Literatura
El caballero de la armadura oxidada; Robert Fisher
EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA
Este es un libro cuyo atractivo no está en el exterior por la historia que se cuenta, si no que su belleza se encuentra en la reflexión moral a la que conlleva su lectura.
El caballero de la armadura oxidada es una profunda reflexión sobre los valores de la vida. Qué cosas son verdaderamente importantes en esta vida, y en qué nos escudamos nosotros mismos para no ver ni sentir la realidad, hasta el punto de que nos evadimos por completo de la vida y nos centramos tanto en nosotros, que esta evasión puede costarnos muy cara a nosotros o a las personas que nos rodean. Esto es lo que le pasó al caballero que nos presenta esta bonita historia. El caballero completamente evadido de la realidad se resguarda en un mundo de castillos, dragones y doncellas que era la imagen que el siempre había querido enseñar a la gente (él era una caballero bueno, generoso y amoroso) Era tal la satisfacción que esta vida le producía que no conocía otra realidad y el caballero se escuda detrás de su armadura para evadirse de la realidad sin importarle el daño que pudiera causar a los demás. La armadura representa por tanto el muro invisible que tienen las personas y que les impide ver la realidad, y ese muro, es el que hay que encontrar mediante la meditación para asomarse por encima de él y ver lo que pasa fuera.
En un principio el caballero no encuentra la manera de quitarse la armadura y recurre al Mago Merlín. Creo que este apartado también significa algo y es que a veces necesitamos de la ayuda de otros para ver y comprender la realidad.
Merlín le muestra el camino al caballero para que él si quiere vuelva de nuevo a su casa y siga evadiéndose de la realidad, o acepte el reto de viajar a través del camino de la verdad. Durante todo el camino de la verdad el caballero va siempre acompañado por dos amigos que le aconsejan y le animan para que siga adelante sin mirar atrás.
El camino de la verdad está compuesto por tres castillos a los que el caballero se tendrá que enfrentar. Pero no eran castillos de doncellas ni dragones, si no que la batalla en éstos se trataba de la profunda meditación.
El castillo del silencio: el castillo del silencio corresponde a la etapa de la vida en la que una persona debe reflexionar sobre si mismo y descubrir quien es en realidad, cuales son sus metas, reflexionar sobre su familia, sus amigos...
Como el caballero nunca había estado en verdadero silencio, no conocía el sentido de la palabra reflexión pero en el castillo del silencio se dio cuenta por fin de que la verdad se encuentra en el silencio es decir en la reflexión, y es que uno no puede reflexionar si no esta en silencio.
Es aquí cuando el caballero siente la amargura del silencio y puede sentir la desesperación de su amada que había vivido con un montón de hojalata durante muchos años.
Tras esta primera reflexión el caballero comienza a destapar la máscara que le impedía ver la realidad. A lo largo del camino se le van presentando numerosos carteles con diferentes mensajes que tiene que descifrar.
Durante su camino el caballero se encuentra con numerosas trabas que le dificultarán la llegada a la cima. Una vez superado el castillo del silencio, la armadura se le comienza a caer.
El castillo del conocimiento: el castillo del conocimiento es otra prueba más de reflexión en la que el caballero nunca había parado a pensar. En este castillo el caballero se encuentra con numerosos letreros que tiene que descifrar, y todos estos carteles van destinados a la reflexión, a la búsqueda de la propia conciencia, y es aquí cuando el caballero, tras una larga reflexión, consigue escuchar a la voz de su conciencia que le llevaba intentando hablar desde hace mucho tiempo pero que el caballero no había escuchado por su aislamiento.
Éste, que nunca había escuchado esta voz que le hablaba, creía que quien le hablaba era otra persona que llevaba dentro de él, pero en realidad Sam (que así es como se llama a la voz de la conciencia en el cuento) formaba junto con el caballero una misma persona, igual que todos. Todos sabemos cuando una cosa la hemos hecho bien, o la hemos hecho mal, y si es el segundo caso se dice: “tengo remordimiento de conciencia”. Eso es la conciencia, esa vocecita que te habla en tu interior y te dice si lo que has hecho es bueno o malo.
Cuando el caballero consigue hablar con Sam, éste le enseña al caballero todas las cosas buenas que tenía, y que el no se había parado a pensar. Esto ocurre cuando Sam le indica que se acerque al espejo que tiene delante para poder ver su verdadera imagen. El caballero que esperaba ver una imagen horrenda después de tanto tiempo dentro de su armadura, se encuentra ante el espejo con una persona brillante y perfecta de la que salen rayos de luz que indican la pureza de su corazón.
El castillo de la voluntad y la osadía: El último castillo al que se tiene que enfrentar el caballero es el de la voluntad y la osadía. En la puerta de este castillo había un enorme dragón que taponaba la entrada. En un principio el caballero estaba muy asustado, ya que no había traído su espada con la que se defendía de los dragones. Pero este dragón no era como otro cualquiera sino tres o cuatro veces más grande que cualquier dragón con los que él se hubiera enfrentado jamás.
Cuando el caballero se disponía a echar a correr, Sam le frenó y le dijo que lo que veía era solamente un reflejo de todo lo que había hecho mientras deambulaba sin destino en todas direcciones. “Solamente tienes que convencerte de que no hay tal dragón, tienes que desechar esa parte de tu miedo y acercarte hasta la puerta”. El caballero muy animado se dirigió hasta la puerta, pero no había empezado andar cuando el dragón ya le había quemado. El caballero no desistió y lo volvió a intentar una y otra vez y cuanto más lo intentaba más pequeño se hacía el dragón y más pequeño se hacía su miedo.
En la vida hay cosas que uno debe hacer, y que aunque pueden dar miedo por algo o halla otro camino más fácil que en este caso es el de la rendición, hay que tener voluntad para hacer las cosas, porque el que algo quiere algo le cuesta, y esto es lo que le paso a nuestro caballero que se despojó de su miedo para conseguir la felicidad.
Conclusión: En la vida las personas nacemos con una venda en los ojos que nos impide ver la realidad. El triunfo de la felicidad en el mundo sería que todos pudiéramos quitarnos esa venda. Esto se consigue mediante la meditación, la reflexión, y la osadía. Y las condiciones necesarias para realizar esto es el silencio y el conocimiento.
EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA
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Enviado por: | Zorg |
Idioma: | castellano |
País: | España |