Lengua Española


Gramática española


  • Cuestiones normativas sobre concordancia de género número y persona.

  • Los elementos lingüísticos de que se compone la oración están relacionados entre sí por distintos medios: la entonación, el uso de los nexos (preposiciones y conjunciones), la concordancia y el orden en que se suceden dichos elementos.

    La concordancia entre el sujeto y el verbo del predicado establece la igualdad de número y persona:

    ¿Tú, aún no has terminado?

    Tus compañeros han acabado hace un rato.

    Hay además casos especiales que debes tener en cuenta:

    • Cuando el verbo se refiere a varios sujetos, debe ir en plural y el uso de las personas gramaticales viene determinado por la primacía de la primera persona sobre las otras dos y de la segunda sobre la tercera:

    Ana, tú y yo colocaremos los libros.

    3ª 2ª 1ª 1ª

    Luisa y tú ordenaréis las revistas.

    3ª 2ª 2ª

    • Cuando el sujeto es un nombre colectivo y se refiere a un conjunto de seres, el verbo va en singular:

    La familia ha ido a comer al campo.

    Pero si este nombre colectivo está determinado por un complemento en plural, se permite que el verbo vaya en plural, aunque es preferible que se mantenga la concordancia.

    Una bandada de gorriones se han comido los higos. (permitido)

    Una bandada de gorriones se ha comido los higos. (preferible)

    • La concordancia en el SN

    La regla general es la igualdad de género y número de determinantes y adjetivos con el nombre que forman el grupo nominal; sin embargo hay que tener en cuenta que:

    Se emplean los determinantes el, un y, de manera potestativa, algún y ningún, cuando preceden a nombres femeninos que empiezan por a (o ha) acentuada:

    el ave, un aula, algún/alguna hacha, ningún/ninguna ancla. En los demás casos debe mantenerse la concordancia: aquella alma de Dios, la misma aula.2. Uso normativo de los pronombres átonos de tercera persona (leísmo, loísmo y laísmo).

    Leísmo: consiste en el empleo de le, les, como complemento directo (en vez de lo, las, los, las). Tal uso es aceptable cuando nos referimos a una persona masculina; e incorrecto, para aludir a una persona femenina, o a lo que no es persona.

    Diremos pues: A su padre no lo (o no le) conozco. Pero cometemos incorrección si decimos:

    A su madre no le conozco (digamos no la)

    Ese caballo no le montaría yo (se debe decir no lo)

    La calculadora le tengo en casa (digamos la teno)

    Laísmo: es siempre incorrecto cuando se emplea la, las como complemento indirecto (en vez de le, les)

    La cosió una falda (digamos le cosió)

    A ellas, las dije lo que pensaba (digamos les dije)

    La pondré un farol a la bicicleta (digamos le pondré)

    Loísmo: que también es siempre incorrecto cuando se emplea lo, los como complemento indirecto (en vez de le, les)

    Lo dio una bofetada (por le dio)

    Los di a los chicos dinero para el cine (digamos les di)

    Lo colgaron un monigote en la espalda (digamos le colgaron)

  • Usos incorrectos del adjetivo. El grado del adjetivo; “quesuismo” (uso de “que su” en lugar de “cuyo”).

  • Grado del adjetivo

    Aunque la cualidad no es numerable, sí se puede atribuir al adjetivo un variada gama de cuantificación o distintos grados de intensidad. El sistema de gradación del castellano fue tomado del latín, pero se ha transformado de tal manera que ya tiene muy poco que ver con aquél. Esta noción de grado la consigue el castellano mediante procedimientos sintácticos y morfológicos. Quedan algunos de la forma sintética, pero son muy pocos.

    Los grados del adjetivo son:

    Positivo: Expresa simplemente alguna cualidad, condición o circunstancia: bueno, tajante, inadmisible...

    Comparativo: No han pasado al castellano, salvo algunas excepciones, los comparativos latinos terminados en -ior. mejor/peor, mayor/menor, superior/inferior.

    Los comparativos pueden ser de igualdad, superioridad e inferioridad: éstos se forman de manera sintáctica: tan...como, más...que, menos...que.

    Superlativo: Indica la cualidad en grado sumo, sin tener en cuenta a los demás (absoluto), o destaca una cualidad poseída por uno en mayor grado que los demás (relativo).

    Se puede formar con el morfema gramatical -ísimo, . Esta formación conserva cierto carácter culto, que se hace más patente en los superlativos derivados de los sufijos latinos -limus y -vimus, que han dado lugar en algunas ocasiones a una forma culta y otra popular: celebrísimo/celebérrimo, pobrísimo/paupérrimo.

    Otros modos de formación de superlativos son:

  • Anteposición de prefijos: requeteguapa, rebueno.

  • Comparativo precedido del artículo: el más listo de la clase.

  • Con el adverbio muy: muy simpático.

  • Repetición de nombres, adjetivos: es café, café; es bueno, bueno, bueno.

  • Con adverbios de modo: enormemente satisfactorio.

  • Quesuismo

    En la oración: Los alumnos cuyos apellidos empiezan por A irán al aula 4. la palabra cuyos indica que el objeto apellidos pertenece al antecedente (alumnos). Es por ello, un adjetivo posesivo (adjetivo porque se refiere la nombre apellidos).Pero es también relativo, porque reproduce al antecedente alumnos:

    Muchas veces, con grave error, se olvida el carácter posesivo de cuyo, y se utiliza este adjetivo como simplemente relativo:

    Pronunció un discurso, en cuyo discurso (por en el cual) anunció decisiones importantes.

    Ha ocurrido un accidente, de cuyo suceso (por del cual) informaremos pronto.

    Son oraciones incorrectas, porque no expresan que el sustantivo a que se refiere cuyo (y que concuerda con él) es algo poseído por el antecedente.

    Cuyo se emplea poco en la lengua coloquial; en esta se sustituye por que su (es decir, distribuyendo en un relativo y en un posesivo las dos funciones que acumula cuyo)

    He estado con aquella chica que su padre es notario.

    Es un vulgarismo inaceptable ; debería decirse: He estado con aquella chica cuyo padre es notario.

  • Usos incorrectos de las formas verbales : infinitivos, gerundios, condicionales, etc.

  • Usos incorrectos del gerundio

    Cuando una proposición de gerundio se refiere al complemento directo del verbo principal, su significado puede resultar ambiguo.

    He visto a tu padre paseando por el parque (¿quién paseaba, él o yo?) Procuremos evitar tal ambigüedad, empleando una proposición de relativo:

    He visto a tu padre, que paseaba por el parque.

    Este gerundio es siempre incorrecto cuando el CD es un nombre inanimado:

    Detuvieron el coche transportando droga (dígase: que transportaba).

    He hallado una caja conteniendo fotos viejas (dígase: que contenía).

    Y aunque el CD sea un nombre inanimado, tampoco debe usarse el gerundio si éste significa “acción permanente”:

    Tienen un perro siendo cojo (que es)

    Necesito asistenta sabiendo guisar (que sepa).

    Usos incorrectos del condicional.

    La forma cantaría se usa incorrectamente en:

    • Las proposiciones condicionales encabezadas por si:

    Si yo sabría (por supiera) eso, te lo diría.

    Si tendría (por tuviera o tuviese) dinero, iría a Bilbao.

    • El llamado condicional del rumor, de origen francés; presenta un hecho sin garantizar su verdad, como simple rumor, conjetura o habladuría:

    El gobierno convocaría elecciones para el otoño (por Se dice que convocará..)

    Ambos defectos se observan también en el empleo del condicional perfecto (habría cantado).

    Si habrías venido (por hubieras o hubieses venido), te habrías divertido.

    El presidente habría sido objeto de un atentado.

    Esto último podría formularse así: Se dice (o asegura, sospecha, rumorea, etc.) que el presidente ha sido objeto de un atentado.

    Errores en el empleo de futuro.

    En el empleo del futuro hay que evitar los siguientes errores:

    • Nunca puede usarse en la proposición condicional que empieza por si.

    Nunca decir: Si vendrás, sino Si vienes.

    • Tampoco en las proposiciones encabezadas por cuando, donde o como.

    NO: Cuando se curará volverá a clase.

    Hemos a donde querrás.

    Hazlo como te dirán allí.

    SI Cuando se cure volverá a clase.

    Iremos a done quieras.

    Hazlo como te digan allí.

    Errores en el empleo del imperativo

    Al negar las formas canta, cantad hemos de emplear en subjuntivo.:

    Habla - No hables

    Dormíos - No os durmáis

    Salid - No salgáis

    Es gravemente incorrecto decir

    No hablad, No dormíos, No salid

    Es un vulgarismo usar el infinitivo con valor imperativo:

    Hablar ahora, en vez de Hablad ahora

  • Usos incorrectos de la preposiciones: “a” delante de objetos directos animados, “dequeísmo”, etc.

  • Dequeísmo: es el uso indebido de la preposición de. Constituye un vulgarismo grave que debe evitarse

    Me alegra de que decidas...

    Queísmo: es la supresión de las preposiciones -de, en, con, etc- cuando su uso es necesario:

    Me alegro que decidas

    Confío que te sientas cómodo aquí.

    Las estructuras en que aparecen con más frecuencia el dequeísmo son las siguientes:

    Sustantivas de CD: Pensé de que te gustaría

    Sustantivas de sujeto: Me consta de que no dices la verdad.

    Sustantivas de atributo: La cuestión es de que no caes simpático.

    Una de las preposiciones que usualmente se emplea con relativa frecuencia es la "a", sobre todo en combinación, en grupos preposicionales.

    La preposición "a" en lugar de otras preposiciones

    En el lenguaje oral y escrito, es común el uso de esta preposición en construcciones que, de acuerdo con las normas gramaticales, requieren otras preposiciones.

    He aquí unos ejemplos:

    • a) Es distinto a los otros. (Incorrecto)

    • b) Es distinto de los otros. (Correcto)

    • a) Es un acto cultural en honor a Luis. (Incorrecto)

    • b) Es un acto cultural en honor de Luis. (Correcto)

    • a) Ella se miraba al espejo. (Incorrecto)

    • b) Ella se miraba en el espejo. (Correcto)

    • a) Lo realizarán a breve plazo. (Incorrecto)

    • b) Lo realizarán en breve plazo. (Correcto)

    • a) La decisión está a nivel de gerencia. (Incorrecto)

    • b) La decisión está en el nivel de gerencia. (Correcto)

    • a) En razón a lo expresado, he decidido... (Incorrecto)

    • b) En razón de lo expresado, he decidido... (Correcto)

    • a) De acuerdo a las normas... (Incorrecto)

    • b) De acuerdo con las normas... (Correcto)

    • a) Lo odia a muerte. (Incorrecto)

    • b) Lo odia de muerte. (Correcto)

    • a) Ejecuta tangos al piano. (Incorrecto)

    • b) Ejecuta tangos en el piano. (Correcto)

    Supresión de la preposición "a"

    Otras veces, se suprime la preposición en construcciones que deben llevarla; por ejemplo:

    • a) Evacuaron los damnificados del huracán. (Incorrecto)

    • b) Evacuaron a los damnificados del huracán. (Correcto)

    • a) Debes respetar tus profesores. (Incorrecto)

    • b) Debes respetar a tus profesores. (Correcto)

    Inclusión de la preposición "a"

    Otro, no menos frecuente, es el uso incorrecto de la preposición "a" en una construcción donde no la lleva; por ejemplo:

    • a) Acostumbra a oír música. (Incorrecto)

    • b) Acostumbra oír música. (Correcto)

    La preposición "a" en construcciones de influencia francesa

    Un rasgo de uso particular muy frecuente consiste en el empleo incorrecto de la preposición "a" en una construcción formada por un sustantivo+ preposición+ infinitivo, para indicar una acción futura. Así, en lugar de actividades por realizar, etc., se dice actividades a realizar. Veamos otros ejemplos:

    • a) Llegaron los estudiantes a graduar. (Incorrecto)

    • b) Llegaron los estudiantes por graduar. (Correcto)

    • a) Estos son los cuadros a pintar. (Incorrecto)

    • b) Estos son los cuadros por (que o para) pintar. (Correcto)

    • a) Son los asuntos a tratar. (Incorrecto)

    • b) Son los asuntos por (que o para) tratar. (Correcto)

    • a) Allí están las casas a alquilar. (Incorrecto)

    • b) Allí están las casas por (o para) alquilar. (Correcto)

    • a) Veamos los terrenos a vender. (Incorrecto)

    • b) Veamos los terrenos por (o para) vender.(Correcto)

    • a) Estos son los objetivos a evaluar. (Incorrecto)

    • b) Estos son los objetivos por (que o para) evaluar.(Correcto)

    • a) Aquí te dejo los libros a leer. (Incorrecto)

    • b) Aquí te dejo los libros por (que o para) leer.. (Correcto)

    Dislocación de la preposición "a"

    Igualmente, se observa otro fenómeno: la dislocación o ubicación de la preposición en un lugar donde no corresponde; por ejemplo:

    • a) Mira al fin que se encamina. (Incorrecto)

    • b) Mira el fin al que se encamina. (Correcto)

    • a) No sabe en el problema que se metió. (Incorrecto)

    • b) No sabe el problema en el que se metió. (Correcto)

    • a) El jefe precisó en el tiempo que haría el trabajo. (Incorrecto)

    • b) El jefe precisó el tiempo en el que haría el trabajo. (Correcto)

    • a) El iba limpiando por la senda que caminaba. (Incorrecto)

    • b) El iba limpiando la senda por la que caminaba. (Correcto)




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    Enviado por:Quetofitn Molt
    Idioma: castellano
    País: España

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