Ética y Moral


Familia y sociedad


“La sociedad”

ÍNDICE

La Familia

¿Qué es una familia? Pág. 5

Los vínculos en la familia Pág. 5

La familia conyugal y los cambios sociales Pág. 6

La familia tradicional o extensa Pág. 6

La familia actual o familia nuclear Pág. 6

La familia: una organización social Pág. 7

La familia conyugal, o bilineal Pág. 7

La familia consanguínea Pág. 8

La familia: una organización social Pág. 8

Diferencias entre el hombre y la mujer Pág. 8

La familia, cuadro de valores y conductas morales Pág. 9

Las relaciones huma

Las relaciones humanas Pág. 9

Las normas sociales

Las normas: una necesidad para la convivencia Pág. 10

INTRODUCCIÓN

No somos seres aislados sino sociales.

Vivimos gracias a los auxi­lios y complementaciones que estamos recibiendo del medio social.

Sin la familia, pereceríamos.

Sin las escuelas, institutos y universidades nos sería muy di­fícil alcanzar los conocimien­tos necesarios para nuestra cultura, oficio o profesión.

Sin la sociedad civil -don­de se desarrollan instituciones económicas, deportivas, polí­ticas- nos sería imposible al­canzar nuestro desarrollo co­mo personas.

Sin la Iglesia -cualquiera sea- quedaría sin satisfacer plenamente nuestra inquietud religiosa y la aspiración del alma de unirse a Dios.

Si tanto recibimos, tam­bién podemos dar. Por ello so­mos responsables de nuestros actos en relación con los de­más. Por ello tenemos deberes sociales. Veamos en seguida algunos de ellos.

DESARROLLO

La familia

La familia la forman dos personas que tuvieron uno, dos, tres o más hijos. La familia existe para protegerse unos a otros, estar en los momentos malos y buenos. Los padres están para acompañar a sus hijos en el camino de la vida, enseñarles, protegerlos del mal, etc. Su tarea principal es acostumbrarlos a esta sociedad.

Las funciones que la familia cumple en la sociedad son: la protección, la contención y la educación.

La existencia de una familia se basa en el vínculo afectivo. Brinda las condiciones necesarias para la maduración del individuo, preparándolo para su vida en la sociedad.

La familia es el grupo social primario, el primero al que llega el hombre al nacer. Esta cumple funciones básicas como: la crianza y la socialización.

La función de procreación se cumple cuando un hombre y una mujer se unen por lazos afectivos y forman una familia; su descendencia sumará miembros a la sociedad asegurando que esa sociedad perdure. La familia es la célula social básica, sin ella la sociedad no existiría.

La familia cumple con la función de crianza cuando da al niño afecto, cuidados, alimentos, abrigos, etc. Esto logra que el individuo se desarrolle armónicamente. El seno de la familia es donde existe el afecto necesario para el crecimiento equilibrado.

La familia enseña a sus hijos normas, costumbres y valores de la sociedad en la que vive Se cumple así la función de socialización y transmisión de cultura.

En nuestra sociedad, las responsabilidades familiares son compartidas por ambos padres, las decisiones son tomadas por ambos cónyuges. Ej: La Patria Potestad

Patria Potestad

La legislación argentina reconoce a ambos esposos, en forma compartida, l ejercicio de la patria potestad. El Código Civil argentino define en su artículo 161 a la patria potestad como “El conjunto de los deberes y derechos de los padres sobre las personas y bienes de los hijos desde el momento de la concepción hasta la mayoría de edad o hasta que se hayan emancipado”.

¿Qué es una familia?

Seguramente si les preguntamos qué es una familia, rápidamente la mayoría contestará que es un grupo formado por los padres y los hijos. Otros incluirán también a los abuelos maternos y paternos, tíos y primos; es decir, a los parientes en general. Esto es cierto, pero lo esencial, lo que da a la familia su rasgo específico, es la unión de un hombre y una mujer, con el propósito de compartir lo cotidiano y desarrollar un proyecto de vida. En este proyecto, tener y criar hijos es uno de los objetivos principales.

Estos hijos sólo se desarrollan dentro de una familia que es la en- cargada de satisfacer sus necesidades durante la crianza.

Padres e hijos forman una unidad social intermedia entre el individuo y la sociedad más amplia a la que pertenecen. En la familia nacemos y crecemos. Sin ella, los hombres no podrían sobrellevar su lucha por la subsistencia. La familia es la primera respuesta del hombre frente al ámbito que lo rodea.

La familia es la base de la vida social y su núcleo natural. El antropólogo Claude Lévi-Strauss agrega una información importante al decir que la familia "aparece como un fenómeno práctica- mente universal, presente en todos los tipos de sociedades".

Los vínculos en la familia

No hay familia sin una pareja conyugal. Aunque ésta se disolviera por el fallecimiento de alguno de los cónyuges o por su separación, lo importante es que todos tenemos una pareja de padres que nos hizo nacer.

Entre los esposos se da un vínculo de alianza matrimonial, que supone el compromiso recíproco de formar una unión estable y monogámica, que deseará tener y criar hijos. La relación de los padres y los hijos se llama vínculo de filiación. En virtud de es- te vínculo, los padres ponen el nombre a sus hijos, les transmiten sus propios valores, su lengua, su concepción del mundo y de la vida.

En la familia hay un tercer tipo de vínculo que se llama de consanguineidad, y es la relación entre hermanos como hijos de los mismos padres.

En el caso en que el matrimonio no pueda tener hijos por razones biológicas, después de cinco años de vivir juntos les es posible adoptar. La ley de adopción dice que "la adopción plena confiere al adoptado una filiación que sustituye a la de origen. El adopta- do deja de pertenecer a su familia de sangre y se extingue el parentesco con los integrantes de ésta [...]. El adoptado tiene, en la familia del adoptante, los mismos derechos y obligaciones del hijo legítimo" (Artículo 14).

La familia conyugal y los cambios sociales

La familia no es una institución fija e invariable. Ha sufrido y sufre constantes modificaciones. En la actualidad, el cambio más visible es la reducción del número de sus miembros: a la antigua familia extensa le ha sucedido la familia nuclear.

Los procesos de industrialización y urbanización son responsables, entre otros factores, de estas modificaciones.

La familia tradicional o extensa

La familia tradicional estaba compuesta por más familiares que los padres y los hijos. Compartían la vivienda los abuelos, tíos y primos, etc.. De ahí deriva su nombre de extensa. Las casas en las que habitaban eran grandes y generalmente patrimonio de la herencia familiar.

Con frecuencia, las familias eran también una unidad económica.

Los diversos miembros contribuían al proceso de producción, que se realizaba en el hogar o muy cerca de él. Al continuar con el trabajo familiar, el hijo varón no necesitaba encontrar un trabajo estable para casarse, como ocurre hoy día. También por esa razón, la edad de ingreso al matrimonio era temprana.

La familia era como una empresa que constantemente agregaba nuevos miembros y sobrevivía a cualquiera de sus integrantes. Otra característica era la protección que la familia ofrecía a los ancianos y a los familiares discapacitados. En general, la familia extensa se asemejaba a la de tipo patriarcal. El lugar de la mujer y de los hijos era de subordinación absoluta a la autoridad paterna. Si bien los miembros de la gran familia quedaban protegidos por esta autoridad, estaban también sometidos a ella.

Era prácticamente imposible vivir fuera del seno de la gran familia. La familia tenía también el sentido de estirpe el valor de un individuo dependía de la familia a la que pertenecía.

La familia actual o familia nuclear

Trasladada a un ambiente urbano, la familia cambia. La vivienda se torna más pequeña y en ella sólo viven padres e hijos. Además, el número de hijos disminuye. Los ingresos provienen del trabajo fuera de la casa, que les insume muchas horas, incluso a la mujer, porque se ha generalizado su trabajo. La democratización y la igualdad entre los sexos van reemplazando el antiguo patriarcado. La familia como estirpe pierde su lugar. En el trabajo, la persona se estabiliza y progresa por lo que es individualmente y no por su pertenencia a determinada familia.

La familia ya no encuentra en su casa lugar de distracción, busca la recreación en otros sitios. La vida personal de cada miembro ocupa un lugar más importante.

La familia: una organización social

La familia es la primera forma de organización social. Ha existido en todos los pueblos y en todas las épocas de las que hay testimonio histórico.

La familia surgió por que el hombre necesitó agruparse para defenderse de la naturaleza, satisfacer sus necesidades de alimento y protección y cuidar su descendencia.

Además, la larga infancia del hombre crea una prolongada dependencia entre la madre y el niño. Éste es uno de los probables factores que le dieron a la familia humana un carácter permanente.

Este grupo organizado que constituye la familia tiene también fundamentos de tipo legal. En la sociedad occidental, el matrimonio es la base legal de la familia, ya que toma las relaciones conyugales como base de la unidad familiar. Ésta es una conducta tan universal entre nosotros, que nos inclinamos a considerar el matrimonio y la familia como ligados inseparablemente. Sin embargo, hay algunas sociedades que establecen una distinción precisa entre ambos, o sea entre familia y matrimonio.

En función de esto se pueden establecer dos tipos de familias: la familia conyugal y la familia consanguínea.

La familia conyugal, o bilineal

En la familia conyugal, los miembros de la pareja matrimonial, que se llaman cónyuges, pertenecen a su vez a dos familias diferentes: la familia del esposo y la de la esposa. Al formarse una nueva pareja, cada miembro de ella tiene, entonces, su familia de origen y su nueva familia conyugal. Esta nueva familia es una familia bilineal, es decir, los ascendientes y los descendientes se cuentan por las líneas del padre y de la madre. El parentesco se establece con ambas familias, la materna y la paterna.

Tenemos primos, tíos, abuelos paternos y maternos, por ambas líneas.

La familia consanguínea

La familia consanguínea es una familia unilineal, porque se consideran parientes sólo a los descendientes de un antepasado común. Esto no quiere decir que las personas no se casen, sólo significa que uno tiene como pariente a los que tienen la misma sangre.

Hay sociedades que organizan sus familias alrededor de un antepasado masculino; se trata de una familia patrilineal. Si las familias se organizan alrededor de un antepasado femenino se trata de una familia matrilineal.

En consecuencia, podemos ver que más que una cuestión biológica, el parentesco es una cuestión social, ya que está determinado por razones históricas y culturales.

La familia: una organización social

La familia es la primera forma de organización social. Ha existido en todos los pueblos y en todas las épocas de las que hay testimonio histórico.

La familia surgió por que el hombre necesitó agruparse para defenderse de la naturaleza, satisfacer sus necesidades de alimento y protección y cuidar su descendencia.

Además, la larga infancia del hombre crea una prolongada dependencia entre la madre y el niño. Éste es uno de los probables factores que le dieron a la familia humana un carácter permanente.

Este grupo organizado que constituye la familia tiene también fundamentos de tipo legal. En la sociedad occidental, el matrimonio es la base legal de la familia, ya que toma las relaciones conyugales como base de la unidad familiar. Ésta es una conducta tan universal entre nosotros, que nos inclinamos a considerar el matrimonio y la familia como ligados inseparablemente. Sin embargo, hay algunas sociedades que establecen una distinción precisa entre ambos, o sea entre familia y matrimonio.

En función de esto se pueden establecer dos tipos de familias: la familia conyugal y la familia consanguínea.

Diferencias entre el hombre y la mujer. Su lugar en la familia

[...] Hombres y mujeres se diferencian en los sentimientos, deseos y personalidad. Estas diferencias pueden no ser tan evidentes como las del cuerpo, pero son también importantes. Generalmente concebimos a un muchacho como vigoroso y agresivo, y a una joven, dulce y suave y con un gran deseo de agradar a los demás. Del padre se espera que mantenga a la familia y le brinde a su esposa e hijos un apoyo viril.

Por otra parte, una madre, aunque coopere para sostener a su familia, da amoroso cuidado a sus hijos, maneja la casa y es fuente de ternura y amor femeninos. Por lo tanto, hombres y mujeres se complementan; cuando lo hacen bien, el resultado es maravilloso [...].

Pero siempre hay algo más que saber. Un hombre puede ser tierno y gentil, y agradarle además las diarias tareas de la casa, pero por ello no pierde su virilidad; una mujer puede ser vigorosa y realizar una exitosa carrera fuera del hogar, sin menoscabar su femineidad. Tal vez podamos decir que, como seres humanos, tenemos más cosas en común que diferencias originadas en el sexo.

La familia, cuadro de valores y conductas morales

El valor fundamental de la familia se expresa con la noción de hogar. La expresión "hogar" es una metáfora muy fácil de interpretar. Implica, en primer término, una idea de calor y de seguridad. Se refiere también al papel económico de la familia: la familia es una organización de consumo. El hogar es también un centro y por ello se ve que la familia expresa una idea de reunión, una integración jerárquica. Además, como el fuego necesita ser mantenido, la familia considerada como hogar. supone una colaboración incesante y la lealtad de todos los miembros que la componen.

Las relaciones humanas

El hombre es un ser social, eso quiere decir que vive en unión con otros hombres. No puede vivir solo, vive en sociedad. La sociedad es, entonces, el hábitat del hombre y éste es, al mismo tiempo, el constructor y el transformador de la comunidad. La sociedad humana es la unión de los hombres. Juntos transforman la naturaleza y la ponen a su servicio para protegerse y satisfacer sus necesidades de alimento, vestido, habitacionales de comodidad, etcétera.

Todos los hombres forman parte de la sociedad. También forman parte de la sociedad las organizaciones que el hombre ha creado, tales como la familia, la escuela, el gobierno, el estado.

Las relaciones humanas son las relaciones entre los miembros de la sociedad. Siempre son mutuas, es decir que las personas se influyen recíprocamente.

El hombre establece relaciones de muy variada índole, como las que se producen por el solo hecho de la vecindad, o por ser miembro de un club o de una institución profesional o religiosa, etc. Resulta muy difícil enumerarlas a todas, ya que la lista sería interminable.

Estas relaciones constituyen variadas manifestaciones de convivencia humana.

Las normas sociales

A lo largo del tiempo todas las agrupaciones humanas, desde los grupos primarios hasta las más complejas instituciones, han necesitado normas para funcionar y desarrollarse positivamente.

Cuando vimos que el hombre crea cultura, diferenciamos distintos tipos de objetos culturales. Así como las creencias y los valores, las normas son objetos culturales no materiales. Ellas reflejan los valores de una sociedad.

En un grupo primario, en una comunidad y en las más complejas instituciones, las normas buscan armonizar la convivencia, para hacer más positivo el funcionamiento del grupo.

Las actividades humanas, que como hemos visto se realizan en sociedad, hacen necesaria la existencia de las normas. Si un grupo de alumnos se reúne para concretar una tarea escolar, se establecen normas de funcionamiento para lograr el objetivo deseado. Las normas son imprescindibles para el accionar social.

En el desarrollo de un juego, el funcionamiento de la Cooperadora de una escuela, una familia, en todos los casos existen normas aceptadas por los miembros participantes.

La familia y la escuela son grupos socializadores, ambas transmiten cultura y con ella, las normas.

Las normas pueden referirse a cuestiones morales, religiosas, sociales, etc.

En todas las sociedades, paralelamente con la aparición de normas, surgieron autoridades cuyas funciones consisten en velar por el cumplimiento de las normas, en beneficio de la comunidad.

Existe un tipo de norma que se diferencia nítidamente de todas las demás: la norma jurídica.

Las normas jurídicas poseen una sanción en su enunciado. Las instituciones que se ocupan de velar por el cumplimiento de las normas poseen la autoridad necesaria para hacerlas cumplir, y pueden utilizar la fuerza si es necesario.

Ejemplo: “El que roba será castigado con la prisión”. Este es un ejemplo de norma jurídica.

A veces las normas sociales reciben sanción por la comunidad aunque no se encuentre explícito, si una persona no practica las costumbres de higiene y pulcritud dentro de un grupo, puede llegar a ser rechazada por él. En este caso el grupo aplica una sanción de tipo moral, pero no existe como en el caso de la norma jurídica, una sanción obligatoria que las autoridades se ocupan de hacer cumplir, usando la fuerza si es necesario.

Las normas: una necesidad para la convivencia

El hombre, ya agrupado socialmente y viviendo en comunidad con sus semejantes, se dio cuenta de que la manera más fácil de llevar a cabo sus tareas era encontrando una cierta forma de organización. Necesitó crear un mecanismo de regulación. Para que sea posible la vida en sociedad y para que, además, el desarrollo de la vida individual no sea un obstáculo para la vida social, se re- quiere un sistema normativo. Si éste no existiera viviríamos en un clima de anarquía, donde cada uno defendería sus intereses individuales aun en detrimento de las necesidades colectivas. Algunas normas, como las jurídicas, son de carácter coercitivo, es decir se exige su cumplimiento y su incumplimiento es castigado. Hay otro tipo de normas, como las de urbanidad, cuyo incumplimiento no es sancionado, salvo por el reproche de la sociedad o de un grupo social, que hasta puede llegar a marginar al infractor. El cumplimiento de estas normas de urbanidad nos permite integrarnos en forma armónica en el grupo al que pertenecemos.

Normas, costumbres y leyes organizan la naturaleza social del hombre, para que la misma se pueda consolidar. Si bien éstas limitan la libertad del hombre, también la hacen posible.

Dijo Cicerón, el gran orador y escritor romano: "Nos hacemos esclavos de la ley para llegar a ser hombres libres".

Bibliografía

Material bibliográfico

CASULO, Alicia Beatriz. “Educación Cívica 1”. Buenos Aires, Santillana, 1981.

FERNÁNDEZ, Alicia. “Formación Ética y Ciudadana 8 EGB”. Madrid, Kapelusz, 2001.




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Enviado por:Gaston
Idioma: castellano
País: Argentina

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