Literatura


El lápiz del carpintero; Manuel Rivas


INDICE

  • BIOGRAFIA PAG. 2

  • RESUMEN PAG. 3

  • TÉCNICAS NARRATIVAS PAG. 4

  • OTRAS OBRAS DEL AUTOR PAG 5

  • VALORACION PERSONAL PAG. 6

  • BIOGRAFÍA

    Manuel Rivas nació en A Coruña en 1957. Desde muy joven trabajó en periódicos y parte de sus reportajes están recogidos en los libros Galicia, el binsai atlántico, Toxos e flores y el más reciente El periodismo es un cuento.

    Una muestra de su obra poética, originalmente escrita en gallego, apareció recogida en la antología El pueblo de la noche.

    Como narrador es autor de Todo Ben y Bala perdida,Un millón de vacas,Los comedores de patatas, En salvaje compañía...

    El autor de ¿Qué me quieres, amor? -Premio Nacional de Narrativa 1996- considera que no hay escisión entre la tradición oral (o cultura popular) y la tradición culta. Por eso él se considera un juglar de aquéllos que contaban historias por los pueblos a cambio de un vaso de vino, un transmisor. Porque su voz arranca de una tradición que le da «alas» y urde sus fábulas con herramientas tales como el humor y la imaginación.

    El mismo se crió en Monte Alto, «un barrio-aldea de A Coruña. Iba de la ciudad a la aldea, atravesando la niebla y en ella puede pasar cualquier cosa». Y se recuerda a sí mismo con 10 años viendo cómo su abuelo hacía un carro de bueyes con 47 piezas de madera distintas, «más difícil de hacer que una novela. Era un mago».

    También se nutre de lo que le contaba un tío suyo barbero, al que sus clientes seguían visitando tras jubilarse por el placer de oírle. Ha escuchado también a muchos taberneros durante horas y horas; y las confidencias de un pesacador que sale a la mar con música de verbena («y que es el secreto de que pesque tantos calamares»). Tampoco olvida a su padrino, Pepe Couceiro, vendedor de azafrán; ni a Farruco, constructor de chabolas...

    Periodista y escritor, nunca tuvo claros los límites entre la literatura y el reportaje, esa complicada línea que no todos consiguen saltar con maestría. Sus crónicas son auténticos fragmentos de la vida dibujados con la poesía de los cuentos. Y sus cuentos se nutren de la realidad más desnuda, a veces cruel, otras entrañable.

    Rivas trabaja con las palabras más bellas, pero en sus líneas se esconde la verdad. Los personajes de su obra son pescadores, maestros, campesinos, delincuentes, ancianos. Sus páginas están llenas de esa parte de la sociedad que muchos se empeñan en esconder.

    Escribe en gallego y, aun traducido, su literatura tiene el ritmo y la cadencia de esa lengua. Las historias transcurren casi todas en Galicia, pero hace que su tierra se convierta en un “paisaje mental”, un lugar con alma, como las páginas de sus libros. Por eso, nadie se siente extranjero al leerlas.


    Con apenas cuarenta años, Manuel Rivas se ha convertido en uno de los escritores más leídos en nuestro país. Premio de la crítica en 1990 por la colección de relatos Un millón de vacas, y premio nacional de narrativa por ¿Qué me quieres, amor? ha publicado tres novelas: Los comedores de patatas, En salvaje compañía y, la más reciente, El lápiz del carpintero, una historia real de nuestro pasado más reciente. Ella maldita alma es su última publicación. Trece relatos resultado de una búsqueda personal “un viaje hacia el propio corazón de las tinieblas, explorando un enigma histórico, en el sentido carnal, laico y blasfemo que puede tener hoy una palabra tan disecada como alma”.

    RESUMEN

    El lápiz del carpintero fue publicado en 1998 por Manuel Rivas. Se trta de una novela ambientada en la guerra civil española, pero que en ningún momento pretende ser una novela histórica de aquella época en su Galicia natal.

    El hilo de la historia es la vida del Doctor da Barca, un joven encarcelado durante el franquismo en la cárcel de Santiago de Compostela.

    La historia la narra su propio verdugo, Herbal, un carcelero que por envidia se convertirá en su sombra. Pero la historia cambia cuando unas de sus víctimas le regala un lápiz, un lápiz de carpintero, que a partir de entonces llevará siempre en la oreja. Y será gracias a él lo que cambiará su vida, porque el lápiz llevará consigo la voz del pintor al que mató de tres tiros en la cabeza. Desde entonces el pintor mantendrá un diálogo continuo y casi familiar con Herbal, martirizándole y redimiéndole a la vez.

    Herbal relata a Mª de la Visitación todas las aventuras del doctor, como pudo esquivar a la muerte en el paredón, como logró salvarse de un juicio sumarísimo, y como va cambiando de una cárcel a otra....

    Pero en todo este mar de sufrimientos, la historia tiene una parte bella y profunda, se trata de la historia de amor entre Da Barca y su mujer Marisa Mallo.

    Su historia de amor seguirá viva y encendida a lo largo de todo el libro, a pesar de la distancia o de los altos muros de la cárcel.

    Marisa le sigue de una cárcel a otra, de Santiago a la Coruña, pero el doctor es trasladado a valencia, en un tren de tuberculosos. Será allí donde gracias a una monja (enamorada platónicamente del doctor) conseguirán casarse, por poderes... claro.

    Pero su estancia en Valencia se acaba y vuelve a Galicia: Será durante el viaje cuando Herbal tendrá su mayor acto de humanidad y de compasión, a pesar de que él estaba locamente enamorado de la esposa del doctor. Entre él y su compañeros idean un plan para que Marisa y Da Barca puedan tener por fin, su noche de bodas.

    Finalmente la el pintor se despide de Herbal, se fue en busca de su hijo, y nunca más volvió a aparecer por su cabeza.

    Con el fin del relato María de la Visitación y Herbal no tienen más remedio que volver al trabajo, pero antes, Herbal le regala el lápiz con el que estaba dibujando a María, el lápiz del carpinetro. Así dieron comienzo a una jornada más en el club de alterne.

    TÉCNICAS NARRATIVAS

    A la hora de escribir el autor utiliza un lenguaje sencillo, suave y con ritmo, casi podemos decir que utiliza un lenguaje periodístico, recordemos que el autor es periodista, y además afirma que “el periodismo y la literatura van de la mano”

    Respecto al lenguaje también hay que señalar un estilo indirecto libre.

    Respecto al narrador diremos que se trata de un narrador omnisciente, es decir, que lo sabe todo de todos los personajes, y gracias a eso se van enlazando las diferentes historias de los muchos personajes que aparecen en el libro.

    El narrador es una persona objetiva, por lo general el nunca dará su propia opinión de los hechos (menos cuando describe lo bella que estaba Marisa Mallo)

    Pero a la hora de relatar la los acontecimientos el autor no lo hace de una manera directa y sencilla, lineal, sino todo lo contrario. El libro comienza por el final, cuando un periodista visita al doctor Da Barca, y será a partir de ahí donde comenzará el relato de la historia.

    Además vuelve a las cosas del pasado para poder explicar el presente, como sucede con el abuelo de Marisa Mallo, o también cuando empieza algunos capítulos con un personaje que nada tiene que ver en la historia, como por ejemplo el niño que vendía periódicos en la estación de tren.

    Periodista y escritor, nunca tuvo claros los límites entre la literatura y el reportaje, esa complicada línea que no todos consiguen saltar con maestría. Sus crónicas son auténticos fragmentos de la vida dibujados con la poesía de los cuentos. Y sus cuentos se nutren de la realidad más desnuda, a veces cruel, otras entrañable.


    Rivas trabaja con las palabras más bellas, pero en sus líneas se esconde la verdad. Los personajes de su obra son pescadores, maestros, campesinos, delincuentes, ancianos. Sus páginas están llenas de esa parte de la sociedad que muchos se empeñan en esconder.

    Escribe en gallego y, aun traducido, su literatura tiene el ritmo y la cadencia de esa lengua. Las historias transcurren casi todas en Galicia, pero hace que su tierra se convierta en un “paisaje mental”, un lugar con alma, como las páginas de sus libros. Por eso, nadie se siente extranjero al leerlas.

    OTRAS OBRAS DEL AUTOR

    Salvaje Compañía

    Es la reinvidiación de un universo donde conviven la fidelidad y la valentía con las fuerzas telúricas y simbólicas del mundo celta, representadas en el personaje del rey y en su majestuosa corte de trescientos cuervos. Con ellos está también la historia de Rosa y su familia, atrapados en una vida gris y sin alicientes, tan sóllo alumbrada, de vez en cuando, por el encanto de Misia.
    Manuel Rivas nos ofrece en esta novela una visión de su país gallego donde la magia tiende puentes entre la tradición y la modernidad, donde toda realidad queda recreada por el mero contacto con una fantasía que parece brotar de la tierra.


    ¿Qué me quieres, amor?

    Los relatos de "¿Qué me quieres, amor?" son todos ellos muy duros. Están instalados en el dolor y la soledad, pero también ofrecen salidas: la ternura y el humor son los mejores amuletos para salir adelante en la vida.
    Un viajante, vendedro de lencería, espera ansioso al volante la reaparación del hijo huido y recibe la milagrosa ayuda de un héroe del rock. El misterio de la luz en un cuadro, "La lechera de Vermeer", hace que un escritor se sienta reintegrado al regazo de su madre. Un niño tiene su mejor aliado y amigo en un televisor portatil. Un joven saxofonista descubre el don de la música en la mirada de una muchacha. Otro joven cuenta su historia de amor después de haber fallecido en un atraco frustrado. "La lengua de las mariposas", trata de la amistad fraternal entre un colegial y un maestro anarquista.
    Según Gonzale Torrente Ballester, Manuel Rivas está llamado a aportar a la literatura gallega una obra de la dimensión histórica de El Quijote o Tirant lo Blanc.

    El periodismo es un cuento

    Se ha dicho, con cinismo, que un periódico es un anuncio rodeado de noticias. Pero un simple pie de foto, como los que escribía Alvaro Cunqueiro, puede justificar una tirada. Bajo toneladas de hojarasca, las heemerotecas esconden pequeños tesoros inolvidables, destellos que descubren el lado oculto de la vida.
    Este libro está escribo en la frontera. Son cuentos verídicos, son reportajes filtrados por la ensoñación. Nacieron en el papel prensa, pero tienen vocación de historias para ser contadas el calor de la lumbre.
    En "El periodismo es un cuento", periodismo y literatura se dan la mano. Crónicas de vida, fragmentos de la novela humana. Como una pareja de barrenderos en la noche helada, el periodista y el escritor, siempre Manuel Rivas, comparten las huellas y los restos de una entrañable y escalofriante odisea

    VALORACIÓN PERSONAL

    • Un lápiz para recordar

    Galicia, por no tener, ni siquiera tuvo una guerra civil en toda regla con la que justificar la tragedia de la represión que se le vino encima después de la sublevación militar del 18 julio de 1936. Desde aquel día, fascistas de viejo y nuevo cuño camparon a sus anchas imponiendo una ley del terror que afectó a todos sus habitantes, pero, sobre todo, a aquellos y aquellas que habían simpatizado con el ideal republicano y gallegista empeñado en sacar a Galicia de las catacumbas del caciquismo, el analfabetismo y la pobreza.

    Aunque El lápiz de Carpintero no pretende ser una novela sobre la represión durante el franquismo ni un ajuste de cuentas con tan aciago pasado, sí es una llamada de atención ante tanto olvido voluntario. Rivas elude, sin embargo, la exactitud histórica y prefiere crear personajes. Así, el heroico, racional (pero como buen gallego temeroso de La Santa Compaña) y altruista Da Barca, tiene su contrapunto en el guardia civil Herbal, arquetipo con el que Rivas retrata a los que fueron sujetos activos de la represión. Un ser desequilibrado, resentido y cargado de miseria (como todos aquellos que quisieron cegar su impotencia, sus envidias y sus frustraciones en el sufrimiento de sus víctimas) a quien, sin embargo, Rivas tiene el acierto de situar como narrador de la historia porque él, nadie como él, que fue la sombra del doctor, su peor pesadilla, conoce la vida de Da Barca en el infierno penitenciario franquista.

    La realidad es que el doctor Comesaña, médico gallego exiliado en México tras largos años en las cárceles franquistas, y muerto ya, es el galán de esta historia tan real, y tan fabulosa, el doctor La Barca de la novela de Manolo Rivas: y al lado de Conchina Concheiro (Marisa), la heroína, bella siempre, una mujer esplendorosa,

    El lápiz del carpintero es la saga del amor del Doctor Da Barca y Marisa, hija de un gamonal franquista, que pudo haber sido escrita en versos de romancero siRivas, que también es poeta, hubiera querido.

    Justamente eso, la novela ha sido de la historia de amor más bella que hayaleído nunca. Sencilla de leer, entretenida y profunda.... con un rallo de esperanza entre todo el sufrimiento de la época en la que se enmarca. El autor es capaz de llenarte de intriga, de hacerte sufrir con la separación de los amantes, o incluso de dar las gracias a Herbal por no perderle la pista.

    Leer este libro ha sido todo un placer, y de hecho me releí tres veces el final sin llegar a la última página, para no acabarlo nunca.

    5




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    Enviado por:Sara Sánchez
    Idioma: castellano
    País: España

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