Literatura


Don Juan Tenorio; José Zorrilla


ACTIVIDAD 1

JOSÉ ZORRILA (1817-1893).

Es uno de los representantes más significativos del Romanticismo tradicional.

Nació en 1818 en Valladolid, pero siendo aún muy niño se trasladó con su familia a Madrid. Su padre le hizo estudiar leyes ya que despreciaba su gusto por la literatura, sin embargo, en 1836 dejó los estudios y abandonó la casa paterna para dedicarse totalmente a su faceta literaria. En el entierro de Larra recitó una composición poética, que había escrito en su honor, hecho que le hizo famoso y le sirvió para ganarse la simpatía de hombres tan reconocidos como Espronceda o Hartzanbusch. Ocupó después el puesto que el propio Larra había dejado en la revista “El Español” donde comenzó a publicar sus poemas. Se casó con Matilde O'Reilly, pero no fue feliz en su matrimonio. Decidió marcharse a París donde vivió algunos años, y allí entro en contacto con grandes literatos franceses como Víctor Hugo, George Sand o Alfred de Musset. En 1855 marchó a México convirtiéndose en director del Teatro Nacional. En 1866 regresó de nuevo a España y tras morir su primera esposa contrajo nuevas nupcias con Juana Pacheco. Su labor literaria fue reconocida ya en vida, aunque irónicamente siempre pasó tremendas estrecheces económicas. Murió en 1873. En 1882 se le nombró miembro de la Real Academia Española y en 1889 el duque de Rivas lo coronó en Granada como gran poeta nacional.

Como representante del Romanticismo tradicional hay en sus obras predilección por el pasado y por la recopilación de leyendas y mitos. Por este motivo destaca más como poeta narrativo que como poeta lírico. Publicó sus poesías en ocho volúmenes entre 1837 y 1840. A partir de 1840 y hasta 1845 dio a conocer sus leyendas en verso que constituyen lo mejor de su producción poética, entre ellas títulos como A buen juez mejor testigo, El caballero de la buena memoria, El capitán Montoya

Como autor teatral demostró ser un escritor prolífico. Sus numerosas obras dramáticas, al igual que su poesía, suele tratar temas de tipo tradicional, muchos de ellos procedentes del Siglo de Oro. Su obra más famosa es Don Juan Tenorio (1844). Aunque el tema de Don Juan no es original ya había sido tratado por autores como Tirso de Molina o Moliere, Zorrilla salva al protagonista, por amor, de la condena final que sufría sus antecedentes literarios, con lo cual da un toque personal y de originalidad a la obra y consigue el favor del público. Otros títulos que destacan dentro de su producción dramática son: Vivir loco y morir más (1837), El zapatero y el rey (1840), El eco del torrente (1842), Sancho García (1842), El molino de Guadalajara (1843), El puñal del godo (1843) y Traidor, inconfeso y mártir (1849) y Recuerdos del tiempo viejo (1880-1883).

Zorrilla fue un versificador de gran habilidad al que la forma poética le brotaba con una tremenda fluidez. En teatro sabe fraguar muy bien la trama, atrayendo la atención del espectador con nuevos elementos que van surgiendo en el desarrollo de las obras. Los personajes suelen estar bien caracterizados y sabe crear una personalidad para cada uno de ellos que resulte atractiva para el público.

En la época en la que escribe el libro de Don Juan Tenorio, España esta respirando los aires del Romanticismo que llegan de Europa. El hombre romántico ama la libertad por encima del bien y del mal. El propio personaje de don Juan es un claro ejemplo.

José Zorrilla vive en la época de posguerra de la Independencia marcada por la implantación del absolutismo por parte del rey Fernando VII.

ACTIVIDAD 2

DON JUAN

Don Juan, héroe legendario de muchos cuentos populares y prototipo del libertino impenitente.

La leyenda de Don Juan surgió en Europa durante la edad media. En el primer tratamiento literario formal de la historia, El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630) de Tirso de Molina, el promiscuo don Juan seduce a la hija de don Gonzalo, jefe militar de Sevilla. Después de matar al militar, acude a su sepulcro e invita cínicamente a la estatua funeraria de su víctima a una cena. La estatua recobra vida, asiste al banquete y le devuelve la invitación. De nuevo ante el sepulcro, la estatua atrapa a don Juan y le arroja al infierno. Hacia 1657, unos actores ambulantes italianos escenificaron la leyenda en Francia en forma de pantomima que, más tarde, sería dramatizada por varios dramaturgos franceses como Molière, que escribió Don Juan o el convidado de piedra, estrenada en 1665. Durante el siglo XVIII Goldoni retomó el tema en su Juan Tenorio o el libertino castigado (1734) y el compositor austro-alemán Mozart compuso con este libreto una de las mejores óperas de todos los tiempos Don Giovanni (1787).

El siglo XIX, con el romanticismo, cambió el tratamiento del personaje. Hasta ese momento don Juan siempre acaba castigado por sus pecados en el infierno; el romanticismo, que se sentía atraído por personajes rebeldes y amantes de la libertad, se sintió fascinado por esta figura, analiza su satanismo y teoriza sobre si el seductor, que encarna el mal, se siente culpable o no, y si puede salvarse.

Lord Byron compuso entre 1819 y 1824 el poema Don Juan en tono brusco y desenfado; Prosper Mérimée lo presenta con dos personalidades encontradas en Las almas del purgatorio o los dos don Juan (1834) pero es el español José Zorrilla en 1844 el que realiza la versión más moderna de la leyenda y transforma al personaje fanfarrón incrédulo en un héroe simpático que acaba en brazos de su amada —aunque sea en la otra vida.

El tema parecía agotado pero el siglo XX siguió analizando al personaje por medio de concienzudos ensayos como los de Gregorio Marañón, Américo Castro o Ramón Menéndez Pidal, y retomando el tema literario y presentándolo como un provinciano, —los hermanos Machado con Don Juan de Mañara— o como un chulo de barrio, Ramón Pérez de Ayala en Tigre Juan. Incluso el cine en los últimos años de la mano de Gonzalo Suárez lo ha presentado como un hombre atrapado por el destino cuya condena es vivir en Don Juan de los infiernos.

ACTIVIDAD 3

- Externa:

- Actos de la 1ª parte : 1º. Libertinaje y escándalo.

2º. Destreza.

3º. Profanación.

4º. El diablo a las puertas del cielo.

- Actos de la 2ª parte : 1º. La sombra de Doña Inés.

2º. La estatua de Don Gonzalo.

3º. Misericordia de Dios y apoteosis del amor.

- Interna:

- Acción dramática:

- Exposición: Actos 1º y 2º. En estos actos se presenta a los personajes.

- Nudo: Actos 3º y 4º. En ellos transcurre la acción de la obra, en la que después de la apuesta Don Juan intenta conquistar a Doña Inés y se enamora de ella. También en esta parte muere Don Gonzalo.

- Desenlace: 2ª parte. Es en la que se produce el desenlace. Don Juan se salva del infierno gracias a la misericordia de Dios y el amor que siente por Doña Inés.

VERSIFICACIÓN

PARTE PRIMERA

ACTO PRIMERO

(Estrofas)

Redondilla (abba) vs.1-72

Quintillas(abbab), (ababa) vs.73-102

Redondillas (abba), (abab) vs.103-254

Romance (éa) vs.255-380

Redondillas (abba), (abab) vs.381-440

Quintillas(abaab), (ababa), (aabba) vs.441-695

Redondillas (abba) vs.696-835

ACTO II

Redondillas (abba) vs.836-1141

Versos sueltos vs.1120-1121

Ovillejos (aabbcccddc) vs.1142-1201

Redondillas (abba) vs.1202-1249

Octavillas (abbcdeec) vs.1250-1345

Redondillas (abba) vs.1346-1365

Ovillejos (aabbcccddc) vs.1366-1425

Redondillas (abba) vs.1426-1433

ACTO III

Romance (é) vs.1434-1547

Redondillas (abba), (abab) vs.1548-1648

Octavillas (abbcdeec), Redondillas (abba), (abab) vs.1649-1731

Redondillas (abab) vs.1732-1771

Seis versos octosílabos (ababab) vs.1772-1777

Quintillas (abaab), (ababa), (abbab) vs.1778-1797

Redondillas (abba), (abab) vs.1798-1909

ACTO IV

Romance (á) vs.1910-2025

Redondillas (abba), (abab) vs. 2026-2173

Décimas (abbaaccddc) vs.2174-2223

Redondillas (abba), (abab) vs.2224-2447

Romance (é) vs.2448-2563

Redondillas (abba) vs.2564-2639

PARTE SEGUNDA

ACTO PRIMERO

Redondillas (abba) vs.2640-2923

Décimas (abbaaccddc) vs.2924-3113

Quintillas (abbab), (ababa) vs.3218-3227

ACTO II

Redondillas (abba), (abab) vs.3228-3491

Décimas (abbaaccddc) vs.3492-3511

Redondillas (abba), (abab) vs.3512-3599

ACTO III

Cuartetos endecasílabos (abab), (abba) vs.3600-3643

Redondillas (abba) vs.3644-3727

Quintillas (ababa), (abaab) vs.3728-3737

Redondillas (abba), (abab) vs.3738-3765

Décimas (abbaaccddc) vs.3766-3815

A excepción del romance, que prefiere la asonancia, las demás combinaciones métricas usadas por Zorrilla, con su rima consonante, llenan el drama de una sonoridad intensa, y en ello radica parte de su popularidad. Según Ortega, “estos consonantes de Don Juan son uno de los pocos tesoros que hay en nuestra tierra” (V.244). Para este pensador, el Tenorio es un claro ejemplo del estilo prosaico y funambulesco preferido por el post-romanticismo. Se fermenta en dicho periodo un afán de prosa, pero se hace un esfuerzo para que aparezca disfrazada chillonamente como verso dando prioridad al ritmo y rima. Y concluye: “Así se explica que el Don Juan sea casi por entero pura prosa a quien se ha puesto el arreo del verso, subrayando lo que tiene de externo arreo, charretera y gualdrapa. Pero esto es precisamente una de las causas de su popularidad” (V.248). Estos versos, aparentemente sencillos y “naturales”, resuenan con eco pegajoso en los oídos del público que los retiene fácilmente en la memoria.

RECURSOS EXPRESIVOS, CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS.

El vocabulario, la sintaxis e incluso la fonética empleada por Zorrilla, se explican claramente dentro del movimiento romántico en que fue concebido el drama.

TÉCNICAS DRAMÁTICAS:

- Monólogo: Se produce cuando el personaje habla solo en voz alta, durante una escena.

- Reflexivo: Es cuando un personaje expresa sus sentimientos a raíz de un comentario.

- Explicativo: Es cuando el personaje cuenta lo que va a suceder a trabes de sus pensamientos.

- Acontecimientos: Al comienzo de los actos el autor nos describe el lugar donde se desarrollaran las escenas, hay veces en que la introducción se da en un diálogo para indicar la salida, entrada o cambio de escenarios de los personajes.

ACTIVIDAD 4

El tema central de la obra es la salvación de don Juan por el amor de doña Inés, es decir, la salvación del pecador por la intercesión de una mujer virtuosa. Pero esta salvación exige dos actitudes previas:

1.- la fuerza transformadora del amor, que lleva al individuo al arrepentimiento y al deseo de vivir en virtud (recordemos que el Tenorio de Zorrilla es un personaje en evolución).

2.- la confianza en la clemencia de Dios, que permite la salvación del hombre aun cuando su acto de contrición se produzca en el último momento.

 

Otros temas que aparecen a lo largo de la obra:

- la seducción amorosa.

- el honor.

- la cena macabra.

- el mundo de ultratumba.

- la muerte.

- la rebelión ante la figura paterna y ante Dios.

ACTIVIDAD 5

-Doña Inés de Ulloa: Es una chica joven de diecisiete años, que al oír de boca de Brígida que el hombre que su padre acordó para ella, don Juan, moría por estar junto a ella y que la amaba como a nadie, se enamoró de él. Inés estaba desde muy pequeña en el convento de Calatrava, por orden de su padre Gonzalo de Ulloa, y a consecuencia de esto, vivía una vida muy monótona y llena de soledad, no conocía prácticamente nada de la vida y tampoco había tenido infancia. Era ingenua (se creyó que el convento ardía cuando don Juan la secuestró), bondadosa, cándida y muy buena. Era a la vez una mujer preciosa y muy bella, el sueño de cualquier hombre ya que era la virtud personificada. Murió de pena cuando su prometido mató a su padre, esta muerte representa la entrega del alma de Inés a Dios para purificar la de don Juan. El fantasma de ella se aparece tres veces al Tenorio, para avisarle que debe arrepentirse de la mala vida que ha llevado. En la última aparición le salva de las puertas del infierno y le da la oportunidad de morir junto a ella, de morir por amor.

-Don Juan Tenorio: Hijo de don Diego Tenorio, no es nada parecido a su padre, al contrario, es un truhán, pero a la vez un personaje romántico y lleno de emociones. En la primera parte de la obra le pintan como un hombre extraordinario que gracias a sus hazañas se hace rico y consigue una fama de franco, noble y bravo, pero en la segunda parte, cuando acaba con la vida de don Gonzalo y de Luis Mejía, su reputación es de persona cruel, provocadora, bravucona, peleadora, seductora, y jugadora que vive la vida sin respetar a nada ni a nadie, ni la razón, ni la virtud, ni la justicia, ofendiendo y vendiendo a las mujeres y provocando y batiéndose con los hombres, despreciando hasta lo santo. Su amor por doña Inés le hace morir a sus pies, final que creo muy hermoso. Ella es la única que ha conseguido el respeto y la admiración de don Juan. En mi criterio, es un hombre insolente, pero que resulta atractivo por ser tan bribón, pícaro, valiente, enamoradizo y galán, también es tan bello lo que dice que resulta muy sugeridor y sutil. Sabe hacer sentir a las mujeres como diosas, logrando así otra conquista pero siempre acaba abandonándolas para plantearse otra meta, otra mujer.

En una ocasión hizo una apuesta con Luis Mejía para dejar claro quien de los dos era capaz de hacer más fechorías y de seducir a más mujeres sin ser arrestados. El escenario de sus infamias fue Italia donde buscó amores y desafíos. Se instaló en Roma de donde tubo que huir de los soldados que le querían ahorcar. Entonces fue al ejercito español pero pronto lo dejó. Fue en Nápoles donde realizo la mayoría de sus maldades.

El personaje de don Juan, se ha convertido en un mito, porque solo su nombre, ya forma parte del habla popular, me refiero a que cuando una persona habla sobre otra y dice que es un don Juan, está diciendo que es un seductor y a la vez un bribón que deja tiradas a todas las mujeres, pos eso se dice que don Juan es un mito.

ACTIVIDAD 6

SALVACIÓN DE DON JUAN.

En el último de los actos de la obra se da un hecho a comentar: la salvación de don Juan.

Don Juan regresa al cementerio para aceptar a su vez la invitación del Comendador. Cuando éste le da la mano para matarle y llevarle al infierno, don Juan grita pidiendo a Dios piedad, y entonces la sombra de doña Inés le tiende su mano para salvarlo con ella aprovechando el arrepentimiento final del burlador, a quien el puro amor de doña Inés ha redimido.

Doña Inés ha elegido pasar el resto de su existencia junto a su amado don Juan ya sea en el cielo, infierno o purgatorio. Para esto ha hecho un “pacto con Dios” para unir la suerte de su alma a la de don Juan. Por eso el alma de doña Inés esta aguardando en el purgatorio temporal al arrepentimiento del burlador.

Don Juan arrepentido se salva, como no, en al última escena:

“Mas es justo quede aquí

Al universo notorio

Que, pues me abre el purgatorio

Un punto de penitencia,

es el Dios de la clemencia

el Dios de don Juan Tenorio.”

(Cae DON JUAN a los pies de DOÑA INÉS, y muertos ambos. De sus bocas salen sus almas representadas en dos brillantes llamas, que se pierden en el espacio al son de la música. Cae el telón)

Los héroes de tragedia tienen en común con don Juan Tenorio, el que al final de la vida se produzca su salvación como viene expresado en los versos 2550 en adelante.

ACTIVIDAD 7

En España, la introducción del drama romántico, al igual que la poesía, fue retrasada por la supervivencia del teatro neoclásico, y durante las primeras décadas del siglo XIX llegaron a convivir, provocando debates sobre la estética teatral.

Podemos encontrar numerosas características del teatro del Romanticismo reflejadas en la obra de Zorrilla, empezando por un afán de trasgresión, de rechazar y quebrantar las normas, de tal modo que se mezclan géneros cómicos y trágicos. En esta obra, esto no queda muy bien reflejado, pero se puede hacer una diferenciación dentro de la misma, ya que, al principio, no parece tener un gran carácter trágico, mientras que al final alcanza su mayor esplendor.

En cuanto a la estructura, el teatro romántico se caracterizó por obras divididas en tres, cuatro, o cinco actos, algo semejante a la obra de Zorrilla, que está dividida a un nivel superior en dos partes, la primera en cuatro actos y la segunda en tres. Además, como se puede ver sobre todo al principio de la obra, se incluyen notas que describen los personajes, los decorados o la situación, algo propio del teatro en el Romanticismo.

Podemos observar también un abandono de las tres unidades, ya que, no se puede observar unidad en la acción (primero se centra en la apuesta, y después en la salvación de don Juan), tampoco en el tiempo (transcurre en dos jornadas separadas por cinco años), y tampoco en el lugar (se dan diversos escenarios: taberna, convento, cementerio...).

Otra característica del drama romántico que comparte con la obra de Zorrilla es que sitúa la acción en ambientes alejados en el tiempo, en este caso en la edad Media, más concretamente en el año 1545, el último del emperador Carlos V y se intercalan elementos fantásticos, por ejemplo el convite al Comendador, su aparición para cumplir su promesa y la devolución del convite con el fin de impactar, en este caso al lector. Otros elementos que comparte la obra son la Luna, en el famosos pasaje de “No es verdad ángel de amor...”, como símbolo del romanticismo, el convento como lugar misterioso y sagrado, el mar, etc. Además, los escenarios suelen ser lugares solitarios y abandonados, como cementerios. Esto se puede ver en la segunda parte de la obra de Zorrilla, que transcurre en su mayor parte en el panteón de la familia Tenorio, que posee un cementerio.

Si hablamos de los protagonistas, también hay características que comparten, son un hombre y una mujer, bellos y virtuosos, que se enfrentan a la imposibilidad de ver satisfecho su amor. El origen del protagonista suele ser noble, en este caso la familia Tenorio, y la mujer reúne todas la virtudes físicas y espirituales. Como puede verse en la obra, los demás adquieren un papel secundario, y pueden actuar en oposición al amor de los protagonistas, como ocurre con don Gonzalo de Ulloa y don Luis de Mejía.

La temática, por supuesto, la comparten, el amor, un amor imposible, en este caso por al ruptura del acuerdo “prematrimonial” establecido por los padres de ambos, y platónico, que se opone a las normas sociales y que arrastra al que lo padece a la muerte, como ocurre en este caso con don Juan y doña Inés.

En el teatro del Romanticismo el final es trágico, y aunque lo parezca, no tiene una intención moral, sino que es una señal de rebeldía en contra de un mundo que no admite el cumplimiento de los ideales. En esta obra, cuando se está leyendo, todo apunta a un final trágico, pero en el último momento, don Juan se redime y se produce la salvación por el amor.




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Enviado por:Chafanda
Idioma: castellano
País: España

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