleo de negocios más común. Sin embargo, dada la naturaleza de la industrialización en el Perú, el núcleo de negocios es muchas veces vulnerable debido a su alta dependencia del estrecho mercado doméstico y la alta proporción de insumos importados dentro de los costos de producción. Cómo es que se intentó cambiar los núcleos de negocios será el tema central de la siguiente sección.

    ¿Cómo es que la fuente de acumulación y el núcleo de negocios por sí mismos actúan como forjadores del camino para nuevas inversiones? La fuente de acumulación claramente no perjudicó la subsiguiente formación e interacción productiva hacia nuevos y diferentes negocios. Empezar como comerciantes no impidió tomar el riesgo de ingresar a la agricultura (Romero), la manufactura (Ferreyros) o la banca (Raffo). Al contrario, el comercio fue una ruta muy útil para explorar nuevas alternativas. Sin embargo, circunstancias particulares hicieron que ciertos comerciantes se aventuraran en actividades más cerradas que abiertas, más emprendedoras empresarialmente (Brescia: bienes raíces).

    El siguiente paso será ver cómo es que la naturaleza de los núcleos de negocios en su etapa embrionaria tuvo un impacto en la trayectoria de las inversiones corporativas futuras y, consecuentemente, en su actuación en las esferas económicas y políticas.

    La manufactura permitió a los grupos participar de una manera más empresarial, asumiendo mayores riesgos, emprendiendo proyectos industriales sin previa experiencia sectorial e innovando productos y procesos. Por ejemplo, los casos de inversiones en cervecería-vidrio-malta (Bentín), comercio-petróleo-cervecería (Piaggio) son elocuentes. El éxito económico se vio reflejado por su status en la comunidad empresarial.

    El comercio motivó a experimentar en nuevos proyectos en la industria, la minería y la agricultura. El comercio fue una puerta de entrada (Wiesse se expandió del comercio de materiales a la construcción, la minería, la hotelería y la banca), un medio para ampliar la variedad de productos (Ferreyros se expandió del comercio de bienes de consumo al comercio de bienes de capital) y es una manera de unir actividades productivamente relacionadas (Raffo se expandió de la distribución de bienes finales a la producción de materias primas, Bunge & Born del comercio internacional a la manufactura).

    La incursión en bienes raíces representó una forma menos aventurera y más bien aislada de hacer negocios con terceros (Brescia). Esto tuvo consecuencias en el bajo perfil de la familia en los círculos empresariales, sociales y políticos.

    La minería significó una oportunidad para una mayor exposición y contacto con inversionistas extranjeros. La naturaleza del núcleo de negocios requirió por lo general un alto grado de experiencia financiera, tecnológica y de mercadeo (Bentín).

    El área de servicios ofrecía facilidades en el movimiento de capital y una fortaleza para enfrentar cambios institucionales (Cosapi se trasladó de asesoría en ingeniería hacia ingeniería de la construcción y luego, hacia servicios más especializados como por ejemplo computación, comercio, bienes raíces y desarrollo urbanístico).

    Sin embargo, se debe aclarar que ningún grupo en sus inicios escogió la banca como su núcleo de negocios.

    4. Cambios en los núcleos de negocios

    Una manera de evaluar la capacidad de reacción de los grupos al mercado y a las oportunidades políticas puede ser a través del análisis de los cambios en sus núcleos de negocios. El interés de esta sección es aislar el factor interno (la familia) de los factores externos (Gobierno, la élite local o los inversionistas extranjeros) y ver cómo estos crearon las condiciones para el cambio. Explorar las razones de los cambios o las razones de la resistencia a los mismos puede ayudarnos a apreciar la dinámica de los grupos económicos familiares.

    Los cambios en los núcleos de negocios difieren enormemente. Romero se trasladó del algodón hacia el aceite comestible, mientras que Brescia cambió su núcleo de agricultura a bienes raíces, luego a minería y textiles, y más adelante retomó a concentrar su esfuerzo básicamente en bienes raíces. Wiesse cambió del comercio a la banca, Ferreyros de comerciar bienes de consumo a comerciar bienes de capital y Bentín pasó de minería de cobre a cervecería. Piaggio cambió del comercio de bienes al por menor hacia la cervecería y la producción de petróleo, mientras que Bunge & Born cambió su núcleo de comercio a manufactura. Pero fue el Grupo Raffo el que tuvo la mayoría de cambios en la estructura de su núcleo de negocios: de comercio al por menor a agricultura y bienes raíces, luego de banca a desarrollo urbanístico y finalmente de manufactura a finanzas.

    ¿Cuándo, dentro de la evolución del grupo, es que el cambio generalmente ocurría? El caso Bentín mostró que el grupo tendía a diversificarse antes de ejecutar el cambio definitivo del núcleo de negocios. Entre las principales condiciones están el acceso a inversión en capital, un diversificado portafolio, conexiones familiares y de negocios, y un manejo centralizado de las decisiones corporativas. De esta manera, al observar la trayectoria de los Bentín se pudo constatar que contaban con todas estas condiciones antes de hacer el cambio decisivo hacia la cervecería y la industria de la malta.

    Pero, ¿por qué estos grupos cambiaron de núcleo de negocios? Encontramos que el cambio se debió a que existían mejores perspectivas de ingresos crecientes y permanentes en nuevos núcleos de negocios (Romero y Brescia), así como al mejor acceso a información de mercados (Wiesse). A veces el antiguo negocio cumplía su ciclo de vida y otro parecía más prometedor. Sin embargo, los factores políticos fueron muy importantes, por ejemplo, las expropiaciones (Brescia: aeropuerto, Romero: haciendas) y la propaganda política (Bunge & Bom, textiles). El caso Piaggio mostró cómo es que el éxito en el petróleo atrajo a los inversionistas a compartir el proyecto de aventurarse en la cervecería, el cual fue el último cambio en su núcleo de negocios.

    Detrás de todos estos cambios debemos saber cuál fue, particularmente. el actor exterior que promovió estos cambios en los núcleos de negocios.

    4.1 Inversionistas extranjeros

    Los grupos locales vendieron sus intereses y nunca regresaron al sector original (Bentín: minería), o los extranjeros vendieron sus intereses a nacionales (Piaggio, Wiesse) y establecieron una relación que radicalmente afectó la gerencia de la firma multidivisional.

    4.2. Élite local

    La conexión con una red de contactos empresariales fue importante para facilitar el cambio (Bentín, Ferreyros, Wiesse).

    4.3. Gobierno

    Las expropiaciones fueron críticas (Brescia, Raffo, y Romero), así como la propaganda en contra de extranjeros (Brescia), la mala administración que forzó una prudente diversificación (Ferreyros y Wiesse), los esquemas gubernamentales de pro industrialización (Bentín, Piaggio, Raffo y Bunge & Born) y la inversión pública (Wiesse y Cosapi).

    Evaluando los beneficios y costos de estos decisivos cambios, podemos ver que la experiencia ha sido variada: algunos grupos consolidaron sus tenencias (Romero, Bunge & Bom, Bentín, Piaggio, y Ferreyros), mientras que otros se volvieron menos estables (Brescia y Raffo). Vimos que los cambios podían ser hacia sectores radicalmente diferentes o hacia alguno, hasta cierto punto, relacionado con el antiguo negocio. El proceso de ajuste dependió en la manera en que la nueva generación familiar encaró el cambio y aplicó la política empresarial compatible con los cambios institucionales del mercado.

    5. Estrategia de integración

    Generalmente, los grupos han sido identificados como un conjunto de firmas integradas verticalmente. ¿Cómo es que cada grupo alcanzó este formato y cuáles fueron los factores que crearon las condiciones para una integración ya sea vertical u horizontal?

    Viendo la gama de los grupos económicos es posible diferenciar aquellos cuyos intereses estaban más concentrados en el sector servicios de aquellos que se focalizaban fundamentalmente en la manufactura.

    Los grupos orientados hacia la manufactura inicialmente tendieron a utilizar un simple método de integración mediante la absorción de firmas ya establecidas (Romero: haciendas, Bentín y Piaggio: cervecerías, Bunge & Bom: desmotadoras), en vez de enfrentar operaciones más complejas que implicaban todo un proceso desde la concepción, diseño y organización de nuevas empresas.

    Esto demuestra una manera cautelosa de explorar negocios que poseían un potencial muy alto de ingresos y beneficios permanentes, pero que a su vez demandaban grandes requerimientos de capital y una gerencia especializada. Pero los grupos luego evolucionaron hacia una inversión más compleja y profunda en el campo de las manufacturas cuando fueron capaces de establecer firmas de accionariado compartido con otros inversionistas, dado que por requerimientos de capital, tecnología y marketing, las nuevas firmas planeadas se encontraban más allá de sus propias fronteras de posibilidades. (Romero: comercio, Bentín y Piaggio: botellas de vidrio y malta).

    Naturalmente, la integración de las firmas productivas en una cadena fue un proceso gradual y muchas veces no era resultado de un plan estratégico preconcebido, sino un producto de las circunstancias. Generalmente, si bien la integración permitía economías de escala y control sobre los excedentes, este formato convertía la reestructuración de los grupos hacia oportunidades que imponía el cambio de mercado, en una experiencia muy rígida. Esto, por lo tanto, tendía a convertirse en una fuente de debilidad.

    En la década de 1970, las circunstancias fueron excepcionalmente importantes. Los esquemas promocionales del Gobierno fueron muy utilizados, fuimos testigos de una carrera por integrar fases productivas dentro de los sectores manufactureros (Bentín y Piaggio: materiales auxiliares, servicios y distribución de firmas alrededor del núcleo de negocios de la cervecería). Pero esta carrera inversionista, junto con la política económica, hizo que los grupos se volvieran altamente dependientes de un mercado doméstico muy estrecho, y de materias primas y tecnología importada. Dada la extrema intervención estatal en las decisiones económicas, los grupos de orientación manufacturera vieron en el Gobierno un ente que controlaba la `válvula de oxígeno' que les permitía sobrevivir y expandirse.

    En contraste, los grupos orientados al sector servicios (Wiese, Ferreyros, Cosapi) lograron una rápida y simple integración entre firmas.

    La integración vertical fue un proceso más complejo y varió de acuerdo con el contexto. Hemos visto durante el período pre-Velasco diferentes formas de integración. Por ejemplo, integrándose verticalmente del cultivo de algodón al comercio, exportador de fibra y luego del algodón a la industrialización de subproductos (Romero, capitalizando la gerencia familiar centralizada del negocio), de manufactura de botellas de vidrio a una integración con la elaboración de cerveza, luego a producción de malta para cerrar la integración vertical hacia atrás (Bentín, usando una red de negocios familiares y acercándose a industriales locales). Similarmente, una compleja integración fue apreciada del comercio importador-exportador a servicios/industria de algodón, trigo y detergente (Bunge & Bom, como respuesta a mercados y contactos con la compañía matriz), así como también un proceso de expansión bajo una ruta integradora de explotación y exploración de petróleo a refinería y servicios relacionados (Piaggio, debido a las perspectivas del mercado y una experta gerencia familiar).

    Finalmente, ha habido casos de integración desde la venta de maquinaria y equipo importado a construcción, gracias a obras públicas, luego a materiales de construcción, bienes raíces, desarrollo urbanístico, financieras, banca (Wiesse) y de distribución de textiles a producción de la materia prima, aprovechando las relaciones con el grupo local Prado, el cual tenía una fábrica textil, luego una expansión integrada hacia negocios relacionados (Raffo).

    No hemos visto un patrón de evolución específico en una sola dirección (hacia atrás o hacia delante). En su lugar, la forma en que las diferentes generaciones familiares tomaron responsabilidad de sus negocios, que iban expandiéndose más como resultado de oportunidades dadas exógenamente que por planes preconcebidos, y la forma en que interactuaron con agentes económicos como el Gobierno, empresarios locales e inversionistas extranjeros, fue lo más importante.

    Durante los años de Velasco y los posteriores, vimos reacciones inesperadas de parte de los grupos familiares. Algunos establecieron relaciones cercanas con los hacedores de política, para así mejorar sus percepciones de riesgo en inversión y horizonte temporal. De este modo, vimos por ejemplo cómo el núcleo de negocios cerveceros se fortaleció mediante el establecimiento de industrias auxiliares (Piaggio y Bentin), y otros adquirieron firmas que ofrecían servicios especializados complementarios al núcleo (Romero alrededor del algodón, Wiesse alrededor de las finanzas y Cosapi alrededor de la construcción).

    En conclusión, aquellos grupos cuyo núcleo de negocios estaba concentrado fundamentalmente en el sector servicios, se integraron horizontal o verticalmente usando métodos simples, respondiendo más a circunstancias que a planes estratégicos prediseñados y a una necesidad de flexibilidad en formas de movilidad de recursos. Las políticas económicas de Velasco en la década de 1970 dieron lugar al surgimiento de una integración con énfasis en manufactura. Esta ruta de expansión fue capturada por algunos grupos, bajo la protección de un Estado extremadamente intervencionista. Hecho que alimentó una relación de dependencia con respecto al temperamento del Gobierno. Así, otros grupos manufactureros se convirtieron por obra y gracia del espíritu intervencionista del Estado.

    6. Estrategia de diversificación

    ¿Cómo es que los grupos económicos afrontaron las políticas económicas pendulares?

    La diversificación sectorial ha sido una estrategia permanente para confrontar cambios en el ambiente empresarial y de políticas económicas. Las inversiones en activos físicos (Bentín y Raffo desde 1900) y activos financieros (Piaggio a fines de 1890 y Romero desde 1910) han estado siempre presentes en el portafolio de los grupos. Los bienes raíces han sido una forma de proteger el valor del capital real acumulado (Wiese desde 1930), así como también una forma de especulación sobre los aumentos en los precios relativos esperados (Brescia desde 1940).

    Estas estrategias aparecían más comúnmente en grupos orientados hacia los servicios, cuya mayor atención se centraba en el comercio y servicios especializados (Cosapi desde 1970). El ingreso a un nuevo sector dependía, entre otras variables, de si la familia pretendía asumir un rol empresarial o rentista. Si asumía un rol emprendedor, la experiencia diversificadora resultaba exitosa en la mayoría de los casos, debido al uso de la flexibilidad organizacional de los grupos, la sinergia de su propia infraestructura (Bunge & Bom, Wiese y Ferreyros), sus redes de contactos de negocios (Bentín) y su voluntad de experimentar ante cualquier oportunidad que se presente (Brescia). El principal factor detrás de esta flexibilidad era la habilidad de las familias de aprender de experiencias pasadas (los hermanos Bentín Mujica en la agricultura) y la forma en que interactuaban con los inversionistas extranjeros (Wiese y Piazza en pesca), la élite local (Bentín en industria y Ferreyros en químicos) y con el Gobierno (Romero y Raffo en textiles). Establecer asociaciones era una forma de minimizar los riesgos de la diversificación cuando el capital, tecnología y manejo de mercados se encontraba más allá de sus medios.

    La diversificación geográfica y en la producción fue más característica en los grupos orientados a la manufactura. El sector cervecero encontró una manera de manejar los nuevos mercados regionales bajo el gobierno militar de la década de 1970, como hicieron los servicios de construcción en el caso de Cosapi durante la década de 1980. La diversificación de producción usualmente implicaba un más complejo conjunto de operaciones. La consecuencia fue que los grupos económicos tendieron a aprender a hacer empresa a través de la experiencia, en la medida que una mayor complejidad implicaba una extensión de sus habilidades.

    Un camino particular fue la experiencia de Bunge & Born de diversificarse en diferentes áreas como el comercio (diversificación geográfica y de productos) y la industria (algodón, detergentes y molinos de trigo). Este grupo incorporó diferentes intereses que dieron lugar a una amplia diversificación de sus inversiones a lo largo de su trayectoria empresarial.

    En conclusión, la forma en que los grupos implementaron su estrategia de diversificación reflejaba su sensibilidad ante cambios en el ambiente económico y político. Esto se basaba en la flexibilidad organizacional (la cual en el caso de los grupos orientados hacia la manufactura era menor que en el caso de aquellos concentrados en los servicios) y en la habilidad acumulada por las familias para encarar las políticas económicas pendulares y el contexto macroeconómico. La rápida reacción fue posible debido a que usaban la sinergia de su propia infraestructura. Esta estrategia permitió a los grupos asignar los recursos excedentes a oportunidades de inversión alternativas que no sólo emergían del comportamiento del mercado, sino también de los cambios del ambiente político y del clima empresarial.

    En conclusión, la familia típicamente aprendía de experiencias empresariales pasadas, acumulaba este conocimiento al interior de la organización y desarrollaba una activa adaptación a los cambios económicos y políticos. Esto porque la experiencia así lo dictaminaba.

    7. Portafolio de inversión

    El inter-juego de integración y diversificación dio lugar a un particular portafolio de inversión de los grupos económicos durante la década de 1980. Se ha notado que los grupos se aclimataron a ambientes cambiantes a través de una asignación óptima de recursos, comportándose como un micromercado de capital. Ahora exploraremos hasta qué punto fueron capaces de usar la inversión para su propia ventaja.

    Existen dos principales condiciones que les permitieron tener una importante presencia económica y política.

    Primero, el nivel de diversificación indica el potencial para movilizar recursos. Para entender esto mejor, es esencial ver la calidad y el nivel de diversificación. La mayoría de los grupos opera en diferentes sectores económicos, como Alcorta muy bien ha documentado. Sin embargo, lo más importante es la naturaleza de las relaciones productivas y financieras entre los diferentes intereses: cuando menos vínculos -de propiedad y gestión entre firmas- existían, menor era la capacidad que los grupos tenían para compensar las pérdidas en un sector con ganancias provenientes de otro. En la medida en que el conglomerado depende de uno o varios núcleos de negocios, se revelaba su real margen de maniobra. Ese margen de maniobra estaba basado en la extensión de la cadena de firmas no relacionadas productivamente, cuyo desempeño independiente e individual fortificaba al grupo. Poseer ese tipo de margen de maniobra daba al grupo un mejor poder de negociación a nivel macro.

    Segundo, el hecho de tener poder de mercado en un sector, daba al grupo la ventaja de tener una red de contactos que, por lo menos potencialmente, llevaba a la extensión de ese poder de mercado hacia un nuevo sector. Este hecho definitivamente los colocaba en una posición negociadora más fuerte, especialmente en el plano de la política económica. No obstante en algunos casos vimos que durante la década de 1980, el liderazgo en el mercado era compartido con empresas públicas, sin embargo esto sólo sucedía cuando el Gobierno fortalecía las empresas del Estado para que compitieran contra el sector privado. Aquí, el poder estaba restringido por el tratamiento preferencial y mejor acceso al financiamiento e información de las empresas públicas a las decisiones económicas del Gobierno. Consecuentemente, los grupos tenían un limitado margen de maniobra.

    Podemos identificar seis aspectos que muestran cómo el grupo fortalecía sus núcleos de negocios y ganaba puntos de fortaleza.

    7.1 Negocio de bienes raíces

    La inversión en activos inmuebles ha sido la manera más común de diversificar la inversión y optar por alternativas adversas al riesgo. Existe una profunda y empírica creencia entre los inversionistas de que la tierra mantiene su valor contra la inflación. A pesar de que todos los grupos invirtieron en el mercado de propiedades, los grupos orientados a servicios pusieron un mayor énfasis de la tierra en sus portafolios. El margen de maniobra resultante es limitado.

    7.2 Vínculo con el sistema bancario

    Los vínculos de los grupos económicos con el sistema bancario se dieron a través de la posesión de acciones (Wiese) y a través de presencia en directorios (Romero y Raffo). La historia de la banca está fuertemente ligada a la de la evolución de los grupos. A través de nuestro estudio, hemos visto grupos organizando bancos comerciales, tomando posesión de bancos extranjeros, participando en directorios, así como trazando nuevas tomas de control. La variedad de los casos subraya que el punto era asegurar un vínculo con el sistema financiero; la estrategia estuvo basada en las oportunidades ofrecidas en una coyuntura particular. Wiese representó una excepción dado que su ingreso fue producto de la circunstancia ocasionada por la acción política contra intereses alemanes durante la Guerra Mundial.

    Encontramos que los grupos, desde su principio embrionario, de su formación hasta su fase de `resistencia' en la década de 1980, entablaron vínculos con el sistema bancario. Los motivos incluyeron asegurar una fuente potencial externa de recursos para la expansión (Brescia y Wiese) y afrontar la crisis (Romero), ingresando hacia una alternativa de negocio rentable (Wiese y las financieras), fortaleciendo el acceso a redes de contactos de negocios (Bentín) o simplemente diversificando el riesgo (Bunge & Bom y Ferreyros). Dependiendo de cuán fuerte era el vínculo —de propiedad o gestión— con la institución bancaria, los grupos económicos obtuvieron un mayor margen de maniobra a nivel económico y empresarial. De este modo, el control compartido de un banco líder (Romero, Raffo, Brescia, Nicolini, entre otros, en el Banco de Crédito) implicaba un mayor poder económico en lugar de una participación mayoritaria en un banco mediano (Wiese en el Banco Wiese y Piaggio en el Banco Mercantil). Sin embargo, los vínculos de los Bentín con las instituciones financieras controladas por los Romero casi significaron su caída. El núcleo de negocios de los Bentín (Cervecería Backus) gozaba de tan buen flujo de efectivo, que se convirtió en un atractivo objetivo de toma de control por parte de los grupos.

    ¿Cuán independientes eran los grupos del sistema bancario? ¿Controlaban los bancos a los grupos o los grupos a los bancos? Anaya ha argumentado que los bancos fueron un supergrupo manejado por los grupos familiares. Una prueba de hasta qué punto los grupos tienen una identidad propia e independiente de los bancos fue vista cuando el gobierno de García intentó estatizar la banca comercial privada en 1987. Cuando la inestabilidad de reglas atacaba a los bancos, los grupos económicos continuaron con sus actividades como de costumbre. Además, tenían un mejor acceso a fondos (desde financieras informales e internacionales), información (de firmas consultoras especializadas) y contactos (en partidos políticos líderes) que los bancos.

    En conclusión, los grupos tendieron a relacionarse con el sistema bancario como un medio de obtener acceso a fondos, acceso a información, obtención de ganancias y ampliación de redes de contactos de negocios. Sin embargo no se puede concluir que la banca sea el núcleo de negocios.

    7.3 Micro mercado de capital

    La práctica de la transferencia de recursos financieros entre las firmas de propiedad de los grupos ha sido relativamente común desde sus inicios. Cuando la gerencia corporativa necesitaba cambiarse de acuerdo con la política empresarial de cómo el grupo estaba expandiendo sus intereses, colocar sabiamente los recursos disponibles se convertía en algo de suma importancia. Maushammer observó mercados de micro capital en los grupos de inversión estratégica de la década de 1950 y Alcorta identificó estas operaciones entre firmas de la década de 1980.

    Los grupos comenzaron organizando compañías de inversión (Ferreyros, Wiese) y luego empresas especializadas en planeamiento estratégico para promover las transferencias adecuadas de recursos entre firmas.

    Aunque las reformas de la década de 1970 facilitaron el ingreso de un mayor número de grupos al sistema bancario, sus operaciones se encontraban bajo constante supervisión y control de parte de las autoridades. En adición a esas regulaciones, las crisis económicas hicieron el crédito más caro y los grupos decidieron usar sus propios recursos o endeudarse en el exterior como una forma de reducir los costos financieros y cubrir sus necesidades de capital de inversión y trabajo.

    En conclusión, el micromercado de capital apareció como una forma efectiva de proteger los recursos financieros propios de los grupos, garantizando su independencia y margen de maniobra.

    7.4 Vínculos con el sector informal

    Los negocios fuera del alcance de las regulaciones ocurrieron desde una etapa muy temprana del desarrollo de los negocios, como por ejemplo la habilitación (o crédito informal para financiar compañías de cultivo de algodón, Romero) y préstamos (a caucheros, Piaggio). Eso se convirtió en un importante medio de obtener acceso a información sobre negocios potenciales, como por ejemplo comercio exterior (Romero) y petróleo (Piaggio).

    Durante finales de la década de 1970, el sector informal emergió como un importante segmento de la economía peruana. La inflación y la recesión, así como también la presión tributaria forzaron a firmas establecidas a proveer el creciente sector informal. Resultó imposible probar una clara y contundente conexión, pero es difícil dejar de lado esta idea: que los grupos usaban de manera recurrente a este sector como una forma de sobrevivir a las crisis.

    Sin embargo, la intervención de los grupos en una compañía financiera formalmente establecida, pero encargada de operaciones informales se hizo notoria: la compañía fue formada sobre la base de los activos de un banco líder comercial privado formal, pero luego se convirtió en un competidor activo de su propia empresa `progenitora', manejando tres veces la cantidad de las operaciones crediticias. La mala gerencia económica provocó inseguridad y restricciones al crédito y los grupos aprovecharon su posición privilegiada para salir de la crisis. La banca informal fue un negocio de altos retornos en términos reales por la restricción de crédito, el nivel de riesgo y la inestabilidad macroeconómica y financiera del país en la que García sumergió al Perú. Una vez más, vemos a los grupos tomando ventaja de las fallas de mercado y la intervención estatal a fines de la década de 1980.

    7.5 Agroindustria para la exportación

    Las inversiones en exportaciones agrícolas siempre han atraído la atención de inversionistas en el Perú, desde los comienzos del período republicano. Hemos visto cómo varios grupos estaban conectados con exportaciones como Romero y Bunge & Bom, claro que fundamentalmente eran exportaciones de materias primas.

    Luego de las reformas de la década de 1970, más grupos se vieron motivados a ingresar en el procesamiento de alimentos, como por ejemplo el aceite de palma (Romero), esencias (Bentín), jugos de fruta (Wiese y Bentín), congelamiento de espárragos (Cosapi) y carne de cerdo congelada (Bunge & Bom). Este último esfuerzo era un importante medio de reducir la dependencia de las importaciones, pero su participación en los ingresos de los grupos se mantenía extremadamente baja. Más allá de esto, la política económica resultaba crítica para presentar un desempeño adecuado. El manejo gubernamental de regulaciones, tasas de interés y tipo de cambio alteraban la competitividad de las firmas agroindustriales de los grupos. A pesar de esto, los grupos aún reconocían el potencial de proveer productos con un alto valor agregado, orientados a satisfacer demandas de mercados internacionales.

    7.6 Operaciones en el exterior

    Las operaciones internacionales de los grupos económicos pueden ser clasificadas en tres tipos: fuga de capital, asociaciones de trabajo e inversión extranjera directa. Las razones se encontraban centradas en la diversificación del riesgo, dados los vaivenes de la política económica y los experimentos fallidos en la gerencia económica del país. Pero al mismo tiempo, los grupos querían compensar shocks, capitalizar la sinergia de su organización (Raffo estableciendo bancos en el exterior), transferir o adquirir experiencia internacional (Cosapi como socio de contratistas internacionales) y continuar un proceso de crecimiento más allá de los límites del estrecho mercado doméstico (Romero operando su industria de aceite comestible en Bolivia). Por el lado negativo, la fuga de capital puede ser vista como una expresión de extrema sensibilidad a vaivenes en el temperamento económico y político, reaccionando como inversionistas privados que buscan alternativas seguras.

    Concluyendo esta sección, una detallada observación del portafolio de inversión de los grupos apunta a dos fuentes interrelacionadas de vulnerabilidad:

    7.7 Dependencia de los grupos en mercados domésticos

    Los grupos económicos integraron su núcleo de negocios con industrias (relacionadas y no relacionadas a manufactura y servicios) que eran altamente dependientes del desenvolvimiento de los mercados domésticos.

    Los negocios en sectores no relacionados fueron distintos en la naturaleza del núcleo de negocios, así como también muy diversos Esto fue inadecuado para aminorar esta vulnerabilidad. Debido al amplio rango de inversión, los grupos tuvieron mecanismos de transferencia de recursos interfirmas, compatibles con la necesidad de proteger el patrimonio, invirtiendo de un sector a otro de acuerdo con el clima empresarial. Sin embargo, en la medida que estos sectores dependían fuertemente de los mercados domésticos estrechos e imperfectos, la supervivencia de los grupos económicos estaba, en parte, en manos de quienes controlaban el manejo de las políticas económicas y sectoriales.

    En consecuencia, para la supervivencia, entablar vasos comunicantes con los “hacedores” de política económica del Gobierno se tomó en uno de los activos más críticos por el que preocuparse, en lugar de la propia producción, sistemas de mercadeo, manejo de control de calidad, planeamiento estratégico y aprendizaje institucional.

    La inversión de los grupos en sectores económicos diversos, si bien crecía en tamaño, no varió en lo fundamental: la extrema dependencia respecto de mercados domésticos, estrechos e imperfectos, lo cual alimentaba diferentes grados de vulnerabilidad. Ciertamente, esto marcó los límites del poder de los grupos para modificar o resistir la política, es decir, la capacidad para subsistir o sobrevivir.

    Dependencia de los grupos en industrias basadas fundamentalmente en importaciones

    La forma particular de industrialización en la que los grupos se embarcaron, creó una estructura productiva en la cual las compañías en las que invertían eran fundamentalmente consumidoras de materias primas y tecnologías importadas. Cuanto más cerrada era la integración productiva del núcleo de negocios con los sectores económicos de inversión buscados por los grupos, mayor era el grado de dependencia entre el núcleo de negocios y los intereses manufactureros integrados a ellos. En el caso de los grupos orientados hacia el sector servicios, hemos visto que hasta aventurándose en firmas manufactureras, se incrementaba la dependencia en bienes de capital y productos intermedios importados.

    Hasta la inversión en una extrema diversidad de sectores fue inadecuada como un indicador de esta vulnerabilidad. Los grupos económicos entonces se expusieron a variables fuera de su control. El manejo de tipo de cambio, tarifas e importaciones por el equipo tecnocrático de política económica del Gobierno se hizo crucial para la subsistencia o supervivencia de la infraestructura productiva de los grupos. Una interacción más cercana con los “hacedores de política” era por lo tanto un posible camino para reducir el riesgo político. De este modo, esta vulnerabilidad limitaba otra vez el poder ejercido por los grupos económicos.

    8. Relaciones con actores claves

    8.1. Gobierno

    Desde fines del siglo XIX, representantes de los grupos se encontraban ocupando altos cargos del gobierno central y en el Parlamento. Socializar con la élite económica y política muchas veces significó que no había necesidad de un perfil más alto en la política y el Gobierno. En algunos casos, los grupos cortejaron al Gobierno cuando este se aventuraba en planes masivos de obras públicas, pero en general los intereses del Gobierno y de la élite estaban conectados por una red de familias, amigos y firmas.

    Sin embargo, el gobierno de Velasco intentó romper esa comunidad de intereses con “hacedores de política” usualmente provenientes de diferentes orígenes sociales. Así, los grupos familiares necesitaron construir nuevos vasos comunicantes que les permitiesen tener acceso a la nueva estructura de decisión del Gobierno, para así obtener una mejor visión del riesgo político y del horizonte temporal detrás de sus inversiones. Esta es la razón por la cual los grupos optaron por identificarse, a veces, públicamente con las reformas estructurales, usando vínculos familiares con oficiales, `haciendo lobby', aceptando puestos en entidades públicas e inclusive en el gabinete ministerial. El período post Velasco significó menos contactos abiertos entre el sector público y el privado. De este modo, los vínculos personales más que los institucionales fueron los que se convirtieron en una manera efectiva de desarrollar vasos comunicantes y acceder al Gobierno. No obstante, algunos grupos (Romero) tenían vínculos privilegiados con la asociación de gremios empresariales.

    En general, el grupo aspiraba preservar o incrementar su margen de maniobra a través del desarrollo de medios de acceso a la información sobre el quehacer político y económico. Esto conllevó a que los grupos desarrollaran una personalidad democrática y nada conflictiva frente a un gobierno `todopoderoso' que tenía en su poder la `válvula de oxígeno' de los grupos: el manejo discriminatorio de los precios de la economía.

    8.2. Élite local

    Los grupos económicos desarrollaron una variedad de medios de construir vínculos con la élite local. Aquellos fundadores de grupos quienes ya pertenecían a la élite local capitalizaron su privilegiado acceso a la red de contactos de negocios y políticos para expandir sus intereses (Bentín y Ferreyros). Otros tuvieron que trabajar en desarrollar los contactos para luego convertirse, por el éxito empresarial, en las figuras visibles de la élite (Romero y Wiese).

    Las alianzas matrimoniales proveyeron un medio clave para consolidar intereses. Las negociaciones en gremios eran fundamentales para ampliar el horizonte de opciones de inversión y canales de negociación económica, especialmente para grupos en su etapa embrionaria. A medida que los grupos evolucionaban y adquirían experiencia en una variedad de sectores económicos su manera de interactuar también cambiaba. Durante la década de 1980, los líderes de los grupos negociación mantuvieron un perfil bajo como representantes de negociación del sector privado.

    8.3. Inversionistas extranjeros

    El rol de la inversión extranjera en la economía y política peruana influyó en el rol del país en el mercado internacional y en el rol de la élite en el manejo económico, como Thorp y Bertram argumentaron. Los grupos económicos del Perú se asociaron con inversionistas extranjeros desde la llegada del capital británico, el cual fue seguido por compañías americanas y grupos locales.

    Durante casi un siglo, la interacción entre los grupos y los inversionistas extranjeros evolucionó hacia una relación de supremacía financiera, tecnológica, gerencial y logística por parte de los foráneos, pero las reformas de Velasco significaron un radical punto de inflexión en la trayectoria de la relación. Antes de la década de 1970, había una extraña intimidad, en la que el socio local cumplía generalmente un rol secundario, llámese socio capitalista, o socio con contactos empresariales o políticos, para luego evolucionar muy tímidamente a una activa relación comercial en la que locales y extranjeros desarrollan una sinergia eficaz.

    Esto debería asumir que hubo un acuerdo mutuamente beneficioso entre los inversionistas extranjeros que ofrecían capital fresco, comercio de tecnología, cadenas internacionales de mercado y los grupos locales, que brindaban acceso a mercados domésticos y contactos locales. Después de las reformas de Velasco de 1970, varios grupos intentaron reemplazar a la inversión extranjera, fundamentalmente mediante la toma de control de la propiedad de firmas.

    9. Toma de decisiones y el rol de la familia

    A través del proceso de creación de firmas, los grupos utilizaron una variedad de formas para asegurar la propiedad accionaria mayoritaria y el control familiar en la toma de decisiones de las firmas. Compañías matrices crearon firmas independientes (C. Romero & CO., Enrique Ferreyros & Co A. y F. Wiese) o una firma estratégica desarrollaba un nuevo sector y se transformaba ella misma en una estructura de firmas holding (Banco Wiese y Backus & Johnston) o se crearon firmas en las cuales el cuadro gerencial compartía ganancias pero no posesión de acciones (Cosapi).

    A pesar de que los grupos familiares normalmente mantenían fuera a `terceras partes' en la toma de decisiones, cuando el requerimiento de capital, el sistema de gerencia especializada o los procesos de producción y ventas traspasaba la frontera de su propia experiencia empresarial, los grupos se veían obligados a aceptar la necesidad de compartir la propiedad y en algunos casos la gestión corporativa, especialmente si los nuevos socios eran extranjeros (Wiese en pesca, Ferreyros en químicos, Romero en comercio de algodón, Cosapi en ingeniería eléctrica).

    Sin embargo, hemos visto también que alguna de las más grandes firmas locales eran de propiedad de un conjunto de familias (Backus y Banco de Crédito) y su control dependió del poder de negociación de sus principales accionistas (Bentín y Piaggio en Backus; Romero, Raffo, Brescia y Nicolini en el sanco de Crédito). Después de las reformas de Velasco de la década de 1970, la inversión extranjera redujo su importancia en la economía peruana, no obstante algunos se mantuvieron bajo control accionario extranjero, pero bajo una gerencia local.

    El manejo de los intereses de los grupos, y consecuentemente la forma de tomar decisiones, gradualmente evolucionó de ser neta y exclusivamente familiar a ser más técnica y profesional. Observamos que esto ocurre en una etapa temprana, durante la conversión de una firma multidivisional a un grupo, y hasta en la etapa tardía de concepción como grupo. No es posible establecer una correlación entre años en el negocio, número de sectores y naturaleza del núcleo de negocios cuando se trata de integrar miembros no familiares dentro del equipo gerencial. Sin embargo, las generaciones subsiguientes a la del fundador del grupo adquirieron entrenamiento profesional con el propósito de mantener un mayor control óptimo en las decisiones importantes dentro del grupo familiar.

    ¿Hasta qué punto la posesión y el control familiar dieron forma al grupo? Nos concentramos en dos aspectos: la estructuración de la forma de organización de un grupo y el asegurarse de capital humano calificado para sostener la organización.

    Durante la evolución hacia una estructura grupal, dos elementos interrelacionados jugaban un rol clave. Por un lado, los diferentes intereses se desarrollaron hacia una compañía holding. La propiedad familiar permitía la consolidación de intereses comunes y la preservación del stock de capital hasta que la siguiente generación pudiese asumir el control del negocio. Por otro lado, el manejo familiar evolucionó a través de diferentes etapas: primero, el manejo simultáneo de dos o más sectores interconectados, luego un diversificado portafolio y finalmente el logro de un manejo corporativo profesional.

    De este modo, una embrionaria gerencia centralizada permitió pulir su experiencia empresarial a los diferentes familiares que eran propietarios, agudizar su competitividad y moverse en altos círculos de negocios y política.

    Esto les permitió aprender estrategias de integración y diversificación y, al mismo tiempo, formas de interactuar con la élite local, los inversionistas extranjeros y el Gobierno. Estos fueron fundamentales en la formación de una flexibilidad que le permitió desarrollar una personalidad corporativa compatible con cualquier ambiente político y de negocios, así como el rol de la educación de los miembros de la familia. La importancia de preparar generaciones futuras para la posesión y el manejo garantizó la supervivencia y el crecimiento de los grupos. Sin embargo, todo lo anterior hubiera sido imposible sin la constancia de liderazgo al interior de la familia.

    No son pocos los ejemplos de familias desaparecidas durante la segunda o tercera generación. Muchos de los grupos locales que resistieron los vaivenes de la década de 1980 eran comandados por líderes de la tercera o cuarta generación familiar. La presencia y predominancia incuestionable del líder se basó no sólo en su habilidad profesional, sino en su capacidad de acumular el activo estratégico más importante del grupo: el aprendizaje institucional.

    CAPÌTULO IV: Los grupos económicos más grandes del Perú Y DE AMÈRICA LATINA

  • GRUPOS ECONÒMICOS MÀS GRANDES DEL PERÙ

  • Algunos de ellos como Rodríguez, Añaños y Rodríguez Pastor operan fuera del país. Otros son transnacionales líderes del sector donde se desenvuelven.

    Sobre las aguas del mar de la Costa Azul, en el exclusivo balneario de Saint Tropez en Francia -frecuentado por la princesa Carolina de Mónaco, multimillonarios y chicas cool como Paris Hilton- flota el yate de un peruano. Es el de Pedro Brescia, uno de los hombres con mayor poder económico del país.

    Brescia, Dionisio Romero -cabeza visible del grupo Romero y del Holding Credicorp-, Alberto Benavides, Jorge y Víctor Rodríguez Rodríguez, Erasmo Wong, Eduardo y Mirtha Añaños y Carlos Rodríguez Pastor Persivale, forman la élite de grandes inversionistas nacionales que desde su lugar mueven los hilos de la actividad económica peruana. Junto a ellos están transnacionales como Telefónica, Telmex, Ambev, SABMiller, Yanacocha, Antamina, Repsol YPF, Endesa, Saga Falabella y Ripley.

    No hay paso que demos los peruanos sin que pongamos un sol en sus bolsillos. Así, crecimos alimentados con leche Gloria (Rodríguez Rodríguez), la endulzamos con azúcar fabricada en Paramonga (Wong). Las galletas que consumimos, el aceite con el que se prepara la comida y el alimento de las mascotas los fabrica Alicorp (Grupo Romero). Nuestro aseo personal lo ponemos en manos del jabón, champú, pasta dental y detergente que produce Procter & Gamble (Ace, Colgate, Pantene, etc).

    Luego de practicar algún deporte tomamos Sporade (Añaños). Aplacamos nuestra sed con Inca Kola (Coca Cola) o Kola Real (Añaños). Una cerveza Cristal, Brahma, Franca (SABMiller, Ambev, Añaños) acompaña nuestra alegría o “mata” una pena.

    El Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) lo adquirimos de Rímac (Brescia) o Pacífico Peruano Suiza (Credicorp).

    El auto o el ómnibus que nos lleva a trabajar, a pasear o al cine (CinePlanet del grupo Interbank) se abastece en uno de los grifos Primax (Romero) o de la española Repsol YPF, empresa que también provee de gas a más del 30% de los hogares del país.

    Nos comunicamos a través celulares y teléfonos de Telefónica o Telmex (Claro). Parte de la electricidad que ilumina casas y calles o la que pone en marcha los artefactos eléctricos es generada por Edegel y distribuida por Edelnor (Endesa).

    Las compras para la casa las hacemos en supermercados (Wong, Interbank - Plaza Vea) o mercados (Minka, grupo Romero). Si no somos nosotros, por lo menos un allegado nuestro se viste en Saga o Ripley, que tienen locales en el centro financiero de San Isidro, en donde la mayor parte de los edificios pertenece a Brescia que fabrica pinturas (CPP, American Colors). Nos depositan el sueldo en bancos (Interbank, BCP y BBVA), que también administran tarjetas de crédito y en donde ahorramos. Miles de trabajadores tienen sus fondos de jubilación en las AFP Prima (Credicorp) u Horizonte (Brescia).

  • GRUPOS MÀS GRANDES AMÈRICA LATINA

  • Los 10 principales grupos económicos de América Latina son:

  • Grupo Luksic

  • Fundado por Andrónico Luksic en el año 1950, entre 1973 y 1975 se expandieron a Argentina, Colombia y Brasil.

    En 1996 se reestructuró el grupo: Quiñenco controlarías inversiones financieras e industriales y Antofagasta PLC mantendría el control sobre la minería y los ferrocarriles. Actualmente controlan Minera Los Pelambres, el quinto yacimiento de cobre a nivel mundial.

    En 2001 toman el control del Banco de Chile y en 2008 se fusiona con el Citibank Chile. El grupo está dividido en tres grandes áreas, cada una a cargo de los hermanos Luksic: la parte financiera (encabezada por Andrónico), la industrial (a cargo de Guillermo) y la actividad minera (dirigida por Jean Paul).

  • Grupo Falabella

  • En 1889, el fundador Salvatore Falabella abre la primera gran sastrería de Santiago.

    En 1937, Alberto Solari se une a la compañía y en 1958 se convierte en una tienda por departamentos.

    En 1980 se introduce la tarjeta de crédito CMR.

    En 1990 ingresan al desarrollo de Shopping Centers, a través de Mall Plaza Vespucio. En 1993 se abre la primera tienda en Argentina y en 1995 Falabella ingresa al mercado peruano. En 1996 abren en la Bolsa de Valores. En 1997 se logra un acuerdo de joint venture con Home Depot para desarrollar el negocio de tiendas para el mejoramiento del hogar.

    En 2001 se adquiere la participación que tenía Home Depot y se crea Home Store. En 2002 inauguración del primer Tottus en Perú.

    En 2003 la compañía se fusiona con Sodimac. En 2004 se adquiere la cadena de supermercados San Francisco y en 2006 ingresa al mercado colombiano de tiendas por departamentos.

  • Grupo Angelini

  • Fundado por Anacleto Angelini, una vez llegado a Chile en 1948, formó la constructora Franchini y Angelini. Poco a poco, Angelini empezó a invertir en plantaciones en Mulchén. El gran salto vino en 1986, cuando tomó el control y efectuó la operación de salvataje económico de la Compañía de Petróleos de Chile S.A., hoy Empresas Copec, la cual hoy tiene la mayor valorización bursátil de Chile. En 1994 se crea Metrogas y, dos años más tarde, Arauco se expande a Argentina. El 2005 llega a Brasil.

  • Grupo Paulmann

  • Cencosud es uno de los principales operadores de centros comerciales. Participa en todas las áreas relacionadas al retail: supermercados (Jumbo y Santa Isabel), mejoramiento del hogar (Easy), tiendas por departamentos (Paris), banco (Banco Paris), agencia de viajes, gastronómica, de entretenimiento e inmobiliaria.

    2.5. Grupo Ibañez

    En Estados Unidos Manuel Ibáñez conoció los supermercados. Tras volver a Chile, desarrolló e implementó en la década del 50 el primer local de autoservicio en calle Estado N° 42. Los resultados fueron mejores de lo esperado, así que Ibáñez apostó por el primer supermercado: Almac Supermarkets. Al cabo de unos años, operaban 32 Almac en Chile. En plena crisis de los 80, los Ibáñez desarrollaron el formato Ekono. Nicolás Ibáñez había visto el concepto en uno de sus viajes a EE.UU. Años más tarde, Nicolás Ibáñez creó otros formatos para el mercado y surgió el proyecto D&S(Distribución y Servicio).

    2.6. Grupo Matte

    El origen del grupo Matte se remonta a los años 50, cuando Eliodoro Matte Ossa se incorpora gradualmente a la propiedad de la "Papelera" (actual Empresas CMPC), comprando acciones que más tarde lo convertirían en su principal accionista. En los 90, el grupo ingresará a la propiedad de Colbún, inicialmente en sociedad con la belga Tractebel (actual Suez) y luego como su accionista principal al fusionar la compañía con sus activos eléctricos, de propiedad de Hidroeléctrica Guardia Vieja S.A. y Cenelca S.A. También incursionará en telecomunicaciones al obtener, junto con sus socios en Almendral (ex Chilquinta), el control de Entel en dos oportunidades.

  • Grupo Yarur

  • Su patrimonio se estima en US$ 1.900 millones y tienen como proyecto actualmente en ejecución el crecimiento de BCI y la cadena de farmacias Salcobrand.

    2.8. Grupo Claro

    Su fundación se realizó en1986. Actualmente su patrimonio se estima en US$ 1.210 millones.

    2.9. Grupo Ponce

    SQM basa su estrategia de negocios en el desarrollo y fortalecimiento de sus ventajas competitivas de largo plazo. Entre ellas están el acceso a recursos naturales únicos y extensos, la red de distribución mundial, los activos operacionales y el conocimiento de sus procesos productivos y desarrollos tecnológicos, la especialización y experiencia de sus trabajadores y una situación financiera muy saludable.

    2.10. Grupo Piñera

    Su patrimonio está estimado en US$ 1.414 millones. La empresa más grande es LAN.

    CONLUSIONES

    Si estamos convencidos que la democracia descansa en la participación de todos los sectores sociales, no es de escatimar que el empresariado o el grupo de presión económico de una sociedad tiene un papel urgente que cumplir. En un marco institucional adecuado de democracia, el ánimo visionario y el ímpetu innovador y emprendedor han sido y son el motor del proceso de mejora de los pueblos.

    Esto se evidencia tanto para las acciones individuales de los seres como para sus actuaciones colectivas, cuando, reunidos en sociedad de ciudadanos libres, cooperan voluntariamente en la búsqueda del bienestar común.

    Cada empresario debería constituirse un ejemplo, por excelencia, del visionario porque detecta necesidades insatisfechas de su país, indaga sobre instrumentos y modos conocidos para producir; se plantea innovaciones; hace cálculos económicos, evaluando hasta donde las incertidumbres lo permiten, las oportunidades y riesgos; deciden arriesgar capital y esfuerzo personal; motivan y coordinan la acción de otras personas y; finalmente, emprenden la aventura empresarial.

    El éxito del sector privado dependerá, por supuesto, de su relación autónoma con el Estado; de lo acertado que habrá de su interpretación de la realidad dinámica que lo circunda; de su capacidad de organizar, coordinar y dirigir eficientemente distintos recursos y factores de producción de una manera sustentable y; de la idoneidad y la intensidad del esfuerzo personal que dediquen a su gestión.

    Entonces, el análisis político se convierte en una herramienta clave para el sector privado, puesto que identifica riesgos frecuentes no vistos, visualizando cómo los cambios potenciales de la situación política afectarían la posición de las organizaciones para operar de una manera competitiva; posibilita estudiar, comprender y crear estrategias efectivas para promover puntos de vista sobre las cuestiones políticas; diseña y evalúa estrategias para aumentar la factibilidad de la política, creando alternativas, así como planes de acción potenciales; da pie a proponer modelos de tomas de decisiones, al igual que métodos adecuados para el análisis de las políticas públicas y su puesta en marcha; permite por una parte, desarrollar programas extensivos de análisis políticos que incentiven la participación del sector privado en el proceso político; y por otra parte, diseñar y evaluar las estrategias para la comprensión de los condicionantes políticos y el aumento de la factibilidad de la política.

    Debemos, para finalizar, decir que el empresariado debe comenzar a actuar como colectivo responsable, agrupado en sus organizaciones institucionales, con el objeto de continuar presentando, en la búsqueda de similares objetivos de desarrollo, su análisis y sus propuestas sobre la visión del país que se quiere y en torno a cómo hacer avanzar en el marco de la globalización, la plenitud económica, la democracia política y la justicia social.

    No se trata de apropiarse de la vocación de poder político, ni tampoco continuar siendo un grupo de presión pasivo. De lo que se trata es de abonar el terreno para el logro de una mayor libertad democrática que facilite la gobernabilidad económica, indispensable para la gobernabilidad política y administrativa.

    BIBLIOGRAFÌA

  • CAMPODÒNICO, Humberto; QUISPE, Andrés; CASTILLO OCHOA, Manuel. “DE PODER A PODER: GRUPOS DE PODER”. Primera Edición. DESCO. Lima, 1993. Páginas 254.

  • FINT BLANCK, Pinkas. “GRUPOS DE PODER Y DERECHO EN EL PERÙ”. Volumen V. Fondo Editorial de la Pontifica Universidad Católica del Perú. Lima, 1998. Páginas 321.

  • MALPICA, Carlos. “El Poder Económico en el Perú”. Segunda Edición. Mosca Azul Editores. Lima, 1989. Páginas 389.

  • Vásquez Huamán, Enrique “ESTRATEGIAS DEL Poder. Grupos Económicos en el Perú”. Primera edición. Universidad del Pacífico. Lima, noviembre 2000. Páginas 511.

  • http://blog.pucp.edu.pe/item/27125

  • La palabra poder tiene su raíz etimológica en el término latino potere, que deriva del latín arcaico posee. La conjunción del verbo posee es el resultado de una combinación de pottis esse que significa ser capaz. De ahí que quien tiene poder es capaz de hacer algo. Miro Quesada, Francisco. “Introducción a la Ciencia Política”. Primera Ediciòn. Lima, 1994, p. 35.

    MIRO QUESADA, Ibid., p. 46.

    Kaplan define el poder como la capacidad de acción fundada en la violencia virtual, desencadenable en cualquier momento, que tienen algunos seres humanos para coaccionar, influir y dirigir a otros, a fin de tomar o imponer sus decisiones sobre las personas y las cosas, sus jerarquizaciones y combinaciones, sus modalidades de uso y disfrute.

    El poder se presenta de diversas formas en la sociedad, a través de procesos y combinaciones complejas de relaciones entre los individuos, y dentro de sus niveles específicos. Así por ejemplo, dentro de estos niveles el poder está presente en la familia, la escuela, el Estado y otras instituciones sociales.

    Señala que el poder de un grupo radica en la obediencia del otro grupo. Desde esta perspectiva, la base del sustento del poder está en la obediencia, por eso dice: “todo reposa sobre la obediencia. Conocer las causas de la obediencia es conocer la naturaleza del poder.

    Expresa que concebido el poder como un medio simbólico generalizado que circula de modo muy parecido al dinero, cuya posesión y uso permite desempeñar más eficazmente el cometido de un cargo con autoridad en una comunidad.

    Manifiestan que el poder es la capacidad de hacer obedecer.

    Las perspectivas económicas del poder se encuentran en las clasificaciones de poder que han desarrollado diversos autores. Raymond Aron ofrece una visión distinta al reconocer cuatro pares de poderes, que se enfrentan entre sí y que son contradictorios. Estos son el poder temporal y el poder espiritual; el poder civil y el poder militar; el poder político y el poder administrativo; el poder político y el poder económico. Estas formas de poder han estado siempre en conflicto para imponerse una sobre otra. En caso que se realice esta imposición, un poder sobrevivirá sobre el otro e impondrá sus condiciones. Si es que no se realizara esta imposición, ambos poderes tendrían que convivir y establecer ciertas reglas para mantener la convivencia. De ser así, la antítesis del poder se resolvería con la superposición de un poder sobre otro. De otra forma se tendría que mantener relaciones de acomodo entre los poderes.

    El poder político es una de las formas del poder social que se caracteriza por los siguientes rasgos, a saber:

    a. Capacidad de tomar e imponer decisiones que tiene una persona o grupo de personas sobre otra persona o grupo de personas

    b. Esta capacidad se ejerce dentro de un sistema (sociedad), subsistema (Estado) o parasistema (fuerzas políticas y organizaciones políticas).

    c. La finalidad de quién o quiénes tiene la capacidad de ejercer poder es la de modificar las conductas.

    d. Esta capacidad de modificar las conductas puede ser ejercida indistintamente, a favor o en contra de la voluntad de los afectados.

    e. Las situaciones descritas en los párrafos anteriores se dinamizan en relaciones asimétricas de mando-obediencia, en donde la decisión de un grupo está en relación inversa a la decisión del otro grupo.

    f. Esta toma de decisiones asimétricas de mando-obediencia, importa a quienes tienen el control del Estado y constituyen gobierno también a quienes presionan.

    Uno de los trabajos más detallados sobre el tema del poder económico pertenece a Carlos Malpica. Si seguimos su clasificación sobre grupos de poder económico observaremos que se han producido cambios en cuanto a las instituciones y actores en relación a la clasificación que Jorge Bravo Bressani realizó en su libro “Gran Empresa Pequeña Nación”. Según Malpica la reforma del gobierno de Velasco, la involución iniciada por Morales Bermúdez, que luego se profundizó en el segundo gobierno de Belaúnde y se agudizó con el gobierno aprista mantuvieron antiguos grupos de poder y crearon otros nuevos.

    Según Miro Quesada, algunos autores sostienen que esta dependencia de lo político con respecto a la economía es un planteamiento que se deriva del marxismo, puesto que según esta doctrina la política es superestructura de lo económico. Por consiguiente, la política estará estará determinada por lo que acontece en las relaciones económicas. Desde luego que hay hechos políticos que están sujetos a los acontecimientos económicos y muchos hechos económicos influyen sobre las situaciones políticas generales o específicas. Ello es cierto pero no significa que el sistema político esté necesariamente determinado por el sistema económico. En otras palabras, que las relaciones de poder público se conviertan en epifenómenos de las relaciones de producción y de las fuerzas productivas. Tampoco para modificar aspectos del contexto económico no significa que esta decisión de poder y cualquier otra determine el destino de una realidad económica, cualquiera que ésta fuera; solamente significa que en este caso, la decisión de poder se ha impuesto, ha podido controlar una dinámica económica específica. MIRO QUESADA, Francisco. Ob. Cit., página 45.

    CAMPODÒNICO, Humberto; QUISPE, Andrés; CASTILLO OCHOA, Manuel. “DE PODER A PODER: GRUPOS DE PODER”. Primera Edición. DESCO. Lima, 1993. Página 78.

    CAMPODÓNICO, Humberto; CASTILLO OCHOA, Manuel; QUISPE, Andrés, “De Poder a Poder: Grupos de Poder”. Desco, Lima, p. 113.

    El aumento de rentabilidad, objetivo de todo grupo económico se ve así potenciada por la vinculación de la banca que caracteriza al grupo de poder económico.

    CAMPODÒNICO, Humberto; QUISPE, Andrés; CASTILLO OCHOA, Manuel. “DE PODER A PODER: GRUPOS DE PODER”. Primera Edición. DESCO. Lima, 1993. Páginas 125-136.

    Para un análisis más detallado véase en particular Alcorta quien realiza una sistematización de los diversos enfoques teóricos que procuran explicar el proceso de concentración y centralización del capital.

    Aparte de Marx (1972), están también autores como Lenin (1972), Hilferding( 1972), Abran y Sweezy (1975), etc.

    Dentro de esta perspectiva se ubican lo trabajos de Schumperter (1961), Casson (1982), Baumol(1968), entre otros.

    La referencia corresponde al texto “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”.

    Vásquez Huamán, Enrique. “ESTRATEGIAS DEL Poder. Grupos Económicos en el Perú”. Primera edición. Universidad del Pacífico. Lima, noviembre 2000. Páginas 271- 288.

    Ver http://blog.pucp.edu.pe/item/27125

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    Enviado por:Cynthia Labrin Pimentel
    Idioma: castellano
    País: Perú

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