Arte


Erecteion


ESQUEMA DEL ERECTEIÓN

1.-Concepto del Erecteión

2.-Introducción de Erecteión

3.-Desarrollo del Erecteión

3.1.-El Erecteión

3.2.-Su arquitecto

3.3.-Su leyenda

CONCEPTO DE ERECTEIÓN

El Erecteión, eregido en la Acropolis en frente del Partenón, y quizás obra de Mnesiklés, es un templo jónico excepcional. El hecho de que el terreno fuera accidentado, y el temor a destruir los santuarios anteriores del lugar, forzaron al arquitecto a idear una complicada planta asimétrica. El entablamento del pórtico que oculta la bajada a la tumba de Erecteo se apoya sobre unas esculturas femeninas llamadas cariátides.

INTRODUCCIÓN DE ERECTEIÓN

El Erecteión, que en griego se escribe Erekhtheion, es un templo construido entre el 421 y el 406 antes de Cristo, en la Acropolis de Atenas para dar cobijo a los culto más antiguos de la ciudad. Las numerosas vicisitudes que ha sufrido (utilización como iglesia, como harén y como lugar de resistencia; amputaciones realizadas por lord Elgin) hacen difícil el reconocimiento de su disposición interior.

Es la obra maestra del estilo jónico, el Erecteión presenta cuatro fachadas muy distintas: el Este, un pórtico da acceso a la capilla de Atenea (en la que se conserva el xoanon de la diosa), al Norte, un vestíbulo con columnata que conduce al prostomieo; al Sur, el célebre pórtico de las cariátides precede a la escalera de la tumba de Cécrops; la fachada Oeste está formada por ventanas separadas por columnas embebidas. El friso se componía de figuras de marmol blanco sobre un fondo de caliza azul de Eleusis (múseo de la Acrópolis). En el recinto exterior, dedicado a Pándroso, se alzaba el olivo sagrado de Atenea.

DESARROLLO DEL ERECTEIÓN

El Erecteión:

Quizá se comenzó hacia el 421 a.C., y tras un largo periodo de abandono, se reanudó, hacia el 409 a.C., terminándose tres años más tarde. Poco después de su terminación parece que sufrió un incendio, pero fue reparado rápidamente. Experimentó nuevos incendios y nuevas restauraciones en época romana, y sifrió muchas alteraciones y daños en la Edad Media, pero ha sido reconstruido con cuidado y habilidad.

En cuanto a la perfección de su acabado, este templo nunca ha sido superado. Estuvo profusamente decorado con adornos labrados y con el estudiado contraste de caliza negra de Eleusis y mármol blanco, de lo que ya hemos visto un ejemplo en los Propileos. La complejidad de sus collarinos y capiteles no tiene casi paralelos, y sufrió el rechazo del gusto imperante en los siglos posteriores. Las columnas parecen haber sido copiadas en el Monumento de las Nereidas, en Licia, aproximadamente un cuarto de siglo después de su errección, pero el siguiente ejemplo seguro de su influencia en un proyecto estrictamente arquitectónico se encuentra en el templo circular de Roma y Augusto, erigido a unos noventa metros del mismo Erecteión. Estas copias quizá hubieran sido condenadas por las críticas modernas, como ejemplos de la extravagancia romana, si hubieran perecido sus bellos modelos; es cierto que mucho se ha perdido en la imitación.

La planta del Erecteión sería incomprensible si no supieramos que fue proyectado para reunir en un solo edificio unos cuantos santuarios antiguos. Aún así el esquema es extraño y Dörpfeld mantiene que aquí, como en los Propileos, lo que vemos es un torso mutilado, por la pobreza o la superstición; pero esta teoría a la que tendremos que volver, no ha logrado un asentamiento general. El arquitecto tuvo que enfrentarse con un suelo extremadamente irregular y las tradiciones religiosas locales le impidieron tomar medidas tan drásticas como las que se adoptaron en el emplazamento del Partenón. El suelo descendía hacia el norte y el oeste. El probable que algún tipo de nivelación y cercado de los distintos santuarios se realizara en los años que siguieron a las Guerras Médicas, pero no es seguro que ningún edificio precediera el Erecteión.

Para el exterior del nuevo templo, el arquitecto adoptó dos niveles distintos que diferían en más de tres metros. El este y el sur estaban en el nivel más elevado, no muy por debajo del del Partenón. Este nivel venía en parte impuesto por las estructuras inferiores existentes del antiguo templo de Polias, y el muro y el pórtico meridional del Erecteión se levantaron sobre los cimientos de su pteron septrentional destruido. El nivel superior se prolongaba en forma de terraza elevada hacia el norte, desde su cara este, hasta la muralla de la Acrópolis. En el ángulo sudoeste no había escalera externa que uniera los dos niveles, pero en el noreste estaban unidos por un amplio tramo de escalones de mármol, que se extendían, como la terraza, desde el templo hasta la muralla de la Acrópolis. El cuerpo del templo era exteriormente una simple estructura rectangular, orientada en dirección este-oeste, a la que se accedía desde el este a través de un pórtico próstilo tan ancho como todo el edificio. Este pórtico constaba de seis colúmnas jónicas, en una solo fila, de cerca de siete metros de alto, con antas que eran apenas pilastras adosadas; estaba coronado por arquitrabe, friso y frontón, y la línea de su cubierta se prolongaba a lo largo de todo el edificio; había una ventana a cada lado de la puerta oriental. Las peculiaridades de la planta aparecen, en parte, en el tratamiento de la fachada occidental y, en parte, en la adición de otros dos pórticos en posiciones anormales, en los extremos occidentales de los lados norte y sur, respectivamente.

El interior del templo, en la medida en que se puede estar seguro, estuvo dividido en dos dependencias principales por medio de un muro transversal que corría de norte a sur, en un punto más próximo al extremo oriental que al occidental; la parte oriental estaba en el nivel más alto, y la occidental en el más bajo. Esta última estaba a su vez subdividida en dos sectores por un segundo muro trasnversal, más cerca del extermo occidental que del oriental, pero este muro transversal no era de la misma altura que el edificio. Es posible que otro muro de la misma altura dividiera la parte oriental del sector occidental en dos cámaras con accesos independientes; este murose muestra en la figura 1. Los pórticos norte y sur conducían a una estrecha cámara en el extremo occidental del interior. El pórtico norte (Figura 2) se parecía mucho al oriental, excepto en que sus seis columnas jónicas, que sostenían entablamento y frontón, no estaba alineadas en una sola hilera, sino que había cuatro en el frente, con una detrás de cada una de las de los ángulos, forma característica del esquema próstilo. Aunque estas columnas eran unos 106 centímetros más altas que las orientales, este incremento de tamaño era solo de un tercio de la diferencia de nivel del piso, y el remate de la cubierta del pórtico norte elcanzaba la pared septentrional del edificio principal justo por debajo de la cornisa.

Las columnas de los pórticos norte y este tienen una altura una altura de aproximadamente nueve diámetros inferiores y medio. La caaracterística más extraña es que el pórtico norte se extendía unos tres metros más allá del muro occidental exterior del edificio principal, y una pequeña y sencilla puerta en el fondo de su pared trasera conducía al recinto descubierto de Pándrosos, situado al oeste del templo. Hay pruebas de que se pensó colocar el muro exterior occidental del edificio principal dos pies áticos más al oeste de lo que está en realidad, pero aunque la planta no se hubiera alterado de esta manera habría quedado un saliente del templo, se alzó, en el nivel más alto, el célebre Pórtico de las Cariátides, con una escalera propia, a la que se accedía por el ángulo noroeste; la escaleraconducía al nivel más bajo del interior. Este pequeño pórtico no cubría la altura total del muro del templo. Constaba de un entablamento sin friso sostenido por seis cariátides, con la misma separación que las columnas del pórtico norte, todas sobre un alto pedestal corrido. Es cierto que la planta original preveía una separación ligeramente mayor de las cariátides; los límites del pórtico se correspondía seguramente, como ahora, con la pared occidental exterior y con la trasnversal occidental, y éstas habrían estado un pie ático más separadas de lo que están ahora.

La fachada occidental (Figura 3) constituyó un problema difícil para el arquitecto. Arquitrabe, friso y cornisa corren a lo largo de todo el edificio, sosteniendo un frontón en el oeste, y todo esto se corresponde con los elementos de la fachada oriental, en la que descansaban sobre las columnas cuyas basas estaban a más de tres metros sobre el nivel occidental del suelo. Era esteticamente imposible colocar en la fachada occidental columnas de tres metros más altas que las de la oriental. La solución más sencilla habría sido una reproducción exacta del pórtico oriental. La solución más sencilla habría sido una reproducción exacta del pórtico orientl, que se alzaría sobre una plataforma de tres metros, a nivel con el suelo y del este; pero ello habría sido de mal efecto tan cerca del pórtico norte en el nivel inferior, y el arquitecto se inclinó por un compromiso. Trató las esquinas del muro occidental como pilastras (como las antas del extremo oriental), y colocó entre ellas cuatro columnas, adosadas en parte de su altura a un muro bajo, y exentas a partir de este punto; los seis soportes descansan sobre un saliente del muro occidental. Es posible que los espacios entre estas columnas estuvieran cerrados con rejas de madera, excepto el del sur, que se dejaría abierto. Estas pilastras y columnas eran en realidad bastante más cortas que las del pórtico oriental. En el muro, bajo el saliente, había una puerta muy simple al nivel del suelo. En el pórtico norte se abría una magnifica puerta enmarcada en mármol; a veces, se encuentran marcos similares en la arquitectura jónica primitiva,

como, por ejemplo, en los tesoros de Delfos. El dintel de esta puerta es una restauración romana. Rasgo curioso del pórtico norte, de significado meramente religioso, es la abertura practicada en la esquina sudoriental del techo y de la cubierta, sobre otra en el pavimento que comunicaba con una pequeña cripta. Puede verse en la figura 2.

Aquí no podemos tratar con detalle la teoría de Dörpfeld; sostiene que el arquitecto había planeado un ala occidental que se extendiera tanto el oeste del eje central del pórtico norte como el edificio principal se extiende ahora al este, y en exacta correspondencia con éste, de manera que el Pórtico de las Cariátides habría quedado en el centro del lado sur. Desde el punto de vista estético, el esquema propuesto no es del todo satisfactorio, pero la teoría es una conjetura brillante y bien puede ser cierta.

Muchos aspectos arquitectónicos del Erecteión son dignos de mención, pero hay que tratarlos con bervedad. Las columnas de los dos pórticos mayores se diferencian poco, excepto en el tamaño, pero mientras las del pórtico mayores se diferencian poco, excepto en el tamaño, pero mientras las del pórtico norte tienen un éntasis muy sutil, las del oriental no lo tienen. Las basas son de tipo ático. Los fustes tienen collarinos con un motivo de lotos y palmetas. Los capiteles se diferencias del tipo normal principalmente en la insercción de una moldura convexa suplementaria, adornada con una platabanda, por encima del equino, y en la curiosa multiplicación de los nervios de las espirales de la cara de las volutas; el capitel se unía al fuste, como en Samos, sobre el equino. Se ha argüido que todos estos rasgos reflejan una tradición jónica antigua, lo cual es bastante probable a la vista de las indudables semejanzas con los capiteles de Samos, Naucratis y locri, pero el argumento es débil, a menos de que consideremos que el Monumento de las Nereidas es anterior al Erecteión. Las cariátides, en cualquier caso, parecen inspirarse en modelos anteriores, posiblemente a través de Delfos. La piedra negra de Eleusis se usó en el friso como fondo para figuras de mármol en relieve. Sin embargo, puesto que estas figuras de mármol se coloreaban, y puesto que en todos los relieves de mármol el fondo se pintaba por regla general de oscuro, este experimento habría resultado menos sorprendente para los griegos que para nosotros. Un rasgo interesante de la decoración del erecteión es el empleo del adorno de acanto, quizá por vez primera en un edificio de importancia, excepto, probablemente, en las acroteras del Partenón. Este elemento decorativo apareció por vez primera en la última parte del siglo V, con efectos perdurables. Su presencia aquí es una anticipación del capitel corintio.

El Erecteión es un edificio poco satisfactorio. El arquitecto, consteñido por exigencias religiosas, como Mnesicles, renunción a conseguir un conjunto armonioso. Concentró su interés en los detalles y en una compleja decoración, con una espléndida profusión, desconocida desde el siglo VI. Su obra es el reflejo en la arquitectura de la ruptura general de la tradición de austera moderación a la que la personalidad de Pericles había dado una prolongación espéndida, pero artificial. Habría queañadir que algunos arquólogos mantienen que el mismo Mnesicles fue el primer arquitecto del Erecteión, pero eso es dificil de creer.

Aunque se trate de una obra de Asia Menor, el Monumento de las Nereidas, trasladado en su totalidad por Fellows desde Xanthos (en Licia) al Museo Británico, merece ser tratado en este lugar, puesto que su relación con el Erecteión ha sido considerada de varias meneras. Era una tumba de mármol muy rica, en forma de un pequeño templo tetrástilo (cuatro por seis), construidosobre un alto podio que medía, en la parte superior, unos 6´5por 10 metros. Tenía pronaos y opistodomo, pero no columnas en el pórtico. En el podio había dos frisos de altura diferente y en los frontones esculturas en relieve, pero no tenía friso entre el arquitrabe se trató, como en Assos, a la manera de un friso labrado, lo que es una sorprendente confirmación de la hipótesis de que los primitivos arquitectos jónicos consideraron imposible combinar los dentículos con un friso esculpido por encima del arquitrabe. Entre las columnas había estatuas femeninas. El estilo general apunta fuertemente a fines del siglo V a.C., o a comienzos del VI, y desde luego es apresurado afirmar que los capiteles no están influidos por los del Erecteión, a los que se parecen mucho, aunque no se puede ignorar la posibilidad de que sean independientes. Las basas son de tipo efesio.

Su arquitecto:

Se cree que el arquitecto del Erecteión era Mnesicles. Fue un arquitecto ateniense del siglo V a.C. Constroyó los propileos de la Acrópolis de Atenas, entre 437 y 432 a.C. Su obra quedó sin concluir a causa de la guerra del Peloponeso. Utilizando un terreno irregular, combinó con maestría los órdenes dórico y jónico y materiales diversos.

Su leyenda:

El Erecteión data como el resto de la acrópolis de Atenas del siglo V a. C, es una representación jónica de la casa de Erecteo según Homero. Erecteo es un antiguo heroe, fundador de Atenas, a veces también se le identifica con Poseidón. El Erecteión se encuentra orientado hacia el noroeste, acropolis abajo, hacia el camino sagrado de Elesias.

Al construirlo representaron los signos de la batalla que libraron Poseidón y Atenea por el Atica, Zeus prometió el Atica a aquel Dios que lograra el mayor bien. Así supuestamente encontramos las huellas de los tres picos sobre la roca, donde clavó el tridente Poseidón e hizo brotar un manatial de agua salada, a lo que Atenea respondió plantando un olivo junto a ella. Esta ganó ante el tribunal de los dioses quedando el cuidado del Atica, ayudada de Cécrope (posiblemente el primer rey de Atenas) que dio testimonio de que ella llegó primero. El olivo se encuentra en el recinto exterior dedicado a Pandroso, hija de Cécrope. Este olivo ha tenido mucha importancia. A continuación habalaremos un poco sobre la historia del olivo: historia, leyenda y dioses:

Los antiguos egipcios creían que la diosa Isis, esposa del dios supremo Osiris, les había entregado el árbol, su cultivo y la forma de utilizar sus frutos, tanto para obtener el preciado aceite, como la condimentación y elaboración de las aceitunas de mesa, las cuales consumían en grandes coantidades. Isis era conocida con el sobrenombre de Atena, que en la antigua lengua egipcia significaoriginada por sí misma, aludiendo su autosuficiencia, aún en su propia concepción.

Desde Egipto se difundió su cultivo al Mediterráneo oriental, transmitiendo junto a la técnica, el propio mito de su origen, pues en Grecia el olivo estaba consagrado a la diosa Atenea, que Zeus la engendró por sí solo, a partir de su cabeza. La diosa se disputó con Poseidón la soberanía, como hemos dicho anteriormente, de la ciudad fundada por Cercope. Los dioses dictaminaron conceder la ciudad a quien produjera la mejor obra para sus habitantes. Poseidón dio un golpe de tridente y apareció un bello caballo blanco. Atenea golpeó el suelo con su lanza e hizo brotar un olivo cargado de frutos. La diosa obtuvo la victoria. Los ciudadanos, agradecidos impusieron el nombre de Atenas a su ciudad, en su honor.

Parece ser que los olivos que hoy se ven en la Acrópolis son descendientes de ese mítico primer ejemplar, que estuvo situado detrás del erecteión, y que cuidaron como a un tesoro. Cuando notaban que el olivo sagrado había crecido, se les llenaba el corazón de esperanza. La veneración al olivo fue tal, que los triunfadores de los juegos olímpicos eran coronados con ramas de olivo, sin embargo este simbolismo no fue entendido por un general romano, que al presenciar la coronación de los vencedores, exclamó: Jamás conquistaremos a este pueblo que se esfuerza tanto por tan reducida recompensa.

Lo que sigue está basado principalmente en Stevens y Paton, The Erechtheum, 1927. Críticas detalladas de esta valiosa obra, realizadas por G. W. Elderkin y W. Dörpfeld, se pueden encontrar en A. J. A. XXXI, 1927, página 522 y siguientes, y en Philol. Woch. 1928, cols. 1062 y siguientes.

La posición de pteron del templo de Atenea Polias se muestra en la figura 1 por medio de líneas de puntos.

Sobre su distribución interior hay poca seguridad.

En el jónico, el diámetro inferior se mide inmediatamente por encima del apófige.

El muro transversal interior occidental debía ir un pie ático más hacia el oeste, de manera que la parte más occidental del templo habría sido un pie ático más ancha de lo que es ahora.

La escalera no es visible en la figura 1, pues queda oculta bajo los casetones de la cubierta del pórtico.

Lo que se conserva es una reconstrucción romana, quizá de finales del siglo I a.C.; una pared corrida cubría toda la altura, con columnas adosadas por fuera y pilares por dentro, y con ventanas en los tres intercolumnios centrales. Los detalles del proyecto original, que no se conocen con total seguridad, son demasiado complejos para tratarlos aquí.

La inclinación, como el éntasis y la curvatura, se omiten con frecuancia, sobre todo en el jónico, pero el Erecteión tiene inclinación en los pórticos septrentional y oriental. En el norte, todas las columnas tienen una doble inclinación, hacia el centro y hacia el muro. En el pórtico oriental sólo las columnas de los ángulos ofrecen dudas en cuanto a su inclinación.

Véase Stevens y Paton, The Erechteum, página 455, n. 1.

G. Rodenwaldt, Griechische Reliefs in Lykien, Sitz. Ber. Preuss. Ak. Der Wiss., Phil.-Hist. Kl.. 1933, XXVII, página 1031 (6), considera que la fecha de finales del siglo V es la correcta para el Monumento

de las Nereidas.

En griego se escribe Mnesikles.

Para más información acceder a la siguiente página web: http://www.infodisc.es/ecos21/Trecol2.htm

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Enviado por:Daniel Alonso
Idioma: castellano
País: España

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