Economía y Empresa


Balanza de pagos en Venezuela


REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE FINANZAS / MINISTERIO DE EDUCACION

ESCUELA NACIONAL DE ADMINISTRACION Y HACIENDA PUBLICA

1er AÑO SECCION “H” MENCION CIENCIAS FISCALES

MATERIA: ECONOMIA

PROFESORA:

INTEGRANTES

GIOIELLA; MARIELA

MARRERO; LEIDY

RIVAS; ALI

RODRIGUEZ; RAUL

SANCHEZ S; IVAN

CARACAS, SEPTIEMBRE DE 2000.

INTRODUCCION

La riqueza de un país consiste en los bienes y medios de producción que posee la comunidad en un momento dado, desde los recursos naturales hasta los procesos técnicos; en tanto que el capital es la arte de la riqueza que se utiliza en el proceso productivo.

Al aplicarse el trabajo social asociado con el capital nacional, se genera un volumen determinado de bienes y servicios que expresados en términos monetarios, puede designarse como valor total de la pro­ducción nacional en un período determinado. Si a éste le deducimos d consumo intermedio se obtiene el valor agregado, o sea aquellos valores económicos que constituyen lo que se denomina producto na­cional bruto, que generalmente se mide a precios de mercado.

Si al producto bruto le deducimos el consumo de capital (depreciación nación y pérdidas de capital) se obtiene el producto neto a precios de mercado. Al deducirle a éste los impuestos indirectos y las trans­ferencias (donativos, jubilaciones, etc.) y sumarle los subsidios reales, obtenemos el producto neto al costo de los factores, comúnmente denominado ingreso nacional.

El ingreso nacional de un país en un año dado es, en suma, el producto neto o el rendimiento neto de las actividades económicas de los individuos.

Identidad entre el producto, el ingreso nacional y el gasto: en una economía cerrada existe identidad entre el ingreso nacional y el producto nacional neto al costo de los factores, porque el valor agregado o los bienes y servicios producidos tienen que ser iguales al ingreso perc­ibido por quienes participaron directa o indirectamente en el proceso productivo, y este ingreso finalmente se convierte en gasto.

Del ingreso nacional, una porción se gasta en adquirir artículos de consumo y la otra para efectuar inversiones (acumulación de capital). A su vez en una economía abierta, parte del producto nacional­ neto se exporta y parte del consumo y de la inversión nacional se satisfacen con bienes y servicios importados. Cuando la balanza en cuenta corriente está en equilibrio, el consumo y la inversión nacional neta será igual a la producción nacional neta.

La parte que se ahorra también se gasta total o parcialmente puesto que ahorro es lo opuesto a consumo y no a gasto. Si de acuerdo con este principio suponemos que el ingreso total compra la producción total, entonces se llegará a la igualdad entre el ingreso, el gasto y el producto nacional. Expuesto con mayor detalle tenemos:

  • El ingreso será igual a los pagos a los factores productivos(sueldos, salarios y los demás pagos complementarios al factor trabajo) más ganancia, intereses, alquileres y otros pagos a los propietarios de los bienes de producción, cuya suma constituye una de las medidas del producto nacional.

  • El gasto será igual al consumo más la inversión bajo el su. Puesto de que el ahorro global es igual a la inversión total en un periodo determinado. Por lo tanto, el gasto total se igualará tanto al producto como al ingreso nacional neto.

  • Cualquiera de estas formas representa la manera de medir el producto nacional generado en un periodo determinado, sólo que cuantificado en su fase productiva en la distributiva o en su destino final. Los métodos que se utilizan para medir el producto o ingreso nacional descansan en el principio económico siguiente: existe intima relación entre el valor del producto nacional neto y el total de ingresos de los individuos y las empresas de un lado, de otro lado con el gasto global efectuado por consumo e inversión. Por lo mismo, el valor del producto nacional neto, la suma de los ingresos percibidos por los individuos y las empresas, y el gasto total de la comunidad, son iguales entre sí, y representan tres métodos de medir el producto generado, calcu­lando su magnitud según el aspecto que de la actividad económica se tome como punto de partida. Éstos son:

  • el que mide el valor de los bienes y los servicios finales producidos dentro de una economía y en un lapso determinado (generalmente un año)

  • el que computa los ingresos pagados a los factores productivos:

  • El que suma los gastos totales de la comunidad.

  • El primero consiste en computar el valor agregado ( por valor agregado de una mercancía debe entenderse la suma de los valores parciales que se incorporan a dicha mercancía en cada una de las etapas del proceso productivo) a los bienes y servicios valorados a los precios de mercado y que tiene su origen en el trabajo realmente efectuado utilizando las técnicas disponibles y los bienes materiales de producción aplicados al proceso productivo todas y cada una de las actividades económicas (agrícolas, industriales y de servicios).

    El segundo se basa en el cómputo del ingreso neto percibido por los factores productivos y que está compuesto de las percepciones por trabajo y por la propiedad de capital.

    El método del gasto consiste en computar la totalidad de las ero­gaciones efectuadas por los individuos, las empresas y el gobierno, tanto en consumo como en inversión.

    Resumiendo en una economía determinada y en un periodo dado el valor de la producción de bienes y servicios, los ingresos percibidos por la comunidad y los gastos efectuados por la misma, responde a las maneras diferentes de apreciar el mismo fenómeno.

    INDICE

    BALANZA DE PAGO. CONCEPTOS BASICOS

    La balanza de pagos enumera y cuantifica en el lado del activo todos los rubros por medio de los cuales los residentes de un país recibieron poder de compra externa a través de las mercancías y servicios proporcionados y por la venta de títulos-valores (importación de capitales). Al mismo tiempo, enumera y cuantifica, en el lado del pasivo todos los usos de los residentes de dicho país le dieron a su poder de compra externo, por concepto de importación de bines y pago de servicios recibidos y por exportación de capital (importación de títulos).

    Existen tres formas diferentes de presentar la balanza de pagos de un país: en una, en dos columnas. Con la primera forma se anotan en una sola columna todas las operaciones, activas y pasivas y los saldos respectivos; la segunda clasifica las cuentas bajo la forma de balance por partida doble, registrando en la primera columna las operaciones activas (debe o ingreso) y en la segunda columna las operaciones pasivas (haber o egreso).

    El tercer modelo registra las operaciones según esta última forma, pero agregando una tercera columna para anotar los saldos de las balanzas de parciales y el saldo final.

    ESTRUCTURA DE LA BALANZA DE PAGOS

    La balanza de pago está integrada por dos grandes balanzas:

    Balanza Comercial

    • La balanza de transacciones en cuenta corriente Balanza de servicios

    • La balanza de capitales

    • La reserva

    • Transferencias unilaterales en forma definitiva

    • Errores y omisiones

    • LA BALANZA DE TRANSACCIONES EN CUENTA CORRIENTE: Es en realidad, la suma de las balanzas comercial y de servicios; en ella se registra el valor de todos los pagos que hace un país al exterior por concepto de la totalidad de aquellas operaciones que representan compraventa de mercancías y de servicios y que incluyen una prestación y su correspondiente contraprestación inmediata. El valor del activo de esta balanza mide la cuantía de las disponibilidades ordinarias de un país para pagar las importaciones de mercancías y de servicios. En caso de arrojar saldo positivo, éste puede utilizarse para efectuar exportaciones de capital, ya sea en pago de deudas o para hacer prestamos al exterior, efectuar inversiones directas o para incrementar la reserva monetaria internacional del país. Cuando esta balanza es desfavorable, significa que el país, para equilibrar sus cuentas con el exterior, ha tenido que pedir prestado, recibir inversiones directas hacer desinversiones en el exterior o disminuir su reserva.

    La balanza comercial y la balanza de servicio constituyen la balanza de transacciones en cuenta corriente, toda vez que estas operaciones se consideran normales y permanentes y sobre todo regulares en las relaciones de un país con el exterior, su volumen y monto pueden variar, pero siempre responde al principio de ejercerse desde un punto de vista bilateral, en el sentido de que estas operaciones al regirse por el principio de partida doble, tiene la característica de que toda prestación, recibida u otorgada, ha de correspondieres con una contraprestación inmediata.

    Esta balanza que incluyen el cómputo de ingresos y pagos que no representan ni concesión o devolución de un crédito o capital, ni movimientos de la reserva, registra en el activo el valor de los que éste efectúa a los demás países por todos los conceptos, quedando excluidos, por lo tanto, los movimientos de capital a corto plazo y a largo plazo, las cantidades que se han prestado o pagado entre extranjeros y nacionales, los movimientos de oro monetario y de divisas y las transferencias unilaterales de fondos.

    Hay un principio esencial en las relaciones económicas de un país con el exterior: el saldo de la balanza en cuenta corriente es siempre igual al saldo de la balanza de capitales pero de signo contrario, es decir, cualquiera que sea el saldo de la cuenta corriente, será igual al financiamiento que reciba el exterior. Si el saldo es positivo, necesariamente equivale a un financiamiento igual, que el país en cuestión otorga al exterior. En cualquiera de estas situaciones, el exceso de exportaciones de bienes y servicios, o en su caso, el déficit, será igual a los derechos adquiridos o alas obligaciones contraídas con el exterior, respectivamente.

    Por lo tanto, el saldo de la balanza de transacciones en cuenta corriente muestra, si es positivo, los recursos que un país tiene para invertir rentablemente en el exterior, para aumentar sus reservas o para reducir su deuda y, a la inversa, en el caso de que dicho saldo sea negativo.

    En general, todas las operaciones activas de la cuenta corriente, estuvieron conectadas de alguna manera con el ingreso; pero hay transferencias de ingresos en cuenta corriente que no forman parte del ingreso producido, más sí del percibido. Como ejemplos tenemos las remisiones recibidas de los emigrantes y el ingreso por las exportaciones de obras de arte y otras antigüedades. Sin embargo, los lo normal es que todos los ingresos originados por la venta de mercancías y la prestación de servicios al exterior forman parte del producto nacional generado en el país en el lapso considerado. De aquí que, visto desde otro ángulo, el saldo de la cuenta corriente, cuando es positivo, representa la contribución neta de la balanza en cuenta corriente al ingreso nacional. Por esta razón, puede afirmarse que los ingresos finales derivados de la balanza den cuenta corriente forman parte del ingreso nacional y que el saldo negativo represente una disminución a dicho ingreso.

    • LA BALANZA COMERCIAL (exportaciones e importaciones de mercancías): Enumera y cuantifica el valor monetario de la totalidad de las compras y las ventas únicamente por las mercancías que un país intercambió con el exterior. Dicha evaluación se refiere siempre a un período determinado, generalmente un año. El computo del valor exacto de las exportaciones y de las importaciones suele afectarse por factores como estos:

    • Los renglones incluidos;

    • Las fuentes de información utilizadas; y

    • El método empleado de la evaluación.

    Los Renglones Incluidos: Dependen del criterio que cada país adopte, Entre renglones que están sujetos a criterios especiales pueden señalarse los siguientes: la pesca capturada en aguas nacionales o en mares bajo el control de otros países, la compraventa de embarcaciones, la compraventa de oro y plata procedente la actividad minera nacional. ( Los países mineros exportan metales preciosos como si fueran mercancías y no como metales monetarios y a menudo esta situación plantea complicaciones para su computo dentro de la contabilidad internacional de un país. Sin embargo, los movimientos de metales como mercancías y los correspondientes a los metales monetarios son diferentes por su naturaleza y por sus efectos. La salida de oro monetario para el país que lo exporta tiene los siguientes efectos: equivale a una desinversión internacional, ejerce presión en el mercado de cambios y reduce el ingreso y el circulante nacional, en tanto que para el país tendrá efectos inversos.

    En cambio, la exportación de metales preciosos como mercancías (producto de sus minas) significarán aumento de empleo, de ingreso y del circulante, puesto que la venta de este oro no difiere de la exportación de otras mercancías ordinarias. , El contrabando, los envíos postales, la compraventa de gas y de energía eléctrica entre los países limítrofes, los pagos efectuados fuera del período considerado, pero que corresponden a transacciones efectuadas en el mismo lapso; los bienes y enseres de los emigrantes e inmigrantes, entre otros.

    Las Fuentes de Información: Determinan que se anoten correcta o erróneamente los valores de las mercancías objeto de intercambio internacional. Es frecuente aceptar como buena la declaración de los exportadores o basarse en los valores de factura. Sin embargo, en muchos países ambas fuentes resultan obviamente falsas y, en tal caso algún órgano de gobierno tiene la tarea de hacer las correcciones necesarias, que generalmente consisten en revisar los valores de las exportaciones y de las importaciones según la cotizaciones internacionales.

    Otro problema que suele presentarse a este respecto lo señala el profeso G.E. Meade y consiste en elegir diversos elementos de juicio para hacer la valoración de cada transacción como los siguientes:

  • La fecha de celebración del contrato de venta

  • Tomar como base la fecha en que las mercancías cruzan frontera

  • O la fecha de recibir el pago real.

  • Método de Evaluación: Se ha generalizado evaluar las exportaciones FOB (libre a bordo) y las importaciones CIF (costo, seguro y fletes), esto es, se incluye en el valor de las mercancía importadas, además del precio en el lugar e adquisición, el seguro y el fleta hasta el puerto o aduana de entrada al país importador. A veces se emplea el primer método con una ligera variante que consiste en agregar el valor FOB el costo de cargar el barco, lo cual significa un ingreso para el país. Así pues, a esta variante que comprende todo lo que implique generación de ingresos para el país exportador se le llama f.a.s (libre al costado del barco).

    Esta forma de evaluar las importaciones y la s exportaciones arroja, mundialmente, una diferencia de valores a favor de las importaciones, debido a que estas, a diferencia de las exportaciones incluyen además del costo,

    el seguro y el flete. Si el propio país presta estos servicios; obtiene la compensación correspondiente en su balanza de servicios; si los servicios los provee otro país, entonces tendrá volumen de mercancías para cubrir esta diferencia por concepto de servicios.

    Cualquiera que sea el conjunto de mercancías que incluya la balanza de comercio, las fuentes de información y la forma de cuantificarlas, se dice que una balanza comercial es favorable, positiva o activa, cuando el valor de las exportaciones excede al de las importaciones. En caso contrario, la balanza comercial se considerará desfavorable, negativa o pasiva.

    También conviene aclarar que el valor de las exportaciones y de las importaciones no se puede obtener de horma exacta, por las siguientes razones:

  • Debido a que los tipos de cambio varían aunque sea en pequeños porcentajes y el valor de las mercancías es calculado a un tipo de cambio promedio, sin ponderar, lo cual altera los valores reales de la balanza de comercio.

  • La dificultad de considerar los equipajes y enseres de inmigrados y los emigrados y, especialmente, las cotidianas compras fronterizas.

  • El contrabando y las falsas declaraciones de los exportadores y los importadores.

  • Las compras de mercancías por los turistas extranjeros. Estos y otros aspectos imposibilitan el cálculo exacto del intercambio de mercancías

    • LA BALANZA DE SERVICIOS (que incluye los ingresos y los pagos por concepto de servicios prestados al exterior o recibidos de éste): En esta balanza se registra el total de los pagos que hicieron los residentes de un país a los del exterior y los que a su vez recibieron de éstos los nacionales, por concepto de prestación de servicios. Para tales efectos se consideran a los individuos como nacionales o extranjeros, no desde el punto de vista jurídico sino económico. Son nacionales los residentes permanentes en el territorio nacional, sean o no de nacionalidad venezolana y, extranjeros, los que residen en el exterior aún cuando legalmente sean venezolanos.

    Por esta razón los individuos que siendo legalmente nacionales residen transitoriamente en el país, para efectos de balanza de pagos son extranjeros, ya que gastan en el país ingresos obtenidos en el exterior. Asimismo, los que legalmente sean extranjeros pero con residencia permanente en el país se consideran como nacionales cuando viajan al extranjero y gasten dinero obtenido en nuestro país.

    Los conceptos por los que se reciben y hacen pagos por servicios entre países son de muy variada naturaleza. Enseguida anotamos los más comunes y que corresponden, usualmente, a rubros más importantes de la balanza de servicios.

  • Servicios de transporte: Fletes y alquileres de barcos, tráficos de pasajeros, derechos de puertos y canales, tránsito ferroviario, tasas por servicios de correo, teléfonos y telégrafos, pasajes internacionales, etc.

  • Cuentas de Viajeros: Gastos de turistas, ya sean éstos con fines de estancia como los veteranos de Estados unidos que están radicados en México y los estudiantes becados que radican en un País que no es el de origen sino algún otro, como los que realiza el turista común y corriente; gastos de visitantes con propósitos de negocios o e investigación y los de transmigrantes y visitante fronterizos, etc.

  • Servicios por comercio de mercancías: Comisiones, derechos de tránsito, derechos consulares, seguros y reaseguros, etc.

  • Servicios por operaciones financieras: Comisiones a bancos por servicios de intermediación, intereses por deudas y dividendos por inversiones directas, etc.

  • Recaudaciones y gastos de los gobiernos: Gastos de diplomáticos, recaudaciones fiscales y derechos varios, etc.

  • Otros: Remesas de inmigrantes temporales o permanentes, alquiler de películas, gastos de oficinas de turismo en el exterior, pago por el uso de patentes, marcas y servicios técnicos en general. Cuando hablamos de cualquiera de los conceptos anteriores u otros similares que deban incluirse en esta balanza, los consideramos regidos también por el principio de la partida doble, porque en su movimiento dan origen a una prestación y a la contraprestación correspondiente. Por ejemplo, cuando enumeramos el concepto turista, nos referimos por un lado, a los ingresos que recibimos de los extranjeros y los nacionales no resientes que visitan nuestro país y, por otro, a los servicios que a cambio de esos ingresos les prestamos, forma inversa adquiere la anotación de los gastos que los residentes nacionales efectúan en el extranjero por el mismo concepto

  • Desde otro punto de vista, bajo el concepto de ingresos por turismo, queremos indicar que el país que los recibe ha efectuado una exportación de mercancías y de servicios, con la diferencia de que, en vez de transportar las mercancías y prestar los servicios en el exterior, son los extranjeros quienes se trasladan a nuestro país a consumir las mercancías y a utilizar los servicios. Aspectos semejantes, pero de movimiento en sentido contrario, representan las remesas de los trabajadores venezolanos en el extranjero. En este caso son los trabajadores que se trasladan al exterior a prestar los servicios y como contrapartida obtienen ingresos, parte de los cuales suelen enviar a nuestro país.

    • LA BALANZA DE CAPITALES (comprende exportaciones e importaciones de títulos de propiedad en el exterior o por deudas): Es el registro del movimiento de fondos entre un país y los demás, por concepto de préstamos a inversiones y por sus pagos y devoluciones, incluidos los movimientos de la reserva monetaria. sus diferentes renglones representan los ingresos y egresos que un país recibe o hace en forma unilateral temporalmente, ya que de inmediato recibe títulos o poder de compra internacional en forma liquida (oro y divisas). Pero si a la postre, el propietario decide no repatriar la inversión a su país, en ese momento pasa a la categoría de transferencia unilateral en forma definitiva, semejante en sus características a una donación internacional.

    Las operaciones de la balanza de capitales se caracterizan por tener por cada contrapartida de cada operación efectiva un movimiento inverso que deberá hacerse en el futuro, o bien que es el resultado de una operación pasada. A diferencia de las operaciones ordinarias, que se saldan regularmente al momento de realizarse, los movimientos de capitales se generan por transferencias que dan origen a obligaciones o a derechos mas o menos duraderos.

    Estas operaciones que unilateralmente se efectúan en forma temporal son consecuencia de un saldo favorable de la balanza de transacciones en cuenta corriente. Estas transferencias de ingresos por concepto de capitales tienen repercusiones inversas a la que ocasiona el movimiento de mercancías, en cuanto a sus efectos sobre el circulante, el ingreso nacional y el tipo de cambio. Esto es así, porque una importación de capital origina una exportación de títulos, y una importación de capital se traduce en una exportación de valore. Estas operaciones internacionales, sólo cambian la forma de los activos y de las obligaciones de los residentes de un país.

    Así, una importación de capital constituye un intercambio de activos del exterior contra obligaciones internas y, una exportación de capital equivale a un cambio de fondos del país por obligaciones del exterior. La exportación de capital se registra en la balanza de capitales como un débito y la importación como un crédito, mientras que el movimiento de mercancías y servicios se registra a la inversa, a su vez, en tanto que la exportación del capital equivale a recibir como contrapartida un derecho, que deberá hacerse efectivo en el futuro, la exportación de mercancías implica recibir un pago inmediato como finiquito.

    Por su parte, la importación de mercancías implica un pago al país exportador, cualquiera que sea la forma en que se materialice dicho pago, en tanto que la importación de capitales implica una exportación de valores cuyo importe deberá pagarse a cierto plazo. Si las exportaciones de mercancías se traducen en la recepción de ingresos, la exportación de capital tiene como contrapartida la importación de valores bursátiles. Sólo en el caso de que la deuda no se recupere, total o parcialmente, el monto no recuperado representará una transferencia unilateral de fondos.

    Por lo antes expuesto, los ingresos de la importación de capital y de la exportación de bienes y servicios se suman a la oferta de divisas en el mercado de cambios del país en cuestión e inversamente, la exportación de capital y la importación de bienes y servicios se suman a la demanda de divisas de dicho mercado. Con el objeto de evitar complicaciones, conviene hablar sólo de exportaciones como concepto de recepción de ingresos y de importación para los egresos y, para esto, basta considerar el movimiento de capitales como lo que es: una transferencia de títulos contra fondos o derechos de giro. Así, una exportación de capital es equivalente a una importación de títulos de deuda o que acredita una propiedad, y la exportación de capital equivale a una importación de títulos.

    Se llega de esta manera a una situación simplificada mediante el manejo de tres clases de conceptos o rubros generadores de ingresos en divisas:

  • La exportación de mercancías,

  • La prestación de servicios al exterior,

  • La exportación de títulos

  • Por consiguiente, habrá también tres rubros que representan el egreso o gasto en divisas:

  • La importación de mercancías,

  • El pago de servicios recibidos del exterior,

  • La importación de títulos.

    • LA RESERVA: La reserva monetaria es el conjunto de valores líquidos internacionales y está constituida de oro y medios de pago con los que cada país liquida en definitiva los saldos finales de sus cuentas con el exterior. Las reservas monetarias mundiales tienen hoy en día la función esencial de liquidar los saldos internacionales y servir de apoyo al tipo de cambio y, en segundo término, la de regular el volumen de medios de pago nacionales.

    Los aumentos de las reservas normalmente son reflejo de los saldos netos positivos de la balanza en cuenta corriente y que no han sido intervenidos rentablemente en el exterior ni empleados para cancelar adeudos o adquirir inversiones de extranjeros en el país y que, por lo tanto, el país decide invertir en un bien líquido como el oro y las divisas, libremente convertibles. En general, las variaciones de la reserva monetaria internacional de un país son resultado finales del estado de la balanza de pagos, ya que sus movimientos son inducidos.

    Sólo el poder adquisitivo internacional en poder del banco central y de los bancos asociados o sea el que está bajo el control de las autoridades monetarias, funciona como reserva, a diferencia de aquellos recursos internacionales en poder de los particulares que, en momentos de crisis, suelen no estar disponibles para hacer frente a las demandas de divisas en el mercado de cambios. Para satisfacer esta demanda, el banco central nada más cuenta con sus propias disponibles y, estas disponibilidades varían en cada país en cuanto a su composición lo cual puede consistir en oro, plata, depósitos en bancos del exterior, valores firmes y de corto vencimiento en poder del banco central; más el importe del derecho de giro en el fondo Monetario Internacional. En cuanto a los valores internacionales, propiedad de los bancos privados del país y las tenencias de las empresas y los individuos, suelen no considerarse como reserva internacional.

    • TRASNFERENCIAS UNILATERALES EN FORMA DEFINITIVA: Este es un caso especial de transferencias de fondos entre países y que se incluye en la cuenta corriente o en la balanza de capitales según la naturaleza de los activos en los que se efectúen las transferencias, llamadas también simples transferencias de ingreso, se caracterizan por no tener una contrapartida dentro del balance de pagos, inmediata ni mediata, ya que el país que hace la transferencia no recibe a cambio títulos de deuda o cualquier otro activo real o servicio de parte del país que la recibe. En consecuencia, el país que efectúa la transferencia.

    Estos movimientos unilaterales de fondos, al no corresponder propiamente a transacciones en cuenta corriente ni por concepto de capital, no implican contraprestación inmediata ni futura (la primera característica de los rubros de la balanza en cuenta corriente y, la segunda, de la balanza de capitales). La ausencia de cualquier de estas características es lo que justifica la asignación de un rubro especial en el balance de pagos.

    Estas transferencias son de dos clases: las obligatorias por daños y perjuicios (derivadas de tratados de paz) y voluntarias (públicas o privadas). Ambas pueden ser contractuales donaciones de carácter militar o para ayuda económica o no contractuales, como las que efectúan los que emigran a otro país.

    El principal renglón de transferencias unilaterales que ha sido objeto de estudios es el de "reparaciones de guerra", o sea los pagos que un país vencido debe hacer al vencedor como finiquito, por daños y perjuicios causados. Pero en la reciente posguerra, a diferencia de la primera (a partir de 1.918), los donativos han sido más bien los que han adquirido preeminencia cuantitativa, y cada vez más figuran las contribuciones que los gobiernos hacen a otros países o a organismos internacionales a bien las que efectúan instituciones privadas. También deben asimilarse a estas transferencias las inversiones que al final de cuentas son incorporadas por sus propietarios a la economía de un país, en cuyo caso, los rendimientos producidos por las mismas ya no originan remisiones de fondos al país de donde producirán e igual situación presenta las rebajas las condonaciones de deudas entre países.

    El pago de reparaciones no debe confundirse con el pago que suele hacerse a individuos y a empresas extranjeras por concepto de indemnizaciones debidas a expropiación de activos. Estos pagos corresponden propiamente a la nacionalización de inversiones propiedad de extranjeros. En cambio, si deben asimilarse al concepto de reparaciones los pagos a extranjeros por daños y perjuicios sufridos (durante una guerra civil por ejemplo) en propiedades localizadas en el territorio nacional, porque en este caso el país pagador no recibe contraprestación económica alguna.

    • ERRORES Y OMISIONES: El rubro de errores y omisiones no es sino un agregado necesario para igualar el total del debe (ingresos) con el total del haber (egresos) de la balanza de pagos. Su cuantía está dad por la diferencia numérica entre ambas columnas de la balanza y tiene su origen en que todos los registros contables se pueden anotar con exactitud conforme a los principios de la partida doble, debido a múltiples circunstancias. Este rubro llevará el signo positivo o negativo, según que le valor del pasivo sea superior al del activo, o a la inversa. Los errores y las omisiones se deben a las diferencias en el registro estadístico de los valores por exportaciones e importaciones de bienes y servicios, debido a las diferentes fuentes de información y también a que ciertos rubros sólo son objeto de estimación, así como a las inexactitudes en el registro de los movimientos en la cuenta capital.

    Si fuera posible hacer el asiento contable rigurosamente, de acuerdo con la partida doble, de todas y cada una de las operaciones con el exterior, los países dispondrían de un computo exacto, en el cual no cabría el rubro de "errores y omisiones" . Pero como no hay país que disponga de un control y de la veracidad absoluta en valores monetarios de sus cuentas internacionales, la diferencia entre el activo y pasivo totales se obtiene por sí sola y se anota bajo el rubro de "errores y omisiones", ya que, por definición contable, los valores del activo y los del pasivo de la balanza de pagos deben ser exactamente iguales.

    Así como el debe y el haber del balance de una empresa resultan siempre numéricamente iguales, en el balance de pagos de un país deberían registrarse, también, una igualdad. Empero, solamente en la contabilidad de una empresa es posible llevar un control exacto de todas y cada una de las operaciones con asientos por partida doble, hecho que resulta imposible en las operaciones de un país con el exterior. El contrabando. La ocultación de valores por los exportadores y los importadores, las compras y ventas fronterizas, los gastos de viajeros y muchos otros factores imposibilitan la anotación exacta de todas y cada una de las operaciones en ambos lados del balance de pagos.

    Cuando una empresa registra, en un lapso de sus operaciones, déficit o superávit, el equilibrio de su balance general, se logra alterando el capital contable. Pero tratándose de las cuentas de un país con el exterior, la diferencia estadística entre el debe y el haber sólo responde a partidas omitidas o erróneamente registradas, exactamente, a partidas no compensadas, ya que una omisión puede compensarse con un asiento con signo contrario al que debería tener la omisión no registrada.

    Dado el volumen y la diversidad de operaciones y el hecho de que la información (a diferencia de lo que sucede en la contabilidad de una empresa en donde hay una unidad de información y de criterios) se obtienen de diferentes fuentes y con diversos criterios, resulta imposible, al final del período considerado, saber siquiera a qué renglones de la balanza corresponden los errores y las omisiones y, menos aún, su magnitud. De esta situación se ha derivado el rubro antes mencionado, ya que el principio básico de la partida doble que rige la contabilidad de las empresas (los cargos son numéricamente iguales a los abonos) es el mismo que rige las cuentas del país con el exterior.

    Aún más, no basta esta cuenta para determinar el valor total de la operaciones activas y pasivas, porque la cifra atribuida a este rubro sólo es una diferencia del registro contable, que no acusa con exactitud la cuantía de los errores y la suma de las omisiones, al no conocerse los errores y las omisiones compensadas en las cuentas registradas, es decir, que la cifra neta de errores y omisiones no expresa correctamente el valor de los valores omitidos y los anotados equivocadamente, ya que no registra los errores y las omisiones compensadas recíprocamente.

    EQUILIBRIO DE LA BALANZA DE PAGOS

    Al incluir la totalidad de ingresos y gastos en divisas, (realmente lo que se coteja y compara es la totalidad de derechos de residentes del país con las obligaciones que éstos han contraído con los no residentes), el equilibrio entre un país y los demás no se obtiene cuando el valor de sus exportaciones se nivela con el de sus importaciones de bienes y servicios, sino cuando existe una relación tal entre la totalidad de sus pagos y sus ingresos (incluidos los movimientos de capitales), que capacita al país en cuestión para liquidar todo su pasivo con el exterior durante el lapso considerado. Esto significa que el equilibrio del balance de pagos de un país se logra cuando la totalidad de sus ingresos provenientes del exterior, sin alterara en forma importante sus reservas, ni sus deudas, ni las inversiones internacionales.

    Para comprender mejor esta situación es necesario partir de los siguientes principios:

    • Primero: Las relaciones económicas internacionales deben mostrar en conjunto que la suma de los gastos exteriores de todos los países deben ser exactamente igual a la suma de todos los ingresos percibidos del exterior. Esto quiere decir que cualquier gasto que haga una nación en el exterior implica que deberá haber una percepción equivalente para alguna otra u otras, pues el mundo no puede vender más de lo que compra, ni comprar más de lo que vende. Las naciones en particular pueden tener déficit o superávit, pero la totalidad de pagos e ingresos entre países deberá nivelarse.

    • Segundo: Para cada país en particular el conjunto de cuentas con el exterior deberá ajustarse también a un principio similar; o sea, que referido a un período determinado, los ingresos que reciba habrán de igualarse a los pagos que efectúe, si se incluyen los cambios en los préstamos y las inversiones de carácter internacional.

    Estos dos principios nos indican que, tomando en cuenta la totalidad de los países que participan en el intercambio y el conjunto de valores por mercancías, servicios y capitales transferidos, éste no puede arrojar diferencia, puesto que el valor total de los pagos deberá ser idéntico al de los ingresos. En cuanto a los países en particular, sus balanzas de pagos (en equilibrio contable por definición) registran, comercial o financieramente, déficit o superávit. Para lograr el equilibrio contable será necesario, en el caso de déficit, que el país en cuestión sufra una disminución de sus reservas de oro y divisas, que reciba un saldo neto por préstamos e inversiones del exterior o que liquide inversiones en el extranjero; concretamente, que se registre un saldo a su favor en la cuneta de capital. En caso de superávit, se requiere que el país exporte capital por la diferencia, ya sea que invierta o conceda crédito, que amortice deudas exteriores, que incremente sus reservas, o bien que adquiera inversiones de extranjeros en su propio territorio. El desequilibrio puede ser positivo o negativo. Es positivo cuando la balanza de transacciones en cuenta corriente arroja un saldo favorable, derivado de que el valor de los bienes y servicios comprados al resto del mundo y, cuando este saldo es desfavorable, indica que aconteció un fenómeno contrario.

    Ya sea que el país preste capital o lo reciba en préstamo, que adquiera inversiones en el exterior o las liquide, que aumente o disminuya su reserva, no son sino diferentes maneras de importar o de exportar capital. De ahora en adelante nos referiremos a todos estos conceptos bajo el rubro de movimiento de capital. Cuando hablemos de saldo neto significa saldo final, positivo o negativo, que resulta de la suma y resta de estos conceptos. En efecto, la adquisición de reservas en oro y divisas equivale a una inversión internacional y su venta a una desinversión. El pago de un pasivo al exterior a la obtención de un préstamo de éste también equivale a un, movimiento de capital, semejante al movimiento que se registra cuando el país recibe una inversión directa o la efectúa.


    DESEQUILIBRIOS DE LA BALANZA DE PAGOS

    Desde la década de los veinte, los desequilibrios de la balanza de pagos han sido objeto de atención especial debido a tres acontecimientos: los efectos de las dos guerras mundiales y los de la Gran Depresión

    En La primera posguerra no se creyó en la existencia de un equilibrio estructural sino en desequilibrios de carácter funcional. El problema de las reparaciones alemanas, la vuelta al patrón oro, el reajuste financiero de los gobiernos, entre otros, ocuparon el centro de la atención, bajo la convicción de que al restablecer la condición de premuera la economía mundial volverá a sus antiguos cauce.

    Fue la gran crisis la que dio un toque de atención mayor, pero las economías de guerra de Alemania e Italia, los frentes populares. res, los problemas y en su caso la eliminación de los controles a cambios y al comercio exterior fueron los aspectos que se analizaron No se abordó el desequilibrio estructural que era manifiesto y se continuó dando preferencia a los efectos cíclicos de la economía mundial

    Fue en la segunda posguerra cuando surgió la preocupación par estos aspectos:

    • De un lado, los problemas del mundo subdesarrollado y, de otro el crecimiento de los países más industrializados;

    • el desequilibrio estructural entre países y la escasez de d& lares a que dio origen;

    • El desequilibrio positivo del centro acreedor mundial con una política de trasfondo con fines políticos y militares, aunque se la revistiera con la reconstrucción y el desarrollo;

    • Acciones internacionales tras la búsqueda de la cooperación internacional: Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, GATT Rueda Kennedy, UNCTAD entre otros;

    • Dos áreas en disputa por el control del mundo con sus políticas bien perfiladas: sostener al capitalismo o establecer el socialismo

    • Fuerzas centrífugas o de disgregación y fuerzas centrípetas o de aglutinamiento en cada una de las dos áreas.

    Dentro de este contexto histórico del mundo contemporáneo, lograr el desarrollo y el equilibrio adquirieron importancia central en el análisis económico. Tanto las economías nacionales como la economía mundial misma fueron objeto de atención con vistas al desarrollo económico social o al crecimiento con equilibrio. Cuando el equilibrio se pierde, el problema adquiere significativa importancia lo referente a restablecerlo con los menores trastornos posibles y al menor costo social. Sin embargo, esto no excluye que haya otras maneras de abordar y enfocar los fenómenos económicos, sobre todo en el campo del crecimiento y del desarrollo económico.

    Ya desde los clásicos existía la preocupación por estudiar los fenómenos económicos desde otro ángulo como la determinación del origen del ingreso y de la riqueza, y los principios que regulan la distribución, así como los efectos del comercio internacional sobre el ingreso mundial y su distribución entre los países cocambistas.

    CONCEPTOS DE EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO EN COMERCIO INTERNACIONAL:

    En general, en un sistema económico dado, se afirma que hay equi­librio cuando el conjunto de fuerzas que se contrarrestan producen un estado con tendencia al reposo. Cuando el equilibrio establecido tiende al desequilibrio se habla de equilibrio inestable. En balanza de pagos el equilibrio o desequilibrio está relacionado con cantidades de entrada o de salida que se compensan o no; es decir, cuando las co­rrientes de fondos en sentidos opuestos se nivelan o acusan desajuste. En el comercio internacional se define el equilibrio como "aquel estado de la balanza de pagos que en el tiempo oportuno permite el mantenimiento de una economía abierta de una manera conti­nuada sin un paro riguroso". Esta definición resulta inapropiada para los países que aún yacen en el subdesarrollo y que sé carac­terizan, ante todo, por un alto subempleo de la mano de obra cau­sado por la escasez de ciertos recursos, o por su desperdicio e inefi­ciente utilización. Por supuesto que las economías subdesarrolladas una en realidad aspiran también al máximo nivel de equilibrio externo compatible con los menores niveles posibles de subempleo.

    Una de las condiciones de este equilibrio estático consiste en que las exportaciones se igualen con las impor­taciones con pequeños o nulos movimientos de capital autónomo a corto plazo, a diferencia del equilibrio dinámico considerado de mayor duración que se logra cuando el exceso de importaciones se financia con movimientos autónomos de capital a largo plazo que 1 siguen una dirección normal, o sea, desde los países con bajas tasa de interés hacia países con tasas mayores. Sin embargo, estos equilibrios de la balanza contemplan criterios de carácter financiero. Un equilibrio de la balanza de pagos desde el ángulo económico debe comprender también aspectos como los siguientes: si el equilibrio externo implica perpetuar el subempleo, ¿ puede esta situación con­siderarse como una posición de equilibrio estable y a la vez deseable? ? Igual pregunta cabe hacer cuando el equilibrio se apoya en reducciones de los salarios o en exageradas protecciones restricciones al comercio exterior.

    Resulta evidente que si el logro del equilibrio externo a cambio del desempleo doméstico es una posición inaceptable en los países industrializados, mas aún deberá serlo cuando a cambio de dicho equilibrio se perpetúe el subdesarrollo económico

    Según el autor antes citado, en términos estáticos el equilibrio significa que las exportaciones se igualen a las importaciones y, en términos dinámicos, que las exportaciones pueden diferir de las im­portaciones a condición de que la desigualdad sea transitoria o que sea financiada con capital autónomo a largo plazo. No son estos tipos de equilibrio los que interesan a los países menos desarrollados en tanto no logran transformar su estructura económica.

    CLASIFICACIÓN DE LOS DESEQUILIBRIOS DE LA BALANZA DE PAGOS

    En general sólo hay dos clases:

    • Las estructurales que tienen estas características: se deben a causas básicas que enraízan en la economía y su corrección requiere de medidas radicales que requieren de un largo plazo. Dentro de éstos podemos distinguir dos grupos:

  • El estructural del mundo en su conjunto con varios centros acreedores mundiales frente a múltiples países deudores, con creciente desnivel en el ritmo de progreso tecnológico y de acumulación de capital, en contraste ante países con numerosa población empobrecida y sujeta a una dependencia cada vez mayor.

  • Los estructurales de los países subdesarrollados o estructu­rales al nivel de los factores (caracterizados por economías duales y alta dependencia del exterior).

    • Los no estructurales con estas características: son secundarios o derivados de los estructurales, se pueden contrarrestar, a corto plazo, con medidas compensatorias o eliminar con medidas correctivas. Los más importantes y usuales son:

  • El estructural de la balanza de pagos,

  • El cíclico,

  • El financiero de la balanza de pagos o de ingresos y de precios, y

  • El estacional y los circunstanciales.

  • CONCEPTOS DE EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO.

    Nos referimos a los desequilibrios del grupo II cuyas características consisten que son de corto plazo y susceptibles de contrarrestarse o corre­rgirse. trataremos las diferentes clases de desequilibrios de dicha balanza con el triple propósito de:

  • Clasificarlos con vistas a exponer su proceso de ajuste correspondiente

  • Determinar las causas específicas más usuales que los generan.

  • Exponer las diferentes medidas que suelen emplearse par hacerles frente y restablecer el equilibrio.

  • Hemos visto que en general hay esencialmente tres clases de equil­ibrio de la balanza de pagos: el contable, el financiero, el económico. Haremos breve exposición de cada uno de ellos:

    • EQUILIBRIO CONTABLE:

    Toda balanza de pagos responde y se rige por una ecuación de definición, y su necesaria nivelación se logra solamente desde el pun­to de vista contable, mas no en términos económicos. En este sentido balanza de pagos registra globalmente equilibrios numéricos, mas no así las balanzas parciales.

    De esta forma, si la balanza de mercancías (in strictu sensu) es desfavorable, el desequilibrio parcial resultante no plantea problemas en sí, sin antes tomar en cuenta los saldos de la balanza de servicios la de capitales. Inglaterra ilustró por muchos años esta situación. Sus importaciones fueron normalmente superiores a sus exportaciones la diferencia estuvo compensada principalmente con los ingresos que obtenía del exterior por rendimientos de sus inversiones en ultramar y por servicios marítimos prestados a otros países que, incluso, producían saldos favorables en la cuenta corriente, que destinaba la inversión en el exterior.

    La balanza comercial, por su importancia cuantitativa, representa en todos los países el concepto de mayor significación de la balanza de pagos y a la vez constituye la cuenta sobre la cual los gobiernos tienen más influencia para nivelar sus pagos con el exte­rior. Aún más, muchos ingresos por servicios fluctúan en proporción estrecha con el volumen del comercio de mercancías, pues resulta evidente que la balanza de comercio, al dar origen a ingresos y egresos por la compraventa de mercancías, origina también ingresos y egresos internacionales por concepto de servicios derivados de dicho movimiento comercial. Un mayor volumen de comercio ocasiona automáticamente incrementos en el volumen de pagos por concepto de alquiler de barcos, tráfico de pasajeros, derechos de tránsito, comisiones a corredores y a bancos, intereses, seguros y reaseguros, fianzas, derechos de puerto, correos y telégrafos, teléfono y cable, gastos de viajeros, gastos por sostenimiento de consulados y embajadas, etc.

    En cambio, la cuenta de capital es la que acusa mayores fluc­tuaciones debido a que está influida por factores económicos y políticos inherentes a cada país. Resulta obvio que esta cuenta representa una corriente de fondos sobre la cual los gobiernos de los países menos desarrollados escasamente pueden influir para proporcionar con regularidad ingresos del exterior del país. Por estas razones, cuando se pretende hacer frente al déficit externo, se fija la atención sobre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios que son, no sólo los renglones más importantes de ingresos y egresos, sino los más influibles y elásticos.

    El que la balanza de pagos necesariamente resulte equilibrada parecería conducir a que los países deudores no tienen por qué preocuparse acerca de cómo saldar sus cuentas con el exterior. Sin embargo, tiene importancia la forma como se logra el ajuste contable. Una diferencia radical se presenta cuando un país obtiene ingresos suficientes del exterior, derivados de su actividad exportadora, respecto a los que obtenga endeudándose o comprometiendo su patrimonio con inversiones privadas directas, con las consecuencias políticas, econó­micas y financieras consiguientes. O lo que resulta peor, que obtenga el equilibrio de su balanza a costa de un bajo nivel de ingresos y de subempleo, lo que equivale a aceptar el estancamiento económico en aras del equilibrio externo.

    Aunque contablemente no puede haber desequilibrio, los países, suelen verse afectados por dos clases de desequilibrios reales de la balanza de pagos que son: el financiero y el económico. Este último puede, a su vez, ser fundamental o secundario. Aquí nos referimos al financiero y al económico a corto plazo o secundario.

    • EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO FINANCIERO:

    Existe déficit financiero cuando las operaciones autónomas que re­quieren un pago exceden a las operaciones autónomas que producen ingresos. El desequilibrio financiero normalmente se ajusta mediante corrientes de capita dentro de las cuales las variaciones de la reserva monetaria (la importancia de los movimientos de la reserva es doble: en lo externo como recurso nivelador de lo desequilibrios estacionales de la balanza de pagos del sistema bancario nacional) constituyen una simple variante del movimiento internacional de capitales. Cualquier exceso de importaciones deberá ser financiado con ahorro externo, y cualquier excedente de exporta­ciones será invertido en el exterior. En estos casos los desajustes de la cuenta corriente originan corrientes inducidas de fondos.

    Recordemos el principio invariable, cuando lo aplicamos a la to­talidad de los países, consistente en que los saldos positivos los acreedores son equivalentes a los saldos negativos de los deudores. Este principio también es aplicable a cada país en sus relaciones comer­ciales y financieras con los demás países, a condición de que sea inclu­yan los movimientos de la cuenta de capital. Sin embargo, él equilibrio de la balanza de pagos logrado con movimientos de capital (equi­librio-financiero) al convertirse en persistente en sí acusa un desequilibrio económico al revelar que los ingresos de la cuenta corriente resultan insuficientes para cubrir los pagos por importaciones de bienes servicios; por lo que, en última instancia, el gasto nacional total (absorción más importaciones) supera al producto nacional, en cuyo caso él. país consume capital o se endeuda con el exterior.

    El equilibrio logrado en esta forma puede todavía corresponder a u a situación económica precaria sostenida con la recepción de inversiones privadas del exterior y préstamo internacionales dado su carácter inestable, a menos que formen parte de un plan de desarrollo económico como complemento al ahorro nacional.

    Las principales relaciones entre las balanzas parciales que inte­gran el balance de pagos de cualquier país son:

  • El saldo de la balanza comercial puede cubrir o ser cubierto total o parcialmente con el saldo de la balanza de servicios.

  • El saldo de la balanza en cuenta corriente tiene que cubrirse íntegramente con un saldo equivalente de la balanza de capitales.

  • Si la balanza de capitales, después de nivelar los pagos de la cuenta corriente aún arroja un saldo, éste es el que aumenta o disminuye la reserva monetaria internacional de los países, a menos que el país emplee el saldo para otorgar donativos otra transferencia unilateral de ingresos.

    • EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO ECONOMICO:

    Se desprende que los aspectos financieros del balance de pagos son consecuencia de factores constituyen el trasfondo de una situación que se manifiesta en el mercado de cambios, y que lo deseable y fundamental es lograr el equilibrio externo nivelando los egresos totales con los ingreses corrientes sin producir desempleo ni pérdida persistente de la reserva o que implique endeudamiento continuo. Esta situación significa que el equilibrio estático de la economía y el equilibrio del balance de pagos resultan compatibles a condición de que la suma de las exportaciones y la inversión interna se igualen con las importaciones y los ahorros internos. Ambos conceptos, desde el ángulo económico, están estrechamente ligados al hecho de que el gasto nacional total (en el país y en el exterior) no debe sobrepasar al ingreso real percibido. Como éste está principalmente determinado por la productividad comparada de la fuerza de trabajo respecto a la de aquellos países con los que se efectúan los mayores intercambios de bienes y servicios, se desprende que son factores ligados a la estructura económica los que en último extremo determinan el equilibrio o el desequilibrio económico con el exterior, en estrecha relación con la política de gasto nacional y la paridad cambiaría establecida.

    En definitiva, desde el ángulo económico, una balanza está en desequilibrio cuando el país está gastando aquellas partes de capital nacional que consisten en existencias de oro y divisas o en activos de su propiedad en el exterior o que sostiene su nivel de gasto con recursos provenientes del endeudamiento o de la recepción de inversio­nes directas, Estos recursos tienen estas desventajas: a cierto plazo presionan la balanza de pagos, acentúan la dependencia externa y son más irregulares respecto del ingreso por exportaciones. Por estos hechos al expresión favorable o desfavorable de la balanza de Pagos está estrechamente asociada con la capacidad competitiva del país y con el comportamiento del gasto total al que, a la vez, proyecta su influencia. sobre la fortaleza o debilidad del tipo de cambio. Por tal asociación suele decirse que el tipo de cambio vigente es sólido o débil según la forma como el país nivele sus gastos con sus ingresos (nacionales y extranjeros).

    Por lo tanto, el desequilibrio económico esencialmente se corrige variando el gasto total para ajustarlo al producto nacional (incluidas las exportaciones y las importaciones) o bien incrementando la producción exportable o sustituyendo importaciones, con el fin de que P + M = C + I + X. de no cumplirse esta igualdad trátase de un problema básico, y no ve y transitorio, ya que este desequilibrio económico adquiere importancia según la cuantía en la que el gasto nacional exceda persistente al ingreso real generado.

    El concepto tradicional de equilibrio del balance de pagos se ha modificado con vistas a relacionarlo con la situación económica y social del país. No basta que las partidas corrientes del activo se igualen con las del pasivo. Es necesario también que no haya endeudamientos exagerados con el exterior al mismo tiempo que el equilibrio de la balanza no se logre a costa de un desequilibrio social (causando deso­cupación o reducción de los salarios) que al final de cuentas inciden sobre los niveles de vida de los trabajadores. Con este desequilibrio social suele encubrirse el desequilibrio externo al precio de sacrificar los consumidores nacionales.

    También suele emplearse para pro­porcionar al país una falsa capacidad competitiva en el mercado in­ternacional o en el propio mercado nacional frente a la sustitución de importaciones. Desde el ángulo del ingreso y el gasto nacionales, el equilibrio se rige por el principio de que en lo interno y en lo externo una eco­nomía no puede gastar más de lo que recibe en forma autónoma, y que en caso de lograr el equilibrio se debe a que financia su exceso de gasto con importaciones de capital.

    Por supuesto, la balanza de pagos ha de apreciarse como el resul­tado de la actividad económica de cada país, que refleja tanto el nivel de productividad comparada como el de su dependencia externa. Sin embargo, suelen relegarse estos aspectos básicos para concentrar la atención en hechos que aparecen en la superficie, al olvidar que la balanza de pagos es un producto de algo que básicamente subyace como cimiento de todo cuanto es la misma estructura económica del país y el grado de dependencia externa, aspectos arraigados en factores estructurales y no circunstanciales. Cuando el curso de la eco­nomía se desajusta y entra en retroceso, todo lo que se haga en función y con miramientos basados en la balanza de pagos conduce un falso enfoque al descuidar que es la estructura económica y la eficacia de la actividad las que necesitan reformas y no simples medidas superficiales tendientes a corregir afloramiento comerciales, monetarios y financieros en general.

    Para que sea estable el equilibrio de la balanza de pagos, se debe sustentar en la capacidad competitiva de la economía de la cual emerge, pero sin olvidar que el equilibrio por sí mismo no es un desideratum. Lo deseable es que el equilibrio externo se alcance con él más alto nivel de la actividad interna y que se obtenga mediante la exportación de bienes y servicios y no el equilibrio por el equilibrio a cualquier precio.

    CAUSAS DE LOS DESEQUILIBRIOS DE LA BALANZA DE PAGOS

    Las causas de los desequilibrios son de dos clases: las generales básicas, y las específicas en cada caso y para cada país.

    A) CAUSAS GENERALES Y BÁSICAS:

  • La división del mundo en dos áreas con un mínimo de comercio entre ellas, que repercute en una deficiente utilización de los recursos mundiales y en un comercio menor para todos.

  • Las crisis de la economía capitalista que ha conducido a do guerras mundiales y a la Gran Depresión, fenómenos que en el curso de los últimos cuarenta anos han agudizado las diferencias entre los países, en cuanto a poder productivos niveles de vida y capacidad de negociación.

  • El desarrollo desigual del mundo, que propicia mayor creci­miento económico de unos países y retrasa el de otros ampliándose así la brecha que los separa al estructurar una economía mundial basada en la paradoja de que de un lado> la bonanza de unos países se debe en parte a la miseria de otros países, y de otro lado que mien­tras más necesaria es la cooperación internacional ésta se vuelve cada vez más difícil. En realidad mayor intercambio no equivale a incre­mentos en la cooperación internacional sino a dependencia y subordinación de unos en beneficio de los otros. El progreso técnico y sus frutos no se distribuyen entre los países en forma equitativa, y las ventajas de esas técnicas suelen emplearse para apoyar a intereses creados.

  • La gran capacidad productiva de los países más desarrollados (especialmente la de Estados Unidos) ha fomentado cl predomi­nio monopólico de sus empresas fincado en las ventajas de esa elevada productividad, la que es empleada en forma creciente para financiar gastos bélicos y no para apoyar el desarrollo económico y fomentar así la cooperación y el intercambio internacionales.

  • El proceso inflacionario, que ha favorecido en realidad a las minorías nacionales privilegiadas, agravando la defectuosa distribución del ingreso dentro de los países menos desarrollados, que acentúa el desequilibrio externo.

  • El incremento de la población y los anhelos por incrementar sus niveles de consumo, sin que dispongan de los recursos económicos para satisfacer estas aspiraciones (el llamado efecto demostración difundido de manera creciente gracias a los medios de comunicación modernos) acompañados de un deficiente empleo del ingreso generado y de la capacidad productiva existente.

  • Las causas anteriores han contribuido a acentuar las diferencias económicas, políticas y sociales entre los países y entre los sectores de cada país, doble situación que genera desequilibrios de la balanza de pagos de muy variada naturaleza. Estos desequilibrios básicos y de largo plazo pueden agruparse en tres clases.

    1] Los Desequilibrios Seculares (o estructurales de la economía mundial a muy largo plazo), resultado de cambios económicos profundos que ocurren lentamente de una generación a otra. Estos desequilibrios tienen un largo período de gestación y las mutaciones suceden paulatinamente. Al final generan cambios econó­micos profundos a través de una o más generaciones, como sería la transición de una producción predominantemente agropecuaria a una economía industrial, o de la etapa de una economía basada en la industria ligera a la etapa de industria eminentemente pesada, o por cambio de sistema de producción.

    Los factores que llegan a producir estos cambios están ligados a cambios radicales en la tecnología, a profundas alteraciones en la demanda de capital y en la demanda de bienes y servicios, o a cambios cuantitativos y cualitativos de la población, entre otros aspectos.

    2] Los Desequilibrios Positivos de los países centros acreedores mun­diales que por su dimensión internacional producen desequilibrios en todas las economías dependientes. Estos desequilibrios tienen su origen en la persistencia política restrictiva de los centros acreedores mundia­les que en forma constante presionan la balanza de pagos de los países deudores al no recibir apoyo financiero suficiente para el desarrollo sobre todo facilidades para el intercambio comercial.

    A menudo se eluden las repercusiones de estos desequilibrios posi­tivos de la cuenta corriente de los países más desarrollados, o sencillamente no se les menciona. Sin embargo estos desequilibrios constituyen el principal factor causante de desequilibrios negativos de los países en proceso de desarrollo, ya que al no ser revertido los grandes saldos positivos por las vías comercial y financiera con propósitos productivos, reducen la capacidad de compra externa de los deudores.

    Es cierto que los desequilibrios negativos son los que abundan y dan origen a dificultades en la mayoría de los países y por ello la atención suele concentrarse en éstos, mientras que los desequilibrios positivos son objeto de atención más como una meta por alcanzar y no por el verdadero papel que desempeñan. Sin embargo, la política del país o países que constituyen el centro o centros acreedores del mundo resulta tan importante y decisiva para el resto del mundo ya que al apegarse a una política de gasto restrictiva, la misma repercute en su propia economía y sobre el comercio mundial, agra­vando así el desequilibrio internacional de los países deudores.

    3] Los Causados Por El Desarrollo o estructurales de las econo­mías nacionales menos desarrolladas, debido a que en las primeras etapas del desarrollo la inversión interna supera persistentemente al ahorro nacional, y al financiar la diferencia con expansión monetaria y ahorros del exterior, inevitablemente las importaciones superan a las exportaciones. El desequilibrio se manifiesta en un endeudamiento creciente, en inflación v devaluaciones, en restricciones al comercio y a los pagos como recursos para enfrentar el desequilibrio. Este des­equilibrio de la balanza, causado por el desarrollo, es uno de los precios que los países menos desarrollados tienen que pagar por el propó­sito de operarle alteraciones radicales a su estructura económica.

  • LOS PRINCIPALES DESEQUILIBRIOS ESPECÍFICOS

  • Las causas específicas (que en buena parte son el resultado de las causas básicas) tienen variada naturaleza en cada país según el grado de evolución económica respectiva.

    Cuando una nación está pagando lo que compra, sobre una base sostenible a largo plazo con sus propios ingresos corrientes, se dice que su balanza de pagos está en equilibrio. Sin embargo, este criterio es una primera aproximación porque puede lograrse un equilibrio encubierto, sustentado en la imposición de restricciones directas e in­directas al comercio y a los pagos, o produciendo desempleo o a costa de salarios menores respecto a la productividad de la fuerza de trabajo, en cuyo caso se plantea al problema de ponderar costos y ren­dimientos sociales. No basta que las cantidades de divisas ofrecidas igualen a las demandadas, aunque no haya necesidad de movimientos compensatorios de oro y divisas, o de capital a corto plazo. Un equi­librio de los pagos exteriores de esta naturaleza puede ser tan falso como el obtenido mediante el control de cambios o por otros dispositivos restriccionistas, sólo que al encubrirse con medidas que no tienen manifestación cuantitativa directa, no aparece registrado en la balanza de pagos ni en el mercado de cambios.

    A continuación presentamos los desequilibrios a corto y a mediano plazo más frecuentes:

  • Los causados por hechos circunstanciales o fortuitos como son los estacionales y los aleatorios: los primeros se caracterizan por su regularidad, y los segundos porque son ocasionales y circunstanciales.

  • Los causados por factores preponderantemente monetarios y que se concretan en diferencias de precios y de ingresos: que suelen generarse por expansión monetaria y por crecimiento nominal del ingreso.

  • Estructurales de la balanza de pagos: causados por la pérdida de ingresos en divisas de uno o varios renglones principales de la balanza de pagos, ya sea por grandes pérdidas de capital, drásticas reducciones de la oferta exportable o por descenso de la demanda externa. En este caso se buscan las fuerzas que determinan el descenso del ingreso de divisas.

  • Cíclicos o coyunturales debidos a los cambios generales de la demanda internacional y que afecta las corrientes de capitales ligadas a las fluctuaciones cíclicas de la actividad económica de los centros industriales.

  • MEDIDAS PARA COMBATIR LOS DESEQUILIBRIOS DE LA BALANZA DE PAGOS

    Naturalmente que las medidas puestas en acción para enfrentar un desequilibrio dependerán de la naturaleza y la causa o causas que o hayan producido. Sin embargo, las medidas pueden clasificarse en dos grupos: las correctivas que pretenden atacar las causas y las com­pensatorias que tienden a contrarrestar o a eliminar los efectos del desequilibrio. Pero realmente lo que acontece en el mundo de los hechos es que las autoridades monetarias se enfrentan a desequilibrios causados por una combinación de fuerzas, y obviamente las medidas puestas en acción deben tener una naturaleza similar, ya que en última instancia suele requerirse un reajuste de la producción y del gasto.

    De todas maneras resulta aleccionador mencionar las principales medidas aplicables a uno y otro caso:

    A) MEDIDAS CORRECTIVAS

  • La deflación que exige sacrificios mediante la reducción del ingreso, o sea disminución de los salarios y aumento de los impuestos (al consumo al ingreso) con el doble fin de disminuir la demanda de importaciones y de aumentar las exportaciones hasta nivelarlas.

  • La devaluación de la moneda medida que permite, bajo ciertas condiciones de elasticidades, aumentar las exportaciones y disminuir las importaciones sin sacrificar el empleo y el nivel de ingresos a cambio de reajustar el valor externo de la moneda a su valor interno. de

  • En ciertos casos especiales puede restablecerse el equilibrio mediante importaciones de capital pagaderas a plazo largo, en cantidad y persistencia suficientes, hasta que se registren cambios en la productividad de la economía nacional, sin afectar el empleo y los niveles de vida o la paridad cambiaria.

  • B) MEDIDAS COPENSATORIAS

  • Empleo de las reservas de oro y divisas.

  • Movimiento favorable de capital a corto plazo.

  • Incremento de los aranceles.

  • Acentuación de las restricciones cuantitativas.

  • Alteración del gasto público acompañado de un incremento en los impuestos.

  • Restricciones crediticias.

  • Control de Cambios.

  • Estimulas a la exportación.

  • Estos instrumentos o medios de acción para corregir o contrarrestar los desequilibrios de la balanza de pagos a corto plazo, pese a que son de diferente naturaleza, se pueden clasificar en dos grupos.

  • Financieros,

  • Comerciales.

  • Ambas clases de instrumentos suelen aplicarse en forma combinada. Aun en el caso de aplicar una medida correctiva como la devaluación, será necesario complementarla con otras medidas de carácter comercial y financiero a fin de que los efectos del cambio de la paridad monetaria se fortalezcan o al menos que no se vean contrarrestados. En caso de recurrir a medidas correctivas o compensatorias nunca se emplea una de ellas en forma aislada, sino en forma combinada.

    Sin embargo, ciertos desequilibrios que ocurrían continuamente se corregían a corto plazo: a) en el patrón oro mediante movimientos de metal; b) en patrón libre por variaciones del tipo de cambio, y c) con Control de Cambios por las restricciones al comercio y el de las divisas. Actualmente los desequilibrios se generan y operan en condiciones bien diferentes. De esta manera es muy común que a los controles al comercio exterior (directos o indirectos) se les considere como medidas correctivas en contra de los desequilibrios de la balanza de pagos, porque es evidente que un control comercial, por eficaz que se le suponga, en lugar de corregir sólo contrarresta, ya que sólo ataca el efecto, sin suprimir la causa.

    También el Control de Cambios suele ser considerado como medida correctiva para el caso de desequilibrio de la Balanza de Pagos causada por una fuga de capitales. Teóricamente podría acept­arse, si se llenaran ciertas condiciones especiales difíciles o imposibles de lograr desde el punto de vista práctico. Por tal motivo, el Control de Cambios por sí mismo tampoco suprime las causas que generan la salida de fondos; en realidad, a veces suele acentuarlas.

    Aún más, en caso de que el Control de Cambios opere eficiente­mente en forma temporal, aun cuando la evasión de capitales quedara eliminada, es evidente que no podríamos atribuir a dicho control la desaparición de las causas que hubieran motivado a los individuos a exportar capital, ya que el efecto del Control como medida compensatoria sólo es útil para frenar las huidas de capital, tanto las causas reales que las producen (inestabilidad política, busca de seguridad para los fondos, desconfianza en la estabilidad de la paridad cambiaria etc.). no sean eliminadas con medidas apropiadas.

    La eficacia de las medidas que se apliquen para combatir los des­equilibrios depende de varios factores y circunstancias, pero principalmente de:

  • La causa o causas del desequilibrio;

  • Que su origen sea interno o externo:

  • Las características generales del mismo en cuanto a su grado, duración y amplitud;

  • La capacidad del país para aplicar medidas que corrijan o contrarresten el desequilibrio.

  • Es de capital importancia determinar con la mayor precisión posible la causa o causas de un desequilibrio de la balanza de pagos, que de una buena determinación depende que se apliquen las medidas mas apropiadas. Por ejemplo, si el desequilibrio se debe a causas estructurales de la balanza o a causas estacionales, este hecho nos llevaría a conclusiones diversas en cada caso acerca de las medidas que deberían aplicarse. Una vez determinada las causas, es también importante encontrar su origen. Las medidas serán diversas, según se trate de combatir los desequilibrios monetarios de la balanza los cíclicos, cuyas causas son de origen interno en cl primer caso, y eterno en el segundo.

    Asimismo, determinar las características generales en cuanto al grado, duración y amplitud, que miden la importancia de un desequilibrio en sus tres dimensiones (profundidad, plazo y extensión) equivale a enfrentarse al problema de decidir si dicho desequilibrio es fundamental o secundario y, por tanto, si deben aplicarse medidas correctivas en el primer caso o compensatorias en el segundo. Los índices más usuales para determinar la importancia de un desequilibrio son:

  • Variación de la reserva monetaria,

  • fluctuación relativa del ingreso nacional (real y nominal),

  • relación de costos y precios comparados,

  • variación relativa del índice de la productividad nacional,

  • variación del volumen de medios de pagos y sus causas,

  • Finalmente, la capacidad del país para hacer frente a un desequilibrio es como la cuarta dimensión, puesto que el grado la duración y la amplitud del desequilibrio variarán de importancia en función de los medios con que un país cuente para hacerle frente con eficacia. Así, el país centro tiene mayores posibilidades de combatir un desequilibrio de origen cíclico, que un país periférico. Dentro de éstos hay todavía varios grados, según se trate de un país como República de Honduras o de México. De igual manera, un desequilibrio de precios se combatirá con mayor eficacia en Inglaterra país que tiene técnicas de regulación monetaria más eficaces que en Venezuela, por ejemplo.


    RELACIONES ENTRE EL INGRESO NACIONAL Y LA BALANZA DE PAGOS

    Existe una estrecha relación entre estas magnitudes. Las relaciones más generales e importantes son:

  • Los efectos que las exportaciones ejercen sobre las variaciones del ingreso;

  • El efecto que los cambios del ingreso tienen sobre el monto de las importaciones; y

  • La acción de las variaciones del ingreso sobre la balanza de pagos se efectúa a través del multiplicador de ingresos, y la influen­cia de la balanza de pagos sobre el Ingreso se ejerce vía el multiplicador externo.

  • Es decir, en una economía abierta la actividad económica nacio­nal forma parte de la economía mundial y, por tal razón, el gasto total en consumo e inversión se divide en gasto interno y gasto externo. Por su parte, el ingreso nacional tiene dos fuentes, la interna y la externa. Como consecuencia de estas relaciones del gasto-ingreso nacional con el internacional, se generan también corrientes de ahorro e inversión entre los países. De estas conexiones se deriva la pos­ibilidad de que las exportaciones y las importaciones de bienes y ser­vicios no necesariamente se equilibren, surgiendo la necesidad de transferencias de capital que funjan como niveladores de las diferen­cias netamente comerciales. Si en lo interno la inversión nacional es superior al ahorro nacional, la diferencia deberá financiarse con un déficit de la balanza en cuenta corriente. En el caso de que e ahorro interno sea mayor que la inversión nacional habrá superávit en la cuenta con el exterior, o sea inversión del país en el exterior.

    Existe el hecho inevitable de que todo ingreso creado tiene por fuerza un destino, y de que todo gasto deficitario tiene una fuente & financiamiento. Por ello mismo se establecen a fortiori relaciones entre el ahorro y la inversión internas con la cuenta corriente de la balanza de pagos. Basta recordar que el saldo de ésta es numéricamente igual al saldo de la balanza de capitales, sólo que de signo contrario. En el caso de que un país invierta más de lo que ahorra, financiando la diferencia con expansión monetaria, ésta generará a cierto plazo el déficit necesario en la cuenta corriente para cubrir la diferencia con importaciones de capital, con desinversión internacional (por la venta de activos exteriores, incluida la reserva) o producirá el ajuste disminuyendo las importaciones.

    Contablemente suele representarse esta interdependencia de la siguiente manera: Partimos de la igualdad dentro de una economía cerrada: Pn = Yn. Como el producto nacional neto (Pn) se altera cuantitativamente con el comercio exterior y cambia de estructura, el ingreso nacional al costo de los factores (Yn) disminuye o aumenta según la cuantía y el signo del saldo de la cuenta corriente. Ambas situaciones se pueden exponer de la siguiente manera:

    En una economía cerrada, producto e ingreso son iguales: P = Y. Como P = C + S, suponiendo que todo el ahorro (S) se convierte en inversión (I) (ya que el ahorro no destinado a incrementar el acervo de bienes da capital se considera que está representado por inventarios de mercancías), tenemos que Y = C + I

    Pero en una economía abierta:

    P = Y + a (a representa el saldo de la cuenta corriente),

    O lo que es igual:

    P= C + I + (x - M)

    Esta fórmula se puede convertir en esta otra:

    P + M = C + I + X.

    Dada la igualdad:

    P = O + S

    si S = I, podemos escribir:

    C + S + M = O + I + X.

    Eliminando el concepto común (C) nos queda:

    S + M = I + X

    o lo que es igual:

    S - I = X - M

    Esta igualdad nos permite deducir que la diferencia entre el ahorro y la inversión nacionales es igual al saldo de la balanza en cuenta corriente. A esta doble relación suele llamársele el fenómeno de las dos brechas: La brecha del ahorro y la inversión nacional que debe ser cubierta con la brecha del comercio exterior.

  • El saldo de la balanza en cuenta corriente no es algo accident­al o independiente del proceso de gastos interiores y de su distribución en consumo e inversión.

  • El déficit (o superávit) de la balanza de pagos en cuenta corriente es la resultante de gastar en consumo e inversión más (o menos) de lo que el país produce.

  • Para mantener el equilibrio en los pagos internacionales es necesario que exista equilibrio no sólo entre importaciones y exportaciones, sino también entre el ahorro y la inversión internas, o bien que el déficit externo sea cubierto, a) con un superávit de ahorro nacio­nal o, b) con importaciones de capital.

  • Se concluye que los gastos totales en consumo e inversión no deben exceder al ingreso nacional, incluido el saldo de la balanza en cuenta corriente, excepto que éste sea cubierto con importaciones de capital.

    Si las exportaciones y las importaciones se nivelan, pero la inversión nacional supera al ahorro, esta discrepancia producirá

  • Un aumento de importaciones por una suma igual,

  • Una disminución le las exportaciones, o

  • Un aumento de los ahorros hasta producir el equilibrio; porque un aumento de inversión financiado con expansión monetaria (y no con ahorro nacional o extranjero) a cierto lazo, producirá aumentos inducidos de las importaciones o disminu­ción de las exportaciones por incremento de las compras internas. Cualquiera de estas circunstancias ocasionará un déficit en la balanza le bienes y servicio equivalentes al exceso de la inversión sobre el ahorro.

  • Si suponemos que el país no ahorra ni invierte o que conserva equilibrio entre ambos magnitudes, serán las exportaciones las que aumenten el ingreso y la expansión de éste, incrementará las importaciones. El aumento del ingreso se suspenderá cuando las importacio­nes inducidas e igualen con las exportaciones autónomas, en función del multiplicador externo. Obvio resulta que el equilibrio de la balanza de pagos en cuenta corriente se alcanza después de un proceso que concluye cuando las importaciones inducidas igualan a las exportaciones autónomas. Si además consideramos que las inversiones autónomas deben nivelarse con los ahorros inducidos, el equilibrio estático lo alcanza un país cuando las exportaciones y las inversiones autónomas se nivelan con las importaciones y los ahorros inducidos.

    De estos hechos se desprende el principio de la identidad fundamental del ingreso en una economía abierta el cual puede expresarse así: Para una economía abierta el ahorro es igual a la inversión doméstica más (o menos) el saldo de la balanza en cuenta corriente Esto quiere decir que el ahorro y la inversión, así como el ingreso y el consumo de un país en economía abierta, no son independientes de las exportaciones e importaciones sino que se desenvuelven en mutua dependencia.

    Esta relación cuantitativa fundamental entre la balanza de pagos en cuenta corriente y el producto nacional suele expresarse en la ecuación antes expuesta:

    PNB = C + I + X - M,

    O lo que es igual:

    PNB + M = C + I + X

    El primer miembro de esta ecuación representa la oferta global y el segundo la demanda final. En forma más analítica, esta igualdad nos indica:

  • Que la oferta final de bienes y servicios se integra con el producto bruto de un país, más las importaciones;

  • La procedencia nacional o extranjera de dicha oferta global

  • Que la oferta global tiene que ser igual a la demanda final integrada ésta por el consumo y la inversión internas más las exportaciones;

  • El destino último de la oferta global por un lado y la procedencia de los bienes y servicios de la demanda final, por otro.

  • En general podernos apreciar que las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios desempeñan doble y complementaria función:

  • Doble en cuanto las exportaciones aumentan los ingresos al país que los efectúa, a la vez que le significa reducción de la oferta de sus satisfactorias producidos. Las importaciones, por el contrario, disminuyen el ingreso a cambio de incrementar la oferta de bienes y servicios reales al país de que se trate.

  • Complementaria porque a la corriente financiera corresponde una corriente real de bienes y servicios equivalente, cuyos movi­mientos Son contrapuestos e iguales. En consecuencia, cuando hablamos de comercio exterior conviene precisar que con las medidas de política comercial lo que se procura es aumentar los satisfactorias reales a la vez que los ingresos en divisas para pagar éstos.

  • Expresado en términos monetarios y a juzgar por el origen del ingreso y su percepción, a cambio de la participación en el proceso productivo, la relación anterior la podemos representar en esta formula:

    YNB = W + T + B + U

    Esta ecuación nos indica que el ingreso nacional bruto es igual a sueldos y salarios (W), más los beneficios brutos (T), más los impuestos indirectos netos (B) y la depreciación (U), cuya suma expresa el costo bruto total de los bienes y servicios producidos, que son equivalente al pago hecho a los factores de la producción más la reposición del acervo de capital. Como a largo plazo las exportaciones de bienes y servicios son iguales a las importaciones de bienes servicios, resulta que el producto territorial bruto a su vez equivale a la demanda final interna de bienes y servicios.

    Un exceso de importaciones indica que la demanda nacional de bienes y servicios no se satisface con valores económicos equivalentes de producción nacional, de modo que la diferencia de la demanda tiene que cubrirse con dicho exceso de importaciones. En términos de los componentes de la balanza de pagos, esta situación implica que la parte del producto exportado en un año dado fue insuficiente para cubrir la demanda total de importaciones y la diferencia habrá de solventarse con un saldo positivo de la balanza de capitales; o sea que, de acuerdo con la interdependencia del ingreso y la ba­lanza de pagos, siempre que M > X inevitablemente I > S, por lo que el exceso de inversión deberá cubrirse con importaciones de capital.

    Esta interdependencia de la balanza de pagos con el producto el ingreso nacional en realidad se manifiesta por este doble aspecto:

  • Con el producto en la medida que las importaciones de bienes y servicios representan una fuente adicional de oferta que al ser sumada a la oferta interna de productos domésticos la diversifican y altera su monto;

  • Con el ingreso nacional porque las exportaciones se traduce en ingresos monetarios con las respectivas repercusiones sobre empleo y el gasto interno.

  • LOS EFECTOS DE LA INTERDEPENDENCIA

    Evidente resulta que al final de cuentas y considerando un lapso tan prolongado como sea necesario, las exportaciones se cambian totalmente por importaciones de aquellas clases de bienes y servicios que la economía en cuestión demanda del exterior. O sea que a largo plazo, la balanza de pagos y el producto nacional representan una ecuación que expresa el cambio en la estructura de la oferta cuyo origen fue tanto de oferta final de bienes y servicios domésticos como de bienes y servicios de procedencia externa. Asimismo, el ingreso nacional procedió de dos fuentes: el interno y el externo. Se deduce que lo esencial de la balanza de pagos consiste, en cuanto a la oferta, en su contribución al incremento y variedad de satisfactorias y, respecto a la demanda, por el crecimiento del ingreso y el aumento del empleo.

    La importancia de la balanza de pagos sobre el ingreso nacional depende de ciertas condiciones: el grado de la dependencia externa. La cuantía y el signo del saldo y la contribución de éste al crecimiento económico o al desarrollo.

    En lo que se refiere al análisis dinámico de la balanza de pagos, en su interconexión con la economía de la cual es resultado, el con­cepto tradicional y estático de déficit y superávit resulta insuficiente si lo aplicamos a una economía en expansión, toda vez que el equilibrio estático ex post de hoy implica el desequilibrio ex ante de mañana. Por esta consideración resulta imposible y carece de im­portancia aplicar medidas con la simple idea de restablecer el equi­librio perdido. Lo que realmente debe preocupar es la manera de alcanzar el nuevo equilibrio al máximo nivel del ingreso nacional. Seguramente que el nuevo equilibrio tendrá características diferentes y la influencia del sector externo sobre la economía nacional diferirá (respecto del equilibrio anterior) dentro de condiciones ahora mo­dificadas, ya que el equilibrio de la balanza de pagos es un fenómeno cambiante, relativo y por naturaleza inestable.

    Imposible resulta que los diferentes factores que determinaban el equilibrio perdido y los que ahora lo restablecen a otro nivel y que tienen características dife­rentes, conserven entre sí las mismas proporciones a través del proceso.

    Al lado de las variables endógenas un tanto dependientes y controlables, existen las variables exógenas que escapan a la regulación interna. Y corno los principales factores que determinan los ingresos del balance de pagos suelen tener un alto grado de contenido exógeno, 'no, esto ocasiona que sus efectos sólo puedan ser contrarrestados, pero no eliminados. La acción que sobre ellos suele tenerse Consiste en aplazar la crisis del desequilibrio que, para su solución, obligara al descenso de la actividad económica o a la devaluación de la moneda.

    Ésta es la alternativa a la que conduce el sistema de cambios flexibles una vez que se fija determinado tipo de cambio, apoyado en el empleo de un Fondo al servicio de la estabilidad cambiaria. Habrá que elegir entre los términos que plantea esta alternativa, especialmente cuando se trata de países en proceso de desarrollo los que, además de necesitar préstamos del exterior, requieren también una adecuada política de gasto en lo interno. Entran en conflicto así los objetivos del desarrollo con las exigencias de conservar el equilibrio de la balanza de pagos.

    El conflicto será de mayor o menor grado cuanto mayor o menor sea el esfuerzo por constreñir el gasto interno y, en último extremo, por impedir que descienda la tasa de crecimiento. Es sabido que el crecimiento continuo y equilibrado del ingreso exige que la tasa incremento de la inversión respecto al ingreso guarde la propor­ción necesaria para que éste se equipare con la capacidad productiva. Esto requiere que la inversión sucesiva sea mayor en la cuantía necesaria, de modo que haga posible que la tasa de crecimiento del ingreso sea mayor, a fin de crear la demanda necesaria para aprovechar los incrementos acumulados de la capacidad productiva, generada por los incrementos de la inversión.

    Estas exigencias conducen al desequilibrio de la balanza de pagos al menos que el país disponga de suficientes recursos del exterior o decida abandonar la meta del desarrollo. Las aspiraciones de ciertos países más desarrollados de lograr un crecimiento económico, según el modelo de Harrod-Domar, son inalcanzables e indeseables para los países subdesarrollados, por las siguientes razones:

  • Inalcanzables porque la demanda internacional de los produc­tos primarios registra una tendencia decreciente en relación con el ingreso y las fluctuaciones de dicha demanda vuelven inseguro o inestable el gasto en inversión y en importaciones;

  • Indeseables porque el desarrollo económico exige cambios radicales de la estructura económica y para ello se requiere expansión de la inversión por encima del ahorro nacional y esta expansión propicia incrementos de las importaciones que, finalmente, se traducen en déficit de la balanza en cuenta corriente.

  • Antes este dilema, el tipo de cambio adquiere mucha importancia, como factor de ajuste de la balanza de pagos, ya que la devaluación puede contribuir a nivelar ésta sin necesidad de recurrir a la deflación y al descenso de la actividad económica.

    Cuando la balanza en cuenta corriente muestra equilibrio, el producto nacional generado resulta igual al producto nacional percibido, sólo que con un recambio de valores económicos expresado en al venta de ciertos bienes y servicios a cambio de otros que se reciben del exterior. Es la corriente de capital lo que altera esta igualdad u la que conduce a las siguientes situaciones:

    Para un país acreedor y prestamista:

    El ingreso proveniente de activos exteriores será positivo el que sumado al total de sus exportaciones permitirá pagar las importaciones y efectuar préstamos netos al exterior. El país acredita estos préstamos con la importación de títulos.

    La balanza de pagos condensa de tal manera sus cuentas y las integra a las cuentas del producto y del ingreso nacional, que el excedente de exportaciones de bienes y servicios aparece como una partida de ingreso o "entrada” positiva llamada exportaciones netas, inversión neta exterior o incremento neto en los créditos exteriores que se representa y equilibra, del lado del egreso o “salida" con los ahorros netos prestados al exterior.

    Para un país deudor y prestatario será lo inverso:

    El total de ingresos por bienes y servicios exportados, más lo percibido por exportaciones netas de valores (o importaciones de capital) será igual al total de egresos (por bienes y servicios importados, más los pagos por deuda).

    Como consecuencia. Para el caso de un país acreedor tenemos:

    Ingreso territorial generado más rendimientos recibidos de sus inversiones en el exterior = ingreso percibido.

    Ingreso percibido menos exportación neta de capital = ingreso retenido.

    En el caso de un país deudor:

    Ingreso territorial generado menos exportación de rendimiento del capital extranjero = ingreso percibido.

    Ingreso percibido más importación neta de capital = ingreso retenido o disponible.

    El cuadro que sigue expone con cifras, a modo de ejemplo, la situación anterior en el caso de un país deudor para un año dado:

    INGRESO NACIONAL GENERADO

    $ 10,000,000,00

    Ingreso por exportación de bienes

    y servicios (se supone que el país

    no percibe ingresos por inversiones

    en el exterior

    $ 2,000,000,00

    Egreso por importación de bienes

    y servicios (excepto los rendimientos

    tos de factores exteriores)

    3,000,000,00

    Déficit financiado con importación

    de capital

    1,000,000,00

    INGRESO PERCIBIDO

    11,000,000,00

    Menos remisiones al exterior por

    rendimientos del capital extranjero

    500,000,00

    INGRESO RETENIDO

    10,500,000,00

    Esta última cifra ( 10.500.000) equivale al ingreso disponible de un país deudor a precios corrientes, integrada por la percepción neta de su ingreso nacional generado, (9.500.000) más la importación del capital (1.000.000).

    LA MECÁNICA DE LA INTERDEPENDENCIA

    El término "exportación" comprende la totalidad del ingreso divisas por bienes y servicios proporcionados al exterior; el concepto. "Importación" comprende los bienes y servicios recibidos del exterior, que origina gasto externo. Ambos conceptos comprenden todos los rubros que se incluyen en la cuenta corriente de la balanza de pagos.

    Hemos expuesto que los cambios en el ingreso de un país producen cambios en las importaciones en la misma dirección, aun cuando no en idéntica proporción. De manera similar, los cambios en las exportaciones producen cambios proporcionales en la misma dirección sobre el ingreso nacional. En consecuencia, las variaciones de las importaciones están funcionalmente asociadas a los cambios en .el nivel del ingreso y este, a su vez, está influido por los cambios de las exportaciones.

    En el primer caso el volumen de ingreso es el factor determinante y en el segundo el ingreso se vuelve una magnitud determinada. La influencia del ingreso sobre la balanza de pagos se efectúa a través del multiplicador de ingresos. En este caso, la propensión marginal a importar (m´) determina la magnitud en que aumentan las importaciones como resultado de un aumento del ingreso na­cional. Esta relación se expresa mediante la siguiente fórmula:

    m´= d M

    d Y

    Ahora bien, si la influencia de la balanza de pagos sobre de ingreso se efectúa a través del multiplicador exterior ( Kx ), en este caso el saldo de la balanza en cuenta corriente modificará el volumen del ingreso; al mismo tiempo dicho multiplicador permite cuanti­ficar el aumento del ingreso nacional debido a un incremento neto de las exportaciones. Este multiplicador es él reciproco de la propensión marginal a importar, o sea:

    Kx = 1

    dM

    dY

    Por esta mutua dependencia, la balanza de pagos de un país de una parte, es resultado de la situación económica interna y de otra parte, dicha balanza está influenciada por la economía internacional. Estas relaciones constituyen el conducto a través del cual se trasmiten las fluctuaciones económicas entre los países. Cuando el saldo de la alcanza de pagos en cuenta corriente es positivo, el aumento total ingreso nacional estará dado por la cuantía de dicho saldo en función del multiplicador. Si el saldo es negativo, de similar manera disminuirá el ingreso nacional.

    Partamos del siguiente supuesto sólo dos países ( A y B ), ausencia de ahorro e inversión internos, potencia económica semejante entre A y B sin gasto gubernamental, una política relativamente liberal y recursos plenamente empleados. En estas condiciones, los cambios autónomos de las exportaciones constituyen el multiplicando del multiplicador, y la propensión marginal a importar determinará la magnitud del multiplicador exterior. En este caso, K será una función de m'. Por lo tanto, el efecto del multiplicador del co­mercio exterior sobre el ingreso nacional será mayor:

  • Cuanto menor sea la propensión marginal a importar,

  • cuanto menor sea la resistencia del mundo a demandar las exportaciones del país en cuestión, y

  • Cuanto mayor sea la elasticidad del país para exportar.

  • En el supuesto de que un país no ahorre, ni invierte, las importac­iones tendrán que ser en un plazo determinado iguales a las exportaciones porque cualquier incremento de éstas expandirá el ingreso y éste las importaciones. El incremento del ingreso llegará a su nivel más alto cuando las exportaciones se nivelen con las importaciones. Si m' es pequeña, un incremento de las exportaciones ocasionará considerables incrementos del ingreso nacional. Efecto diferente se obtendrá si un alto porcentaje del aumento del ingreso se gasta en importación, el multiplicador del ingreso ocasionará efectos reducidos.

    Cualquier desequilibrio de la balanza será corregido a cierto plazo porque el aumento de ingreso generado por la expansión de las exportaciones autónomas de A necesariamente deberá corresponder la disminución del ingreso del país B, y éste disminuirá en el si­guiente período las importaciones procedentes de A. A su vez, el aumento de las exportaciones de A al incrementar su ingreso inducirá aumento de las importaciones procedentes de B. Estos efectos lucidos conducirán al equilibrio de la balanza, pero naturalmente otro nivel.

    Estos movimientos inducidos (secundarios, terciarios, etc.) del ingreso forman parte de un proceso que terminará hasta que las exportaciones de A sean equivalentes a las importaciones de B. Es decir, cuando el total de las exportaciones autónomas e inducidas del primer país resulten equivalentes a las importaciones autónomas inducidas del segundo.

    Este mecanismo en realidad tendrá cierta validez sólo considerando a Estados Unidos frente al mundo y aun en este caso dicha validez es muy relativa porque el resto del mundo no está sujeto a una política comercial uniforme y, al ser diferente la política comercial de cada país, asimismo serán los instrumentos de regulación y su eficacia respectiva. Con mayor razón un país pequeño frente al mundo no llega a influir sobre las economías de los demás y tiene que lograr por sí solo el ajuste. Como los dos países ( A y B ) disponen de similar potencia económica y el primero registra un aumento autónomo de sus exportaciones se obtendrá el siguiente proceso:

    PERIODOS :

  • Aumento del ingreso del país A originado por el incremento autónomo de sus exportaciones.

  • Disminución del ingreso del país B equivalente al monto de las importaciones autónomas.

  • Los incrementos inducidos de las importaciones en n períodos sucesivos por parte de A y los incrementos de exportaciones inducidas por parte de B conducirán finalmente en el periodo N al equilibrio de las importaciones con las exportaciones.

  • Desde el ángulo del país B este proceso se efectuará así:

  • El incremento autónomo de importaciones disminuirá su ingreso.

  • Esta disminución del ingreso hará descender la demanda de importaciones procedentes de A en el siguiente período.

  • Ajuste final en el periodo N al equilibrarse las importaciones autónomas con las exportaciones inducidas.

  • Este ajuste se llevará a cabo en un período más o menos largo, dependiendo de cada periodo - multiplicador. El ejemplo siguiente tiene por objeto representar el proceso e forma numérica y simplificada:

    PAIS A

    Incremento autónomo de exportaciones del país A por 400 'millones e incrementos inducidos de importaciones en función de una propensión marginal a importar (m')= 1/2.

    Periodos sucesivos

    Aumentos inducidos de importación

    1

    200

    2

    100

    3

    50

    4

    25

    5

    12,5

    6

    6,25

    7

    3,125

    8

    1,625

    9

    0,8125

    10

    0,4062

    399,7187

    Al décimo período se habrá casi nivelado el incremento autónomo las exportaciones con la suma de los incrementos inducidos de las exportaciones, motivo por el que se suspende la expansión del ingreso.

    TEORÍA DEL AJUSTE

    La teoría del ajuste de la balanza de pagos no difiere en lo esencial de la teoría del ajuste que es aplicable al equilibrio de la economía en general. Todo sistema económico, industria o empresa está presidido por el concepto de equilibrio y cualquiera desviación tiende al restablecimiento de las fuerzas opuestas que conducen al equilibrio, mediante nuevas relaciones de interdependencia que operan bajo ciertas condiciones que forman el marco dentro del cual operan las variables, paramétricas o no, que finalmente producen ajuste. En nuestro caso, referido a la balanza de pagos, él numero de variables que suelen emplearse es relativamente numeroso, pe­ro dentro de ellas deben elegirse las que tengan una función importante en cada caso particular, y que en especial se relacionan con el sistema económico y monetario en el cual se tiene que lograr el ajuste.

    En general las magnitudes más importantes que son objeto de comparación son: el nivel de productividad, los niveles relativos ingreso, los precios comparativos, el tipo de cambio y el tipo de interés, los salarios reales y los monetarios como variables fundamenta­les, además de los factores institucionales relacionados con la política monetaria y fiscal, y con las políticas comerciales y de gasto nacional. En última instancia se tiene que acentuar la importancia de la o más de estas variables para lograr y, en su caso, conservar equilibrio de la balanza de pagos. Así, al movimiento de las especies monetarias se le atribuyó una explicación particular del proceso de ajuste en el patrón oro internacional, dentro del cual se consideraba que los cambios en los niveles relativos de los precios nacionales y extranjeros, constituían el principal instrumento de ajuste. Esta interpretación apoyaba en la teoría cuantitativa del dinero, eslabón indispensable entre el estado de la balanza de pagos y los niveles de precios con os de cambio fijos. A la tasa de interés se le atribuyó un papel complementario pero importante dada su doble acción: sobre los movimientos de capital a corto plazo y sobre la expansión o deflación del crédito interno. Claro que la eficacia del mecanismo de los precios en el proceso de ajuste dependía en cierta proporción de la recíproca elasticidad-precio de la demanda de importaciones. Al menos, era la interpretación corrientemente aceptada, aun cuando en el fondo lo que sucedía era una confusión, o si lo preferimos, un espejismo, al situar al mecanismo de los precios en el lugar que correspondía al mecanismo del ingreso. Este hecho no empezó a esclarecerse hasta que en el presente siglo lo hicieron Taussig primero. y los keynesianos Metzler, J. Robinson y Haberler, entre otros, después.

    El problema del ajuste de la balanza de pagos, o dicho de otra manera, la solución de los desequilibrios de una economía frente exterior, presenta diferentes grados y tiene origen en causas de dife­rente naturaleza. Dichas causas pueden deberse a factores naturales, a leves inherentes al régimen de producción, a cambios masivos en las técnicas de producción, a cambios en la estructura de la demanda, a políticas inflacionarias, a factores bélicos o a cambios del sistema de producción, entre otros aspectos. En cuanto a la importancia del desajuste, su grado puede variar en amplitud, profundidad, frecuen­cia y duración dependiendo del conjunto de circunstancias y hechos que concurran a generarlos.

    La teoría del ajuste de las balanzas de pagos se apoya; por un lado en que la economía internacional es un mecanismo integrado, un todo que debe funcionar de tal manera que ciertas economías no entorpezcan el funcionamiento de las demás y, por otro lado, en no confiar que el ajuste general se efectuará de algún modo, y que e s preciso buscar el método y las medidas correctivas más convenientes para todos. Es evidente que la mejor solución radica en el intercambio equilibrado de bienes y servicios, propiciando así que los países pagen por con su trabajo lo que adquieren del exterior. De lo contrario hay una invitación continua a los controles al comercio. con la consiguiente reducción del intercambio.

    En el caso del intercambio entre economías de trueque, al haber únicamente comercio de mercancías, el ajuste sólo puede ser logrado mediante variaciones de la relación real de intercambio; pero en economías monetizadas, el proceso de ajuste adquiere variantes de acuerdo con los diferentes sistemas monetarios de los países concabistas. Por consiguiente, las medidas e instrumentos que pueden ponerse en acción para combatir los desequilibrios son de variada naturaleza. Quedó expuesto que, en economías monetizadas, en ge­neral hay dos clases de medidas: las correctivas y las compensatorias. La aplicación de las primeras, cuando son eficaces, tiene como re­sultado la eliminación de las raíces que generan los desequilibrios las segundas sólo contrarrestan sus manifestaciones.

    En consecuen­cia a, las medidas para lograr el ajuste de la balanza de pagos difieren según las causas y las características del desequilibrio. La causa fundamental del desequilibrio persistente consiste en que el país en cuestión no gana lo necesario para pagar sus import­aciones, pero el ajuste suele tener solución mediante préstamos a largo plazo y excepcionalmente con la venta de activos en el exterior, que los financiamientos compensatorios son, por su índole, solución temporal. En estos casos, los superávit de unos países al finan­ciar los déficit de otros ejercen la función de darle flexibilidad al sistema ante los diferentes factores que afectan al intercambio inter­nacional.

    Dadas estas circunstancias, las reservas monetarias ejercen su función esencial: servir de caja internacional. La teoría del equi­librio parte del principio de que todo organismo que funciona ne­cesariamente se desenvuelve con ciertas fricciones, que en alguna medida se traducen en desajustes entre sus partes.

    Si en el intercambio internacional sistemáticamente se emplearan los saldos positivos de unos para cubrir los déficit de otros, el equilibrio del sistema podría lograrse sin graves consecuencias ni deficiencias de liquidez. Sólo el incremento del intercambio y de los saldos entre países demandaría mayor volumen de liquidez; aquí es donde las técnicas de financiamiento aún no han podido emplearse cabalmente, en el ámbito internacional, para crear reservas con indepen­dencia de las existencias de oro y su distribución por países, haciendo uso de la capacidad creadora de crédito, en forma similar de corno se emplea en lo nacional. Aún el mundo no rebasa del todo los límites del simple empleo de las reservas monetarias y los préstamos a corto plazo para estos menesteres. Pero estos ajustes compensatorios son, por naturaleza, temporales y adquieren sentido como recursos que solucionan los desequilibrios leves y transitorios, como apoyo al funcionamiento del sistema.

    En un enfoque a largo plazo no hay país, empresa o individuo que pueda sostener indefinidamente un exceso de gasto respecto de sus ingresos. En el caso de los países, no es posible adquirir persis­tentemente un exceso de importaciones. Durante cierto plazo pueden adquirirse más bienes v servicios del exterior que los vendidos a este , si del mismo se obtiene el financiamiento equivalente. Al final e cuentas el país deficitario tendrá que ajustar su balanza en cual­quiera de estas formas:

  • Si recibió durante años capital a largo plazo, la inversión de éste deberá generar capacidad productiva la otra cara del problema es que nadie presta indefinidamente para despilfarro o para el consumo que en el futuro le permita exportar más, importar menos o lograr una acción combi­nada que le produzca un excedente de exportación con el cual haga frente a sus compromisos financieros.

  • Si no hay financiamiento externo, el país tiene que reajus­tar su gasto, disminuyendo su consumo y aun la inversión hasta nivelarlos con la cuantía del producto lo que implicará reorientar el consumo y la producción domésticos.

  • Hemos dicho que hay esencialmente dos mecanismos de ajuste en la balanza de pagos y que los demás son combinaciones o simples variantes determinadas por el sistema monetario y otros aspectos cir­cunstanciales.

    EL ENFOQUE PRECIOS:

    El mecanismo de los precios difundido por las escuelas clásica, neoclásica y del equilibrio económico, cuyos autores acentuaron la nota sobre el movimiento de los precios y confiaron en que los mecanismos como las variaciones de los salarios, el tipo de interés y el movimiento de oro entre países tendían a restablecer el equilibrio no sólo de la balanza de pagos sino de la economía como un todo.

    Pero la deficiencia de esta interpretación consistía en que, además de excluir los movimientos de fondos por causas diferentes a los precios., se apoyaba en supuestos como éstos:

  • Libre competencia de factores y de mercancías;

  • Pleno empleo de los recursos económicos a la vez que su mejor uso racional, gracias al libre funcionamiento de las fuerzas del mercado;

  • Flexibilidad de los precios y los salarios en cada país, que coadyuvaba a la mejor distribución de los recursos entre los diferentes usos alternativos.

  • EL ENFOQUE INGRESOS:

    Estos supuestos en la medida que exis­tieron han dejado de tener vigencia y la comprobación de su in­operancia dio origen a un cambio de enfoque que arranca la teoría general de Keynes Esta obra proporcionó material teórico para toda una corriente de pensamiento que destacó e hizo hincapié en otro mecanismo que atribuye papel central a los efectos del ingreso.

    Alrededor del ingreso se desarrolló una teoría y una política de la actividad económica en general y acerca del ajuste de la balanza de pagos en particular. Empezó por abandonar la pasividad del Estado frente al proceso económico al considerar que la ocupación plena debe promoverse en vez de suponerse, y que ante la infle­xibilidad relativa de los precios y los salarios, estos conceptos deben ser sustituidos por el concepto elasticidad-ingreso. En estas circuns­tancias, las variaciones del ingreso y del tipo de cambio y las elas­ticidades de las exportaciones y las importaciones se convirtieron en los factores predominantes en el proceso de ajuste de la balanza de pagos.

    Con base en este enfoque, la corriente de ingresos monetarios internacionales es la que principalmente altera y determina las ofer­tas monetarias nacionales e influye inducidamente sobre los niveles de los precios. Se establece y es aceptada, finalmente, una depen­dencia mutua entre precios e ingresos, en cuyo mecanismo ambos resultan decisivos al equilibrio de la balanza de pagos.

    EL PROCESO DE AJUSTE A CORTO PLAZO

    Los dos mecanismos básicos o métodos de ajuste a que nos hemos referido de hecho se aplican tanto en el proceso de ajuste a corto plazo de la balanza de pagos como al que llamaremos proceso de ajuste a plazo medio.

    Ya que el proceso de ajuste a largo plazo no corresponde ya a un problema de balanza de pagos, sino en sus conexiones con el desarrollo económico y social de las economías menos desarrolladas. En este caso nos referimos en su ocasión a tres clases de desequilibrios: 1) los estructurales, causados por los cambios seculares de la economía mundial; 2) los que se refieren a los cambios de la estructura de una economía nacional que conscientemente se promueve (desequilibrio por desarrollo económico y social) y 3) los desequilibrios ocasionados por el desequilibrio positivo del Centro Acreedor Mundial.

    Pero en última instancia sólo hay dos métodos de ajuste automático de la balanza de pagos: el que gira alrededor del ingreso y el que opera en torno del precio. Desde el punto de vista de los sistemas monetarios, hay cuatro enfoques, asociados cada uno de ellos a una clase particular para determinar el tipo de cambio:

  • Los cambios del ingreso vinculados al patrón oro internacional:

  • La devaluación asociada al tipo de cambio libremente fluc­tuante;

  • El régimen de cambios flexibles que combina un cambio fijo a otro que es ocasionalmente variable;

  • Los controles de cambios asociados al régimen de regulación cambiaria, empleando el racionamiento de las divisas.

  • Sin embargo de acuerdo con la clasificación dual se parte del principio de que, en último extremo, el verdadero restablecimiento del equilibrio de la balanza de pagos debe fincarse sobre bases fir­mes, pues para que el nuevo equilibrio pueda ser duradero y consis­tente, sólo existe esta solución: como el desequilibrio es el resultado de gastar en el exterior más del que se recibe del exterior, su origen reside en la existencia de un divorcio entre el poder adquisitivo interno y el externo de la moneda nacional, ocasionando un exceso de la demanda global, que es abastecida con productos del exterior.

    En este caso, la autoridad monetaria se enfrenta a un tipo de cambio sobrevaluado, dado que a la paridad establecida la moneda nacional compra más en el exterior. Esta situación suele originarse porque, a un tipo de cambio fijo, se opera un incremento mayor de los precios internos respecto a los precios extranjeros. Las solu­ciones suelen ser:

  • Devaluar la moneda nacional, o sea alterar el tipo de cam­bio en la cuantía necesaria que elimine la disparidad del poder de compra de la moneda nacional en ambos mercados. Por ejemplo, si la diferencia de precios es de 30%, en esa cuantía deberá alte­rarse el tipo de cambio. En este caso, si el tipo de cambio es de $ 10,00 por un dólar, habrá que encarecer éste, subiendo a $ 13.00 por dólar.

  • Reducir el nivel del ingreso nacional a fin de contrarrestar el exceso de la demanda de importaciones y, en su caso, propiciar las exportaciones. En la medida que los instrumentos puestos en acción tengan efectos reductores del ingreso y del gasto, en grado más o menos proporcional disminuirá la demanda de importaciones de acuerdo con la propensión marginal a importar.

  • Puede considerarse que como el desequilibrio externo es un desajuste entre el valor de las exportaciones y el de las importaciones bastaría con imponer restricciones a las importaciones o acentuar las existentes hasta nivelar unas con otras. Esto puede lograrse en ciertas condiciones favorables de flexibilidad de las importaciones; que no haya fuerte contrabando ni represalias externas. Pero esta nivelación lograda con procedimientos restrictivos conduce a un equilibrio precario, al dejar inalterados los factores que determinan e! desequilibrio: ya sea por una disparidad de costos y precios o dispa­ridad en el crecimiento de los ingresos.

    A plazo más largo no puede desconocerse que es la productividad comparada la que en último extremo constituye el cimiento ultimo de la competencia internacional, en donde la continua superación tecnológica desempeña un papel determinante.

    Por razones similares, tampoco el método del Control de Cambios representa un ajuste verdadero, ya que no erradica las causas del desequilibrio y sólo ejerce influencia sobre sus manifestaciones (como contrarrestar la evasión de capitales) y actúa mediante las acciones, acertadas o no, de las autoridades monetarias. Aún más, un Control de cambios, igual que una devaluación acompañada de expansión monetaria interna, conduce a empeorar el desequilibrio que con estos instrumentos se pretendió eliminar.

    Respecto a los cambios flexibles, que envuelven la intervención consciente de las autoridades monetarias mediante el funcionamiento de un Fondo que opera en el mercado de cambios, el desequili­brio no se manifiesta abiertamente en tanto los recursos del Fondo sean suficientes para cubrir el exceso de la demanda de divisas. Sin embargo, en casos críticos se termina por abandonar la paridad establecida y acto seguido sobreviene la devaluación.

    Con tipos de cambio flexibles se sustituye el mecanismo auto­mático del patrón oro y del patrón libre por un mecanismo oficial de carácter mixto, de modo que, en lo fundamental, rige el meca­nismo del mercado y, en una forma marginal, un mecanismo oficial, que se vuelve decisivo en circunstancias especiales. Ejemplo de una situación extraordinaria es el abandono de la paridad establecida para dejar a la libre acción del mercado la determinación de la nueva paridad, en caso de que ésta no sea sustituida por otra en forma súbita.

    En concreto, en los casos en que se recurre a la devaluación, lo que realmente se hace es reajustar algo que ya había sucedido, reconociendo que el valor real de la moneda en lo interno, medido por su poder adquisitivo, es menor que el valor de la moneda en el mercado externo. De esta forma, se reconoce la imposibilidad o Inconveniencia de sostener una diferencia artificial de poderes de compra de la moneda que sólo beneficia a los especuladores, alienta la fuga de capitales y ahuyenta su inmigración. En cualquier forma que se intente el reajuste del poder adquisitivo de la moneda, ya sea a través de la devaluación o a través de la disminución del ingreso para comprimir la demanda, resulta de central importancia modificar la política de gasto.

    PROCESO DE AJUSTE EN LOS DIFERENTES SISTEMAS MONETARIOS

    Conviene recordar los aspectos teórico~generales más usualmente considerados en el proceso de ajuste de la balanza de pagos a corto plazo, especialmente aquella concepción que predominó durante el siglo XIX y hasta 1930, basada esencialmente en el mecanismo del patrón oro (de acuerdo con los enfoques de las escuelas clásica y neoclásica) por resultar básico dicho proceso corno modelo al tratar el ajuste en otras condiciones. Los aspectos esenciales en los que se apoyaba el análisis del patrón oro eran éstos:

  • Las variaciones del volumen del circulante influían en el nivel de los precios en cada país, de acuerdo con la teoría cuanti­tativa. Se suponía, aunque no se dijera expresamente, que sé en­frentaban el país centro acreedor mundial con los demás países conectados al intercambio internacional.

  • Las diferencias en las relaciones de los niveles de precios entre países determinaban las exportaciones y las importaciones, de tal manera que de estas relaciones se desprendía un saldo positivo o negativo que se recibía o pagaba en metálico, disminuyendo el circulante en unos países y aumentándolo en otros.

  • A consecuencia de este movimiento de metales se generaba un proceso de ajuste a corto plazo entre las balanzas comerciales por un lado, los países deficitarios al perder oro disminuían sus precios y quedaban capacitados para la competencia externa, traduciéndose a corto plazo en una disminución de las importaciones y en un incremento de las exportaciones. Esta situación arrojaba un saldo favorable que los países recibían en oro, recuperando así el metal perdido en la etapa anterior. Naturalmente, esta situación se desenvolvía en forma inversa en aquellos países que inicialmente habían adquirido los metales.

  • En concreto, la secuencia de los hechos era la siguiente: circu­lante-precios-saldo de la balanza comercial-movimiento internacional de metales, formando un circuito continuo que generaba ajustes y desajustes, que al ser leves y transitorios producían el equilibrio a corto plazo mediante un proceso automático. Este circuito podemos representarlo así: las exportaciones ( X ) de I son las importaciones ( M ) de II y viceversa.

    País 1: X circulante demanda precios

    ( X y M ) circulante...

    País 2: M circulante demanda precios ( X y M) circulante...

    En este mecanismo el tipo de cambio era fijo y no ejercía papel activo alguno. En realidad representaba la fortaleza por conservar aun a costa de otros aspectos que se ponían al servicio y era en defensa de la estabilidad cambiaria. Era la competencia comercial libre basada en diferencias de precios (determinadas por los costos relativos y la demanda recíproca) la que conducía a que sé consi­derara al factor precio como el centro de la escena en este circuito.

    puntos de exportación de oro

    puntos de importación de oro

    De acuerdo con esta interpretación, los tres medios usuales de ajus­tar el desequilibrio de la balanza de pagos a corto plazo eran:

  • El empleo de la reserva monetaria del país, la que al dis­minuir repercutía en la reducción del circulante y de la capacidad creadora de crédito de los bancos comerciales. La repercusión final recaía sobre los precios, disminuyéndolos, con el consiguiente efecto doble: abaratar las exportaciones y encarecer las importaciones, en términos relativos.

  • Con préstamos de capital inducido, que resultaban conse­cuencia obligada del saldo desfavorable de las transacciones en cuent­a corriente.

  • Mediante movimientos de capital autónomo, empleando la asa de interés para atraer fondos del exterior.

  • Respecto al mecanismo de ajuste internacional, se puede apreciar en la gráfica anterior que el tipo de cambio está representado por una recta paralela al eje de las abscisas, con la pequeñas fluctuaciones (dentro de los puntos oro) que oscilan en torno a la paridad determinada por el contenido respectivo áureo de las monedas. Ya hemos dicho que los elementos que proporcionaban el ajuste descansaban en los niveles de los precios, cuyas variaciones afectaban el empleo y la pro­ducción, el tipo de interés y otras variables. O sea que el precio ajuste de la balanza con estabilidad cambiaria equivalía a deflación y al paro, al confiar, con tipo de cambio fijo, en que los cambios balanza de pagos, a cambio de aceptar desequilibrio interno en el grado necesario para restablecer el equilibrio externo. En estas condiciones el ajuste de la balanza tenia que ser logrado a costa del desequilibrio de algunos sectores de la economía nacional.

    En el patrón oro se partía de la existencia de una relación funcional entre los precios y los cambios, la cual se suponía operaba a través del aumento del dinero, que impedía a ambos elevarse no era indispensable que la elevación de los precios precediera a la de los cambios, porque dependía del destino que se le diera al nuevo ingreso (hacia las importaciones o a la adquisición de mercancías

    Nacionales).

    Cuando funcionó el patrón oro, el ajuste se conseguía de los movimientos de oro y la necesaria reducción del ingreso (más que de los precios), que a su vez determinaba un reducción las importaciones y del nivel de actividad. Esta situación equivalía a deflacionar el ingreso cuando la balanza de pagos era desfavorable y a expansionarlo cuando era favorable.

    En este sistema monetario, ante un déficit externo, los bancos de emisión empleaban en primer lugar la reserva monetaria dentro de ciertos limites, y en su caso variaban la tasa de interés con el objeto fondos del exterior.

    Esta mecánica se basaba no tanto en la teoría cuantitativa del dinero como en el principio multiplicador del ingreso, aunque no se le diera este nombre sino ya bien entrado el presente siglo. Los fundamentos eran los mismos, pues, ¿ a qué equivalía la práctica de que una unidad monetaria adquirida por el comercio diera origen a la emisión de billetes por una cantidad de dos y tres veces mayor, y, a su vez, estos billetes aumentaran en varias veces la capacidad crea­dora de crédito de la banca comercial según la ratio de la reserva de caja?.

    Fuera o no correcta la explicación del mecanismo de los precios dados los supuestos en que se apoyaba (principalmente los del empleo pleno, la flexibilidad de los precios y los salarios y la primacía en la libre competencia), el hecho significativo consistía en que el ajuste se efectuaba por cambios en los ingresos y en los precios.

    Al adoptar el patrón papel con los tipos de cambio libremente fluctuantes en sustitución del patrón oro, las modificaciones continuas del tipo de cambio representan por un lado, el instrumento principal de ajuste y por otro las necesarias respuestas a los desplazamientos de la oferta y la demanda de cambio exterior. En estas circunstancias, la balanza de pagos se ajusta continuamente, día tras día mediante la alteración del tipo de cambio en función de la oferta y la demanda de divisas en el mercado de cambios. Si la balanza arroja un saldo positivo, el aumento de la oferta de divisas tenderá a revaluar la moneda nacional, y en caso de déficit sucederá o contrario.

    La secuencia en el patrón libre tiene dos interpretaciones:

  • La teoría de la inflación, según la cual el efecto es de circu­lante a precios y de éstos al tipo de cambio. Dentro de este me­canismo lineal, la causa primaria radica en la variación del volumen de medios de pago y las alteraciones del medio circulante deter­minan cambios relativos al nivel de precios que influyen finalmente sobre el tipo de cambio. La causa común continua siendo el monto del circulante, pero a diferencia del patrón oro, en el patrón libre la cadena de hechos se desenvuelve partiendo siempre de alteraciones del circulante y de los precios.

  • La interpretación de la teoría de la balanza de pagos, cuyo proceso se desarrolla en sentido inverso. El punto de partida es la existencia de una balanza de pagos pasiva que a su vez determina una elevación del tipo de cambio. La alteración de éste influye en forma decisiva en la variación de los precios, y en último extremo, en la política monetaria. El alza del tipo de cambio aumenta los precios y un mayor nivel de precios demanda mayores cantidades de dinero para financiar la actividad económica.

  • Por consiguiente, el ajuste de la balanza se logra de diferente manera en cada una de estas dos situaciones, según que el desequi­librio de la balanza constituya el punto de partida o que sea el resultado final.

    Cualquiera que sea la interpretación que en cada caso se acepte, si el gobierno no interviene en el mercado de divisas para regular el tipo de cambio, éste fluctuará libremente y será el arbitraje del cambio el factor que mantenga el mismo tipo en todos los mercados y bajo todos los sistemas de cambio. Con el tipo de cambio libre­mente fluctuante, la paridad se fija continuamente en el punto en que se nivelan las ofertas y las demandas de divisas, y aun el propio nivel del tipo de cambio puede depender de la influencia que el mismo ejerza sobre la exportación y la importación de bienes y ser­vicios y sobre la corriente de capital a corto plazo, según que ejerza efectos equilibradores o desequilibradores

    En el siguiente gráfico el trecho (B-C) puede observarse que el ajuste se logra en forma continua por el mecanismo de nivelar las ofertas y demandas de divisas. Estas ofertas y demandas son, a su vez, respuestas a los incentivos que las variaciones del tipo de cambio ejercen sobre las exportaciones y las importaciones. Además, influyen las elasticidades respectivas como respuesta al porciento de la deva­luación.

    HACER GRAFICO

    Por su parte, la corriente de capital a corto plazo dependerá de la estructura del balance de pagos en cuenta corriente (especialmente de la estacionalidad de las exportaciones y las importaciones), de las perspectivas del comercio exterior y de que estos y otros aspectos propicien operaciones especulativas con efectos equilibradores o desequilibradores.

    La ventaja de este método de ajuste consiste en que es auto­mático, sin que necesariamente provoque cambios en el empleo y el ingreso real. Sus desventajas principales residen en que las con­tinuas e inciertas fluctuaciones de la paridad cambiaria desalientan al comercio y a la inversión y pueden conducir, a través de la especulación, a un desequilibrio acumulativo y de carácter más inestable. Estas desventajas han influido para que tal sistema no haya tenido vigencia internacional y que su empleo se haya reducido a determinados países y para cubrir períodos transitorios.

    Con la implantación de los tipos de cambio flexibles, los bancos centrales o los institutos de regulación cambiaria suelen disponer de un Fondo de Estabilización destinado a sostener el tipo de cam­bio a una determinada paridad (trechos A-B, C-D, E-F). La in­fluencia del Fondo sobre el mercado de cambios se ejercita ofre­ciendo la divisa escasa al precio fijado y comprando a ese precio la moneda que abunde en el mercado, manteniendo así la cotización de las divisas a determinado tipo de cambio fijo. En este sistema el ajuste se opera bajo dos procedimientos:

    a) En tanto no hay desequilibrio fundamental, con ofertas y demandas de divisas en el mercado de cambios se logra sostener la estabilidad del tipo de cambio, y

    b) En caso de desequilibrio importante y persistente (considerado como fundamental), devaluando la moneda nacional. Expusimos que en este segundo caso hay dos maneras de fijar el nuevo tipo de cambio:

  • La autoridad monetaria puede variar la paridad cambiaria fijándola a otro nivel (trecho D-E), tomando en cuenta ciertos fac­tores básicos que actúan de indicadores para fijar la nueva paridad (niveles relativos de precios y de ingresos, productividad comparada, salarios relativos, entre otros), que puedan sostener el tipo de cambio elegido por el mayor lapso sin producir desempleo ni agotar la reserva.

  • Temporalmente, puede dejarse el tipo de cambio bajo la libre acción del mercado de cambios (trecho B-C), a fin de que éste indique el nivel al que se deba estabilizar de nueva cuenta.

  • Muestra también que en tanto subsista la estabilidad cambiaria, ésta tiene mayor fijeza que en el mismo patrón oro; se representa por una recta paralela también al eje de las abscisas, solo que interrumpida por períodos transitorios de tipos de cambio y fluctuantes, o bien pasando bruscamente de un nivel a otro.

    La intervención de la autoridad monetaria en el mercado de cambios se limita a ofrecer las divisas escasas y a comprar las que abundan a un precio determinado, sin llegar al Control de Cambios ya que no interfiere las operaciones cambiarías privadas, sean por cuenta corriente o por movimientos de capital. Pero a diferencia del patrón oro no hay límites naturales para la fluctuación del tipo de cambio. El mecanismo de ajuste tiene características tanto del patrón oro, en tanto se sostenga la paridad oficial establecida, como del patrón libre cuando se permite la libre fluctuación del tipo de cambio. En este caso, los efectos equilibradores de un cambio de paridad dependerán esencialmente de la elasticidad de las exportaciones y de las importaciones, y de la política monetaria, ya que con ésta se deberá proveer una oferta monetaria adecuada al man­tenimiento de la liquidez del sistema económico, evitando así que los efectos de la devaluación sean contrarrestados por una despropor­cionada expansión monetaria interna. Además influirán las opera­ciones especulativas de capital a corto plazo con efectos estabilizadores o desestabilizadores, según se prevea que el nuevo tipo de cambio se mantendrá o no por mucho tiempo.

    El defecto del sistema de cambios flexibles consiste en que si no responde a un acuerdo internacional, con lleva el peligro de generar políticas conflictivas y represalias comerciales que puede hacer in­compatibles el equilibrio externo con el máximo nivel de ocupación interna.

    A continuación se tratará el ajuste con régimen de Control de Cambios dentro de la clasificación que hemos hecho. Aun cuando básicamente sólo hay dos sistemas monetarios (basados en patrones metálicos unos y en patrones papel los otros) y, por lo tanto, dos principales maneras de determinar el tipo de cambio, según que éste se rija por el valor intrínseco de la moneda o por su poder adqui­sitivo, en la realidad han regido cuatro diferentes regímenes para determinar el tipo de cambio:

  • Los que gozan de estabilidad permanente (patrón oro);

  • los que fluctúan libremente (patrón libre auténtico)

  • Los que son estables y ocasionalmente variables (cambios fle­xibles); y

  • Los que se fijan por la autoridad monetaria (Control de Cambios).

  • Hasta ahora hemos visto los tres primeros; corresponde a este apartado abordar el último. El rasgo común que comparten los primeros tres métodos prin­cipales de ajuste es que ninguno de ellos supone una intervención directa del Estado en el mercado de cambios. Pueden verificarse en forma libre compras de divisas en el mercado más barato y ventas en el mercado más caro, y realizarse pagos internacionales por cualquier concepto y en forma multilateral.

    Sea que el ajuste se efectúe por la vía de tasas de cambio fluc­tuantes o tipos de cambio estables o por una combinación de ambos métodos, las monedas permanecen libremente convertibles. Cualquier intervención de la autoridad monetaria es indirecta, sin interferir el funcionamiento de las fuerzas del mercado.

    El Control de Cambios, que es otro método de solucionar las dificultades de la balanza de pagos tiene marcados perfiles de índole nacional. Su característica específica consiste en que las fuerzas del mercado son sustituidas por decisiones que quedan al arbitrio de funcionarios gubernamentales. El monto y la selección de las importaciones y los pagos por otros conceptos ya no están determinados por la comparación de los precios internacionales o las tasas de interés, sino por consideraciones relacionadas con el equilibrio de la balanza de pagos. La esencia del Control de Cambios radica en la su­presión del mercado libre del cambio exterior que es sustituido por la intervención directa del gobierno, que impone una serie de restric­ciones a los pagos internacionales. Esta intervención principalmente tiene las siguientes características:

  • Al haber varios tipos de cambio para una misma divisa, mientras que éstas se distribuyen jerárquicamente, el tipo de cambio no es el principal instrumento de ajuste, sino el racionamiento de las divisas con vistas a equilibrar la balanza de pagos, al margen de la acción del mercado libre.

  • Además de fijarse el tipo o tipos de cambio en forma uni­lateral el equilibrio resultante está apoyado por controles rigurosos al comercio exterior, motivo por el cual las exportaciones, las im­portaciones y los movimientos de capitales quedan sujetos a permiso.

  • Se sustituye el ajuste multilateral por el bilateral, de manera que no pueden emplearse libremente los saldos positivos con ciertos países para solventar saldos negativos con otros países, quedando sujetos a los convenios de pago bilaterales establecidos.

  • Combina ciertos elementos del patrón oro y del patrón libre en cuanto pretende estabilizar el tipo de cambio, sólo que con la técnica principal de emplear el racionamiento del cambio exterior, reforzado por controles directos al comercio exterior.

  • En el siguiente gráfico muestra cómo el racionamiento de las divisas pro­duce el equilibrio a través de la eliminación de ciertos demandantes, dejando insatisfechas sus demandas no por el mecanismo de los pre­cios sino negando la venta de divisas. De esta manera la demanda de divisas DD excede a la oferta SS y el equilibrio artificial se logra ocasionando las divisas XA y dejando insatisfecha la demanda en el hecho AB. De haber libre oferta y demanda de divisas en el punto de interferencia de la oferta y la demanda quedaría establecido el precio de la moneda extranjera, que sería más elevado. Este sistema, desde el convenio de Bretton Woods, está cada día más en desuso y cuando se le emplea es casi siempre como elemento subsidiario y en con­diciones especiales.

    Bajo el Control de Cambios los tipos de cambio son variables voluntad de la autoridad del control, pero no es una característica frecuente en este sistema el empleo de las variaciones de la paridad cambiaria como instrumento principal de ajuste. En su lugar se confía en el uso de ajustes directos a los pagos y al comercio, em­pleando la variación del tipo de cambio como arma excepcional y subsidiaria.

    El Control de Cambios, por su naturaleza misma, no está asociado a ninguno de los sistemas de tipos de cambio anteriores, pero puede tomar ciertos elementos de todos ellos. Por tal motivo, es más bien una técnica de regulación cambiaria que combina diferentes dispositivos tendientes a lograr el ajuste artificial de la balanza de pagos; empleando el racionamiento de las divisas como instrumento principal.

    Sin embargo, su excito relativo depende de la eficacia de su administración y de que, al igual que en los otros sistemas, se ajuste a una disciplina interna, monetaria y de gasto, fungiendo así como recurso provisional, en tanto el país puede ajustarse a una compete­ncia internacional, logrando el equilibrio sin el Control de Cambios retornando al comercio multilateral.

    En varias ocasiones no ha quedado otro recurso que la implan­tación del Control de Cambios, cuya eficacia es única o singular para contrarrestar evasión de capitales, cuya cuantía a veces es tanto más importante que la misma cuenta corriente, con el agravante de que mientras el déficit de la cuenta corriente arroja un saldo favorable de satisfactorias importados, la huida de capitales desequili­bra la balanza sin contrapartida alguna.

    Tampoco suele haber otra alternativa a la imposición de controles a los pagos y al comercio mismo, cuando acontecen hechos como estos:

  • Desequilibrio provocado por una depresión del país centro que ocasiona una reducción drástica de las exportaciones;

  • Rigideces de la estructura económica nacional que impiden el ajuste por medio de las fuerzas del mercado y, sobre todo, si el país centro registra una tasa de progreso tecnológico mucho mayor que imposibilita la competencia comercial;

  • Cuando las llamadas fuerzas del mercado operan adversamente por motivos monopólicos, o existen causas bélicas, desórdenes mo­netarios o incertidumbre política que producen fuga de capitales;

  • Ante la promoción de cambios radicales a la estructura eco­nómica en un corto lapso, sea por reconversión de una economía de guerra a economía de paz, o por un desarrollo económico acelerado.

  • EL SISTEMA DE PAGOS. VISTO DE MANERA INTEGRAL

    El sistema de pagos es un soporte de la actividad del mercado monetario. Es como la carpintería del funcionamiento de las operaciones que hace el Banco Central con el sistema financiero y de las operaciones del sistema financiero entre sí con el resto de la economía. Un buen sistema de pagos contribuye con el buen funcionamiento operativo de la política monetaria del banco central, así como crea condiciones para que las transacciones de bienes y servicios se materialicen en un ámbito eficiente". La explicación proviene del subdirector general del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemía), Luis Giorgio, quien estuvo recientemente de visita en Venezuela.

    El sistema de pagos es un elemento que le hace la vida más fácil, más eficiente al ciudadano común, pero también ofrece ventajas al propio banco central. En la medida que los bancos centrales cumplan una función menos activa en el apoyo a los intermediarios financieros, puede dedicarse a su principal objetivo como es la estabilidad de precios. Cuando el sistema de pagos falla, porque hay algún incumplimiento entre entidades financieras, es el banco central el que tiene que salir a respaldar esta situación. Y en la medida que se pueda desarrollar un sistema de pagos que minimice esas fallas entre el sector bancario, se va poder ir más eficientemente en el objetivo que plantea la Ley como banco central.

    En América Latina, la modernización del sistema de pagos, es un proceso de la década de los 90. México, Argentina y Perú se encuentran más avanzados, pero la mayoría de los países de la región todavía conciben el tema de pagos de manera compartimentada. Es decir, los aspectos legales corresponden al área jurídica, los aspectos de informática, a los informáticos, los riesgos de la operación del sistema de pagos, de alguna manera los sigue el área de crédito, los aspectos contables al área de contabilidad. Por el contrario, en los bancos centrales europeos y en la Reserva Federal de Estados Unidos, existe como una ''gerencia de sistemas de pagos", que se preocupa de todos los aspectos de manera integral. De eso se trata.

    Para Luis Giorgio este proceso de modernización es una necesidad de integrarse a los mercados financieros mundiales. "El uso de la tecnología para poder concretar las transacciones con condiciones de velocidad y seguridad, hace que los países tomen conciencia, más por obligación que por convicción, de que hay que estar en un continuo proceso de transformación tecnológica para que los agentes económicos estén en iguales ventajas con el resto del mundo".

    Nada nuevo bajo el sol

    Los bancos centrales nacen con la idea de hacer más eficientes los pagos. Antes existía el trueque, después surgió el dinero proveniente de diversos emisores. Finalmente, nace el dinero emitido por una institución que es el Banco Central así, el origen del banco central fue dotar a la economía de una tecnología eficiente y segura para poder hacer transacciones comerciales y financieras.

    No se esta reinventando nada, sino tratando de que los bancos céntrales sigan aportando y agregando valor a la economía a través de la modernización del sistema de pagos. Esto es esencia de los bancos centrales.

    SECTOR EXTERNO

    INTERPRETACIÓN DE LA COYUNTURA ECONÓMICA EN AGOSTO

    Superado el evento electoral del 30 de julio, el país pareció encaminar­se en la dirección de darle mayor im­portancia a la agenda relacionada con la economía nacional. De ella destacan, en primer lugar, la iniciativa de la "Consti­tuyente Económica", que representa un mecanismo inédito de consulta al sector privado, destinado a generar propuestas que no extralimiten los alcances de la política económica y planes del gobierno; en segundo término, el despliegue inusitado de la diplo­macia petrolera, a través de las iniciativas del ministro de Energía y Minas en su calidad de presidente de la OPEP el viaje presi­dencial a los países miembros de la OPEP y, por último, aunque no menos importante, de las manifestaciones de un manejo ma­croeconómico equívoco, significado por la significación del desequilibrio fiscal y la de­cisión de financiar una parte del mismo me­diante la expansión de la base monetaria. En el contexto de estas iniciativas y ten­dencias, se hizo manifiesto un desempeño macroeconómico con resultados más bien mixtos:

  • De un lado, la reiteración de los resultados alcanzados durante el primer trimestre, en el sentido de una leve variación positiva en el nivel de la actividad productiva, también en el segundo trimestre (2,6%), originado por una dinámica que descansa, de modo exce­sivo, en la expansión del gasto público y la ampliación del déficit fiscal interno, es de­cir, en un deterioro paradójico de las cuen­tas fiscales, pese al enorme aumento que han experimentado los ingresos fiscales petrole­ros, y, por consiguiente, de una contribu­ción relativamente limitada del sector privado, en vista de la influencia desfavorable que le ha sido impuesta por el prolongado proceso político, el mantenimiento de tipos de interés reales positivos, todavía altos, y más recientemente, por la desacertada política de remuneraciones.

  • La desmejora en el mercado de trabajo reflejada durante junio con una elevación del índice de desempleo abierto (aumento de un punto porcentual), vinculado quizás a la iniciativa de despido anticipado realizada por un componente de empresas del aumentos de salario ordenados por el gobierno en julio del 2.000 .

  • La prolongación de un resultado muy holgado en el balance de las transacciones del sector externo, merced al continuado reforzamiento de los precios petroleros, pero con una nota que resulta preocupante, a saber, la de una presunta salida de capitales que resulta todavía muy alta para cualquier hipótesis que se siga para su cálculo, y

  • Finalmente, se puso de manifiesto la reiteración de la tendencia deflacionaria bajo la cual se desenvuelve la economía nacional, con la leve disminución observada en la tasa intermensual de inflación correspondiente a agosto (0,8%), la cual implica una tasa de inflación anualizada del orden del 15%, en línea con la estimación oficial.

  • 1.999

    2.000

    PIB REAL

    (9,1)

    1.5

    (variación %

    primer semestre)

    TASA DE INFLACION

    13,5

    8,8

    (tasa acumulada

    enero-agosto)

    TASA DE DESEMPLEO

    13,5

    13,9

    (IV T)

    (junio)

    RESERVAS INTERNACIONALES

    (186)

    2.348

    ( US $ millones)

    Pese a que estos resultados han servido de motivo para un explícito optimismo oficial, al cual se han incorporado algunas figuras del mundo, académico, ahora dedicadas a ensalzar los logros obtenidos, no por ello deja de haber un panorama que genere dudas e interrogantes. Esto tiene que ver con tres dimensiones:

    En primer lugar, la factibilidad de que se produzca la asimilación favorable, por par­te del sector privado, al proceso denomina­do de la "Constituyente Económica", estre­chamente acotado por los lineamientos estratégicos y de política económica anunciados y desarrollados por el gobierno dentro de los 18 meses previos.

    En según término, la eventual asunción, por parte del Poder Ejecutivo de la tarea legislativa, a través de la aprobación de una nueva Ley Habilitante, destinada a la aprobación de otras leyes pendientes en materia a económica, lo que si bien podría imprimirle una mayor celeridad al trámite de for­mación de las leyes, reduciría al nuevo Par­lamento a la condición de órgano de rango inferior, menoscabando la construcción de instituciones que le den credibilidad al sistema democrático recién creado.

    Y, en tercer lugar, aunque no menos importante, la lectura que efectúen los agen­tes privados en torno a la evolución de los mercados, durante los próximos meses, no solo con relación a los macro procesos legislativos en marcha, sino también a la interpretación que le puedan otorgar a la actual gestión macroeconómica, más allá de la euforia petrolera. Para mencionar solo algunos puntos importantes, basta mencionar:

  • La determinación del gobierno en el sentido de disponer del financiamiento de una parte del déficit fiscal por la vía monetaria, y la subestimación de los indeseados efectos que puede provocar tal opción, en términos de una posible disminución de las reservas y/o del aumento en el índice de inflación.

  • La pueril justificación dada al financia­miento monetario del déficit fiscal , a tra­vés del sofisma de que tales recursos se aplicaran al gasto de inversión, cuando bien se be que tal dinero entra a formar parte de las disponibilidades de la Tesorería Nacio­nal, y que no resulta posible marcar o ga­rantizar su aplicación para un fin específico ­tal como se ha aseverado.

  • La acentuación de la orientación expansiva de la política monetaria, en un contex­to el cual la demanda de dinero no se ha recuperado del todo, dentro de un proceso el que hay todavía evidencias, muy claras de salidas netas de capital del sector privado a todo lo largo del 2000, dentro de una tendencia que a sido subestimada.

  • La creencia según la cual el ajuste del tipo de cambio, destinado a corregir el retraso cambiario y la evidente sobrevaluación que exhibe la moneda, no resulta ne­cesaria para el sector exportador no petrolero, y la temeraria decisión de remitir su solución a un hipotético aumento de la productividad, olvidándo­se que, mientras tanto, otros socios comerciales (Brasil, Colombia, Ecua­dor), han devaluado sus monedas, precisamente para evitar la asfixia que la apreciación produce so­bre su sector productor de bienes transables, y con vistas a aumentar la com­petitividad relativa de sus industrias, respecto a la de otros países, incluido Ve­nezuela, sin que se hubie­se dado paso a un fenóme­no inflacionario.

  • El carácter procíclico que se le ha ido imponien­do nuevamente a la polí­tica fiscal, reflejado por el aumento del gasto públi­co primario y del déficit fiscal interno, fundada quizás en el optimismo que deriva de la actual eu­foria petrolera, lo que llevaría al gobierno a supo­ner que los actuales pre­cios e ingresos petroleros han pasado a tener un ni­vel desde el cual no ha­brán de descender, y

  • La inconsistencia de la política de remuneracio­nes, especialmente si, se la mira con respecto al pro­pósito simultáneo de pro­vocar el aumento del em­pleo por parte del sector privado.

  • LA EUFORIA PE­TROLERA

    Pese a las ventas adicionales de cru­do, que habría efectuado Arabia Saudita, durante ultimas semanas (unos b/d 200 mil), así como la de otros productores ajenos a la OPEP los precios continuaron reflejando impulso alcista, excediendo incluso el limite superior de la banda de que había convenido la OPEP desde sus dos reuniones mas recientes (US $ 28 por barril).

    Cesta petrolera Venezuela (us$ por barril)

    1.999

    16,07

    2.000, promedio

    25,60

    Primer trimestre

    25,42

    Segundo trimestre

    25,34

    Agosto, 25

    28,85

    SECTOR EXTERNO. PETROLEO

    Al reducido inventario de los Países consumidores, principalmente de productos refinados, vino a sumarse, durante una parte del mes de agosto, el efecto de nerviosismo causado por las amenazas del huracán Debby, principalmente en la isla Saint Croix, sede de una importante re­finería proveedora del mercado estadounidense. Tales condicio­nantes, unido a la creencia de que la inyección adicional de oferta estaría por debajo de lo requeri­do por el mercado, hizo que se hiciera más determinante el pa­pel que juegan los agentes espe­culativos que allí participan.

    De este modo, quedó diferi­do y trasladado, al seno de la reunión de la OPEP (10 de septiembre), la decisión en torno al mejor manejo que se haría de la oferta dentro de la actual coyuntura: o la de un au­mento adicional a los ya; reali­zados, con vistas a reducir el potencial de volatilidad sobre el cual se conduce dicho mercado, o la de mantener el actual nivel de envíos, para evitar la formación de un excedente de crudo que pueda debilitar los precios, más tarde, ubicándolos hacia una región que resulte incompatible con el piso de la banda.

    En cierto modo, se ratificaron en agosto las dos posiciones básicas en que sé deba­te la suerte de la política comercial en di­cha organización: de un lado la posición defendida por Arabia Saudita, proclive a la búsqueda de un precio más estable, en el orden de US$ 25 por barril, a través de un mayor suministro al mercado qué re­duzca el actual peso de los especuladores, y del otro, la posición de los países que abogan por mantener cortos los inventarios dé crudos, a cuya argumentación sé; endosan ahora las elaboraciones relativas a la incidencia que tienen las capacidades limitadas de refinación y al alto compo­nente de impuestos que se adicionan al precio final del producto en los. Países de a OCDE (cerca de dos terceras partes del precio), y que se constituyen en explicati­vos del alto precio prevaleciente.

    Tomando como marco de referencia esta inestable situación, aún cabría esperar, para el último cuatrimestre del año 2000, la con­tinuación de un ingreso de divisas petrole­ras bastante elevado, incluso en la hipóte­sis. de que se hiciera mayoritaria la posi­ción de Arabia Saudita. No habría así, en el horizonte inmediato, ningún factor que pudiese comprometer la actual coyuntura fa­vorable por la que atraviesa el mercado pe­trolero, con las consecuencias favorables que ello le impone al sector externo de la economía nacional componente de las tran­sacciones corrientes, y también al forta­lecimiento de las cuentas fiscales.

    EL ALZA PETROLERA, INSUHCIEN­TE PARA LA RETAHÍLA DE CREDITOS ADICIONALES.

    En sintonía con estos resultados, las autoridades de PDVSA presentaron al país una síntesis con los resultados más destacados de la gestión de ésa industria durante el primer semestre, la cual se concreta en una recuperación considerable, tanto de las utilidades de la compañía, como de los aportes efectuados al Fisco.

    INDICADORES PETROLEROS

    Primer semestre

    US$ millones

    1.999

    2.000

    Aumentos

    Registrados

    Ganancias netas

    PDVSA

    558

    3.891.

    3.333

    Participación

    fiscal

    Sector petróleo

    2.115

    5.288

    3713

    Pese al notable Fortalecimiento de los indicadores petroleros, no puede decirse lo mismo respecto a las cuentas más representati­vas de las finanzas públicas. Una muestra de las corrientes fiscales, la que corresponde al gobierno central, para el período correspon­diente a enero-mayo, del presente año, pone de manifiesto varias tendencias inquietantes:

    Los gastos ordinarios se incrementan 2,7 veces por encima del aumento experimenta­do por los ingresos ordinarios no petroleros.

    El déficit fiscal interno aumenta, por con­siguiente, en el orden del 192%, y su cober­tura parcial, con ingresos fiscales petroleros, pasa del 51,7%, en 1999, a 65,2%, lo que le hace mucho más vulnerable a una eventual disminución del ingreso fiscal petrolero en el futuro. Como resultado de ello se tiene que el financiamiento bruto, resultó superior en 193%, al nivel alcanzado en el período enero-mayo, durante el año anterior.

    Esta situación también nos ofrecería un in­dicio consistente para entender la medida ex­trema, adoptada por el Gobierno, en el senti­do de proceder ala apropiación fiscal de unos Bs. 1,9 billones, provenientes de la creación de base monetaria por parte del Banco Cen­tral, y amparada, presuntamente, en utilida­des cambiarias obtenidas por ese instituto.

    INDICADORES FISCALES (enero - mayo)

    (Bs. Millardos)

    1.999

    2.000

    1. Gasto ordinario

    3.61

    6.53

    2. Ingreso fiscal no

    petrolero

    2.444

    3.121

    3. Defecit fiscal

    interno

    -1.166

    -3.409

    4. Ingreso fiscal

    petrolero

    603

    2.223

    5. (4)/ (2) (en %)

    51,7

    65,2

    6. Necesidad de

    financiamiento

    1.371

    3.168

    7. Aumento deuda

    publica bruta

    1.16

    3.409

    Como es sabido, la política fiscal expan­siva, actualmente en curso, tiene como su principal sustentación, la creencia de que el aumento del ingreso petrolero tendrá un carácter más bien permanente, y que la ac­tual influencia de la OPEP sobre los pre­cios de mercado se mantendrá a todo even­to. Se subestima así un largo historial de ciclos ascendentes y descendentes en la cotización de los precios petroleros. Se podría argüir, a favor de la política fiscal que se ha tomado también la providencia de crear un fondo para ser utilizado en los períodos en que los precios vuelvan a descender. Este argumento parece desvane­cerse cuando se hace el matching, entre el aumento del ahorro público, así creado la cuenta del FIEM, con el aumento sucedi­do en la deuda del sector público, cuyo nivel resulta superior al del ahorro realiza­do.

    De allí que pueda sostenerse que el au­mento del ahorro del gobierno ha venido siendo financiado con fondos tomados a préstamo en el mercado, a tasas que son presumiblemente más altas que las del rendimiento del FIEM.

    En esta forma se habría producido, ­en simultaneo, un aumento del gasto público, para sustentar la política fiscal expansionista, y, al mismo tiempo, el aumento del ahorro gubernamental, sólo que con el respaldo de un aumento de la deuda pública neta. Bajo estas premisas no resulta consistente seguir sosteniendo que el gobierno se rige por el principio de la austeridad fiscal.

    Si la hipótesis del gobierno no-se cumplie­se, es decir, si el ingreso fiscal petrolero adi­cional no fuese permanente, se tuviesen se­rias dificultades, más adelante, al objeto de que pueda continuarse sustentando el actual aumento del gasto público primario, con alto componente recurrente, que es precisamen­te el que se ha expandido más durante la ac­tual bonanza petroleros.

    INDICADORES FISCALES

    Flujo anual 2.000

    proyectados en agosto

    Bs. Billones

    Gasto Acordado

    19,8

    Ley de presupuesto

    17,8

    Créditos adicionales aprobados

    2,0

    % comprometido del total

    del gasto acordado

    69,5

    Créditos adicionales

    7,6

    bajo estudio

    Con financiamiento

    2,6

    Sin financiamiento

    5,0

    Gasto acordado, incluyendo

    créditos adicionales con

    financiamiento

    22,4

    Lo más preocupante de todo esto es que las presiones, a favor de un aumento del gasto público, parecen no haber cesado con las aprobaciones de créditos adicio­nales ya realizadas. Los registros más re­cientes de la Ocepre, al mes de agosto, ponen de manifiesto que la retahíla de cré­ditos adicionales, que comenzó práctica­mente desde principios de año, posiblemente a todo lo largo de este año, lo que no da funda­mento a la infundada creencia de que el gasto está, más o menos, dentro de la Línea del presupuesto aprobado por la ANC.

    Con los créditos adicionales ya aproba­dos, más los que están en estudio, y que tienen una fuente de financiamiento iden­tificada, el presupuesto de gastos modi­ficado se elevaría a unos Bs.22,4 billo­nes, sin incluir, por supuesto, unos 5 bi­llones adicionales, que forman parte del inventario de créditos adicionales que no tienen una fuente de financiamiento pre­cisada, pero que se, encuentran en la tu­bería de las aprobaciones.

    GASTO PUBLICO ACORDADO

    Bs. Billones

    % del PIB

    % variación

    respecto 1999

    1.999

    14,5

    23,7

    2.000

    Presupuesto inicial

    17,8

    24,4

    22,8

    Modificado, agosto

    19,8

    27,1

    36,5

    Probable modificación

    22,4

    30,7

    54,4

    LA DEBILIDAD DEL GASTO PRIVADO.

    La historia fiscal venezolana de las décadas más recientes, nos pone de mani­fiesto la inconveniencia de forzar la barra con aumentos del gasto público, ampara dos en una situación petrolera temporal­mente favorable. El mercado petrolero suele ser esquivo y generalmente sorprende a los mejores expertos y pronosticadores, el camino que lleva el gobierno parece aún más imprudente, toda vez que está fi­nanciando el creciente déficit fiscal interno con un excesivo endeudamiento y ape­lando a "fuentes" de financiamiento que resultan poco transparentes, como las pre­suntas utilidades cambiarias. Los resultados que están alcanzado aun­que luzcan ahora prometedores y vistosos recuperación del PIB, baja de la tasa de inflación y aumento de las reservas inter­nacionales, pueden resultar luego poco consistentes, especialmente en lo que hace al estimulo que se está logrando del lado del gasto privado.

    Si el gasto privado se estuviese realmente expandiendo en la presente coyuntura, no se tendría un superávit en cuenta corriente tan enorme, ni habrían salidas netas de capital, de parte del sector privado, en las cantidades que parecen haberse presentado durante esta primera parte del año. El gobierno parece subestimar este fenómeno, y mientras la situación petrolera se lo permita va continuar empeñado en sostener la actual trayectoria, animado quizás por la defensa que se hace de las actuales políticas, con argumen­tos que, aun descontando la buena voluntad con la cual se manifiestan, a veces resultan difíciles de comprender.

    Como un aspecto menos destacado den­tro de la información oficial reciente, que pone en evidencia la situación por la cual todavía atraviesa buena parte del sector privado, cabe señalar que la tasa de desem­pleo abierto parece haber aumentado algo en junio, respecto a la de mayo, y todo hace pensar que durante el período de inamovi­lidad, el que va de julio a septiembre, la demanda de trabajo probablemente no au­mentará, salvo el empleo inducido por los contratos con el Estado o el propio aumen­to de la nómina oficial.

    Al aumento del costo laboral propiciado por la política de remuneraciones, se super­pone la carga financiera. Las tasas de interés activas, pese a la leve disminución sucedida a lo largo del año, se encuentran todavía, en términos reales, en niveles que dificultan mucho la recuperación del gasto privado. La autosatisfacción que ha producido en medios oficiales la reducción en el ritmo de inflación, no se ha traducido todavía en una baja concomitante de los tipos de interés activos. Una combinación de altos tipos de interés activos, con una alta tasa del IVA (aun asumiendo el nuevo nivel de 14,5%) tienen por fuerza que constreñir el gasto privado.

    Cuando se suscribió el acuerdo sobre Ta­sas de Interés del 25 de agosto l.999, no po­cos pensaron que se estaban dando pasos importantes en la dirección correcta, es de­cir, la disminución del impacto que el alto margen de operación de la banca le imponía a los tipos de interés activos. A un año de aquella iniciativa seguimos más o menos en lo mismo, incluso la Sudeban ha dado cuen­ta, recientemente, de una cierta alza experi­mentada en los gastos de transformación de la banca (O,l3%, durante el primer semes­tre); pese a que este sector ha sido uno en donde se ha hecho más visible la cifra de despidos. Además, las noticias sobre las megafusiones bancarias han dado también base a la creencia de que por esa vía podría alcanzarse el objetivo de aumentar la productividad de la banca y reducir el enorme peso que ella le impone al sector producti­vo. A ciencia cierta no se sabe si se podría estar frente a un nuevo espejismo, si aumenta la productividad, como resultado de las fusio­nes, ¿cuál será el sector beneficiario? ¿Ocu­rrirá una baja en los tipos de interés activos, de naturaleza estructural, o aumentará la tasa de beneficios de la banca?.

    Si la política económica actual no propi­cia a una reducción de los costos laborales, ni es efectiva en cuanto a la disminución de la carga financiera que soporta el sector no financiero, y si el esfuerzo de la reacti­vación económica continúa descansando, como hasta ahora, en una política fiscal expansiva que puede producir efímeros resultados de recuperación del nivel de ac­tividad, como los que se están observando en los dos primeros trimestres del 2000, no puede esperarse que la reactivación econó­mica se manifieste inequívocamente en el sector privado, al menos en el corto plazo.

    SALIDA DE CAPITA­LES

    Se limita a valorar los resul­tados del sector externo, a partir de los noto­rios aumentos ocurridos en las exportacio­nes petroleras y de los impactos que forzo­samente ellas han provocado sobre los prin­cipales saldos de la balanza de pagos , ba­lanza comercial, balanza en cuenta corrien­te y acervo de reservas internacionales, es­taríamos observando solamente una parte de la posición externa de Venezuela, aquella que resulta más obvia y superficial, la que dimana de su condición de beneficiaria del actual auge petrolero. Aunque no se puede ni ignorar, ni subestimar, el enorme éxito que ha tenido la estrategia petrolera, en términos de la eficacia del cártel de productores miembros de la OPEP sobre los precios, al menos en lo que llevamos desde el segundo trimes­tre de 1 999y hasta esta fecha, no sería acon­sejable ignorar lo que está pasando mas allá de la euforia petrolera.

    Algo debe estar faltando y fallando para que una economía con la dimensión de la vene­zolana, con ingresos de exportaciones petro­leras del orden de US$ 13,25 Millardos, para el primer semestre de este año, se mantenga todavía con una pésima calificación en los mercados financieros, que la asimila al grupo de las economías de alto cupón3, y para que ella siga teniendo uno de los flujos más bajos de inversión directa por parte de inversionis­tas extranjeros, dentro de las economías emer­gentes de la región, si es que hacemos exclu­sión del sector energético.

    De allí que, los resultados de la balanza de pagos, correspondientes al primer semes­tre, a contrario de la optimista interpretación oficial, nos presentan un perfil que no puede menos que calificarse de preocupante.

    Pese a la situación de déficit fiscal, que se puede verse atenuada en la contabili­dad del sector público por el inesperado ingreso de las utilidades cambiarias, ha­cia el segundo semestre, lo que es claro es que el nivel de absorción de la econo­mía venezolana, se encuentra muy por de­bajo del ingreso nacional. Esta situación revela la existencia de un considerable ahorro interno que puede medirse por el superávit que exhibe la cuenta corriente (en el orden del 13% del PIB).De ser así, tendríamos que convenir que corres­ponde al sector privado una porción de dicho ahorro, no tanto porque sea el re­sultado de una economía en franca expan­sión, sino más bien por el bajo nivel al­canzado por el gasto de consumo e inver­sión que realiza actualmente dicho sec­tor, para utilizar una expresión de moda, por encontrarse en el supuesto de una ''economía estancada en un equilibrio (sic) malo.

    Cerca de las dos terceras partes del aho­rro interno total generado en la economía nacional estaría fluyendo, al resto del mundo, bajo la forma de transacciones de capital del sector privado.

    Una reciente interpretación oficial, en lí­nea con la subestimación del indicado fe­nómeno, ha querido encontrar en "el contrabando y la subfacturación de las impor­taciones" parte de la explicación. Si así fue­ra, el superávit de la cuenta corriente sería algo menor, pero no desaparecería la sus­tancia del problema, es decir, el bajo gra­do de absorción interna del sector priva­do. De hecho, las importaciones han refle­jado un aumento importante en el primer semestre de este año (27,4%), al situarse US $ 7.379 millones, sin incluir las im­portaciones de servicios.

    La corrección de la mencionada tenden­cia la de filtración al exterior de una parte considerable de la notable mejora del pre­cio petrolero, requiere forzosamente de una expansión del gasto privado, lo cual depen­de del contenido y eficacia que pueda tener la política económica. Al respecto, dos as­pectos parecen cruciales: uno tiene que ver con el clima favorable a la inversión que pueda desarrollarse en el contexto de la constituyente Económica; el otro aspecto alude a la situación de los precios claves, es decir a la tasa de interés, el tipo de cam­bio y la tasa de salarios.

    El marco de referencia fijado a la estra­tegia política de la Constituyente Econó­mica, es decir, la actual política económi­ca y el programa económico del gobierno previsto para el año 2000, podríamos in­terpretar que ofrecen poco espacio y atrac­tivos para la inversión privada, al menos de la que se realiza con fuentes distintas a las que resultan de la propia iniciativa oficial. Si nos atenemos a la fecha en que serán presentadas las propuestas que resulten de este nuevo proceso constitu­yente, sería poco lo que cabe esperar en cuanto a su efecto sobre los resultados de este año. La inercia de las iniciativas puestas en curso, primordialmente las que se refieren al au­mento del gasto público, determinará la calidad de los resultados macroeconómi­cos durante el presente año. No se puede aspirar a más.

    En cuanto a los precios claves, la situa­ción vigente difícilmente variará a lo largo de este año:

    • el tipo de interés real se mantendrá en un rango positivo, tal vez con la excepción de renglones crediticios en los que sé dispon­ga la aplicación de algún subsidio, lo cual continuará imponiéndole un peso importante al sector productivo,

    • la corrección de la actual sobrevaluación de la moneda nacional se mantendrá corno herramienta antiinflacionario, al menos mientras el ingreso petrolero no disminuya de modo sustantivo, lo cual viene a corroborarse por el discurso en contra de la devaluación. No obstante; al objeto de co­rregir la desmejora que esta política pro­voca en el sector exportador, la estrategia oficial se orienta ahora a la elevación del draw back, del 2,5% vigente a un 6%, lo cuál implica un sacrificio fiscal que del gobierno deberá sacar del bolsillo de los contribuyentes,

    • en cuanto a la tasa de salarios ésta se mantendrá ajustada a los términos del au­mento de los salarios nominales, impuesto por el gobierno al sector privado desde mediados de año, sin que se perciba nin­gún cambio en tal política, al menos en el futuro inmediato.

  • El tipo de interés promedio. parad financia­miento al consumo (tarjetas de crédito) se elevó a 38,6 %, a principios de agosto, tasa superior a la de principios de año, 37,4 %.

  • El promedio de la tasa activa a año preferencia del subsistema banca comercial y universal, para el periodo enero-agosto, alcanza a 25,5%

  • La más reciente información, de fines de agosto, da cuenta de un nivel de riesgo país del orden de 810 puntos básicos, por encima de Brasil, Argentina y, por supuesto, de Méxi­co y Chile.

  • Los capitales registrados por la SIEX durante el primer semestre apenas alcanzaron aUS$ 294 millones, lo que contrasta bastante con las ci­fras prometidas por el organismo, en el orden de US$ 2.OOO-3.500 millones.

  • Nos resulta difícil entender que pueda hablar­se de un "equilibrio" en la economía venezolana con una tasa de desempleo abierto oennana al 14%, según cifras oficiales.

  • Presuntas salidas de capital

    2.000 (millones de US$)

    Trimestres

    Primer semestre

    Fuentes

    4.291

    4.823

    8.7.82

    Saldo cuenta corriente

    3.494

    3.153

    6.647

    Inversión directa extranjera

    797

    1.231

    2.028

    Disminución activos sector publico

    439

    107

    USOS

    Aumento reservas internacionales

    637

    1.434

    2.071

    Disminución pasivos sector publico

    404

    390

    794

    Aumento de activos sector publico

    332

    Presunta salida de capital

    2.918

    2.999

    5.197

    GASTOS DE INVERSIÓN DEL ESTADO DISMINUYEN 32,73% ENTRE 1991-2000

    En un período de 10 años, entre 1991 y 2000, el Gobierno central ha mantenido una gestión deficitaria, que no sólo pone de manifiesto las necesidades constantes de recurrir a financiamiento extraordinario, sino que sus características permiten descartar por completo la posibilidad de que esta práctica responda a una política planeada de endeuda­miento, en tanto se observa un déficit recu­rrente que va entre 2% y 9% a lo largo del tiempo estudiado.

    Un informe estadístico del Ministerio de Finanzas pone de manifiesto esta situación e indica que en términos de un promedio sim­ple, a lo largo de la serie se observa que el comportamiento de los ingresos totales repre­sentan 19% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los gastos representan 21% del PIB, lo que explica un déficit promedio interanual de 3% del PIB.

    Las características de la economía venezo­lana, donde las fluctuaciones de los precios del petróleo impartan de manera drástica las estadísticas fiscales, permiten observar cómo la evolución de los déficit se corresponden con la evolución del precio de realización del cru­do para el periodo en estudio.

    Esta tendencia se logró revertir en el año 1993, cuando los ingresos no petroleros su­peraron a los petroleros, debido a la imple­mentación del IVA, y en el año 1997, cuan­do la apertura petrolera y el incremento del volumen de exportación, contrarrestaron la caída de los precios de realización del crudo venezolano. El informe de Finanzas indica que "el su­perávit observado en los años 1996 y 1997, se debió a dos causas fundamentales: por una parte, al mercado petrolero y por la otra, a la implementación de metas fiscales trazadas en la Agenda Venezuela".

    El estudio señala que la incertidumbre política ­en muchas casos ha sido determinante para registrar déficit en el país. Por ejemplo, esto se observó en la transición de 1992. Así­ mismo, en 1994, el déficit presentado se origino por condiciones que van más allá de la caída de los precios del petróleo, éste tuvo que ver con la crisis del sistema financiero para ese año.

    Una evaluación de los ingresos totales se­ñala que para 1994 y 1995 los ingresos no petroleros aumentaron hasta superar en menos de medio punto del PIB, los ingresos pe­troleros, "producto de la clara política agresi­va de recaudación fiscal, contenida en los pla­nes de la Agenda Venezuela".

    Para los años 1999 y 2000 se vuelve a retomar esta concepción de ruptura con el modelo rentista, cuando los ingresos no petroleros superan 3% del PIB a los ingresos por concepto de exportación de crudo y se implementa el Fondo de Inversión para la Es­tabilización Macroeconómica, reconoce el informe.

    Cuando se estudian los egresos, se observan tres años de "expansión considerable del gasto fiscal". El primero de ellos es 1991, con la ejecución del Plan Extraordinario de Inversión y el incremento de transferencias á los gobiernos regionales y municipales. Luego 1994, cuando el costo de la crisis financiera produjo un incremento del gasto equivalente a 22,8% de las eroga­ciones totales realizadas por el Gobierno en ese ejercicio. Y finalmente 1997, donde la el firma de las nuevas contrataciones colecti­ vas con los diferentes gremios y la Refor­ma a la Ley Orgánica del Trabajo, indujo mayores erogaciones por remuneraciones y transferencias corrientes.

    UN PASO ADELANTE

    Entre 1991 y 2000, los ingresos fiscales en Venezuela muestran una tendencia cre­ciente, según refleja el informe estadístico de la década, como consecuencia de 105 efectos que han ejercido la inflación y las fluctuaciones del tipo de cambio. Los ru­bros más importantes, en el ámbito de recauda­ción, están representados por los ingresos fiscales generados por la industria petrole­ra, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), antes Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al Mayor, el Impuesto sobre la Ren­ta y la Renta Aduanera.

    Los ingresos fiscales petroleros expresados en dólares, como es de esperarse, han mante­nido una tendencia variable entre 1999y 2000, producto de los diferentes niveles de precios de realización promedio de la cesta de crudo del país, los cuales han fluctuado entre 10 y 20 dólares.

    Es de hacer notar la disminución de este rubro a partir de 1996, debido, principalmen­te, a la eliminación del Valor Fiscal de Expor­tación, precio de referencia que fijaba el Go­bierno nacional para fines fiscales. Asimis­mo, se contempla una propensión decrecien­te en el ingreso petrolero per Cápita.

    En términos reales y como porcentaje del PIB, los ingresos fiscales experimentan fluc­tuaciones variables durante el período en análisis sin embargó, el peso que represen­ta el ingreso fiscal petrolero dentro de los ingresos fiscales totales, ha disminuido para darle paso a los ingresos correspondientes al sector interno de la economía. Esto se debe entre otros aspectos, a la reestructura­ción de la administración tributaria, con la creación del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (Seniat), a prin­cipios de 1994, así como a la modificación de las leyes de Impuesto sobre la Renta, Tim­bre Fiscal y la implementación del Impuesto a los Activos Empresariales y el Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al Mayor, que luego pasó a ser IVA".

    En el período comprendido entre 1991 y 2000, el informe estadístico del Ministerio de Finanzas indica que los ingresos no pe­troleros han aumentado su participación en el PIB, al pasar de 4,52% en 1991 a 11.66% en las estimaciones de la Ley de Presupues­to del año 2000, mientras que los ingresos petroleros han visto disminuida su partici­pación en relación con el PIB, al pasar de 18,34% en 1991, a 6,55% en las proyeccio­nes reflejadas en la Ley de Presupuesto del año en curso.

    TENDENCIA DÉL GASTO FISCAL

    El informe estadístico muestra cómo el presupuesto fiscal; según la clasificación económica, se ha incrementado 2.131,26% entre los años 1991 y 2000, al pasar de 3s.801.257 millones en 1991 a Bs.17,8 billones en el 2000, sin tomar en cuenta los cambios recientes que ha presentado el Presupuesto actual, que ubica el gasto acordado en Bs. 19,4 billones.

    Este incremento está impulsado bási­camente por el significativo aumento que experimentan las transferencias corrientes, como consecuencia de la mayor asignación al sector descentralizado, en especial las entidades federales, debido a que el Situa­do Constitucional está ligado a los ingresos ordinarios.

    Más específicamente, el rubro que más se ha incrementado son las transfe­rencias corrientes del sector público, al pasar de Bs.155.491 en 1991 a Bs.6,7 billones en el 2000, lo cual experimenta un crec­imiento de 4.226,81%.

    Además, el gasto fiscal acordado a pre­cios de 1984 ha disminuido 9,66%, al pa­sar de Bs.117.248 millones en 1991 a 8s. 105.927 millones en el 2000. Esto sig­nifica que el Fisco puede atender menos necesidades económicas y sociales con los, bolívares nominales del Presupuesto 2000 que lo que atendía en 1991.

    La tendencia decreciente alarmante, en términos reales, se nota en los gastos de capital, al pasar de Bs.30.372 millones en 1991 a Bs.20.430 millones en el año 2000, el cual experimenta una caída de 32,73%. El aumento del gasto de capital es fundamental para la reactivación del aparato productivo de la economía venezolana y para el mantenimiento de la estructura física del país, advierte el informe.

    La construcción de obras públicas por concesión sería una solución que contri­buiría en las actividades productivas y aliviaría al Fisco nacional, sugiere el documento. Se indica también que la rigidez del Pre­supuesto venezolano impide destinar ma­yores recursos para la inversión, disminu­yendo la capacidad del gasto fiscal como agente orientador y reactivado de la acti­vidad económica.

    El decrecimiento también se nota en los gastos de consumo, cuando en términos reales se observa un decrecimiento de 11,87% entre 1991 y el 2000. "El gasto de consumo pasa de Bs.22.865 millones en 1991 a Bs.20.151 millones en el año 2000. Ello significa que se ha producido una caída del poder adquisitivo de los empleados y trabajadores de la adminis­tración pública"

    INFLACIÓN ALCANZA 0,8% EN AGOSTO

    La evolución de los precios parece seguir bajo control. Al cierre del mes de agos­to, según las cifras del Banco Central de Venezuela, el Indi­ce de Precios al Consumidor varió 0,8%. Es decir que en lo que va de año la inflación acumu­lada es de sólo 8.8 %.

    Al revisarla comparación de este índice de agosto con el registrado el mismo mes del año pasado se observa que la infla­ción anualizada es de 15%.

    Según indica el Banco Cen­tral, las agrupaciones (o gru­pos de productos) que más han contribuido a mantener la va­riación anualizada por debajo de las expectativas del año son esparcimiento y cultura, ves­tido y calzado, servicios de edu­cación, equipamiento del ho­gar restaurantes y hoteles, y alimentos y bebidas no alcohólicas".

    La variación del IPC de julio es la segunda más baja de los últimos 12 meses. De hecho, la única variación mensual de precios inferior a la de agosto fue la registrada en febrero de este año, que fue de 0,4%. En septiembre de 1999 y en marzo del 2000 hubo variaciones de 0,9%.

    Las desaceleraciones de pre­cios más significativas de agos­to se hicieron presentes en los grupos de comunicaciones, ser­vicios de educación, restau­rantes y hoteles, y transporte. El renglón que tuvo una va­riación mayor en sus precios fue el de equipos telefónicos y telefax (2,2%), seguido por el de medicina y equipos tera­péuticos (2,1%)

    De acuerdo con las previsiones del Gobierno, este año sé ce­rrará con una tasa de inflación de 17%, pero algunos econo­mistas y bancos de inversión prevén que la inflación supe­rará 20%, destacó la agencia de noticias AP en su análisis de los resultados de agosto.

    Los analistas económicos han señalado que la inflación se ha mantenido en niveles me­dianamente estables, debido a la caída del consumo de alimento y de algunos bienes y servicios. De acuerdo con cifras de la Confederación Venezolana de la Industria, importantes sectores económicos, como los servicios y la construcción, reportaron en el primer trimes­tre de este año caídas en él consumo de 11 y 16%, respectivamente, mientras que la industria de los alimentos re­gistró un descenso en el con­sumo entre el 3 y4%.

    La economía venezolana mostró en el primer semestre del año una activación de 1,5% del Producto Interno Bruto; tal como lo señalan informes del mismo Banco Central.

    Economistas han estimado que la activación de la econo­mía podría propiciar una re­cuperación del consumo en el país y una posible aceleración de la inflación.

    DESACELERACION

    Grupos y

    Variación

    Subgrupos

    Porcentual (2.000)

    Ago.

    Jul.

    Equipamiento del hogar

    0,6

    0,6

    Salud

    1,1

    0,8

    Transporte

    0,1

    1,1

    Comunicaciones

    ´-0,3

    1,8

    Esparcimiento y cultura

    0,4

    0,0

    Servicio de educación

    0,5

    2,8

    Restaurantes y Hoteles

    0,1

    0,7

    Bienes y servicios diversos

    1,0

    1,3

    FLUJO PRIVADO DE DIVISAS CONTRIBUYE A UNA MAYOR

    ESTABILIDAD CAMBIARA

    La inflación anualizada se colocará muy cerca de 15% e inclusive Podría estar levemente por debajo de esa cifra, debido a que una parte im­portante del gasto público ya se ejecutó en los primeros meses del año, y su destino fue básicamente inversión en salud, educación e infraestructura.

    La apreciación corresponde a Armando León, director del Banco Central de Vene­zuela, quien estima que en la medida en que se destinan más recursos a inversión y la presión del gasto corriente, es menor el efecto del gasto público sobre la inflación, no es que desaparece pero si se reduce; añadió que "eso es lo que hemos observado en este primer semestre".

    Por otro lado, la misma naturaleza del shock positivo, en materia de ingresos petro­leros, se ha permitido que haya una afluencia muy importante de dólares en el país. Al dis­poner de mayores recursos provenientes del boom petrolero, hay más confianza en el ex­terior y menos presión. Los inversionistas es­tán menos dudosos en cuanto a colocar dine­ro en Venezuela y prueba de ello, son las in­versiones que se han concretado en el sector del gas, telecomunicaciones, acero. Esto ha permitido que haya un flujo privado muy im­portante de divisas sobre la economía y eso ha contribuido a una mayor estabilidad en el tipo de cambio.

    En los últimos meses ha habido mucha afluencia de oferentes vinculadas a programas de inversión. Esto ha permitido que tanto el tipo de cam­bio como los precios de los productos, tengan tina mayor estabilidad. Las expectativas de devaluación desaparecieron, por lo tanto, no puede haber un movimiento brusco en la cotización del dólar.

    Eso es uno de los factores que explica el comportamiento descendente de la inflación, por eso es que creo, que si una parte del gasto público se destina, tal como está previsto, a inversión, la presión sobre los precios va a ser mucho menor; hay unas condiciones en el tipo de cambio que son mucho más estables, y eso permite que la economía pueda, de una manera mucho más sana, absorber ese gasto.

    Por todas estas razones, el gasto público en esta primera fase, no incidirá sobre una mayor inflación en el país. Sin embargo, hay que tener en cuenta sobre la conveniencia de que al país no se la vaya a ir la mano en cuento a la capacidad de absorción de gastos que tiene la economía, es decir, no debe intoxicarse la economía presionando un crecimiento acelerado. Se están produciendo elementos claros que apuntan a que la economía está comenzando a crecer con menos inflación.

    En el tercer o cuarto trimestre del año habrá también un crecimiento de la economía, impulsado básicamente por la in­versión pública, pero también PDVSA tendrá que encender sus motores y colocar más barriles de petróleo en el mercado internacional que arrastrara, a su vez, la inversión en el sec­tor privado.

    En el pasado cuando los go­biernos se engolosinaron, y el mejor ejemplo fue el período de Carlos Andrés Pérez, que con un crecimiento del 9%, la gente se seguía muriendo de hambre por una razón muy sencilla; no había abatido la inflación. La lucha contra la inflación debe seguir este el enemigo, el diablo suelto al que hay terminar de amarrar.

    En consecuencia, en estos momentos es­tán dadas las condiciones para que la economía crezca, pero al mismo tiempo, continuar teniéndole mucho cuidado al tema inflacio­nario para no repetir historias del pasado.

    Si el gasto público o se destina a recuperación de infraestructura social y áreas prioritarias de apo­yo a sectores productivos, el efecto inflaciona­rio será menor y eso hay que reconocerlo.

    La perspectiva para el año 2001, debe ser la vi­gilancia en el gasto pú­blico y sus fuentes de financiamiento, las cuales no deben provenir del gasto corriente y todos los ingresos no deben convertirse en sueldos y salarios. En cuanto a las emi­siones de Bonos de Deu­da Pública Interna, indi­có que en estos momen­tos rondan los Bs.4,5 Millardos, no se ha incre­mentado debido a que se ha venido amortizando y desaparecieron los Títu­los de Estabilización Monetaria (TEM). En términos netos, el au­mento de la deuda inter­na total es prácticamente insignificante.

    Si vamos hacia una baja de la inflación, el costo de esa deuda inter­na también disminuirá. Parte de las emisiones de deuda interna se utilizaron para pagar también los vencimientos, tanto de la interna como externa.

    En cuanto a la deuda que tiene Fogade con el Banco Central de Venezuela (bcv) indicó que aún no se ha resuelto, sigue pendiente, si hay un elemento clave que debe tener gobierno es un banco central que pueda ayudarlo con sus propios instrumentos para hacer su política monetaria.

    Los TEM, deben sustituirse por algo, y ese algo, son papeles de deuda que se tienen con el BCV entre los cuales está el de Fogade, que podrían emplearse como instrumentos de política monetaria.

    Una de las vais para el pago de la deuda de Fogade con el BCV se puede efectuar mediante la colocación de algunos activos del Fondo en el mercado, recursos que servirían para respaldar los bonos de deuda. En cuanto al cambio de la tasa de los DPN por la del Riesgo Soberano, señalo, que tanto el Ministerio de Finanzas como el BCV trabajan conjuntamente en las evaluaciones operativas y financieras. Debe crearse una tasa marcadora y el mercado no ve con buenos ojos que eso se cambie constantemente.

    En el momento en que se decida la tasa y el plazo de referencia esas condiciones deben durar por un período de tiempo largo. Este es un tema que ha sido muy analizado pero es tremendamente delicado por lo que hay que realizar muchas pruebas operativas y de fun­cionamiento con el Ministerio de Finanzas, bancos y BCV, previo a que se convierta en una decisión final.

    No se puede hacer una metodología de tasa de interés para desecharla a la vuelta de unos días. Asimismo, no tiene nin­gún sentido de que el Gobierno siga aceptando como referencia la tasa de interés del sis­tema financiero y no una propia, que es la Tasa de Riesgo Soberano.

    EL PRESUPUESTO NACIONAL EN MEDIO DE POLÍTICA EXPANSIVA DEL GASTO

    El Presupuesto Nacional ha sido eje­cutado en 65,9%, según cifras contenidas en el Informe de Ejecución Financiera de la Oficina Central de Presupuesto (Ocepre), hasta el mes de agosto.

    Hasta agosto de 2000, el Presupuesto Nacional se ubicaba en Bs. 19 billones, lo que significa que el monto ejecutado es de Bs. 12,5 billones. El Ministerio de Finanzas es el organismo que mayor participa­ción tiene en la ejecución presupuestaria, seguido del Ministerio de la Defensa y en tercer lugar del Despacho de Educación, Cultura y Deportes. Una gran cantidad de recursos del Ministerio de Finanzas fue uti­lizado para el servicio de la deuda y la dis­minución de pasivos laborales.

    La Ocepre, en su informe, admite que la política fiscal del Ejecutivo está fundamen­tada en la expansión del gasto, "tomando en cuenta las necesidades y prioridades so­ciales que se han desarrollado durante el primer semestre". Del monto total asig­nado en el presupuesto, se orientan gastos corrientes Bs.13,1 billones, lo que re­presenta 68,9% del total de gastos y 17,9% del Pro­ducto Interno Bruto (PIB). Los gastos corrientes fi­nancian el funcionamien­to del aparato institucio­nal, tanto de la Adminis­tración Central como la descentralizada. Inciden en esta categoría el au­mento de sueldos y sala­rios de la Administración Pública, el incremento sa­larial de 1999, la aplica­ción de la Ley Programa de alimentación, así como el pago de prestaciones sociales.

    El total ejecutado correspondiente a gastos corrien­tes es de Bs.8,8 billones, es decir, 67,3% del total asig­nado y 12,0% de PIB. De este monto, se han destina­do Bs.2,4 billones a gastos de consumo (referido a remuneraciones, compra y bienes de servicios), Bs.1 ,1 billones a renta de propie­dad y Bs.5,2 billones a transferencias.

    Para los gastos de capi­tal e inversiones financieras se asignaron Bs.3,8 billones, un 20,3% del total 5,3% del producto inter­no. Esta clasificación per­mite destinar montos a la inversión directa a cargo de la Administración Central y transferencias de recur­sos de capital a los entes descentralizados y gober­naciones de estado.

    La inversión directa has­ta el mes de agosto es de Bs.567.864 millones, un 03% del total acordado. El gasto de inversión del Es­tado está dirigido fundamentalmente a la construc­ción de carreteras, programas de saneamiento de cuencas, vialidad agrícola y programas de viviendas.

    El informe indica que el gasto ejecutado por inver­sión directa asciende a Bs.103.578 millo­nes. Las transferencias de capital representan el 16,7% del gasto fiscal Y hasta ahora se han asignado Bs.3,1 billones.

    Los gastos para la inversión ascenderían para fines de 2000, si se llegan a ejecutar parte de los recursos de las utilidades del Banco Central de Venezuela, transferidas al Fisco, que en total suman Bs. 1,5 billones. La expansión del gasto fiscal en Venezuela ha llevado al fondo Monetario advertir sobre la "neutralización" que sufrirían los ingresos adicionales por concepto de ex­portaciones petroleras, sin embargo, el Pre­sidente de la República ha justificado esta política, en vista de los niveles de pobreza que aqueja al Estado.

    El presidente de la Comi­sión Permanente de Finanzas de la Asam­blea Nacional, ha referido que continuarán con la aprobación de nuevos créditos, aun­que estos signifiquen mayor abultamiento de las cuentas nacionales.

    El gasto público está justificado ante los índices de pobreza y la necesidad de llevar a cabo planes de orden social en el ámbito de la salud y la educación, principalmente. A pesar del incremento del gasto, los ni­veles de inflación se han mantenido dentro de los límites establecidos por el Gobierno como meta oficial. Se cree, incluso, que la inflación para el 2001 estará muy por de­bajo de la actual: entre 17% y 15%.

    Pese a los bajos porcentajes destinados a la inversión, dentro de las cuentas pre­supuestarias, el ministro de la Planifica­ción, Jorge Giordani, ha dicho que la meta de crecimiento de 2,2% será lograda con facilidad, pero admite que la sola inver­sión estatal no contribuirá a una significa­tiva recuperación de la economía. Para Giordani, es necesario que el sector priva­do invierta montos adicionales al promedio de los últimos tiempos.

    La inversión directa luce baja, conside­rando que se trata de montos contabiliza­dos a principios del segundo semestre del 2000. Esta situación parece tener respuesta en la poca capacidad de ejecución, de la Administración Pública, lo que en sí, ha retrasado los planes, especialmente, la ejecución de la cartera de créditos con or­ganismos multilaterales.

    FONDO DE ESTABILIZACIÓN CERRARA CON $4500 MILLONES

    Estimaciones hechas por el Gobier­no apuntan a que el Fondo de In­versiones para la Estabilización Macroeconómica (Fiem), cerrará el 2000 con recursos que oscilan entre los 4.000 y 4.500 millones de dólares, equiva­lente en moneda nacional a Bs.3 billones 109.500 millones, monto que de alcanzarse representará un incremento de 1.550 millo­nes de dólares con respecto al primer se­mestre, cuando el saldo se ubicó en 2.950 millones de dólares.

    El contenido de lineamientos generales del proyecto de Ley de presupuesto para el ejercicio fiscal 2001, que asciende a Bs. 22 billones 940.637 millones; el cual fue calculado sobre la base de una tasa de crecimiento del producto Interno Bruto (PIB) de 4.5%, un tipo de cambio promedio de Bs.725 por dólar, un precio promedio del barril de petróleo de 20 dólares un déficit fiscal de 3%, el cual luce perfectamente manejable, y una tasa de inflación entre 10% y 12%.

    A diferencia del pasado, en esta oportunidad el país está percibiendo ingresos petroleros extras por el incremento en los precios en el mercado internacional, los cuales se están obteniendo por "el esfuerzo pacífi­co es decir, este aumento no ha sido provo­cado por enfrentamientos bélicos entre paí­ses consumidores del crudo. En el 2001 se registrará en el país un crecimiento económico de 4,5% gracias a que el Presupuesto fue elaborado con métodos estratégicos en función de los pla­nes de desarrollo del país, en los cuales se reforzó la asignación de recursos a áreas prioritarias como la salud, educa­ción e infraestructura.

    En tal sentido, el 20,5% del Presupuesto (Bs.4 billones 282.042 millones), fueron concedidos a educación, lo cual representa Ia quinta parte de los gastos del Gobierno para el próximo año. Para el área de salud se disponen Bs. 1 billón 500.240 millones lo que representa 7,3% del Presupuesto. En infraestructura se destinaron para el 2001, Bs. 1 billón 483 197 millones (7,1%). Mientras que a ciencia y tecnología se contem­plan recursos por Bs. 170 Millardos. Al Ministerio de la Pro­ducción y el Comercio le fue asigna­da una partida para el 2001 de Bs. 300 Millardos superior a la de este año, cuando se otorgaron Bs.200. Millardos, o que significa un incremento de 50% esto se hizo para reforzar los planes le desarrollo industrial.

    A partir del próximo año, cuando empiece a regir a Ley de Administración Financiera, los presupuestos que se elaboren a partir del 2001 tendrán características de plurianualidad, con lo cual se alcanzará la transparencia y efi­ciencia, lo que permitirá que lo que se quiere hacer ahora en un año se pueda repartir en etapas de tres años y con esto se pueda dar holgura al gasto.

    En este orden de ideas, los em­presarios y banqueros deberían colaborar con los planes de inversión y reactivación económica. Los primeros deberían acompañar al Gobierno e invertir casi la misma cantidad o más en proyectos de desarr­ollo, a fin de impulsar el aparato producti­vo. Mientras que los representantes del siste­ma financiero deben seguir bajando las tasas de interés, pues ya se les rebajó el apor­te que las instituciones tenían que hacer a Fogade y se están estimulando procesos de fusiones. El Gobierno no puede sólo asumir toda la carga, a manera de ejemplo que el sector privado de la construc­ción debería sumarse al esfuerzo del Ejecutivo y edificar viviendas de interés social, para lo cual ya se diseñó el mercado secundario de hipotecas.

    Por otra parte, sé en­cuentra en proceso de revisión el acuerdo energético de Caracas, a través del cual Venezue­la venderá bajo condiciones especiales petróleo ­a las naciones centroamericanas y del caribe más pobres, el contenido de este convenio será examinado a fin de dar­le los últimos toques, al mismo tiempo que dio a conocer la voluntad del Gobierno en colaborar con estos países. Al respecto, se celebro en Caracas una reunión con los ministros de Energía de los países centroamericanos y del Caribe, donde se analizarán detalles del acuerdo. Vale la pena recordar que durante la Cumbre del Milenio, que se celebró recientemente, en Nueva York Chávez planteó a sus colegas centroamericanos la conveniencia de suscribir un convenio energético el cual contó con pleno respaldo.

    La balanza de pagos podría culmi­nar el año con un superávit de unos 17.000 millones de dólares, lo que significaría un in­cremento de 85%, con respecto al registro al­canzado el año pasado en esta materia. Como se recordará, en 1999 este indicador cerró en una cifra levemente superior a los 9.000 mi­llones de dólares.

    Igualmente, la cuenta corriente mostraría un superávit de 11.000 millones de dólares al cierre de este año pero que seria afec­tado por el déficit que registrarán las cuentas de capital que los resul­tados en cuenta corriente permitirán que las reservas internacionales continúen su tendencia ascendente. Actualmente, el nivel de reservas internacionales se encuentra en 16.700 millones de dólares, en otros aspectos, el bolívar todavía se mantiene artificialmente fuerte ante el dólar, y es el momento de tomar conciencia, el Gobierno nacional ha tomado acciones interesantes que buscan in­crementar el nivel de inversiones, entre las que se encuentra la aprobación de la ley de Inversiones. Otro de los aspectos que consi­dera vital para la captación de capitales ex­tranjeros, es la final aprobación del Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones Entre Estados Unidos y Venezuela, el cual ya lleva casi cuatro años discuntiéndose.

    " Esto podría crear un ambiente propicio para que la inversión extranjera venga al país. En general, hay que definir, lo antes posible, las reglas de juego en materia labo­ral, tributaria, seguridad social. Por último, el crecimiento económico de 4,5% estimado por el Gobierno nacional, para el próximo año, será posible, sí se crean algu­nas condiciones, entre las que se encuentran la definición de las reglas de juego, llevar a cabo un proceso de reestructuración del Estado, reducir la dependencia petrolera y utilizar eficientemente los recursos estatales, una cosa, muy importante es que el Estado debe tener consciencia de que si quiere ese creci­miento, debe atraer a todos los miembros de la sociedad para unir esfuerzos.

    INVERSIÓN EXTRANJERA ACUMULADA A SEPTIEMBRE CERRÓ EN $436 MILLONES

    En 436 millones de dólares se ubicó a cifra de nuevas inversiones extranje­ras acumuladas hasta el mes de septiem­bre, según registros suministrados por a Superintendencia de Inversiones Ex­tranjeras (Siex). El último boletín oficial, indica que en septiembre, la colo­cación de capitales foráneos ascendió a 34 millones de dólares, de los cuales 19 millones correspondieron a aporte de divisas, mientras que el monto restante se hizo por la vía de aporte de bienes y capitalización de superávit.

    Conviene señalar que los registros de la Siex no incluyen las inversiones en las áreas de hidrocarburos, petroquími­ca (carboníferos, mineros y conexos, sector financiero y seguros, ni las reali­zadas por personas extranjeras, destina­da a la adquisición de bienes inmuebles que no estén dedicadas a aportar capital a una determinada empresa.

    En el análisis de las cifras acumula­das entre enero y septiembre, destaca a Estados Unidos como el país con la mayor inversión, con un total de 80 mi­llones de dólares, siguiéndole España con 58 millones de dólares, Japón con 50 millones de dólares, Islas Caimán con 4 millones de dólares y Holanda con 3 millones de dólares.

    Las nuevas inversiones en Venezuela, según actividad económica, tiene como sector líder a la industria manufacturera, la cual capitalizó una cifra de 149 millo­nes de dólares, seguida de Transporte y Comunicaciones con 73 millones de dólares, Comercio con 72 millones de dóla­res y Servicios Sociales y Comunitarios con 62 millones de dólares. El ingreso de divisas al país se ha incre­mentado en los últimos 45 días en 100 millones de dólares, lo cual ha sido atribuido, en las altas fuentes financieras al arribo de importantes inversiones hechas en el área de las tele­comunicaciones.

    Esto es significativo en momentos cuando diferentes analistas financieros, inclusive la firm­a calificadora de riesgo Standard and Poor's, aseguran que en Venezuela persiste una fuga de capitales al exterior. Esta versión no es compartida por las autoridades financieras y monetarias del País, para quienes las transacciones internacionales expresadas en la ba­lanza de pagos, concluyeron en el segundo trimestre ­con un superávit global de 1.638 millones de dólares, lo cual ha posibilitado que las reservas internacionales totales se haya ele­vado desde el 4 de enero del año en curso hasta el 25 de septiembre en 4.205 millones de dólares, al pasar de 15.305 millones de dólares l9.510 millones de dólares. En el segundo trimestre de 2000, estas se incrementaron en 1638 millones de dólares y en 2.348 millones de dólares, durante el primer semestre.

    Lo an­terior equivale a que en julio, agosto y en lo que va septiembre, las reservas han subido en 1857 millones de dólares. Por su parte, el Fondo de Inversión para la estabilización Macroeconómica (FIEM) que en enero contaba con 2.150 millones de dóla­res, dispone en estos momentos de 2.895 mi­llones de la divisa estadounidense. Los indicadores económicos de BCV publicados en su página web, resaltan que las reservas inter­nacionales han mantenido la tendencia cons­tante hacia el alza.

    El sector de telecomunicaciones ha sido uno de los que ha venido mostrando una mayor aceleración en su ritmo de crecimien­to. Según el BCV, el sector petrolero privado y el de las telecomunicaciones, en el se­gundo trimestre, captaron flujos de inversión extranjera orientados a potenciar sus opera­ciones productivas.

    El Banco Central de Venezuela apunta a que las exportaciones petroleras sólo, hasta el cie­rre del segundo trimestre del año, aumentaron en 3.023 millones de dólares, 79,8% res­pecto al segundo trimestre de 1999. La evolución positiva de este indicador se asocia, principalmente, a la importante recuperación de los precios internacionales de los hidrocarburos. Mientras que las exportaciones no petroleras, se incrementaron desde abril a ju­nio en 367 millones de dólares, 38,1%.

    EL PETROLEO DISPARA LAS EXPORTACIONES

    La cuenta corriente de la balanza de pagos mostró, en el primer semestre del 2000, su me­jor resultado, en cinco años, apoyada por ingresos petroleros que en seis meses representan casi 80% de las entradas totales de 1999 por concepto del crudo y son ya, en medio año; superiores en 1.200 millones de dólares a las totales de1998.

    Este indicador, que represen­ta el flujo de entradas /salidas de divisas en el país, mostró un sal­do positivo de 6.647 millones de dólares, pese a lo cual, el incre­mento (saldo) de las tran­sacciones corrientes y de capital mostrado en las reservas es positivo en "apenas" $2.34 millones, reportó ayer el Banco Central de Venezuela (BCV).

    Es decir prácticamente de cada tres dólares que ingresa­ron en la economía en el primer semes­tre, dos volvieron a salir de ella en forma de inversiones en el exterior, bien sea en pago de activos y pa­sivos del sector pri­vado como en la cu­enta de "errores y omisiones" que registra los movimientos de divisas que son imperceptibles para el emisor y que en los pri­meros seis meses de 2000 pre­senta un margen negativo de 2.489 millones de dólares.

    Al comparar el saldo de balan­za de pagos con su correlación en el saldo de reservas inter­nacionales del 2000 con años anteriores, en 1.999, el saldo positivo de $364 millones sé tradu­jo en un ingreso de $229 millo­nes en reservas; en 1998, un sal­do negativo de $2,4 Millardos en la balanza de pago en el primer trimestre se reflejó en una caída de $1,6 Millardos en las reservas, por lo cual en este año pa­recería haber una mayor salida de divisas. Sin embargo, la pre­sentación de los datos po4r parte del BCV hace difícil la compa­ración.

    Las importaciones, a su vez, si­guen en aumento, aunque no ex­cesivo. En el primer trimestre de este año son superiores en 27,4% a las que se realizaron en el pri­mer semestre de 1999 e inferio­res en 10,6% a las que se efectua­ron hasta mediados de 1998, cuando estalló la recesión que duró seis trimestres.

    Usando cálculos propios, AP estimó que las salidas de capita­les privados durante el primer semestre de este año alcanzaron a 2.425 millones de dólares.

    Lo que crece

    En la nota explicativa a los resul­tados del primer semestre, el Banco Central señaló que ci­ertamente, el incremento de los ingresos de las importaciones petroleras y no petroleras (que aumentaron 35,4% con respecto al mismo periodo del año ante­rior), en un contexto caracteriza­do por el inicio de la recupera­ción de la actividad económica inter­na, permitió finan­ciar un volumen superior de tran­sacciones exter­nas, vinculadas al mayor gasto real en bienes y servi­cios, así como un importante nivel de ahorro exter­no", dijo el emisor. El ingreso petro­lero ha permitido tradicionalmente a Venezuela ser superavitaria en su balanza de pagos, pero, igualmente, ha convertido al país en un exporta­dor neto de capitales que no encuentran oportunidad de in­versión interna; y en este sentido, el año 2000 no es una ex­cepción. La cuenta de capital ce­rró el primer semestre negativa en 1.810 millones de dólares, que casi triplican el saldo de 1.999.

    Extrañan algunas cifras en la cuenta de capital, principalmen­te el saldo positivo de $2,7 Millardos (con 1,86 Millardos en el se­gundo trimestre) en la inversión directa en el país; así como que al mismo tiempo el sector pri­vado parece estar invirtiendo en activos externos (-2.425 millones de dólares en el semestre) cuan­do está adquiriendo pasivos en divisas ($604 millones en el tri­mestre y $582 millones en el se­mestre), que se explicaría por la estabilidad cambiaria, que fa­vorece endeudarse en dólares.

    CONCLUSIONES

    • Balanza de Pagos: es el registro de todas las transacciones económicas en un período determinado, entre los residentes de un país y los del resto del mundo.

    • Cuenta Corriente: en materia de comercio internacional, en uno de los componentes de la Balanza de Pagos, donde se registran las transacciones de bienes y servicios.

    • Cuenta de Capital: es el otro componente de la Balanza de Pagos, donde se registran las salidas y entradas de capital de un país en sus transacciones con el exterior.

    • Superávit: el país recibe más divisas por cualquier con­cepto que las que salen hacia el exterior.

    • Déficit: saldo que se produce cuando los pagos superan los ingresos

    En tanto la Balanza de Pagos del país registró un superávit global de US$ 1.638 millones durante el segundo trimestre del año(abril /junio), lo que puso a las reservas Internacionales en US$18.234 millones, la Cuenta Corriente de esa Balanza registró un superávit de US$6.697 millo­nes (+1.739,8%) en el primer semestre (enero/junio), mien­tras que en igual lapso de 1999 fue de sólo US$ 364 millones, informó el Banco Central de Venezuela (BCV).

    El incremento de los ingre­sos provenientes de las expor­taciones petroleras y no-petro­leras en un contexto caracterizado por el inicio de la recupe­ración de la actividad económi­ca intema, permitió financiar un volumen superior de transac­ciones externas vinculadas al mayor gasto real en bienes (productos y servicios). Así como un importante nivel de ahorro externo que se reflejó en el fortalecimiento de las Reser­vas Internacionales del país."

    II Trimestre

    La Cuenta Comente registró un superávit de US$ 3.153 millones, determinado principalmente por el aumento de las exportaciones petroleras fundamentadas en la recupe­ración de los precios del cru­do en US$ 3.023 millones (+79,8%), al compararlas con los resultados del segundo tri­mestre de 1999.

    Las exportaciones no-pe­troleras aumentaron US$367 millones (+38,1%), impulsadas por mayor dinamismo tanto en las exportaciones del Sector Público (+84,7%), como del Sector Privado (+24,2%). En éste destacan las exportacio­nes de las industrias automo­triz, química y metales básicos, las cuales fueron determinan­tes en la recuperación de las actividades económicas durante el segundo trimestre del año.

    Las importaciones de bie­nes crecieron 28.4% para al­canzar US$4.033 millones, lo que se corresponde con la reactivación económica observada durante el año.

    BIBLIOGRAFIA

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    Ortega, Isabel. (2.000, Octubre 02). Fondo de Estabilización cerrara el año con $ 4.500 millones. Diario Economía Hoy. P/3. Caracas-Venezuela.

    Ortega, Isabel. (2.000, Septiembre 25). Flujo privado de divisas contribuye a una mayor estabilidad cambiaria. Diario Economía Hoy. P/7. Caracas-Venezuela.

    Ortega, Isabel. (2.000, Septiembre 27). Flujo de divisas al país aumento en $100 millones en los últimos 45 días. Diario Economía Hoy. P/7. Caracas-Venezuela.

    Sin Autor, (2.000, Septiembre 09). Inflación alcanza 0.8% en agosto. El Universal. Sección Economía p 2/1. Caracas-Venezuela.

    Sin Autor, (2.000, Octubre 11). Inversión Extranjera acumulada a septiembre cerro en $ 346 millones. Diario Economía Hoy. P/ 10. Caracas-Venezuela.

    Tejero, Suhelis. (2.000, Octubre 11). VenAmCham considera que recuperación económica aun es modesta en el país. Diario Economía Hoy. P/10. Caracas-Venezuela.

    Torres, Ricardo. (1.985). Teoría del comercio Internacional. (10ª ed). Editorial siglo XXI. México.

    ANEXOS

    BALANZA DE PAGOS DE MEXICO (miles de Dólares)

    Concepto

    1964

    1965

    I ) Balanza de mercancías y servicios

    -406 466

    -360 017

  • Exportación de Mercancías y servicios

  • 1 836 185

    1994442

    1. exportación de mercancías

    1 022 449

    1 113 894

    2. Producción de oro y plata (a)

    46 218

    44 325

    3. Turismo

    240 568

    277 629

    4. Transacciones Fronterizas

    463 284

    504 516

    5. Braceros

    28 898

    12 037

    6. Otros conceptos

    34 768

    42 041

    B) Importación de mercancías y servicios (-)

    2 242 651

    2 354 459

    1. importación de mercancías

    1 492 950

    1 559 608

    2. Turismo

    100 165

    119 297

    3. Transacciones Fronterizas

    276 597

    294 299

    4. Rendimiento de las inversiones extranjeras directas

    236 082

    234 928

    5. Intereses sobre deudas oficiales

    54 801

    62 184

    i) Nafinsa y otros

    52 132

    55 840

    ii) Gubernamental

    2 669

    6 344

    6. Otros Conceptos

    82 056

    84 143

    II) Errores y omisiones (neto)

    -138 504

    188 274

    III) Cuenta Capital ( excluida la reserva del Banco de México, S.A.)

    576 563

    150 787

    Concepto

    1964

    1965

    A) Capital a largo plazo

    513 817

    180 595

    1. Inversiones extranjeras directas

    131 933

    197 613

    i) reinversiones

    50 221

    73 498

    ii) Nuevas Inversiones

    95 060

    110 058

    iii) Cuentas entre Compañías

    16 652

    14 057

    2. Operaciones con valores (neto)

    -8 478

    11 939

    3. Créditos a Nafinsa y otros (neto)

    384 397

    -51 279

    i) Disposiciones

    695 338

    344 198

    ii) Amortizaciones (C)

    -310 941

    -395 477

    4. Deuda gubernamental (neto) (d)

    -24 035

    22 322

    B) Capital a corto plazo (excluida la reserva del Banco de México, S.A.)

    62 746

    -29 808

    1. Particulares y empresas (neto)

    -52 804

    -12 457

    i) Activos (e)

    -84 600

    -51 192

    ii) Pasivos

    31 796

    38 735

    2. Bancos Privados y nacionales (neto)

    115 550

    -17 351

    i) Activos

    -30 057

    -6 172

    ii) Pasivos

    145 607

    -11 179

    IV) Variación de la reserva del Banco de México, S.A. ( Suma de I, II y III )

    31 593

    -20 956

    P: cifras preliminares. (a) deducidos el oro y plata utilizada en el país para fines industriales. (b). Incluye los gastos de estudiantes en el extranjero. (c) Incluye créditos concedidos al exterior para el fomento de las exportaciones mexicanas. (d) El año de 1964 incluye un pago anticipado al EXIBANK por un crédito de estabilización obtenido en años anteriores, (e) Incluye la venta neta de billetes de 50 y 100 dólares del Banco de México al sistema bancario, y a particulares y empresas, y atesoramiento de oro y plata. El signo negativo significa egreso de divisas.

    BALANCE DE PAGOS DE LOS ESTADOS UNIDOS

    Pagos a los Estados Unidos

    (en miles de millones de dólares)

    Pagos de los Estados Unidos

    (en miles de millones de dólares)

    Exportaciones de Estados Unidos

    Importaciones de Estados Unidos

    Mercancías 16.2

    Mercancías 12.9

    Servicios 4.1

    Servicios 3.1

    Ingreso de inversiones en el extranjero 2.9

    Compras militares en el extranjero 3.4

    TOTAL 23.2

    Ingreso de inversiones extranjeras en el país

    0.7

    Acumulación de capital extranjero en los Estados Unidos

    1.2

    TOTAL 20.1

    Salida neta de oro de Estados Unidos

    2.3

    Ayuda unilateral neta de los Estados Unidos

    2.3

    Errores y omisiones

    -0.5

    Exportaciones de Capital norteamericano

    3.8

    TOTAL 26.2

    TOTAL 26.2

    BALANZA DE PAGOS INTERNACIONALES DE LOS ESTADOS UNIDOS 1953 (en millones de dólares)

    Partidas (a)

    Activo (b)

    Pasivo ( c)

    Saldo acreedores + o deudores (-)

    Mercancías y servicios:

    Privado (+)

    1. Mercancías Invisibles

    12.383

    10.954

    +1.429

    2. Fletes

    1.232

    1.058

    +0.174

    3. Turismo

    0.527

    0.895

    -0.368

    4. Renta e inversiones

    1.931

    0.451

    +1480

    5. Remesas particulares

    ---------------

    ------------

    -0.473

    6. Servicios Varios

    0.911

    0.570

    +0.341

    7. Saldo Público

    -----------

    +2.583

    8. Expor. De material y servicio militares.

    4.281

    -----------

    +4.281

    9. pagos por ayuda militar

    --------------

    4.281

    -4.281

    10. otras donaciones

    --------------

    1.953

    -1953

    11. Gastos Militares en el extranjero

    ---------------

    2.456

    -2.496

    12. Saldo

    -4.449

    ---------

    13. Saldo de la balanza comercial

    -1.866

    Exportaciones (+) o importaciones (-) netas de oro.

    --------------

    -----------

    +1.163

    Exportaciones (+) o importaciones (-) netas de cuentas de capital (pagarés)

    14. A largo plazo

    --------------

    ----------

    -0.419

    15. A corto plazo

    --------------

    ----------

    +1.148

    ------------

    16. Saldo

    +0.729

    17. Público

    --------------

    ----------

    -0.220

    --------

    18. Saldo de la cuenta de capital

    +0.509

    19. Errores y omisiones

    +0.194

    147

    100




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    Enviado por:Leidy
    Idioma: castellano
    País: Venezuela

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