Geografía


Densidad demográfica de Buenos Aires en el Siglo XVIII


POBLACION Y ESPACIO EN EL BUENOS AIRES DEL SIGLO XVIII

Durante el siglo XVIII Buenos Aires se convirtió en una ciudad importante del imperio español en America. Comenzando en las primeras decadas y prolongandose ininterrumpidamente durante todo el siglo, el comercio (tanto legal como el de contrabando) y la creciente actividad militar en el Rio de la Plata dio a la ciudad una nueva importancia economica y estrategica. Poco a poco, Buenos Aires paso a ser un floreciente centro comercial y burocratico.

La ciudad de Buenos Aires se fundo en las margenes del Rio de la Plata, un estuario amplio y poco profundo del rio Parana, justamente en el lugar donde la desembocadura del rio de la Matanza, llamado Riachuelo, se une a aquella caudalosa via acuatica. Los colonizadores apreciaron dos caracteristicas del lugar: un terreno bastante alto dado por una meseta baja que llega casi hasta el rio y forma una barranca a pocos metros de la costa y un estuario profundo para anclar en el Riachuelo. Asi la ubicación de la ciudad combinaba dos cosas: un puerto protegido, a la cabecera de la navegación de ultramar, y un sitio no inundable con buena defensa.

En 1744 Buenos Aires comienza a diferenciarse en cuatro zonas: el centro, area que rodeaba a la plaza central donde se ubicaban los sectores del gobierno, eclesiasticos y comerciales: los suburbios, dos areas al norte y al sur separadas del centro de la ciudad por dos zanjas (la zanja de las Catalinas al norte y la zanja del Alto al sur), que eran barrios semiurbanos, ocupados por artesanos; por ultimo las quintas, un anillo de chacras y casas de veraneo que rodeaban a la ciudad y luego irradiaban a lo largo de las tres rutas principales hacia el norte, oeste y sur. El centro de la ciudad quedo definido por las zanjas, que constituyeron barreras fisicas durante todo el periodo colonial, inundables en epocas de lluvias.

A medida que la ciudad cobro importancia para la corona española, el gobierno local comenzo a interesarse por recabar información acerca de sus habitantes. En 1744 se realizo un censo militar que abarco el núcleo urbano y los suburbios rurales de la ciudad. En 1778, dos años después de que la ciudad fue designada capital del nuevo Virreinato del Rio de la Plata, se completo otro censo. Poco después de la independencia, la Junta Revolucionaria realizo un listado de los habitantes de la ciudad. Estos censos proporcionan información tanto sobre el crecimiento fisico y numerico de la ciudad, como sobre el desarrollo de la economia y la sociedad local.

CRECIMIENTO Y CAMBIOS DE LA POBLACION: Las cifras agregadas de los tres censos mas completos (1744, 1778 y 1810) dan una idea de cómo crecio Buenos Aires en un periodo de 66 años, periodo en el que la población total se cuadruplico. Este aumento indica que Buenos Aires era una de las ciudades de mas rapido crecimiento en Hispanoamérica durante la ultima epoca del periodo colonial.

Este rapido crecimiento de la población se debio a una combinación de inmigración libre desde Europa y del interior del Virreinato, de inmigración forzada de los esclavos de Africa y del Brasil y al crecimiento vegetativo. Dado que la ciudad servia solo como una breve estacion de paso para miles de inmigrantes, esclavos y nativos, es imposible fijar con precision el aporte exacto de cada una de las fuentes. Sin embargo es posible esbozar algunas de las relaciones demograficas entre estos grupos.

La distribución de sexos según los censos de 1744 y 1810 hablan de una mayoria masculina, algo que no seria anormal en una población que recibe una inmigración de hombres adultos. En todo caso, la mayoria femenina en el censo de 1778 pareceria sospechosa, siendo probable que los censistas hayan contado menos hombres de los que habia y a un menor flujo de inmigración en los años que precedieron al censo.

La inmigración tambien afecto las caracteristicas raciales de la población urbana. Si bien la ciudad atrajo a los inmigrantes blancos durante todo el periodo, el porcentaje de negros aumento mas rapidamente.

El numero de indios y mestizos nunca fue grande en la ciudad, si bien entre 1744 y 1778 este grupo alcanzo a cuadruplicarse, mientras que en lo que ha quedado del censo de 1810 el numero de indios y mestizos es demasiado bajo.

En este periodo de 66 años la población negra y mulata aumento mucho mas rapidamente que la población blanca, multiplicandose por cinco. Gran parte de este incremento se debe al fuerte aumento del comercio de esclavos. Si bien la mayoria de los esclavos se revendian al Alto Peru y a otras areas del interior, un numero suficiente de ellos quedo en Buenos Aires, aumentando asi la población esclava mas fuertemente que toda la población afro-argentina. El incremento de la población esclava es una medida de la mayor riqueza de la ciudad y de su gran vitalidad economica.

Si bien la población blanca de la ciudad crecio en numeros absolutos, no se mantuvo a la par con la población negra. No obstante, la población blanca mas que duplico su numero entre los años 1744 y 1810. Si bien resulta evidente que la inmigración desde España, desde otros paises europeos y desde el interior del pais contribuyeron al crecimiento de la población blanca de la ciudad, los tres censos estudiados no permiten una medicion precisa de la población inmigrante. Sin embargo, es posible esbozar un esquema demografico de la comunidad inmigrante a partir de estos censos y de otros datos pertinentes.

Durante la primera parte del siglo XVII, mientras los contactos comerciales de la ciudad con el resto del imperio español fueron tenues, un gran numero de brasileños y portugueses llegaron a Buenos Aires y comenzaron a dominar el comercio del contrabando y de las artesanias. Hacia mediados del siglo, la ciudad se integro mas firmemente al imperio, tanto comercial como políticamente, y los españoles reemplazaron al grupo luso-brasileño, constituyendose como el sector mas importante de inmigrantes masculinos.

Los inmigrantes de España y de otras naciones europeas tendian a agruparse en el centro mas densamente poblado de la ciudad y se encuentran en numeros desproporcionados en ocupaciones comerciales, artesanales y profesionales. Por otro lado, los inmigrantes de otras areas del imperio español eran en su mayoria obreros no calificados que vivian en la periferia menos prospera de la ciudad.

El ingreso de inmigrantes durante la ultima parte del periodo colonial tuvo un impacto importante sobre los sectores medios y alto de la jerarquia ocupacional de la ciudad. Como los migrantes tendieron a dominar las ocupaciones urbanas mas prestigiosas y mejor remuneradas, su visibilidad en el censo era mayor que en la población real. Es bien sabido que los inmigrantes de Europa, principalmente los españoles, controlaron la burocracia de la ciudad y del Virreinato, la Iglesia y las profesiones liberales de Buenos Aires, pero nuestro estudio de los censos revela que estos recien llegados tambien dominaron el comercio y las artesanias.

Los inmigrantes tambien se hallan en proporciones mayores entre la elite de la clase comercial porteña, es decir la de los comerciantes mayoristas. En el periodo 1776-1810, solo 19 de una muestra de 140 comerciantes mayoristas residentes en Buenos Aires habian nacido en America y, de ellos, tres habian venido del interior. Tambien entre los comerciantes de barrios mas modestos, los pulperos de origen europeo se encontraban en mucho mayor cantidad.

A partir del estudio del crecimiento de la población y de la inmigración, se puede arribar a dos conclusiones generales. Primero: como ya se ha señalado en diversos estudios sobre las ciudades americanas del siglo XIX, Buenos Aires no tenia una población estable y permanente durante la ultima epoca del periodo colonial. La población urbana se hallaba en cambio permanente como respuesta a las fluctuaciones de inmigraciones y emigraciones. Dado que el tiempo transcurrido entre los censos es tan grande, es imposible medir este movimiento con exactitud, pero la velocidad del cambio de población tiene que haber sido muy importante. Conviene recordar que la escritura incorrecta de los nombres, la escasa supervisión de los censistas y otras fallas en el material consultado justifican una parte de los casos que faltan. Pese a todo, se puede rescatar la impresión de una gran movilidad demografica.

En segundo lugar, creemos que el flujo de inmigrantes tuvo un impacto negativo sobre las oportunidades ocupacionales y la movilidad social potencial de la población porteña. Las pautas observadas eran que los hombres que emigraban desde Europa y desde el interior desplazaban a los varones nativos en los niveles superior y medio de la jerarquia ocupacional o bien limitaban las oportunidades de progreso de los porteños en las ocupaciones burocraticas, comerciales y artesanales. Al mismo tiempo, la creciente población esclava competia cada vez mas con la población nativa libre por los trabajos no calificados o semicalificados. En consecuencia, pareceria que un gran numero de la población libre nativa se vio forzada a emigrar de la ciudad y buscar mejores oportunidades en el interior o en otras colonias españolas.

CAMBIOS EN LA FORMA DE LA CIUDAD: El aumento del numero de residentes produjo cambios en la densidad de la población y en la extensión fisica de la ciudad. Desde 1744 hasta 1810 hubo un crecimiento lento pero constante de las zonas mas densamente pobladas, a medida que arcos concentricos cada vez mas amplios se alejaban de la plaza central. El incremento de la población llevo con el tiempo a la creación de nuevas parroquias que se situaron en las margenes de los arcos y en tres plazas secundarias que proporcionaban servicios comerciales cerca de las nuevas lineas de población. Las nuevas parroquias se alejaron de los estrechos confines de la ciudad. En 1769, la unica parroquia que constituia a Buenos Aires se habia convertido en seis.

Tanto la ubicación de las parroquias como de las plazas refleja una tendencia de la ciudad a crecer mas rapidamente hacia el sur que hacia el norte. Este desplazamiento al sur se debe parcialmente al curso que lleva la cuenca del rio Matanza-Riachuelo. A cinco km al sur de la plaza central de la ciudad se encuentran dos barrios: Barracas al Norte y Barracas al Sur, enfrentados sobre el punto en que el Camino del Sur cruza el Riachuelo. Durante el siglo XVIII estos dos barrios sirvieron como puntos de conexión para el desembarco de bienes que venian del sur e iban al puerto de La Ensenada. La atracción que ejercio este eje tan transitado sobre la población se refleja en el diseño espacial de la ciudad.

La población no se distribuyo de una manera uniforme en toda la ciudad. En 1744, la densidad de población mayor se encuentra en las zonas proximas a la plaza central. En general tambien se observa una tendencia de la población a concentrarse en las margenes orientales de la ciudad. La principal excepcion a esta regla la constituyen las areas contiguas al rio o los bajos de la barranca. Esta zona, al alcance de las inundaciones del Riachuelo, constiruia una localizacion poco atrayente y solo la habitaban, espaciadamente, algunos negros liberados.

En 1778, el area construida de la ciudad se extendia algo mas al norte, al oeste y al sur, pero la forma general de la distribución de la población se mantiene constante, el incremento de población tendio a producir mayores densidades en las manzanas ya habitadas. Esta forma de crecimiento coincide con el cambio de actividades, de rurales a urbanas, que se produjo durante todo el periodo y con el numero cada ves mayor de comerciantes y artesanos que se encuentran en la ciudad.

En 1810, el area de la ciudad continua expandiendose lentamente, pero lo mas importante es que la densidad por manzana ha aumentado en forma llamativa. En general, el patron de asentamiento de la ciudad sigue siendo el mismo. Las porciones mas densas de Buenos Aires siguen estando al este y al sur, si bien las areas al norte, cercanas a la plaza central, tambien exhiben densidades altas. En general, las areas mas pobladas de la ciudad conformaban un triangulo equilatero cuya base seguia la seccion oriental de la ciudad y cuyo apice se encontraba a seis manzanas al oeste de la plaza principal.

Todos los censos describen una amplia gama de ocupaciones para la ciudad. Los sectores comerciales y artesanales de la población aumentan constantemente en todo el periodo considerado. Los sectores profesionales, incluyendo a los clerigos, oficiales del ejercito y concriptos, abogados y funcionarios del gobierno, tambien mantienen aproximadamente su mismo peso. A medida que la ciudad se va urbanizando, aquellos sectores de la población que se ocupaban de tareas rurales tienden a disminuir, probablemente engrosando las filas de trabajadores no cualificados.

DISTRIBUCION EN BASE A GRUPOS OCUPACIONALES: En 1744 ya esta bien definida la distribución espacial de estos grupos ocupacionales, distribución que se mantendra durante todo el periodo colonial. La elite de la ciudad, es decir los abogados, comerciantes, ediles municipales, funcionarios del gobierno, etc., se encuentran en el triangulo central mas densamente poblado, ya que aquí se encuentra el núcleo administrativo y comercial de la ciudad. La presencia misma de esta elite en el centro confiere a esta area su gran densidad residencial, ya que las familias de la elite tendian a tener casas mas grandes que las de cualquier otro grupo social.

Otros grupos ocupacionales tambien adoptaron distribuciones residenciales definidas. Los artesanos calificados constituyeron el grupo geográficamente mas disperso porque, si bien se concentraron mucho en zonas cercanas al limite de la ciudad (zonas menos lujosas y de menor precio), tambien vivieron en casas alquiladas dentro del triangulo central. Ciertas zonas de la ciudad eran casi sinonimos de ciertas ocupaciones. Por ejemplo, los sacadores de reses se encontraban exclusivamente en los distritos del sur. La parte norte de la ciudad presentaba muchas flias donde el padre se dedicaba a la producción agrícola local, el transporte o la faena de animales. En los distritos del norte tambien se encuentran los conscriptos y a los oficiales de menor rango. El hecho de vivir en los suburbios de la ciudad permitia a mucha de esta gente tener acceso a la tierra, que ellos mismos cultivaban.

La distribución racial tambien varia dentro de la ciudad, encontrandose mayor numero de esclavos negros y mulatos en el centro. Los negros liberados tendian a agruparse en los suburbios, es decir en los barrios mas pobres de la ciudad. Los pocos indios se distribuian entre las zonas centrales (donde se los empleaba como sirvientes en las casas de los ricos) y los suburbios donde a veces poseian modestos ranchitos.

La variedad de viviendas tambien tiende a seguir la misma dicotomía entre el triangulo central y los barrios mas alejados de la ciudad. Hasta cinco o seis cuadras desde la plaza principal, las casas, exceptuando aquellas que se encontraban en el bajo del rio, estaban hechas de adobe y ladrillo. Sobre las margenes del rio y en las areas suburbanas aparecia un tipo de construccion mas pobre: casitas con techo de paja. Tambien se encuentran ranchos y ranchitos a medida que uno se va alejando del centro de la ciudad.

LA ARQUITECTURA: Las casas del centro de la ciudad, grandes y mejor construidas, a menudo incluian uno o mas departamentos junto a la vivienda principal. Para un comerciante prospero que vivia en el centro de la ciudad era costumbre alquilar una serie de dependencias a un artesano con su familia, mientras que los cuartos de la esquina podian ser destinados a un comerciante minorista. Un edificio de este tipo pertenecia a don Alonso de Arce, comerciante local que vivia con su esposa, un hijo y una hija, a tres cuadras de la plaza central. Arce poseia tres esclavos y una esclava, mujer de uno de los esclavos. Los esclavos debian compartir sus habitaciones con una sirvienta mulata liberada, su marido, la hija de ambos, ademas de otra mulata liberada, su marido e hija. La casa de Arce incluia cuatro departamentos, alquilados a un organista de Chuquisaca, Alto Peru, dos comerciantes españoles que compartian su cuarto con cuatro esclavos, un pardo liberado con su mujer y su hijo y un peluquero frances que vivia con una joven sirvienta negra. De un modo muy concreto, los edificios del centro de la ciudad representaban un microcosmos de su vida social y economica ya que alojaban bajo un mismo techo a las familias del sector comercial, burcocratico y artesanal.

Tanto los hombres como las mujeres poseian casas de las cuales alquilaban algunos departamentos, pero este ingreso suplementario era mas importante para las mujeres, en especial viudas. Algunas de las viudas mas prominentes de la sociedad porteña dependian de estos cuartos y esquinas, asi como de los sueldos que traian los esclavos cuando trabajaban como jornaleros, para mantenerse a si mismas y a sus familias.

En las afueras de la ciudad las casas subdividibles eran poco frecuentes, siendo la regla viviendas unifamiliares. Este tipo de viviendas y alquileres señala la importancia que tenian los bienes inmobiliarios como forma preferida de inversion local. Algunas propiedades, en especial aquellas que podian subdividirse, pertenecian a la Iglesia.

Ademas de las diferencias ocupacionales y de vivienda, la estructura de un hogar variaba de acuerdo con su localizacion dentro de la ciudad. Tambien aquí la distribución que se encuentra en la ciudad en 1744 se mantiene a lo largo de todo el periodo colonial. En el centro de la ciudad el grupo familiar tiende a ser mayor, esto se debe al gran numero de hijos y parientes, sirvientes y esclavos, agregados (dependientes de la familia) y dependientes (empleados, asistentes) que poseia una flia de la elite. En general estas casas se ajustan al tipo de flia “patriarcal” afin a America Latina.

En areas perifericas las casas eran mas pequeñas y su estructura menos variada. Entre los artesanos calificados, pulperos y tenderos de la ciudad predominaba la flia biologica o nuclear, que no incluian mas que uno o dos parientes. Si bien algunos artesanos calificados compartian sus vidas con los aprendices.

Mas lejos del centro de la ciudad, en areas pobladas por un sector de clase mas baja, constituido por un segmento marginal de la sociedad porteña, aparecen otras variantes de la estructura familiar, incluyendo una gran proporcion de gente que no tenia aparentemente ningun lazo de familia: grupos compuestos por individuos que vivian juntos por necesidad economica o familias no emparentadas en las mismas habitaciones.

El siglo XVIII marca un periodo de gran crecimiento para la ciudad de Buenos Aires. En cuanto a numero de habitantes, densidad y, en menor medida, extensión espacial, la ciudad se expandio durante los ultimos años del periodo colonial. El tipo de crecimiento nos ayuda a entender la dinamica de la sociedad colonial y los factores sociales y economicos que desembocaron en la independencia.

La inmigración de artesanos, comerciantes y funcionarios de gobierno de origen europeo produjo una importante reestructuracion de la sociedad local. Los europeos llegaron a dominar sectores cruciales de la vida socioeconomica de la ciudad, al mismo tiempo que la gran importación de esclavos introdujo una mayor cantidad de mano de obra.

La arquitectura y la composición del grupo familiar vario de un barrio al otro. Tanto las edificaciones como la gente que en ellas vivia, eran mas complejas en el centro de la ciudad, reflejando la dependencia fisica de las clases bajas de las mas altas. La densidad, distribución ocupacional y distribución racial tambien vario de un sector a otro de la ciudad. Las areas centrales presentan mayor heterogeneidad racial y ocupacional. En contraste, la periferia de la ciudad muestra mayor homogeneidad ocupacional y racial y un nivel mas uniforme de cultura material.




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Enviado por:Bárbara
Idioma: castellano
País: Argentina

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