Salud


Coordinación nerviosa y hormonal


Coordinación nerviosa

Funciones de la neurona

Las neuronas son las células básicas del sistema nervioso, ya que son las responsables de recibir y transmitir impulsos nerviosos y de formar fibras largas. Están formadas por un cuerpo celular o soma que contiene un núcleo con uno o más axones, y dentritas que se extienden desde el cuerpo. Las dentritas están muy ramificadas y reciben los impulsos nerviosos, mientras que los axones son alargados y transportan los impulsos desde el cuerpo celular. Un grupo de neuronas presenta un color gris, aunque algunas células nerviosas están cubiertas de una vaina de mielina blanca. Por ello, el encéfalo y la medula espinal presentan un color gris y blanco. Las neuronas envían sus impulsos gracias a conexiones nerviosas (sinapsis) y empleando un neurotransmisor químico, como la acetilcolina. Pueden ser unipolares, bipolares y multipolares, según la dirección en que se envían los impulsos (características que dependen de la estructura de la neurona). El sistema nervioso del cuerpo humano esta formado por billones de neuronas y son tan eficientes que un impulso nervioso (por ejemplo, de dolor) puede ser transmitido desde la mano hasta el encéfalo y de nuevo hasta la mano en una fracción de segundo para permitir un movimiento reflejo.

Axones.

Los axones son la parte larga de las neuronas que transportan impulsos nerviosos desde el cuerpo de la neurona hasta la sinapsis. Los axones se diferencian de las dentritas en que estas últimas transportan los impulsos nerviosos hasta el cuerpo de la neurona. Las terminaciones de los axones permiten el paso de los impulsos nerviosos a través de una conexión sináptica y a otra neurona, lo que permite transmitir de forma continua un impulso, o a una unión de nervio y músculo, lo que produce una contracción del tejido muscular. Existen otros tipos de terminaciones nerviosas periféricas, como las terminaciones vasculares, auriculares y cutáneas.

Neurona Bipolar.

Las neuronas pueden ser unipolares, bipolares y multipolares según la dirección en que se transportan los impulsos (ya que depende de la estructura de la neurona). Las neuronas multipolares suelen tener varias dentritas que reciben impulsos y solo un axón que transporta las señales a otra zona. Las neuronas bipolares tienen una dentrita y un axón, por lo que los impulsos nerviosos se reciben y transmiten en una sola dirección, de un polo de la neurona hasta otro.

Neurona multipolar.

Las neuronas pueden ser unipolares, bipolares y multipolares según la dirección en que se transportan los impulsos (ya que depende de la estructura de la neurona). Las neuronas multipolares suelen tener varias dentritas que reciben impulsos y solo un axón que transporta las señales a otra zona. Las neuronas bipolares tienen una dentrita y un axón, por lo que los impulsos nerviosos se reciben y transmiten en una sola dirección, de un polo de la neurona hasta otro.

Neurona unipolar.

Las neuronas pueden ser unipolares, bipolares y multipolares según la dirección en que se transportan los impulsos (ya que depende de la estructura de la neurona). Las neuronas multipolares suelen tener varias dentritas que reciben impulsos y sólo un axón que transporta las señales a otra zona. Las neuronas bipolares tienen una dentrita y un axón, por lo que los impulsos nerviosos se reciben y transmiten en una sola dirección, de un polo de la neurona hasta otro.

Funciones del Sistema Nervioso.

El sistema nervioso del cuerpo humano se encarga de enviar, recibir y procesar los impulsos nerviosos. El funcionamiento de todos los músculos y órganos del cuerpo depende de estos impulsos. Tres sistemas trabajan conjuntamente para llevar a cabo la misión del sistema nervioso: el central, el periférico y el autónomo. El sistema nervioso central es el encargado de emitir impulsos nerviosos y analizar los datos sensoriales, e incluye el encéfalo y la medula espinal. El sistema nervioso periférico tiene la misión de transportar los impulsos nerviosos a y desde las numerosas estructuras del cuerpo, e incluye numerosos nervios craneoespinales que se bifurcan desde el encéfalo y desde la medula espinal. El sistema nervioso autónomo esta formado por los sistemas simpático y parasimpático, y se encarga de regular y coordinar las funciones de las partes vitales del cuerpo.

De todos estos elementos, el encéfalo es el más importante del sistema nervioso. El encéfalo esta situado en la cavidad del cráneo. Sin su membrana protectora más externa, la duramadre, el encéfalo pesa aproximadamente 1,4 kilogramos, representando el 97% de todo el sistema nervioso central. El encéfalo esta conectado al extremo superior de la médula espinal (que esta comunicado con el cráneo a través del agujero mayor o foramen magnum) y es el responsable de emitir impulsos nerviosos, procesar los datos de estos impulsos y de parte de los procesos mentales de orden superior. El encéfalo se puede dividir en tres partes: cerebro, cerebelo y tronco cerebral, que se une a la medula espinal. El tronco cerebral también se puede dividir en medula oblongata o bulbo raquídeo, mesencéfalo y protuberancia.

Plexo Braquial.

El término "plexo" hace referencia a una gran red de nervios y vasos sanguíneos. El sistema nervioso presenta varias de estas redes, en las que se juntan las fibras nerviosas autónomas y voluntarias. Estas redes incluyen el plexo braquial (hombro), el plexo cervical (cuello), el plexo coccígeo (cóccix) y el plexo sacro o lumbosacro (parte inferior de la espalda).

Cerebelo

El cerebelo es la segunda divisi¾n más pequeña del encéfalo y se encuentra debajo del cerebro y en la parte posterior del encéfalo. El cerebelo tiene una parte central, denominada vermis, y dos partes laterales, o hemisferios. El cerebelo se encarga de coordinar y modificar la actividad resultante de impulsos y ¾rdenes enviados desde el cerebro. Recibe informaci¾n de terminaciones nerviosas que se distribuyen por todo el cuerpo, como el centro de equilibrio en el oído interno, y ajusta estas acciones enviando las señales reguladoras a las neuronas motrices del encéfalo y de la médula espinal. Si el cerebelo resulta dañado, el individuo perderá facultades para coordinar con precisi¾n los músculos y otras acciones adicionales de los procesos motrices (ataxia).

Cerebro.

El cerebro es la parte más voluminosa del encéfalo. Esta formado por una gran masa de fibras nerviosas blancas y grises en su parte superior. Es el responsable de parte de los procesos mentales de orden superior (memoria, juicio, razonamiento), de procesar los datos sensoriales y de procesos motrices iniciales, como la flexión voluntaria de músculos. El cerebro tiene dos partes laterales o hemisferios, que presentan un gran número de repliegues y surcos conectados en la parte central de la médula. El cerebro se divide en cuatro secciones, o lóbulos, cuyos nombres dependen del hueso craneal que tienen más cerca: el lóbulo frontal, el occipital, el parietal y el temporal. El líquido cefalorraquìdeo protege el cerebro y se envía a estos lóbulos gracias a los ventrículos laterales que envían ramas, o cuernos, a los lóbulos occipital, frontal y temporal. Las funciones de cada lóbulo están coordinadas por fibras conectivas. La más larga y densa de estas fibras forma el cuerpo calloso, que une los dos hemisferios y llega hasta la superficie (corteza cerebral) mediante ramificaciones. Las otras dos fibras conectivas se denominan comisura anterior, que contiene fibras olfativas y otras conexiones temporales, y comisura del hipocampo, que se encuentra transversalmente debajo de la parte posterior del cuerpo calloso y que esta especialmente relacionado con los centros olfativos del encéfalo. El encéfalo humano, que contiene alrededor de un billón de neuronas, es el mecanismo más complejo que se conoce y sus numerosas funciones siguen admirando y centrando muchas investigaciones.

Tipos de sistemas nerviosos

Sistemas simples

Aunque todos los animales pluricelulares tienen alguna clase de sistema nervioso, la complejidad de su organización varía de forma considerable entre los diferentes tipos de organismos. En los animales simples, como los celentéreos, las células nerviosas forman una red capaz de mediar respuestas estereotipadas. En los animales más complejos, como crustáceos, insectos y arañas, el sistema nervioso es más complicado. Los cuerpos celulares de las neuronas están organizados en grupos llamados ganglios, que se interconectan entre sí formando las cadenas ganglionares. Estas cadenas están presentes en todos los vertebrados, en los que representan una parte especial del sistema nervioso relacionada en especial con la regulación de la actividad del corazón, las glándulas y los músculos involuntarios.

Sistemas de los vertebrados

Los animales vertebrados tienen una columna vertebral y un cráneo en los que se aloja el sistema nervioso central, mientras que el sistema nervioso periférico se extiende a través del resto del cuerpo. La parte del sistema nervioso localizada en el cráneo es el cerebro y la que se encuentra en la columna vertebral es la médula espinal. El cerebro y la médula espinal se comunican por una abertura situada en la base del cráneo y están también en contacto con las demás zonas del organismo a través de los nervios. La distinción entre sistema nervioso central y periférico se basa en la diferente localización de las dos partes, íntimamente relacionadas, que constituyen el primero. Algunas de las vías de los cuerpos neuronales conducen señales sensitivas y otras vías conducen respuestas musculares o reflejos, como los causados por el dolor.

En la piel se encuentran unas células especializadas, llamadas receptores, de diversos tipos, sensibles a diferentes estímulos; captan la información (como por ejemplo, la temperatura, la presencia de un compuesto químico, la presión sobre una zona del cuerpo), y la transforman en una señal eléctrica que utiliza el sistema nervioso. Las terminaciones nerviosas libres también pueden recibir estímulos: son sensibles al dolor y son directamente activadas por éste. Estas neuronas sensitivas, cuando son activadas mandan los impulsos hacia el sistema nervioso central y transmiten la información a otras neuronas, llamadas neuronas motoras, cuyos axones se extienden de nuevo hacia la periferia. Por medio de estas últimas células, los impulsos se dirigen a las terminaciones motoras de los músculos, los excitan y originan su contracción y el movimiento adecuado. Así, el impulso nervioso sigue una trayectoria que empieza y acaba en la parte periférica del cuerpo. Muchas de las acciones del sistema nervioso se pueden explicar basándonos en estas cadenas de células nerviosas interconectadas que, al ser estimuladas en un extremo, son capaces de ocasionar un movimiento o secreción glandular en el otro.

Sistema nervioso vegetativo

Existen grupos de fibras motoras que llevan los impulsos nerviosos a los órganos que se encuentran en las cavidades del cuerpo, como el estómago y los intestinos (vísceras). Estas fibras constituyen el sistema nervioso vegetativo que se divide en dos secciones con una función más o menos antagónica y con unos puntos de origen diferentes en el sistema nervioso central. Las fibras del sistema nervioso vegetativo simpático se originan en la región media de la médula espinal, unen la cadena ganglionar simpática y penetran en los nervios espinales, desde donde se distribuyen de forma amplia por todo el cuerpo. Las fibras del sistema nervioso vegetativo parasimpático se originan por encima y por debajo de las simpáticas, es decir, en el cerebro y en la parte inferior de la médula espinal. Estas dos secciones controlan las funciones de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo y urogenital.

Sistema nervioso vegetativo o Sistema nervioso autónomo.

En anatomía vertebrada, una de las principales divisiones del sistema nervioso. Envía impulsos al corazón, músculos estriados, musculatura lisa y glándulas. El sistema vegetativo controla la acción de las glándulas; las funciones de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, y urogenital y los músculos involuntarios de dichos sistemas y de la piel. Controlado por los centros nerviosos en la parte inferior del cerebro tiene también un efecto recíproco sobre las secreciones internas; está controlado en cierto grado por las hormonas y a su vez ejerce cierto control en la producción hormonal.

El sistema nervioso vegetativo se compone de dos divisiones antagónicas. El simpático (o toracolumbar) estimula el corazón, dilata los bronquios, contrae las arterias, e inhibe el aparato digestivo, preparando el organismo para la actividad física. El parasimpático (o craneosacro) tiene los efectos opuestos y prepara el organismo para la alimentación, la digestión y el reposo. El simpático consiste en una cadena de ganglios (grupo de neuronas) interconectados a cada lado de la columna vertebral, que envía fibras nerviosas a varios ganglios más grandes, como el ganglio celíaco. Estos, a su vez, dan origen a nervios que se dirigen a los órganos internos. Los ganglios de las cadenas simpáticas conectan con el sistema nervioso central a través de finas ramificaciones que unen cada ganglio con la médula espinal. Las fibras del parasimpático salen del cerebro y, junto con los pares craneales, en especial los nervios espinal y vago, pasan a los ganglios y plexos (red de nervios) situados dentro de varios órganos. La parte inferior del cuerpo está inervada por fibras que surgen del segmento inferior (sacro) de la médula espinal y pasan al ganglio pélvico, del cual parten los nervios hacia el recto, la vejiga y los órganos genitales.

Coordinación Hormonal

Concepto de hormona.

Sustancia que poseen los animales y los vegetales que regula procesos corporales tales como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y el funcionamiento de distintos órganos. En los animales, las hormonas son segregadas por glándulas endocrinas, carentes de conductos, directamente al torrente sanguíneo. Se mantiene un estado de equilibrio dinámico entre las diferentes hormonas que producen sus efectos encontrándose a concentraciones muy pequeñas. Su distribución por el torrente sanguíneo da lugar a una respuesta que, aunque es más lenta que la de una reacción nerviosa, suele mantenerse durante un periodo más prolongado.

Mecanismos hormonales

Cuando las hormonas llegan al torrente sanguíneo, se unen a proteínas plasmáticas o transportadoras específicas, que las protegen de una degeneración prematura y evitan que sean absorbidas de inmediato por los tejidos a los cuales afectan, los tejidos diana o blanco. En general, los tejidos diana poseen receptores o células que atrapan de forma selectiva y concentran a sus moléculas hormonales respectivas, hasta que las hormonas reaccionan con los tejidos diana.

Se cree que las hormonas afectan a los tejidos diana de tres formas básicas. Primera: regulan la permeabilidad de la membrana celular externa y de las membranas intracelulares. Se cree que la insulina relaja las membranas de las células del músculo esquelético, permitiéndoles transportar glucosa con rapidez. Segunda: las hormonas modifican las enzimas intracelulares. Por ejemplo, la adrenalina, que procede de la médula adrenal, permite que se produzca la hidrólisis del glucógeno en azúcares de seis átomos de carbono en las células del hígado y del músculo, mediante la activación de una enzima unida a la membrana de la célula y recibe el nombre de adenilato-ciclasa. Este proceso está mediado por molerculas que reciben el nombre de segundos mensajeros; no son hormonas y se encuentran dentro de las células diana. Cuando los receptores celulares se unen a las hormonas del torrente circulatorio, se altera el nivel de actividad de los segundos mensajeros, los cuales estimulan o inhiben al tejido diana.

El tercer modo en que las hormonas afectan a los tejidos diana consiste en cambiar la actividad de los genes de las células diana. Se ha demostrado que las hormonas causan plegamiento o desenrrollamiento; en determinados cromosomas, de un modo directo al entrar en las células diana, o, con mayor probabilidad, actuando de forma indirecta a través de segundos mensajeros; esto indica que los genes están implicados de una forma activa en la síntesis de moléculas de ácido ribonucleico mensajero o ARNm . Las moléculas de ARNm son traducidas a proteínas específicas necesarias para procesos controlados por hormonas y son tan diversos como la muda en los insectos, o el mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios en los vertebrados.

Tipos de glándulas.

Cualquier estructura de los animales, las plantas o los insectos, que produce secreciones o excreciones químicas. Las glándulas se clasifican por su forma en tubulares o saculares (o con forma de saco), y por su estructura en simples o compuestas. Las glándulas sebáceas y las sudoríparas son glándulas tubulares simples saculares y tubulares, respectivamente. El riñón es una glándula tubular compuesta, y las glándulas lacrimales son saculares compuestas. Las denominadas glándulas linfáticas reciben este nombre de forma errónea, ya que en realidad son nódulos. Las 'glándulas inflamadas' son realmente ganglios linfáticos infectados.

Existen dos tipos principales de glándulas: (1) de secreción interna o endocrinas y (2) de secreción externa o exocrinas. Algunas, como el páncreas, producen secreciones internas y externas. Debido a que las glándulas endocrinas producen y liberan hormonas directamente a la circulación sanguínea sin pasar a través de un conducto se denominan glándulas sin conducto.

En los animales, los insectos y las plantas, las glándulas exocrinas secretan sustancias químicas de funciones muy variadas. En las plantas, producen agua, líquidos viscosos de protección y néctares. Otros ejemplos de secreciones exocrinas son los materiales para los huevos de las aves, las conchas de los mejillones, los capullos de las orugas y los gusanos de seda, las telas de araña y la cera de los panales.

Concepto de Glándula.

Cualquier estructura de los animales, las plantas o los insectos, que produce secreciones o excreciones químicas. Las glándulas se clasifican por su forma en tubulares o saculares (o con forma de saco), y por su estructura en simples o compuestas. Las glándulas sebáceas y las sudoríparas son glándulas tubulares simples saculares y tubulares, respectivamente. El riñón es una glándula tubular compuesta, y las glándulas lacrimales son saculares compuestas. Las denominadas glándulas linfáticas reciben este nombre de forma errónea, ya que en realidad son nódulos. Las 'glándulas inflamadas' son realmente ganglios linfáticos infectados.

Existen dos tipos principales de glándulas: (1) de secreción interna o endocrinas y (2) de secreción externa o exocrinas. Algunas, como el páncreas, producen secreciones internas y externas. Debido a que las glándulas endocrinas producen y liberan hormonas directamente a la circulación sanguínea sin pasar a través de un conducto se denominan glándulas sin conducto.

En los animales, los insectos y las plantas, las glándulas exocrinas secretan sustancias químicas de funciones muy variadas. En las plantas, producen agua, líquidos viscosos de protección y néctares. Otros ejemplos de secreciones exocrinas son los materiales para los huevos de las aves, las conchas de los mejillones, los capullos de las orugas y los gusanos de seda, las telas de araña y la cera de los panales.

Glándula pineal.

Pequeña proyección cónica de la parte superior del cerebro medio de la mayoría de los vertebrados, que aparece en el embrión como una excrecencia del cerebro. La glándula pineal no existe en los cocodrilos ni en los mamíferos del orden Edentata (osos hormigueros, perezosos, armadillos), y consta sólo de algunas células en las ballenas y los elefantes. En los seres humanos, esta estructura se desarrolla hasta el séptimo año de vida, momento en que es algo mayor que un garbanzo; después, a lo largo de la vida, se depositan en la glándula pineal partículas minerales pequeñas, sobre todo calcio. A veces, los depósitos minerales pueden ser observados en radiografías del cerebro.

Esta glándula recibe su nombre del fisiólogo francés Philippe Pinel, que fue el primero en describirla en un cerebro humano. Se está comenzando a conocer poco a poco cuáles son las funciones de esta glándula. Tiene propiedades tanto neuronales como endocrinas, y en los vertebrados menos evolucionados, como la lamprea, este órgano está colocado sobre un pedúnculo cercano a una abertura del cráneo, y funciona como un órgano fotorreceptor. En vertebrados superiores, como los reptiles e incluso algunas especies de aves, aún se observan estructuras fotorreceptoras unidas a la glándula pineal. En los mamíferos, la glándula pineal no es fotosensible, pero sigue habiendo una conexión neuronal entre los ojos y la glándula. De este modo, las funciones de la glándula pineal en un animal se relacionan con los niveles de luz circundante.

El aislamiento de la hormona melatonina en 1958, condujo a un conocimiento más completo de la glándula pineal. Estudios realizados en animales demuestran que esta glándula sintetiza y segrega melatonina casi sólo por la noche, e interrumpe esta función durante el día. A su vez, la melatonina puede influir en las funciones de otros órganos endocrinos, tales como el tiroides, las glándulas adrenales, y las gónadas. Otros experimentos demuestran que los cambios producidos en el nivel de melatonina de los animales que se reproducen estacionalmente, pueden afectar a su ciclo reproductor, y que la disminución de la melatonina provocada por la iluminación artificial puede prolongar la actividad procreadora. Sólo se está comenzando a conocer el papel de la glándula pineal y de la melatonina en el control de estos biorritmos, pero se mantiene la hipótesis de que incluso los animales que no se reproducen estacionalmente, como los seres humanos, son afectados por sus funciones diarias.

Glándula suprarrenal.

Organo vital situado encima del extremo superior de cada riñón en los seres humanos. Las dos partes de la glándula —la porción interna o médula y la externa o corteza— son órganos endocrinos independientes, están compuestas por tipos de tejidos diferentes y realizan funciones distintas. La médula, que contiene gránulos cromafines, secreta la hormona adrenalina como respuesta a la estimulación por el sistema nervioso simpático en momentos de estrés. También secreta la hormona noradrenalina, que desempeña su papel manteniendo normal la circulación de la sangre. Las hormonas de la médula también se llaman catecolaminas. A diferencia de la corteza, la médula de la glándula suprarrenal puede extraerse sin poner en peligro la vida del individuo.

La corteza o capa externa de la glándula secreta un gran número de hormonas esteroides, aunque sólo unas pocas en cantidades significativas. Una de las más importantes es la aldosterona, que regula el balance de agua y sales en el cuerpo. El cortisol y la corticosterona son también vitales, ya que regulan el metabolismo de las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas. Además, esta glándula secreta esteroides sexuales que no influyen decisivamente en el sistema reproductor. Ahora se producen de forma artificial glucocorticoides modificados, que son más efectivos que los naturales en el tratamiento de la enfermedad de Addison y otros trastornos.

Glándulas mamarias.

Son la fuente de producción de leche para la alimentación de los recién nacidos, y constituyen una característica de todos los mamíferos. Aunque la aparición de las glándulas mamarias es reciente en el desarrollo evolutivo de los vertebrados su origen es desconocido. En los monotremas (mamíferos que ponen huevos), la estructura es parecida a las de las glándulas sudoríparas, lo que ha hecho pensar a los científicos que las glándulas mamarias son glándulas sudoríparas o sebáceas modificadas a través de la evolución. En etapas superiores las glándulas sólo se desarrollan en las hembras durante la época de madurez sexual, mientras que en los monotremas se presentan de la misma forma en ambos sexos. En los varones humanos adquiere a veces cierta capacidad funcional, lo que apoya la creencia de que la lactancia en los mamíferos prehistóricos se producía en ambos sexos.

El desarrollo de las glándulas mamarias está regulado por hormonas secretadas por la hipófisis anterior (prolactina) y los ovarios (progestágenos). La lactancia se controla por otra hormona hipofisiaria (oxitocina).

Glándulas odoríferas.

Órganos especializados que producen secreciones olorosas, las cuales poseen funciones específicas dentro del comportamiento animal. Las glándulas anales son comunes en los animales carnívoros y favorecen la atracción sexual y a veces constituyen mecanismos de defensa; por ejemplo, la vaporización de una mofeta repele de manera eficaz a la mayoría de los depredadores. Los perros marcan los objetos con una mezcla de orina y de secreciones glandulares para indicar territorialidad, identidad y otro tipo de señales. Las glándulas de otros animales, como las glándulas cutáneas dorsales y ventrales de varios roedores, las glándulas faciales de los antílopes y los ciervos, y las glándulas interdigitales de algunos ciervos también sirven para marcar territorios o dejar rastros. El almizcle de las civetas, los ratones almizcleros y los castores se utiliza en la fabricación de perfumes. En la actualidad se investiga si las glándulas sudoríparas humanas son también glándulas odoríferas.

Glándulas salivares.

Glándulas que segregan saliva. La saliva es un líquido ligeramente alcalino que humedece la boca, ablanda la comida y contribuye a realizar la digestión. Las glándulas submaxilares son las más grandes, están localizadas debajo de la mandíbula inferior y desembocan en el interior de la cavidad bucal; las glándulas sublinguales se encuentran debajo de la lengua, y las parótidas están colocadas frente a cada oído. Las glándulas bucales también segregan saliva y están en las mejillas, cerca de la parte frontal de la boca. La saliva de la glándula parótida contiene enzimas llamadas amilasas, una de las cuales, conocida como ptialina, participa en la digestión de los hidratos de carbono.

Las glándulas salivares de los seres humanos, en especial la parótida, se ven afectadas por una enfermedad infecciosa específica, las llamadas paperas.

Glándulas sudoríparas.

Están distribuidas por todo el cuerpo. Son numerosas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, pero bastante escasas en la piel de la espalda. Cada glándula consiste en una serie de túbulos enrollados situados en el tejido subcutáneo, y un conducto que se extiende a través de la dermis y forma una espiral enrollada en la epidermis.

Glándulas sebáceas.

Tienen forma de saco y segregan el sebo que lubrica y ablanda la piel. Se abren en los folículos pilosos a muy poca distancia por debajo de la epidermis.

Formación de las hormonas.

Los órganos principales implicados en la producción de hormonas son el hipotálamo, la hipófisis, el tiroides, la glándula suprarrenal, el páncreas, la paratiroides, las gónadas, o glándulas reproductoras, la placenta y, en ciertos casos, la mucosa del intestino delgado.

Hipotálamo, parte del cerebro que cumple una función importante en la regulación de la homeostasis (funciones vitales que mantienen constante el medio corporal interno), el comportamiento sexual y las emociones. Aunque el hipotálamo constituye menos del uno por ciento del volumen total del cerebro humano, ejerce efectos importantes sobre el sistema endocrino (centros productores de hormonas), sobre el sistema nervioso autónomo (que controla las acciones involuntarias) y sobre un sistema neuronal mal definido que se denomina sistema límbico (relacionado con la motivación y los instintos).

Hipófisis o Glándula pituitaria, glándula endrocrina principal de los vertebrados. Las hormonas que segrega controlan el funcionamiento de casi todas las demás glándulas endocrinas del organismo. Las hormonas hipofisarias también estimulan el crecimiento y controlan el equilibrio del agua del organismo.

Tiroides, glándula endocrina que se encuentra en casi todos los vertebrados, localizada en la parte anterior y a cada lado de la tráquea. Segrega una hormona que controla el metabolismo y el crecimiento.

Glándula suprarrenal, suprarrenal puede extraerse sin poner en peligro la vida del individuo.

La corteza o capa externa de la glándula secreta un gran número de hormonas esteroides, aunque sólo unas pocas en cantidades significativas. Una de las más importantes es la aldosterona, que regula el balance de agua y sales en el cuerpo. El cortisol y la corticosterona son también vitales, ya que regulan el metabolismo de las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas. Además, esta glándula secreta esteroides sexuales que no influyen decisivamente en el sistema reproductor. Ahora se producen de forma artificial glucocorticoides modificados, que son más efectivos que los naturales en el tratamiento de la enfermedad de Addison y otros trastornos.

Obtención de hormonas a partir de bacterias

Utilizando la tecnología del ADN recombinante, los investigadores han desarrollado técnicas que permiten utilizar bacterias modificadas genéticamente para producir grandes cantidades de insulina destinada a los pacientes que padecen diabetes. Se han empleado métodos similares para producir la hormona del crecimiento, una sustancia muy solicitada porque se utiliza para tratar a los niños que presentan un crecimiento insuficiente (mediante métodos convencionales, se necesita la hormona de crecimiento de 50 hipófisis humanas procedentes de donaciones, para proporcionar un solo año de tratamiento). Los investigadores tienen grandes esperanzas en la utilización de la síntesis de productos en bacterias para tratar úlceras pépticas sangrantes severas y para soldar fracturas óseas complicadas.

Hormonas vegetales.

Las hormonas vegetales, compuestos químicos especializados producidos por las plantas, son los principales factores internos que controlan el crecimiento y el desarrollo. Las hormonas se producen en cantidades muy pequeñas en unas partes de las plantas y son transportadas a otras, donde ejercen su acción. Una misma hormona puede desplegar efectos distintos en diferentes tejidos de destino. Así, la auxina, una de las más importantes hormonas vegetales, se sintetiza en las yemas apicales de los tallos y pasa desde allí a otras partes de la planta, donde puede tanto estimular el crecimiento como inhibirlo. En los tallos, por ejemplo, la auxina favorece el alargamiento de las células y la diferenciación del tejido vascular, mientras que en las raíces inhibe el crecimiento en la parte central y favorece la formación de raíces adventicias. También retrasa la abscisión o caída de flores, frutos y hojas.

Las giberelinas son otras importantes hormonas controladoras del crecimiento vegetal; se conocen más de cincuenta tipos. Determinan el alargamiento de los tallos e inducen la germinación de la semilla de algunas gramíneas al desencadenar la producción de las enzimas que descomponen el almidón en azúcares para alimentar al embrión. Las citoquininas fomentan el crecimiento de las yemas laterales y se oponen así a la auxina; también favorecen la formación de yemas. Además, las plantas producen, por descomposición parcial de ciertos hidrocarburos, el gas etileno, que a su vez regula la maduración y abscisión de los frutos.

BIBLIOGRAFIA

  • CONSULTO COMBI VISUAL. Editorial Baber s.a 1997 Barcelona.

  • ENCICLOPEDIA UNIVERSAÑ BÁSICA. MAS ACTUAL. Editorial aglo S.A Madrid 1989.

  • IMAGO, EDITORIAL SANTILLANA. 1993 Madrid.

Efrén Valiña Alonso

N º 30 1 º C

ÍNDICE

COORDINACIÓN NERVIOSA 2

Axones 2

Neurona Bipolar 2

Neurona multipolar 3

Neurona unipolar 3

Funciones de Sistema nervioso 3

Plexo Braquial 4

Cerebelo 4

Cerebro 5

Tipos de sistemas nerviosos 5

Sistemas simples 5

Sistemas de los vertebrados 6

Sistema nervioso vegetativo 7

Sistema nervioso vegetativo o .... 7

COORDINACIÓN HORMONAL 8

Concepto de hormona 8

Mecanismos hormonales 8

Tipos de glándulas 9

Concepto de glándula 10

Glándula pineal 11

Glándula suprarrenal 12

Glándulas mamarias 12

Glándulas odoriferas 13

Glándulas salivares 13

Glándulas sudoríparas 13

Glándulas sebáceas 14

Formación de las hormonas 15

Obtención de hormonas a partir de bacterias 15

Hormonas vegetales 15

BIBLIOGRAFIA 17




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Idioma: castellano
País: España

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