Sociología y Trabajo Social


Cultura, civilización y sociedad


INDICE

INTRODUCCION

CULTURA

FACTORES CONSTITUYENTES DE LA CULTURA

Naturaleza simbólica

La segunda etapa

La segunda etapa

La tercera etapa

La cuarta etapa

Aspectos estructurales.

INSTINTOS DE APRENDIZAJE Y CULTURA

TIPOLOGIAS DE LAS CULTURA S

Rasgos caracterizadores

Procesos evolutivos.

Culturas nómadas y sedentarias.

La sociedad industrializada.

RAZA, CLIMA ,GEOGRAFIA Y CULTURA

ACULTURACIÓN

Definición

Formas y etapas de aculturación

La aceptación,

La adaptación

Oposición

La huida,

Destrucción,

CARACTERISTICAS ANTROPOLOGICAS DE LA CULTURA

CAMPO Y OBJETOS DEL ESTUDIO ANTROPOLOGICO

El hombre

La organización social

La actividad e instituciones culturales

La actividad e instituciones sociales

La organización económica

La organización económica

Los procesos de transformación social

Las creencias e ideologías

CULTURA Y CIVILIZACION

Cultura

Civilización

INSTITUCIONES ,USOS,IDEAS Y COSTUMBRES

Las instituciones

Los folkways

Los mores

Las modas

RELATIVISMO CULTURAL Y ETNOCENTRISMO

Relativismo

Etnocentrismo.

CONTRACULTURA

CULTURA Y SUBCULTURA

LA CULTURA CHINA

Pensamiento.

Arte

Pintura.

Arquitectura.

CULTURA GRIEGA

CULTURA ESPAÑOLA

RESUMEN

BIBLIOGRAFIA

INTRODUCCION

Cultura,Civilización,Sociedad para el lego es casi lo mismo es de su uso habitual como conceptos Además esta inmerso en una cultura civilizada y forma parte de una sociedad

A lo mejor para un viajero que ha visitados distintos lugares del mundo pudiera darse cuenta de las diferencias de estos conceptos. Sin embargo desde el punto de vista de la Sociología estos conceptos son muy distintos uno de otros

En este trabajo de investigación nos pudimos dar cuenta que son fenómenos muy distinto creados por el hombre y propios del hombre y que tienen un orden, uno nace de otro de forma secuencial por lo cual no son conmutativos. Por lo tanto sin estos elementos el hombre no podría desarrollarse y vivir como hombre, tendría que ser superior o inferior al hombre. Cultura y Sociedad son las dos caras de una misma moneda y la civilización es el resultado de estas dos

CULTURA

La Sociología comienza con dos hechos básicos: la conducta de los seres humanos muestra pautas regulares y recurrentes los seres humanos son animales sociables y no criaturas aisladas

Cuando se observan de cerca los miles de variantes de los seres humanos, no sorprenden tanto las diferencias entre sus rasgos físicos como la infinita diversidad de sus modos de vivir y de sus costumbres.

En todos los grupos humanos existen las mismas conductas pueden variar los motivos que los impulsan a desarrollar esas conductas

Si se examinan esas diferencias más atentamente, pronto se advierte que se trata de evidentemente la base de cualquier ciencia social sin pauta no podría haber ciencias .

Todos esos elementos propios del mundo humano conforman la cultura, que es, por tanto, característica del hombre. Los animales pueden crear sociedades disciplinadas y orgánicas, pero nunca producen ese objeto único que es la cultura. Ésta debe también diferenciarse del concepto de civilización; la cultura está presente en todo grupo humano, mientras que el término civilización designa lo que acontece en la historia de las sociedades humanas cuando éstas alcanzan un estado urbano, un código de escritura y un determinado desarrollo técnico e intelectual.de este segundo dato fundamental la Sociología centra su estudio, el carácter social de la vida humana.

La cultura, la sociedad y el hombre como hombre no pueden existir si no existen la interrelacion con otros hombres

FACTORES CONSTITUYENTES DE LA CULTURA

Naturaleza simbólica. Los elementos mencionados que conforman la cultura poseen algo en común: son todos de naturaleza simbólica. Las palabras, los tabúes, las ceremonias, la decoración de vestidos y vajillas, las ceremonias religiosas, dependen de la capacidad humana de crear símbolos. Ahora bien, esta capacidad, aunque específica del hombre, hunde sus raíces en la evolución de los seres vivos; todos ellos poseen reflejos innatos que los apartan de los peligros y los acercan a los estímulos favorables para su supervivencia.

La segunda etapa , los reflejos pueden moldearse: el perro acostumbrado a ver una luz roja antes de comer segrega saliva ya no sólo ante la comida, sino ante la aparición de la luz.

La tercera etapa es instrumental: ante un fruto que cuelga de un árbol, un mono es capaz de tomar un palo para derribar el fruto. Es ésta una instrumentalización primitiva, pero lógica y eficaz, de los objetos. Si las etapas primera y segunda garantizan al organismo evitar las cosas dañinas, el logro de la tercera, la aparición del útil, le permite cierto grado de control sobre el medio en que se halla.

La cuarta etapa es la del símbolo, esto es, básicamente, la del lenguaje. Las palabras duplican las cosas y los acontecimientos del mundo, que pueden así anticiparse para mejor transformar aquél. También hacen posible moldear la conducta según patrones comunicables y transmisibles, y realizar operaciones mentales sin sustrato material. El lenguaje permite a los seres humanos, y sólo a ellos, construir ese sistema de símbolos comunes que es la cultura, que se convierte en el ambiente característico del hombre, un medio, además, del que el propio hombre es autor.

Aspectos estructurales. Los sistemas de símbolos que constituyen la cultura no son uniformes, como ya se ha dicho; cada sociedad crea los suyos particulares. Tales sistemas particulares de símbolos se denominan socioculturales.

Todo ser humano, para llegar a serlo realmente, ha de desarrollarse en un sistema sociocultural determinado, y cada uno de éstos, una vez establecido, adquiere una vida propia, más poderosa que la de los individuos que son sus portadores. La cultura modela a los individuos según sus propios designios; los miedos, las esperanzas, las repugnancias y los placeres que cada ser humano es capaz de experimentar dependen del molde cultural que haya configurado su personalidad. Esa influencia es tan poderosa que puede incluso llegar a suprimir la vida del individuo. La pérdida de un valor cultural como el honor empuja en ocasiones al suicidio; La adquisición de otro, por ejemplo, un estado religioso, puede llevar a la renuncia a satisfacer el poderoso instinto sexual.

Los sistemas socioculturales sólo son susceptibles de analizarse en función de su totalidad y considerados como un conjunto unitario. Cada uno de sus rasgos -sus ideales estéticos, sus códigos de conducta, sus productos tecnológicos y sus jerarquías sociales- no pueden ser objeto de una comparación transcultural, si lo que se pretende es entender su naturaleza. Aunque en el siglo XIX algunos etnólogos cayeron en ese error, pronto se advirtió que los elementos de cada sistema sociocultural guardan una profunda coherencia con el ámbito general de la cultura a que se adscriben. En otros términos, las necesidades universales del ser humano pueden ser satisfechas de modos infinitamente diversos, y ello hace inviable la clasificación de las culturas en superiores o inferiores desde un punto de vista rigurosamente científico, ya que tales juicios son siempre subjetivos, es decir, quien los emite tiende a concebir su propia cultura como modelo ideal.

Las culturas suelen mostrar una clara relación con su entorno natural, que suele influir poderosamente en ellas. El entorno, sin embargo, no basta por sí mismo para explicar ninguna cultura. No hay, por ejemplo, mitologías típicas de los montañeses de todo el globo, si bien es evidente que ciertos medios geográficos o climáticos alientan o evitan el desarrollo de algunas técnicas o costumbres.

Todas las culturas tienen, por otra parte, elementos comunes. En primer lugar se encuentra su capacidad de difusión. Se ha dicho que "la cultura es contagiosa": los grupos humanos tienden a intercambiar sus útiles, mitos, técnicas y ornamentos por simple contacto, al menos allí donde la geografía lo permite. Cuando una cultura impone su dominio sobre otra, pronto aparece un fenómeno de aculturación, consistente en el intercambio de rasgos culturales entre conquistadores y conquistados, que puede dar origen a una tercera cultura diferente a su vez de las anteriores.

Caracteriza también a la cultura el hecho de que en su seno se dan procesos de evolución, bien por los citados fenómenos de difusión y ocultación o por propio impulso. Ello se aprecia con nitidez en productos específicos de las culturas, como los mitos, los sistemas de notación y escritura o las técnicas de utilización de los metales. Así, todas las formas de escritura tuvieron su origen en las pinturas de figuras, que primero se convirtieron en jeroglíficos, para dar paso luego a los símbolos, ya sean silábicos o fonéticos. Un proceso uniforme reflejó también la historia de la utilización de los metales, que partió del uso de la piedra para acceder luego a una era en que aquélla fue reemplazada por el cobre y el bronce, evolución que culminó con la aparición del hierro. A este respecto, cabe hacer notar que los contactos interculturales pueden, por ejemplo, permitir que ciertas sociedades pasen directamente del uso de la piedra al manejo del hierro, saltándose la edad del bronce.

INSTINTOS DE APRENDIZAJE Y CULTURA

Es imposible explicar las pautas del comportamiento humano en términos de instintos o tendencias naturales heredadas El ser humano parece poseer poca o ninguna destreza y ningún conocimiento instintivo para sobrevir por si solo o e n grupo; el regreso del salmón a su lugar de origen para desovar y morir la construcción de la colmena por la abeja etc.todos estos instintos; conductas y aprendizaje heredadas que aparecen automáticamente en su momento apropiado:Su aprendizaje no es transmitido por los padres a otros miembros de su especie El comportamiento del hombre,por lo contrario es muy en gran medida el resultado del aprendizaje y la experiencia .

En razón de su mayor capacidad cerebral y de la posesión del lenguaje,él hombree posee mayor flexibilidad de acción que ,otros animales ; puede controlar mas el mundo que lo rodea ,adquirir una variedad de conocimiento mucho mayor y transmitir en forma más efectiva lo que ha aprendido .El hombre es le único animal que posee cultura .

El hombre atravez de la historia a tenido muy poca conciencia de la cultura la capacidad para ver su la cultura de la propia sociedad en general para valorar sus patrones y apreciar cuantos estos comprenden exige cierto grado de objetividad que rara vez se logra .Los antropólogos informan a menudo que cuando preguntan a los miembros de las tribus primitivas por que actúan de una forma determinada reciben una respuesta ¡Es así como se hace ¡o “es lo habitual “. Acostumbrado a su propio modo de vida les es imposible concebir otro esta explicación se da a pesar de la evidencia de que los que poseen diferentes patrones culturales se comportan de forma muy distintas

La cultura es aprendida y compartida; los hábitos adquiridos por los niños siguen las pautas de los padres y demás responsables de la educación y preparación de los nuevos miembros de la sociedad les inculcan sus propias pautas de conductas, transmitiendo a cada nueva generación los conocimientos, habilidades, valores, creencias y actitudes de la vieja cultura

TIPOLOGIAS DE LAS CULTURA S

Rasgos caracterizadores. Aunque no es acertado clasificar las culturas según criterios valorativos, sí es posible hacerlo en función de sus rasgos particulares, sus áreas de asentamiento o sus actividades básicas. Los rasgos culturales pueden consistir en el uso de algún objeto típico, como el cuchillo o el telar. Las áreas de asentamiento permiten una clasificación histórico-geográfica, y el tipo de actividades distinciones basadas en las ocupaciones pastoriles, agrícolas, etc.(Desde cierto punto de vista o para ser más preciso en un nivel elevado de abstracción, hay similitudes sustanciales en pautas culturales que se encuentran en diferentes grupos de hombres En un nivel mucho más inferior de abstracción, sin embargo, nos asombra la casi infinita diversidad de pautas culturas todas las culturas tienen necesidades de acuerdo su entorno pero cambian las formas de solucionar esas necesidades La invariable recurrencia de ciertos tipos de pautas culturales sugiere la probabilidad de una estrecha relación entre la cultura y la naturaleza biológica del hombre, los impulsos orgánicos del hombre como la sed el sexo los proceso de maduración el envejecimiento la muerte etc.

La biología humana pone limites sunistra potencialidades e impulsos.y porveede orientacion que las culturas elaboran o descuidan todos estos elementos de analizis

Son dignos de considerar para entender la diversidad culturales)

Cada uno de estos tipos de cultura muestra fuertes analogías a través del tiempo y del espacio, y por ello resulta legítimo abstraer sus principales componentes y hablar de un tipo básico y universal de cultura humana, que engloba siempre, aun dentro de las diferencias, un lenguaje, un arte, una organización social, un sistema religioso y de creencias y una tecnología.

Procesos evolutivos. Cuando se dice que las culturas evolucionan, ello significa que las estructuras y funciones que abarcan se tornan cada vez más complejas y populosas. Se comprueba que existen culturas completas, que encierran todos los elementos mencionados, y que, no obstante giran alrededor de tan solo dos elementos: un territorio y una organización familiar. Las funciones que cumplen sus integrantes están diferenciadas según sean éstos niños o adultos, hombres o mujeres, y en virtud de algunas ocupaciones

Básicas. Se trata de sociedades "primitivas", en las que, pese a ello, casi siempre es posible hallar ya una función delimitada: la del hechicero o chaman, jefe religioso y médico tribal, con funciones también seculares. Posiblemente se trate del primer especialista de la historia humana.

La estructura cultural, al evolucionar, diferencia a sus miembros componentes en clases y segmentos. genéricamente se denomina clases a grupos que se diferencian de los demás en el sentido de que existe una línea divisoria que diferencia a hombres de mujeres, a casados de solteros. Los segmentos son grupos que poseen una estructura y función iguales: familias, clanes y parentelas. Los progresivos niveles de evolución económica inauguran clases nuevas -agricultores, artesanos, metalúrgicos, intelectuales-, al igual que segmentos municipales, territoriales y nacionales.

Otro paso evolutivo de las culturas es la creación de su propio sistema de intercambio económico y de división del trabajo. Ambas estructuras se encuentran íntimamente relacionadas. En las culturas que no han desarrollado la escritura no existen por lo general ni un concepto de propiedad e intercambio ni una división clara del trabajo. En una cultura fluvial, todos los individuos colaboran en la construcción de barcas o en la confección de refugios y de telas, que luego no pertenecen específicamente a nadie: cualquiera puede servirse de las canoas de la tribu, y los útiles son aprovechados en común. Sin embargo, es usual que los bienes producidos sean inmediatamente distribuidos entre los integrantes del grupo, se regalen a amigos, parientes o aliados, o constituyan un objeto de intercambios mercantiles. Sólo la diferenciación de las funciones sociales y la aparición de los códigos de notación hacen surgir las nociones de clase y de propiedad.

Si el hombre nace, a diferencia de otros animales, desprovisto de garras y pelambre, también está sumergido en un medio que no es el de la naturaleza, sino el de la cultura. Aunque posee menor cantidad de reflejos e instintos que los animales, se halla dotado de una superior capacidad de aprender. El proceso por medio del cual los humanos se adaptan a su cultura se denomina socialización.

La mayoría de las culturas dividen la vida de los individuos en etapas de socialización. La infancia suele terminar con el destete, para dar paso al período de la niñez, que separa los géneros: los niños aprenden que son hembras o varones y que les corresponden vidas distintas. La pubertad suele ir marcada en las culturas poco evolucionadas por rituales, con frecuencia crueles, de iniciación, que transforman al muchacho o muchacha en hombre o mujer. La última ceremonia educativa es por lo general el matrimonio.

Uno de los elementos presentes siempre, de un modo u otro, en todas las culturas, es la religión. Sé encuentra muy extendida la opinión de que la etapa más arcaica del fenómeno religioso es el animismo o convicción de que todos los objetos y criaturas del mundo están dotados de espíritus o almas. El animismo es una proyección de la mente humana en el mundo externo a ella. Sin embargo, quizá incluso anterior a la religión animista es la creencia en el "mana", una fuerza superior e impersonal de la que ha surgido el mundo y que gobierna todo lo que sucede en él. Tanto la vertiente religiosa animista como la religión del "mana" implican ceremonias, rituales y maniobras que no ofrecen una clara separación de lo estrictamente mágico.

También son comunes a las culturas los códigos de costumbres y las leyes. Son éstos sistemas de regulación del orden social que gobiernan las relaciones entre los individuos, las familias y los clanes, que imponen los valores y deberes éticos, y que establecen las normas de conducta e interrelación entre las clases y los segmentos culturales. Para distinguir las costumbres de las leyes, suele afirmarse que la violación de las primeras acarrea el ridículo, la desaprobación o el rechazo, en tanto que la no-observancia de las leyes suele ser castigada por alguna institución de vigilancia específica.

Culturas nómadas y sedentarias. Posiblemente, el parámetro más relevante según el cual resulta posible clasificar a las culturas es la distinción entre las urbanas y las no urbanas, o, desde una perspectiva más estricta, las nómadas y las sedentarias. El asentamiento de los grupos humanos en ciudades produce fenómenos culturales desconocidos antes, y, según se ha apuntado, se halla íntimamente relacionado con el surgimiento de lo que se ha venido a denominar civilización. Existen varios tipos de culturas no urbanas, esencialmente las de cazadores y recolectores, las de pastores y guerreros y las de agricultores.

Hasta la revolución neolítica, que en el cercano oriente puede fecharse en torno al octavo milenio antes de la era cristiana, las tribus se dedicaban exclusivamente a la búsqueda de hierbas, frutos y raíces comestibles; algunos miembros del clan o familia se especializaban en cazar animales. Sin domicilio fijo, estos grupos viajaban de manera permanente en busca de alimentos; llevaban consigo un mínimo de bagajes y poseían apenas arcos, flechas, quizá jabalinas y ciertamente mazas y piedras arrojadizas. Todo su orden social se basaba en la familia, cuya estructura era patrilineal, y se consideraban con derecho exclusivo sobre cierto territorio. En estas culturas apareció la primera división del trabajo: las mujeres recogían los alimentos y los hombres practicaban la caza.

Cuando las condiciones naturales lo permitían, los recolectores podían tornarse sedentarios. Fundaban entonces aldeas estables, construían mejores alojamientos, constituían una jerarquía social más rígida y complicada y esbozaban el liderazgo del jefe o el cacique. Al mismo tiempo, conseguían aumentar el número de sus integrantes.

También sedentarias eran las sociedades hortícolas, dedicadas a una agricultura primitiva que cambiaba sus tierras de cultivo cada dos años aproximadamente. Así, estas culturas enfrentaban el perpetuo problema de reemplazar sus tierras, y su expansionismo las obligaba a un permanente estado de guerra con otros grupos. Las culturas hortícolas llegaron a altos niveles de civilización, como en el caso de los mayas mesoamericanos. En lo político esbozaban la institución de los capitanes, y en lo religioso practicaban el chamanismo con ceremonias totémicas.

En completa oposición a las culturas hortícolas se hallan las de pastores, que persistieron con sus rebaños por las estepas herbosas o semidesérticas de África y Asia. Parecen haberse originado en el segundo milenio antes de la era cristiana, y podría tratarse de antiguos grupos de horticultores expulsados de sus tierras y convertidos a la cría de animales y al nomadismo. Aunque desprovistos casi de útiles, los pastores suelen desarrollar una rígida estructura social patrilineal de jefes de clan, que son al mismo tiempo capitanes de milicias, pues las culturas de pastores desarrollan hábitos marcadamente guerreros. Su militarismo las lleva con frecuencia a invadir sociedades agrícolas, y han desempeñado un destacado papel en la historia;

el fenómeno urbano surgió, entre otras razones, como defensa de los agricultores contra los pastores nómadas. Tampoco era raro que éstos vivieran en una verdadera simbiosis con alguna cultura hortícola que los proveía de alimentos y útiles.Por último, es necesario incluir entre las culturas no urbanas la enorme cantidad de sociedades campesinas a lo largo y a lo ancho del mundo, desde Mesopotamia a Mesoamérica. Esos agricultores sedentarios, que gracias a sus técnicas de fertilización pueden producir frutos y cereales todos los años, han sido históricamente apéndices de culturas urbanas vecinas y su dependencia de éstas con frecuencia ha reducido al vastísimo campesinado a la condición servil. Los campesinos de todo el mundo y de todas las épocas han creado por lo general sociedades conservadoras y poco evolutivas, asentadas en pequeñas aldeas aisladas e incapaces de elaborar perfiles propios. Sin embargo, su papel político en estadios ulteriores del desarrollo de la civilización ha sido de enorme importancia.

La sociedad industrializada. Con la aparición de la máquina y su aplicación a la producción en los siglos XVIII y XIX, lo que constituye un fenómeno típicamente urbano, surgió el último y paradójico tipo de cultura sedentaria: la industrial o de masas. El aumento de la población, su hacinamiento en las ciudades y la complejidad creciente de la división del trabajo y de la estructura social son factores que han tendido a crear una cultura constantemente cambiante, la cual, si bien ofrece a los individuos oportunidades de progreso material, político y espiritual desconocidas con anterioridad, también puede provocar en ellos graves sentimientos colectivos de confusión aislamiento y desarraigo.

RAZA, CLIMA ,GEOGRAFIA Y CULTURA

La explicación de la diversidad de las pautas culturales también debe buscarse también en la historia de la VIDA SOCIAL

Las teorías biológicas de las diferencias culturales descansan el concepto de raza científicamente definido como grupo de gente que poseen una misma herencia biológica sobre la base de características externas cono forma de ala cabeza color de ojos pelo piel contorno de la nariz forma del cuerpo, tiene una relación definida con la clase de comportamiento ese pueblo pero esto últimos casi no tiene valides ante los últimos descubrimientos en el genoma humano como así ante las personas de distinta razas nacidas en cultura distintas esta toman en su forma de ser y actuar los patrones de la cultura que los forma. La raza puede ser tomada como un elemento científico mas

El clima y la geografía no devén ser visto como determinante sino como condiciones que pueden ser tomado en cuenta como problema a afrontar tal como la vida en condiciones extremas DE CALOR O FRIO.Es tambien importante advertir que no necesariamente hay uniformidad de enfrentar estos problemas

ACULTURACIÓN

El más brutal choque de culturas del que se tiene noticia se produjo en América a raíz de su descubrimiento y rápida conquista por españoles y portugueses. Civilizaciones en todo su esplendor, como la incaica o la azteca, que podían haberse mantenido autónomamente durante muchos siglos, sucumbieron en muy pocos años al arrollador ímpetu de la cultura europea, incapaces tanto de adaptarse a ella como de oponerle una resistencia eficaz. Por el contrario, ante el brusco encuentro de culturas ocurrido en el siglo XIX en Japón, país que había permanecido aislado durante siglos del resto del mundo, el pueblo japonés, que sufrió en pocos años una drástica occidentalización, supo mantener vivos los elementos más profundos de su cultura.

Definición

Los fenómenos que desata el contacto entre culturas diferentes constituyen una de las materias de estudio más apasionantes de la moderna antropología. El término "aculturación" apareció ya en trabajos de antropólogos estadounidenses a finales del siglo XIX. Sin embargo, su actual significación no quedó fijada hasta 1936, año en el que fue utilizado en una memoria de Robert Redfield, Ralph Linton y Melville Jean Herskovits para designar el conjunto de fenómenos que se producen al entrar en contacto permanente grupos de individuos pertenecientes a diferentes culturas, lo que provoca transformaciones en las pautas culturales de algunos o de todos esos grupos.

Algunos antropólogos formados en la escuela británica, como el polaco Bronislaw Malinowski, se inclinaron, sin embargo, a estudiar el proceso de aculturación dentro del campo más amplio del cambio social.

Formas y etapas de aculturación

El proceso de aculturación puede ser espontáneo o planificado, del mismo modo que el contacto entre dos culturas adopta diversas formas: dominación, conquista, comercio y otras. Los cambios culturales resultantes pueden limitarse a aspectos externos de la cultura, como serían la adopción de nuevas técnicas o formas de vestir, o bien afectarla más profundamente, produciéndoles entonces cambios de mentalidad, creencias y valores.

Cuando dos sistemas culturales entran en contacto uno con otro, pueden producirse, como se ha ejemplificado más arriba, reacciones de tipo muy diverso, entre las que se incluyen las que siguen.

La aceptación, en la que se toman, sin resistencia, elementos de la cultura ajena, más o menos selectivamente. Piénsese, por ejemplo, en los cultivos americanos introducidos en Europa a raíz del descubrimiento del nuevo continente.

La adaptación, en la que la cultura considerada se modifica para poder dar cabida a integrar los elementos culturales ajenos tomados en préstamo. Tal es el caso de los llamados "cultos cargo" en los que, a través de un complejo proceso de asimilación de la cultura de los colonizadores occidentales, los indígenas de diversas islas del Pacífico han integrado en su sistema de creencias los aviones que los sobrevuelan; les

presentan ofrendas y preparan para ellos campos rituales de "aterrizaje".

El corte, en el que los individuos pertenecientes a la cultura considerada aceptan un bloque más o menos amplio de elementos culturales extraños, pero manteniéndolo en un plano distinto al de la cultura tradicional, de forma que resultan de ello dos patrones de comportamiento coexistentes. Se emplea uno u otro dependiendo de las diversas situaciones. El corte cultural es típico del Japón actual.

Oposición, en la que se producen movimientos que pueden abarcar desde el simple desprecio a las costumbres extrañas hasta un mesianismo opositor a lo nuevo, como el que se produjo en las guerras del nordeste de Brasil a finales del siglo XIX.

La huida, en la que la cultura considerada trata de ignorar la presencia de la cultura ajena, cerrándose en sí misma. La huida puede adoptar muchas formas, por ejemplo, el retorno a prácticas culturales anteriores, que ya estaban en desuso, por parte de la población cuya cultura se ve en peligro, o la migración física de un pueblo entero hacia tierras menos amenazadas. Se supone que en el origen de la "ciudad perdida" de Machu Picchu pudo hallarse el deseo de preservar en un lugar inaccesible la cultura incaica, amenazada por los conquistadores españoles.

Destrucción, en la que una de las culturas acaba por desaparecer, suplantada por la otra. Todas las culturas indígenas americanas fueron, por ejemplo, destruidas, total o parcialmente, tras su contacto con las europeas.

En los casos en que la cultura moderna europea, dominante, ha entrado en contacto con culturas locales menos desarrolladas, se ha producido una secuencia de fenómenos bien estudiada por los antropólogos. El francés Georges Balandier, por ejemplo, describió el proceso de aculturación que acompañó a la colonización europea en África. En un principio, la cultura nativa trataba de oponerse o ignorar a la cultura europea. Con el paso del tiempo, la cultura local incorporaba determinados rasgos culturales de la europea, pero seguía rechazando los demás. Finalmente se producía una acomodación.

El fenómeno de aculturación sigue generalmente la ley de gradiente de la difusión cultural: al entrar en contacto dos pueblos de diferente cultura se produce una transmisión de elementos culturales del uno hacia el otro. La cantidad de elementos que pasan de una a otra cultura está en proporción a la diferencia de desarrollo de las mismas, de forma que el pueblo más evolucionado transfiere mayor cantidad de elementos culturales al menos evolucionado. Por otra parte, los diversos elementos culturales no son difundidos de la misma manera. En general, es más fácil la transmisión de técnicas que de sistemas de creencias, ya que estas últimas hunden sus raíces en estratos mucho más profundos y complejos de la estructura psicológica de los individuos.

CARACTERISTICAS ANTROPOLOGICAS DE LA CULTURA

Podemos definir antropología como el estudio de los seres humanos desde una perspectiva biológica, social y humanística. La antropología se divide en dos grupos: la antropología física, que trata de la evolución biológica y la antropología cultural que se ocupa de las formas en que las personas viven en la sociedad, es decir, las formas de evolución de la misma. Esta última es en la que nos vamos a centrar.Antropología social y cultural

La cultura o civilización, en sentido antropológico es todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquier hábito o capacidad adquirida por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.

Otro concepto a tener en cuenta es como consideran a la persona los antropólogos, psicólogos y sociólogos puesto que debemos de saber que misión cumple en la sociedad cada hombre. La definición de persona es simplemente el rol o papel que cumple cada ser humano en la sociedad. Algunos autores diferencian los conceptos de persona y de individuo. La persona es una entidad social unida al proceso social de evolución, es decir “como proceso en si” mientras que definen al individuo como “entidad separada” pero que participa de la estructura social, es decir, un individuo es cada ser que compone junto a otros una sociedad. Hoy ser una persona implica también reconocer su “derecho a los derechos humanos”.

CAMPO Y OBJETOS DEL ESTUDIO ANTROPOLOGICO

El hombre

La morfología y biología humanas. La genética humana. El cuerpo. La edad. El género. El nombre. El nacimiento. La muerte. La sexualidad. La salud y la enfermedad. La terapéutica. La alimentación. El vestido. El adorno. Las marcas corporales. La habitación. La vivienda. El territorio.

La organización social

El matrimonio. La familia. El parentesco. El incesto. El grupo de descendencia. El grupo de residencia. El linaje. El clan. Las relaciones de madrinazgo. Las relaciones de padrinazgo. Las relaciones de compadrazgo. El patriarcado. El matriarcado. El grupo. La comunidad. La clase. La casta. La tribu. El pueblo. La población. La sociedad. El estado. La raza. La etnia. El monogenismo. El poligenismo. La cultura. La civilización.

La actividad e instituciones cultuales

La lengua. La escritura. La numeración. La educación. La cultura. La literatura. Las costumbres. El folclore. Las fiestas. Los ritos.

La actividad e instituciones sociales

La asociación. La alianza. El poder. La jefatura. La monarquía. La propiedad. El derecho. El deporte. El ocio. El turismo. Los espectáculos. Los museos.

La organización económica

El trabajo. La agricultura. La ganadería. La pesca.La domesticación de animales. La alfarería. La caza. El comercio. La artesanía. La metalurgia. La minería. Las manufacturas textiles. La arquitectura. Los obreros. Las profesiones. El nomadismo. El sedentarismo.

Las procesos de transformación social

Los procesos de colonización. Los procesos de aculturación, deculturación y transculturación. Las migraciones. La marginación. La esclavitud. Las guerras.Las creencias e ideologías Los ritos. Los ritos de iniciación. Los ritos de tránsito. Los ritos de sacrificio. Los cultos. Las fiestas. Los mitos. Las religiones. Lo sagrado y lo profano. El animismo. El totemismo. El monoteísmo. El politeísmo. El mesianismo. El profetismo. El antropomorfismo. El zoomorfismo. El monoteísmo. El politeísmo. Los santos. Los tabúes. Las prohibiciones. El honor. La venganza. La magia. La superstición. El chamanismo. La adivinación. La brujería. La hechicería. La santería. Los fantasmas. El canibalismo. El vudú. El vampirismo.

Las creencias e ideologías

Los ritos de iniciación. Los ritos de tránsito. Los ritos de sacrificio. Los cultos. Las fiestas. Los mitos. Las religiones. Lo sagrado y lo profano. El animismo. El totemismo. El monoteísmo. El politeísmo. El mesianismo. El profetismo. El antropomorfismo. El zoomorfismo. El monoteísmo. El politeísmo. Los santos. Los tabúes. Las prohibiciones. El honor.La venganza. La magia. El chamanismo. La brujería. La hechicería. La santería. Los fantasmas. El canibalismo. El vudú. El vampirismo.

CULTURA Y CIVILIZACION

Cultura es uno de los conceptos centrales de la antropología filosófica, cada escuela de antropólogos ofrece un concepto de cultura diferente.

La definición que dio E.B. Tylor de la cultura es principalmente una definición denotativa. “La cultura o civilización en sentido etnográfico amplio es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridas por el hombre en cuanto miembro de la sociedad”.El concepto de cultura de Tylor, en cuanto contiene la noción del “todo complejo” dice también la segregación de todo aquello que no es cultura y aun se perfila mediante esta segregación. Denotativamente el concepto antropológico de cultura suele abarcar a todo aquello que no es naturaleza.

  • La cultura frente a la naturaleza equivale al hombre frente al mundo vegetal, el hombre es el ser cultural y la cultura se define a su vez por el hombre.

  • El criterio anterior suele ir acompañado de este otro: la cultura es el espíritu, frente a la naturaleza de carácter no espiritual.

La definición que se da en nuestros días acerca de cultura conduce a una idea subjetiva de cultura porque el marco en el que se inscribe la cultura es el sujeto. Dado este marco se distinguirán aquellos aspectos de la conducta que se reproducen o transmiten naturalmente, y aquellos otros que se reproducen por medio del aprendizaje, estos últimos serian precisamente los contenidos culturales.

De este modo se lograría explicar porque también los animales tienen también formas de cultura.

La cultura no parece poderse reducir ni a algo subjetivo, ni a algo objetivo, porque consta de componentes genéricos de toda índole.

Si desapareciesen los sujetos, también desaparecería la cultura ya que las formas culturales perderían su significado. La cultura no es simplemente un reflejo de la sociedad, pero tampoco en un mero resultado de la conducta. Las leyes psicológicas o sociológicas no pueden dar cuenta de las legalidades que gobiernan las formaciones culturales y en gran medida puede afirmarse que el proceso de constitución de las ciencias culturales ha comportado la liberación del psicologismo y la lucha contra el.

No basta la transmisión de un aprendizaje para poder hablar de cultura como algo independiente de los procesos psicológicos o sociales y de los procesos mecánicos. La cultura implica una sociedad pero no se trata del reverso y del anverso de una misma hoja de papel, cultura y sociedad se comportan mas bien como conceptos conjugados.La idea de cultura entendida desde este modo no pueda por tanto desarrollarse internamente por medio de una división dado que en todo momento de una formación cultural existen componentes subjetivos y objetivos.

Civilización

(En el concepto de civilización quedan englobadas aquellas especiales características culturales, históricas, sociales y materiales que un determinado grupo de sociedades consigue mantener y transmitir a lo largo de su recorrido por la historia).

Ha habido una tendencia a oponer el término “cultura” al término “civilización”, reservando aquél para referirse a la cultura subjetiva y éste para la cultura objetiva. En un sentido más restringido, las civilizaciones son las culturas en su estado más desarrollado; para los antropólogos clásicos, inmersos en la ideología “progresista” las civilizaciones constituían el término más alto del desarrollo de las culturas primitivas y, por ello, en tanto se pensaban como confluyentes en una cultura única planetaria, al menos potencial o virtual, podían caracterizarse por la nota de la universalidad. Considerando la oposición cultura/civilización como oposición dada en el plano objetivo, cabría .

Si consideramos cultura como quehacer subjetivo de un hombre o grupo humano, y a la civilización como la plasmación en realidades objetivas de esa cultura materiales tales como edificaciones, tecnología, instituciones políticas, laboratorios, fábricas, estructuras legales, etc.

Podemos decir entonces que existen Civilizaciones Superiores en cuanto a que con sus elementos se han podido imponer a otras Civilizaciones, o a pueblos que carecieron propiamente de elementos civilizatorios.

Eso no entraña forzosamente una Superioridad Cultural. De hecho, la situación actual, tal como se ve en lo cotidiano, habla más bien de una Civilización cada vez más incapaz de resolver nuevos retos históricos, ante lo cual cada vez más hombres se sumen en fórmulas racionales.

INSTITUCIONES ,USOS,IDEAS Y COSTUMBRES

Podemos dirigir primeramente nuestra atención a las instituciones INSTITUCIONES o pautas culturales que prescriben determinadas reglas de conductas, en constraste con elementos de la cultura que es un sistema de comportamiento que comparten los miembros de una sociedad. Y una sociedad es un grupo de personas que participa de una cultura común. Las instituciones son pautas, modelos o patrones de comportamiento que tienen carácter normativo dentro de una sociedad, centradas en una necesidad humana. Se distinguen en folkways y mores, que significan lo mismo: costumbres.

Los folkways son costumbres en el sentido habitual de la palabra, y definen muy bien el modo de ser y de vivir de una sociedad. No son obligatorios.

Los mores son obligatorios y llevan consigo la posibilidad de sanciones si no se respetan. Cuando están sancionados jurídicamente se les llama leyes.

Las costumbres (mores)son instituciones que tiene fuerte sanción como por ejemplo no mataras, no robaras, no cometerá adulterio generalmente las costumbres son consideradas como esencial para el bienestar del grupo.los conceptos de uso y costumbres se centran sobre la dimension moral de las instituciones, estos en si son sancionadas por la sociedad como esenciales para el bienestar social; en definitiva las costumbres establecen las relaciones ylos modos de comportamiento

Las modas se refieren a hábitos o convenciones cambiantes que carecen de continuada y persistencia.y de los que se espera un cambio rapido, aunque generalmente dentro d eun limite establecido porla costumbres subyacentes

Las ideas.

Los conocimientos suelen estar distribuidos socialmente entre los diversos especialistas de cada materia.

Las creencias están difundidas ampliamente y tienen escasa objetividad: no son verdaderas ni falsas, es lo que todo el mundo cree y basta. Están formuladas de mil maneras distintas.

Los materiales son cosas u objetos que pertenecen a una cultura. Cada una produce los objetos que corresponden a sus ideas e instituciones. Los objetos culturales tienen casi siempre un valor simbólico que solamente puede ser comprendido en el interior de la cultura de la que provienen.

Las técnicas, cuyo conjunto da lugar a las industrias y los oficios.

Todos los elementos culturales pueden dividirse en rasgos y complejos culturales. Un rasgo es la más pequeña de las unidades culturales. Un conjunto de rasgos estructurados en un sistema unitario da lugar a un complejo cultural.

Se puede hablar de universales, alternativas o especialidades, según que un rasgo cultural sea común, de carácter electivo o pertenezca únicamente a un grupo social. Cuando un grupo manifiesta un elevado número de rasgos y complejos culturales especiales se habla de una subcultura.

Esas experiencias se vieron sometidas a un proceso de externalización y objetivación, y así se fueron sedimentando. Las experiencias objetivadas sufren un proceso de institucionalización: son fijadas definitivamente mediante un sistema de pautas y sanciones. Todo está institucionalizado y todo rasgo o complejo cultural es una “institución”.

El buen funcionamiento de una sociedad requiere que las instituciones sean respetadas y mantenidas. Así consiguen su legitimación. Los modos de legitimar son muchos: a veces basta crear un vocabulario correspondiente o breves frases y refranes. Así surgen teorías y explicaciones amplias.

La mejor legitimación consiste en la creación de universos simbólicos que justifican en bloque todo el sistema social: son las mitologías primitivas y las ideologías.

RELATIVISMO CULTURAL Y ETNOCENTRISMO

El par de conceptos externalización-internalización revela muy bien lo que se puede llamar la dialéctica de la creación de la cultura: el hombre crea la cultura, y la cultura crea al hombre. Constituyen un círculo: hombre-cultura: externalización; cultura-hombre: internalización.

Aunque la cultura sea producto del hombre los procesos de institucionalización y reificación la hacen aparecer como algo natural. Así se comprende que haya que hablar de relativismo cultural y que exista el etnocentrismo.

Relativismo cultural significa que un fenómeno sociocultural no puede ser comprendido y evaluado fuera de su contexto cultural. Un rasgo cultural es “bueno” si funciona armónicamente dentro de una cultura y ayuda a conseguir los fines que la sociedad persigue.

El etnocentrismo surge cuando los miembros de una sociedad consideran su propia cultura como superior a las demás. Se trata de un error de perspectiva: si juzgamos otras culturas desde nuestros propios patrones culturales es lógico que las consideremos inferiores.La cultura se desenvuelve naturalmente con el desarrollo del intelecto y es esencial que posea un fundamento sólido de civilización. Cuando la ciencia adquiere una posición más alta que la civilización la sociedad esta predestinada a tonarse materialista y desequilibrada y de ahí los grandes gastos como el desarrollo armamentista, mientras problemas como las garantías de la satisfacción de las necesidades básicas de alimentos para la mayor parte del mundo quedan sin solución. La ciencia que no esta al servicio de la civilización no es considerada progreso.

CULTURA Y SUBCULTURA

Las variaciones de las pautas culturales especificas de los grupos humanos ha conducido una distinción entre la cultura como concepto general y una cultura, o conjunto de pautas características de un grupo. Podemos considerar separadamente la cultura Norteamericana y de la India o l a cultura de cualquiera de los numerosos grupos distintos, grandes o pequeños, que viven sobre la tierra; pero tanto en Norteamérica como en la India hay tantas variaciones culturales especificas que podríamos hablar de muchas culturas, pero sé de habla de la cultura Norteamericana y de la India.

Se utiliza a veces, en consecuencia, el concepto de subcultura.parte relativamente distinta pero totalmente separada de un todo mayor

CONTRACULTURA

Es un movimiento contra la cultura. La sociedad actual ya no tiene el ideal del progreso indefinido que demostró que el avance de la técnica y de la ciencia por si solas, no dan la felicidad.

La sociedad esta desconcertada, no tiene ideales, pero a la vez se impone a la persona marcándole su destino, orientando sus gustos, su voluntad, sus ideas...

Las personas más fáciles de manipular son los jóvenes, porque carecen de formación y de experiencias que la ayuden a distinguir. Debido a esto, la juventud esta expuesta a una serie de engaños por parte de la sociedad.

La juventud actual constituye la mitad de la población del mundo; son grandes consumidores y por ello una vía que trasforma los valores éticos de la sociedad.

Para manipularlos se intenta quitarles lo que les hace tener convicciones, firmeza y solidez en los criterios. Según los expertos la operación se realiza en dos campos de experiencias: se les lanza a la búsqueda de bienes que son destructivos y que engendren violencia personal y social. Se les promete que realizaran así la autorrealización personal y la libertad.

La velocidad, el erotismo, la ambición y el consumo son algunas de las experiencias que fascinan pero no son verdaderamente humanas. Atraen pero no enriquecen. Provocan una tristeza y angustia que para algunos acaba en suicidio por que no aguantan el vacío. Una sociedad así es muy manipulare.

Una vez se encuentran en este estado las personas que pueden ayudarles son los padres o tutores, enseñándoles a desenmascarar las mentiras de su entorno, en definitiva enseñándoles y ayudándoles a hacerse personas evitando volver así a ser miembros de masas indefinidas y sin resorte.

LA CULTURA CHINA

La civilización china, aislada casi totalmente durante milenios, se caracteriza por la originalidad y permanencia de sus formas culturales. Su ascendiente sobre otras culturas asiáticas, sobre todo la japonesa, fue trascendental.

Pensamiento. China es un país con una antigua y rica tradición dentro del campo del pensamiento. La filosofía tuvo dos vertientes que se desarrollaron con variaciones a lo largo de toda la historia: la idea de mutabilidad y de permanencia de la naturaleza, que se explica a partir de la doctrina de los principios del yin y el yang, a la vez opuestos y complementarios, y el fundamento ético del hombre. Estas ideas se

manifestaron en las tres escuelas más importantes de China que florecieron entre los siglos V y III a.C.: el Confucianismo, el taoísmo y el legismo. Estas doctrinas, con variantes, predominaron en China hasta finales del siglo XIX, cuando la penetración extranjera introdujo las corrientes del pensamiento occidental.

Después de la revolución de 1949, la filosofía dominante fue el denominado maoísmo, una vertiente del marxismo-leninismo desarrollada por Mao Zedong, a la luz de la cual se interpretaba la historia china mediante una síntesis entre las concepciones tradicionales y los principios fundamentales del marxismo. No se repudió el maoísmo en lo teórico tras la muerte de Mao, si bien en la práctica se abandonaron muchos de sus principios.

Arte. En China, el arte no sólo ha tenido un período de desarrollo más largo y continuado que en cualquier otro país, sino que además se ha visto libre de influencias extranjeras. A diferencia de occidente, los chinos tuvieron desde los comienzos de su historia una opinión muy elevada de los artistas, que ocuparon un lugar preeminente dentro de la escala social. De hecho, el aprendizaje artístico (poesía, música, pintura) era parte indispensable de la educación de un caballero.

Los primeros testimonios artísticos se remontan al segundo milenio antes de la era cristiana, con la aparición de vasijas de cerámica roja con decoraciones de líneas rectas u onduladas. A partir del siglo XIV a.C. se difundió el trabajo del bronce y se crearon vasijas ceremoniales fundidas con la técnica de la cera perdida, que un milenio después utilizaron los griegos. Las superficies de las vasijas se decoraban

profusamente, y a veces los propios objetos adoptaban forma animal.

Artesanía. Desde la antigüedad, los artesanos chinos destacaron por su habilidad en el trabajo de los tejidos, sobre todo de seda (tapices, ropajes de emperadores); de las piezas de jade talladas, que simulaban animales; y de las preciadas porcelanas, que se exportaron a Europa durante siglos. Las porcelanas se fabricaron por primera vez hace mil años y su producción determinó la aparición y expansión de algunas ciudades que vivían de los pedidos de los palacios imperiales. Las más célebres son las de la dinastía Ming, cuyas piezas eran a veces tan finas que se podía leer a través de ellas.

Pintura. La singular pintura china se ejecutaba por un procedimiento de acuarela aplicada a pincel sobre seda o papel, de tal suerte que no cabía la rectificación. También se pintaban frescos que adornaban los muros de los palacios.

Existían tres modelos de pintura: las pequeñas pinturas en forma de abanico, para ser guardadas en álbumes; las destinadas a ser colgadas; y las ejecutadas en largos rollos (de 3 a 25 m). Las escenas representadas estaban hechas para contemplarse por fragmentos que formaban composiciones perfectas. Los temas preferidos eran de tipo naturalista (montañas y ríos). Los artistas no copiaban de forma fotográfica lo que veían, sino que intentaban captar lo fundamental del tema.

Los retratos se hacían una vez fallecido el modelo, siguiendo las descripciones de los conocidos. Se destinaban al santuario familiar de los antepasados.

Arquitectura. Los rasgos característicos de la arquitectura se desarrollaron en tiempos de la dinastía Zhou (1122-221 a.C.), época en la que surgió la tradicional concepción funcional y estética de los edificios chinos. El material preferido era la madera (componente perecedero que explica la escasez de edificios anteriores a la dinastía Ming). Las casas se construían sobre una plataforma de piedra y la columna era el elemento de sustentación. Los tejados tenían grandes aleros en curva y las tejas se barnizaban de colores. Los edificios eran simétricos y de una sola planta, su forma armonizaba con el medio natural y solían tener jardín.

Dentro de la arquitectura china destacan dos obras: la Gran Muralla, impresionante obra de ingeniería empezada en la época de la dinastía Han para defender el país de las incursiones de los bárbaros del norte; y la Ciudad Prohibida de Pekín, con el palacio imperial, construida durante la dinastía Ming.

Las ciudades que durante el siglo XIX sufrieron el influjo occidental (Shanghai, Cantón) presentan una confusa mezcla de estilos (neoclásico, neogótico) que no guardan relación con la arquitectura tradicional china. Asimismo, las construcciones posteriores a la revolución de 1949 muestran influencias extranjeras y además utilizan materiales modernos (hormigón, cristal, acero). No obstante, se han mantenido algunos elementos de la tradición arquitectónica, dentro de la típica posición ecléctica del comunismo chino, que ha intentado unir la herencia cultural con la modernización.

CULTURA MAYA

Los sacerdotes constituían la clase más culta, ya que poseían el saber y organizaban el calendario, mediante la astronomía y las matemáticas.Los mayas estudiaron minuciosamente el movimiento de los astros, lo que les permitió determinar, con una sorprendente precisión, el año solar en 365,242 días, así como el año lunar y la trayectoria de Venus. La astronomía les facilitó los trabajos agrarios, ya que el mejor conocimiento del desarrollo estacional contribuía a la optimización de las cosechas. Llevaban a cabo sus estudios astronómicos en observatorios edificados a tal efecto.

En su concepción cíclica del tiempo, los mayas idearon un complejo calendario, en el que se combinaban dos divisiones temporales complementarias: el tzolkin, o conjunto de 260 días; y el haab, que constaba de 365 días, divididos en 18 meses de veinte días cada uno, más cinco días libres. Ambos calendarios se superponían para dar lugar a la llamada rueda o calendario circular.

Para fechar los acontecimientos, poseían dos tipos de datación cronológica: una "cuenta larga", o serie inicial, que partía del comienzo de la era maya; y una "cuenta corta", con la que se determinaban fechas por tiempos más breves, y que poseía una duración de 256 años.

En cuanto a las matemáticas, muy ligadas a las ciencias astronómicas, los mayas inventaron un sistema de numeración vigesimal, a base de puntos y barras, además de crear un número equivalente al cero y establecer el valor posicional de las cifras.

También la medicina, en la que se combinaban ciencia y magia, alcanzó un amplio desarrollo entre los mayas. Las causas de las enfermedades podían ser naturales o sobrenaturales, y, en consecuencia, el médico (ahmén), o hechicero, recetaba infusiones, ungüentos, sangrías o productos mágicos.

Los conocimientos científicos y los más señalados hechos históricos de la civilización maya fueron recogidos en varias estelas jeroglíficas, aún sin descifrar, y en algunos códices, de los que sólo tres se conservan: el Dresdensis (Dresde, República Democrática Alemana), el Tro-Cortesianus (Madrid) y el Perezianus (París). En el siglo XV se escribieron en lengua maya pero con alfabeto latino otros textos de gran interés, que se convirtieron en una fuente privilegiada para el estudio de esta cultura antigua. Se encuentra entre los más importantes el Popol Vuh, relato mítico sobre el origen del mundo y la historia del pueblo maya; y los libros de Chilam Balam, recopilación de varios relatos sobre mitos, profecías, medicina e historia.

CULTURA GRIEGA

Las ideas de la antigua Grecia sobre arte, arquitectura, teatro, filosofía y matemáticas han ejercido una influencia incalculable sobre la civilización occidental. Entre los monumentos griegos más influyentes destaca el Partenón de Atenas, sobresaliente ejemplo de la arquitectura clásica. El maestro y filósofo Sócrates influyó en el pensamiento especulativo y en la filosofía occidental al hacer hincapié en el diálogo y el argumento racional. Los sabios griegos desarrollaron métodos de razonamiento para demostrar principios matemáticos. Las tragedias griegas establecieron la estructura y los estilos temáticos teatrales emulados posteriormente por dramaturgos como William Shakespeare.

CULTURA ESPANOLA

España fue durante siglos punto de encuentro de dos civilizaciones: la árabe y la europea. Ello ha determinado numerosas peculiaridades de la cultura española, que, sin dejar de pertenecer a la occidental, acusa el peso de siglos de convivencia con el mundo musulmán.

En los siglos XVI y XVII no se produjo en España el intenso proceso secularizador que afectó a los países del norte de Europa. Ello motivó un distanciamiento del camino seguido por la cultura española, carente, entre otros, de los componentes burgueses que fueron tiñendo la europea. No obstante, en la época de los Austrias, y más concretamente en el siglo XVI y la primera mitad del XVII, se desarrolló un brillante período artístico y literario, el denominado Siglo de Oro. Grandes escritores como Miguel de Cervantes, Mateo Alemán, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca, arquitectos

como Juan de Herrera y José de Churriguerra y pintores como el Greco, Francisco de Zurbarán, Diego Velázquez y Bartolomé Esteban Murillo situaron la cultura española en la vanguardia del mundo occidental. En el aspecto científico, España quedó a la zaga del mundo moderno.

Los impulsos innovadores de los siglos XVIII y XIX no fueron suficientes para "europeizar" España. Entre los europeos del norte se produjo en el XIX un movimiento romántico que tendió a ver en el sur de los Pirineos lo "diferente", lo exótico, más que la realidad de una cultura fundamentalmente europea, aunque atrasada.

Tras el florecimiento de las generaciones del 98 y del 27 y la decadencia cultural de la posguerra, a fines del siglo XX España se abrió plenamente a las corrientes intelectuales europeas y mundiales, sin que ello significara una renuncia a las peculiares formas hispánicas de entender la vida. De este modo, la cultura española se manifestó como una de las más vivas y prometedoras de Europa.

Una notable característica española es la gran diversidad de contenidos que pueden observarse en su cultura popular, según la región o nacionalidad de que se trate. En este aspecto, España ha sido definida a veces como un pequeño continente. Así, por ejemplo, regiones enteras desconocen las corridas de toros y la mayor parte de ellas son ajenas al cante flamenco, considerado fuera del país como el arte español por excelencia. Por otra parte, la floreciente producción literaria en catalán, gallego o euskera apenas es conocida en el exterior.

La cultura española en el siglo XX. A partir de los últimos años del siglo XIX tuvo lugar un despertar extraordinario de la creatividad española en los aspectos literario, artístico, científico y filosófico. Entre los grandes nombres de la cultura española de comienzos del siglo XX figuran los de los escritores Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas (Clarín), Vicente Blasco Ibáñez, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Pío Baroja y Ramón María del Valle Inclán, el dramaturgo Jacinto Benavente, el científico Santiago Ramón y Cajal, el historiador Marcelino Menéndez Pelayo, el filólogo Ramón Menéndez Pidal, el arquitecto Antonio Gaudí, los pintores Isidro Nonell, Santiago Rusiñol, Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga y Joaquín Sorolla, y los músicos Manuel de Falla, Isaac Albéniz y Enrique Granados.

La llamada generación de 1910 se caracterizó por un acusado entronque con las corrientes culturales europeas. Los ensayistas Eugenio d'Ors, Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset, los historiadores Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz, los escritores Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna y el poeta Juan Ramón Jiménez son nombres dignos de cita entre otros muchos.

La generación de 1927 llevó a la lírica española a la máxima altura: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso son algunos de sus nombres.

La arquitectura española conoció un brillante período creativo en los años anteriores a la guerra civil. El ingeniero Eduardo Torroja fue un adelantado en la creación de grandes estructuras de hormigón armado, mientras que los arquitectos José Luis Sert y Secundino Zuazo incorporaron las concepciones racionalistas a sus realizaciones.

La historia de la pintura universal del siglo XX sería muy distinta si hubiese que suprimir nombres españoles como los de Pablo Picasso, Juan Gris, Joan Miró, Antoni Tàpies o Salvador Dalí.

La guerra civil produjo un corte brusco en la producción intelectual. Parte de los grandes creadores murieron en su transcurso, como García Lorca, y la mayor parte de ellos hubieron de exiliarse al acabar. En la posguerra, algunos estuvieron con los vencedores, mientras que otros sufrieron el "exilio interior". Literatos como Ramón J. Sender, Max Aub, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén y Fernando Arrabal trabajaron en el exilio. En el panorama cultural interior aparecieron Camilo José Cela -Premio Nobel en 1989- y Carmen Laforet. Hacia 1950 se impuso el realismo social, con Rafael Sánchez Ferlosio, Luis Martín Santos, Miguel Delibes y Juan Goytisolo. Las generaciones posteriores ensayaron nuevos presupuestos estéticos. Entre los representantes de la nueva novela española destacan Antonio Muñoz Molina, Javier Marías, Juan José Millás, Luis Landero o Rosa Montero.

El panorama de la cultura española en la década de 1980 se normalizó y diversificó. Las corrientes internacionales se recogieron plenamente en el interior, y la creatividad se intensificó en todas las facetas literarias y artísticas. El cine español, a pesar de la estrechez de su soporte industrial, produjo películas de gran valía gracias a la capacidad de directores como Luis Buñuel, Luis García Berlanga, Juan Antonio

Bardem, Carlos Saura o Manuel Gutiérrez Aragón. En la década de 1990 destacó la labor de Fernando Trueba, Pedro Almodóvar, Julio Medem o Pilar Miró. Los artistas plásticos siguieron en vanguardia, y la creación literaria, muy influida por la hispanoamericana en un ámbito cultural ya muy unificado, adquirió un dinamismo parejo al de la industria editorial.

BIBLIOGRAFIA

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Enciclopedia Hispanica Barsa Planeta (C.D)

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Informática C.D BARSA (C.D.)

Cultura, civilización y sociedad

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