Literatura


Cinco horas con Mario; Miguel Delibes


Averiguar la situación real española entre la Guerra Civil y los años 60:

La derrota militar del estado republicano en 1939, tuvo unos efectos demoledores sobre la vida española, no sólo en los años de la guerra, sino también en la etapa posterior, quedando unas secuelas que se dejaron sentir en diversas generaciones.

Por una parte estan las consecuencias demográficas, debido a la alta mortalidad por los enfrentamientos bélicos, las represalias y otras secuelas como las enfermedades o las desnutrición, así como también por la emigración forzada, el descenso de natalidad y la existencia de un importante sector de la población recluso, la población española disminuyó considerablemente.

Un aspecto muy importante en la posguerra es la decadéncia económica que sufre el país. Desaparecen las reservas de oro divisas, gastadas por ambos bandos durante el conflicto y debido a esos cuantiosos gastos que dificultan el inicio de la reconstrucción económica. También se produce la destrucción de un gran número de edificios y viviendas que provoca un grave déficit en equipamientos y el colapso económico en todos los sectores debido al abandono de la tierras, la destrucción de fábricas i maquinaria, etc. La reducción de la población trabajadora es otra de las consecuencias importantes de esta decadéncia económica.

La opción autárquica (autoabastecimiento de la mayoría de los productos y la limitación, al máximo, de las relaciones comerciales con el exterior) e intervencionista comportó el estancamiento de la economía. En consecuencia, el nivel de vida de la mayoría de los españoles era inferior al de la preguerra y la renta per cápita española no alcanzó los niveles anteriores a 1936 hasta el año 1953.

Los nuevos dirigentes políticos iniciaron un proceso de liberalización económica que permitiese la vinculación de España a la economía capitalista occidental y estimulase el crecimiento económico con la voluntad de poner fin a la autarquía. Este plan pretendía pasar de una economía cerrada, y con un fuerte control estatal, a una economía de libre mercado, más relacionada con el exterior y con un mayor peso de la iniciativa privada.

Además, la sociedad española de la posguerra estaba fuertemente polarizada. Para la mayoría de la población (obreros, campesinos y clases medias) el discurrir de sus vidas venía marcado por la carestía, la pobreza e incluso la miseria. Si además se hallaban entre los vencidos, había que añadir el miedo a la libre exposición de sus ideas y la sumisión a los principios morales e ideológicos del régimen.

Sobretodo en la primera parte de la época del franquismo la población española estuvo marcada por la más feroz represión. Decenas de miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas por su actividad política y todos los partidos políticos y sindicatos tuvieron que pasar a la clandestinidad.

Aún así, desde el primer momento se inició la resistencia. Durante la década de los cuarenta se mantuvo una resistencia armada en forma de guerrillas, sobre todo en las zonas de montaña, con la esperanza de que el triunfo de las potencias democráticas en la Segunda Guerra Mundial permitiría el derrocamiento de la dictadura.

Pero poco a poco, se abandonó la lucha armada y los comunistas fueron casi los únicos que conservaron la organización y la acción política en la España de la posguerra.

En cambio, al mismo tiempo, fueron años de euforia y fácil enriquecimiento para unos pocos sectores privilegiados de la sociedad: los jerarcas del régimen, los grupos sociales más vinculados al poder y los especuladores. Este aumento de los desequilibrios sociales y el agravamiento del reparto de rentas afectó negativamente a las clases medias y bajas de la sociedad española.

Comparar la visión que nos presenta Carmen con la que nos presenta Mario:

Las visiones de Carmen y Mario son dos visiones completamente contrapuestas. Carmen es una mujer que está a favor de la actual situación de dictadura, con todo lo que eso conlleva, mientras que Mario es de izquierdas, comunista, y busca la igualdad para todos.

Carmen siempre se queja ante todas las situaciones cotiadanas, pero lo que se dice desde arriba, es decir, lo que dice el gobierno, la televisión o incluso sus padres, lo acepta sin más, en este sentido es muy poco crítica, ésto es debido a la educación que recibió de pequeña y a la poca cultura que tiene.

Pág. 68 “... la ley es la ley y si está prohibido atravesar el parque en bicicleta, pues ya se sabe, que lo mires por donde lo mires, el guardia cumplía con su deber, y si te hubiera matado, pues en acto de servicio, fíjate, pues qué quieres que te diga, porque sí, porque así son las cosas, porque las han establecido de esa manera...”

Pág, 223 “... que en la encuesta de la tele ya lo oíste, bien claro lo dijo, y bien bien que estuvo, que hasta le felicitó el Vicepresidente de Comercio...”

En cambio, Mario, que durante todo el libro se demuestra que mucho más culto que su mujer, es muy crítico ante la sociedad y la actual política, y está dispuesto a intentar cambiarlo con sus publicaciones en el periódico El Correo.

Pág. 67 “... les cerrarían las puertas, lógico, como a los comunistas, a lo suyo, ellos se meten, se meten y cuando quieres darte cuenta ya te han comido la partida. Por eso y nada más que por eso, me dolía, cariño, que escribieses en el Correo, en ese tono, porque a lo bobo a lo bobo, estabas haciendo el caldo gordo a las fuerzas del mal...”.

En esta manera de pensar, también se diferencia la opinión del modelo de política ideal para Carmen, de la opinión de Mario. Carmen tiene muy claro que ahora las cosas están bien como están, aunque incluso piensa que antes (cuando había más represalias) era aún mejor, porque según ella, la sociedad necesita unas leyes que obedecer y sinó se hacen complir se produce un gran desorden.

Págs. 132/133 “... que vosotros os creeis que esto es un circo donde cada cual puede hacer lo que le dé la gana y estais muy equivocados, aquí igual que en casa, la misma cosa, con la salvedad de que en lugar de los padres es la autoridad, pero siempre debe haber uno que diga esto se hace y esto no se hace y ahora todo el mundo a callar y a obedecer, únicamente así pueden marchar las cosas. Ya le oyes a papá, cuando la República, un guirigay, no había quien se entendiese...”.

En cambio Mario está totalmente en contra de la actual forma de gobierno, Mario pertenecía al partido comunista, perseguido por el gobierno, aunque Carmen no lo sabía, simplemente pensaba que los hombres con los que se reunía para hacer tertúlias lo había cambiado, pero no llega a pensar que su marido sea de izquierdas.

Además, existe otra diferencia muy importante relacionada con la anterior ya explicada, la visión sobre la diferencia entre las distintas clases sociales. Por una parte, Carmen dice que esas diferencias deben existir, ya que siempre han estado y no hay que cambiarlas, hay gente de clase baja, que siempre será de esa clase y que muy dificilmente podrá progresar, mientras que hay otra gente que es de una clase social superior. Ese desprecio también lo expresa hacia los de razas diferentes, es una mujer exageradamente xenófoba y racista. Ese desprecio que siente Carmen lo amplía también al extranjero, todo lo suyo es lo que está mejor y en el extranjero todo está muy mal; no acepta la posiblidad de que en el extranjero las cosas estén mejor que en su país

En cambio, Mario opina totalmente lo contrario, para él todo el mundo es igual y por lo tanto debe ser tratado por igual, aunque sea de una clase social inferior, provenga de otro país o sea de una raza distinta. En la siguiente citas se puede ver perfectamente la manera de pensar de cada uno:

Págs. 66/67“... que a los pobres les sacas de su centro y no te sirven ni para finos ni para bastos, les echáis a perder, convéncete, en seguida quieren ser señores y eso no puede ser, cada uno debe arreglárselas dentro de su clase como se hizo siempre ... que me haceis gracia con esa campaña de el Correo, que yo no sé como no lo cierran de una vez, la verdad, para que todos los chicos, ricos y pobres, puedan ir a la Universidad, menudo lío, que eso es una sandez...”

Pág. 76 “... que los judíos y los protestantes son buenos, que sólo nos faltaba eso...”

Pág 127 “... que la vocación es muy respetable, de acuerdo, pero hay vocaciones para gente pobre y hay vocaciones para gente bien, cada uno en su clase, creo yo, que a este paso, a la vuelta de un par de años, el mundo al revés, los pobres de ingenieros, y la gente pudiente arreglando los plomos de la luz, fíjate que gracia.

Pág. 164 “Un poquito de intransigencia, eso, eso es lo que no está haciendo falta, convéncete, que sinó va a llegar el día en que la mujer honesta no se diferencia de la perdida, ya lo oyes Valen, ahora, en Madrid, todas las mujeres de la calle arregladas como nosotras...”

Págs 223/224 “...que bien claro lo que dijo en la Tele, “todos somos hijos de Dios”, más claro agua, hijo mío, que en la calle, todo el mundo que qué estupendo, a ver, y que si los extranjerotes esos pensaran en cistiano, como papá, en el mundo no habría problemas raciales o eso. Yo estoy con papá Mario, completamente de acuerdo, todos iguales, para Dios no hay diferencias, negros y blancos por un mismo rasero, ahora bien, los negros con los negros y los blancos con los blancos, cada uno en su casita y todos contentos, y si la Universidad esa, como se llame, que nunca acabaré de aprenderlo, me quiere colocar a un negro, que pague doble, a ver, que también los perros son criaturas de Dios y al demonio se le ocurre meterlos en casa ... no hay ley divina que te obligue a aceptar un huésped de otro color, pués sólo faltaría”.

Pág. 66 “El franchute ese, el Perret o como se llame, os metió unas ideas estrambóticas en la cabeza, Mario, que tú y el Aróstegui y el Moyano y el propio don Nicolás siempre mirais con la boca abierta todo lo que viene de fuera, que sois unos papanatas, y ya sé que en el extranjero trabajan las chicas, pero aquello es una confusión, ni principios ni nada, que debemos defender lo nuestro hasta con las uñas si fuera preciso. Los extranjerotes esos, con todos sus adelantos, nada tienen que enseñarnos...”

Pág. 170 “Es como lo de los presos, que llevas el espíritu de la contradicción en la sangre, hijo mío, porque yo digo, si quieres haces algo por los demás, pobres hay montones, y a Cáritas, con un poquito de habilidad, se la torea, como yo hago, porque Cáritas por mucho que tú la defiendas, lo que ha hecho es impedirnos el trato directo con el pobre y la oración antes del óbolo, que yo recuerdo con mamá, antiguamente, rezaban con toda devoción y besaban la mano que los socorría”

Por último, también existen diferencias entre ambos en el campo de la religión, aunque éstas vienen marcadas por sus ideas sobre sociedad, política, etc. Ambos son católicos y creen en Dios, pero de manera bastante distinta. Mario es un católico fervoroso, el libro más importante para él es la Biblia, eso lo dice todo, pero ese fervor viene dado en gran parte porque se encuentra en un período en el que se produce el Concilio Vaticano II, con lo que tenemos la constitución pastoral sobre la iglesia, y que ésta tiene que aceptar como curas a obreros. Como Mario es comunista está de acuerdo con esto y por eso lo apoya tanto.

En cambio, Carmen no lo puede aceptar, piensa que los pobres nunca se pueden poner al nivel de los pudientes y que debería ser como era antes.

Pág. 64 “... dichoso Concilio que todo lo está poniendo patas arriba, ya ves, la iglesia de los pobres, que buenos están los pobres como digo yo, y los que no somo pobres, ¿qué?...”

Analizar como aparecen reflejados la guerra, la religión, la sexualidad y la sociedad:

En el libro aparecen reflejados varios temas importantes de la época: la guerra, la religión, la sexualidad y la sociedad.

En cuanto a la guerra, aparece reflejada como un acto pasado, dónde la mayoría de la gente sufrío mucho, y se tenían que esconder en sótanos y lugares parecidos. Aunque Carmen presenta un modelo muy distinto, ella dice que se lo pasó bien en la guerra, allí escondida con mucha gente, y que le hacía gracia lo que se asustaba otra gente. Los hombres también sufrían porque en cualquier momento podían ser cogidos para ir a la guerra, a un cuartel a prestar servicios auxiliares, etc. Es el caso del hermano de Transi:

Pág. 84 “... el hermano de Transi, medio anormal, pero le movilizaron y le llevaron un cuartel, para servicios auxiliares y así, pero lo que pasa en las guerras, debió hacer falta gente o que sé yo...”

La religión es aún muy importante durante la época, todo el mundo es católico, aunque como se ha visto en la comparación entre Mario y Carmen, puede ser de manera diferente. Durante este período se produce un importante cambio, que en el libro aparece reflejado varias veces y que Carmen muestra como malo, es el Concilio Vaticano.

Pág. 63 “... que al fin y al cabo un buen cristiano, por más que ahora esté todo revuelto con eso del Concilio...”

La sociedad, claramente reflejada en el libro, es aún estamental. Existe una gran diferencia entre las distintas clases sociales aunque parece que muy poco a poco esa diferencia se va reduciendo. Por un lado tenemos a los paletos y los obreros, que son muy pobres y prácticamente no reciben ayudan ningua del gobierno; y por otro lado tenemos a la sociedad de clase media, que sin tener lujos, vive bastante bien. En esta sociedad también se diferenciaba aún entre hombres y mujeres, los hombres podían estudiar y trabajar, pero las mujeres que hicieran una de esas dos cosas estaban mal vista, aún se tenía el concepto de que las mujeres debían estar en su casa, haciendo tareas domésticas y cuidando de los niños.

Pág. 126 “...se metió entre ceja y ceja que las niñas estudiaran y ahí las tienes, contra viento y marea, la pobre Menchu, y no te hagas el tonto que sabes de sobra que las niñas que estudian, a la larga, unos marimachos”.

Por último, la visión de la sexualidad: entonces no era como ahora, por ejemplo, mucha gente decidía llegar vírgen al matrimonio, y estaba muy bien visto. El sexo para muchos era un tema tabú. El modelo de sexualidad de Carmen es de frustración y reprimida, es así porque sus padres la educaron diciéndole que ella es una señorita, y había cosas que no podía hacer, le da mucha importancia a los desprecios que le hizo su marido, y para vencer esta frustración pone ejemplos de oportunidades que ha tenido con otros hombres, pero que no ha querido porque es una señorita.

Pág. 108 “...Mario, para que te enteres, que la mujer o la novia deben ser sagradas, como yo digo, ni tocarlas ni que las toquen, aunque contigo esto y mirar al cielo es todo uno, “tengo confianza en ti”, “tú ya lo sabes lo que debes hacer”, ¡qué cómodo!, y ¿si se me olvida? ¿Y si un día no me da la real gana hacer lo que debo hacer?...”

Analiza los recursos estructurales del libro:

Cinco horas con Mario es una novela de gran penetración psicológica que, a través de un alma femenina puesta al descubierto, llega hasta el fondo de la sociedad española de nuestro tiempo. Sólo un escritor de la categoría de Miguel Delibes podía enfrentarse con este difícil tema y resolverlo tan brillantemente.

El libro está dividido en tres partes desiguales, donde la segunda, un monólogo de Carmen ante el cadáver de Mario, ocupa casi la totalidad de la obra.

La obra empieza con un recorte de periódico con la esquela de la muerte de Mario. Después se inicia la primera parte, que es una breve introducción, con narrador omnisciente, que explica donde se encuentra la familia, la gente que se encuentra en la casa, etc. Al llegar la noche Carmen se queda sola con el cadáver y quiere despedirse de él.

Encuentra la Biblia en la mesita de su difunto marido, la comienza a hojear y va leyendo fragmentos subrayados. Esta segunda parte consta de veintisiete capítulos, uno por cada versículo de la Biblia. Cada capítulo comienza con un fragmento distinto, a partir del cual, la viuda rememora los veintitrés años de casados, la personalidad de su marido, y la relación que han tenido durante todo este tiempo. Este monólogo de innumerables digresiones y reiteraciones, aunque no le coge el sentido a los versículos subrayados por Mario, suscitan en ella asociaciones de ideas.

Aunque la obra esta dividida en capítulos, ésta carece de cualquier tipo de orden, ya que simplemente son las ideas que le van pasando a la inculta viuda por la cabeza, ese desorden es uno de los aspectos más importantes del libro.

La tercera y última parte consta de un diálogo entre Carmen y el hijo mayor, vivo reflejo de su padre, en el que demuestra su comprensión y tolerancia hacia el resto de la sociedad, cualidad heredada de su padre y que su madre no consigue comprender.

Con esta estructuración tripartita se pretende darnos una imagen indirecta y refleja de Mario a través de Menchu. Esto es una audaz e inovadora idea de Miguel Delibes, muy difícil de lograr, pero que él lo consigue a la perfección.

El autor, también a través del monólogo, refleja a los dos protagonistas principales, mediante el método reiterativo y acumulativo de círculos concéntricos, que repiten el tema cada vez añadiendo algún tipo de nueva información. Ésa es una de las claves del libro, las múltiples repeticiones producidas por la incomprensión de Carmen hacia Mario y que hacen que vuelva al mismo tema una y otra vez. Existe un gran contraste entre los versículos subrayados por Mario y lo que su mujer consigue comprender.

Para acabar, la última innovación es el método narrativo utilizado por el autor, en el que Menchu, sólo nos ofrece la imagen negativa de su marido, y tal exageración y recriminación hace que Mario quede con su integridad moral de hombre noble y bueno.

Bibliografía:

  • Cinco horas con Mario, editorial Destino

  • Nova Enciclopèdia catalana de l'estudiant

  • Enciclopedia Monitor, Salvat

  • Gran Enciclopèdia catalana




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Enviado por:Montanna
Idioma: castellano
País: España

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