Agronomía, Recursos Forestales y Montes


Cultivo del trigo


EL CULTIVO DEL TRIGO     

MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA

El trigo, como los demás cereales, es una planta monocotiledónea perteneciente a la familia de las gramíneas. Actualmente, los trigos harineros se clasifican botánicamente como Triticum aestivum, subespecie vulgaris.

Sistema radicular: El trigo tiene raíces fasciculadas. El mayor o menor desarrollo de las raíces es función de muchos factores, tales como la textura del suelo, la época de la siembra, la mayor o menor cantidad de lluvia caída, su variedad, etc.

Tallo: Al comienzo de la fase vegetativa, el tallo se halla dentro de una masa celular que constituye el nudo de las macollas. Este tallo presenta brotes axilares, de los que se originan los macollos. El tallo se alarga durante el encañado y lleva 7 u 8 hojas envainadoras a lo largo de la longitud de un entrenudo

Hojas: Las hojas son de nervadura paralela y terminadas en punta.

Espiga: La espiga se forma en el brote terminal. Cuando termina la macolla comienza a elevarse en el tallo, a la vez que este último se alarga en la fase de encañado. Al terminar el desarrollo del tallo aparece la espiga, envuelta en la última hoja.

La espiga está constituida por un eje llamado central raquis, que lleva insertas las espiguillas alternativamente a derecha e izquierda. Estas espiguillas están unidas directamente al raquis.

El trigo es planta autógama, es decir, que la fecundación de la flor tiene lugar antes que su apertura. La flor da lugar a un fruto único, denominado grano, que lleva un embrión o germen junto a la sustancia de reserva.

 

EXIGENCIAS DE CLIMA Y SUELO

La temperatura no debe ser demasiado fría en invierno, pero no estando el trigo muy desarrollado cuando lleguen las heladas, éstas tienen un efecto beneficioso en el desarrollo de las raíces. El coeficiente de transpiración del trigo es de 450 a 550, es decir, que se necesitan de 450 a 550 litros de agua para elaborar 1 kg. de materia seca.

En las suelos arenosos es más importante que las lluvias se distribuya regularmente en la primavera, ya que en ellas es muy poca la capacidad de retención del agua.

Los suelos arcillosos tienen el inconveniente de que por su poca permeabilidad, conservan mucha humedad en inviernos lluviosos. Las arenosas, en cambio, requieren mucha lluvia de primavera, dada su poca capacidad de retención.

 

CICLO VEGETATIVO

En el ciclo vegetativo del trigo se distinguen tres períodos:

-Período vegetativo, que comprende desde la siembra hasta el comienzo del encañado.

-Período de reproducción, desde el encañado hasta la terminación del espigado.

-Período de maduración, que comprende desde el final del espigado hasta el momento de la recolección.

Germinación: La facultad germinativa del trigo se mantiene durante un período de 4 a 10 años, aunque prácticamente la duración del período de utilización no debe sobrepasar los dos años, ya que, a medida que pasa el tiempo, disminuye la capacidad germinativa. El coleóptilo sirve de protección a al plúmula al tener que perforar ésta la capa superficial del suelo; en el momento que ha alcanzar la superficie, la primera hoja perfora el coleóptilo, que comienza a amarillear y a desecarse. En este instante se han desarrollado ya tres raíces primarias.

La temperatura óptima de germinación es de 20-25 ºC

Macollas:Esto ocurre cuando va a aparecer la cuarta hoja y el nudo de macollos se engruesa. Esto se puede considerar como si estuvieran 4 ó 5 nudos juntos, a cada uno de los cuales corresponde una hoja. En la axila de cada una de esas hojas surge una yema axilar que da nacimiento a un tallo secundario. A medida que las raíces secundarias se desarrollan, dejan de crecer las primarias y toman una coloración parda. La macolla depende de la variedad, de la importancia del abonado nitrogenado, de la fecha de siembra y de la temperatura, que condiciona la duración del período de macolla.

Encañado: Cuando se llega a la fase de encañado, el cultivo requiere elevadas dosis de nitrógeno, necesario para la formación de las nucleoproteínas de los núcleos de las células jóvenes. Por esta necesidad de elementos fertilizantes, y sobre todo de nitrógeno, se le denomina a éste, segundo período crítico, siendo el primero el de macolla.

Espigado: Se estima que las plantas elaboran las ¾ partes de su materia seca total entre el macolla y la floración.

Maduración: El período de maduración es la última fase del período vegetativo y corresponde a la acumulación de almidón en el grano, llenado de grano, . Este almidón lo entrega la fotosíntesis que prosigue aún en las últimas hojas y en la espiga.

TIPOS DE VARIEDADES

Pueden definirse tres tipos de variedades respecto a su ciclo:

-Variedades de otoño o de ciclo largo.

-Variedades de primavera o de ciclo corto.

-Variedades alternativas.

La diferencia entre estos grupos se basa en sus necesidades en la duración del período vegetativo. Para cumplir su ciclo vegetativo, cada variedad requiere un determinado calor, que se mide por la suma de diferencias entre la temperatura media de cada día y el 0 vegetativo, que en el caso de esta especie es próximo a 0 ºC. Esta cantidad de calor se conoce como integral térmica, existiendo diferencias entre las variedades de otoño y las de primavera.

 

Precocidad. Las variedades modernas presentan un período de floración-madurez más corto que las antiguas, con lo que se ha conseguido un indudable avance al compaginar ambos factores, floración tardía para evitar las heladas y maduración precoz para evitar el asurado.

Resistencia a enfermedades y accidentes. Es fundamental que la variedad, además de lo dicho anteriormente, posea suficiente resistencia ante las enfermedades y accidentes más frecuentes de la zona. Entre las enfermedades cabe destacar la roya amarilla, la roya parda, la roya negra en algunas regiones, septoria, fusarium, mal de pie, carbón, tizón, oidio...

 Entre los accidentes presentan un especial interés el frío.

FERTILIZANTES

Nitrógeno: Las principales fuentes de nitrógeno para las plantas son la materia orgánica del suelo y el nitrógeno añadido con los fertilizantes. Las plantas toman preferentemente el nitrógeno en forma nítrica, pero, aunque en bastante menos proporción, pueden tomarlo en forma amoniacal. Los fertilizantes nitrogenados de forma nítrica se usarán cuando se encuentre avanzado el estado de cultivo, ya que, al no ser el ión NO3 retenido por los suelos, puede lavarse con lluvias abundantes.

El nitrógeno estimula la vegetación y la macolla y enriquece los granos de gluten, por lo que mejoran en calidad. La escasez de nitrógeno hace que las plantas tomen un color verde pálido, que el crecimiento sea lento y que la planta se endurezca. Un exceso de nitrógeno prolonga el ciclo vegetativo de la planta.

Fósforo: Si el contenido, de P Olsen, se encuentra entre 5 y 15, se puede rebajar de un 30 a un 40% del fósforo que se ha indicado como necesario. Si el contenido es normal se puede eliminar todo el fósforo.

El fósforo comienza a hacerse disponible a las plantas a partir de pH 6. La máxima disponibilidad se encuentra entre 6,5 y 7,5. A partir de un pH 8, la disponibilidad disminuye rápidamente.

En otro aspecto, con pH superior a 8, se produce el fenómeno de “retrogradación”, por el cual una parte del fósforo disponible, de ser soluble al agua y a los ácidos débiles, pasa a insoluble, y, por consiguiente, no disponible para la cosecha.

En los suelos con pH inferior a 6 se hace necesario un encalado previo a la realización de fertilizante fosfatado.

Al principio de la vida vegetativa del trigo, el fósforo favorece mucho el desarrollo de las hojas, que se encuentran más enderezadas, y beneficia también notablemente el desarrollo radicular.

El fósforo es un correctivo del nitrógeno en el sentido de que da más rigidez a la planta, También resiste las heladas, así como el nitrógeno retrasa la maduración, el fósforo la anticipa.

Potasio: Corrientemente se denomina “potasa” al óxido de potasio, K2O, y en potasa se expresan las riquezas de los fertilizantes potásicos.

La potasa queda enterrada por los coloides del suelo, por lo que debe incorporarse con una rastra para ponerla al alcance de las raíces.

El potasio disminuye la transpiración, por lo que la resistencia a la sequía aumenta; también hace a la planta más resistente al frío. La necesidad máxima de potasio para el trigo es en el encañado.

ENFERMEDADES

-Las royas de los cereales: 

Son hongos del género Puccinia, que ocasionan unas pústulas en las hojas y las espigas de los cereales. En las hojas, las pústulas perjudican la asimilación y perturban el metabolismo, con lo que el rendimiento disminuye. En el tallo afectan a los vasos conductores, disminuyendo el transporte de savia. El grano queda pequeño y rugoso. Las pústulas que ocasionan son origen de un gran número de esporas, que son transportadas por el viento y originan la propagación de la enfermedad. Entre las royas más importantes se encuentran la Roya amarilla, producida por el hongo Puccinia striiformis, la Roya de la hoja, producida por Puccinia recondita y la Roya del tallo, producida por Puccinia graminis.

-Oidio (Erysiphe graminis): 

La enfermedad se manifiesta por la aparición del micelio, que toma forma de una borra blanca, que al final toma una tonalidad gris y aparecen pequeños puntos negros (peritecas). La enfermedad tiene lugar sobre todo cuando alternan días húmedos con cálidos.

-Caries o tizón del trigo: 

También llamado niebla. Es un hongo del grupo de los Basidiomicetos, del género Tilletia. Los granos enfermos contienen en su interior un polvillo negruzco, constituido por numerosísimas esporas del hongo. Estos granos atacados suelen ser más pequeños y redondos que los granos normales.

El interior del grano queda destruido y sólo subsiste la envoltura externa. Las espigas atacadas son más erectas que las sanas, debido a que el grano no pesa.

Para combatir el tizón lo mejor es desinfectar previamente la semilla.

-Accidentes debidos al frío: 

Las heladas originan un movimiento del agua desde el interior hacia el exterior de las células, yendo a ocupar los meatos intercelulares, donde se hiela y transforma en cristales. En consecuencia, se produce una deshidratación de la célula, que puede llegar a producir una congelación del protoplasma. Es claro que el perjuicio de las heladas será tanto menor cuanto mayor sea la concentración celular y más rico sea el protoplasma en agua.

La fertilización influye sobre la resistencia al frío, al aumentar la concentración del jugo celular, elevando la presión osmótica y retardando la emigración de agua fuera de las células. El ión potasio, que favorece la asimilación clorofílica y, por tanto, la formación de azúcares, y que es absorbido fácilmente por la permeabilidad selectiva de la membrana celular, tiene a este respecto un papel preponderante.

-Accidentes debidos a exceso de humedad: 

Un exceso de humedad provoca la asfixia de las raíces y esta asfixia puede favorecer, además, el desarrollo de gérmenes anaeróbios causantes de podredumbre. Por otra parte, muchos microorganismos aerobios que intervienen en la nitrificación mueren por falta de oxígeno.

El exceso de humedad perjudica notablemente en los terrenos arcillosos, hasta el punto de que los años buenos de trigo suelen coincidir con los inviernos secos, siempre que la primavera sea lluviosa.

-Accidentes debidos al calor: 

En lugares donde azotan con frecuencia vientos fuertes y secos, el riesgo de asurado se hace especialmente importante, hasta el punto de que se haga imposible el cultivo del trigo.




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Idioma: castellano
País: Chile

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