Enfermería


Cadena de frío de las vacunas


LA CADENA DE FRIO DE LAS VACUNAS.CONCEPTO.

    Se define como cadena de frío a la serie de elementos y actividades necesarios para garantizar la potencia inmunizante de las vacunas desde su fabricación hasta la administración de éstas a la población. Es preciso no obstante señalar que este concepto se ha ampliado en los últimos años,  especialmente en los países donde la vacunación a pasado a ser una actividad generalizada y llevada acabo mediante programas de inmunización.Como finalidad de optimizar la eficacia y la eficiencia de estos programas, ha sido preciso contemplar, además del abastecimiento de vacunas a la población en condiciones óptimas de conservación (clásicamente definido como mantenimiento de la cadena de frío), una planificación operativa que permita garantizar la calidad integral de la vacunación. Esta planificación es la que se denomina logística de los programas de inmunización.

FASES DE LA CADENA DE FRIO

    Desde que se fabrican hasta que se administran, las vacunas pasan por las fases de distribución, almacenamiento y manipulación. Las actividades y recursos necesarios para desarrollar los programas de vacunas, varían sensiblemente en cada una de estas fases. Al realizar la planificación logística, habrá que adecuar los recursos y las actividades de cada una de las fases de frío, al nivel donde se aplique

ELEMENTOS DE LA CADENA DEL FRIO

  • Recursos Humanos
        La complejidad en la planificación, la gestión y la ejecución de los programas de inmunización, es cada vez mayor. El incremento de las vacunaciones infantiles, la potenciación de la vacunación de la población adulta y la aparición de nuevas vacunas, son entre otras, las causas del incremento de los programas de vacunaciones, en los últimos años. Este incremento hace cada vez mas evidente la necesidad de adecuar los recursos humanos a las nuevas características de estos programas.En este sentido, tanto especialistas en la cadena del frío como en logística, coinciden en que un elemento clave para el buen funcionamiento de los programas de vacunación es la figura del responsable de vacunas, siendo necesaria la designación de un responsable de vacunas en cada nivel de aplicación La persona designada estará formada en todos los aspectos relativos a la cadena de frío, a la logística, y a la termoestabilidad de las vacunas. Como principales actividades, el responsable de vacunas tendrá asignado el control y cuidado del equipamiento así como la coordinación y ejecución de todas aquellas actividades relativas a la gestión de los programas de inmunización, en su ámbito de competencia.

  • Recursos materiales
    Existen en el mercado una gran diversidad de artículos para el transporte, almacenaje, distribución y aplicación de vacunas. Por esta razón es importante antes de adquirir cualquiera de ellos, hacer un estudio de las necesidades y adaptar los elementos a éstas. De no ser así, puede ocurrir, por ejemplo, que al comprar una nevera para un centro vacuna no se tenga en cuenta que ésta  ha de disponer de congelador para acumuladores;también pude suceder, que disponiendo de una gran cámara frigorífica, no se disponga de termógrafo o, comio se ha observado en múltiples ocasiones, que la capacidad de la cámara o nevera no sea la adecuada al volumen medio de vacunas a almacenar.

LOGISTICA DE LOS PROGRAMAS DE INMUNIZACION. CONCEPTO

    El termino de logística, fue defido en 1836 como el arte de practicar el movimiento de las tropas. En la actualidad, este concepto militar, ha evolucionado y completa además del movimiento de las tropas, su evacuaciones y hospitalización del personal, aspectos como el diseño, desarrollo, adquisición, almacenamiento y distribución de los materiales. La aplicación de la logística, se ha ido incluyendo en otros campos como por ejemplo en la industria, donde se entiende por logística el estudio completo del movimiento de materiales que comprenden el de las  materias primas, desde su origen, hasta la expedición del producto acabado, con la finalidad de llegar al mercado o al cliente. La sanida, es otro de los campos donde la aplicación de la logística se ha incorporado. Así pues, en la actualidad el termino logística de la salud engloba desde la fabricación de productos farmacéuticos-sanitarios, hasta su distribución, almacenamiento, administración al usuario y eliminación de los residuos sanitarios generados.

  • Niveles de aplicación de la planificación logística en los programas de inmunización

    Las políticas y estrategias nacionales de salud han sido objeto de cambios en un gran numero de países después de la segunda evaluación de "La salud para todos" en 1991. Las modalidades de organización de los sistemas de salud han sido adaptados o lo están siendo en consecuencia. En este sentido, se observa una tendencia mundial hacia la descentralización. Aunque esta descentralización exige una dotación importante de personal suficientemente formado en aspectos de gestión, es obvio su impacto positivo sobre la organización de los sistemas de salud. Este impacto positivo, se ha manifestado de forma importante en la ejecución de los programas de inmunización. La descentralización de éstos por niveles de aplicación y la planificación logística para llevarlos a cabo ha comportado, sin duda, la optimización de Tos recursos, una mejor calidad en la gestión y un incremento de las coberturas como consecuencia de la aproximación de las vacunas a la población. Así pues, aunque la planificación y ejecución de los programas de vacunación dependerá de la organización sanitaria del territorio en cuestión, se proponen cuatro niveles de aplicación de la planificación logística en los programas de inmunización, que cabría contemplar en una estructura descentralizada.

Nivel Central

    Se definirá como nivel central aquel cuyo ámbito de actuación abarque todo el territorio. Correspondiendo a este nivel la definición de políticas vacúnales, la concepción y planificación de programas, así como  seguimiento y evaluación de los mismos. También se atribuirá a este nivel la compra de las vacunas con la finalidad de aumentar la eficiencia de los programas.

Nivel Regional

    Será aquel cuya demarcación abarque una parte del territorio. Al nivel regional le corresponderá la gestión de coordinación, supervisión y control de los programas de inmunización en el ámbito de su demarcación.La distribución de vacunas en estas demarcaciones se realizará a través de los Centros de Distribución Regionales (CDR), los cuales dependerán funcionalmente del Nivel Central.

Nivel Sectorial

    Así se definirá el nivel cuyo ámbito de actuación comprenda un determinado territorio de la demarcación regional. Las atribuciones serán las mismas que las del nivel regional, es decir la coordinación, supervisión y control de los programas de vacunas en su demarcación territorial. Es aconsejable la creación de este nivel cuando las características geosociales im~iquen una densidad poblacional muy alta o las distancias intracentros sean muy grandes. La distribución de vacunas en este nivel se llevará a cabo mediante los Centros de Distribución Sectoriales (CDS), los cuales dependerán funcionalmente de su Centro de Distribución Regional.

Centro

    Se definirá como Centro Vacuna (CV), el lugar del centro sanitario donde se lleven a cabo las actividades relativas a los programas de inmunización.       Correspondiendo a este nivel la coordinación y la ejecución de los programas de inmunización a nivel local. En los municipios con una densidad poblacional elevada se podrán crear varios CV, atribuyendo a cada uno de ellos la coordinación y la ejecución de los programas en su ámbito de cobertura poblacional. Todos los centros vacúnales estarán adscritos a un centro de distribución sectorial y / o regional del cual dependerán funcionalmente.

  • Aplicación de la Logística en las fases de la Cadena del Frío

    El éxito de la ejecución o de la implantación de un programa, de un proyecto o de una intervención, depende de un conjunto de elementos que van desde la elección de las estrategias a utilizar con los individuos implicados, hasta el del de la estructuración y de la clasificación de operaciones. En este sentido, como ya se ha mencionado anteriormente, la planificación logística aplicada a los programas de vacunación coníleva, además del análisis del equipamiento necesario, la ordenación de actividades que han de llevarse a cabo en cada una de las fases de la cadena del frío.Los recursos necesarios y la organización de actividades a realizar, variarán no sólo en función de la fase que se trate, sino también del nivel donde se aplique la planificación logística. Teniendo en cuenta estos aspectos, en esta sección se especifican los recursos y las actividades clasificados según la fase de la cadena del frío y adaptados al nivel de aplicación.

        Distribución de Vacunas

    Desde que las vacunas salen del Taboratorio fabricante hasta que llegan a la población, pasan por varios niveles de distribución y almacenaje debiendo garantizarse en todos ellos el mantenimiento de la vacuna a la temperatura conveniente. En este apartado se describen los distintos niveles de distribución de vacunas en una estructura descentralizada, desde su recepción en los Centros de Distribución Regionales, hasta que son administradas a la Población

Niveles de distribución

    Una vez realizada la compra desde el nivel central a los laboratorios, éstos distribuyen Tas vacunas a los distintos Centros de Distribución Regionales en función de Ta previsión realizada por cada uno de ellos. Una vez recibida y almacenada la vacuna en Tos Centros de Distribución Region~es (CDR), éstos abastecen a los centros vacunales (CV) mediante eT envío de vacunas a Tos Centros de Distribución Sectoriales (CDS) o, en el caso de que no exista este nivel intermedio, suministrando la vacuna directamente al CV. Este sería el esquema de distribucióu vertical o salida regular de vacunas. No obstante, Ta distribución de vacunas no siempre sigue este esquema y es frecuente el movimiento de vacunas entre centros deT mismo nivel. En algunas ocasiones para cubrir rupturas de estoc (incremento inesperado del consumo, ruptura de la cadena del frío, etc.) y en otras, con el objetivo de mantener la calidad de los estocs, trasvasando la vacuna tributaria a caducar para que sea la primera en utilizarse. Este segundo esquema se define como distribución horizontal o salida irregular.  Para Ta gestión de Tos programas de vacunas es importante poder discriminar las entradas de vacunas según sea su procedencia (regular o irreguTar ) y las salidas según su destino (regular o irregular).  Las salidas de vacuna de un almacén no siempre son para abastecer a otro aTmacén o centro vacunaT. Este sería el caso de las vacunas caducadas y/o deterioradas. No obstante, no correspondiendo este tipo de salidas a una distribución si no a una baja de estocs, se tratará en el apartado de almacenaje de vacunas. 

Equipamiento para la recepción y distribución de vacunas

- Vehículos frigoríficos
- Neveras portátiles
- Cajas isotérmicas
- Porta-vacunas
- Acumuladores de frío
- Controladores de temperatura para el transporte de vacunas
- Prendas aislantes para los manipuladores de vacunas en cámaras frigoríficas
-       Guantes para la manipulación de vacunas manufacturadas con nieve carbónica

    Para la distribución de vacunas entre los niveles antes mencionados pueden utilizarse neveras portátiles, cajas isotérmicas o porta-vacunas. La utilización de uno u otro elemento vendrá condicionado por: a) el tipo de vacunas a transportar; b) el volumen; c) la temperatura ambiente durante el transporte y d) el tiempo máximo de recorrido
Como norma general deberán utilizarse neveras portátiles dotadas de acumuladores de frío y controlador de temperatura.
Cuando se trate de transportar grandes volúmenes de vacuna y no se pueda disponer de un número suficiente de neveras portátiles, se podrán utilizar cajas isotérmicas, dotándolas así mismo de acumuladores de frío y controlador de temperatura.
Los porta-vacunas sólo deben utilizarse para el traslado de vacunas cuando se trate de pequenas cantidades y corto recorrido, como por ejempío para realizar las vacunaciones fuera del centro vacunal. Estos también deberán contener acumuladores de frío y controlador de temperatura.
En todo caso deberá tenerse en cuenta la "duración de la refrigeración", es decir el tiempo que tarda, sin aberturas, la temperatura interior en pasar de -30 C a + 10 0C tras la exposición a una temperatura ambiente de 430C.

En general, la duración de la refrigeración o autonomía, suele ser:

  • Para porta-vacunas: entre 7-36 horas

  • Para las neveras portátiles de mayor cubicaje : entre 76 481 horas

  • Para cajas isotérmicas: de 50 a 50 horas

    La utilización de vehículos frigoríficos para la distribución de vacunas entre estos niveles solo estaría aconsejada para la distribución en campañas de vacunación, dado el gran volumen de dosis que deben transportar-se y el corto espacio de tiempo de que se dispone para su distribución. La manufacturación de cada tipo de vacuna se hará según sus características específicas de termoestabilidad.

Control de la recepción y distribución:

  • Control de la recepción

Al recepcionar las vacunas debe comprobarse:

a) Que el tipo de vacuna y número de dosis recibidas corresponde al pedido solicitado

b) Que los frascos de vacuna estén en perfecto estado y que lleven el correspondiente etiquetaje

c) Que las vacunas no han estado expuestas a temperaturas indeseabies, verificando los indicadores de temperatura y realizando el 'test por agitación" cuando se trate de las vacunas DTF, DT y T y éstas no vengan provistas de indicador de alerta de congelación. Otra de las actividades a llevar a cabo tras la recepción de vacunas es el registro de entrada en el cual (ver capítulo monitorización de los pro-gramas de vacunas) se hará constar:

Fecha de recepción
Procedencia (laboratorio u otro centro de distribución)
Temperatura de recepción
Tipo de vacuna
Presentación (monodosis / multidosis)
Número de dosis
Lote
Fecha de caducidad

  • Control de distribución

Al preparar las vacunas para su distribución se deberán tener en cuenta los siguientes puntos:

a) Verificar la fecha de caducidad de las vacunas a distribuir. Utilizar siempre antes las vacunas de caducidad más próxima

b) Adecuar la disposición de los acumuladores de frío y de las vacunas dentro del elemento de transporte (nevera, porta-vacunas,etc.) en función de las características específicas de termoestabilidad de las vacunas a distribuir.Como norma general para todas las vacunas, los acumuladores de frío no han de estar en contacto con las mismas durante su transporte o almacenaje.Cuando se trate de manufacturar vacunas sensibles a las bajas temperaturas debe de evitarse el riesgo de congelación por contacto. Si se utilizan indicadores para acumuladores de frío habrá que esperar a que vire el color del indicador antes de proceder a la manufacturación de las vacunas. Fn el caso de no disponer de indicadores, los acumuladores deberán tenerse a temperatura ambiente (alrededor de 10 ó 15 minutos) antes de poder disponer de ellos para transportar las vacunas

c) Informar al personaT que realizará el transporte sobre Ja importancia del mantenimiento de la cadena del frío.

Toda distribución de vacunas debe quedar registrada haciendo constar:

Fecha de salida
Centro de destino
Temperatura de salida
Tipo de vacuna
Presentación (monodosis / multidosis)
Número de dosis
Lote
Fecha de caducidad

Almacenaje de Vacunas

    En este apartado se tratan los eTementos y las actividades de Tos distintos niveles de almacenaje de las vacunas desde que estas son recepcionadas en los Centros de Distribución Regionales hasta que llegan a la población. De las tres fases de la cadena del frío, esta es quizás la más compleja en cuanto a las actividades a realizar, puesto que es en esta etapa cuando se deberán realizar las previsiones de vacunas y el control de estocs. También los registros de temperatura toman una especial importancia en la fase de almacenaje ya que la ruptura de la cadena del frío en esta fase, puede suponer el desabastecimiento de vacunas a la población

Niveles de almacenaje

Los niveles de almacenaje de vacunas serán los mismos que los de recepción y distribución aunque, en esta fase, se aconseja disponer de un almacén a nivel central con un estoc de reserva para que, en caso de ruptura de estocs de cualquiera de los centros de distribución, la población no quede desabastecida.

Equipamiento para el almacenaje de vacunas

- Cámaras frigoríficas
- Frigonricos
- Neveras portátiles
- Congeladores
- Acumuladores de frío
- Controladores de temperatura para el almacenaje de vacunas
- Prendas aislantes para los manipuladores de vacunas en cámaras frigorífi cas
- Guantes para Ta manipulación de vacunas manufacturadas con nieve carbónica

    Para el almacenaje de vacunas a nivel central o en los centros de distribución regionales, se aconseja la instalación de cámaras frigoríficas que permitan almacenar grandes cantidades de vacuna. Al realizar el cálculo de la capacidad de cubicaje necesaria podrán tenerse en cuenta los datos aportados en el informe de la OMS a este respecto, donde se establece la capacidad de cubicaje necesaria en base al número de habitantes. Estos datos deben utilizarse a titulo orientativo, teniendo en consideración que el cálculo está realizado para el almacenamiento de las vacunas sistemáticas y en presentaciones multidosis. Para las cámaras frías, el cálculo estimativo del volumen necesario es de 100 m3 de capacidad por millón de habitantes. En los centros de distribución sectoriales no será imprescindible la instalación de cámaras frías, pudiendo utilizarse neveras de gran cubicaje. Estas neveras, según los datos aportados en el informe de la OMS anteriormente mencionado, deberán tener una capacidad aproximada de 350 litros por millón de habitantes. En los centros vacunales, el elemento de elección será el frigorífico. Éstos deberán tener, como mínimo, una autonomía de 6 horas y una capacidad mínima de 3,3 litros por cada 10.000 habitantes. En todos Tos niveles de almacenaje se deberá tener en cuenta la disponibilidad de acumuladores de frío y congelador para éstos. A nivel central y en los centros de distribución regionales y sectoriales, es aconsejable disponer de un congelador especifico para acumuadores, dado que en estos centros es donde se lleva a cabo la manufacturación de vacunas y por tanto donde se precisará mayor número de acumuladores. En el centro vacunal, bastará con que el frigorífico tenga un compartimento congelador donde almacenar los acumuladores.
    En todos los niveles de almacenaje se deberá disponer de una nevera auxiliar de referencia donde almacenar las vacunas en caso de avería de la nevera principal o durante la limpieza de ésta. En el caso de los centros vacunales bastará con disponer de otra nevera en el propio centro (nevera portátil o frigorífico auxiliar), mientras que en los centros de distribución regionales y sectoriales, al almacenar grandes cantidades de vacunas, no siempre será posible disponer de una nevera o cámara auxiliar de la mis-ma capacidad que la principal, por esta razón, se aconseja tener identificada una nevera o cámara de referencia donde poder depositar los estocs en caso de emergencia (centro de distribución de nivel superior, hospital más cercano, etc.)
    Como se ha mencionado anteriormente, es en la fase de almacenamiento donde los registros de temperatura tienen mayor importancia dado que la vacuna puede permanecer durante largos períodos de tiempo almacenada antes de ser administrada a la población Para que estos registros sean de calidad, es preciso que los controladores de temperatura sean los adecuados y estén en perfecto estado de funcionamiento
    Los controladores de temperatura aconsejados para cámaras frías y neveras de gran cubicaje, son los que permiten el registro continuo de temperatura. Por esta razón, a nivel central y en los centros de distribución regionales y sectoriales se dispondrá de termógrafos para el control de la temperatura de almacenaje. Para el control de la temperatura de almacenaje en pequeños frigoríficos, también pueden utilizarse termógrafos, no obstante, el elemento idóneo para este tipo de frigoríficos será el termómetro de máximas y mínimas o el termómetro digital.

Establecimiento de normas para el almacenaje de vacunas

Ubicación

    Al colocar las vacunas en la cámara, nevera o frigorífico, deberán tenerse en cuenta tres aspectos: la termoestabilidad, la accesibilidad y la caducidad. Es conveniente almacenar las vacunas más termolábiles, es decir, las menos resistentes a temperaturas elevadas, en las zonas más frías de la cámara o nevera, reservando las zonas menos frías para el almacenamiento de las vacunas más termoestables.Cuando se trate de almacenar vacunas en frigoríficos, nunca deberán colocarse éstas en la puerta del mismo.En cuanto a la accesibilidad, es importante, sobre todo cuando se trate de cámaras o neveras grandes, que las vacunas de uso más común se almacenen en las zonas o espacios más fácilmente accesibles ya que, durante el almacenaje de vacunas, no sólo debe acotarse el número de aperturas sino limitar la duración de éstas.En caso de almacenar lotes de distinta caducidad, siempre serán los de caducidad más próxima los que tengan prioridad de salida.

Señalización

    Es aconsejable la señalización (mediante un plano o croquis colocado en el exterior de la cámara, nevera o frigorífico) de la ubicación de las vacunas en el interior, con la finalidad de facilitar su localización, evitar aperturas innecesarias y limitar el tiempo de éstas. En el interior de la cámara también deben señalizarse los estantes o las zonas de almacenaje indicando: el tipo de vacuna, el laboratorio, el lote, la caducidad y el número de dosis almacenadas.

Control del almacenam¡ento de vacunas

Existen dos tipos de control que deben llevarse a cabo en el almacenamiento de vacunas:

  • Sobre la calidad de las vacunas almacenadas

a) Control regular de la temperatura de almacenaje:

Para que las vacunas conserven su actividad deberán estar almacenadas a la temperatura idónea. Sólo el control diario de Ta temperatura de almacenaje, efectuado por el personal responsable de vacunas, permitirá garantizar el buen funcionamiento de la cadena del frío. En caso de no disponer de registro continuo de temperatura, ésta deberá ser controlada y registrada dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde. Cualquier anomalía detectada deberá comunicarse rápidamente a los servicios de mantenimiento

b) Control de la actividad de las vacunas:

La actividad de las vacunas es controlada por el fabricante antes de su venta y distribución. No obstante, si sobreviene un fallo en la cadena del frío, la vacuna puede ser sometida a nuevas pruebas para determinar su actividad. Aunque, debido a la complejidad de este tipo de pruebas y al coste de las mismas, siempre que haya una ruptura de la cadena del frío es aconsejable comunicar ésta al Centro de Distribución Central para valorar el incidente y determinar las actuaciones a seguir.

c) Control de la congelación de las vacunas

En el caso de no disponer de registro continuo de temperatura (24h), es conveniente verificar, al iniciar la jornada, que las vacunas no han estado congeladas. Para lo cual deberá realizarse el test de agitación de Tos toxoides.Este es un test práctico, económico y fiable que consiste en agitar enérgicamente un vial de toxoide presuntamente congelado colocándolo después sobre una superficie plana y ante una luz. Se repite la operación con otro vial que no haya sido congelado, de la misma vacuna y del mismo fabricante y se comparan. En el momento mismo de la realización del test la vacuna no congelada aparece lisa y turbia, mientras que la congelada presenta gránulos o flóculos y menos turbidez. Esta diferencia se hace más evidente pasados unos minutos, así pues, si observamos el vial a los quince minutos de la realización del test, observaremos que la vacuna no congelada permanece lisa y turbia, mientras que en la congelada aparece un sedimento en el fondo del vial. Pasados treinta minutos, la vacuna no congelada empieza a aclararse pero no tiene sedimento, mientras la vacuna congelada es casi completamente clara y con un sedimento denso. Si final-mente observamos los viales al cabo de una hora, veremos que la vacuna no congelada se mantiene medio clara con un sedimento turbio y espeso que se mueve cuando se inclina el frasco mientras que la vacuna congeTada aparece completamente sedimentada, con un sedimento que apenas se mueve al inclinar el frasco.Es recomendable realizar este test en el momento de la recepción de las vacunas y ante la sospecha de que hayan podido congelarse durante el almacenamiento

d) Control de Ja caducidad de las vacunas

En dos registros de almacenaje de vacunas deberá constar la fecha de caducidad de cada uno de los lotes con Ja finalidad de dar salida a vacunas de caducidad más próxima.

  • Sobre la cantidad de vacunas almacenadas

Los registros de entradas y salidas de vacuna en Ja fase de almacenaje serán básicamente los mismos que en la fase de recepción y distribución de vacunas. Solo que en esta fase es imprescindible el registro constante de estocs para poder conocer en todo momento las existencias de vacunas. Las vacunas que deban salir del almacén como consecuencia de su caducidad o deterioro deberán tener los mismos registros de salida que si se tratara de una distribución, haciendo constar el concepto de salida (vacuna caducada o deteriorada). Aunque los registros de entradas y salidas de vacunas se lleven cabo con gran rigurosidad, la aparición de errores en los mismos es frecuente. Para minimizar estos errores, debe realizarse de forma periódica el cuadraje de estocs (comprobación de que Ja cantidad de vacuna almacenada segun consta en el registro corresponde a la cantidad real almacenada). La cadencia mínima establecida para la realización del cuadraje de estocs es de: una vez por semana en los centros vacunales, una vez al mes en los centros de distribución sectoriales y cada dos meses en los centros de distribución regionales.

Administración de Vacunas

    En este apartado se describen los elementos y las actividades correspondientes a la última fase de Ja cadena del frío, es decir a la de administración de vacunas. Esta fase se diferencia de las demás (recepción, distribución y almacenaje) en que tiene un solo nivel de aplicación: el centro vacunal. En el cual se llevan a cabo, además de las actividades concernientes a las fases antes mencionadas, las relativas a la inmunización de la población. El volumen de vacunas que se gestiona a nivel de centro vacunal hace que la recepción, la distribución y el almacenaje sean menos complejos que en los demás niveles. No obstante, el incremento y diversificación de las actividades a este nivel hace que sea especialmente importante la especificación y ordenación de las mismas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que es, en la fase de administración, cuando se producen mayor número de errores en la manipulación de vacunas y mayor frecuencia de fallos en el mantenimiento de la cadena del frío siendo a la vez, en esta fase, donde estos fallos o errores suelen ser irreversibles.

Niveles de administración de vacunas

    La administración de vacunas es la única de las fases de la cadena del frío que tiene un sólo nivel de aplicación el centro vacunal. Aunque en algunos casos pueden realizarse vacunaciones fuera del centro vacunal, como por ejemplo al vacunar en las escuelas o al realizar campañas masivas de vacunación, la planificación, la gestión y el control de la administración de vacunas se debe llevar a cabo desde el centro vacunal correspondiente. Por esta razón, al hablar de niveles de aplicación en la administración de vacunas sólo nos referiremos al centro vacunal

Equipamiento para la administración de vacunas

- Neveras y frigoríficos
- Acumuladores de frío
- Jeringas y agujas
- Bandejas
- Algodón
- Ampollas de adrenalina
- Equipo de urgencia para la reanimación cardiopulmonar.
- Contenedores de residuos
-  Material de soporte administrativo (carnets de vacunación, fichas de registro, etc.)
-  Material divulgativo (posters, trípticos, etc)

    El elemento de elección para el almacenamiento de vacunas en el centro vacunal, será el frigorífico con compartimento congelador. Debiendo disponer así mismo de neveras portátiles para el transporte de vacunas en las vacunaciones fuera del centro vacunal o bien para la recogida de éstas del centro de distribución. Las neveras portátiles también podrán utilizarse como recurso de emergencia para almacenar Tas vacunas en caso de avería de la nevera principal o durante la limpieza de ésta. Para este tipo de frigoríficos, se recomiendan acumuladores de frío de 0,40 litros de volumen. Las bandejas deben ser de malla metálica o tener perforaciones en la base para evitar acumulación de agua que podría despegar y dañar las etiquetas de los frascos. De este modo, los frascos y ampollas se mantendrán limpios y secos y, a la vez, se propiciará la circulación del aire frío dentro de la nevera. Estas bandejas se utilizarán para mantener las vacunas de forma ordenada dentro de la nevera y Tos frascos clasificados, facilitando así la identificación de cada vacuna.

Actividades concernientes a la administración de vacunas

· Mantenimiento del equipamiento

El congelador

    Inspeccionar diariamente el congelador y comprobar que no haya habido descongelación o que capa de hielo no tiene un grosor superior a 5 mm. Un sistema práctico para poder comprobar si se ha producido descongelación, es colocar sobre la placa del congelador un par de cubitos de bielo. Si, al inspeccionar el congelador, los cubitos han perdido su forma inicio, significará que ha existido un cido de descongelación¡congelación. Cuando el grosor de la capa de hielo del congelador supere los 5mm, deberá procederse a su descongelación. Los acumuladores se refrigerarán en la nevera antes de colocarlos en el congelador. Al almacenarlos en el congelador deberán colocarse sobre la placa de éste y no apilados unos sobre otros. En el congeladoi; es conveniente disponer siempre de acumuladores congelados. Esto contribuirá a que la temperatura de congelador sea más fría y por tanto a que los nuevos acumuladores se congelen con mayor rapidez.

Las neveras

    La nevera y su contenido deben ser inspeccionados diariamente. Verificar que las vacunas están convenientemente almacenadas y asegurarse de que el aire circula suficientemente entre los envases de vacuna. Tener siempre botellas de agua (o acumuladores llenos de agua) colocados en los espacios libres de la nevera con la finalidad de estabilizar más rápidamente la temperatura en caso de aperturas y de aumentar la duración de la refrigeración en caso de avería. Para evitar que el agua de las botellas se utilice para beber, se aconseja llenarlas de agua con sal indicando de forma visible en la botella "contiene agua salada". Evitar siempre el almacenamiento de bebidas o alimentos en la nevera, ya que el calor de los alimentos y de las bebidas, así como la apertura reiterada de la puerta para meterlos o sacarlos, harán aumentar la temperatura interior de la nevera, lo cual puede deteriorar las vacunas.Cuando se utilicen las neveras portátiles, deberá tenerse la precaución de limpiarlas después de cada uso y quitarles la tapadera, para facilitar su secado. Después de cada utilización es conveniente examinar las paredes internas y externas de la nevera para detectar la aparición de fisuras o grietas, en cuyo caso, y de no poder repararlas, se deberá cambiar la nevera. La exposición directa al sol de estas neveras puede provocar la aparición de estas fisuras o abombamiento, por lo que siempre deberá evitarse dicha exposición.

· Control de la recepción de vacunas

Al recepcionar las vacunas se debe verificar:

a) que los acumuladores de frío contengan hielo

b) que ningrin frasco de vacunas esté congelado

c) que los frascos lleven siempre sus etiquetas correspondientes

d) que la cantidad de vacuna recibida es la solicitada y que ningún frasco de vacuna o de disolvente esté roto.

    Además, el responsable de la recepción deberá efectuar el "test de agitacion si sospecha que alguna vacuna ha podido ser congelada. Si se dispone de indicador de alerta de congelación, verificar que las vacunas no han estado expuestas a temperaturas susceptibles de congelarías. Así mismo, si se dispone de ficha de control de la cadena del frío, ésta deberá verificarse para descartar que las vacunas hayan estado expuestas a una temperatura demasiado elevada.

· Control del almacenaje de vacunas

    En el caso de no disponer de registro continuo de temperatura, ésta deberá controlarse y registrarse dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde. Una vez al mes, la nevera deberá ser examinada en busca de vacunas caducadas, que serán eliminadas o conservadas fuera de la nevera con una etiqueta bien visible, para evitar su administración accidental antes de su eliminación definitiva. En los viales multidosis abiertos deberá constar la fecha de apertura. Es aconsejable no tener varios viales abiertos a la vez. Deben registrarse diariamente las entradas y salidas de vacunas para conocer en todo momento el estoc de vacunas disponibles. La tenencia de registros correctos y actualizados permiten prever con mayor precisión los pedidos de vacunas o de cualquier otro material del programa.

  • Control de la distribución de vacunas

Al preparar la distribución de vacunas en neveras portátiles deberán observarse los siguientes puntos:

a) Sacar los acumuladores del congelador y esperar entre 10 y 15 minutos antes de colocarlos en la nevera

b) Colocar los acumuladores alrededor de las paredes interiores de la nevera

   La falta de alguno de los elementos mencionados o la ausencia de calidad en las actividades a realizar pueden conllevar la ruptura de la cadena del frío o deficiencias en la buena práctica de la vacunación.En este sentido, la aplicación de sistemas logísticos en los programas de inmunización ha conllevado una serie de mejoras tanto en la planificación de los mismos, como en su gestión y ejecución: la optimización de los recursos, el aumento de la eficacia y de la eficiencia, el acercamiento de las vacunas a la población y una mayor calidad en la vacunación

 




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Enviado por:Beba
Idioma: castellano
País: España

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