Educación y Pedagogía


Derechos Humanos


Informe

Tema: Derechos Humanos

Materia: Educación Cívica

Fecha de comienzo: 27-04-04

Fecha de entrega: 15-06-04

Consignas:

  • Relacionar a los Derechos Humanos con la dignidad humana.

  • Características de los Derechos Humanos.

  • Evolución histórica.

  • Protección Internacional y en Argentina.

  • Generaciones (Primera, Segunda y Tercera).

  • Derechos especiales:

    • Chicos

    • Mujeres

    • Minorías

    • Laborales

    • Los elementos de la dignidad humana que reconocen los Derechos Humanos son el derecho a la vida, a la libertad y la seguridad de nuestra persona. Ninguna persona debería ser esclavizada ni castigada de manera inhumana. Todos los seres humanos deben ser iguales ante la ley. También reconocen el derecho a tener una nacionalidad, gozar de libertad de pensamiento y de religión; el derecho de reunión con otras personas pacíficamente, de contraer matrimonio, de formar una familia que a su vez tendrá el derecho de ser protegida.
      Entre los elementos esenciales para que las personas puedan gozar de una existencia plena, que reconocen los Derechos Humanos, se encuentran el derecho a la educación, a trabajar y elegir libremente una ocupación cuya remuneración asegure un nivel adecuado de vida, a una vivienda digna, alimentos suficiente, servicios médicos y sociales vestimenta y seguridad social.
      No obstante, los Derechos Humanos como los conocemos hoy en día, no aparecen bien definidos en la conciencia de los hombres de una vez y para siempre. Generalmente, son vistos, en las diferentes culturas y pueblos, en el marco de situaciones de contraste (por ejemplo, la inhumanidad de una situación). Nuevas exigencias éticas son impulsadas a raíz del análisis de estas situaciones de contraste. Frecuentemente, el derecho humano nace de una experiencia negativa en la cual se da cuenta de la importancia de un valor, oculto aún y sin una clara expresión, pero capaz de originar en los hombres la conciencia de “lo que debería ser”. De esta forma tenemos que, de las experiencias de contraste, surgen imperativos que se ven reflejados en declaraciones e instrumentos jurídicos universales.

    • Las características de los Derechos Humanos son: son intransferibles, se basan en el respeto, la tolerancia y la solidaridad y se le reconocen a cada persona. Los estados, gobiernos, las constituciones y las leyes no conceden ni regalan derechos, sino que los reconocen y aseguran que todas las personas puedan ejercerlos. Los Derechos Humanos reconocen que las personas tienen rasgos en común: somos seres libres, capaces de pensar, crear amar y construir nuestra historia.

    • La idea de los Derechos Humanos como los conocemos hoy en día no estuvo presente a lo largo de la historia. Fue gracias a que hombres y mujeres en todo el mundo, en diferentes épocas, lucharon para que los derechos de unos pocos fueran iguales para todos. Pero el hecho más importante que se produjo es tal vez la Revolución Francesa de 1889, que inició el reconocimiento de los Derechos Humanos proclamando la libertad y la igualdad de todos los seres humanos. Los Derechos Humanos se fueron ampliando desde fines del siglo XIX. La sociedad iba experimentando cambios, que hacían que las personas tuvieran nuevas necesidades y reclamaran el reconocimiento de nuevos derechos: los derechos económicos y sociales. Algunos de éstos son el derecho al trabajo en condiciones dignas, a tener vacaciones, a la protección de la maternidad, a tener una vivienda digna y a la educación, entre otros. A fines del siglo XX se incorporaron los derechos de solidaridad, que se garantizan mediante la participación solidaria de todas las personas. Los más importantes son el derecho a la paz y a vivir en un ambiente sano y equilibrado.

    • Se han establecido normas que vigilan y protegen el cumplimiento de las leyes. Pueden pertenecer al Derecho Interno (dentro de cada país), o al Derecho Internacional (válidas para toda la comunidad de países). En nuestro país, el Derecho Interno establece garantías, es decir, la vigencia de los Derechos que la Constitución reconoce. Tienen una importancia fundamental, ya que puede afirmarse que un derecho tiene vigencia si una garantía lo asegura. Así, por ejemplo, la forma más rápida y eficaz de proteger los derechos individuales son las garantías habeas corpus y el recurso de amparo. El primero protege la libertad de las personas ante detenciones arbitrarias, mientras que el amparo resguarda los demás derechos (libertad de expresión, derecho de enseñar y aprender, etc.). Las garantías también prohíben condenar a una persona por haber cometido un delito sin un juicio previo con posibilidad de defensa, o allanar su domicilio sin contar con la orden de un juez. Las normas de Derecho Internacional comenzaron a dictarse debido a que la Protección de los Derechos Humanos no podía destinarse sólo a un Estado. Uno de los principales objetivos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) es proteger los Derechos Humanos.

    • Los Derechos Humanos se dividen en tres generaciones.

      • La primera generación corresponde a los derechos de la libertad: los derechos civiles y políticos. Éstos comenzaron a ser reclamados por la burguesía frente al Antiguo Régimen a partir del siglo XVI: el derecho a la vida y a la integridad física, a pensar y expresarse libremente, a participar en el gobierno del propio país, a no ser detenido sin un motivo legal, a ser juzgado con garantías de imparcialidad, a tener propiedad, a comerciar libremente, etc. Éstos derechos se fundamentan en un valor moral básico: la libertad.

      • La segunda generación se refiere a los derechos de la igualdad: los derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al empleo y al salario justo, a la vivienda, a la salud, a la educación, a la cultura, a una pensión de jubilación, etc. Estos derechos fueron reclamados sobre todo por el movimiento obrero a lo largo de los últimos siglos. Pretenden apoyar a los derechos de la primera generación, ya que si no se tiene un mínimo de ingresos económicos, una protección contra la enfermedad o unos mínimos de nivel cultural, difícilmente se pueden ejercer los derechos políticos y civiles.
        Este tipo de exigencias fue abriendo el camino a una nueva mentalidad según la cual es necesario que el Estado no se limite a mantener el orden público y el cumplimiento de los contratos, sino que actúe positivamente para que los derechos de la primera generación no sean un privilegio de unos cuantos, sino una realidad para todos. Por esta razón se dice que la segunda generación constituye un conjunto de exigencias de la igualdad.
        En ciertos casos, para que los habitantes puedan gozar de éstos, requieren inversiones de dinero por parte de los países.
        Los bienes sociales (educación, salud, trabajo) corresponden a todos por igual: son públicos, ya que son fundamentales para la preservación de la comunidad y las personas puedan integrarse a ellas. Pero en algunos casos, esto no ocurre. Por ejemplo, cuando el acceso a una vivienda digna no es garantizado por el Estado, no provee una educación adecuada o no brinda servicios de salud de calidad. En estos casos, los Derechos Humanos han sido violados por omisión, ya que el Estado debe respetarlos y garantizar la igualdad de condiciones de acceso a los bienes sociales. Estas normas deben proteger y equiparar a aquellos que se encuentren en desventaja.

      • La tercera generación trata acerca de los derechos de la solidaridad: incluyen que toda persona tiene que nacer y vivir en un medio ambiente sano, no contaminado de polución y de ruido, y también el derecho a nacer y vivir en una sociedad en paz. Éstos no han sido acogidos todavía en una declaración internacional, pero son tan básicos como los anteriores, porque si se vive en un ambiente contaminado o en un ambiente de guerra, difícilmente se pueden cumplir los derechos de la primera y segunda generación.
        Para que estos se cumplan, es necesaria la solidaridad internacional: no será posible acabar con la contaminación del medio ambiente si algunos países se comprometen a no contaminar mientras que otros no.

    • Derechos especiales de los niños

      En las primeras décadas del siglo XX, cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, la preocupación por la situación de los niños del mundo fue planteada inicialmente y la Humanidad comenzó a tomar conciencia de la situación de desventaja en la que éstos se encontraban. En tan sólo cuatro años, esta guerra había dejado más de veinte millones de víctimas y gran cantidad de niños huérfanos en la pobreza.
      Luego de que terminó la guerra en 1919, fue creada una organización internacional, la Sociedad de las Naciones, que unos años más tarde en 1924, impulsó la primera Declaración de los Derechos del Niño, conocida también como Declaración de Ginebra. En ella, los representantes de los países reunidos en la Sociedad de las Naciones hacían un llamado a los gobiernos de todo el mundo para que consideraran a los niños como un grupo que requería medidas especiales de protección para garantizar su normal desarrollo.
      A pesar de esto, la Declaración no persuadió a los gobiernos de crear leyes específicas para proteger a los niños, es decir, sus contenidos nunca fueron llevados a la práctica.
      La Segunda Guerra Mundial fue mucho más cruel que la anterior y los derechos de las personas fueron violados como nunca antes en la historia.
      Pero aún así, pasaron otros diez años hasta que la Organización de las Naciones Unidas retomó el tema y aprobó en 1959 la Declaración de los Derechos del Niño, que estaba constituida de un Preámbulo y diez principios. Esta declaración enunciaba claramente un llamado a los gobiernos de todos los países para que reconocieran los derechos de los niños y sancionaran leyes capaces de protegerlos. Pero esta no establecía medidas concretas para su aplicación y los países que la aprobaban no estaban obligados a implementarla, ya que sólo expresaban su compromiso.
      En el año 1954 Danny Kaye, un famoso actor estadounidense, se convirtió en el primer “embajador” de UNICEF.
      En 1961 UNICEF descubre que sus preocupaciones no pueden acabarse en la comida, la ropa y la salud. Así, dan comienzo a planes relacionados, entre otras cosas, con la educación.
      En 1979, gracias a la decisión del gobierno polaco, las Naciones Unidas celebraron el Año Internacional del Niño. Representantes de cuarenta países iniciaron en ese entonces, la redacción de la Convención sobre los Derechos del Niño que finalizó diez años más tarde, el 20 de noviembre de 1989.
      La Convención es un documento muy importante por diversos motivos. Por un lado, porque establece que los niños deben ser beneficiados con medidas protectoras especiales, pero además porque les reconoce una serie de derechos como la libertad de expresión, de participación y de asociación.
      Entró en vigor el 2 de septiembre de 1990 y fue sancionada por gran cantidad de países del mundo. Por este motivo es de cumplimiento obligatorio para esos países y son supervisados por una comisión creada especialmente para este fin.
      Mediante la sanción de una ley promulgada en 1990 la Argentina ratificó la Convención. Ya que no es un tratado internacional más, fue incorporada a la Constitución Nacional en 1994 y desde entonces tiene la misma importancia que ésta. Esto significa que ninguna otra ley puede contradecirla porque forma parte del conjunto de leyes fundamentales.
      En cada país, siempre existe un organismo encargado de asegurar que los derechos de los niños se cumplan. En nuestro país, es el Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia. Se creó en 2001 y depende de la secretaría de Desarrollo Social del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente.
      La Convención consta de 54 artículos en los que se encuentran detallados los derechos de todas las personas menores de 18 años. Pero, como lo señala el Preámbulo, esta no sólo protege y asiste a los niños y adolescentes, pero también a la familia, como “elemento básico de la sociedad y medio natural para el crecimiento de todos sus miembros y, en particular, de los niños”. Respecto a esto, también se reconoce que la familia debe suministrar “un ambiente de felicidad, amor y comprensión” para el pleno y armonioso crecimiento de la personalidad del niño.


      Algunos de los Derechos de los Niños son:

      • A la vida.

      • Al cuidado de su salud.

      • A practicar su religión y sus creencias.

      • A jugar.

      • A no sufrir maltrato y descuido.

      • A permanecer junto a sus padres. Si los padres estuviesen separados, tienen derecho a tener contacto con el padre que no vive con ellos.

      • A recibir educación.

      • A expresar sus opiniones.

      • A ser protegidos contra la explotación económica y los trabajos peligrosos, nocivos o que entorpezcan su formación.

      • A que se respete su vida privada, su familia, su domicilio y su correspondencia.

      • A ser protegidos en caso de abandono.

      • A participar de la vida cultural.

      • A ser protegidos especialmente si sufrieran de alguna discapacidad.

      Los niños tienen derecho a crecer, a alimentarse, a aprender. Pero es muy necesaria una reflexión final, para darse cuenta de algo: los chicos que hoy tienen entre 8 y 9 años, ¿cuántos tendrán en 10 años más? Nada menos que entre 18 y 19 años; es decir ya serán adultos. ¿Qué significa esto? Que el hecho de que los niños de 2004 puedan ejercer sus derechos hará que en 2014, quienes estén comenzando su vida adulta serán personas acostumbradas a que se respeten sus derechos y a respetar los de los demás ¡incluidos los de los niños! La vida es un eterno recomenzar, y allí reside su maravilla.


      Derecho a tener un nombre y una nacionalidad

      El artículo 7 de la Convención establece:

      “El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.”


      A pesar de lo establecido, en muchas partes del mundo, las guerras, persecuciones, el exilio o el abandono provocan que los niños sean separados de sus familias y, en muchos casos, crezcan lejos de su país. Estas situaciones los despojan de su propia identidad.
      Circunstancias similares ocurren en muchos países latinoamericanos: la venta y tráfico de niños para la adopción. En estos casos, los chicos, que en su mayoría provienen de los sectores marginados de la sociedad, pierden todo contacto con sus verdaderos padres y rastro acerca de su origen.

      Durante el gobierno militar en la Argentina, durante 1976 y 1983, el derecho a la identidad fue violado duramente en la represión ilegal llevada a cabo por este gobierno. Centenares de niños nacieron en centros de detención y tortura clandestinos donde sus madres permanecían presas. Estos bebés fueron separados de sus padres, secuestrados y entregados en adopción a otras familias con otra identidad. Desde entonces y hasta la actualidad, sus familias junto con organizaciones de Derechos Humanos intentan encontrarlos mediante campañas. Éstas han logrado localizar a varios chicos, que pudieron conocer a su familia biológica y reconstruir su historia.

      ¿Qué es ser un chico desaparecido?

      “Ser un chico desaparecido es, en primer lugar, no saber lo que sos. Es creer que la que se hace llamar `mamá' es mamá y el que se hace llamar `papá' es papá. Es haber nacido entre 1975 y 1980 y festejar tu cumpleaños el día que lo marca tu partida de nacimiento. Es creer que si no hay fotos de mamá embarazada o de vos cuando eras bebé es porque, simplemente, no tomaron esas fotos. Es no parecerte demasiado al resto de la familia. [..] Un chico desaparecido no sabe lo que es. Ignora que cuando era muy chico fue secuestrado junto a sus padres o que nació en un campo de concentración de la dictadura, donde llevaron a su mamá embarazada. Ignora que, mientras su familia lo buscaba, alguien eligió para él otros padres, otro nombre, otra vida. [..] Es haber perdido mucho de tu origen, de tu historia, de tu identidad [..] Pero ser un desaparecido vivo no es haberlo perdido todo. Tus abuelos, tus hermanos, tus tíos, tus primos, y tal vez tu mamá o papá todavía te buscan y te esperan. [..] La historia, la identidad, pueden recuperarse[..] No es la duda lo que daña, sino la mentira. Pero no te quedes con la duda. ”

      Abuelas de Plaza de Mayo. Niños desaparecidos. Jóvenes Localizados. En la Argentina desde 1976 a 1999. Buenos Aires, Temas Grupo Editorial, 1999.

      Búsqueda de material adicional en el diario

      Diario Clarín, lunes 7 de junio de 2004:

      • Título de la noticia: “En qué se fijan los empresarios cuando toman profesionales”
        Cuanto más alto rango tenga el ejecutivo, necesita mayor polivalencia y menor especificidad en sus conocimientos mientras que, en los de menor rango, hay que dominar cada detalle del oficio.
        Se le preguntó a los ejecutivos que seleccionan el personal en qué se fijan, y todas las respuestas fueron iguales: “buscamos gente con valores, potencial y una gran definición de su personalidad. Esto es tan importante como su conocimiento”.

      • Título de la noticia: “Pobreza y libertad de expresión”
        Vivir en la pobreza y en la marginación social, como sucede con varios sectores sociales, afecta la libertad de expresión, ya que nadie valora la opinión de un marginado.
        Hay ciertos mecanismos que ayudarían para que este problema se solucione. Uno de ellos puede ser el derecho de reunión como forma de expresión participativa de la sociedad, que permitiría a los sectores empobrecidos poder expresar su punto de vista.

      • ”Entre Ríos: prohíben la tala de bosques”
        Una jueza ordenó al Gobierno de Entre Ríos detener la tala de montes nativos en todo el territorio de esa provincia, ya que estudios de impacto ambiental señalan las consecuencias de esta tarea.
        La Universidad de Entre Ríos (UNER) reveló que, en los últimos años, la tala provocó el desmonte de cerca de 1 millón de hectáreas.

      Diario Clarín, domingo 13 de junio de 2004:

      • Título de la noticia: ESCLAVOS ARGENTINOS
        1.500.000 de chicos entre 5 y 14 años, trabajan en la Argentina. Esta cifra vergonzosa fue revelada por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Estas nenas y nenes - dice la OIT - trabajan en condiciones insalubres.

      • Título de la noticia: MUNDO SALVAJE
        250 millones de menores trabajadores es la cifra que da la OIT al referirse al alcance de ese dramático problema a nivel mundial. De ellos, remarca la OIT, unos 180 millones de chicos son sometidos a malos tratos y a situaciones intolerables.




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    Enviado por:Gaston
    Idioma: castellano
    País: Argentina

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