Educación y Pedagogía
Desarrollo del niño de 0 a 7 años
LACTANCIA MATERNA
La alimentación del recién nacido se debe iniciar desde las 12 horas de vida, después de ofrecerle una o dos tomas de agua azucarada. Al bebé se le debe pegar al pecho cada 6 horas el primer día. Del segundo día en adelante se le dará pecho cada vez que él lo pida. Es muy importante ofrecerle exclusivamente el pecho ya que el principal estímulo para la producción de leche materna es la succión del niño.
Salvo muy raras excepciones como enfermedades transmisibles que posea la madre (tuberculosis, por ejemplo) o complicaciones en el parto (hemorragias, infecciones); al niño se le debe dar siempre la leche materna.
Las ventajas de la leche materna son:
-Siempre está lista, a la temperatura adecuada, libre de microbios y otros contaminantes que pueden estar presentes en los biberones.
-Tiene la formulación exacta que necesita el bebé en cada etapa de su crecimiento, pues va variando su composición según el bebé crece.
-Posee “inmunoglobulina” que protege al bebé de infecciones por virus o bacterias.
-Su costo es cero.
La producción de leche materna en los primeros días es escasa y va aumentando poco a poco. Durante los primeros días no se producirá leche propiamente dicha, sino un líquido acuoso, poco espeso, pero muy rico en proteínas, llamado “calostro”. Al tercero o cuarto día, es que comienza la producción de la verdadera leche. Por ello los padres deben tener paciencia para evitar cambiar inmediatamente a la alimentación artificial con el pretexto de que la madre tiene escasa leche, además de que el pequeño se acostumbra a la alimentación al biberón por ser más cómodo y fácil.
Antes de amamantar al niño la madre debe limpiarse los pezones con agua. Posteriormente se coloca al niño a un ángulo de 45 grados en relación con el eje del cuerpo materno. La madre toma el pezón entre sus dedos y presiona un poco la glándula. Se da de mamar entre 10 a 15 minutos por pecho. Cuando el niño termina de mamar, se le coloca erguido y se le dan palmaditas en la espalda con el objeto de que expulse del estómago el aire que se introduce al tragar.
DESARROLLO DEL NIÑO
EL NIÑO DE 0 A 3 AÑOS DE EDAD
Desarrollo
Las cuatro primeras semanas de vida marcan el período neonatal, un momento de transición de la vida intrauterina - cuando el feto depende totalmente de la madre- a una existencia independiente.
El bebé al nacer tiene características distintivas, cabeza grande, ojos grandes adormilados, nariz pequeña y mentón hendido (lo que hace más fácil amamantar) y mejillas gordas.
La cabeza del neonato es un cuarto de la longitud del cuerpo y puede ser larga y deformada debido al amoldamiento que ha facilitado su paso a través de la pelvis de su madre. Este amoldamiento temporal es posible debido a que los huesos del cráneo del bebé no se han fusionado aún; no estarán completamente unidos durante los 18 meses. Los lugares de la cabeza en donde los huesos no han crecido juntos- puntos suaves o fontanela- están cubiertos por una membrana fuerte. Debido a que el cartílago de la nariz del bebé es moldeable, el viaje a través del canal deja la nariz luciendo aplastada por unos pocos días.
El crecimiento físico es más rápido durante los 3 primeros años que durante el resto de la vida. A medida que los niños pequeños crecen en tamaño, la forma del cuerpo también cambia. El tamaño del resto del cuerpo se proporciona con el de la cabeza, la que sigue el proceso en curso hasta alcanzar el tamaño de la de un adulto. La mayoría de los niños se adelgazan durante los 3 primeros años; el niño de 3 años es más delgado si se compara con el regordete y barrigón de un año.
En la mayoría de los bebés el primer diente aparece entre los 5 y 9 meses, y al año tiene 6 u 8 dientes y a los 2 años y medio tiene 20.
Desarrollo psicomotor
Hay un orden definido para la adquisición de destrezas motrices y la habilidad de moverse deliberada y acertadamente es progresiva. Las habilidades van de lo simple a lo complejo. Primero, el niño alza objetos relativamente grandes con toda su mano. Luego, gradúa el uso de pequeños movimientos como de pinza con su pulgar y su índice para alzar objetos muy pequeños. Después de que ha logrado control sobre movimientos separados de los brazos, manos, piernas y pies, será capaz de coordinar todos estos movimientos para poder caminar.
La habilidad para caminar y la precisión para agarrar son dos de las habilidades motrices más distintivas de los humanos, ninguna de las cuales están presentes en el momento de nacer.
Al nacer, el bebé puede voltear la cabeza de lado a lado cuando está acostado hacia arriba y, cuando está boca abajo, puede levantar la cabeza lo suficiente como para voltearla. Primero domina el elevar la cabeza mientras que está boca abajo; luego mantiene su cabeza derecha cuando se le sostiene, y después levanta la cabeza cuando está boca arriba. Durante sus primeros 2 ó 3 meses continúa elevando la cabeza más alto y, alrededor de los 4 meses, puede mantenerla derecha cuando se le ayuda o cuando se lo mantiene sentado.
Aproximadamente a los 3 meses y medio, el bebé puede agarrar un objeto de tamaño no muy grande, aunque todavía tiene dificultad para agarrar cualquier cosa que sea mucho más pequeña. Alrededor de los 7 meses, las manos están lo suficientemente coordinadas como para poder alzar un guisante de la bandeja de su silla de comer, haciendo uso solamente de un movimiento como de pinza . A los 14 meses puede construir una torre de dos cubos; alrededor de los dos años pude agarrar una taza y beber de ella; aproximadamente 3 meses antes de su tercer cumpleaños, puede copiar un círculo, bastante bien.
A los 3 meses, después de un cuarto de año como prisionero de la gravedad, el bebé empieza a rodar sobre sí mismo a propósito, primero de su estómago a la espalda y más tarde de la espalda al estómago. Los bebés aprenden a sentarse ya sea levantándose por sí mismos, ya sea cuando están acostados o dejándose caer cuando están de pie.
El bebé promedio puede sentarse sin apoyo entre los 5 y 6 meses y puede adoptar una posición de sentado sin ninguna ayuda, dos meses más tarde. Alrededor de los 6 meses aproximadamente, empiezan a moverse por todas partes en forma muy variada y bajo su propia cuenta y riesgo. Se mueven sobre el estómago, empujan el cuerpo con los brazos y arrastran con dificultad los pies detrás de ellos. A veces, sentados, corren rápidamente, empujándose hacia delante con los pies y las manos. La mayoría de los bebés ya se desenvuelven por todas partes con bastante propiedad alrededor de los 9 ó10 meses.
Alrededor de los 10 meses, después de unos 4 meses de práctica parándose con el apoyo de cualquier objeto, puede soltarse y pararse solo. Alrededor de dos semanas antes del primer cumpleaños, se pone de pie correctamente, por sí mismo.
Desarrollo del conocimiento experiencial del mundo
Cuando el niño recién nacido agarra algo, esta acción es un acto reflejo. Es una respuesta ante un estímulo. Las manos del bebé se desarrollan durante los 2 primeros años de vida, a los 3 meses de edad, el niño ya empieza a adquirir hábitos o habituación a agarrar instrumentos, utensilios...
Se establecen conexiones en el cerebro para poder realizar movimientos con las manos, este es el primer paso. El segundo paso, es establecer una relación con el medio. El niño puede percibir un objeto, pero no puede alcanzarlo. Cuando logra alcanzar algún objeto que quería, se da cuenta que todos sus esfuerzos no son en vano, y repite la acción continuadamente.
Cuando consiga coordinar el alargamiento del brazo y la mano, conseguirá agarrar aquellos objetos que quiera, con más precisión. La boca, las manos, son las primeras acciones que se desarrollan en la corteza cerebral ( conexiones cerebrales).
A los dos años de edad, el niño ya puede tener la habilidad de abrir y cerrar las puertas. Lo más dificultoso es vestirse y desvestirse, limpieza de dientes...
La percepción de la profundidad es innata o aprendida muy temprano. Sin embargo, la habilidad para percibir la profundidad no indica un temor a las alturas. El sentido del peligro no se desarrolla sino más tarde y está relacionado con la habilidad de los niños para moverse por sí solos.
Desarrollo lingüístico
La primera actividad vocal del bebé es llorar. Uno o dos meses después, balbucea, utilizando su lengua de diferentes formas para moldear los sonidos; alrededor del primer cumpleaños. El niño dice algunas palabras cortas formadas por sonidos simples; puede producirlas bien y muestra un control sutil y voluntario de su cuerpo.
El manejo del habla no es únicamente una cuestión de aprendizaje. Es también una función de maduración. La importancia de la maduración, el desdoblamiento de los patrones de conducta en una secuencia determinada biológicamente y relacionada con la edad. Estos cambios son programados por los genes; es decir, antes que el niño pueda tener control completo de todas las habilidades debe estar biológicamente listo.
Normalmente, alrededor de los 15 meses un niño de cualquier sexo ha dicho diez nombres o palabras diferentes, y el vocabulario continúa creciendo a través de la etapa de las palabras simples. También hay seguridad creciente en las palabras, más y más ocasiones inspiran al bebé para decir una palabra o un nombre.
La edad en que los niños comienzan a combinar palabras varían. Generalmente, lo hacen después de su segundo cumpleaños. Aunque
Desarrollo cognitivo
A las doce semanas el niño entiende la relación causa-efecto. Han aprendido que llorando puede conseguir que ocurran cosas, ha aprendido también a saber a escuchar.
A los 6 meses, se es sensible a las diferencias matemáticas, ej: saben diferenciar entre un juguete y dos juguetes. Para los bebés “más de tres“ es más. Saben diferenciar que un juguete no es igual que dos juguetes.
A los 15 meses, ya comienzan a experimentar. Descubren que el agua no tiene las mismas propiedades que el aire.
El pensamiento no sólo es científico, sino también creador. Los bebés 1º aprenden a copiar, después improvisar y más tarde a crear.
Desarrollo social
El desarrollo emocional depende de muchos factores, algunos de los cuales son innatos y visibles en el nacimiento y otros sólo aparecen después de un tiempo. Este proceso puede provenir de un reloj ”biológico” en maduración, gobernado por el cerebro, el cual dispara sentimientos específicos en diferentes etapas. Esta cronología puede tener valor para la subsistencia: expresiones de dolor de niños indefensos de dos meses pueden hacer que se les proporcione la ayuda que necesitan, mientras que la ira expresada por los mismos bebés en la misma situación, pero siete meses más tarde, puede ocasionar que alguien haga algo para ayudarles, por ejemplo a alejar a una persona que le molesta.
Poco después de nacer, los bebés muestran interés, angustia y disgusto. En los meses siguientes van más allá de estas expresiones primarias para expresar alegría, cólera, sorpresa, timidez, miedo. Pero emociones más complejas que dependen del sentido de sí mismo llegan más tarde, alguna de ellas el segundo año, que es cuando la mayoría de los niños desarrollan la autoconciencia: capacidad para reconocer sus propias acciones, intenciones, estados y competencia y para entender que están separados de otras personas y cosas. Al darse cuenta de esto, pueden pensar sobre sus acciones y juzgarlas.
Alrededor de los ocho meses, la mayoría de los bebés desarrollan miedo a los extraños, sin embargo no muestran miedo si el extraño es otro niño.
El logro de la autoconciencia representa un gran salto de los niños en la comprensión y en la relación con otra gente; pueden colocarse en el lugar de otras personas y así desarrollan el sentimiento de empatía; además pueden pensar sobre sus propios sentimientos. Cuando se dan cuenta de que nadie más puede conocer sus pensamientos, desarrollan la habilidad de mentir.
Durante el primer mes, el bebé se aquieta al sonido de una voz humana o cuando la alzan, y sonríe cuando le mueven las manos y se las ponen juntas para jugar a dar palmaditas. Cada día que pasa, responde más a la gente- sonriendo, arrullándose, agarrando objetos...
Al nacer, su grito indica incomodidad física; más tarde, posiblemente expresa angustia psicológica. Sus primeras sonrisas con frecuencia son espontáneas como una expresión de bienestar interno. Después de unos meses, las sonrisas son, con más frecuencia, señales sociales en las cuales el bebé muestra su agrado por otras personas.
EL NIÑO DE 3 A 6 AÑOS
Desarrollo
El niño crece ahora más rápidamente que en los tres primeros años pero progresa mucho en coordinación y desarrollo muscular entre los tres y los seis años y puede hacer muchas más cosas. Durante este período, conocido como primera infancia, los niños son más fuertes, después de haber pasado por el período más peligroso de la infancia para entrar en uno más saludable.
Durante los tres y los seis años los niños pierden su redondez y toman una apariencia más delgada y atlética. La barriga típica de los tres años se reduce al tiempo que el tronco, los brazos y las piernas se alargan; la cabeza es todavía relativamente grande pero las otras partes del cuerpo están alcanzando el tamaño apropiado y la proporción del cuerpo se parece progresivamente más a la de los adultos.
Diferentes tipos de desarrollo tienen lugar en el cuerpo de los niños. El crecimiento muscular y del esqueleto progresa volviéndose más fuertes. Los cartílagos se vuelven huesos más rápidamente y los huesos se endurecen, dando a los niños una forma más firme y protegiendo los órganos internos. Estos cambios permiten a los niños desarrollar muchas destrezas motrices de los músculos más largos y cortos. La estamina aumenta debido a que los sistemas respiratorio y circulatorio generan mayor capacidad y el sistema de inmunidad, que se está desarrollando los protege de infecciones.
Las exigencias nutritivas de la primera infancia se satisfacen fácilmente. Demasiados niños no obtiene los nutrientes esenciales debido a que muchas familias se dejan seducir por los comerciales televisados de alimentos ricos en azúcar y grasas.
Desarrollo psicomotor
Los niños de los 3 a los 6 años logran grandes progresos en la destreza de los músculos gruesos. A los 3 años, el niño puede caminar en línea recta; a los 4 años puede caminar en un círculo pintado con tiza en el campo de juegos y a los 5 años logra correr al estilo de los adultos, firme y rápidamente.
Entre tanto, la habilidad de lanzamiento del niño se está desarrollando, a los 3 años puede lanzar cosas sin perder el equilibrio aunque su meta, forma y distancia todavía no tienen mucho que mostrar. A los 4 años puede jugar a meter aros en una estaca que está a 5 pies de distancia y, a los 5 años, empieza cambiar su punto de equilibrio dando un paso hacia delante y manteniendo la estabilidad después del lanzamiento.
Estas conductas motrices crecientemente complejas son posibles debido a que las áreas sensoriales y motrices están más desarrolladas, lo cual permite mejor coordinación entre lo que el niño siente, lo que quiere hacer y lo que puede hacer. Además, los huesos son más fuertes, los músculos más poderosos y la fuerza de los pulmones es mayor. La destreza motriz de la primera infancia ha avanzado mucho más allá de los reflejos de la infancia para establecer las bases de la eficiencia posterior en el deporte, el baile y otras actividades recreativas, para toda la vida.
Los niños de 3 años realizan avances significativos en la coordinación de los ojos y las manos, y de los músculos finos. Puede verter su leche en la taza de cereal, abotonarse y desabotonarse la ropa suficientemente bien como para vestirse por sí mismos.
A los 4 años, el niño puede cortar con tijeras a lo largo de una línea, dibujar a una persona, hacer diseños, garabatear y plegar un papel en forma de un triángulo. A los 5 años, el niño puede ensartar cuentas en un hilo, bastante bien; controlar el lápiz, copiar un cuadrado y mostrar preferencia para usar una de las manos una y otra vez. Casi uno de cada 10 niños son zurdos, y la mayoría de ellos son varones y no niñas.
Los niños de dos años y medio son capaces de hacer garabatos; aunque los adultos tienden a desecharlos como cosas hechas al azar y sin significado. A los 2 años, el control de las manos todavía no es bueno, per tampoco es el azar y, en esta etapa primera etapa del dibujo, el niño está concentrado principalmente en el lugar de sus garabatos.
Alrededor de los 3 años, aparece la etapa de forma. Ahora el niño puede dibujar diagramas con 6 formas básicas- círculos, cuadrados o rectángulos, triángulos cruces, equis y formas extrañas -. Una vez que alcanzan esta etapa, los niños pasan rápidamente a la etapa del diseño, en la cual mezclan dos formas básicas en un patrón complejo. Estos diseños son más abstractos que representativos. El propósito del niño no es el de pintar lo que ve a su alrededor; más bien, es probablemente un maestro experimentado del arte autoenseñado.
La etapa pictórica empieza entre los 4 y 5 años. Los primeros dibujos de este etapa tienden a indicar cosas de la vida real: los posteriores están más definidos. Los niños se alejan de la preocupación por la forma y el diseño, que son los elementos primarios del arte. El cambio de diseño abstracto a la representación marca un cambio fundamental en el propósito de la pintura infantil.
Desarrollo del conocimiento experiencial del mundo
A menudo aquellos niños entre los 10 y los 12 meses de edad lloran cuando ven llorar a otro niño; alrededor de los 13 ó 14 meses, acarician con palmaditas o abrazan a un bebé que llora; y, aproximadamente a los 18 meses, prestan un tipo específico de ayuda como ofrecer un juguete nuevo para reemplazar uno roto, o darle una cura a alguien que se ha cortado un dedo.
Es verdad que, a menudo, los niños son egocéntricos en su conservación , hablan sin saber y sin importarles si la persona a la que están hablando está interesada o si, aunque sea, está escuchando.
En la actualidad, los investigadores difieren acerca de la habilidad de los niños para clasificar. Piaget identificó tres etapas de clasificación:
-Etapa 1. ( 2 años y medio- 5 años): los niños agrupan objetos para formar un diseño o una figura, por ejemplo una casa; o los agrupan de acuerdo con criterios que van cambiando como es el agregar un cuadrado azul a uno rojo porque los dos son cuadrados y después agregar al grupo un triángulo rojo porque es rojo, como el cuadrado rojo.
- Etapa 2. ( 5- 7 años): los niños agrupan por similaridad, pero pueden cambiar los criterios durante la tarea, clasificando algunos grupos con base en el color, y otros con base en la forma o el tamaño.
- Etapa 3. ( 7- 8 años): en la etapa de las operaciones concretas, los niños están clasificando verdaderamente: empiezan con un plan general para agrupar objetos de acuerdo con dos criterios( como color y forma ), mostrando que entienden entre clases y subclases.
Alrededor de los 18 meses, los niños atraviesan, típicamente, por una explosión de nombres; de repente, adquieren muchas palabras nuevas para clasificar los objetos. Su interés en nombrar las cosas muestra que ahora ellos se dan cuenta e que éstas pertenecen a categorías diferentes. Parecen querer dividir el mundo en dos clases naturales, tanto de palabra como de obra.
Desarrollo lingüístico
A los 3 años y medio, el niño habla constantemente y tiene un comentario para todo. El nuevo lenguaje que emplea suena más y más como la lengua materna.
A los tres años puede dar y seguir órdenes sencillas y nombrar cosas familiares como animales, partes del cuerpo y gente importante. Usa plurales y el tiempo pasado, como también los pronombres yo, tú y me, mi, correctamente.
Entre los cuatro y cinco años, sus oraciones tienen un promedio de cuatro a cinco palabras, y puede manejar preposiciones como encima, debajo, en, sobre y detrás. Además, utiliza más verbos que sustantivos.
Entre los cinco y seis años de edad, el niño empieza a utilizar oraciones de seis a ocho palabras. Puede definir palabras sencillas y conoce algunos antónimos. En su conversación diaria, utiliza más conjunciones, preposiciones y artículos. Su conversación es completamente gramatical, pero aún descuida la excepción a las reglas como al escribir “poní” en vez de “puse”.
Entre los seis y siete años, su conversación se vuelve más compleja. Ahora habla con oraciones compuestas y gramaticalmente correctas, y utiliza todas las partes del habla.
Desarrollo de la conversación social
Edad Características de la conversación
2 y medio Comienzos de la conversación:
la conversación es cada vez más pertinente a las observaciones de los demás.
Se reconoce la necesidad de la claridad.
3 Ruptura en la atención de la comunicación:
el niño toca la forma de aclarar y corregir malos entendidos.
La pronunciación y la gramática mejoran lentamente.
La conversación con niños de la misma edad se extiende en forma patética.
El uso del lenguaje se incrementa como instrumento de control.
4 Conocimiento de los principios de la conversación:
el niño es capaz de cambiar la conversación de acuerdo con el conocimiento del oyente.
Las definiciones literales ya no son una guía segura para el significado.
Las sugerencias de cooperación se han vuelto comunes.
Las disputas se pueden resolver con palabras.
5 Buen control de los elementos de conversación.
Desarrollo cognitivo
En general, en la primera infancia el reconocimiento es bueno, el recuerdo es parcial y los dos mejoran entre los dos y los cinco años. El reconocimiento de los niños ha mejorado en forma considerable desde la infancia.
El reconocimiento se mide mostrándole a un niño un número de objetos, guardándolos, y después mostrándoselos de nuevo, junto con otros que no había visto antes. Luego se le pregunta cuáles no había visto y después, cuáles había visto antes y cuáles son nuevos. El recuerdo se examina mostrándole al niño un número de objetos, guardándolos y pidiéndole después que nombre todos los objetos.
EL NIÑO DE 6 AÑOS EN ADELANTE
Desarrollo biológico
La infancia intermedia está entre las etapas más saludables de la vida, a pesar de la frecuencia de gripes y gargantas irritadas. Afortunadamente, las enfermedades debilitantes son raras. El crecimiento normal depende de una nutrición adecuada y a una buena salud. Un problema común que va en aumento: la obesidad infantil.
Los niños de 6 a 12 años se ven diferentes de los de menos edad. Son mucho más altos y la mayoría delgados pero fuertes, a pesar de que la tasa de obesidad se ha incrementado en las últimas décadas.
Las niñas conservan un poco más de tejido graso que los niños, una característica física que persistirá a lo largo de la madurez. Hacia el final de la etapa intermedia, generalmente entre lo 10 y 12 años de edad, las niñas comienzan su esfuerzo extraordinario de crecimiento y, de repente, están mirando a los niños de su clase con menosprecio.
Los cambios en estatura y peso no son completamente paralelos en niños y niñas. Para cuando las niñas tienen nueve años, han alcanzado a los niños en estatura, después de haberse rezagado un poco; sin embargo, con frecuencia se rezagan en peso, hasta cuando los alcanzan a los 10 años las niñas.
Desarrollo psicomotor
Edad Comportamientos seleccionados
6 Las niñas son superiores en la precisión del movimiento; los niños son superiores en actos que involucren fuerza, menos complejos. El acto de saltar es posible pueden lanzar con equilibrio apropiado.
7 Mantener el equilibrio en un pie sin mirar, llega a ser posible.
Pueden caminar en barras de equilibrio de dos pies de ancho. Pueden brincar y saltar con exactitud en cuadros pequeños. Pueden ejecutar ejercicios exactos de golosa.
8 El número de juegos en que participan, para ambos sexos, es el más amplio a esta edad.
9 Los niños pueden correr 16 pies por segundo.
Los niños pueden lanzar una pelota pequeña s 70 pies.
10 Pueden juzgar e interceptar el camino de pelotas pequeñas lanzadas desde cierta distancia.
11 Un salto amplio de cinco pies es posible para los niños; seis pulgadas menos para las niñas.
12 Es posible un salto alto de tres pies.
La preferencia para usar una mano más que la otra se llama uso de las manos. A
pesar de que el concepto parece simple, la determinación de usar una de las manos puede ser difícil de tomar, puesto que no todo el mundo prefiere una mano para cada tarea.
Tanto zurdos como diestros tienen algunas ventajas y desventajas. La gente
zurda sufre más alergias y está más propensa a dislexia y déficit de atención. Pero, asimismo, están más predispuestos a ser mejores en tareas especiales y a recuperarse más rápidamente de daño cerebral.
Ninguna de las muchas teorías ambientales, anatómicas y genéticas acerca de las causas del uso de una mano ha sido capaz de establecer el asunto. Un creciente consenso favorece las teorías anatómicas, en especial las que se refieren a la anatomía del cerebro. La hipótesis parece lógica: el cerebro regula el comportamiento motor; el uso de la mano izquierda es una característica de este comportamiento; por tanto, el cerebro regula el uso de la mano izquierda.
Desarrollo del conocimiento experiencial del mundo
El modo de pensar del niño está caracterizado por la habilidad de aplicar principios lógicos a situaciones reales. Los niños en esta etapa son más lógicos y menos egocéntricos que los de la etapa previa, o sea la etapa preoperacional de la primera infancia.
Ahora que el niño ha alcanzado la etapa de las operaciones concretas, puede aplicar principios lógicos a situaciones concretas (reales). El niño utiliza operaciones mentales internas ( pensamientos ) para resolver problemas situados en el aquí y ahora. Esto significa que puede realizar muchas tareas de un grado más alto de lo que podía en la etapa anterior. Es mejor cuando:
- Clasifica objetos agrupándolos en categorías similares.
- Agrupa ordenando artículos ( como palitos de distinto tamaño ) en series, de acuerdo con una dimensión particular.
- Trabaja con números.
- Entiende conceptos de tiempo y espacio.
- Distingue entre realidad y fantasía.
- Entiende el principio de conservación.
Sin embargo, los niños en esta etapa todavía están limitados a situaciones reales, presentes; todavía no pueden pensar en términos abstractros o hipotéticos, sobre lo que podría ser en lugar de lo que es. La capacidad para pensar en forma abstracta, que caracteriza el nivel más alto del desarrollo cognoscitivo según Piaget, no ocurre sino hasta la adolescencia.
Desarrollo lingüístico
La sabiduría popular sostiene que para la época en que entran a primer grado, todos los niños normales han aprendido un idioma. El niño pronuncia las palabras claras y puede conversar fácilmente acerca de muchas cosas. Pero todavía hay bastantes palabras que desconoce y muchas sutilezas del lenguaje que no nota. Los niños son ahora más capaces de interpretar la comunicación y de hacerse entender.
La mayoría de los niños de seis años todavía no han aprendido cómo manejar las construcciones gramaticales en las cuales una palabra se utiliza en la forma como se hizo prometer en la primera frase, aunque ellos saben lo que significa una promesa y son capaces de usar y entender la palabra correctamente en otras oraciones. Para la edad de 8 años, la mayoría de los niños pueden interpretar la primera frase en forma correcta. Ellos conocen el concepto ligado a la palabra “promesa” y saben como puede ser usada.
Durante los primeros años escolares, rara vez emplean la voz pasiva, los tiempos verbales que incluyen el auxiliar haber y las oraciones condicionales con si...entonces.
Hasta los nueve años y posiblemente después, desarrollan una creciente y compleja comprensión de la sintaxis, la forma como las palabras se organizan en frases y oraciones.
Desarrollo cognitivo
A la edad de 4-6 años, el niño piensa que su propio punto de vista es el único posible. Mientras que a la edad de 6-8 años, el niño se da cuenta de que otras personas pueden interpretar una situación de forma distinta de cómo ella ve. Los niños de 8 a 10 años tienen una conciencia recíproca, y se da cuenta de que otros tienen diferentes puntos de vista y que son conscientes de que él tiene sus propios puntos de vista. Entiende la importancia de que otros sepan que sus requerimientos no han sido ignorados u olvidados.
A la edad 10-12 años, el niño puede imaginar la perspectiva de una tercera persona, teniendo en cuenta diferentes puntos de vista. En la adolescencia, la persona se da cuenta de que la comunicación y el desempeño mutuo de papeles no siempre resuelven disputas sobre valores rivales.
JUGUETES
Son muchas las investigaciones sicológicas que revelan que los juguetes son objetos llamados a cumplir la función de mantener a los niños entretenidos y felices. Es básico, sin duda, que el juguete sirva para distraer al niño y proporcionarle muchos ratos de felicidad y alegría, pero los juguetes también son un excelente método de aprendizaje y adiestramiento. Por lo tanto, los padres deben asegurarse de no escoger juguetes que resulten muy difíciles para la edad y la capacidad del niño. El juguete demasiado complejo no logrará enseñarle mucho, si el pequeño aún no está preparado para usarlo en la forma concebida por su diseñador. Lejos de aprender con el juguete, es posible que el niño, al no acertar a usarlo, experimente una frustración innecesaria.
Los padres deben además tomar en cuenta el grado real de desarrollo físico, mental y emocional que el niño demuestre tener, para hacer así una selección más atinada y realista.
Los juguetes diseñados con una finalidad educativa específica no son los únicos que se le deben dar al niño. Por ejemplo, hay algunos que se proponen ampliar el vocabulario del niño; otros, estimulan su agilidad mental en los cálculos aritméticos; otros hacen que el niño ejercite su memoria o su habilidad manual, o aumentan sus conocimientos acerca de los animales y las plantas.
Pero al niño también le harán bien los juguetes ideados con fines menos concretos, que le ofrezcan diversas posibilidades, incitando y estimulando su imaginación y su capacidad creativa. En esta categoría entrarán muchísimos objetos que, sin ser propiamente juguete, se prestan a que el niño los utilice como tales: trozos de madera, cajas vacías de cartón, de madera o metálicas; carretes de hilo vacíos, tapas de material plástico de diferentes colores, etc.
También hay que mencionar los juguetes que el niño pueda usar colectivamente en unión de sus amiguitos y compañeros. Estos desarrollan en el niño el sentido de la sociabilidad y el espíritu de cooperación.
También hay que señalar que al seleccionar los juguetes que se le dan al niño, los padres deben tener en mente los posibles peligros físicos que puedan derivarse del empleo de los mismos. Es conveniente que se tomen un poco de tiempo para examinarlo, comprobando que es físicamente seguro y tomar en cuenta que, en algunos casos, el posible peligro no radica en el juguete mismo, sino en el hecho de que quizá el niño todavía no tiene la suficiente coordinación visual, muscular y manual para jugar con él sin lesionarse.
La edad cronológica no es el único factor que hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar los juguetes, pero sí constituye una pauta bastante útil para escogerlos más adecuadamente. Hay que tomar en cuenta también las preferencias e inclinaciones espontáneas del niño, su habilidad y su grado de desarrollo mental, emocional y físico.
Para los menores de 1 año
Deben buscarse juguetes de colores vivos, y de formas suaves, para que el niño pueda palparlos y recorrerlos fácilmente con sus manos. Son recomendables los muñecos y animales rellenos, los que produzcan algún tipo de ruido cuando se oprimen, las matracas, los sonajeros o chinchines, las pelotas, y otros que sean irrompibles y tengan superficies suaves. Es preferible que estos juguetes sean lavables, y que no tengan aristas rugosas ni duras. Se evitarán los que tengan partes separables pequeñas, pues el bebé podría introducírselas en la boca, nariz, oídos o los ojos.
Para el niño de 1 y 2 años
Le encantarán los juguetes que tengan piezas de tamaño mediano o grande, y que ellos puedan armar y desarmar con facilidad. Suelen ser excelentes para estimular el mejor desarrollo de la coordinación muscular, nerviosa y visual de niño y también su habilidad manual. Todavía le seguirán gustando los muñecos y animales rellenos. También son aconsejables los juguetes que floten en la bañera, los baldes y las paletas para jugar con arena en la playa, los juguetes provistos de ruedas para que el mismo niño tire de ellos o los empuje, y los bloques que tengan bordes ligeramente redondeados.
Para el niño de 3 años
Son excelentes los bloques de madera y también las colecciones de animales. En esta época ya es posible darle al niño pinturas que él puede aplicar con los dedos y también plasticina o arcilla. Las carretillas, los triciclos y los caballitos de balancín suelen ser ideales para esta edad.
Para el niño de 4 años
Esta es una etapa imitativa. El niño trata de repetir lo que ve hacer a los adultos. Por consiguiente, debe dársele preferencia a los juguetes que contribuyan más al desarrollo de la imaginación. Se sugieren las casas de muñecas, los juegos de carpintería y jardinería, los de construcción, etc. Igualmente son convenientes las piscinas portátiles, desinflables, que los niños pueden disfrutar en el patio de la casa. Sin embargo, a esta edad, por muy escasa que sea la profundidad del agua, a los niños no ha de dejársele sin la supervisión de un adulto, ni siquiera por un breve instante.. También pueden disfrutar con los trajes de disfraz de materiales no inflamables, y se les puede dar trenes de madera o de plástico.
Para los niños de 5 y 6 años
Esta es una época en que el desarrollo mental e intelectual se acelera notablemente. Muchos ya comienzan a leer y comienzan a disfrutar más de los juegos organizados y compartidos con otros niños. A las niñas les gustará mucho jugar a las casas de muñecas. Los pizarrones, las pinturas, los juegos de construcción, los juguetes de acción mecánica sencilla, libros de cuentos, rompecabezas, estimularán mucho su imaginación, sus facultades creativas y su habilidad manual. Entre los que más disfrutan en pequeños grupos de amiguitos, debemos mencionar las pelotas, los columpios y toboganes de poca altura.
COLEGIO SUIZO AMERICANO
Educación para el Hogar
B - 2
DESARROLLO DEL NIÑO
INTRODUCCIÓN
Conocer cómo debe desarrollarse un niño desde el momento de su nacimiento, es un asunto de vital importancia, ya que permite a los padres saber si su niño se está desarrollando de una manera adecuada y tomar las medidas pertinentes si no es así.
Esta investigación nos permitirá saber mucho acerca de esto, desde la importancia de la lactancia materna, hasta los juguetes apropiados para cada edad. Conoceremos las etapas del desarrollo del niño, no sólo físicamente, sino también su desarrollo psicomotor, lingüístico y cognitivo.
CONCLUSIONES
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Las ventajas de amamantar al niño recién nacido son muchas, por lo cual no debe privársele de la leche materna, salvo muy raras excepciones como enfermedades trasmisibles que posea la madre.
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El crecimiento físico es más rápido durante los 3 primeros años, que durante el resto de la vida.
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El desarrollo emocional del niño depende de muchos factores, algunos de los cuales son innatos y visibles en el nacimiento y otros sólo aparecen después de un tiempo.
-
Entre los tres y los seis años el niño progresa mucho en coordinación y desarrollo muscular.
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El crecimiento normal del niño depende de una nutrición adecuada y una buena salud.
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Los juguetes no sólo mantienen a los niños entretenidos y felices, sino son un excelente método de aprendizaje y adiestramiento.
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Enviado por: | Acg |
Idioma: | castellano |
País: | Guatemala |