Psicología


Cannabis


Sábado 18 de noviembre del 2006

Universidad Autónoma de Nayarit.

'Cannabis'

Unidad Académica de Turismo.

Unidad de aprendizaje: Desarrollo y habilidades del pensamiento.

Facilitador:

Turno: Vespertino.

Grupo: A-4

Alumno:

Tema de ensayo: Cannabis. ¿Dañino para la salud?

Propósito

Para comenzar con este ensayo es necesario plantear el propósito de las líneas que se muestran a continuación y determinar mi posición con respecto al tema, el motivo principal que me ha llevado a investigar sobre el tema en cuestión es una pregunta que constantemente me ago a mí mismo y es justamente como he llamado a este trabajo.- Cannabis ¿Dañino para la salud?.

Tocando otro aspecto sobre este tema, me resulta interesante el poder hacer un estudio sobre los daños que puede llegar a producir el Cannabis pasando por aspectos tanto fisiológicos y sociales. Así pues no se deben dejar pasar por alto los supuestos beneficios o aspectos positivos que argumentan algunos consumidores tiene dicha Planta.

Con la información que se muestra a continuación se pretende hacer un trabajo de información, que realmente sea util para aquellos consumidores que se interesen por saber que es lo que estan introduciendo en su cuerpo.

Y con esto no pretendo terminar o aminorar el consumo de marihuana por que es como dicen “algo que nunca se va a acabar”, pero no por esto quiere decir que es algo que esta mal, ¿por qué esta mal? Será simplemente que esta mal por que tus padres te lo han planteado así toda tu vida y a su vez a ellos les fueron impuestas estas ideas por sus antecesores, algo que realmente puedo expresar como “mi propuesta” para este caso es el tratar de crear un poco de conciencia en las personas que discriminan a los consumidores, me gustaría que pudiésemos percibir lo mal que estamos como sociedad, y la falta que le hace a esta misma, contar con miembros que se atrevan a dejar los tabúes atrás para darnos cuenta que muchas veces caemos en actividades verdaderamente inmorales y ofensivas incluso estando completamente sobrios, o haciendo uso de las drogas completamente licitas como lo son el alcohol y el tabaco.

Reseñas de tipo histórico y alcance de su consumo

En el 2001, hubo alrededor de 12 millones de usuarios nuevos de marihuana. Este número es similar al número de usuarios nuevos por cada año desde 1995 pero por encima del número de usuarios nuevos en 1990 (1.6 millones). En el 2002, más de 14 millones de americanos de 12 años en adelante, usaron la marihuana por lo menos una vez en el mes anterior a la encuesta.

El porcentaje de jóvenes entre 12 y 17 años que había usado marihuana alguna vez en su vida declinó un poco del 2001 al 2002 (del 21.9 por ciento al 20.6 por ciento). Entre los adultos de 18 a 25 años, la tasa aumentó un poco, de 53.0 por ciento a 53.8 por ciento en el 2002. El porcentaje de adultos jóvenes de 18 a 25 años que alguna vez probaron la marihuana fue del 5.1 por ciento en 1965, pero aumentó continuamente hasta llegar al 54.4 por ciento en 1982. Aunque la tasa para los adultos jóvenes disminuyó algo de 1982 a 1993, no bajó del 43 por ciento, y de hecho, ascendió al 53.8 por ciento en el 2002.

En el 2002, la marihuana ocupó el tercer lugar en la lista de las drogas abusadas que más comúnmente se reportaron durante visitas a las salas de emergencia ubicadas en la parte continental de los Estados Unidos. Las menciones de la marihuana aumentaron significativamente (24 por ciento) del 2000 al 2002, pero no han demostrado aumento significativo desde el 2001. Teniendo en cuenta los cambios poblacionales, las menciones de marihuana aumentaron un 139 por ciento de 1995 al 2002 (encuesta tomada de www.drougsglobal.com)

Descripción del Cannabis

Forma parte de la familia de las cannabáceas. Se trata de una planta herbácea anual con tallo erecto, formadas por celulosa rígida, que crece de uno a tres metros de altura; las hojas son palmiformes, de cinco a siete segmentos largos y profundamente dentadas. Las hojas se distribuyen en el tronco de dos en dos, creciendo en extremos opuestos, excepto en los extremos de las ramas donde las hojas crecen en solitario y pueden dar lugar a flores. Es dioica (tiene flores masculinas y femeninas en pies separados), las plantas masculinas (que crecen y duran menos que las femeninas) son más alargadas y con menos hojas y producen flores pequeñas y blanquecinas en la que se distinguen pétalos distribuidos en racimos, son estaminíferas y portadoras del polen y la planta femenina es más baja y frondosa que las masculinas, son las portadoras de pistilos, tienen las flores en forma de ampolla, reunidas en las sumidades de las ramas o las axilas de las hojas. Las flores femeninas, son casi invisibles y se agrupan en espigas.

El fruto, cañamones, tienen forma globular, de unos 5 milímetros de diámetro de color marrón grisáceo, se emplea en alimentación, especialmente de aves y para extracción de aceite. Es de cultivo anual. De forma salvaje puede crecer en la mayoría de los lugares donde habita el hombre, pero para su cultivo óptimo se requieren climas cálidos y húmedos; por esto las zonas ideales son las sierras y montañas de regiones semitropicales como: México, Colombia, Jamaica, Líbano, picos bajos del Himalaya, las montañas del Rif (Ketama) de Marruecos, Pakistán, Afganistán y Europa oriental.

Hachis

El hachís (del Árabe  que significa hierba, también llamada "chocolate") es una droga psicotrópica derivada del Cannabis. De aspecto sólido, se hace maleable con el calor. Su color puede variar del marrón rojizo al negro, verdoso y coloración dorada. Se suele fumar en pipa y mezclado con tabaco o brotes de Cannabis.

El hachis es adoptado en los años 1960 por los hippies (estadounidenses sobre todo) con el fin de poder llevarse el polen del cáñamo de manera cómoda y oculta hacia sus países de origen, el cáñamo había sido prohibido en la comunidad internacional gracias a las presiones de Estados Unidos, ya que para estos era mucho más rentable producir el recién inventado Nylon (máximo competidor de la fibra de cáñamo que ya usara Cristóbal Colón en sus velas, o el mismo Jesucristo en los aceites corporales).

Subespecies de cannabis

Existe controversia acerca de la clasificación botánica de esta especie, pues mientras algunos defienden la existencia de 3 subespecies, otros las consideran como especies separadas.

Cannabis sativa

También clasificada como C. sativa. Es la subespecie más extendida, esta subespecie se puede encontrar en países con entornos climáticos tropicales (Colombia, México, Tailandia, Camboya y países próximos al ecuador) se trata de plantas altas, con hojas finas y cogollos menos densos que las índicas. Las variedades sativas son muy psicoactivas.

Cannabis sativa indica

También clasificada como C. indica. Resultado de la adaptación natural de la planta a entornos climáticos menos tropicales, "pertenece a la flora autóctona de las cordilleras nórdicas del Hindu Kush afgano, la cordillera Karakoram pakistaní, las montañas Parmir y Altay de Rusia y la cordillera india del Himalaya".

Se trata de plantas más bajas que las sativas, con hojas más anchas y cogollos más densos. Los efectos de las variedades índicas son psicoactivos (aunque en menos medida de las sativas) y narcóticos, la producción de resina es mayor que en las sativas por lo que se suelen utilizar para la producción de hachís.

Cannabis sativa ruderalis

También C. ruderalis. Situada originariamente en las zonas de Rusia, con un nivel muy bajo de psicoactividad y de pequeño tamaño. Por lo general no se utiliza para fumar, sino para crear híbridos y poder así darle alguna cualidad genética a la planta resultante.

THC

En varias modalidades, la marihuana es una droga psicoactiva, altera el estado "normal" de conciencia debido a que contiene distintos cannabinoides, principalmente THC (delta-9-tetrahidrocannabinol) y Aunque la principal sustancia psicoactiva del Cannabis sea el THC, la planta contiene en total cerca de 60 cannabinoides (entre estos: cannabinol, cannabigerol, cannabichromene, cannabycyclol). La complejidad de esta mezcla ha producido especulaciones sobre la diferencia de efectos en el organismo, a los que, en opinión de algunos, se han supuesto "buenos". Otros alcaloides principales son el CBD o cannabidiol (narcótico) y el CBN, y los porcentajes entre estos dos alcaloides influyen en los efectos que puede causar cada planta.

El tetrahidrocannabinol, también conocido como THC, 9-THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), 1-tetrahidrocannabinol (si utilizamos la nomenclatura clásica) o dronabinol (forma farmacéutica que consiste en cápsulas con THC en aceite de sésamo), es la principal sustancia psicoactiva encontrada en la planta de cáñamo de la variedad Cannabis sativa. En estado puro, tiene el aspecto de cristales a bajas temperaturas, y se torna viscoso y pegajoso al calentarlo.

El THC es poco soluble en el agua, pero se disuelve fácilmente en la mayoría de disolventes orgánicos cómo el etanol o el hexano.

Sus efectos farmacológicos son el resultado de su vinculación con los receptores específicos de cannabinol situados en el cerebro y en todo el cuerpo. Dado que el cuerpo no produce naturalmente cannabinoides, la investigación científica comenzó por averiguar cuál es la sustancia natural que enlaza con estos receptores, lo que llevó al descubrimiento de la anandamida y otras sustancias implicadas en este proceso.

Probablemente sea su afinidad con las sustancias lipofílicas lo que haga que el THC se adhiera a la membrana de las células (principalmente neuronales).

El Cannabis "normal" contiene habitualmente entre 0,5 a 5% de THC dependiendo de las diferentes técnicas de cultivo (desde el cultivo en huerta, pasando por el cultivo en macetas (luz natural o artificial) hasta el cultivo hidropónico). Las variedades desarrolladas por los bancos de semillas tienen un nivel de THC más alto, llegando las variedades más potentes al 24% de THC.

El THC es soluble en grasa (liposoluble), por lo que la eliminación del organismo es mucho más lenta que los componentes solubles en agua (como el alcohol). Estudios realizados por el Dr. Gabriel G. Nahas en ratas mostraron que el THC podía demorar hasta 8 días en salir del organismo, si bien los efectos fuertes sólo duran unas pocas horas. Además, al ser liposoluble, el THC suele depositarse en zonas ricas en grasa, como el cerebro y el hígado.

La marihuana llamada "sin semilla" hace referencia a plantas hembras que no han sido polinizadas. Éstas son las que contienen la mayor cantidad de THC, debido a que la no polinización produce un estrés en la planta que hace que aumente la cantidad de THC. Los machos se deben desechar en el cultivo, salvo para poder polinizar y hacer semillas.

Composición molecular del THC

9-THC, C21 H30 O2. Es fácilmente soluble en etanol (CH3-CH2-OH) y en hexano (C6H14). Es posible obtener aceite de THC de la planta o cualquier otra sustancia derivada calentándola junto con etanol para que se disuelvan, y una vez mezclado, esperar a que se evapore el etanol, quedando así un residuo aceitoso de gran riqueza en THC.

THC sintético

En abril del 2005, las autoridades canadienses aprobaron la comercialización de Sativex, un aerosol bucal (colutorio), para el tratamiento sintomático del dolor en la esclerosis múltiple. El mismo contiene tetrahidrocannabinol asociado con cannabidiol. Lanzado en Canadá por GW Pharmaceuticals, se trata del primer fármaco en el mundo a base de cannabis. No obstante, consumidores de marihuana que han probado el medicamento, dicen que no se acerca a los mismos efectos que la marihuana fumada, por lo que el medicamento no puede ser utilizado como medio para drogarse.

Métodos de consumo

La marihuana o cáñamo se presenta en diferentes formas:

a) Flores secas (normalmente los cogollos de las plantas femeninas).

b) Resina de marihuana (hashish o hachís, que en árabe significa 'hierba seca') es la secreción resinosa de la planta (la resina), normalmente secada y cortada en bloques de color marrón bastante oscuro y levemente verdoso.

c) Aceite de cannabis, en inglés honey oil ('aceite de miel'), hash oil ('aceite de hachís'), que es un concentrado cuya extracción generalmente implica el uso de disolventes como el alcohol lo cual potencia la toxicidad de la droga.

La forma más usual de consumo es en forma de cigarrillo armado a mano que en Centro y Sudamérica normalmente se le llama “porro”, en estos casos se usan directamente las hojas o los cogollos, secos y desmenuzados, o la resina mezclada con tabaco rubio.

Otros métodos incluyen el uso de pipas comunes y de pipas de agua para fumar el cannabis mientras se enfría el humo como es el caso de los bongs quitando las impurezas no deseadas.

El Cannabis se usa también en la cocina, para la preparación de recetas como space cake ('torta espacial') y hash brownies ('bollos con hachís'). La ingestión por vía oral debe ser siempre bien medida, ya que de esta forma se ingresa mucho más porcentaje de THC que fumado o vaporizado. Además, al ser ingerido, el THC pasa por el hígado antes de llegar al cerebro, teniendo leves cambios en el hígado, que convierten al THC en otra sustancia distinta, más psicodélica y que puede provocar ataques de pánico.

Síntomas de su consumo

La marihuana deprime la actividad cerebral, produciendo un estado de ensoñación en el cual las ideas parecen inconexas e incontrolables. El tiempo, el color y las percepciones espaciales pueden distorsionarse y exaltarse. Los colores pueden parecer más brillantes, los sonidos más altos y puede aumentar el apetito. La marihuana generalmente alivia la tensión y aporta una sensación de bienestar. La sensación de exaltación, excitación y gozo interior (el efecto de euforia) parece estar en relación con el ambiente en el cual se toma la droga, según que el fumador esté sólo o en grupo y dependiendo del humor predominante.

Sin embargo, según los seguidores del E.Q. (coeficiente intelectual), estiman que su uso, podría estimular los neurotransmisores, bajo ciertas circunstancias, ocasionando un estado más funcional de los fluidos cerebrales con respecto a ciertos tipos de trastornos emocionales, alterando la emotividad de los adictos.

Uno de los efectos secundarios más conocidos es el incremento del apetito momentos después de ser dosificado, incluyendo una necesidad de azúcares y alimentos dulces. Este efecto es aprovechado, por ejemplo, en los enfermos de cáncer que toman sesiones de quimioterapia, a los que les retira los vómitos y devuelve el apetito.

Otro efecto secundario conocido es una ligera pérdida de la memoria a corto plazo. La memoria en sí no se ve afectada, horas o días después se recuerda todo lo olvidado bajo los efectos del Cannabis. Si se usa en combinación con bebidas alcohólicas puede producir náusea. El consumo prolongado, según algunos estudios, provoca una pérdida en la capacidad de aprendizaje, memorización y en la capacidad de fijar la atención.

Es difícil llegar a una sobredosis de Cannabis si el consumo se realiza fumándola. En cambio, sí es probable una sobredosis por consumo oral.

Actualmente se investigan los usos médicos de la marihuana para diversas enfermedades.

También puede ayudar a reducir la presión de los fluidos en los ojos asociados al glaucoma. Hay numerosos estudios que han demostrado que puede ayudar a reducir el miedo y los temblores de la esclerosis múltiple, aunque para obtener tales efectos se requieren casi siempre dosis bajas.

Mientras se consume marihuana se disminuyen las capacidades comunicativas y motrices, por lo que es peligroso conducir o manejar maquinaria pesada. Las personas que consumen grandes cantidades de marihuana pueden volverse confusas y desorientadas. Pueden desarrollar una psicosis tóxica, no sabiendo quienes son, donde están o qué hora es. Los esquizofrénicos están especialmente predispuestos a estos efectos y existe probada evidencia de que la esquizofrenia puede empeorar con el uso de marihuana, los efectos de la marihuana predisponentes a síndromes psicóticos han sido demostrados por los estudios de Verdoux, Souza en el 2004: Los consumidores de marihuana son más propensos a presentar anhedonia, desorganización cognitiva e impulsividad-agresividad; los receptores endocannabinoides (CB1) pueden contribuir a la fisiopatología de la esquizofrenia.

Actividad depresógena de la marihuana: En cuanto a uno de los cuadros afectivos verificados, los estudios más recientes demuestran que el 67% de los consumidores de marihuana sin previos síntomas depresivos desarrollan depresión exógena 14 años después de haber inciado el consumo. Ocasionalmente, pueden producirse reacciones de pánico, sobre todo en los consumidores nuevos. Otros efectos incluyen taquicardia, ojos inyectados en sangre y boca seca.

Se puede desarrollar tolerancia a largo plazo en los consumidores de marihuana lo cual suele inducir a elevar el consumo de este estupefaciente para obtener efectos semejantes a los provocados al inicio de su consumo. Las reacciones de abstinencia pueden incluir aumento de actividad muscular (por ejemplo, contracciones espasmódicas) e insomnio. Sin embargo, como la marihuana es eliminada del organismo de forma lenta a lo largo de varias semanas, una reacción de abstinencia tiende a ser leve y generalmente no es perceptible para el consumidor moderado.

Una característica de los efectos del consumo de psicotrópicos como la marihuana es el conocido como síndrome amotivacional, caracterizado por abulia, apatía, pasividad, indiferencia o irritabilidad, dificultad atencional, fatigabilidad fácil.

Algunos estudios han sugerido que el uso prolongado e intenso de marihuana en los varones puede reducir los valores de testosterona, el tamaño de los testículos y la cantidad de esperma. El uso crónico en mujeres puede llevar a ciclos menstruales irregulares. Sin embargo, estos efectos no ocurren siempre y las consecuencias sobre la fertilidad son inciertas.

El consumo intenso y prolongado de marihuana puede tener efectos similares al del consumo de cigarrillos sobre los pulmones. Es frecuente la bronquitis, los enfisemas y se incrementa el riesgo de cáncer de pulmón.

Detección por medio de la orina

Los resultados de la detección de marihuana en los análisis de orina permanecen positivos durante varios días después del consumo, incluso en consumidores ocasionales. En los consumidores habituales, los resultados de los análisis pueden permanecer positivos más tiempo a medida que la droga se va eliminando lentamente de la grasa corporal. El tiempo que tarda es variable, dependiendo del porcentaje de THC y de la frecuencia del consumo. Los análisis de orina son un medio eficaz de identificar el uso de marihuana, pero una prueba de orina con resultado positivo sólo indica que la persona ha consumido marihuana, no prueba que el consumidor esté en ese momento con las facultades alteradas (intoxicado). Análisis sofisticados pueden determinar hasta un año después si se ha consumido marihuana.

A continuación se muestran algunos de los efectos que causa la marihuana en diferentes partes específicas del cuerpo:

Efectos que causa la marihuana en el cerebro

Las membranas de ciertas células nerviosas en el cerebro contienen receptores de proteína que captan el THC. Una vez que el THC se une al receptor, el TCH lanza una serie de reacciones celulares que llevan a la euforia que los usuarios experimentan cuando fuman Cannabis.

Los investigadores han encontrado que el THC cambia la manera como la información sensorial llega y es procesada por el hipocampo. El hipocampo es un componente del sistema límbico del cerebro que es crucial para la memoria del aprendizaje, y la integración de experiencias sensoriales con emociones y motivaciones. Las investigaciones han demostrado que las neuronas del sistema de procesamiento de información del hipocampo y la actividad en las fibras nerviosas son reprimidas por el TCH. También, los investigadores han encontrado un deterioro de los patrones de conducta aprendidos, también dependientes del hipocampo.

Recientes investigaciones también indican que el uso prolongado de la marihuana produce cambios en el cerebro similares a los vistos después del largo uso de otras drogas que son frecuentemente abusadas.

Efectos que causa la marihuana en los pulmones

La persona que fuma marihuana frecuentemente puede tener mas problemas respiratorios de los fumadores de tabaco. Estas personas pueden tener tos y flema a diario, síntomas de bronquitis crónica, y mayor frecuencia de catarros. El uso continuo de la marihuana puede llevar al funcionamiento anormal del tejido pulmonar, debido a su destrucción o trauma.

También produce altos niveles de una enzima que convierte ciertos hidrocarburos a su forma carcinógena, niveles que pueden acelerar los cambios que finalmente producen las células malignas. Los usuarios de marihuana generalmente inhalan más profundamente y sostienen su respiración más tiempo que los fumadores de tabaco, lo que aumenta la exposición de los pulmones al humo carcinógeno. Estos hechos sugieren que, fumada por fumada, la marihuana puede aumentar el riesgo de cáncer aún más que el tabaco.

Los efectos a largo plazo de la marihuana requieren más estudios, pero algunos afirman que cuando se fuma en la forma de resina (hachís) mezclada con tabaco, el alto contenido de alquitrán de éste puede incrementar el riesgo de cáncer de pulmón, en verdad el riesgo de cáncer pulmonar resulta siempre mayor que el producido por el tabaco (el humo de la marihuana contiene entre 50 y 70 por ciento más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco) a causa de la mayor retención pulmonar del humo con componentes carcinógenos que posee el hachis. Sólo un estudio del doctor Tashkin, profesor de farmacología de la universidad de Los Ángeles, da como opinión discordante que el Cannabis no produce ningún tipo de cáncer al ser aspirado por vía pulmonar.

Efectos en la frecuencia cardiaca y la presión arterial

Resultados recientes indican que la práctica de fumar marihuana e inyectarse cocaína al mismo tiempo puede causar un marcado aumento de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. En un estudio, se dio marihuana sola, cocaína sola y luego una combinación de ambas a usuarios frecuentes de estas dos drogas. Cada droga sola produjo efectos cardiovasculares; al combinarlas, esos efectos se intensificaron y duraron más. La frecuencia cardiaca de los sujetos del estudio aumentó 29 latidos por minuto con marihuana sola y 32 latidos por minuto con cocaína sola. Al administrarlas juntas, la frecuencia cardiaca aumentó en 49 latidos por minuto, y ese aumento persistió por más tiempo. Las drogas se administraron a los sujetos mientras estaban en reposo. En condiciones normales, una persona puede fumar marihuana e inyectarse cocaína y luego hacer algo causante de estrés físico lo cual puede aumentar mucho el riesgo de sobrecarga del sistema cardiovascular.

Efectos del uso frecuente de la marihuana en el aprendizaje y la conducta social.

Un estudio en alumnos universitarios mostró que ciertas habilidades críticas relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje están alteradas en aquellas personas que usan marihuana con mucha frecuencia, aún después de descontinuar su uso por 24 horas. Los investigadores compararon 65 "usuarios frecuentes" que habían fumado marihuana con una frecuencia media de 29 en los últimos 30 días, y 64 "usuarios menos frecuentes" quienes habían fumado con una frecuencia media de 1 en los últimos 30 días. Después de una abstinencia de 24 horas, estrictamente controlada, a la marihuana y otras drogas ilícitas y al acohol, los estudiantes recibieron pruebas estandarizadas para medir aspectos de la atención, memoria y aprendizaje. Comparados con los usuarios poco frecuentes, los usuarios frecuentes de marihuana cometieron más errores y tuvieron mayor dificultad para mantener la atención, cambiar la atención en respuesta a las demandas del ambiente, y registrar, procesar y utilizar información. Los resultados sugieren que el mayor impedimento por parte de los usuarios frecuentes está probablemente asociado con una alteración de la actividad cerebral producida por la marihuana.

Estudios longitudinales sobre el consumo de marihuana por parte de jóvenes por debajo de la edad universitaria indican que los usuarios tienen menor rendimiento que los no usuarios, mayor aceptación de comportamientos anormales, mayor comportamiento delincuente y agresión, mayor rebeldía, relaciones mas dificultosas con sus padres y mayores asociaciones con amigos delincuentes y que consumen drogas.

Las investigaciones también muestran mayor propensión al enojo y comportamiento regresivo (chuparse el dedo y episodios de ira) en los infantes cuyos padres consumen marihuana que entre los infantes de padres no usuarios.

Efectos que causa la marihuana en el embarazo

Cualquier sustancia que se abuse puede afectar la salud de la madre durante el embarazo y este es un período en el que ella debe cuidarse con especial atención. El abuso de sustancias puede interferir con una nutrición y descanso adecuados, lo cual puede afectar el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos estudios han encontrado que los bebés de madres que usaron marihuana durante el embarazo tienden a ser más pequeños que los de las embarazadas que no utilizaron la droga. En general, los bebés de menor tamaño tienden a desarrollar problemas de salud.

La madre lactante que usa marihuana pasa parte del TCH a su bebé a través de la leche materna. Las investigaciones han encontrado que el uso de la marihuana por parte de la madre durante el primer mes de lactancia puede impedir el desarrollo motor (control del movimiento de los músculos) del bebé.

Adicción a la marihuana

Algunas personas devienen dependientes de la marihuana por razones psicológicas y esta dependencia puede tener todas las características de una adicción grave. La dependencia física de la marihuana no ha sido demostrada de modo fehaciente. Al igual que el alcohol, la marihuana puede ser usada de modo intermitente por muchas personas sin que les cause una disfunción aparente social o psicológica, ni tampoco adicción. Los estudios de Nettler y Hyman ( 2001) demuestran que la periodicidad y cronicidad del consumo de substancias psicotrópicas como las presentes en la marihuana provocan una alteración sobre la neuroplasticidad cerebral, afectando especialmente al circuito de recompensa y reforzamiento cerebral. Una periodicidad mensual ( el solo fumar un "cigarrillo de marihuana" por mes ) alcanza para que se ocasionen alteraciones estables y crónicas, muchas veces esto provoca el aumento de los efectos paradojales ante el suministro de benzodiasepinas. La abstinencia es un cuadro altamente complejo en el cual se encuentran intercorrelacionados síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales constituyendo un registro subjetivo. Por esto, suponer que por que la marihuana no presente notorios efectos con cuadros de abstinencia fisiológica es un grave error ya que el componente conductual y cognitivo son de suma importancia y estos sí se ven alterados con la marihuana. De este modo, aunque el síndrome de abstinencia que provoca la marihuana es mucho menos espectacular que los provocados por la abstinencia de opiáceos, cocaína, etc. La marihuana presenta un riesgo potenciado por lo insidioso (no demasiado notorio) de su síndrome de abstinencia.

Conclusión

Estas ultimas líneas que estas por leer las he usado para darte las gracias por que si has leído asta este punto, seguramente has aprendido algo, gracias por haber dedicado un poco de tu tiempo para leer este documento que escribi con mucho gusto, ojala y el mismo tenga algo nuevo para enseñarnos tanto a los que consumen, como a los que no.

Respondiendo a la pregunta que me dio pie para comenzar a investigar este tema ¿Dañino para la salud? Hoy ya puedo responder esta pregunta y me parece que en verdad es algo que daña la salud si se hace en forma desmedida e irresponsable, pero también aprendí muchas de las bondades medicinales que nos puede ofrecer una alternativa y una esperanza para enfermedades como lo son Cáncer, Sida y esclerosis múltiple.




Descargar
Enviado por:Cadillac
Idioma: castellano
País: México

Te va a interesar