Economía y Empresa


Comercio y medio ambiente


PARTE I: DEL GATT A LA OMC.

1.- Introducción.

La importancia adquirida por el medio ambiente junto a la mayor preocupación por parte de los Estados por su mejora y conservación ha provocado que la Organización Mundial de Comercio incluya en su agenda de trabajo cuestiones relativas al medio ambiente en relación con el comercio mundial. No obstante, la OMC no es un organismo que se ocupe del medio ambiente. Sus miembros no quieren que intervenga en las políticas ambientales nacionales o internacionales, o que establezca normas a este respecto puesto que existen otros organismos especializados en cuestiones ambientales que están mejor capacitados para realizar esas tareas.

En las cuestiones ambientales la única tarea de la OMC es estudiar los problemas que surgen cuando las políticas de medio ambiente tienen consecuencias significativas para el comercio. Por ello el trabajo se centra en analizar la relación existente entre el comercio y el medio ambiente. Aunque la importancia otorgada a las políticas ambientales es relativamente reciente, el gran crecimiento, cada vez más acelerado, del comercio y de la liberalización comercial, ha originado la necesidad de analizar el comercio desde el punto de vista del medio ambiente.

Ya al finalizar la Ronda Uruguay, en 1994, los Ministros de Comercio de los países participantes decidieron empezar un programa de trabajo general sobre el comercio y el medio ambiente en la OMC. Establecieron el Comité de Comercio y Medio Ambiente que sirvió para incluir en la labor de la OMC las consideraciones ambientales y de desarrollo sostenible. A raíz de la Conferencia de Seattle de Noviembre de 1999 en la que, entre otros temas, se debatió sobre el impacto del comercio en el medio ambiente, ha adquirido especial relevancia.

Con este trabajo se pretende mostrar la evolución y las tareas de las organizaciones encargadas de regular el comercio internacional, como fue en su día el GATT, y como lo es hoy en día la Organización Mundial del Comercio. Asimismo se pretende analizar los Acuerdos Multilaterales de Medio Ambiente y sus medidas comerciales que se han adoptado en los últimos años.

El trabajo está estructurado en dos partes bien diferenciadas. La primera parte está dedicada a la exposición del GATT y su posterior evolución hacia la OMC. En un primer epígrafe se analizan los antecedentes, raíces del GATT y la principal actividad llevada a cabo a través de este Acuerdo, las Rondas de Negociación. En un segundo apartado se estudia más detenidamente la Ronda Uruguay. En un tercer apartado nos centraremos y analizaremos más a fondo la Organización Mundial del Comercio, sus principios, diferencias con el GATT y solución de diferencias. Por último, en el apartado número cuatro, dedicaremos unas líneas al comercio de países en desarrollo

La segunda parte, se centra en la relación entre comercio y medio ambiente. En el primer apartado haremos una introducción hablando de la relación entre comercio y medio ambiente. Posteriormente en un segundo punto, veremos las diferentes perspectivas del comercio. Y en el último apartado, nos meteremos de fondo en el binomio comercio- medio ambiente dentro de la OMC.

Cierra el trabajo un capítulo dedicado a establecer las principales conclusiones y los principales retos a los que ha de enfrentarse la OMC.

1.1.- Las raíces: desde la aprobación del GATT hasta la OMC.

El intercambio de bienes existe desde siempre, pero ha evolucionado de diferente manera a lo largo de los años. La cúspide del librecambio se produce en las décadas de 1860 y 1870, pero ya a partir de esta fecha algunos países como Francia y Alemania adoptan medidas proteccionistas para proteger su industria. La polémica entre librecambio y proteccionismo continuó durante un periodo prolongado, y con el tiempo emergió el bilateralismo como política predominante, con lo que se contrajo el comercio internacional. Paralelamente a esta evolución, Estados Unidos abogaba desde el fin de la Primera Guerra Mundial por la supresión de barreras económicas y el establecimiento de condiciones iguales para todas las naciones.

Antes que finalizara la Segunda Mundial, EEUU comenzó a negociar e imponer un Orden Económico Internacional que se basaría en tres pilares fundamentales: el financiero, el monetario y el comercial, para los que promovió tres sendas organizaciones.

Con el ánimo de dar un giro a la política comercial, acabada ya la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos convocó una Reunión Internacional, que se desarrolló durante varios meses en Cuba y finalizó en marzo de 1948. Los acuerdos alcanzados se recogieron en la Carta de la Habana, que fue el Acta de constitución de la Organización Internacional de Comercio (OIC). Nunca fue ratificada por los países participantes puesto que perseguía objetivos muy ambiciosos; además de establecer disciplinas para el comercio mundial, contenía normas en materia de empleo, de productos básicos, de prácticas comerciales restrictivas, de inversiones internacionales y de servicios.

Mientras se negociaba la aprobación de la Organización Internacional del Comercio, se celebraron negociaciones para reducir y consolidar los aranceles aduaneros, impulsar la liberalización del comercio y reducir las medidas proteccionistas que seguían en vigor desde la década de 1930. Estas negociaciones dieron lugar a la firma del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio Exterior (GATT):

Este Acuerdo firmado en Octubre de 1947 por 23 países continuó su andadura hasta 1994 regulando las relaciones comerciales entre las partes contratantes. Aunque fue un acuerdo entre gobiernos y no un organismo, estuvo estructurado en varios órganos, entre los que cabe destacar la Asamblea de las Partes Contratantes, el Consejo de Representantes y el Grupo Consultivo de los Dieciocho.

Las negociaciones del GATT se llevaron a cabo durante periodos de trabajo denominados conferencias arancelarias o Rondas y constituyeron el principal instrumento para la multilateralización de las relaciones comerciales. Durante el periodo en que estuvo en vigor el GATT celebró ocho Rondas de Negociación.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) es el resultado de la última de estas Rondas de negociación: la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales multilaterales que fue lanzada por los ministros de los países miembros del GATT reunidos en Septiembre de 1986 en Punta del Este (Uruguay). Las negociaciones y el proceso finalizaron en Abril de 1994 con la firma del Acta Final, el Acuerdo de Marrakech, en Marruecos.

Las negociaciones de la Ronda Uruguay debieron haber concluido en una Reunión Ministerial en Bruselas en 1990, pero esa reunión culminó en un fracaso. Las negociaciones prosiguieron en Ginebra, donde se sitúa la sede oficial del GATT.

La creación de la OMC significó la mayor reforma del comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial e hizo realidad el intento fallido de crear la Organización Internacional del Comercio (OIC) en 1948. Hasta 1994, el sistema de comercio fue regulado por el GATT, rescatado de la tentativa infructuosa de crear la OIC. El GATT ayudó a establecer un sistema multilateral de comercio firme y próspero que se hizo cada vez más liberal mediante rondas de negociaciones comerciales.

Desde 1948 hasta 1994, el GATT estableció las reglas aplicables a gran parte del comercio mundial. A pesar de su apariencia de solidez, el GATT fue durante estos años un Acuerdo de carácter provisional.

Rondas comerciales del GATT

Año

Lugar/Nombre

Temas abarcados

Resultados

Países

1947

Ginebra

Aranceles

45000 concesiones arancelarias

23

1949

Annecy

Aranceles

Reducciones arancelarias

13

1951

Torquay

Aranceles

Nuevas concesiones arancelarias

38

1956

Ginebra

Aranceles

26

1960/61

Ginebra

(Ronda Dillon)

Aranceles

Revisión y nuevos aranceles

62

1964/67

Ginebra

(Ronda Kennedy)

Aranceles y medidas antidumping.

Acuerdo antidumping y reducción de aranceles

62

1973/79

Ginebra

(Ronda Tokio)

Aranceles, medidas no arancelarias y acuerdos relativos al marco jurídico.

Acuerdos no arancelarios, derechos arancelarios para productos industriales.

102

1986/94

Ginebra

(Ronda Uruguay)

Aranceles, medidas no arancelarias, normas, servicios, propiedad intelectual, solución de diferencias, textiles, agricultura, creación de la OMC, etc.

Rebajas arancelarias. Normas en materias no arancelarias. Nacimiento de la OMC.

123

Datos recogidos de las publicaciones de la página web de la OMC (WTO)

2.- La Ronda Uruguay.

Duró siete años y medio, casi el doble del plazo previsto. Participaron en ella 123 países y abarcó la casi totalidad del comercio. Fue la mayor negociación comercial y la de mayor alcance en al historia de la humanidad, con toda probabilidad.

A pesar de sus difíciles avances, la Ronda Uruguay produjo ya inicialmente algunos resultados. En el plazo de dos años, se pusieron de acuerdo sobre un conjunto de reducciones de los derechos de importación aplicables a los productos tropicales. También revisaron las normas para la solución de diferencias, y algunas medidas se aplicaron de inmediato. Del mismo modo, establecieron la presentación de informes periódicos sobre las políticas comerciales de los miembros del GATT, algo considerado muy importante para lograr que los regímenes comerciales fueran transparentes en todo el mundo.

Los antecedentes de la Ronda Uruguay se remontan a 1982 en una Reunión Ministerial celebrada por los miembros del GATT en Ginebra. La Conferencia fue considerada como un fracaso al no alcanzar acuerdo alguno en agricultura. El programa de trabajo establecido por los Ministros sirvió de base para el programa de las negociaciones de la Ronda Uruguay.

No Obstante, fueron necesarios otros cuatro años antes de que los Ministros convinieran en iniciar la nueva ronda. Finalmente, en 1986, aceptaron un programa de negociación que abarcó prácticamente todas las cuestiones de política comercial pendientes. Las negociaciones ampliarían el sistema de comercio a varias esferas nuevas, principalmente el comercio de servicios y la propiedad intelectual, e iban a reformar el comercio en los sectores sensibles de los productos agropecuarios y los textiles.

Dos años más tarde, en diciembre de 1988, los Ministros se reunieron nuevamente en Montreal. El propósito era concretar el programa para los dos años restantes, pero las conversaciones se estancaron.

A pesar de las dificultades, en la reunión de Montreal los Ministros consensuaron un conjunto de resultados iniciales. Entre ellos figuraban algunas concesiones en materia de acceso a los mercados para los productos tropicales encaminadas a ayudar a los países en desarrollo, así como un sistema de solución de diferencias modernizado y el mecanismo de examen de las políticas comerciales, que preveía los primeros exámenes amplios, sistemáticos y regulares de las políticas y prácticas comerciales de los países miembros del GATT. Pero los Ministros no se pusieron de acuerdo sobre la manera de reformar el comercio de productos agropecuarios y decidieron prorrogar las negociaciones. La Ronda Uruguay entró en su periodo menos favorable.

Durante los dos años siguientes, las negociaciones oscilaron continuamente entre la amenaza de fracaso y las previsiones de éxito inminente. En varias ocasiones se fijaron plazos que expiraron sin que se hubiera llegado a una solución. Se añadieron a la agricultura nuevos puntos principales de discusión: los servicios, el acceso a los mercados, las normas antidumping y el proyecto de creación de una nueva institución. Las diferencias entre los Estados Unidos y la Comunidad Europea parecían insuperables para llegar a una solución satisfactoria.

En noviembre de 1992, los Estados Unidos y la Unión Europea resolvieron la mayoría de sus diferencias en materia de agricultura mediante un acuerdo denominado de manera informal el “Acuerdo de Blair House”. En julio de 1993 la “Cuadrilateral”, formada por Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá, anunciaron que habían alcanzado progresos significativos en las negociaciones sobre aranceles y cuestiones sobre acceso a los mercados. El 15 de diciembre de 1993 quedaron finalmente resueltas todas las cuestiones y concluidas las negociaciones sobre el acceso a los mercados de bienes y servicios, aunque los retoques finales se dieron en las conversaciones sobre acceso a los mercados celebradas algunas semanas más tarde. El 15 de abril de 1994, los Ministros de la mayoría de los 123 gobiernos participantes firmaron el acuerdo en una reunión celebrada en Marrakech, ciudad de Marruecos.

La demora tuvo algunas ventajas, como un avance mayor en las negociaciones de lo que hubiera sido posible en 1990, como por ejemplo algunos aspectos de los servicios y la propiedad intelectual, y la propia creación de la OMC.

3.- La Organización Mundial del Comercio (OMC).

La OMC entró en vigor el 1 de Enero de 1995, pero su sistema de comercio tiene casi medio siglo de existencia, pues supone la continuidad de las reglas del GATT establecidas en 1948.

Son tres los aspectos importantes a destacar de la Organización Mundial del Comercio:

· La OMC es el único órgano internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Su núcleo está constituido por los Acuerdos de la OMC, documentos que establecen las normas jurídicas fundamentales del comercio internacional. Son contratos que obligan a los gobiernos a mantener sus políticas comerciales dentro de límites convenidos cuyo objetivo es ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores e importadores a llevar adelante sus actividades.

El propósito primordial es ayudar a que las corrientes comerciales circulen con la máxima libertad posible, siempre que no se produzcan efectos secundarios desfavorables. Significa en parte la eliminación de obstáculos y asegurar que los particulares, las empresas y los gobiernos conozcan cuáles son las normas que rigen el comercio en todo el mundo.

· La Organización Mundial del Comercio sirve de foro para la celebración de negociaciones comerciales.

· Sirve de órgano en la solución de diferencias. La manera más armoniosa de resolver estas diferencias es mediante un procedimiento imparcial basado en un fundamento jurídico convenido.

3.1.- Los principios del sistema de comercio.

Los Acuerdos de la OMC son extensos y complejos ya que son textos jurídicos que abarcan una gran cantidad de actividades. Existen acuerdos en diferentes áreas como: agricultura, textiles y vestido, servicios bancarios, telecomunicaciones, contratación pública, normas industriales, sanidad de los alimentos y propiedad intelectual, entre otros muchos temas. Todos estos documentos están inspirados en varios principios simples y fundamentales, que son la base del sistema multilateral de comercio. Estos principios son:

3.1.1.- Comercio sin discriminaciones.

A) Nación más favorecida (NMF): tratar a los demás de forma igualitaria.

En virtud de los Acuerdos de la OMC, los países no pueden por regla general establecer discriminaciones entre sus diversos interlocutores comerciales. Si se concede a un país una ventaja especial, se tiene que hacer lo mismo con todos los demás miembros de la OMC.

Este principio tiene tanta importancia que es el primer artículo del GATT, que regula el comercio de mercancías. El principio NMF es también prioritario en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). En conjunto, estos tres acuerdos abarcan las tres esferas principales del comercio de las que se ocupa la OMC.

Esta expresión suena como una contradicción. Parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial a un país determinado, pero en la OMC significa realmente la no discriminación, es decir, el tratar a todos de manera prácticamente igual.

Lo que sucede en la OMC es que cada miembro trata a los demás miembros igualitariamente como interlocutores comerciales “más favorecidos”. Si un país aumenta los beneficios que concede a otro interlocutor comercial, tiene que dar éste mejor trato a todos los demás miembros de la OMC de modo que todos sigan siendo “más favorecidos”. Constituye el instrumento fundamental para la multilateralización de las relaciones comerciales.

B) Trato nacional: trato igualitario para los nacionales y los extranjeros.

Las mercancías importadas y las producidas en el país deben recibir un trato igualitario, al menos después de que las mercancías extranjeras hayan entrado en el mercado nacional. Se aplica a los servicios extranjeros y a los nacionales, a las marcas de fábrica o de comercio, a los derechos de autor y a las patentes extranjeras y nacionales. Este principio también figura en los tres principales Acuerdos de la OMC.

El trato nacional sólo se aplica una vez que el producto, el servicio o la obra de propiedad intelectual han entrado en el mercado, cuando se ha nacionalizado, es decir, cuando haya pagado los correspondientes aranceles.

3.1.2.- Comercio más libre, de manera gradual y mediante negociaciones.

Desde la creación del GATT se realizaron ocho rondas de negociaciones comerciales. Al principio, estas negociaciones se centraban en la reducción de aranceles aplicables a las mercancías importadas. A finales del decenio de 1980 los aranceles aplicados por los países desarrollados a los productos industriales habían bajado de forma ininterrumpida.

Por otra parte, en el mismo decenio, las negociaciones se habían ampliado para incluir los obstáculos no arancelarios sobre las mercancías, los servicios y la propiedad intelectual.

La apertura de los mercados puede ser beneficiosa, pero también exige una adaptación. Los Acuerdos de la OMC permiten que los países introduzcan cambios gradualmente, mediante la “liberalización progresiva”. Por lo general, se concede a los países en desarrollo plazos más largos para cumplir sus obligaciones.

3.1.3.- Previsibilidad mediante consolidaciones.

En ciertos casos, la promesa de no incrementar los obstáculos al comercio puede ser tan importante como su reducción, ya que la promesa permite a las empresas valorar sus expectativas futuras. Mediante la estabilidad y la previsibilidad se fomentan las inversiones, se crean empleos y los consumidores pueden aprovechar los beneficios de la competencia: la posibilidad de elección y precios más bajos.

En la OMC, cuando los países acuerdan abrir sus mercados de mercancías y servicios, consolidan sus compromisos. Para las mercancías, estas consolidaciones suponen límites máximos de los tipos arancelarios.

Uno de los logros de la Ronda Uruguay fue el incremento de la proporción del comercio sujeto a compromisos consolidados. El resultado de todo esto es un grado considerablemente mayor de seguridad de los mercados para los comerciantes y los inversores.

3.1.4.- Fomentar la competencia leal.

Generalmente se define la OMC como una institución de “libre comercio”, pero esto no es completamente exacto, ya que autoriza, en realidad, la aplicación de aranceles y otras formas de protección. Por tanto, es más exacto decir que es un sistema de normas consagrado al logro de una competencia libre, leal y sin distorsiones.

Las normas sobre no discriminación, dumping y subvenciones persiguen lograr condiciones equitativas de comercio, que tratan de determinar lo que es leal o desleal y cómo se compensa el perjuicio ocasionado por el comercio desleal.

3.1.5.- Fomentar el desarrollo y la reforma económica.

Más de las tres cuartas partes de los países miembros son países en desarrollo y países en proceso de transición hacia la economía de mercado.

Al finalizar la Ronda Uruguay se adoptó una Decisión Ministerial que otorgaba a los países en desarrollo mayor flexibilidad para la aplicación de los Acuerdos de la OMC. En virtud de esta decisiónlos países más ricos deben acelerar la aplicación de los compromisos en materia de acceso a los mercados que afecten a las mercancías exportadas por los países menos adelantados, y se pide que se les preste una mayor asistencia técnica.

3.2.- Diferencias entre el GATT y la OMC.

Desde sus inicios, el GATT era:

· Un acuerdo intergubernamental, es decir, un documento en el que se establecían las normas que regulaban el comercio internacional.

· Una estructura orgánica creada para prestar apoyo al acuerdo.

El GATT ha sido sustituido por la Organización Mundial del Comercio. El GATT sigue existiendo, pero ya no es el principal conjunto de normas que regulan el comercio internacional.

El GATT siempre reguló el comercio de mercancías, y lo sigue haciendo. Ha sido modificado y se ha incorporado a los nuevos Acuerdos de la OMC. Este GATT actualizado coexiste con el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y con el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio (ADPIC). La OMC los reúne en una única organización, un único conjunto de normas y un único sistema de solución de diferencias.

Las principales diferencias se podrían resumir en las siguientes:

· El GATT tuvo un carácter provisional. El Acuerdo General nunca fue ratificado por los Parlamentos de los miembros, y no contenía ninguna disposición sobre la creación de una organización.

La OMC y sus Acuerdos tienen un carácter permanente. Como organización internacional, la OMC tiene una sólida base jurídica porque sus miembros han ratificado los Acuerdos de la OMC, y estos estipulan el modo de funcionamiento de la OMC.

· La OMC lo componen países. El GATT fue un acuerdo entre partes contratantes, lo que subrayaba el hecho de que oficialmente el GATT era un texto jurídico.

· El GATT se ocupaba del comercio de mercancías. La OMC abarca también los servicios y la propiedad intelectual.

· El sistema de solución de diferencias de la OMC es más rápido y más automático que el antiguo sistema del GATT. Sus decisiones no pueden ser objeto de trabas.

3.3.-Solución de diferencias dentro de la OMC.

Ningún examen de los logros de la OMC sería completo si se dejara de mencionar el sistema de solución de diferencias, que es en muchos aspectos el pilar central del sistema multilateral de comercio y la contribución más particular de la OMC a la estabilidad de la economía mundial.

Sin un medio de solución de diferencias, el sistema basado en normas no tendría valor alguno, puesto que no podrían hacerse cumplir las normas. El procedimiento de la OMC hace hincapié en el imperio de la ley y da mayor seguridad y previsibilidad al sistema de comercio.

Las primeras resoluciones las adopta un grupo especial y las respalda o rechaza la totalidad de los miembros de la OMC. Es posible apelar basándose en cuestiones de derecho. Ahora bien, lo importante no es adoptar resoluciones, la cuestión prioritaria es resolver las diferencias, de ser posible mediante la celebración de consultas.

Los miembros de la OMC han convenido que recurrirán al sistema multilateral de resolución de diferencias en vez de adoptar medidas unilateralmente. Esto significa seguir los procedimientos convenidos y respetar los dictámenes emitidos.

En el antiguo GATT existía ya un procedimiento de solución de diferencias, pero no preveía plazos fijos, era más fácil obstruir la adopción de las resoluciones y en muchos casos pasaba mucho tiempo sin que se llegara a una solución concluyente. El Acuerdo de la Ronda Uruguay estableció un procedimiento más estructurado. Implantó una mayor disciplina en cuanto al tiempo que debía tardarse en resolver una diferencia. En el Acuerdo se hace hincapié en que para que la OMC funcione eficazmente es esencial la pronta solución de las diferencias.

Por otro lado, el Acuerdo de la Ronda Uruguay hace que sea imposible que el país que pierda un caso obstruya la adopción de la resolución. Actualmente la resolución se adopta automáticamente a menos que haya consenso para rechazarla.

La solución preferida es que los países afectados examinen sus problemas y resuelvan la diferencia por sí solos. Así pues, la primera etapa es la celebración de consultas entre los gobiernos afectados.

La solución de diferencias es competencia del Órgano de Solución de Diferencias, que tiene la facultad exclusiva de establecer grupos especiales de expertos para que examinen la diferencia y de aceptar o rechazar las conclusiones de dichos grupos o los resultados de las apelaciones. Vigila también la aplicación de las resoluciones y recomendaciones y tiene potestad para autorizar la adopción de medidas de sanción cuando un país no respete una solución.

Las diferentes etapas de la diferencia de soluciones son las que se detallan a continuación:

Primera etapa: consultas (hasta 60 días).

Antes de adoptar cualquier otra medida los países que forman parte en la diferencia tienen que mantener conversaciones para ver si pueden resolver sus diferencias por sí solos. Si este intento fracasa, pueden también pedir al Director General de la OMC que medie o trate de ayudar de cualquier otro modo.

Segunda etapa: el grupo especial (hasta 45 días para constituirlo y 6 meses de labor)

Si en las consultas celebradas no se llega a una solución satisfactoria, el país reclamante puede pedir que se establezca un grupo especial. Oficialmente, el grupo especial ayuda al Órgano de Solución de Diferencias a dictar resoluciones o hacer recomendaciones pero, como su informe únicamente puede ser rechazado por consenso por dicho órgano, es difícil revocar sus conclusiones.

En el acuerdo se describe con cierto detalle cómo deben actuar los grupos especiales. Las principales etapas son las siguientes:

· Antes de la primera audiencia: cada parte expone sus argumentos, por escrito, al grupo especial.

· Primera audiencia: El país reclamante y la parte demandada exponen sus argumentos. También intervienen los terceros países interesados en la diferencia.

· Réplicas: los países afectados presentan réplicas por escrito y exponen verbalmente sus argumentos en la segunda reunión del grupo especial.

· Expertos: Cuando una parte plantea cuestiones de carácter científico o técnico, el grupo especial puede consultar a expertos o designar un grupo consultivo para que se prepare un informe al respecto.

· Proyecto inicial: el grupo especial traslada los capítulos expositivos de su informe a ambas partes y les da un plazo de dos semanas para formular observaciones. En este informe no se incluyen las constataciones y conclusiones.

· Informe provisional: el grupo especial facilita un informe provisional en el que se incluyen constataciones y conclusiones a ambas partes y les da un plazo de una semana para que soliciten un reexamen.

· Reexamen: el periodo de reexamen no debe exceder de dos semanas. Durante ese tiempo el grupo especial puede celebrar nuevas reuniones con las dos partes en la diferencia.

· Informe definitivo: se envía el informe definitivo a ambas partes, y tres semanas más tarde, se distribuye a todos los miembros de la OMC. Si el grupo especial decide que la medida comercial objeto de la diferencia constituye una infracción de un Acuerdo de la OMC o un incumplimiento de una obligación que dimana de las disposiciones de la OMC, recomienda que se ponga en conformidad con dichas disposiciones. El grupo especial puede sugerir la manera en que podría hacerse.

· El informe se convierte en resolución: transcurridos 60 días, el informe se convierte en una resolución o recomendación del Órgano de Solución de Diferencias, a no ser que se rechace por consenso. Ambas partes en la diferencia pueden apelar contra este informe.

· Apelación: una y otra parte pueden apelar contra la resolución del grupo especial. Estas apelaciones han de basarse en cuestiones de derecho, ya que no es posible examinar de nuevo las pruebas existentes ni examinar nuevas pruebas. La apelación puede dar lugar a la confirmación, modificación o revocación de las constataciones y conclusiones jurídicas del grupo especial. El Órgano de Solución de Diferencias puede aceptar o rechazar el informe del examen en apelación en un plazo de 30 días, y únicamente puede rechazarlo por consenso.

· Puesta en práctica: si un país ha hecho algo que no debe hacer, ha de rectificar rápidamente; y si sigue infringiendo un acuerdo, debe ofrecer una compensación o sufrir una sanción adecuada que le haga cierto efecto. La cuestión prioritaria en esta etapa es que el perdedor ponga su política en conformidad con la resolución o recomendación. Es importante que para asegurar la eficaz solución de diferencias en beneficio de todos los miembros, es esencial el pronto cumplimiento de las recomendaciones del Órgano de Solución de Diferencias.

En caso de que no sea factible cumplir inmediatamente las resoluciones, se dará al miembro afectado un plazo prudencial para hacerlo. Si no adopta las medidas oportunas dentro de ese tiempo, tendrá que entablar negociaciones con el país reclamante para establecer una compensación aceptable. Si trascurridos 20 días no se ha acordado una compensación satisfactoria, la parte reclamante podrá pedir la autorización del Órgano de Solución de Diferencias para imponer sanciones comerciales limitadas con respecto a la otra parte.

En principio, las sanciones deben ponerse en el mismo sector en que haya surgido la diferencia, pero si esto resulta impracticable o ineficaz, podrán imponerse en otro sector en el marco del mismo acuerdo. El objetivo perseguido es reducir al mínimo la posibilidad de que se adopten medidas que tengan efectos en sectores no relacionados con la diferencia y procurar al mismo tiempo que las medidas sean eficaces.

En todo caso, el Órgano de Solución de Diferencias vigila la manera en que se cumplen las resoluciones y recomendaciones adoptadas.

4.- Países en desarrollo.

Unos dos tercios del total de miembros de la OMC son países en desarrollo, y se espera que su función sea cada vez más importante dentro de la organización debido a su número y a su creciente importancia en la economía mundial. La OMC se ocupa de las necesidades especiales de los países en desarrollo de las tres formas que se exponen a continuación:

· Los acuerdos de la OMC contienen disposiciones especiales sobre los países en desarrollo.

· El Comité de Comercio y Desarrollo supervisa la labor de la OMC en esta esfera.

· La Secretaría de la OMC facilita asistencia técnica a los países en desarrollo.

El GATT tuvo una sección especial dedicada al comercio y desarrollo, en la que figuran disposiciones acerca del concepto de no reciprocidad en las negociaciones comerciales entre países desarrollados y países en desarrollo.

El GATT permite también que los países otorguen concesiones especiales a países en desarrollo sin tener que hacer lo mismo en lo que respecta a todos los miembros, lo que se conoce como “trato especial y diferenciado”. Del mismo modo, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) permite conceder a los países en desarrollo un trato preferente.

Otras medidas con respecto a los países en desarrollo que figuran en los Acuerdos de la OMC son las siguientes:

· Dar más tiempo a los países en desarrollo para el cumplimiento de sus compromisos.

· Disposiciones encaminadas a aumentar las oportunidades comerciales de los países en desarrollo mediante un mayor acceso al mercado.

· Disposiciones en virtud de las cuales los miembros de la OMC tienen que salvaguardar los intereses de los países en desarrollo cuando adopten algunas medidas nacionales e internacionales.

· Disposiciones sobre diversos medios de apoyar a los países en desarrollo.

La Secretaría de la OMC cuenta con asesores jurídicos especiales para ayudar a los países en desarrollo en caso de diferencias planteadas en la OMC y para facilitarles asesoramiento. Este servicio lo ofrece la División de Cooperación Técnica, que diversos países en desarrollo ya han utilizado.

Cuando la Ronda Uruguay terminó en Marrakech en 1994, los Ministros sugirieron la posibilidad de introducir antes de lo establecido, aranceles más bajos y menores obstáculos no arancelarios en lo que respecta a los productos de interés para el grupo de países en desarrollo. Expresaron su preocupación sobre el hecho de que algunos compromisos pudieran tener consecuencias negativas en algunos países menos adelantados, como por ejemplo al reducir las subvenciones a las exportaciones agropecuarias que podría aumentar los precios de algunos productos alimenticios que importan esos países.

Dos años después, en su primera Conferencia Ministerial celebrada en Singapur en 1996, los miembros de la OMC establecieron un Plan de Acción para los países menos adelantados en el que se preveían esfuerzos especiales para ayudar a los países más pobres del mundo, incluida ayuda para mejorar su capacidad de participar en el sistema multilateral. Todo esto incluía la posibilidad de suprimir completamente los aranceles para los países menos desarrollados.

Además, todo país menos adelantado que intervenga en una diferencia puede pedir al Director General o al Presidente del Órgano de Solución de Diferencias que le ayude a resolverla mediante conciliación, mediación u otros medios.

Uno de los resultados del Plan de Acción es la celebración de una Reunión Ministerial de los países menos adelantados, en Ginebra, en octubre de 1997. La OMC organizó la reunión conjuntamente con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y el Centro de Comercio Internacional (CCI). También participaron varias instituciones económicas y financieras internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Uno de los objetivos de la reunión era desarrollar un enfoque común e integrado para ayudar a los países a utilizar con mayor eficacia el sistema de comercio. Otro objetivo es que los países más desarrollados tengan la oportunidad de mejorar el acceso de los países menos adelantados a sus mercados.

La labor dedicada específicamente a los países en desarrollo en la propia OMC puede dividirse en dos amplias esferas:

1.- Labor del Comité de Comercio y Desarrollo y su Subcomité de Países Menos Adelantados.

2.- Formación impartida a funcionarios gubernamentales por la Secretaría de la OMC con arreglo a lo establecido por el Comité.

· Comité de Comercio y Desarrollo.

Tiene un amplio mandato. Entre los temas generales que considera prioritarios figuran los siguientes: la aplicación de las disposiciones a favor de los países en desarrollo, directrices para la cooperación técnica, mayor participación de los países en desarrollo en el sistema de comercio, y posición de los países menos adelantados.

El Comité de Comercio y Desarrollo se ha ocupado y se ocupa de notificar los programas del Sistema Generalizado de Preferencias y los acuerdos preferenciales entre países en desarrollo (MERCOSUR, AFTA, etc.)

· Subcomité de Países Menos Adelantados.

Este Subcomité presenta informes al Comité de Comercio y Desarrollo pero constituye un órgano importante por sí solo. Su labor se ha centrado en dos cuestiones relacionadas mutuamente: integración de los países menos adelantados en el sistema de comercio multilateral y la cooperación técnica.

Asimismo, el Subcomité examina periódicamente cómo se aplican las disposiciones especiales a favor de los países menos adelantados que figuran en los Acuerdos de la OMC y ha determinado las dos siguientes contribuciones importantes que podría hacer la OMC para ayudar a los países menos adelantados a integrarse mejor en el sistema de comercio multilateral:

1.- Atención prioritaria a los países menos adelantados en lo que respecta a la cooperación técnica facilitada por la OMC y para que esa cooperación se centre en ayudar a esos países a adquirir capacidad con el fin de establecer las instituciones necesarias y proceder a la formación de personas cuyos conocimientos prácticos se precisen.

2.- Preparación de un Plan de Acción de la OMC para los países menos adelantados.

El Subcomité ha centrado parte de su atención en la Reunión de Alto Nivel sobre los países menos adelantados, celebrada en la OMC en 1997, y en sus resultados. Uno de estos fue un programa organizado conjuntamente por seis organizaciones internacionales, conocido como el Marco Integrado para la Asistencia Técnica relacionada con el Comercio a los países menos adelantados.

La cooperación técnica es una esfera de la labor de la OMC que está totalmente dedicada a ayudar a los países en desarrollo a actuar con éxito en el sistema de comercio multilateral. Su objetivo es ayudar a los países menos adelantados a crear capacidad para establecer las instituciones necesarias y proceder a la formación de sus funcionarios. Los temas tratados se refieren tanto a las políticas comerciales como a la negociación efectiva.

Para lograr el objetivo anterior, la OMC celebra regularmente sesiones de formación en política comercial en Ginebra, destinadas a los países en desarrollo y a los países en transición desde los antiguos sistemas socialista o comunista.

Sistema en que los países menos desarrollados reducían sus obstáculos comerciales dando preferencia a los productos procedentes de países en desarrollo.

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Enviado por:Javier Abellán Lucas
Idioma: castellano
País: España

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