Política y Administración Pública


Crisis conflicto indo-pakistaní


RELACIONES INTERNACIONALES

CRISIS INDO PAKISTANI

'Crisis conflicto indo-pakistaní'

UNIVERSIDAD CENTRAL DE COLOMBIA

RELACIONES INTERNACIONALES

FACULTAD DE ECONOMIA

MAYO DE 2004

INTRODUCCIÓN

Los ensayos nucleares efectuados últimamente por India y Pakistán, constituyen una nueva e inquietante etapa de la feroz rivalidad de medio siglo entre ambos Estados por la posesión de los territorios de Jammu y Kashmir, la cual ha estado marcada por tres guerras desde la independencia de estos países y la división del subcontinente.

Jammu y Kashmir están situados en la parte septentrional del subcontinente indio. Conocido comúnmente como Cachemira. Limita al norte con Afganistán y China, al este con China, al sur con los estados indios de Himachal Pradesh y de Punjab y al oeste con las provincias paquistaníes de Frontera del Noroeste y Punjab. El territorio en disputa tiene una extensión de 222.236 km2, aproximadamente.

India y Pakistán reivindican toda Cachemira, pero el territorio ha estado dividido entre los dos países desde 1947.

India controla la mayor parte de Cachemira, territorio organizado como el Estado de Jammu y Kashmir. Pakistán administra el resto (la parte noroeste), que se denomina Azad Kashmir (Cachemira Libre). La capital del Estado de Jammu y Kashmir es Srinagar. El centro administrativo de Azad Kashmir es la ciudad de Muzaffarabad. La extensión del Estado de Jammu y Kashmir es de unos 138.430 kms2 y su población, según estimaciones para 1991, 7.718.700 habitantes. Por su parte, la extensión de Azad Kashmir es de 84.160 kms2, y su población, según estimaciones para 1985, sería de 2.800.000 habitantes.

Cachemira es casi por entero montañosa y está dividida topográficamente en tres regiones: el valle del río Jhelum, que incluye el valle de Cachemira en la parte central; las montañas que rodean Jammu, al sur; y las grandes montañas de la cordillera Karakorum, al norte. El río Indo fluye a través de Cachemira y el río Jhelum nace en la zona noreste del territorio. El clima es más uniforme que en otras regiones de India meridional y central y el hermoso valle de Cachemira es una notable región turística.

OBJETIVOS

El Objetivo de este trabajo es inicialmente examinar el origen del conflicto que se remonta a 1947, cuando el Reino Unido se ve obligado a dividir el Subcontinente indio entre la India y Pakistán, en una traumática partición que causó casi un millón de muertos.

Controlada en sus dos terceras partes por Nueva Delhi y en una tercera por Islamabad, Cachemira, de mayoría musulmana, desoyó las reclamaciones territoriales de Pakistán y optó por integrarse en la Unión India cuando los británicos abandonaron la zona.

El primer conflicto indo-paquistaní tuvo lugar en 1947 a causa del levantamiento de la población musulmana de Cachemira, apoyado por el Ejército paquistaní.

Tras el alto el fuego del 1 de enero de 1949, la ONU trazó una línea de armisticio bajo su vigilancia y dividió el territorio en dos sectores a la espera de un referéndum que estableciera una solución definitiva.

La partición incluyó a la región de Azad Cachemira (con 13.297 kilómetros cuadrados, al norte, bajo administración pakistaní) y a la de Jammu y Cachemira (de 206.703 kilómetros, al sur, bajo control indio).

La vigilancia de la ONU de la línea de demarcación fronteriza, en la que desde 1949 permanecen una treintena de "cascos azules", y del acuerdo de Simla (1972), por el que las dos naciones se comprometieron a resolver sus diferencias pacíficamente, no impidieron que se produjeran nuevos choques entre ambos ejércitos.

En 1965 la política expansionista de la India, que en 1957 se había anexionado la Cachemira ocupada por sus tropas, unida a la violencia de las guerrillas islámicas, provocó el segundo enfrentamiento indo-paquistaní, que acabó el 10 de enero de 1966 con una tregua lograda con la mediación de la URSS.

En diciembre de 1971, como colofón a una serie de incidentes fronterizos, la India ocupó todo el Pakistán oriental, que en esa misma fecha se independizó con el nombre de Bangladesh, en una guerra de tan sólo 12 días.

SÍNTESIS HISTÓRICA

La historia de la India y Pakistán, en la antigüedad es conjunta, ya que son consideradas como una unidad geográfica e histórica. Ella se remonta 5.000 años a.C. cuando floreció en el Punjab y el Sind la civilización del "Valle de Indo", una de las más antiguas del mundo, que alcanzó un gran dominio en la utilización de las aguas del gran río, al tiempo que comercializaban sus productos con las tribus de la meseta irania, sus futuros conquistadores.

Posteriormente y por casi 1.500 años, dichos territorios estuvieron dominados por los arios y a continuación, en un lapso de aproximadamente mil años, por los brahmanistas y budistas, persas, griegos y mongoles, quienes hacia el año 10 a.C., formaron un gran imperio el que decae con el surgimiento de la dinastía Gupta, que domina la totalidad del territorio entre el año 320 y 499, período en el cual surge el hinduismo. Luego y por espacio de dos siglos, los territorios de la India fueron dominados por los hunos blancos, iniciándose la conquista musulmana en el año 711, la que se extendería hasta el siglo XIV, cuando se instala en la India el imperio del Gran Mongol, hasta el año 1857.

Paralelamente a estas conquistas y dominaciones de imperios regionales, se empieza a hacer sentir en la India la influencia y dominación de potencias europeas, especialmente a partir de 1602, con la instalación en su territorio de numerosas compañías comerciales provenientes de Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra, situación que originaría, inevitablemente, una guerra entre estos dos últimos países, por intereses comerciales, pero fundamentalmente por el dominio de la India.

La victoria la logran los ingleses en el año 1757, fecha que es considerada como el hito que marca el inicio del imperio Inglés en la India.

Cien años debieron transcurrir para consolidar oficial y definitivamente esta conquista, caracterizándose este período por diferentes luchas, manifestaciones, agitación y finalmente, acuerdo entre las fuerzas inglesas y el emperador Mongol. Así, en el año 1858, la India fue cedida a la Corona de Inglaterra mediante una ley aprobada por todos los maharajáes, tomando el título de Virrey, el antiguo gobernador general.

Casi treinta años más tarde recién empiezan a generarse movimientos nacionalistas, a objeto de promover la independencia de la India, destacándose la creación en el año 1917, de la "Liga de Resistencia Pacífica", liderada por Mahatma Gandhi. Después de tres campañas de desobediencia civil dirigidas por esta organización, en el año 1940, la fuerza del movimiento y el liderazgo de Gandhi eran indiscutidos, destacándose también las figuras de Jawaharlal Nerhu y el musulmán Mohammed Alí Jinnah, líder de la Liga Musulmana y quien pocos años después sería el padre del naciente Estado de Pakistán.

LA PARTICIPACIÓN DEL SUBCONTINENTE INDIO

En 1930, el poeta y filósofo Sir Muhammed Iqbal ideó un Estado musulmán independiente en Asia meridional, formado por la unión de las provincias noroccidentales de la India británica y el estado nativo de Jammu y Kashmir.

El nombre de Pakistán, que se empezó a usar para referirse a este Estado, se cree que se originó como una composición abreviada hecha con las letras de los nombres de las provincias involucradas, como la siguiente: Punjab, Afgania (Provincia de la frontera del noroeste), Kashmir (Cachemira), Indo-Sind y Beluchi stán. Otra explicación alternativa considera que el nombre significa "tierra de los puros".

A finales de la década de 1930, Muhhamad Ali Jinnah, dirigente de la Liga Musulmana, decidió que la única forma de preservar a los musulmanes indios de la dominación hindú era establecer un Estado musulmán independiente.

En 1940, la Liga Musulmana confirmó oficialmente la separación de la India británica y la creación de Pakistán como un Estado musulmán independiente. Durante las conversaciones anteriores a la independencia, en 1946, el gobierno británico consideró que la postura secesionista de la Liga Musulmana y la unidad territorial de la India propuesta por el Congreso eran irreconciliables, por lo que los británicos decidieron la partición del subcontinente, encargándose esta misión al almirante Lord Louis Mountbatten, quien en 15 de agosto de 1947 transfirió el poder de forma separada a la India y a Pakistán, el que quedó dividido en dos partes: Pakistán Occidental, que coincidía con el actual Pakistán, y Pakistán Oriental, el actual Bangladesh. Los dos estaban separados por 1.600 kms. de territorio indio.

PROBLEMAS DESPUÉS DE LA DIVISIÓN

La división del subcontinente provocó el traslado de la población. Aproximadamente 6 millones de hindúes y siks salieron de Pakistán hacia la India, mientras que otros 8 millones de musulmanes hicieron el viaje contrario.

El traslado demográfico estuvo acompañado por un brote de violencia interétnica que provocó masacres y que reforzó el odio entre los dos países. La enemistad se intensificó más debido a los conflictos sobre la posesión de los antiguos estados nativos de la India.

Casi la totalidad de esas 562 formas de gobierno, ampliamente dispersas, se unieron bien a la India o a Pakistán; sin embargo, los príncipes de Hiderabad, Junagadh y Cachemira (Kashmir) decidieron no unirse a ningún país.

El 15 de agosto de 1947 esos tres Estados pasaron a ser técnicamente independientes, pero cuando el dirigente musulmán de Junagadh (de población predominantemente hindú) se unió a Pakistán un mes más tarde, la India se anexó su territorio. El príncipe musulmán de Hiderabad (con mayoría de la población hindú) intentó posponer cualquier decisión, pero en septiembre de 1948 la India también se anexó el territorio.

El mandato hindú de Jammu y Cachemira, con un 85% de población musulmana, decidió unirse a la India. Pakistán protestó ante estas anexiones iniciándose la primera guerra entre ambos países, llevada a cabo entre el 02 de octubre de 1947 y los primeros días de enero de 1948. Aunque las Naciones Unidas posteriormente resolvieron que debía realizarse un plebiscito bajo los auspicios de la ONU, que determinara el futuro de Cachemira, la India continuó ocupando aproximadamente los dos tercios del Estado y se negó a realizarlo. Este punto muerto, que todavía se mantiene, ha intensificado el recelo y el antagonismo entre los dos países.

La línea de cese del fuego establecida en Jammu y Kashmir entre ambos países mediante el Acuerdo de Karachi, bajo el auspicio de las NN.UU., dividía en dos la región de Cachemira, quedando un área ocupada por Pakistán y otra por la India.

A fin de controlar las condiciones del acuerdo y especialmente el cese del fuego, las Naciones Unidas dispuso la creación del Grupo de Observadores Militares en India y Pakistán, misión en la cual, desde sus orígenes, han participado activamente Oficiales del Ejército de Chile.

El segundo conflicto armado entre India y Pakistán se produce, fundamentalmente, por las ansias de revanchismo pakistaní, sumado a un aumento significativo de sus fuerzas militares y a los tradicionales antagonismos religiosos entre hindúes y musulmanes, los cuales se vieron acrecentados al ver frustrado Pakistán su objetivo de posesionarse de la región de Kashmir. Las hostilidades se iniciaron el 27 de agosto de 1965, cuando tropas regulares pakistaníes cruzaron la línea de cese del fuego impuesta por las NN.UU., las que fueron rechazadas tras un violento enfrentamiento con las fuerzas del ejército indio. El Consejo de Seguridad de las NN.UU. intervino emitiendo una resolución en la que solicitaba el cese del fuego, la cual fue acatada por ambas fuerzas el 23 de agosto de 1965.

Posteriormente, el 10 de enero de 1966, las autoridades de India y Pakistán acordaron, en la Declaración de Tashkent, que antes del 25 de febrero de 1966, sus tropas se retirarían a las posiciones que ocupaban al inicio de las hostilidades.

Como consecuencia de este segundo conflicto, la India consolida la anexión de Cachemira como parte de su territorio, mantiene para sí los beneficios económicos que reporta el área y logra inhabilitar la acción de China en beneficio de Pakistán, mediante su acercamiento a la ex URSS. Por su parte Pakistán, si bien no obtuvo su objetivo de anexar los territorios de Jammu y Kashmir, logró unificar su población en torno a ese objetivo común y el gobierno salió fortalecido del conflicto, además, mantuvo su integridad territorial mejorando su posición internacional.

El tercer conflicto armado, entre ambos Estados, se llevó a cabo a fines del año 1971, comenzando como una lucha democrática del pueblo bengalí , por obtener su libertad política y económica. Fuertes enfrentamientos internos en este territorio provocaron la confluencia de millones de refugiados hacia el norte de la India, debiendo las Naciones Unidas desarrollar un programa de ayuda humanitaria en gran escala, dirigido a los refugiados en India como hacia los afectados por las luchas en el ahora Bangladesh.

Tras dos semanas de lucha, las hostilidades finalizan el 17 de diciembre de 1971 y en julio de 1972 las autoridades de ambos países firmaron el "Acuerdo Simla", definiendo una línea de control, la que con pequeñas modificaciones, seguía el mismo trazado de la línea de cese del fuego del Acuerdo de karachi.

En el Acuerdo de Simla se estableció la independencia de Bangladesh y que las futuras disputas entre India y Pakistán deberían ser solucionadas bilateralmente, lo cual motivó que a partir de esa fecha, India dejara de denunciar ante las NN.UU. las violaciones al cese del fuego, impidiendo además, el control de este acuerdo en el sector ocupado por sus fuerzas.

Como consecuencias de esta guerra, India aseguró su flanco oriental al limitar ahora con Bangladesh; repatrió a miles de refugiados bengalíes y demostró su poderío militar, estableciendo su superioridad en la zona.

Pakistán, en cambio, sufre importantes pérdidas territoriales, población y recursos económicos al formarse el Estado de Bangladesh; tuvo grandes pérdidas humanas y materiales al tratar de abrir un segundo frente en la región de Cachemira, sufriendo una humillante derrota con la rendición de sus fuerzas orientales.

LA SITUACIÓN RECIENTE

Después del tercer enfrentamiento y bajo el mandato de Zulfikar Alí Bhutto, un disminuido Pakistán comenzó a reactivar su vida nacional. Bhutto nacionalizó las industrias básicas, compañías de seguros, bancos de propiedad privada, escuelas y universidades. También destinó a defensa aproximadamente el 6% de producto nacional bruto y se inició, veladamente el apoyo a los nacientes y numerosos grupos de militantes que luchaban tanto por la anexión de la región de Jammu y Kashmir a Pakistán, como otros por su total independencia.

Durante los años '70 y '80 la situación en el área en disputa se mantuvo bajo control, pero llevándose a cabo innumerables violaciones al cese del fuego establecido por las NN.UU., algunas de ellas de bastante gravedad, pero que no derivaron en nuevos enfrentamientos, al tiempo que se intensificaba la acción subversiva para oponerse a la llamada "ilegítima ocupación india del Estado de Jammu y Kashmir".

A comienzos de enero de 1990, el ambiente comenzó a convulsionarse, producto de una nueva ola de fundamentalismo religioso. Durante enero y febrero del mismo año, derivado del hostigamiento musulmán, aproximadamente 17.000 familias hindúes abandonaron el valle, dirigiéndose hacia Jammu y otros estados de la India. A partir de ése momento, las acciones violentas se fueron intensificando, produciéndose alrededor de 1.050 muertos, cifras que en 1992 se incrementaron a 1.658, en 1993, a 3.379 y en 1994, a 4.000.

En este período se destaca la acción subversiva llevada a cabo por los movimientos denominados Frente de Liberación de Jammu y Kashmir (JKLF), el cual corresponde a un movimiento liberal que lucha por la independencia de Kashmir y que tiene un fuerte apoyo de la población local y de otros grupos menores de militantes (guerrilla). También destacan las acciones que lleva a cabo el movimiento "Jamiat Islami", el cual es partidario de la fusión de Kashmir a Pakistán y que a su vez es apoyado por importantes grupos de militantes, tales como: Hizbul Mujahideen, Jamiat-Ul-Mujahideen y Muslim Mujahideen.

Los años 1995 y 1996 fueron de una relativa menor intensidad, en cuanto al volumen y resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas regulares desplegadas a lo largo de la línea de control, como asimismo, en las materializadas por los grupos de militantes en las diferentes ciudades y pueblos de Cachemira. Esta tranquilidad aparente fue rota durante el tercer trimestre de 1997, coincidente con la época de verano y de los aniversarios de las independencias de India y Pakistán, en que se suceden algunos duelos de artillería entre fuerzas del Ejército de ambos países, en la parte central de la línea de control, recíprocas reclamaciones de violaciones al espacio aéreo e incremento de acciones violentas en las principales ciudades del valle de Cachemira.

Con la llegada al poder en India del Partido del Pueblo Hindú, el 19 de marzo de 1998, de tendencia derechista-nacionalista, liderado por el primer ministro Atal Behari Vajpayee y que encabeza una coalición de trece partidos, las relaciones entre ambos países parecen haberse radicalizado, lo que unido a una debilitada posición política del gobierno indio al cabo de dos meses de gestión, habrían sido las motivaciones para que las autoridades hindúes autorizaran la realización de 3 pruebas nucleares el día 11 y otras 2 el día 13 de mayo recién pasado, provocando indignación y rechazo mundial, especialmente en Pakistán y China y gran sorpresa en los servicios de inteligencia de las principales potencias del orbe.

Según el presidente de la comisión de inteligencia del Senado estadounidense, Richard Shelby, "es quizás el fracaso más importante de los últimos 10 años" . El Presidente Clinton declaró haber pedido al Director de la CIA, "un examen profundo del desempeño de los diferentes servicios de inteligencia".

Por su parte, Pakistán inició su carrera nuclear en 1972, después de poner fin a la tercera guerra con India, disponiendo, el entonces primer ministro, Zulfikar Ali Bhutto, se iniciara el desarrollo de un programa nuclear, ante la inminencia de los avances indios en esta materia.

Logró que Canadá lo abasteciera de un reactor y de los implementos necesarios para poner en marcha una planta nuclear en Karachi, siendo duramente criticado por gastar recursos en planes bélicos, mientras el país carecía de recursos indispensables. Como respuestas Bhutto declaró en su momento: "comeremos pasto, pero tendremos nuestra bomba atómica".

Bhutto fue derrocado en 1977 y posteriormente ejecutado en 1979, acusado del asesinato de un opositor. Gran parte de la ciudadanía pakistaní y especialmente los partidarios de Bhutto, están convencidos de que el ex gobernante fue muerto para detener el desarrollo del programa nuclear en que estaba empeñado.

Dicho propósito, de ser verdadero, se logró sólo parcialmente, ya que la invasión soviética de Afganistán introdujo un elemento nuevo en el equilibrio estratégico: Pakistán, vecino de los afganos, recibió un gran número de refugiados y se convirtió en un punto geopolíticamente importante para Estados Unidos, a la fecha, en plena guerra fría con la Unión Soviética.

En conocimiento de que China estaba realizando transferencia tecnológica a Pakistán para que éste construya armamento nuclear, Estados Unidos decide, inicialmente ayudar económicamente y militarmente después, a los pakistaníes, basado en la promesa de Pakistán a la ONU, en 1982, de que no construiría armas nucleares y en el Tratado de no Agresión, firmado con la India en 1985.

Benazir Bhutto, hija del ejecutado primer ministro, fue elegida jefa de gobierno en 1988 y como era de suponer, retomó el desarrollo del programa nuclear, al parecer nunca interrumpido, obteniendo ahora ayuda de Francia para continuar con dichos propósitos. Estados Unidos por su parte continuó apoyando a Pakistán hasta 1990, cuando Benazir Bhutto fue destituida, acusada de abuso de poder.

Temiendo siempre un nuevo enfrentamiento con la India, Pakistán siguió adelante con su programa de desarrollo nuclear el cual se ha visto plenamente justificado y ampliamente respaldado por todo el pueblo pakistaní, después de conocidos los cinco ensayos realizadas por India, los días 11 y 13 de mayo recién pasados.

En una breve declaración, el primer ministro indio señaló que "las pruebas se efectuaron con un dispositivo de fisión, un artefacto de poca potencia y uno termonuclear y no se propagó radioactividad hacia la atmósfera".

Los ensayos nucleares de la India suscitaron inmediatamente reacciones de críticas, toda vez que 149 países han adherido desde el 10 de septiembre de 1996, al Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT), adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, del que el subcontinente asiático no forma parte.

Estados Unidos fue el primer país en imponer sanciones económicas unilaterales a la India, a raíz de sus ensayos nucleares. Estas medidas son obligatorias bajo la Ley Contra la Proliferación de Armas Atómicas de 1994 y con seguridad le costarán a la India varios miles de millones de dólares en ayuda, créditos y garantías de préstamos.

Al día siguiente de realizados los ensayos indios, el Ministro de Relaciones Exteriores Pakistaní, señalaba que "daremos una respuesta equivalente a los ensayos nucleares indios" , en lo que se entendió como una clara declaración de que Pakistán haría evidente su capacidad nuclear alcanzada a la fecha. Ésta tardó sólo dos semanas en hacerse efectiva, ya que con fecha 28 de mayo de 1998, Pakistán efectuó 5 ensayos nucleares y un sexto el día 30 del mismo mes, realizándose las detonaciones en forma subterránea en la zona de Chagai, perteneciente a la desértica provincia de Baluchistán, cerca de la frontera con Irán. El primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif calificó el hecho como una "exitosa hazaña", la cual se llevó a cabo a pesar de los intentos de los gobernantes de Estados Unidos y Rusia para detenerlas, evitando una escalada en la incipiente y peligrosa carrera armamentista nuclear en el subcontinente indio.

China, país con el cual India libró una guerra en 1962 y que forma parte del "Club Nuclear" del Consejo de Seguridad de la ONU, podría verse arrastrada en esta crisis originando un escenario estratégico similar al de la guerra fría, ya que se le acusa de proveer tecnología para que Pakistán desarrolle mísiles de alcance medio, portadores de ojivas nucleares.

Como abonando estas aprehensiones, fuentes de inteligencia de Estados Unidos hicieron trascender a los medios de comunicación, que el misil balístico, paquistaní "Ghauri", es demasiado sofisticado como para ser de tecnología norcoreana, como sostiene Islamabad, indicando que "tiene mucho olor a chino".

El Ghauri está bautizado con el nombre de un guerrillero musulmán que, en el siglo XII, derrotó al rey indio Prithvi. Tiene un alcance de aproximadamente 1.500 kms. y según una declaración del primer ministro pakistaní, el pasado 29 de mayo, fue montada una cabeza nuclear sobre uno de estos mísiles.

El nuevo misil balístico pakistaní es el Shaheen I, capaz de llevar armas nucleares y de un alcance de 700 kms., en tanto que el Shaheen II, de 2.000 kms. de alcance y capaz de llevar una ojiva nuclear, estará listo para efectuar un vuelo de prueba en un año.

India, por su parte, posee los mísiles Prithvi, de 250 kms. de alcance, un peso total de 4 toneladas y capacidad para una ojiva nuclear y el Agni, con un alcance de 1.800 kms., 14 toneladas de peso y capacidad para una ojiva nuclear.

Se estima que "si la India ataca a Pakistán, China se sentiría amenazada y por lo tanto, podría hacer uso de su capacidad de represalia" . Lo anterior ocasionaría una reacción especialmente en Estados Unidos y otras potencias, generando una rivalidad y competencia militar propias de la guerra fría, aunque esta vez con China y Estados Unidos como polos.

De hecho, "el punto central de la agenda para la cumbre chino-estadounidense de junio, en China, ha cambiado para dar énfasis a la cada vez más peligrosa carrera armamentista nuclear entre India y Pakistán".

Al cuadro señalado anteriormente, se suma Rusia, país que tradicionalmente ha sido rival de China en el área y que está interesada en traspasar su tecnología nuclear a la India por razones económicas, por tanto, es una razón más para inquietar al gobierno de Beijing.

China, tras la caída de la URSS. y con el consiguiente olvido por parte de los EE.UU. de su histórico aliado, Pakistán, se consolidó como el Estado más poderoso de Asia. Este mega-estado, de 1.200 millones de habitantes, se sitúa inmediatamente detrás de los norteamericanos en poderío económico y militar. Los chinos tienen entre sus enormes reservas monetarias más de 100 mil millones de dólares y son los mayores tenedores de bonos del tesoro norteamericano, después de la Unión Europea.

Sin embargo, con el efervescente ambiente nacionalista surgido en la India, especialmente después de los ensayos nucleares, ya se han empezado a escuchar declaraciones en las que señalan que la India "está llamada a un destino grande".

La crisis de los mísiles reflota, deliberadamente, el sueño de grandeza que acarician los nacionalistas e intelectuales hindúes desde el momento mismo de la independencia, en 1947. Tal como lo hicieran antes Gandhi y Nehru, el actual primer ministro Vajpayee dice: "La India debe ser la potencia hegemónica de Asia. Estamos llamados a grandes destinos".

Quizá fue por eso que los indios nunca terminaron de aceptar que los países centrales hayan asignado a Japón el escaño que sentían como propio en el Consejo de Seguridad de las NN.UU., considerando que con su tamaño, población y poderío, tenían un lugar estratégico en el Asia de la posguerra fría.

En este mismo orden de ideas, las autoridades de ambos países han desafiado a las potencias nucleares a que acepten que otras naciones también posean ese tipo de armamentos, ya que India y Pakistán son ahora potencias nucleares declaradas, por tanto las críticas internacionales y las sanciones económicas no cambiarán esta situación.

CONCLUSIONES

1. Los ensayos nucleares efectuados en el transcurso del mes de mayo por India y Pakistán, corresponden a una nueva dimensión del ya histórico conflicto que libran ambas naciones por la posesión de la región de Jammu y Kashmir.

2. El reto o desafío de India, que desató esta escalada armamentista nuclear, tiene sus orígenes en un exacerbado nacionalismo, producto de la llegada al poder del Partido del Pueblo Hindú, lo que sumado a problemas de liderazgo y debilitamiento en el poder del gobierno, habrían llevado a decidir al primer ministro indio Vajpayee, autorizar los ensayos nucleares como una forma de consolidarse políticamente en el gobierno como su hombre fuerte, uniendo en torno a su figura a los partidos de su coalición y a todo su pueblo en contra de Pakistán.

3. En el conflicto se ha evidenciado la participación de terceras potencias regionales, especialmente de China, a través de un decidido apoyo a Pakistán y de Rusia en favor de India, pero en un grado de intensidad menor; al tiempo que Estados Unidos ha tratado de jugar como árbitro en un intento de frenar en forma bilateral la escalada nuclear en la región, y por otra parte, en su afán de contrarrestar el creciente protagonismo alcanzado por China.

4. Así, mientras los paquistaníes respaldan sus amenazas en el apoyo chino, estos últimos incitan a unos contra otros en un escenario donde los Estados Unidos dejaron de ser el eje de la balanza.

5. Un elemento adicional de tensión en el área y al mismo tiempo impredecible, es el papel que desempeña Irán, ya que no sólo es país limítrofe de Pakistán, sino uno que importa tecnología nuclear desde Rusia.

6. Irán, a su vez, podría envolver a Irak en las redes de la proliferación nuclear, siempre y cuando el gobierno de Bagdag logre deshacerse de la vigilancia que ejerce la comisión especial de la ONU, lo cual se estima improbable por ahora, pero no descartable a futuro, con lo cual se puede afirmar que esta populosa región asiática ha comenzado un período de inestabilidad de alcances impredecibles.

7. El concepto del equilibrio por el terror, que caracterizó las relaciones globales durante la guerra fría, parece estar actualizándose en una versión tercer-mundista entre India y Pakistán, pero con una diferencia sustancial y altamente peligrosa, en el sentido de que ninguno de los dos países posee estados-satélites periféricos en donde poder enfrentarse indirectamente, como lo hacían Rusia y EE.UU., presentándose en este caso la posibilidad cierta de un enfrentamiento nuclear directo, toda vez que está latente el histórico foco de alta tensión que representa para ambos la posesión de la región de Cachemira.

8. En el contexto de la lógica de "armarse para la paz", es posible que una vez restituido el balance estratégico entre India y Pakistán, los dos países se sienten a la mesa de negociaciones para abordar en serio las cuestiones limítrofes que los distancian. Por su parte, las potencias occidentales mayormente involucradas (5 grandes), seguramente privilegiarán una "estrategia de apoyo", para a través de ella alcanzar los objetivos deseados, como son: La disminución de la tensión, el repliegue de tropas, conversaciones a través de mediación, inicio de conversaciones bilaterales y lo más importante, lograr asegurar a la brevedad que ambos países tienen un sistema de control del tremendo poder que manejan en sus manos.

9. Si bien las principales potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, al igual que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la comunidad mundial en general, han rechazado, protestado y sancionado la conducta de ambos países, no está claro que puedan hacer algo para detener el escalamiento del peligro en que India y Pakistán han puesto a la seguridad mundial.

10. Los servicios de inteligencia de las principales potencias y particularmente de Estados Unidos, sufrieron un serio revés al no ser capaces de detectar, con antelación, la ejecución de los ensayos nucleares indios.

11. La irracionalidad de los nacionalismos armamentistas ha quedado una vez más demostrada, al cargarse los costos de la nuclearización de India y Pakistán sobre las espaldas de una población con elevadas tasas de pobreza y marginalidad, lo que unido a las sanciones económicas impuestas por las potencias occidentales hacen presagiar difíciles días para sus desposeidos habitantes.

LA PRIMERA GUERRA INDO-PAKISTANÍ


La primera guerra tuvo lugar en el estado de Jammu y Cachemira , que había sido una monarquía con una autonomía considerable de la India británica. Los términos de la retirada británica exigían que estos estados principescos se unieran a la India o a Pakistán, siguiendo determinadas directrices. La primera de ellas era que los estados con mayoría de población musulmana pasarían a formar parte de Pakistán, y los estados con mayoría de población hindú, de la India. La segunda era que los estados pasarían a formar parte del país con el que compartieran una frontera. Cachemira tenía mayoría de población musulmana y compartía frontera con India y Pakistán. Al principio, el soberano de Cachemira se negó a formar parte de ninguno de los dos estados. Como el maharajá vaciló, estalló una rebelión en la parte occidental de Cachemira. Esperando poder sacar provecho de esta rebelión para obligar al príncipe a formar parte de Pakistán, los líderes paquistaníes enviaron tropas regulares disfrazadas de miembros de las tribus locales. Para obtener ayuda de la India con que reprimir la rebelión y echar a los invasores, el maharaja aceptó las condiciones de la India: pasó a formar parte de esta nación mediante la firma del Documento de Adhesión el 26 de octubre de 1947, y Sheikh Muhammad Abdullah, líder de la mayor organización secular y popular del estado, dio su aprobación a la adhesión. Poco después de la adhesión de Cachemira, tropas indias llegaron a Srînagar y detuvieron el avance de las fuerzas invasoras. Los combates continuaron hasta principios de 1948. La mediación de Naciones Unidas puso fin a la guerra el 1 de enero de 1949. A 1.500 se aproxima la cifra de muertes en combate.

SEGUNDA GUERRA INDO-PAKISTANI.

La segunda Guerra Indo-paquistaní tuvo lugar también en Cachemira. Comenzó el 14 de agosto de 1965. En enero de 1965, fuerzas militares paquistaníes habían cruzado varias veces la frontera de forma ilegal por el Rann de Kutch en el estado indio de Gujarat. Como la región no tenía especial importancia estratégica, la respuesta militar india no fue enérgica. Los líderes militares paquistaníes dedujeron de esta respuesta, aparentemente débil, que era posible arrebatar Cachemira a la India por la fuerza.

En el valle de Cachemira se habían desatado grandes disturbios por el robo de una reliquia sagrada, el Moe-e-Moqdas, de la mezquita de Hazaratbal, en Srînagar, la capital de invierno de Cachemira, en diciembre de 1963. Las protestas contra el dominio indio habían reforzado la creencia paquistaní de que los habitantes de Cachemira apoyarían su invasión. Como en 1947, el ejército paquistaní comenzó a infiltrar fuerzas guerrilleras, disfrazadas de miembros de las tribus locales, en el valle de Cachemira en junio de 1965. Estos infiltrados debían ponerse en contacto con habitantes de Cachemira que se opusieran al dominio indio y provocar una rebelión dentro del estado. Después, el ejército paquistaní invadiría el valle de Cachemira y lo tomaría en una breve y rápida operación.


Sin embargo, para sorpresa de los paquistaníes, los habitantes de Cachemira entregaron los infiltrados a las autoridades indias. A pesar de ello, los líderes paquistaníes siguieron con las labores de infiltración durante el verano de 1965. Cuando las autoridades indias se dispusieron a sellar la frontera en el mes de agosto, se produjeron varias escaramuzas a lo largo de la línea de alto el fuego, la frontera de facto establecida después de la guerra de 1947-1948 en Cachemira. El 1 de septiembre de 1965, el ejército paquistaní emprendió un gran ataque contra Cachemira; el 5 de septiembre, penetró más de 20 kilómetros en territorio indio. Para mitigar la presión sobre el frente de Cachemira, las fuerzas indias contraatacaron en el Punjab, cerca de la ciudad paquistaní de Lahore, y cruzaron la frontera internacional. A mediados de septiembre de 1965, la guerra había llegado a un punto muerto. El 20 de septiembre, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigió un alto el fuego, y ambas partes accedieron al mismo antes del 22 de septiembre.

Esta segunda guerra fue más costosa en términos de personal y material que el conflicto de 1947-1948. India sufrió unas tres mil bajas y Pakistán unas 3.800. Tras la imposición del alto el fuego, el primer ministro indio mantuvo un encuentro con el presidente paquistaní en la ciudad de Tashkent (Asia Central) el 4 de enero de 1966, para negociar un acuerdo. Aunque ambas partes realizaron importantes concesiones territoriales para dejar las fronteras como estaban antes de comenzar la segunda guerra, las causas fundamentales del conflicto en Cachemira jamás fueron resueltas. El enfrentamiento continúa en la actualidad.

 TERCERA GUERRA INDO-PAKISTSNI.

 La tercera guerra entre la India y Pakistán se inició tras una guerra civil en Pakistán, que comenzó cuando la provincia bengalí de Pakistán oriental (hoy Bangladesh) exigió autonomía regional. En diciembre de 1970, se celebraron en Pakistán elecciones nacionales. En Pakistán Oriental, un partido político local, la Liga Awami, encabezada por el jeque Mujibur Rahman, logró una aplastante mayoría de escaños parlamentarios. En la parte occidental de Pakistán, el partido Popular de Pakistán de Zulfikar Alí Bhutto logró la mayoría de los escaños parlamentarios. Las negociaciones sobre el reparto de poder entre las dos facciones de Pakistán finalizaron antes del mes de febrero de 1971, después de que ambas partes adoptaran una postura inflexible. El creciente desorden político en Pakistán Oriental provocó cada vez mayores exigencias de autonomía regional.


El 26 de marzo, el ejército paquistaní adoptó medidas enérgicas contra Dacca (Dhaka), capital de Pakistán Oriental. Aunque la estimación de las bajas varía, se piensa que más de cien mil estudiantes, intelectuales y profesionales bengalíes fueron sistemáticamente asesinados en los primeros días de estas represalias militares. Un número de refugiados sin precedentes comenzó a llegar desde Pakistán Oriental al vecino estado indio de Bengala occidental. Hacia mediados de mayo de 1971, la población de refugiados ascendía a unos 9,8 millones.

Enfrentada a la extraordinaria carga de los refugiados, la India llevó a cabo varios intentos diplomáticos para lograr el regreso de los refugiados a Pakistán Oriental. Todos estos intentos fracasaron. Un grupo de políticos indios llegó a la conclusión de que resultaría más barato emprender una nueva guerra con Pakistán que añadir casi diez millones de refugiados a la numerosa población de la India. En consecuencia, la primera ministra Indira Gandhi creó una estrategia diseñada para cumplir dos objetivos: el regreso de los refugiados y la creación de un nuevo estado en Pakistán Oriental.

Como parte de esta estrategia, con el fin de evitar que la República Popular China acudiera en ayuda de Pakistán, la India firmó un tratado de "paz, amistad y cooperación" con la Unión Soviética en agosto de 1971. Este tratado obligaba a cada parte a ayudar a la otra en caso de evidente amenaza a la seguridad nacional.


Cuando en el Pakistán oriental aumentó la resistencia nativa a las medidas represivas del ejército paquistaní, los indios comenzaron a ayudar al movimiento de resistencia, conocido por el nombre de Muktihi Bahini ("fuerza de liberación"), proporcionando refugios, adiestramiento y armamento. En noviembre de 1971, el Muktihi Bahini ya estaba atacando las instalaciones militares de Pakistán Oriental desde bases situadas en la frontera india. Incapaz de detener estos ataques, Pakistán declaró la guerra a la India en la frontera occidental el 3 de diciembre de 1971.

El ejército indio entró rápidamente en Pakistán Oriental, y antes del 16 de diciembre de 1971 había derrotado a las fuerzas paquistaníes. El 17 de diciembre, la India y Pakistán declararon el alto el fuego. Esta guerra resultó ser la más costosa, en cuanto a pérdidas de personal y material, de los tres conflictos indo-paquistaníes. Pakistán perdió unos nueve mil hombres y la India unos 2.500.

La derrota de Pakistán en la guerra de 1971 llevó a la creación de Bangladesh. La India fue el primer país que reconoció a Bangladesh como estado independiente.




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Enviado por:Moni
Idioma: castellano
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