Filosofía y Ciencia


Gobernantes


Para hablar del Hombre, y de sus formas de actuar, primero debemos conocerlo, conocer su mecanismo psicológico y sus orígenes. Por ello voy a empezar explicando, de modo resumido, la psicología humana.

El Hombre, actualmente el animal superior de la Tierra, creador de todo lo subjetivo, único ser que piensa y razona, colonizador de todo lo terreno y universal, aunque crea que actúa libremente siguiendo unas leyes propias, no es sino pura evolución de la naturaleza y por eso pertenece a ella. Aunque esto siempre parece estar negado cuando piensa que él es de una manera determinada porque quiere y que piensa de una manera determinada porque le apetece o cuando se atribuye glorias por haber inventado o descubierto cosas por él mismo siendo en realidad su hallazgo pura copia evolucionada de sus antepasados, y por lo tanto, de la naturaleza.

Los gobernantes, o vulgarmente dicho, los "jefes de la manada" siempre han existido en la naturaleza, pero ahora el hombre cree poder revelarse de ellos, ya que según él mismo, es superior a todos los demás animales. Nuestros antepasados evolucionaron de los animales, nosotros evolucionamos de nuestros antepasados, la humanidad del futuro habrá evolucionado de nosotros. Nunca se parte de cero, sino que siempre se evoluciona. Evolución, esta es la palabra clave, pero ésta no conlleva consigo la ignorancia de las raíces de las que partimos, por mucho que la gente actúe de ese modo.

Muchas son las cosas que copiamos inconscientemente de nuestros antepasados, pero pocas son las que lo hacemos conscientemente. Creemos haber avanzado mucho en nuestra forma de organización cuando en realidad muchos de los conceptos que están vigentes todavía en nuestra sociedad tienen su origen hace cincuenta, cien, quinientos, dos mil, e incluso millones de años.

El hombre como parte de la naturaleza de los animales superiores (algunos inferiores no cumplen con esto) está condenado a la vida en comunidad y, para ello, necesita una forma de organización. Tiene capacidad de perfeccionarse día a día, por lo que tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta como es la plenitud, es necesario vivir en sociedad; el ser humano necesita de los demás para construir un mundo o ambiente propicio en el cual alcanzar la plenitud, causa esencial de la felicidad. El bien común no es el bien individual, no es la suma de proporción de felicidad de cada individuo integrante de una comunidad, pero tampoco es un bien que nada deba a sus partes.

Muchas de nuestras formas de organización además de estar directamente relacionadas con las de nuestros antepasados, están también directamente relacionadas con las de los animales. En un hormiguero existe un reparto de tareas (defensa, caza, procreación) mientras que en la sociedad actual existe la especificación en labores y la producción en cadena. En una manada de lobos existe una jerarquía paternal y comunitaria mientras que en la sociedad actual tenemos el respeto a los padres y la dependencia de los gobernantes. Desde que el hombre empezó a contar con la consciencia, los poderes naturales (tormentas, sequía, la muerte, etc.) que en esos momentos eran inexplicables materialmente (realmente), se atribuyeron a "seres" superiores, seres subjetivos surrealistas. Actualmente ya se tiene respuesta material, real, a estas preguntas con lo que sus respuestas no se atribuyen a esos seres, en esto hemos evolucionado, pero en cambio ahora se les otorga con otros atributos tales como la felicidad, la amargura, el amor, el odio, el origen de la vida, etc.

La manera de organización de los animales se produce de forma inconsciente y por lo tanto de manera no problemática ni satisfactoria. En cambio la manera que tienen los hombres de realizarla aunque tenga una base inconsciente (al estar directamente relacionados con la naturaleza) se elabora de manera consciente, con lo cual problemática o satisfactoria. Los animales realizan sus funciones inconscientemente, ven la naturaleza, y nada más. El hombre, en un conjunto de consciente e inconsciente, realiza acciones, admira, observa y recapacita sobre los fenómenos que ocurren, con lo cual surgen unas interpretaciones, erróneas o no, pero siempre están presentes. Al suceder esto, se manifiestan unas consecuencias. Como todavía no se ha conocido el límite de la mente humana, existe un número indeterminado de posibilidades de interpretación, con lo cual de sus consecuencias. "No es la creencia de los hombres la que determina sus condiciones, sino la revés, las condiciones de cada persona las que determinan su creencia". Con esta frase se define la "Teoría de la conciencia de clase" de Engels. Con esto introduzco mi siguiente afirmación: según nuestras condiciones de vida tendremos una determinada tendencia a pensar de una manera o de otra, de interpretar el mundo de una manera o de otra.

Estas condiciones vienen dadas por una naturaleza material, aunque ésta (a unos valores determinados) tiene como consecuencia una cualidad psíquica y ésta a su vez una material, formando así una cadena de reacciones imparable, denominada por mí como la "Cadena de la evolución de Brückmann", la cual en todo caso sigue conservando su punto de partida material. Al producirse un cambio de condiciones materiales en el medio (por ejem: más dinero, mejores condiciones de vida, mejores medios para el desarrollo intelectual, etc.) se produce como consecuencia de esto una evolución de la cualidad psíquica del individuo (por ejem: aumenta la autoestima, mejor desarrollo intelectual, mayor cantidad de exigencias al ver sus anteriores cumplidas) que a su vez origina un cambio material del medio que está directamente relacionado con él. Esto es la adaptación del modelo que propuso Lamarck para la evolución de las especies llevado por mí a la evolución psicológica de los humanos. Según Lamarck un animal desde que nace hasta que muere adapta su cuerpo al medio en el que vive, para ello propone la “prueba” de la jirafa defendiendo que ésta tiene el cuello tan largo porque lo ha ido estirando para poder coger las hojas que se sitúan en la parte más alta de un árbol. En la siguiente generación los individuos nacerán con ése órgano más desarrollado. Aunque esta teoría es falsa biológicamente, y no voy a explicar la razón, yo afirmo que sus fines son posibles si nos centramos en el estudio de la evolución humana. El hombre para evolucionar ha tenido que adaptarse al medio o adaptar el medio a él, propiedad de la que carecen los animales (por lo menos de manera tan magna). Un ejemplo claro sería la adaptación del hombre al frío: cuando hace frío (cambio de condiciones materiales en el medio) el hombre discurre (evolución de la cualidad psíquica del individuo, aunque esto sólo suceda en las primeras veces ya que a través de una repetición mecánica del proceso se ejecutaría esto de manera inconsciente, y más aún en las generaciones posteriores) y pone estufas o radiadores (adaptación del medio directamente relacionado con él según sus exigencias).

Estas ideas pueden ser apoyadas por varios filósofos materialistas que a lo largo de la historia han recapacitado sobre la evolución humana. Hegel, en su Dialéctica, concretamente en la "Ley de la transformación de la cantidad en cualidad" enuncia: "Al alcanzar ciertos grados de cambios cuantitativos, se produce una conversión cualitativa". En la teoría Marxista: "El cambio material trae consigo un cambio ideológico consecuente".

La evolución de las formas de organización está directamente relacionada con la "Cadena de la evolución de Brückmann" aplicada a los diferentes factores de los que dependemos. Estos factores son tales como el lugar donde se vive, la ideología reinante, la situación económica, la mentalidad de la comunidad, la inconsciencia o la propia naturaleza genética. Según estos factores sean de un tipo o de otro, nuestra tendencia a actuar será su correspondiente. Actualmente se podría modificar totalmente todos y cada uno de los factores mencionados exceptuando los dos últimos: la inconsciencia y la naturaleza genética.

La inconsciencia es el modo de actuar que tenemos sin tener presente el motivo por el cual actuamos de tal manera. Nuestro inconsciente viene determinado por dos bloques: el material genético y la experiencia.

El material genético nos transmite de modo totalmente biológico una serie de informaciones que forman nuestra naturaleza. Estas pueden ser de carácter consciente o inconsciente. Voy a explicar las que tienen que ver con nuestros futuros actos inconscientes. Cada individuo tiene un determinado material genético, con lo cual, una parte del inconsciente que es propia de cada uno. Ésta información genética referente al inconsciente es el conjunto de unos procesos biológicos que tienen lugar en los cuerpos paternales, y que se acaban una vez nacido el sujeto. Por este motivo en un principio no sucederán modificaciones en ella en condiciones normales aunque siempre quedan casos excepcionales como diferentes cambios químicos de la materia por alteración de sus átomos (radiactividad) o por otro tipo de mutación. En resumen: la parte del inconsciente dependiente del material genético no sufre variaciones a lo largo de la vida del sujeto salvo en casos excepcionales de naturaleza química.

La experiencia, sobretodo la ocasionada en una edad joven (a esa edad hay mas tendencia a captar las cosas de modo inconsciente) juega un papel importantísimo en el inconsciente. Según nos hayan sucedido determinadas cosas, sus consecuencias se nos quedan grabadas en el inconsciente. Aunque pueden ser de varias naturalezas, las reinantes son sin duda dos: la sexual y la mala experiencia. Ambas quedan reprimidas en nuestro inconsciente de tal modo que en sus posteriores manifestaciones nos llevan a la desorientación. Un claro ejemplo de esto es el análisis de Freud sobre el texto de W. Jensen "El delirio y los sueños en la Gradiva". Es la historia del delirio de Norberto Hanold, joven arqueólogo alemán, que está fascinado por un bajorrelieve romano que representa a una muchacha en actitud de andar, con un pie apoyado en el suelo y el otro tan sólo sobre las puntas de los dedos. Reproduce este bajorrelieve en escayola dentro de su estudio e imagina como había podido ser su vida en Pompeya antes de la erupción del Vesubio. La llama Gradiva, "la que anda". En su primera visita a Pompeya observa una mujer que tiene el mismo gesto de andar que la propia Gradiva. Se enamora de ella pensando que es Gradiva. Al final de la novela se descubre que Zoe (así se llamaba la mujer) resulta ser una vecina suya, con la que compartió su infancia, y a la que olvidó cuando empezó sus estudios. Progresivamente y recordando viejos tiempos Hanold se ha ido curando de su delirio. Pues bien, aquí se representa el "psicoanálisis" de Freud que consiste en la eliminación de la represión recordando el pasado mediante el diálogo. Este sería el método que se puede utilizar para cambiar la parte del inconsciente que pertenece a la experiencia vivida.

Yo añado sin embargo un matiz a este punto, y comparo el comportamiento humano con el animal. Todos sabemos que los animales actúan por mecanización, reaccionan igual en situaciones iguales. Todos sus actos son inconscientes. Durante años he estado, y todavía sigo, trabajando con perros de rescate. En este periodo de tiempo he aprendido a comprender el modo de actuar de estos animales, concretamente he estado trabajando con 30 perros en 4 años. Aunque surgen variaciones entre cada uno de los canes, todos tienen una base de aprendizaje común, una base que la tienen todos los animales. Ya que el perro es el animal doméstico más común, y que la mayoría de la gente conoce un poco a los perros, me voy a extender un poco en su psicología para poner un ejemplo. El perro al que se le crea una determinada situación al final de la cual recibe un premio, con la repetición de este proceso, será capaz de crear esa situación para recibir este premio del mismo modo. Si se le acostumbra a sentarse a una orden después de la cual recibe un premio (estímulo positivo) el perro, siempre y cuando las condiciones sean las mismas (no tienen que ser las mismas en el ambiente general sino en el suyo propio), se sentará siempre a la orden y esperará el premio, y tras un proceso de mecanización constante, será capaz de crear ésa situación y sentarse sin que se le diga nada. Del mismo modo si se le acostumbra a pegarle (estímulo negativo) cada vez que realiza un determinado acto, primero tendrá miedo cada vez que lo realice pero mediante un desarrollo de sus reacciones evitará con toda seguridad actuar de ése modo para no ser castigado. Comparando el ejemplo del perro y el de Hanold vemos un claro parecido: el humano de pequeño jugaba con su vecina compartiendo muchos sentimientos (se crea la situación), el perro cada vez que se sienta recibe premio (primera situación), esto a ambos se les queda grabado en su inconsciente, aunque a Hanold también en el consciente. En el caso de Hanold surge una represión en cuanto se olvida de la muchacha, con lo cual todo pasa a su inconsciente. Cuando de nuevo se encuentra con la muchacha (situación igual a la de la niñez) le surgen determinadas maneras de actuar inconscientes parecidas a las que tenía en su infancia (amistad entre niños que madurada y reprimida se transforma en amor), lo que sería denominado con la frase que antes he aplicado al perro como la descripción de la mecanización: "reacciona igual en situaciones iguales". A lo que he querido llegar con todo esto es que el hombre sigue teniendo muchos aspectos directamente relacionados con los animales y con su forma de actuar.

Una vez que ya he explicado el modo de actuar de la humanidad, cosa que considero fundamental, y esperando que esto sea relacionado por el lector con mi posterior escrito, voy a empezar a desarrollar el tema central sobre el que quiero escribir: la necesidad o no de tener gobernantes entre los seres humanos.

En principio habrá que definir la palabra gobernante: gobernante es "que gobierna" y gobernar es "dirigir con autoridad". En segundo lugar tenemos que diferenciar los tipos de gobernantes que existen o que han existido, pero como esto se podría hacer de mil maneras y formas y aún y todo quedaría incompleto, haré dos grandes grupos: los de "existencia concreta" y los de "existencia abstracta".

Los primeros son el origen de los segundos, pero los segundos son la naturaleza de muchos de los primeros.

En un principio, cuando los primeros hombres todavía no tenían consciencia, y digo primeros hombres por su apariencia física parecida a la nuestra, lo que gobernaba era la ley del más fuerte físicamente, "la ley de la selva". Con el proceso de la evolución, la adquisición del consciente trajo consigo un modo de ver la vida diferente. Este consciente era todavía primitivo y le quedaría todavía mucho tiempo para su evolución. Los "humanos" se empezaron a dar cuenta que vivían, que morían, que realizaban determinados actos, que la naturaleza terrestre podía ser buena o mala, y sobretodo que eran como seres nuevos en la Tierra que no tenían respuestas a sus preguntas. Al tener grabado en el inconsciente la existencia de unos jefes que les dirigían en sus actos físicos (los únicos hasta la adquisición de la consciencia) necesitaban atribuir poderes a algo, necesitaban inconscientemente que algo fuera superior a ellos, para su bien o para su mal. De allí empezaron a surgir las primeras atribuciones de "hechos inexplicables" a objetos subjetivos con el fin de crear unas respuestas que aunque fueran surrealistas (por supuesto que esto ni siquiera se lo preguntaban) fueran reales para ellos. Esto también era el fruto de la debilidad humana de ésa época que muchas veces aceptaba los hechos tal y como les venían sin reflexionar sobre ellos, ya fuera por incapacidad biológica-material, o por ignorancia psicológica. En aquella época los "hechos inexplicables" eran casi siempre modificaciones en la naturaleza del medio, como tormentas o relámpagos, o modificaciones de lo inaccesible, la astronomía, con sus cometas, lluvias de estrellas, luna, sol, etc.

Con la evolución, estos "hechos inexplicables" fueron desapareciendo ya que la ciencia daba unas respuestas objetivas que los explicaban. Gracias a ella, también empezaron a aparecer otros, tales como la vida, la muerte, y a ésos objetos subjetivos se les empezaron a dar atributos propios de los hombres para calmar un poco la desgracia de los mismos: la bondad, la alegría, el amor, la maldad, etc.

A lo largo del tiempo, el hombre ha ido creando aparte de sus dioses, a los representantes de dichos dioses así como sus organizaciones para su mejor desarrollo, convivencia y expansión. Este es claro ejemplo de la necesidad del hombre de la vida en comunidad. Dichas organizaciones, llamadas ahora religiones o sectas, aunque fueron creadas por el hombre y para el hombre, pronto pasaron a manos de unos pocos que hicieron lo que quisieron con ellas. Sus representantes dictaron unas normas que fueron escritas en libros, que cada uno las traducía e interpretaba como quería. De allí que a partir de entonces pasaron a ser un tipo de gobierno que tenía como arma más poderosa la psicología, o mejor dicho, la tortura psicológica debida al incumplimiento de unas leyes dictadas por la religión. Y aún siendo teóricamente un poder subjetivo, divino, el que mandaba, se perseguían hechos materiales como dinero, fuerza, etc. Con lo cual se ha pasado de un poder abstracto a un poder concreto que utiliza un arma concreta con el pretexto de identificarla con un arma abstracta (castigo de dios).

Como he dicho antes, el poder abstracto es la naturaleza de muchos poderes concretos. Los poderes políticos surgieron del conjunto de los poderes físicos (la ley de la selva) y los poderes religiosos de los representantes de las religiones (curas, papas). De allí que algunos tipos de gobiernos intentan ser la religión de sus ciudadanos (comunismo) pero también algunas religiones intentan ser la política material de sus creyentes (claro ejemplo en el judaísmo).

Muchos filósofos defendieron y defienden que dios y la religión es un invento del hombre, enfrentándose a todas las religiones existentes y a sus representantes y creyentes, que están cegados creyendo que la religión es algo de origen divino y que el hombre pertenece a ella. Nietsze en su Crítica a la Religión Cristiana enuncia: La Religión nace del miedo y del horror que el hombre tiene de sí mismo. Se trata de la incapacidad de asumir uno su propio destino. Cuando al hombre le invade un sentimiento de poder y teme quedar avasallado por él, mediante un mecanismo de defensa patológico, lo atribuye a otro ser más poderoso que es Dios. "Habéis evolucionado del gusano al hombre, pero todavía queda mucho de gusano en vosotros". Esta última frase de Nietsze defiende la evolución de los "hechos inexplicables" y de los atributos que se dan al Dios, ambos casos son cada vez más complejos, pero siguen teniendo una base primitiva, inexistente, surrealista.

Feuerbach escribió una serie de enunciados referentes a la alienación de diferentes sectores de la sociedad. La palabra alienación proviene de "alienus" que significa "ajeno o extraño". En la filosofía idealista alemana era el alejamiento del hombre respecto de sí mismo perdiendo su autenticidad. En la Alienación Religiosa criticó bastante los orígenes de Dios así como la simplicidad de la mente de sus creadores. La definición que da de esta alienación es la siguiente, que vendría referida a lo que he citado anteriormente sobre los atributos que se hacen a los dioses: "Proyección de un dios imaginario con atributos que sólo le pertenecen al hombre. Esta alienación está motivada por el estado de miseria en que se encuentra el hombre. Es como un consuelo, un alivio, es el suspiro de la criatura oprimida y es el opio del Pueblo".

El hombre ignorante actual, de igual modo que el anterior, necesita una religión en la que creer para que le dé unas respuestas que aunque muchas veces son creadas por él mismo le sirven de consuelo, de motivador, de un fin por el que vivir, de un modo de vida que seguir para ser lo más parecido a Dios.

Al decir que cree en ésas religiones expresa a la comunidad que es ignorante a la realidad, que vive en su propio cuento que aunque muchas veces le procura felicidad sigue siendo inexistente, con lo cual expresa su idiotez parcial y muchas veces su hipocresía debido a que piensa diferente de lo que dice. Sin embargo, si de verdad cree en una religión, si de verdad cree en una religión después de analizarla y compararla con la realidad, entonces estamos ante un caso de idiotez total, una idiotez que le puede procurar felicidad pero que nunca le llevará a la realidad. Una realidad en la que la Iglesia (la empresa representante de la religión que teóricamente recauda dinero para fines benefactores pero en realidad se aprovecha de sus seguidores y del gobierno político pidiéndoles dinero con la excusa de que su Dios se lo pagará, y luego gastándoselo en vicios que ellos mismos prohiben) intenta gobernar sobre los hombres de manera ideológica, basándose en unos principios subjetivos inexistentes para llegar a unos fines materiales los cuales ella misma critica en su teoría pero no en la práctica. Con lo cual intenta engañar a la sociedad haciéndoles esclavos suyos.

Por este motivo, y como la vida terrenal (la única conocida hasta el momento y la que estamos analizando día a día) es una vida real, una vida material, si queremos dejar de ser ignorantes (idiotas totales) y dependientes de un gobierno psicológico con fines materiales necesitaremos destruir las religiones para que la mente humana se libere del cuento de hadas. Para ello, y como nos ha tocado vivir en la religión cristiana, propongo unos cambios que se podrían hacer para llegar a una sociedad agnóstica:

La sociedad Democrática actual debería de empezar cambiando primero su política. Aparte de un cambio ideológico de la población (que sería el resultado de un cambio político) habría que empezar a transcribir la Biblia desde sus orígenes, o por lo menos interpretarla desde la manera y el sentido con los que no se interpreta por culpa de "listillos" que la han traducido a su favor. De este modo se "jugaría a dos bandas" para conseguir que la gente se diera cuenta de la falsedad de la religión. El resultado sería la desaparición de las religiones, por puro proceso de evolución agilizado por los métodos anteriormente descritos. Pero viviendo en una sociedad como en la que vivimos, en la que todavía se cree en la confesión de pecados al señor y su posterior deuda pagada haciendo ritos religiosos sería un error trágico el destruir, o por lo menos intentarlo, las religiones ya que la primera reacción del pueblo sería echarse contra el culpable. Los cambios deberán de suceder poco a poco.

En primer lugar la financiación de la Iglesia sería totalmente privada y realizada por ella y sus seguidores manteniéndose el gobierno político al margen de ella pero siempre controlando los posibles "fraudes" como a cualquier otra empresa aunque sin llegar a pedirle impuestos estatales. Con esto conseguiríamos en dos fases el rechazo, por parte de los creyentes, de un "gobierno católico" como es el vaticano para poder ser católicos. En la primera fase los creyentes se darían cuenta de que no es necesaria la "empresa católica" llamada Iglesia para poder ser creyente en cuanto fuera obligatorio (por norma impuesta por el vaticano a causa de la cancelación de presupuestos para la iglesia por parte del Gobierno del Estado) pagar X dinero par poder entrar en ella y realizar sus ceremonias. En la segunda fase (aplicada a los que pagan a la iglesia) la gente se daría cuenta del fraude económico por parte de los "altos mandos religiosos" como son los curas y obispos, sin mencionar los verdaderos ladrones como son los arzobispos y el "jefe de la manada" en la sección terrestre, o sea, el Papa. Con esto llegarían a la conclusión de la fase anterior. Ésta sería casi del todo verdadera en la primera generación. Por supuesto que para los ya "cegados" con la religión no les haría falta la Iglesia, pero con la gente no tan "cegada" se llegaría de una manera encubierta a la finalidad propuesta al principio de todo: dejaría de haber creyentes conforme pasarían las generaciones (evolución). Esto sería debido a que al no haber iglesia se irían abandonando poco a poco las costumbres religiosas a causa de la vagueza del ser humano.

Definido ya en que consiste el poder religioso, sus consecuencias y su posible destitución, explicaré en que consistiría la liberación de líderes políticos, de gobernantes políticos en el pasado y en nuestra actualidad. Como no se puede evolucionar de golpe, no se puede pasar de primate a democrático, ni tampoco al revés, durante la historia surgieron diferentes movimientos de liberación del gobierno que tenían presente en esos momentos. Vamos a centrarnos en el liberalismo moderno y en el actual (el que es intentado actualmente por sectores de gente que intenta salirse de la realidad).

En la Inglaterra del siglo XVII, durante la Guerra Civil inglesa, algunos miembros del Parlamento empezaron a debatir ideas liberales como la ampliación del sufragio, el sistema legislativo, las responsabilidades del gobierno y la libertad de pensamiento y opinión. Las polémicas de la época engendraron uno de los clásicos de las doctrinas liberales: Areopagitia (1644), un tratado del poeta y prosista John Milton donde defendía la libertad de pensamiento y de expresión. Uno de los oponentes del pensamiento liberal, el filósofo Thomas Hobbes, contribuyó sin embargo al pensamiento liberal a pesar de que apoyaba una intervención absoluta y sin restricciones del gobierno. Hobbes pensaba que la verdadera prueba para los gobernantes debía ser por su efectividad y no por su apoyo doctrinal a la religión o a la tradición. Su pragmático punto de vista sobre el gobierno, que defendía la igualdad de los ciudadanos, allanó el camino hacia la crítica libre al poder y hacia el derecho a la revolución, conceptos que el propio Hobbes repudiaba con malignidad.

Uno de los primeros pensadores liberales más influyentes fue el filósofo inglés John Locke. En sus escritos políticos defiende la soberanía popular, el derecho a la rebelión contra la tiranía y la tolerancia hacia las minorías religiosas. Según el pensamiento de Locke y de sus seguidores, el Estado no existe para la salvación espiritual de los seres humanos sino para servir a los ciudadanos y garantizar sus vidas, su libertad y sus propiedades bajo una Constitución.

Gran parte de las ideas de Locke se ven reflejadas en la obra del pensador político y escritor inglés Thomas Paine, según el cual la autoridad de una generación no puede transmitirse a sus herederos, que si bien el Estado puede ser necesario eso no lo hace menos malo, y que la única religión que se puede pedir a las personas libres es la creencia en un orden divino. Thomas Jefferson también se adhirió a las ideas de Locke en la Declaración de Independencia y en otros discursos en defensa de la revolución, en los que atacaba al gobierno paternalista y defendía la libre expresión de las ideas.

En Francia la filosofía de Locke fue rescatada y enriquecida por la ilustración francesa y de forma más destacable por el escritor y filósofo Voltaire. Insistía en que el Estado era superior a la Iglesia y pedía la tolerancia para todas las religiones, la abolición de la censura, un castigo más humano hacia los criminales y una organización política sólida que se guiara sólo por leyes dirigidas contra las fuerzas opuestas al progreso social y a las libertades individuales. Para Voltaire, al igual que para el filósofo y dramaturgo francés Denis Diderot, el Estado es un mecanismo para la creación de felicidad y un instrumento activo diseñado para controlar a una nobleza y una Iglesia muy poderosas.

Actualmente, entre la minoría sociedad joven, surge un nuevo movimiento de liberación, lo que podría llamarse el movimiento anarquista. El mayor problema de este "movimiento" es el desconocimiento de los valores que se persigue y de sus consecuencias, y por lo tanto creo necesario exponerlos de manera sintética y clara. La concentración del Poder en una persona o la dominación que ejercen sobre las masas las "élites" de poder o los grupos de intereses, la falta de austeridad y de transparencia de actos de gobierno, alejan a la ciudadanía de la posibilidad o la voluntad de participación. Surge como consecuencia una peligrosa apatía y un sentimiento de impotencia y escepticismo (duda del conocimiento objetivo de la verdad) que se convierte en acciones de fuerte protesta o de violencia. Por otro lado, el despertar de la sociedad civil hacia la participación está haciendo resurgir el espíritu de solidaridad y de responsabilidad ciudadanas, el compromiso que cada uno debe tener con su comunidad, sin esperar que la resolución de problemas comunes esté exclusivamente en manos de profesionales y del gobierno. La formación de sindicatos y de ONG´S acerca a la sociedad hacia un luchar por sus creencias, hacia un luchar por su verdad, todo esto de manera extragubernamental y de manera voluntaria.

Al llegar a la anarquía, en un principio se crearía el Caos (todo cambio radical provoca desorientación en la gente). Claro está que se suprimiría todo tipo de autonombramiento de cargos algunos, o mejor dicho, nombramiento de cargos para un determinado trabajo por parte de gente que tiene poder para hacerlo por su posición jerárquica politico-espiritual-económica. Todos los cargos se tendrían que elegir por asamblea formada por la población directamente relacionada con los medios y fines de ellos. En un principio parece ser que hablo de Democracia y no de anarquía pero no es así ya que no solo se decidiría sobre la elección de representantes sino también sobre los actos que éstos realizarían. En este sentido sería semejante a la Democracia Directa de antaño. La población no tendría obligación de realizar sus actos según la decisión de la mayoría, serían libres en el sentido de que no estarían determinados por un gobierno. Sin embargo aunque no tuvieran obligación "jurídica" o "política" de actuar en contra de su voluntad, muchas veces tendrían que hacerlo para contribuir a la comunidad. Se fundamenta en la AUTODISCIPLINA DEL "YO" DENTRO DE UN COLECTIVO.

Gobernantes
El gobierno del pueblo tuvo un importante papel en las democracias de la era precristiana. A diferencia de las democracias actuales, las democracias de las ciudades-estado de la Grecia clásica y de Roma durante los primeros años de la República eran democracias directas, donde todos los ciudadanos tenían voz y voto en las asambleas que se celebraban a modo de consejos municipales. No se conocía el gobierno representativo, innecesario debido a las pequeñas dimensiones de las ciudades-estado (que no sobrepasaban casi nunca los 10.000 habitantes). La antigua democracia no presuponía la igualdad de todos los individuos, ya que la mayor parte del pueblo, que estaba constituido por esclavos y mujeres, no tenía derechos políticos. Atenas, la mayor de las democracias urbanas, limitaba el derecho al voto a aquellos ciudadanos que hubieran nacido en la ciudad. La democracia romana se parecía a la de los griegos, aunque Roma concediese a veces la ciudadanía a quienes no eran de origen romano. El estoicismo romano, que definía a la especie humana como parte de un principio divino, y las religiones judía y cristiana, que defendían los derechos de los menos privilegiados y la igualdad de todos ante Dios, contribuyeron a desarrollar la teoría democrática moderna.

La República romana desembocó en el despotismo del Imperio. Las ciudades libres de Italia, Alemania y Flandes continuaron la tradición democrática y aplicaron algunos principios democráticos durante la edad media, en especial, en el autogobierno del pueblo, plasmado en el municipio. Los esclavos dejaron de constituir una parte mayoritaria de las poblaciones nacionales. A medida que el feudalismo desaparecía, surgía, a su vez, una clase media comercial y rica que disponía del dinero y el tiempo necesarios para participar en asuntos de gobierno. Resultado de esto fue el resurgimiento de un espíritu de libertad basado en los antiguos principios griegos y romanos. Los conceptos de igualdad de derechos políticos y sociales se definieron aún más durante el renacimiento, en el que se vio potenciado el desarrollo del humanismo, y más tarde durante la Reforma, en la lucha por la libertad religiosa.

Algo parecido al tipo de anarquía presentado anteriormente de intentó llevar a cabo en la Comuna de París a finales del siglo XIX. o en la Grecia de principios del siglo XX, en la cual ante cualquier decisión importante se convocaban votaciones entre toda la población y no sólo entre sus representantes. Actualmente en Euskdadi, concretamente en la AEK (Alfabetatze Euskalduntze Koordinakundea - Coordinación de Euskaldinación y Alfabetización) funcionan bajo una base de anarquía: los representantes son elegidos por una asamblea formada por todos los miembros de esta asociación, alrededor de 3.000 profesores y 20.000 alumnos los cuales no sólo eligen a sus representantes sino que también los actos que deben realizar. Si algo va mal es por culpa de la Asamblea (siempre y cuando los representantes cumplan con su papel: realizar actos que han sido elegidos y aprobados por la asamblea).

Ahora bien. Una vez conocidos los orígenes de los gobernantes que actúan de manera directa o indirecta sobre los hombres, una vez que hemos hecho un análisis profundo sobre la psicología humana, una vez que hemos conocido a grandes rasgos movimientos liberalizadores, ya podemos opinar sobre si sería posible la eliminación y el prescindir de miembros objetivos o subjetivos, reales o surrealistas que tienen poder sobre nosotros.

Como ya hemos visto, el hombre siempre ha dispuesto de gobernantes, del tipo que fueran según la evolución, y nunca ha sido libre completamente. En el inconsciente de los animales, y por lo tanto también de los animales evolucionados (nosotros), está grabada la imagen de un sujeto superior que manda del modo que sea sobre nosotros. El más fuerte físicamente reinaba entre los animales y entre los primates. Tormentas y relámpagos mandaban entre los primeros hombres con consciencia. Faraones, Reyes, dictadores, presidentes, fueran lo que fueran siempre han existido. Pecados y castigos religiosos, desde que la religión existe, siempre han reinado entre sus seguidores o entre sus opositores. La naturaleza humana necesita un ser superior al que seguir, que responda a sus preguntas intrigantes, y también un ser que materialmente les dirija para quitarse responsabilidades y con ello el responder a ellas. Muchos han sido los que han pretendido la total libertad humana, la total independencia, pero esto es imposible ya que estaríamos luchando contra unas leyes de la naturaleza que son imposibles de cambiar, por lo menos en nuestra sociedad. Tendríamos que esperar muchos siglos, miles o millones de años para que esto cambiara.

De todos modos aunque en nuestra sociedad fuera posible deshacerse de toda autoridad religiosa y política (sólo por parte de gente inteligente, de gente que ha evolucionado más que su propia época) empezaríamos a someternos bajo una opinión pública, la opinión del colectivo. La mayoría de la gente al desprenderse de la autoridad religiosa empezaría a depender de manera magna de la autoridad política (como anteriormente he dicho, el comunismo) convirtiéndose ésta en su religión. En el caso contrario, si dejásemos de depender de una autoridad política empezaríamos a depender de una autoridad religiosa, convirtiendo a ésta en política (Islam, Budismo). Estos dos casos serían debido a que la mentalidad humana es tan vaga que tiende a depender de otros, tiende a idealizar sujetos a los que seguir (dioses, reyes, héroes) y por eso en el fondo prefiere tenerlos para quitarse la carga de elegir y de pensar y con lo cual luego criticarles por sus pésimas labores ya que preferimos la crítica a otros que la autocrítica.

Sería muy bonito no depender de unos gobernantes como sucedió en la comuna de París, pero esto sería imposible.

En un país como España, o cualquier otro desarrollado o subdesarrollado con problemas internos o externos y sus correspondientes preocupaciones (economía, educación, guerra, etc.), no sería posible debido a las exigencias de resolución inmediata que presentan. En la Grecia de la época de principios del siglo XX o en la Comuna de París, esto pudo funcionar debido a que la sociedad tenía una mentalidad arcaica, poco exigente, no como ahora.

Para concluir quiero decir a la gente que intenta luchar por cualquier tipo de liberalización que primero estudien la naturaleza de los fines que persiguen y que lo hagan muy de cerca, para no empezar a contradecirse a sí mismos entre la práctica que persiguen y la teórica de la que forman parte.

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Enviado por:Pablo Kuszelewski
Idioma: castellano
País: España

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