Religión y Creencias


Camino de Santiago: Más que una tradición


Camino de Santiago

Más que una tradición.

Introducción

“ El Camino de Santiago no se termina al llegar a la plaza del Obradorio, es ahí donde realmente empieza El Camino se hace día a día “

Con la realización de este trabajo pretendo dar a conocer la realidad del Camino de Santiago, desde el punto de vista religioso, cómo nació el culto al apóstol Santiago, el porqué de las peregrinaciones, el sacrificio del camino, la alegría de caminar con hermanos de todo el mundo, profundizando día a día en lo espiritual, viviendo en comunidad...

Yo tuve la suerte de hacer el camino de Santiago el verano del 96. Fui con una comunidad religiosa misionera italiana,” Los misioneros de la Consolata “ y junto con varios religiosos de esta orden fuimos jóvenes cristianos de España, Italia, Portugal, Tanzania, Kenya, Colombia, Marruecos, Brasil, Venezuela, Colombia, Londres, EEUU....

Sin duda la experiencia del Camino, a todos los niveles ,te marca la vida por eso a ti lector quiero contagiarte esa alegría ,para que en tu caminar diario tengas en cuenta que DIOS siempre es tu báculo.

Finalmente y antes de empezar quiero decirte que si alguna vez tienes la experiencia de hacer el Camino de Santiago no la dejes escapar.

Santiago en los caminos históricos de la Península Ibérica :

Peregrinar es condición humana desde el alba de los tiempos. Esta condición en su acepción más amplia ,viajar más allá de los lugares que uno conoce, ha distinguido y sigue distinguiendo a la humanidad. En nuestra sociedad en que es posible conocer el mundo desde el sofá, quién no ha sentido curiosidad por recorrer lugares remotos.

Desde antiguo nos son conocidas las peregrinaciones en todo el mundo índico e indoeuropeo.

En la civilización celta, de la que el occidente cristiano hereda buena parte de sus costumbres y tradiciones, las peregrinaciones a los confines del mundo conocido, el Finisterre de Galicia, de Bretaña, de Cornualles, de Irlanda, conocen un desarrollo cuyo recuerdo a llegado a nuestros días. Durante los primeros siglos del cristianismo se desarrolla el culto a las reliquias de los santos. Éste nace en oriente para posteriormente pasar a occidente penetrando por los países mediterráneos.

En esta corriente España fue pionera. Ya era costumbre utilizar reliquias para la consagración de iglesias durante el Reino Visigodo. Según las crónicas antiguas, el Arca de la cámara de Oviedo, fue traída de la corte toledana para preservar las reliquias en ella contenidas. En los primeros siglos los lugares de culto, iglesias, cenobios o ermitas, carecían de patrono. La costumbre de dotar a cada templo de un protector se inició en la propiedad particular, para ser algo usual en todas hacia el siglo VI. De ahí que se llegara a considerar beneficioso poseer algún resto material de un santo u objeto que le hubiera pertenecido o reposara en su tumba, cuando no el cuerpo completo, no había más que un paso que rápidamente se dio bajo la influencia oriental. En la mentalidad del hombre medieval pervivía la creencia de que los muertos seguían presentes entre los vivos. Apenas existía diferencia entre el mundo real y el mundo de las sombras. Se dirigía uno con la misma naturalidad a un muerto que a un vivo. Todavía actualmente, encontramos personas que de romería a San Andrés de Teixido, en Galicia, van hablando con un fallecido, que imaginariamente les acompaña y a quien llevan al santuario para cumplir después de muerto una promesa hecha en vida; y éste no es el único caso.

Con la misma naturalidad cualquier fiel se dirigía a un santo quién por sus méritos ganados en la tierra tendría más posibilidad de interceder en su favor ante Dios. El lugar donde reposaba el cuerpo del santo o alguna de sus reliquias parecía el más adecuado para requerir su ayuda. El santo, estaría más presente y se le rendía culto en los lugares donde se ubicaban sus restos; de ahí que fuese necesario desplazares a estos lugares. Lo azaroso del viaje añadía si cabe más mérito a quién lo realizaba. Era costumbre relativamente practicada por nobles y monarcas, emprender algún tipo de peregrinación con cierta regularidad y hacerse acompañar por sus servidores, cortesanos y soldados. En la mentalidad medieval un rey o un noble es responsable ante DIOS de los territorios y almas que estén bajo su dominio, luego nada ha de extrañarnos que estas personas fuesen las más interesadas en dar ejemplo de humildad y granjearse lo parabienes del cielo tanto para si mismos como para sus súbditos.

En los siete primeros siglos de la cristiandad se extendió ,enraizó y floreció en las mentes de los creyentes un sentimiento de vital importancia para el desarrollo de las peregrinaciones. Quien recibiera a un viajero con bondad y caridad ,rendía culto a Cristo en esta persona. La difusión de esta idea, ya citada en el Nuevo testamento, se vio favorecida por dos personajes de transcendental relevancia dentro de la iglesia hispana: San Isidoro y San Fructuoso.

En la regla Isidoriana encontramos: “ todo fiel cristiano debe procurar que Cristo le diga : fui peregrino y me hospedasteis...”(siglo VI).Y en la Regula Monachorun y Regula Communis de san fructuoso encontramos lo siguiente : “ Con suma reverencia se han de ofrecer a huéspedes y peregrinos los servicios de caridad y acogida “(siglo VII).En el Concilio III de Toledo, celebrado en el 589,se manda socorrer a los pobres y peregrinos. Esta tradición de hospitalidad pervivió ininterrumpidamente hasta nuestros días a través de las reglas Benedictinas, Agustinas, Mercedarias, Jerónimas....

Los milagros atribuidos a los santos patronos, adquirieron fama y renombre incluso más allá de los límites peninsulares. Podemos citar a san Salvador, Monserrat, Guadalupe...La importancia de estos santuarios era tal que muchos peregrinos de Santiago los incluían en su camino aún a costa de dar un largo rodeo. De esta forma algunos caminos de peregrinación abandonaban el trazado más apropiado para llegar a Compostela y describen recorridos considerados frecuentemente erráticos

Cada peregrino al plantearse su particular andanza pensaba, en función de su disponibilidad, de su afán de curiosidad, de su grado de devoción, o de su reconoció ciento a tal o cual santuario, el recorrido más apropiado a sus propósitos.

La multitud de peregrinos que iban a santiago, dieron lugar a una red de caminos convergentes muy amplia. La devoción al apóstol Santiago en España y en todo el mundo es sobradamente conocida

El descubrimiento de los restos del apóstol contribuyo a que su devoción se extendiese aún más. Desde tiempos ancestrales hasta la actualidad podemos encontrar testimonios de peregrinos de todas las zonas de España y multitud de lugares extranjeros.

Los peregrinos encontraban apoyo en los núcleos de población existentes y en los monasterios, donde eran acogidos y reponían fuerzas.

La hospitalidad de las órdenes militares y de particulares:

La hospitalidad como virtud cristiana era practicada con gran naturalidad por la mayoría de los habitantes de la península, aunque también se conocen casos en sentido contrario. Era frecuente que vecinos de una aldea practicaran la hospitalidad con algún transeúnte, o que un noble repartiera limosnas o que hiciera donaciones con el fin de interceder ante el Señor en favor de la redención de sus pecados. Las fundaciones de hospitales por particulares nos ha quedado reflejada en numerosos documentos medievales tales como la donación hecha para construir delante de la catedral de Pamplona una casa que asistiera a los pobres y a los peregrinos en el siglo XII; el del Hospital de redecilla del camino construido por García Pérez y su esposa Mª Sancha, según documento del año 1189,el de Pedro Solís legado a la villa de Avilés; el mandado edificar por Fernán López, notario de Mellid, y su esposa Albera González a las puertas de la villa...etc.

Las órdenes monásticas aportaron una ayuda continuada y un sostén difícilmente comparable con cualquier otra institución. Las órdenes de Cluny, Cister, Aurillac y Antoniana, desde Francia difunden ,apoyan y aseguran materialmente las peregrinaciones valiéndose de su gran difusión a ambos lados de los Pirineos. Las órdenes religiosas peninsulares de San Jerónimo, San Benito, San Francisco, Santo Domingo, San Agustín....tanto en Portugal como en España participan y continúan esta admirable labor.

Las órdenes militares también hicieron posible el fenómeno peregrinatorio: Por citar a algunas destacaremos : la Orden del temple, la de San Juan, la de Santiago y otras tantas como las de Calatrava, Alcántara, Cristo....

Desarrollo del culto a Santiago y a otros santos: hospitalidad peninsular y rutas de peregrinación :

El impacto del descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en la Península fue tremendo. Esta noticia que necesitó de la transmisión oral para su difusión, encontró gran aceptación a todos los niveles de la sociedad medieval. No olvidemos que la controversia adopcianista había concluido favorablemente a los intereses de la “ Iglesia “ de Oviedo. Con el reconocimiento implícito de su preeminencia. No era pues lógico un abierto desacuerdo con un hecho aceptado y ensalzado desde Oviedo.

Esta acepción facilitó grandemente su rápida expansión. La más clara prueba de esta difusión a través de la península está en la cantidad de advocaciones esparcidas a lo largo y ancho de nuestra geografía. Advertimos gran devoción al Apóstol en Occidente en el que contamos varios centenares de advocaciones en el maestro mateo entre 1168 y 1188 ,y se distingue por sus excepcionales realismos y fuerza expresiva.

Anejos a la catedral, la sacristía y el claustro, de un gótico tardío, éste en el que se entremezclan abundantes motivos renacentistas, y dentro de él, el museo, con sus interesantes restos arqueológicos, valiosos ornamentos litúrgicos, y una de las más ricas colecciones de tapices que existen en España, son lugares que merecen visitarse, lo mismo que las capillas de las reliquias y de san Fernando, donde se muestra el relicario, sepulcros reales y el tesoro.

Tampoco se debe olvidar la sala capitular, ni la biblioteca, ni el archivo, colmado de preciosos códices, entre los que destacan “ los tumbos “ ( principalmente el tumbo A ) y el “ Codex Calixtinus “,que contiene miniaturas del más subido color artístico y noticias históricas de gran interés. Curiosa pieza que puede admirarse en estas dependencias es el “ botafumeiro “,gigantesco incensario argénteo que, en las grandes solemnizadas litúrgicas, ahuma el recinto catedralicio, volando audazmente por el espacio.

Bibliografía:

Para la realización de este trabajo se ha usado como fuente de información :

- Enciclopedia Larousse 2000

  • Enciclopedia Encarta 99

  • Diccionario enciclopédico Universal.Durvan.S.A.

  • Otros.




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Enviado por:Crimart
Idioma: castellano
País: España

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