Historia


Asturias


INTRODUCCIÓN

Las continuas represiones que sufrieron los mineros asturianos a lo largo de más de medio siglo constituyen un estudio que muestra las aspiraciones de unos trabajadores conscientes de su lucha, frente a la defensa de unos principios políticos, que personalizados en las fuerzas de seguridad, encarnan un periodo determinado de la historia de España en general, y de Asturias en particular.

En esta región, el poder de las acciones mineras va más allá de los parámetros políticos o económicos; solamente mediante un análisis socio-político se puede demostrar que partiendo de una determinada concepción del compañerismo y de la solidaridad, una profesión puede convertirse en el eje central de toda una sociedad. Los parámetros económicos, que no pueden dejar de tenerse en cuenta, actúan como estímulo estratégico, aunque por sí solos no elevan el carácter individualista de los hombres para hacerlos un mismo ser, una clase social que actua como único sujeto.

Desde la insurrección proletaria de 1934, y hasta las huelgas mineras de 1962, la problemática social del mundo minero asturiano fue uno de los problemas más relevantes de la conflictividad española.

Contextualizando su comienzo en una época marcada por la inestabilidad política, no sólo nacional, sino también internacional, los mineros optaron por una ideología cuya radicalidad iba progresivamente en aumento. La Revolución de Octubre fue el desenlace de una opción sociológica llevada a su máximo grado de extremismo. A partir de entonces la represión política en Asturias sólo es interrumpida por los conflictivos años de la Guerra Civil, a los que sucede un estado de excepción permanente que, tras la difícil posguerra y la adopción de un régimen económico autárquico, marcado por la militarización de los mineros, deja en latente reposo, lo que tras el rejuvenecimiento de las nuevas generaciones permite reivindicar con las huelgas de finales de los cincuenta y principios de los sesenta: una libertad no sólo sindical, sino también laboral.

Los datos recogidos a partir de la amplia selección de lecturas y las disposiciones legales acumuladas en Archivos tanto públicos como privados, permiten establecer tres periodos fundamentales en la historia de la minería asturiana desde principios de siglo.

En un primer momento la región se encontraba inmersa en una coyuntura política dominada por los sindicatos obreros y en la que los propios trabajadores eran conscientes de su propia elección ideológica. Esto marca un periodo, donde la fuerza obrera, no ya sólo como votantes, sino como sujeto colectivo, dispone de sus propias iniciativas, si bien éstas están orientadas por organismos sindicales. La Revolución de Octubre es una clara muestra de la conciencia de clase y de la combatividad del proletariado en Asturias, acto que se muestra como precedente de la lucha en la región durante la Guerra Civil, que los obreros asturianos mantuvieron, en algunas ocasiones, hasta una década más tarde de haber finalizado el conflicto.

Estas actuaciones insurgentes fueron, quizás, los motivos que llevaron al Gobierno franquista al mantenimiento del “estado de excepción”, hasta casi el final de la dictadura. Los mineros, tras una anterior etapa de libertad sindical, se vieron sometidos a un sistema militarizado, donde las empresas actuaban como regímenes militares, encuadrando a sus trabajadores en arquetipos castrenses. La clandestinidad en el monte, o el exilio, fueron el destino de aquellos militantes que con más ahínco habían luchado por la libertad democrática en Asturias, y que no habían sido encarcelados.

Dentro de este pesaroso panorama y con el paso del tiempo, hacen aparición a finales de los cincuenta unas nuevas generaciones mineras dispuestas a luchar para reivindicar una auténtica representatividad sindical de los trabajadores. Estas nuevas generaciones consiguieron volver a crear un clima de protesta solidario y conjunto, que a través de paros laborales y de encierros en los pozos, dieron a la lucha obrera en Asturias un auténtico realce.

Numerosas publicaciones no sólo periódicas, sino también de libros y testimonios escritos, han dejado constancia de los sucesos acontecidos en estos años. Mineros o simpatizantes de su lucha, que se vieron obligados a optar por el exilio debido a sus ideas políticas, han sido de gran ayuda para que estos acontecimientos quedasen recogidos a pesar del paso del tiempo. Por otra parte, tanto los archivos históricos de distintas fundaciones particulares, como los provinciales o locales, son fuentes perennes de los datos que aquí se recogen, y que permiten un estudio sistemático y cronológico, que si bien abarca un periodo demasiado largo para una descripción exhaustiva, acerca al lector a unos acontecimientos no del todo conocidos pero interesantes.

CAPITULO I: CONTEXTO HISTORICO DE PRINCIPIOS DE SIGLO

1.1.ENTORNO HISTORICO DE PRINCIPIOS DE SIGLO

A principios de siglo existe en Europa una coyuntura política que marca los parámetros decisivos que influirán en la historia de las naciones no sólo continentales sino en el resto de la geografía mundial. Numerosas circunstancias tanto económicas como sociales introducirán grandes variaciones en el panorama de una España que comienza la centuria con grandes agitaciones políticas.

1.1.1. PANORAMA INTERNACIONAL

El advenimiento de la II República Española se produjo en una coyuntura internacional adversa a este sistema político nacido en el siglo XIX como resultado de la liberalización de fuerzas sociales y culturales procedentes del liberalismo británico, de la Revolución Industrial y de la Revolución Francesa.

Desde 1917 y hasta mediados de los años 20, se habían producido acontecimientos que iban a cambiar la historia el mundo.

La resolución de la I Guerra Mundial a favor de Francia y Gran Bretaña significó para Alemania la perdida de sus colonias y de sus mercados, y la imposción de unas sanciones reparadoras, que a la larga contribuyeron al reforzamiento de un sentimiento ultranacionalista en cuyo seno germinaría el nacionalsindicalismo.

Por otra parte, el triunfo de los bolcheviques en la Rusia de 1917 anunciaba la puesta en marcha de un régimen socialista, que hasta entonces había vivido sólo de las concepciones utópicas. Marx había profetizado que la Revolución Socialista triunfaría en los países más avanzados industrialmente. La revolución bolchevique en Rusia contradijo esta previsión, puesto que este país poseía una economía fuertemente dependiente todavía de la agricultura y su estructura social estaba sometida a unas condiciones semifeudales.

En Europa, miéntras, se creaba una nueva Internacional más agresiva y expansiva, apoyada por el Komintern, “un instrumento que iba a convertir a los partidarios comunistas de todo el mundo en peones de la política exterior soviética”. La URSS iba a inaugurar ahora su propio imperialismo. Los movimientos obreros de Alemania, Italia, Francia y España, entre otras naciones europeas, eran pujantes y amenazadoras para las clases sociales dominantes. El pavor al comunismo comenzó a recorrer el viejo continente inmerso en una coyuntura económica, que tuvo en el crack de 1929 su momento álgido.

Por otra parte, Norteamérica, que a pesar de su incursión a Filipinas en 1898 en la guerra contra España, se había mostrado fuera del continente respetuosa del imperio anglo-francés y se había conducido, sobre todo, por la doctrina Monroe " América para los americanos", había dado un gran salto con la decisión del presidente Wilson de hacer intervenir a la nación en la guerra europea. Era la primera vez que Estados Unidos se internacionalizaba a gran escala, y ello iba a dar lugar a otro nuevo imperialismo, “el económico, que en la trayectoria de su expansión necesariamente tenía que tropezar, más tarde, con el sistema político soviético”.

Mientras tanto, en el Extremo Oriente, se producía la Revolución China en sus dos vertientes, la burguesa del Kuomintang y la proletaria de Mao-Tse-Tum, triunfante en 1948.

En Europa la II Internacional había saltado en pedazos con el estallido de la guerra en 1914, cuando cada partido socialdemócrata decidió justificar la causa del gobierno respectivo de su propio país por encima del internacionalismo proletario. Asimismo los socialdemócratas en la posguerra, asumiendo un papel contrarrevolucionario, habían servido para sujetar a las masas amiseradas. Por otro lado el curso que iba tomando el reciente gobierno revolucionario de la URSS con la pérdida de la libertad para la clase obrera instalada en el estalinismo, tampoco hacían apetecibles para las masas obreras del centro y del occidente europeos los programas de los partidos comunistas. Así pues, estos seguían siendo muy minoritarios, mientras el colectivo de trabajadores se decantaba por las reformas socialdemócratas y la lucha sindicalista en un plano económico.

A finales de los años 20 el proceso de administración hacendística del occidente vuelve a tener crisis y se empiezan a preparar desde ahora la serie de motivaciones que condicionarán a la II Guerra Mundial. El enorme tren de sobreproducción de la industria occidental, y sobre todo la Norteamericana, fue el detonante que condujo al crack económico de 1929. Y puesto que el imperialismo económico americano había extendido ya sus redes por gran cantidad de países europeos, su marasmo de crisis hacendística produjo una terrible convulsión en todo el mundo occidental capitalista.

La Italia de 1922 encontró en Benito Mussolini un nuevo jefe de Estado, que tras acceder al poder a través de los mecanismos de la democracia liberal, suprimió el sistema de libertades que utilizara para ello e implantó una dictadura totalitaria y derechista:el fascismo. En 1931 el fascismo italiano se hallaba en pleno auge e incluso se dotó con expectativas de carácter imperialista en Africa. Mussolini creó una burocracia y una base social propicia para aceptar el irredentismo adoptado ante Alsacia, Lorena, el Sarre y los Sudetes, y la mística de la raza, postulados con los que concluía el cuadro de este nacionalismo, con capacidad para sensibilizar a las masas a partir de una técnica de manipulación.

Por otra parte, la derrota de la I Guerra Mundial abrió en Alemania la etapa democrática de la República de Weimar. Pero el legado del desastre y de la gestión del II Reich Imperial fue demasiado gravoso para la joven democracia dirigida por los socialdemócratas, y la crisis económica catalizó el proceso de descomposición social. La democracia se debilitó por la confrontación de diferentes factores contrapuestos, y en pleno proceso, emergió Adolf Hitler y su partido nacionalsocialista, cuyo objetivo principal era la lucha contra el comunismo, pero también los postulados antisemitas y la "solución" para salvar a Alemania, vinculada a la promesa del Tercer Reich. En 1931, Hitler fue presentado como candidato a la presidencia de la República por una coalición ultraconservadora. Venció el mariscal Hindenburg, pero en enero el derrotado regresó victorioso. El Führer formó gobierno respaldado por las urnas, que luego destruyó de inmediato para instaurar un régimen totalitario. Aunque durante la República de Weimar, las agitaciones sociales causaron gran inquietud en el seno del capital monopolístico, fue mayor la preocupación entre la pequeña y media burguesía. Ésta, a la vez que veía disminuido su poder adquisitivo y su capacidad económica, veía desmoronarse por completo sus influencias sociales y políticas, al sentirse emparedada entre la preión proletaria y las instancias del alto capital financiero.

En Francia y Gran Bretaña, bastiones históricos de la democracia liberal, el sistema se sostuvo a la defensiva. El presidente francés Paul Doumier fue asesinado en 1932 y el Gobierno de izquierda moderada de Edouard Herriot se hallaba desbordado por la problemática económica. Los primeros ministros comenzaron a sucederse sin apenas gobernar.

Del año 33 al 34 se encuentran instalados en el centro y en el occidente de Europa tres regímenes autoritarios, el de Portugal de Salazar, hombre de convicciones ultracatólicas y extremadamente conservadoras, la Alemania de Hitler, y la Italia de Mussolini, el primero parafascista y los dos últimos claramente fascistas.

Stalin sintiendose amenazado por el auge de los régimenes ultraderechistas promueve en el occidente, por medio de los partidos comunistas, los frentes populares que aglutinarán a los proletariados y a las burguesías liberales frente al fascismo, que se encuentra en su momento expansionista.

Esta es la situación en el plano internacional y sobre todo europeo, en el momento en que se va a producir en España la Revolución de Octubre de 1934.

1.1.2. PANORAMA NACIONAL

Desde principios de siglo “el movimieno obrero español había adquirido un ritmo de expansión y de radicalización mayor que el resto de los proletarios organizados eurpeos”. La huelga general decretada por la CNT en 1910 había dado lugar a que el sindicato fuera puesto fuera de la legalidad inmediatamente despues de su fundación. A partir de entonces se va a producir una radicalización sindical que no sólo afectaba a los anarcosindicalistas, sino que también la UGT va a forzar la situación social y proletaria con el fín de no quedarse estancada.

Esta radicalización se benefició de una situación exterior que para la economía española iba a ser muy propicia: la I Guerra Mundial, que había estallado en 1914. Durante el conflicto, la neutralidad española había hecho del país un gran centro comercial para los dos bandos en lucha. La coyuntura económica era muy favorable, las industrias ya creadas trabajaban a pleno rendimiento, otras se crearon entonces, y los productos del campo y del subsuelo se vendieron a precios muy rentables. Las divisas llegaban con facilidad al Tesoro Público, pero junto a esto, se daba también la mayor coyuntura para el desarrollo del movimiento obrero, y ello culminó en la Huelga General Revolucionaria de 1917 para la que las dos centrales sindicales habían unido sus efectivos. El fracaso de esta huelga y su represión volvió a desunir al movimiento obrero y desanimó a los grupos más agresivos de la UGT, así como proporcionó una coyuntura favorable a los hombres moderados del PSOE como Besteiro o Fernando de los Ríos, que quitando presión a los movimientos sindicales y sociales buscarán, las soluciones en el campo político. Por el contrario la CNT aumentará su radicalidad.

El final de la coyuntura económica, tras finalizar la guerra, trae consigo el paro laboral, la menor capacidad adquisitiva de la clase obrera y una mayor inseguridad en los puestos de trabajo. Todo ello junto con los problemas que producía la repercusión en la Península de la Guerra con Marruecos se tradujo en una gran agitación tanto política como sindical y en un mayor alejamiento de las centrales sindicales, que con el fin de paliar la crisis, optan por posturas diferentes.

“Frente a la radicalización de la CNT, la UGT iba accediendo a posiciones mas conservadoras, lo que supuso que cuando el General Primo de Rivera intenta su solución a la crisis planteada en el seno de la burguesía liberal por medio de la Dictadura, la UGT y el PSOE pactaron con él una colaboración para crear los Comites Paritarios y los Jurados Mixtos, mientras que la CNT era puesta fuera de la ley”.

Primo de Rivera trató de solucionar el problema del acuciante paro obrero por medio de las obras públicas (pantanos, carreteras, regadíos,..), pero no todas estas obras fueron rentablemente llevadas a cabo, y por otro lado, vaciaron las arcas del erario público, de modo que cuando sobreviene la crisis económica del 29 con el crack de Wall Street y su repercusión a nivel internacional, España se encuentra sin reservas y planes apropiados, así como con una estructura económica que no le permite hacer frente a aquella difícil situación. Resultado de todo ello fue el descontento de la burguesía con la dictadura, lo que trajo consigo la caída de Primo de Rivera.

“El descontento de la burguesía económica con el régimen, y el descontento tradicional de los intelectuales con las formas autoritarias tradicionales en España, había puesto en contacto a estos grupos con la corriente socialista, ahora dirigida por líneas de moderación. El resultado fue "El Pacto de San Sebastián", que iba a abrir las puertas a la II República en abril de 1931”. Mientras que la central ugetista, en este periodo más vinculada al partido socialista, participaba activamente en la creación del Pacto, la CNT no había intervenido, pero despues de muchos años de persecución y vida clandestina, había dado luz verde a aquella inciativa de burgueses liberales y socialistas moderados, con la esperanza de encontrar mejores condiciones para la lucha obrera dentro del nuevo régimen. Así se inaugura el 14 de abril de 1931, tras la derrota electoral de los monárquicos en unas elecciones municipales, la II República, apoyada por una burguesía que nunco tuvo fuerzas para defenderla. “El escaso desarrollo industrial de España no había permitido la formación de una base social burguesa de suficiente entidad, así que aquella era una República de intelectuales que contaba con el consentimiento condicionado de la clase obrera”.

Los socialistas, junto con la burguesía liberal, en un principio se comprometieron a fondo con la República y su cometido. Éste programa se centró en el impulso industrial, la reforma del ejército, la reforma de la enseñanza, la laicaización, y puesto que España era un país eminentemente agrario cuyo campo estaba, en su mayor parte, en poder de muy pocas manos de terratenientes, la puesta en marcha de una reforma agraria que habría de tener como consecuencia la creación de una base de pequeños propietarios, bajo el lema de "la tierra para el que la trabaja".

Desde el punto de vista reformador, la burguesía intelectual había puesto el acento en desarmar las instituciones tradicionales de represión, armada e ideológica (reforma del ejército, creación de la Guardia Civil de Asalto como cuerpo fiel a la institución republicana, la separación de poderes con relación a la iglesia, la Ley de Enseñanza) puesto que para ellos el problema de España era un problema de libertad, cultura y europeización. Por otra parte ante las constantes presiones sociales para que se llevaran a cabo las reformas estructurales en el orden económico y social que reclamaba la clase obrera; el partido socialista, con la UGT fueron víctimas de la contradicción de una pstura que les exigía su alianza con la burguesía con abandono de todo proyecto revolucionario que satisfaciera a sus bases obreras. Las consecuencias fueron la tibieza reformista de la burguesía desasistida que se siente sin fuerzas para proponer y mucho menos para llevar a cabo una verdadera reforma agraria. La impotencia de esta burguesía, el desprestigio del PSOE y la UGT junto con el abandono de la CNT promueve la situación de crisis que se dirimirá en las dos elecciones de 1933 a las que la derecha unida va a comparecer en torno a la plataforma liderada por Gil Robles, la CEDA. La abstención decretada por la CNT y la desilusión que siente la clase obrera dará como resultado el triunfo holgado de la derecha española.

Como consecuencia de esto, y debido a una situación internacional en la que empiezan a aperecer gobiernos de tinte fascista en el exterior, se dá en nuestro país un toque de alarma en el que los socialistas no están dispuestos ya a defender una República que sirva de puerta de entrada al fascismo. Es así como los socialistas empiezan a pensar en la revolución y en su puesta en práctica en la zona más radicalizada de su militancia: Asturias.

1.1.2.1. MOVIMIENTOS SINDICALISTAS EN EL PANORAMA NACIONAL

“El hecho de la irrupción de las masas en la vida pública, que domina la historia contemporánea, no se produce siempre siguiendo los mismos pasos. En el siglo XIX, la democracía política se instauró por el sufragio universal; el régimen parlamentario parecía entonces su expresión natural. En el siglo XX, el sindicalismo obrero se presenta también como un instrumento necesario de la democracia social”. Abordar la temática del movimiento obrero en la II República significa adentrarse y analizar como puntos de referencia dos grandes organizaciones obreras: la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación General del Trabajo (CNT).

La UGT, vinculada al PSOE, constituyó un sólido punto de apoyo del frente político reformista y, solamente cuando la inpeancia de éste se combinó con la agresividad de las derechas, comenzó a configurarse una tendencia izquierdista, progresivamente orientada hacia posiciones revolucionarias. Los hechos de octubre marcan esa inflexión ugetista.

La Confederación Nacional de Trabajadores mantuvo frente al nacimiento de la República y el reformismo, una actitud de expectativa, e incluso de tolerancia en algunos momentos. Sin embargo persistió siempre ejerciendo una presión agitadora sobre el Gobierno reformador y cuando éste aumentó su dureza represiva, el anarcosindicalismo disolvió toda contemporización.

Por otra parte cabe señalar que la incidencia del Partido Comunista no fue en modo alguno relevante hasta 1936. Luchó sin mucho éxito sobre todo por apropiarse la dirección en los sindicatos ya constituidos, consiguiéndolo en muy pocs casos y a muy escaso nivel. El crecimiento espectacular tendrá lugar durante la Guerra Civil gracias a la ayuda soviética al bando republicano, condicionada a un crecimiento de la influencia política del PCE y a favor también de su política que contaba con las simpatías de la pequeña burguesía proletaria e intelectual.

La complejidad del tema sindical estriba en la diversidad de análisis sobre el papel del movimiento obrero y su naturaleza radicalmente revolucionaria.

Es necesario señalar que a partir de los criterios elaborados por Josep Pla “la dureza del movimiento obrero anarcosindicalista, su "apoliticismo" que le hacía impermeable al pacto, habría sido el factor desencadenante de la crispada historia contemporánea española, al menos en el siglo XX”.

No hay duda acerca del caracter radicalmente subversivo y revolucionario el anarcosindicalismo nacional, así como su continua negación al pacto y la negociación. Las derechas españolas fueron, por su parte, tan radicalmente reaccionarias como ferozmente revolucionario fue el anarcosindicalismo. Unas y otras se correlacionaron en su intransigencia.

“En aquellas naciones de Europa en que las burguesías supieron generar un discurso y una práctica politico-reformista los movimientos obreros fueron integrados politicamente en el marco democrático de las sociedades capitalistas, en cambio en países como España o Rusia, donde predominaba una burguesía debilitada por sus pactos con ideologías ancladas ideologicamente en el Antiguo Régimen, la respuesta obrera se identificó con la radicalidad y la revolución”.

Los movimientos obreros nacidos en el siglo XIX y desarrollados a principios del XX -como fue el caso español- tuvieron una rebeldía inusitada desde practicamente su nacimiento. En la historia española los liberales nunca pudieron copar el poder suficiente para desarrollar su esquema sociopolítico, ya que las clases dominantes no aceptaron concesiones que restringiese su privilegiada situación.

Al abrirse el paréntesis republicano la UGT se hallaba desprestigiada por el colaboracionismo de varios de sus dirigentes con la dictadura de Primo de Rivera y por la presencia de la organización en los comités "paritarios" utilizados por aquel régimen para solventar la problemática social. Sin embargo su influencia seguía siendo muy importante, lo mismo que su papel de transmisión del PSOE. En el momento de proclamarse la II República y durante el periodo reformista supo acogerse a la moderción que preconizaban Prieto y Besteiro. Sin embargo, su dirección sindicalista, en la que Largo Caballero representaba la tendencia radical, comenzó a mostrarse en desacuerdo con la política prietista y con la del Gobierno de Azaña, tras el golpe de Estado fallido del 10 de agosto de 1932 dirigido por el general Sanjurjo.

“Respecto a la incidencia de la UGT entre las clases trabajadoras no hay más datos que los relacionados con el Congreso XVII, que la organización celebró durante el periodo republicano en octubre de 1932. En su seno se integraban numerosas corporaciones sindicales de profesiones liberales”. Su influjo era poderoso en Madrid, en Asturias, en el País Vasco, parte de Andalucía y del Levante Ibérico excepto Catluña, dominando en los sectores de servicios, minería y ferroviarios*.

Teniendo el sindicalismo ugetista como soporte, por la presencia de Largo Caballero en el Gobierno republicano y varios ministros socialistas, “el Gabinete promulgó en abril de 1931 la Ley de Jurados Mixtos”, que reunía a representantes de la patronal y de los trabajadores bajo el arbitrio de un delegado gubernamental. Esta ley tenía como objetivo contener en los límites legales al movimiento obrero, y frenar, en la medida de lo posible, la estrategia de acción directa de la CNT.

“Entre el 11 y el 16 de junio se reunió en Madrid el Congreso extraordinario de la CNT”. En él se confrontarían abiertamente dos formas de concebir el anarcosindicalismo, movimiento predominante en Cataluña, Levante, Andalucía y Aragón, englobando los sectores de la construcción, metalurgis y agricultura.

El resultado de la crisis interna de la CNT fue el nacimiento de la corriente trentista o moderada, auspiciada por un manifiesto firmado por treinta dirigentes encabezados por Angel Pestaña*. Sin embargo, la eclosión trentista se produjo en un momento de intensa agitación social, en una coyuntura poco propicia para haber podido influir con mayor solidez en la confederación y haberla podido frenar en sus movimientos huelguísticos. Lo cierto es que el moderantismo trentista quedó atrapado entre la radicalidad de los hechos y la aversión que despertó entre sus adversarios.

La presión social no facilitó la labor de los sucesivos gobiernos republicanos. Los grupos financieros disminuyeron sus inversiones a la vez que exportaban capital al exterior, mientras las clases trabajadoras solicitaron amplias mejoras laborales, presionando al Gabinete con numerosas huelgas. “Si en 1930 el número de manifestaciones de protesta en las que se interrumpía la jornada laboral había sido 302, en 1931 los conflictos de este tipo se doblaron y se realizaron 734 huelgas que involucraron a 287.711 trabajadores”. Ante esta situación el Gobierno central llegó a estudiar la posibilidad de un decreto, preparado por el ministro de gobernación, Maura, que limitara los excesos de los patronos y los trabajadores, pero claramente destinado a cercar al anarcosindicalismo, el asunto fue posponiendose hasta quedar olvidado.

1.1.2.2. SINDICALISMO EN ASTURIAS

En Asturias, en vísperas del movimiento revolucionario, preponderaba el grupo socialista-ugetista que dominaba la capital, Oviedo, y la mayor parte de las cuencas mineras. Importante había sido la influencia de Manuel Llaneza, hombre de gran prestigio en la zona y simpatizante de la línea reformista de Prieto y Besteiro*. Entre sus contribuciones al sindicalismo asturiano destaca la creación del Sindicato Minero. Otros hombres importantes, aunque de una línea más radical del socialismo asturiano, fueron Belarmino Tomás, Amador Fernández Y González Peña*.

Por su parte el grupo anarcosindicalista controlaba principalmente las ciudades principales de Gijón y la Felguera, y en menor grado Avilés y el concejo de Grado. A éste sindicato pertenecían hombres como Eleuterio Quintanilla, de la línea trentista, o Joaquín Entralgo, González Mallada y Jose María Martínez*.

Una de las características del grupo anarcosindicalista asturiano fue su defensa constante de la unión obrera de base y el entendimiento con la UGT, postura defendida por ellos incluso en los congresos de rango nacional. Esta cooperación constituyó la base más sólida de la "Alianza Obrera", que hizo posible el hecho de la revolución asturiana.

En una línea secundaria, los comunistas se englobaban en lo que mas tarde se constituiría como el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), y su incidencia no era muy numerosa en la región.

La Alianza Obrera se constituyó sobre la base de dos representantes anarcosindicalistas, dos socialistas-ugetistas y dos comunistas. Aunque estos últimos no tenían base suficiente para la representación fueron admitidos en la Alianza con la intención unificadora de que el movimiento obrero se convirtiese en un único frente con objetivos comunes.

Otra facción obrera minoritaria, no formaba parte del movimiento proletario general. Se trataba de una parte de la minería de la zona de Aller, con el enclave más importante en Moreda. Este grupo estaba organizado sobre una base confesional católica, propugnada por su fundador, Arboleya, y se había destacado del resto del proletariado asturiano, que siempre se había caracterizado por su radicalidad combativa y su espíritu cooperativo.

En el año 34, el fascismo asturiano (falangismo) era practicamente inexistente. Tenía cierta fuerza sin embargo, la derecha moderada que se aglutinaba en torno a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) dirigida por Gil Robles.

El bando liberal de Melquiades Alvarez estaba en decadencia, y aunque mantenía sus posiciones desde el periódico "El Noroeste" de Gijón, había sido arrollado ya por el impulso de un movimiento obrero muy radicalizado que iba ya sensiblemente mucho más allá de las posiciones republicano-liberales.

!.2.REVOLUCION DE OCTUBRE (1934)

Ante una situación social claramente conflictiva, y una coyuntura política y económica marcada por ideologías exacerbadas, los movimientos sindicalistas encontraron en las masas populares una base suficiente como para aprovechar el momento propicio. Aquellas zonas más industrializadas y cuyos fervores sindicales eran más radicales, fueron las protagonistas de los sucesos belicosos que marcaron las revueltas anteriores a la Guerra Civil.

B.1. PROLEGOMENOS DE LA REVOLUCION DE OCTUBRE

La llamada Revolución de Octubre es el desenlace de toda una larga gestación crecientemente agresiva en la que los dos polos o extremos de las ideologías más radicales imperantes en el país se enfrentaron y agredieron una y otra vez. A medida que los grupos ultraderechistas fueron incrementando sus filas y radicalizando sus actuaciones, en la izquierda, al sindicalismo revolucionario de la CNT se sumaba la creciente bolchevización de UGT y la proliferación de grupos marxistas.

“A finales de enero de 1934, en Bilbao, se produjo una huelga general en señal de protesta por un acto en el que el intelectual ultraderechista Federico García Sanchís pronunció una conferencia de contenido desestabilizador. Lo que demuestra hasta que punto existía una sensibilización popular y unas expectativas de respuesta”.

Por aquellos mismos días numerosos centros universitarios de diferentes regiones del país fueron escenario de violentos enfrentamientos entre estudiantes de la Federación Universitaria Española (FUE), de tendencia izquierdista, y los de ideología falangista.

Como estos choques entre los partidarios de las dos ideologías proseguían, e incluso los enfrentamientos llegaron a producir víctimas entre los manifestantes, el Gobierno anunció la ampliación de las plantillas y dotaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Numerosas huelgas dificultaron la salida de periódicos derechistas. En Asturias, en la localidad de Rivera, el Ayuntamiento fue asaltado y ocupado por el pueblo. La situación en las cuencas mineras era de gran tensión.

Mientras estos enfrentamientos fueron haciendose progresivamente más agresivos y las huelgas generales proliferaban por toda la geografía española, “el Gobierno decidió cerrar los locales de la FUE y de Falange, a la vez que algún local socialista fue asaltado por elementos falangistas”.

“La provocación de la derecha llegó a tal extremo que el Parlamento aprobó un suplicatorio para proceder contra el lider ultraderechista Primo de Rivera, acusado de tenencia ilicita de armas, y sobre todo por haber dirigido una demostración paramilitar en el Aeródromo del Club del Aire de Entremera “.

En Barcelona, el día 26 de julio, un grupo de nacionalistas exaltados incendió el Palacio de Justicia como señal de protesta por el encausamiento de un simpatizante.

Rumores de indisciplina y conspiración decidieron al Gobierno a arrestar al general Gil Yuste, y en las localiddes vascas se sucediron numerosas manifestaciones autonomistas.

En el último día de agosto fure víctima de un atentado mortal el dirigente comunista Joaquín de Grado y un grupo de militantes socialistas ocuparon y destruyeron los locales de la CEDA en Bilbao. Al mismo tiempo era clausurada la Casa del Pueblo de Madrid, vinculada al PSOE, con la acusación de ser sede de conspiraciones. Por la misma fecha en Asturias fue descubierto un importante arsenal de armamento destinado a actividades izquierdistas.

La vida de los partidos políticos se hizo dificil, impactada por una situación social tan explosiva.

En este marasmo político cabe destacar la importancia que supuso el nacimiento de la Alianza Obrera, pacto de la izquierda que aglutino a todas las organizaciones sindicales en 1934.

Ya en 1933 había nacido en Cataluña una Alianza Obrera inspirada por Joaquín Maurín y que aglutinaba al Bloc Obrer i Camperol, la Unió Socialista de Catalunya, la sección catalana ugetista, el trentismo anarcosindicalista de Pestaña, la Unió de Rabassaires y un grupo dirigido por Andreu Nin, llamado Izquierda Comunista. Su objetivo era defender las conquistas obreras y extenderse como unión fuera de Cataluña.

La ocasión fue en 1934, tras la victoria de las derechas en los comicios. Largo Caballero recibió en Madrid a Maurín y de aquella reunión salió el proyecto de expansión de la Alianza Obrera, que en mayo de aquel año era ya una realidad siendo su primer objetivo derrotar al "fascismo". Las proposiciones hechas a la CNT no surtieron efecto. los anarcosindicalistas rechazaron el pacto por considerarlo practicamnte defensivo, cuando lo que ellos pretendían era pasar a la ofensiva revolucionaria. Solamente la CNT asturiana se vinculó bajo el peso de la coyuntura revolucionaria allí existente.

B.1.A. ORIGINALIDAD Y DESARROLLO DE LA ALIANZA OBRERA EN ASTURIAS

Frente a una política divisionista promovida en las centrales obreras españlas desde comienzos de siglo y que había tenido momentos fugaces de superación, como ocurrió en la huelga revolucionaria conjunta de 1917, y frente al fracaso de los intentos unionistas ocurridos en los congresos separados de las centrales sindicales, así como la acentuación de la separación producida por el hecho de que la UGT había llevado una política de apoyo a la República, mientras que la CNT se había enfrentado abiertamente a ella en el campo de las luchas sociales, en Asturias se produce un fenómeno inédito en la historia de las dos centrales, el apoyo a la Alianza Obrera.

Este fenómeno viene apoyado en una tradición ue había dado lugar a un mayor entendimiento entre estas dos agrupaciones a nivel asturiano, puesto que hay que tener en cuenta que el máximo jefe socialista de la Revolución, Belarmino Tomás, había formado parte, en su juventud, de los grupos sindicalistas de signo ácrata, y que en todos los congresos anteriores de la CNT habían sido los anarcosindicalistas asturianos como Quintanilla o Jose maría Martínez, paladines de la unión entre estas dos agrupaciones sindicales.

Dado que el peligro de "fascistización" inmediata de España es el que decide a las formaciones socialistas a asumir la revolución, y dado también al hecho de su incapacidad para llevarla a cabo en solitario, se dan en Asturias las mejores condiciones para realizar esa revolución conjunta debido al alto grado de entendimiento entre ambas. El órgano unitario de esa revolución va a ser la Alianza Obrera, promovida fundamentalmente por la UGT y la CNT, a pesar de las reticencias de la FAI, que pensaba que todo frente único obrero debía producirse en el seno de la CNT, y a pesar también de la oposición del Partido Comunista que el 3 de octubre, 24 horas antes del estallido de la revolución había negado su apoyo a la Alianza Obrera, pero esto no impidio que el 5 del mismo mes, ese mismo PC solicitara el ingreso en la Alianza *.

En Asturias, el Partido Socialista decide decantarse por el levantamiento armado, alejándose así de los medios políticos y parlamentarios, que siempre había propugnado. Es cierto que no todos los sectores del partido dieron su acuerdo al movimiento revolucionario, pero incluso representantes de sectores moderados, como Indalecio Prieto, dieron su aprobación al desembarco del alijo de armas clandestinas del "Turquesa" en San Esteban de Pravia *.

Lo más original, sin embargo, en lo que respecta al proletariado asturiano no fue el levantamiento mismo, sino la manera de conducirlo, pues mientras en el resto de Europa, siguiendo las consignas de Stalin, se constituían frente al fascismo los Frentes Populares, que representaban la alianza del proletariado con las burguesías liberales, lo que significa una renuncia a la revolució socialista por parte de la clase obrera aconsejada por los partidos comunistas, en Asturias el proletariado recurrió a un puro frente clandestino, constituyendo la Alianza Obrera, y haciendo de ella el instrumento de la revolución proletaria.

Tras la unanimidad en la aprobación de la Alianza entre las centrales sindicales, se procede a la composición del Comité Ejecutivo Regional en Asturias, decidiendose que el cargo de Presidente fuese ocupado por Bonifacio Martín, representando al PSOE y a la UGT, como Vicepresidente se eligió a Manuel Grossi, representando al Bloque Obrero y Campesino y a la Izquierda Comunista. De Secretario a Jose María Martínez, representando a la CNT, y el Tesorero sería Graciano Antuña, miembro del Sindicato Minero UGT. Entre otros miembros destacados estaban asimismo representantes de las Juventudes Socialistas y las Juventudaes Libertarias, a la vez que representantes del Partido Comunista, incorporado más tarde, pero que también llegó a formar parte de la Alianza Obrera *.

Por entonces, las funciones básicas de este organismo se centraban principalmente en operar como organo de unidad de acción, como centro de propaganda unitaria y de mutua comprensión entre las organizaciones contratantes, como órgano de preparación y de conducción militar y como órgano de poder político y económico.

El grito consigna de este octubre revolucionario fue el de U.H.P. (Unios, Hermanos Proletarios), que se hizo famoso y siguió usándose mucho despues de la derrota de la Revolución de Octubre.

B.2. LA REVOLUCION DE OCTUBRE

Para algunos autores la llamada Revolución de Octubre fue la causa que, de algún modo, legitimaba la posterior sublevación derechista del 18 de julio de 1936. El atentado contra la propia República perpetrado por parte de las fuerzas sociales y políticas que la habían traído, despojaba de toda autoridad a esas mismas fuerzas.

El ambiente posterior a diciembre de 1936 en el ámbito sociopolítico estaba crispado. Los medios de opinión derechistas denunciaban desde hacía meses la existencia de un plan revolucionario. Los medios izquierdistas denunciaban, por su parte, el plan derechista de vaciar de contenido todos los logros obtenidos durante el bienio reformador, y la intención de revisar la Constitución para desnaturalizar la República *.

Cataluña y Asturias fueron los dos grandes focos de la rebelión de 1934.

B.2.A. ASTURIAS

El comunicado gubernamental del 3 de octubre anunciando el nuevo gobierno de coalición radicalcedista fue la señal para el levantamiento. El objetivo aparente era impedir la entrada de la CEDA en el Gobierno.

El día 5 de octubre la rebelión estalló en Asturias, dirigida por la Alianza Obrera, cuyos dos pilares básicos eran los socialistas y los anarcosindicalistas, además de una minoría comunista. En Gijón se convocó una huelga general, que fue seguida por numerosas ciudades como Salamanca, Sevilla, Córdoba, Murcia, Bilbao, San Sebastian, Valencia, Segovia y Jaén. En Madrid salió inmediatamente el ejército a la calle para realizar los servicios públicos

C.. GUERRA CIVIL (1936-1939)

C.1.. CAUSAS QUE LA ORIGINARON

.. " La Guerra de España es la única ocasión histórica en que nuestro país ha jugado un papel protagonista en la historia del siglo XX, aunque fuera como sujeto paciente de un acontecimiento de enorme repercusión. Tan sólo en la transición a la democracia España ha resultado protagonista de un suceso de más gratas consecuencias". 35

.. Hasta el último momento la Guerra Civil pudo ser evitada. Los testigos presenciales, en especial los de relevancia política niegan esa posibilidad, pero la prueba feaciente de que no era necesario un coflicto de tan drásticas consecuencias lo encontramos en los postulados de algunos autores que defienden la tesis de que de haber sido otro el comportamiento de César Quiroga, o si hubiera sido sustituido ante por Martín Barrios, el curso de los acontecimientos podría haber sido otro. 36

.. En realidad pocos desearon originariamente la guerra, pero con el trascurso del tiempo esa minoría que pretendía el conflicto consiguió la complicidad, activa o pasiva, de sectores más amplios. Cuando esto sucedió y la barbarie creó un abismo entre dos sectores de la sociedad española, fue cuando la guerra resultó inevitable.

.. Es estallido de la guerra civil no pudo ser atribuido a factores de caracter externo por muy cierta que sea la ayuda prestada por Italia a sectores monárquicos, tradicionales y falangistas; así como la ayuda soviética a los bandos izquierdistas. Ni esa ayuda hubiera bastado para intentar la sublevación contra la república, en el primero de los casos, ni era creciente sino estable y moderada en el momento de la conflagración.

.. Los tres grupos insurgentes, cuyo único objetivo común era una ideología de derechas o más bien el intento de una conspiración contra el Frente Popular, se confabularon primero separadamente y más tarde cooperativamente para intentar llevar a cabo sus ideas más radicales.

.. Fue el tradicionalismo quien organizó más tempranamente la conspiración con sus propias huestes, sin cejar por un momento hasta el mismo estallido de la guerra.

.. También falange Española, por su ideario y por su afiliación juvenil y entusiasta, que por aquel entonces crecía meteoricamente, estaba en condición de conspirar contra el régimen republicano y derribarlo a través de métodos violentos. Así lo hizo, pero siempre mantuvo cierta ambigüedad con respecto a los militares. "Por un lado Jose Antonio Primo de Rivera desde la cárcel de Alicante dirigió escritos a los militantes españoles presentando un panorama desolador del apís y animándoles a la acción, por otro, hay que tener en cuenta que entre un ideario de indudable significación fascista, necesariamente tenía que haber tensiones y dificultades." 37

.. La última fuerza de derecha durante la República, la CEDA, era también la más importante y nutrida. Parece indudable que algunos de sus diputados colaboraron en la preparación de la sublevación, las JAP se estaban pasando masivamente a Falange y Gil Robles había perdido el control de sus masas. Pero había un sector en el partido que no estaba dispuesto de ninguna manera a romper con la trayectoria posibilista y de colaboración con la legalidad republicana que le había caracterizado hasta aquel momento.

.. La conspiración contra el Frente Popular no fue primordialmente protagonizada por grupos políticos sino militares, aunque no se tratara de una conspiración exclusivamente militar fundamentalmente estuvo protagonizada por la generación castrense africanista de 1915 y tuvo como rasgo característico la voluntad de utilización de la violencia desde el primer momento, que era producto de las tensiones que vivía el país y que tuvo como resultado que lo sucedido no fuera un pronunciamiento clásico sino una guerra civil. 38

.. La extrema izquierda, el Gobierno y los sublevados pensaba que la suerte del país se derimiría en pocos días. Sin embargo, lo que sucedió en los dramáticos tres días de julio fue, "que el alzamiento transformó las confusas pasiones de principios de verano en alternativs elementales y en estusiasmos rudimentarios".39 Aunque muchos intentaron la neutralidad hubo que elegir, al final, entre uno de los bandos en que quedó dividida España.

.. La sublevación se inició en Marruecos y en un clima de confusión y exacerbada radicalidad ideológica los sublevados se impusieron rapidamente en tan sólo dos dias (17 y 18 de julio).

.. A partir de estos días la sublevación se extendió a la península produciendo una confrontación cuyo resultado varió dependiendo de las circustancias diversas: el grado de preparación de la conjura y la decisión de los mandos implicados en ella, la unidad o división de los militares y de las fuerzas del orden, la capacidad de reacción de las autoridades gubernamentales, el ambiente político de la región,... Allí donde la decisión partió de los mandos y su acción fue decidida, el éxito acompañó casi invariablemente a su decisión, si el ejército se dividió y existió hostilidad en un parte considerable de la población el resultado fue el fracaso de la sublevación.

C.2.. VISION GENERAL DE LA CONTIENDA A NIVEL NACIONAL.

.. "En la noche del 17 de julio, el gobierno de Casares Quiroga sabe que el ejército de Africa se ha sublevado, pero no toma en serio la cvestión y pierde día y medio en decidir si arma a los sindicatos que, tan pronto conocen la noticia, reclaman armas y milicias populares. En la noche del 18, dimite el Gabinete dando paso al gobierno moderado de Martínez Barrio". 40

.. La resistencia al golpe no fue obra del gobierno, sino más bien de las masas populares.

.. La reacción de las distintas potencias internacionales será decisiva e inseparable de la marcha de la guerra civil. Europa está dividida en tres bloques: países fascistas, comunistas y democracias liberales. La intervención más o menos directa de los dos primeros será el pretexto de los terceros para reclamar la "no intervención", alegando que la guerra española era un conflicto interno que no les afecaba. 41

.. Desde las tres de la tarde del viernes 17 de julio hasta la noche del 20 de julio, tiene lugar el alzamiento. El 17 triunfó en Marruecos, con duras luchas sólo en Larache. El 18 y 19 triunfan los generales Cascajo en Córdoba, González de Lara en Burgos, Saliquet en Valladolid, Mola en pamplona, Cabanelles en Zaragoza. En Sevilla el general Queipo de Llano debe enfrentarse varios días a la resistencia obrera. En Oviedo, el coronel Aranda, que se define republicano, logra el triunfo tras enviar una columna de obreros hacia León. Las islas Baleares y Canarias también se pasan al alzamiento.

.. En Galicia la sublevación no se produjo hasta el día 20, como en León, tras vacilaciones de las autoridades republicanas en armar al pueblo.

.. El 28 de julio los republicanos controlan 350.000 kilómetros cuadrados, y los nacionales 175.000 incluyendo Marruecos. La población de la zona republicana era tres veces mayor a la de la nacional. 42

.. Comienza en agosto la guerra relámpago hacia extremadura, que se conquista estableciendo contacto los ejércitos nacionales del norte y del sur en Aljucén. Tras la campaña del Tajo, el avance se detiene en Madrid.

.. A partir de enero de 1937 los refuerzos alemanes e italianos son considerables. los republicanos, por su parte, crean las seis brigadas mixtas, al mando de tres comunistas, un anarquista y dos militares de carrera. Desde diciembre comienzan a llegar las brigadas internacionales, en las que predominando los comunistas, hay también liberales. 43

.. Entre los izquierdistas no hay coordinación en el mando. Los contrataques republicanos en Brunete, Belchite, Huesca y Segovia no consiguen distraer la atención del Norte.

.. A pesar de su inicial resistencia, Franco decidió trasladar el eje de la guerra a la zona Norte a finales de marzo de 1937, y fue esta una decisión acertada porque sin duda la guerra se decidió en la campaña del Norte. Desde comienzos de abril hasta octubre, de forma sucesiva, el ejército sublevado conquistó Vizcaya, Santander y Asturias modificando completamente el avance inicial de fuerzas establecido en 1936.

.. " La zona Norte estaba al menos a 200 kilómetros del resto de territorio conquistado por el Frente Popular y se extendía a los largo de un frente de 300 kilómetros teniendo tras de sí a un millón y medio de habitantes, con una profundidad de tan sólo 30 o 40 kilómetros. A esta incierta situación estratégica hay que sumar problemas graves nacidos del cantonalismo en la dirección y de la insuficiencia de recursos militares". 44 Ramón Gonzáles Peña, el diputado del PSOE, que desempeñaba funciones de comisario en Asturias, aseguró refiriendose a la situación existente que " es mejor un mando malo que dos buenos". 45

.. Hasta diciembre no se produjo la unificación que redujo a tres unidades políticas y de mando las existentes en el Norte (los de Santander, Burgos y Palencia, el Consejo de Asturias y el Gobierno vasco), pero aún así el grado de unificación fue muy relativo.

.. Las operaciones nacionales se iniciaron el último día de marzo de 1937 y desde un principio se caracterizaron por el empleo sistemático de la aviación y la artillería con una tremenda potencia de fuego. En el transcurso de la campaña de Vizcaya que terminó en junio de 1937, tuvo lugar la operación militar más discutida de la guerra española: el bombardeo de Guernica, acontecimiento ocurrido el 26 de abril de 1937 y que supuso la práctica destrucción de la ciudad.

.. " La campaña de Vizcaya fue determinante en la guerra civil tanto por los medios empleados como por la impresión de que las unidades empleadas, en especial las atacantes, tenían una elevada calidad militar. En cambio, las del ejército Popular siguieron ofreciendo una apreciable semejanza con la de la época de la guerra de columnas". 46

.. En Santander el ejército sublevado aplicó las maniobras aprendidas y fue capaz de ejecutar unos ataques estudiados que tuvieron éxito fulminante en la práctica. Esta provincia tenía una significación marcadamente derechista y cuando fracasó la sublevación hubo un elevado número de prisioneros y en la última quincena de agosto cortaron el frente de Norte a Sur rompiendo las comunicaciones con Asturias.

.. " Santander fue la mayor victoria que los sublevados habían obtenido hasta el momento y la primera ocasión en que habían dado la sensación de que comprendían que en una guerra lo decisivo no es tanto la ocupación del terreno como la destrucción del adversario". 47

.. Lo sucedido en Asturias durante los meses de septiembre y octubre de 1937 demuestra hasta que puto puede ser decisiva en una guerra la moral para la resistencia. Zugazagoitia escribe que Santander "no tenía nada que esperar del Gobierno porque su destino era ya conocido" 48. Esto es mucho más cierto en el caso de Asturias, donde la desigualdad de efectivos era absoluta en todos los terrenos, pero donde la resistencia fue mayor, sobre todo en la segunda parte de la campaña. Durante la primera quincena de septiembre el avance franquista fue decidido, bastando en ocasiones el fuego de la artillería o la acción de la aviación para que se produjera el colapso del adversario. Luego el tiempo y la orografía tendieron a facilitar una resistencia encarnizada: "hubo un periodo en que fueron necesarios trece días para cubrir un avance de sólo ocho kilómetros." 49

.. A finales de agosto el consejo asturiano se declaró soberano, concentrando en sus manos toda la autoridad como si se desentendiera de las autoridades centrales y comunicando esta decisión a la Sociedad de Naciones, lo que para Prieto no tenía otra disculpa que "los dirigentes asturianos hubieran perdido la razón." 50. La desorganización tuvo como consecuencia un caos en la defensa y en la producción industrial, que hizo que Azaña enjuiciara "la verdad es que no he visto causa más justa servida más torpemente, ni buena voluntad peor aprovechada" 51. Esto se explica tras analizar una situación atípica en la que la población civil en su gran mayoría luchaba con aplomo para evitar una derrota que tacticamente estaba ya anunciada. Los mineros, obreros, y campesinos juntaron sus fuerzas como si de un sólo hombre se tratara, aprovechando cualquier arma disponible, cualquier momento adecuado, pero sin contar con un apoyo militar que proporcionase calidad estratégica o armamentística.

.. En una Asturias aislada, el Gobierno central llama al orden a su delegado, Belarmino Tomás, por su inconcebible anuncio de soberanía, a lo que el aludido contesta según recoge Zugazagoitia: "..Nosostros no culpamos (al) Gobierno de nada de lo que sucede (en el) Norte y son injustos al decirnos que nos declaramos cantón independiente, ya que nuestra única autoridad l reconocemos en (el) Goboerno actual con el que estamos y estaremos siempre dispuesto a defender, dando para ello cuanto fuese necesario". Tras recalcar la situación de la delegación provincial, el mismo delegado señala las causas de una decisión tan descabellada: "..Si (el) Gobierno hubises conocido (la) situación en aquel momento, tengo la seguridad de que no nos trataría tan injustamente como lo hace. Ejército hallase (en) situación moral (de) derrota, careciendo (de) medidas para hacerle pelear. (El) Cuerpo (del) Ejército (de) Euzcadi, (y) Santander, sólo recogiose hasta ahora tres mil hombres, los cuales huyen (al) oir (el) primer disparo, con lo cual desmoralizan también nuestra fuerza. Nosotros hacemos esfuerzos (para) levantar la moral". 52

.. Cuando acabó la lucha (Gijón fue tomado el 19 de octubre de 1937), todavía un elevado número de guerrilleros mantuvieron la resistencia distrayendo algunas tropas de Franco y testimoniando el carácter izquierdista de la provincia. La mayor parte de los dirigentes consiguieron huir a la otra zona por barco.

.. Tras esta derrota, en el Norte, y después de un paréntesis en que se intenta negocial por parte de la República, ésta toma la iniciativa en diciembre con la ofensiva sobre Teruel, que cae para ser reconquistada por los nacionales en febrero de 1938. El dispositivo republicano en el Este quedaba roto.

.. La ofensiva republicana sobre Belchite y luego sobre Teruel, realidazas por un nuevo ejército reestructurado por Indalecio Prieto, habían demostrado la fuerza republicana, pero también habían reforzado las defensas enemigas en el Este. En marzo comienza la gran ofensiva de los nacionales sobre Aragón.

.. Este nuevo avance obligó a los nacionalistas a buscar nuevos apoyos en Francia, donde el Frente Popular subía de nuevo al poder, Prieto intentó negociar la paz, pero fue sustituido y se abordó de nuevo la postura belicista.

.. Los nacionales llegaban en abril al Mediterráneo. La España republicana quedaba cortada en dos, "se produce la abolición del Estatuto de autonomía por los nacionales" 53, lo que supone un nuevo radicalismo en Cataluña, que facilita la resistencia. La batallla del Ebro comenzó el 25 de julio con el cruce del Ebro por los republicanos.

.. "Tras la caída de Barcelona el 26 de enero, más de 400.000 personas cruzaron la frontera francesa hacia el exilio." 54. Sin embargo, aún quedaba el ejército del centro. Los nacionales ocupan Madrid sin resistencia el 28 de marzo, rapidamente irían rindiendose las demás ciudades. El 1 de abril de 1939, un parte de guerra anunciaba el final de la misma.

I.

ABANDONO VOLUNTARIO YDESPIDO PROVOCADO

..En la primera década del franquismo el absentismo laboral se equiparaba a la deserción, debido principalmente al paralelismo que se había establecido entre mineros y soldados.

..Las autoridades militares apelaron durante estos años a todo el poder coercitivo que les era posible para limitar el constante goteo de abandonos sirviéndose para ello de notificaciones porparte de los patronos y por la obligación de volver a su puesto laboral bajo escolta de la Guardia Civil, si se producían negligencias en la asistencia laboral. Los castigos por esta falta, no guardaban no obstante relación con el Codigo de disciplina militar, puesto que la acuciante necesidad de mineral no aconsejaban alejar a los mineros de su centro de trabajo. A pesar de todo se solía cumplir el arresto en aquellos casos en los que la no asistencia se repetía sistemáticamente.

.."El tralslado voluntariio a otra empresa tampoco estaba permitido y para evitarlo se había establecido un sistema de constatación por el que el minero que solicitaba un nuevo puesto de trabajo debía entregar la documentación expedida por la comisión de Movilización, en la que acreditase la baja laboral permitida en la empresa donde anteriormente había prestado servicio".(8)

..Como quiera que el minero no podía abandonar su puesto de trabajo por propia voluntad, muchos de ellos adoptaron posturas radicales, que en ocasiones ponían en peligro su vida y la de los compañeros, con la intención de forzar el despido laboral.

.."Muchos mineros fueron sorprendidos en el interior de las instalaciones mineras, ya portando tabaco, cerillas o encendedores; ya fumando, o ya entregando la lámpara de seguridad en malas condiciones".(9)

..Estos mineros insurgentes eran castigados con arreswtos militares, tal como establecía el Código militar, aunque las sanciones no eran muy abusivas a no ser en caso de reincidencia, debido a la necesidad de mano de obra.

..Los castigos eran más severos en el caso de desobediencia, ya que tal conducta era interpretada como un delito de rebelión.

..La militarización laboral se presentó como una estrategia excepcional destinada a demoler las experiencias de clase que los mineros habían acumulado con anterioridad a 1936, y a garantizar que fuera satisfecha la demanda interna de combustibles sólidos.

..Bajo estas relaciones laborales, quedó poco espacio para la aparición de respuestas colectivas de los trabajadores, cristalizando principalmente comportamientos espontáneos, aislados e individuales,de rechazo.

..Al avanzar la década esta horma fue remitiendo, tanto por el afianzamiento del régimen como por el constante arrivo de inmigrantes, cuya incorporación facilitó que las empresas limitaran la reintegración de aquellos mineros insubordinados que consideraban de fácil sustitución.

COLONIAS PENITENCIARIAS PARA LA REDENCIaN DE LA PENA POR EL TRABAJO

..Al reanudarse la actividad laboral, una vez finalizada la guerra se advirtió la necesidad de reclamar la presencia de muchos de aquellos trabajadores que permanecían encarcelados o en campos de concentración.

..A tal efecto se había creado un Patronato Central para la Redención de la Pena por el Trabajo. Por esta disposición se permitía a los mineros condenados a penas inferiores a veinte años a trabajar , aunque convenientemente vigilados."Para que esta reducción de la condena se hiciese efectiva, una vez terminado el año era necesario un acta emitido por la Junta de Disciplina del establecimiento en el que se acreditase que el obrero había trabajado con rendimiento real no inferior al de un obrero libre y hábil, y que su conducta fuese a lo largo del año calificada como intachable".(10)

..En 1939 se iniciaron los trámites para establecer colonias penitenciarias militarizadas en las principales instalaciones extractivas de la minería asturiana del carbón.

..Por razones políticas, era preferible destinar a cada recluso al establecimiento de redención más alejado posible de su localidad con el fin de evitar el tejido de relaciones solidarias entre antiguos compañeros y convecinos.

..Por ello mientras a Asturias llegaron presos procedentes de todas las latitudes, los asturianos por el contrario eran destinados a las colonias instaladas principalmente en León.

..En estos barracones eran encuadrados en batallones y agrupaciones militares todos los reclusos."Custodiados por un destaacamento de la Guardia Civil o por la Policia Armada, acudían todos los días a la faena y, al término de la jornada, retornaban al pabellón. Las instalaciones estaban inadecuadamente preparadas, y poseían unos servicios higiénicos muy defectuosos debido al constante uso y a la escasa revisión. Comedores y habitaciones estaban llenos de suciedad, y los alimentos escasos y de mala calidad se suministraban en deficientes condiciones de consumo".(11)

..Esta situación de abandono repercutía negativamente en la salud de los mineros que con relativa frecuencia se veían afectados por epidemias de tifus, bronquitis, meningitis tuberculosa, y otras enfermedades.

..A pesar de que en el trabajo los presos no recibían un tratamiento especialmente discriminatoria, y encontraban apoyo en unos trabajadores libres que les facilitaban el contacto con lostrabajadores libres que les facilitaban el contacto con los familiares o les proporcionaban algún alimento, muchos de ellos efectuaban su tarea con desgana. Estas actitudes, que surgían espontaneamente, del sentimiento común de rechazo que animaba a los reclusos, se realizaban mediante la obstaculización de la producción, o sobre todo abandonando subrepticiamente la colonia. En no pocos casos los huidos terminaron incorporándose a las partidas guerrilleras que actuaban por los contornos.

.."Durante los últimos años de la primera década del franquismo se fueron cerrando establecimientos penitenciarios, y adaptando las instalaciones para albergar a aquellos forasteros que carecían de habitaciones o viviendas en lugares próximos a las instalaciones mineras".(12)

INTENTOS DE INTEGRACIaN POR PARTE DE LAS FUERZAS POLÖTICAS

CONTROL POLÖTICO-IDEOLaGICO EN ASTURIAS

..La implantación del franquismo en Asturias significó, al igual que en otras regiones españolas, la institucionalización y puesta en práctica de los principios teóricos en que se fundamentaba el nuevo Estado.El escaso margen que el nuevo orden dejaba para que se pudiera desarrollar una política regional diferenciadora explica que sólo en algunos aspectos Asturias se singularizase notablemente del resto del país. Dichos aspectos son en palabras de David Ruiz:"La represión ejercida por el régimen, los cambios en la estructura económica regional(..) y las vicisitudes y mutaciones que también se registraron en la oposición,

..El franquismo asturiano encontró desde sus orígenes su apoyo en la oligarquía nacional. Sin embargo su compromiso político con el sistema, tanto durante la Guerra Civil como después de la misma no llegó hasta elñ extremo de una participación directa en sus instituciones regionales o nacionales.

.."La cúspide del sistema a nivel provincial eran los gobernadores civiles. Como delegados delo poder central eran los fieles ejecutores de las directrices del mismo; pero aunque pretendían oficiar únicamente como expertos, desdeñando el calificativo de políticos, en el caso de Asturias la presencia de militares al frente del Gobierno Civil era predominante. Probablemente ello tenga mucho quñe ver con un cargo cuya función, primordialmente represiva, exigía ser ocupado por personas de tal cualificación funcional o ideológica, en una región en la que, a diferencia de la mayor parte de España, se consideró necesario mantener la represión violenta hasta bien avanzada la década de los cincuenta".(14)

.."El partido formado por José Antonio Primo de Rivera (octubre de 1933) disponía en Asturias de un organigrama perfectamente jerarquizado, a cuyo frente estaba el jefe provincial y del que, en último extremo dependía una variada gama de servicios, y controlaba los diarios "La Nueva España", en Oviedo, y "Voluntad" en Gijón.(15)

..Pero la Falange no fue el único aparato de poder de que dispuso el régimen franquista, sino que en él ocupó un lugar relevante, desde el primer momento, la Iglesia Católica. Esta, a la que la experiencia histórica de la contienda armada confirmó en una linea de pensamiento católico ortodoxo a ultranza, acentuó en Asturias los aspectos reaccionarios de su comportamiento como fruto de las persecuciones de que fue objeto en octubre de 1934, y durante el periodo en el que dominaba el Frente Popular en la región durante la Guerra Civil. De tal modo, "el clero asturiano, que ya durante la defensa de Oviedo otorgó a la sublevación el carácter de cruzada"(16), frente a la barbarie y al ateísmo marxista, se transforma en un clero revanchista de brazo en alto,capaz deemitir y aceptar sin sonrojarse circulares como la dirigida a los curas de parroquia por el gobernador eclesiastico de la provincia(2 de noviembre de 1937), en la que se prohibía a los curas defender a sus feligreses "rojos"."(16)

CONTROL SINDICAL EN ASTURIAS

“La Central Nacional -Sindicalista comenzó su singladura a partir de un Decreto fundacional promulgado el 21 de abril de 1938 para desarrollar el referente sindical explicitado en la Declaración XIII del Fuero del Trabajo.”(17)

..La unicidad, determinada en la Ley de Unicidad Sindical del 20 de enero de 1940, confirio a la Organizacion Sindical la facultad exclusiva de ser el enlace entre el Estado y la sociedad civil con doble direccion, elevaba las inquietudes laborales y difundia las directrices economicas generales. De este modo se ponia fin a un periodo de libertad sindical que, en adelante, fue condenado por la esteril lucha “fraticida” y los graves desordenes que suscito”.(18)

..La pluralidad preterita según el propio jefe del Estado, había dimanado exclusivamente de la avidez “explotadora de la masoneria, el capitalismo y las internacionales”. (19) Las totalidad implicaba la la integracion vertical en un mismo organismo de todos los factores y todas las fases que intervienen en la produccion. Y la jerarquia definida en la Ley de Bases del 6 de diciembre de 1940(20), determinaba la subordinacion de las instancias inferiores a las superiores.

..Segun esto, se consolida una organizacion sindical que se fue desgranando durante la primera decada: la Orden de la Secretaria General del Movimiento del 29 de noviembre de 1941 establecio la estructura de la Delegacion Nacional de Sindicatos del 25 de mayo de 1943 y 1948, respectivamente. Finalmente la esfera local, comarcal, provincial y nacional quedo limitada por la Orden General de la Delegacion Nacional del 29 de mayo de 1942.(21)

..Qudo asi establecida la linea de mando, concebida como el eje central que debia uniformizar, sustentar y dirigir todas las instancias de la Organizacion Sindical.

..En este organismo, quedaban efectivamente encuadrados todos los que participaban en la produccion, y que estaban obligados a contribuir economicamente para dotar de recursos a la Organizacion.

..Quedaba asi abocetado un edificio sindical aglutinado por el comun proposito de fotalecer la dominacion politica, transmitir a todos los ambitos la elaboracion ideologica del poder y extinguir cualquier atisbo de beligerancia laboral(22)

..Este ultimo objetivo se subraya a cada paso,exagerando las destrucciones efectuadas durante la revolucion de 1934.

..Como consecuencia de esta gestion legislativa, en las ciudades y pueblos de las cuencas mineras fueron constituyendose las delegaciones correspondientes, primero como sindicato local del carbon, y finalmente adscritas al ramo del combustible. En ellos participarian unos mineros que , en principio, no reconocian una organizacion impuesta por decreto para incorporarlos al regimen politico que emergia tras la Guerra Civil.(23) Por ello se inicio una intensa campaña destinada a facilitar la insercion de la naciente organizacion en el tejido de las relaciones laborales y sociales de los mineros, empeño que se reforzo con el intento de desprestigiar a los “viejos sindicatos”.

..La Ley de Bases del 6 de diciembre de 1940 faculto a la organizacion Sindical para que, como tramite previo y obligatorio a la intervencion de la Magistratura de Trabajo, contemplara la conciliacion de los conflictos individuales surgidos entre trabajadores y patronos. Con ella se intentaba evitar la irrupcion masiva de las desaveniencias laborales hacia la vida judicial, filtrando y encauzando los conflictos por otros cauces.(24)

EL FALANGISMO EN LA MINERIA

..Las nuevas autoridades erigieron instrumentos destinados a la integracion de aquellos jovenes que se empezaban a incorporar a centros de trabajo, ya que se presumia en ellos menor resistencia a los principios politicos que informaban al sistema franquista. A tal efecto, la Ley del 6 de diciembre de 1940 instituyo definitivamente la Delegacion Nacional del Frente de Juventudes, asignandole la eeducacion fisica ,politica y premilitar de todos los menores de veinte años./25) De este modo quedaban integrados obligatoriamente todos los jovenes.

..La Orden del Ministerio de Trabajo del 20 de abril de 1942, establecio que todos los aprendices menorews de veinte años que estuvieran trabajando o recibiendo enseñanzas profesionales acudirian durante una hora a la semana, retribuida por la empresa correspondiente, a las dependencias del Frente de Juventudes, donde se les impartiria la instruccion debida. Posteriormente, la Orden del 16 de julio de 1942 amplio considerablemente los efectos de la disposicion precedente, incluyendo a todas los muchachos comprendidos entre los 14 y 21 años, cualquiera que fuera su categoria profesional.(26)

..Durante una hora a la semana por tanto, todos los jovenes mineros estaban obligados a acudir a las sesiones de adoctrinamiento politico y militar organizadas por el Frente de Juventudes. Esta instruccion militar no se impartia tanto por la resaca de la guerra reciente o el eco de la conflagracion mundial, como por la intencion de adoptar las claves de una vida castrense como horizonte teleologico individual y colectivo.

..Las ausencias deliberadas a estas sesiones de instruccion eran sancionadas con el importe de dos horas de jornal por cada falta cometida. Una mitad se destinaba a resarcir a la empresa minera por la autorizacion concedida y la otra se entregaba al Frente de Juventudes para que premiase a los participantes mas entusiastas.

..En muchos casos un numero indeterminado de mineros haciendo caso omiso de las multas, se abstuvieron de participar en las actividades organizadas por el frente de Juventudes. Esta indiferencia se manifesto con mayor intensidad entre aquellos jovenes con decidida vocacion antifalangista, ya por conviccion propia, ya por influencia de sus allegados.

..Aunque con estas cuatro horas semanales se intentaba reforzar la disciplina laboral y social de los participantes, las empresas ponian constantes reparos, sobre todo en la primera decada. Por unlado, no admitian de buen grado que un organismo ajeno dispusiera del personal empleado dentro de la jornada de trabajo, y por otro, pretendian evitar los transtornos que se originaban por quedar privados de las faenas especificas que desempeñaban los mas jovenes.

..El tiempo fue lastrando sistematicamente las pretensiones redentoras que los falangistas habian depositado en las actividades organizadas por el Frente de Juventudes . A la vez, que los mineros frustraron no pocas esperanzas manifestando escaso entusiasmo por los principios doctrinales que se impartian. Explica esto, la reducida configuracion entre los mineros de un solido estrato hacia la identidad del regimen.

..A pesar de que a lo largo de la dictadura, se fueron reduciendo la educacion ideologica y las tareas de adoctrinamiento, en ningun momento desaparecieron lo que se denominaron “charlas de adoctrinamiento falangista” y mas tarde “Formacion del Espiritu Nacional”.(28)

..Para la mayoria de los jovenes trabajadores estos cursillos de encuadramiento general y obligatorio no tuvieron otro aliciente que eludir por una semana las labores mineras sin perder por ello la remuneracion economica.

ENLACES SINDICALES

En 1963 la Vicesecretaria Nacional de Ordenacion Social de la Organizacion Sindical publico un folleto donde se definia al enlace sindical como el punto de encuentro entre los trabajadores, la empresa y el sindicato. efectivamente, este primer escalon del sistema representativo sindical tenia la mision de relacionar y enlazar los tres factores que intervienen en la vida laboral,canalizando a traves del marco de la legislacion vigente las reclamaciones de los trabajadores hacia la direccion de la empresa o la via jurisdicional y facilitando la comunicacion entre la Organizacion Sindical y la base obrera.(29)

..En la practica, la inmensa mayoria de estos enlaces ajustaban su actuacion, al margen de las inquietudes de sus representados, de acuerdo con los intereses patronales. Las propias empresas estimulaban este comportamiento proporcionando puestos comodos , largos permisos remunerados, y otro tipo de ventajas similares, a aquellos enlaces que con su actuacion contribuyeran al incremento de la productividad. En caso de huelga, generalmente , cerraban filas con la patronal para reducir el conflicto.(30)

..Aquellos que se presentaban animados por un grupo de compañeros o por iniciativa personal con el proposito de trasladar laas reclamaciones de su grupo, solian sucumbir a la estrategia de integracion desplegada por los empresarios, y refrendada en los cursos se capacitacion organizados por la Escuela Sindical, al carecer de la preparacion juridica adecuada, del apoyo firme de sus representados y del asesoramiento de los grupos opositores.

..Esta tendencia empezo a modificarse en la decada de los cincuenta, al coincidir unas relaciones laborales sin la impronta disciplinaria implantada tras la guerra, con un reglamento electoral menos restrictivo. Asi pues, a partir de estas fechas, aumentaron considerablemente las quejas presentadas a la direccion, al Jurado de la Empresa, a la Organizacion Sindical, etc.., por las bajas condiciones de seguridad, las instalaciones sanitarias, o cualquier otro tipo de condiciones incumpldas.(34)

..Para el representante legal era muy importante ceñir su actuacion al marco legal ya que, en caso contrario, quedaba a merced del aparato represivo. Por ello, la patronal minera se esforzaba, a veces con el apoyo de la linea politica, por situar las reclamaciones al margen de la legislacion vigente para soslayar las garantias que rodeaban al cargo sindical.

..Muchos de estos enlaces, poco guarecidos por sus representados, se veian sometidos a un acoso sistematico por parte de la direccion de la empresa, que solia terminar con la perdida de la categoria o con el despido. Esto ocurria si lejos de dejarse intimidar, el elegido seguia reivindicando a pesar de las presiones empresariales.

VIOLENCIA POLITICA EN LAS CUENCAS MINERAS

LA REPRESION

..Se puede afirmar sin exageracion que una de las constantes del regimen franquista a lo largo de su existencia fue la practica de la represion politica,social y cultural. A Asturias le corresponde el tragico honor de ser una de las regiones que sufrio probablemente la accion mas feroz de la España derrotada.

..El prestigio revolucionario del movimiento asturiano, fundamentado en los acontecimientos de octubre del 34, la nitida definicion que en Asturias tomo la Guerra Civil como guerra de clases y las atrocidades cometidas en la retaguardia por ambos bandos, explican el caracter de revanchismo exacerbado con que los triunfadores actuaron en las zonas “liberadas”. La limpieza de enemigos se inicio desde el primer momento en el Oviedo sublevado, pero es con el avance de las tropaas nacionales en la region y con la caida de Gijon , cuando adquiere mayor virulencia. Es a partir de entonces cuando la represion ideologica comienza su tragica andadura. Matanzas como la de San Pedro de Tiraña o la de Olloniego, que el poeta asturiano Emilio Palacios describe con toda su crudeza en una carta dirigida al socialista Jose Barrero, son simplemente el ejemplo aleccionador del caracter que “adhiere la represion que se vuelca sobre Asturias una vez que queda liquidado el ultimo reducto del llamado Frente Norte”.(32)

..Cabe destacar el caso de Asturias porque si bien el resto de España estas acciones represivas incontroladas, irracionales e indiscriminadas trataron de ser encauzadas sometiendo a los perseguidos, a partir de 1939, a procedimientos pseudojudiciales, aqui se mantuvieron con relativa intensidad, hasta bien avanzada la decada de los cincuenta.

..La peculiar situacion de ocupacion militar que soporto el Principado como consecuencia de la presencia en el monte de los guerrilleros , la exacerbacion de los animos que el hecho genera entre los vencedores y el movimiento de partidas guerrilleras y “contrapartidas” son la causa de la perduracion de las formas represivas mas bruscas, por medio de las cuales se intentaba no solo controlar elfenomeno guerrillero, sino tambien el apoyo social con que contaba en los valles.

..Los asturianos opuestos al regimen, que no habian partido para el exilio, estaban expuestos ademas de a las acciones de las bandas incontroladas, a caer bajo la jurisdiccion del aparato legal sobre el que se fundamenta el nuevo Estado, que consideraba como delito la defensa y la practica de las libertades y derechos democraticos( huelga, asociacion...), ademas de otros cuya interpretacion queda ban al arbitrio e los tribunales.

..Numerosos activistas republicanos, obreros y agricultores, cuyas actuaciones durante la guerra fueron juzgadas y penalizadas murieron victimas de la represion politica. Por otra parte, aquellos condenados, que se libraron de la pena capital en el ultimo momento, emprendieron un duro peregrinaje por numerosas prisiones de la geografia nacional. Tanto estos como los que cumplieron sus penas dentro de los limites provinciales sufrieron numerosas penurias, victimas de un sistema que consideraba esta reclusion un justo castigo a una ideologia revolucionaria dificilmente controlable.

..Muchos de ellos se vieron obligados a realizar trabajos forzados, con el pretexto de “la rrduccion de la pena por el trabajo”, encuadrados en alguna de las numerosas Colonias Penitenciarias. (33)

..A partir de 1940, debido en buena medida a la falta de mano de obra especializada,y a un enfriamiento revanchista por parte de las autoridades, proliferaron los indultos, auque en el caso de los presos asturianos no fueron tan generosos como en el resto de la nacion, y muchos de ellos cambiaron la celda de castigo por una existencia limitada a la libertad vigilada en la que el condenado podia acudir al trabajo y de ahi a la casa unica y exclusivamente.(34)

..Esta represion se manifesto ademas en otra multitud de acciones no tan violentas y tragicas, pero si de enorme trascendencia. Elemento primordial durante todo este periodo y que tambien funciono en epocas posteriores era la vigilancia y el adoctrinamiento de la Iglesia hacia los jovenes y hacia el resto de la poblacion. Este sistema politico favorecia ademas la proliferacion de “confidentes “ anonimos, que transferian informacion a las autoridades sobre conversaciones y actividades ideologicas contrarias al regimen.

..Por otra parte , el Estado policial contaba con sistemas propios de control politico. Durante este periodo y hasta 1951 era frecuente que el GobiernoCivil a instancias de la Direccion General de Seguridad, elaborase informes en los que deberia constar el partido o la afiliacion politica, asi como el cargo o el grado de implicacion del sujeto investigado antes de la Guerra Civil.(35)

..Esta actuacion represiva dejo en toda la sociedad española en general, y en la asturiana en particular, en un estado de indefension y temor del que unicamente se iria recuperando cuando en la decada de los sesenta entraron en escena las generaciones que no vivieron los horrores de la guerra y sus consecuencias inmediatas.

LA OPOSICION AL FRANQUISMO EN ASTURIAS

..Es un contexto historico dominado por una implacable represion, los hombres de la izquierda iniciaron un largo calvario, a lo largo del cual tuvieron claro que la guerra para ellos no había terminado.

..No era facil para ellos reorganizarse en unas circunstancias historicas en las que a la violencia represiva del regimen había que añadir la debilidad inicial de unas organizaciones cuyos hombres mas valiosos habian desaparecido, victimas de la guerra o de la persecucion posterior. Muchos de ellos se encontraban en las carceles sentenciados a largos años de prision o esperando la ejecucion ante un peloton de fusilamiento; o formaban parte de la gran cantidad de supervivientes que tuvieron que irse al exilio.

LA GUERRILLA ASTURIANA

Terminada la guerra en Asturias , los socialistas asturianos, al igual que los demas grupos que formaron parte del Frente Popular , tuviron que asfrontar una situacion para la que no estban preparados y que en absoluto habian previsto: luchar en la clandestinidad.

..Al derrumbarse el frente numerosos afiliados optaron por esconderse o bien en los parajes cercanos a su localidad, o bien en lugaresw de dificil acceso para las fuerzas de seguridad, quer se encontraban con las dificultades de un conocimiento geografico de la provincia, y con un rechazo casi total de los pastores y vecinos de las localidades mas cercanas al lugar escogido por los profugos para esconderse.

..En un primer momento los huidos se acercaron a familiares y vecinos para que estos le ayudasen en su supervivencia,pero mas tarde “la polarizacion de la representacion oficial en sus colaboradores, el asentamiento del regimen, y sobre todo el prolongado periodo de penurias economicas que se sufrio tras la guerra les forzaron a la supervivencia individual”.(36) Para elo eligieron como victimas de sus incursiones, a aquellos falangistas enriquecidos, propietarios intransigentes, especuladores del mercado nego, o aquellas otras personas que medraron durante la guerra. A todos ellos se les amenazaba mediante anonimos y fueron muchos los que contribuyeron economicamente a este “impuesto” por temor a las represalias, o mas bien por miedo a que se cumplieran las amenazas.

C.3. LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS

..La oposición al franquismo se caracterizó hasta 1951 por la confianza que suponía la lucha contra el fascismo en toda Europa durante la II Guerra Mundial, y la posterior condena de la ONU al régimen en 1946. A raíz de esto la oposición interna se alentaba en la idea de que la solución al problema español viniese de la mano de la intervención extranjera, y más concretamente de las potencias democráticas. Durante esta etapa numerosas regiones nacionales, entre ellas Asturias, esperaban la intervención internacional apoyándose en la presecia de la resistencia armada.

C.3.A. LA REORGANIZACIÓN SOCIALISTA

.EL PSOE EN EL EXILIO

..Los exiliados españoles encontraron tras los años de lucha contra el fascismo en España, el hacinamiento en los campos de concentración de Francia y el durísimo trabajo en las minas argelinas. Buscando soluciones a su exilio político los socialistas se dispersan en tres grandes áreas: Europa Occidental, principalmente Francia; México, y el norte de África. A esta dispersión geográfica hay que añadir la brecha ideológica que se va a abrir entre los partidarios del Gobierno de Negrín, que defendían la colaboración con los comunistas, y los que defendían la ruptura de estas relciones, encabezados por Indalecio Prieto (43).

..En estas condiciones muchos exiliados se unen a la resistencia francesa en la guerra contra el nacismo. La liberación de Francia dió lugar a la creación (septiembre de 1944) en Toulouse, de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD), de la que formaban parte, bajo los auspicios de las potencias occidentales, todas las organizaciones sindicales y políticas, a excepción del Partido Comunista (44).

..En el marco de esta problemática ideológica de los socialistas españoles, surge la Comisión Socialista Asturiana, organización fundamental para conocer las características del exilio asturiano. Creada por los asturianos instalados en Toulouse, la CSA inicia sus tareas a mediados de 1943, y basándose en la solidaridad, pretendían contribuir a la reorganización del PSOE asturiano, decepcionados de que la organización nacional diese mas importancia a conflictos ajenos. La CSA fue la única organización de caracter regional que se constituyó en el exilio, y desarrolló sus funciones hasta los años iniciales de la transición democrática.

..Organicamente la CSA quedó constituida despues de la Asamblea de Montauban, el 14 de octubre de 1945, y dicha comisión se encargó de formar grupos asturianos en aquellos lugares en los que funcionaban agrupaciones socialistas (45). Tan pronto como se restablecieron los contactos y fueron posibles las comunicaciones con el continente africano, iniciaron el acercamiento con los compañeros allí exiliados, de igual manera que lo hicieron con los escapados a Bélgica y a México. Posteriormente todos los grupos de exiliados asturianos estuvieron conectados entre sí.

..La función esencial de esta comisión era recaudar fondos, que se dividían en dos partes: una iba a parar al fondo de solidaridad o ayuda a los asturianos que vivían en extrema necesidad en el exilio, y la otra era para los fondos de Ayuda al Interior, con los que se trataba de mantener la infraestructura material que permitiese el funcionamiento de las organizaciones clandestinas. Estas ayudas suponían un gran esfuerzo económico para unos exiliados, cuyas condiciones de vida y de trabajo les colocaban en muchas ocasiones al borde del hambre. Aunque no existían cotizaciones fijas, la situación debía ser muy extrema para que estos exiliados no colabrorasen voluntariamente.

..Pero la ctividad de la CSA no se limitó a la solidaridad económica entre los asturianos del interior y del exilio, tambiém organizó servicios de paso entre la frontera española y la francesa de giros de dinero para el interior, sus componentes realizaban además gestiones para buscar trabajo a las gentes que llegaban de España movilizando a los distintos grupos asturianos.

..Desde el primer momento el Comité Ejecutivo Nacional del PSOE se opone a la intención de la CSA de actuar como enlace regional, al pretender que todas las federaciones regionales canalizaran a través suyo los contactos con el interior; a pesar de eso los asturianos no desistieron y lejos de modificar su actuación, animaron a otras regiones a imitar su iniciativa. Sin romper sus contactos con la Ejecutiva Nacional, los socialistas asturianos tanto del interior como del exilio se comportaron como un grupo compacto capáz de influir en las decisiones de los congresos de caráctwer nacional.

.EL PSOE EN EL INTERIOR

..En el territorio nacional los militantes de las distintas organizaciones clandestinas del partido socialista y del sindiacto ugetista, tanto los prisioneros de las cárceles, como los que estaban fuera de ellas, trataron desde el primer momento de organizarse, con el fin de mantener un espíritu solidario y ayudar a los que atravesaban las situaciones más dificiles.

..En las cárceles y colonias de trabajos forzados, se llegaron a construir organizaciones que funcionaban con cierta regularidad. Fuera de las cárceles los intentos de reorganización para la lucha tropezaban con las dificultades derivadas de la represión, del hambre y del clima de demoralización que imperaba en las cuencas. En estas condiciones se trataba de sobrevivir evitando ser detenidos, y en la medidia de sus posibilidades, actuaban como enlaces con los "fugaos", ayudando a sus familias.

..El primer Comité Regional no se constituiría hasta 1943, despues de haberses producido los primeros indultos que facilitaron la excarcelación de hombres experimentados en la organización (46).

..La Comisión Ejecutiva del PSOE en Asturias poseía un sistema organizativo que casi hasta los úlktimos sños del franquismo, propugnó una práctica política de retraimiento, con el fín de reducir riesgos, y acosta de restringir la organización a unos mínimos cuadros sistemáticos, formados por hombrtes de plena confianza. Con ello se pretendía conseguir mantener la llama del partido hasta el momento en que las circunstancias fuesen más favorables (47).

..Es importante citar la reorganizaciñón del SOMA (Sindicato de Obreros Mineros Asturianos) en el mes de marzo de 1946 (48). Con ello se pretendía no perder el valor simbólico de un acto con el cual se trataba de recuperar la que había sido la principal organización socialista demasas. Las cuencas mineras fueron durante la dictadura franquista las que proporcionaroin al socialismo asturiano las organizxaciones de base, sus principales dirigentes, y las orientaciones básicas.

C.3.B. LA REORGANIZACIÓN COMUNISTA

..La reconstrucción del Partido Comunista Español tropezó con las mismas dificultades estructurales que las que se había encontrado el PSOE, aunque los comunistas estabn habituados a la vida en la clandestinidad, en la que habvían pasado la mayor parte de su historia.

..Tras la ocupación regional por las fuerzas franquistas los simpatizantes comunistas que no fueron apresados se lanzaron a los montes con el fin de crear una red de evasión hacia el extranjero y poder romper el cerco de las fuerzas de seguridad. Consiguieron que esta vía de escape se materializase a través de Pamplona, desde donde los exiliados podían alcanzar facilmente la frontera francesa. En esta ciudad fue donde se constituyó por primera en 1939 el primer Comité Provincial, que posteriormente se trasladó a Gijón (49).

..En el verano de 1939 se firmói un pacto entre los regímenes de Alemania y de la URSS, que motivó numerosas dispustas internas ante la dificultad para comprender lo ocurrido. El PCE asturiano se encuentra entonces en una etapa de desmoralización e incomprensión, que finalizará a comienzos del año 1941, cuando se reconstruirá el Comité del Interior, que propugnará en un primer momento una política de unión nacional, que pretendía reconstruir el Frente Popular.

..Paralelamente en el exterior, los comunistas españoles se alejaban de la política de frentes populares antifascistas, adhiriendose a las nuevas directrices emanadas del V Congreso de la Internacional Comunista, que propugnaba la política del Frente Único "antiburgués" por la base (50). Las discordanrtes posturas entre interior y exterior, productos de la inexistencia de contactos entre ambos, provocará la acusación de traidores a los asturianos, desde la Dirección del PCE, exiliada en América (51).

..Posteriormente y tras el ataque alemán a la URSS, desde las fuerzas comunistas se personaliza el enemigo en el régimen nacista y fascista de Alemania e Italia, y la nueva estrategia seguida entonces por la dirección del partido se traduce en la creación de la Unión Nacional Española constituida cerca de Montauban (francia), en el verano de 1942 (52). Consecuencia de esta coalición es impulsar en España la actividad guerrillera. En septiembre de 1943 se constituyó en Madrid la Junta Suprema de Unión Nacional, en la que se presumía estaban representados todos los partidos republicanos, nacionalistas, el PSOE, la UGT, la CNT y el PCE; aunque realmente salvo estos últimos, los demás políticos presentes lo estaban sin haber consultado previamente con sus respectivas organizaciones(53).

..La UNE en Asturias encaminó sus esfuerzos a dinamizar la precaria organización regional y a estimular la actividad de la guerrilla de acuerdo con la nueva estrategia avalada por Stalin, fomentando la unidad entre los componentes de la misma, y ofreciendole una estructura militar capáz de transformarala en una organización defensiva dinamizadora. La nueva táctica fue rapidamente aceptada por los hombres de la guerrilla comunista, aunque los dirigentes de los grupos "fugaos" perteneceientes al PSOE no se mostraron tan uniformemente receptivos. Producto del acuerdo entere algún dirigente socialista y los comunistas, fue la creación el 15 de agosto de 1943 del Comité de Milicias Antifascistas (CMA)(54), que se marcó como objetivo inmediato la formación de un ejército guerrillero, con milicias activas en el monte y pasivas en el llano.

..En el otoño de 1943 se pretendía desde la dirección del PCE, que el CMA aceptase la dirección política de la JUnta Suprema de Unificación Nacional, estos planteamientos suscitaron los recelos de los dirigentes socialistas que habían apoyado el proyecto hasta ese momento y que en 1944 abandonan el Comité(55). Desde entonces ambas guerrillas, comunistas y socialistas, apareceran claramente diferenciadas. En noviembre la policia franquista desarticula la UNE asturiana y el Comité Provincial del PCE, practicando cerca de sesenta detenciones (56).

.. La reconstrucciñón del Comité Provincial se realiza esta vez desde Oviedo, con hombres que actúan practicamente desligados de la UNE y de la dirección central del partido. Esto permitía a los comunistas asturianos la puesta en práctica de una política más acorde con la relaidad regional.

..La autonomía del Comité Provincial Asturiano termine con el envío a Asturias de un grupo de comunistas venidos de Francia, dispuestos a imponer la orientación ideológica diseñada por el Comité Central, que defendíA una insurrección nacional como apoyo a una posible intervención extranjera contra el franquismo. La actividad adoptada a partir de entonces por las guerrillas armadas impidió la movilización de las masas. Este fracaso fue debido principalmente a la llegada a Asturias de un nuevo proletariado fornmado por inmigrantes, que carecían de la tradición revolucionaria de los obreros de las cuencas mineras, y a la fuerte represión que la propia guerrilla desencadenó, ya que las autoridades gubernamentales intensificaron las persecuciones.

..La UNE vivió el momento de máximo auge en 1944, y es entonces cuando tras la creación en mayo de al Agrupación de Guerrilleros Españoles, que a nivel nacional encuadraba a un gran número de militantes protagonistas en octubre del intento fallido de invadir España por el valle de Arán, y el previsible fianl de la Guerra Mundial, cuando los acontecimientos precipitaron la crisis de la UNE y de su política (57).

C.4.C. OTROS GRUPOS DE LA OPOSICIÓN: LA CNT

C.4.C. OTROS GRUPOS DE LA OPOSICION

..En Asturias no actuaron de manera organizada otras fuerzas de la oposición, que sí desplegaron su militancia por otras zonas de la geografía nacional. Solamente la CNT ofreció resistencia al régimén dictatorial de forma organizada, sumándose de esta forma a los comunistas y a los socialistas.

..El Movimiento Libertario en general, y la Confederación Nacional del Trbajo en particular tuvieron que enfrentarse, al igual que otras fuerzas de la oposición a la clandestinidad en dificilísimas condiciones, pues la represión se cebó en las organizaciones anarquistas, de forma más violenta aún, que en otras agrupaciones políticas.

..La reorganización de los militantes anarquistas de la CNT comenzó en las prisiones, y fue al recobrar los presos la libertad cuando se inicia la lucha en la clandestinidad contra el régimen franquista. El primer Comité Regional de la CNT en Asturias, León y Palencia se formó en 1942. La Regional intentó mantener la estructura orgánica tradicional apoyada en la existencia de federaciones locales con militantes en los distintos centros de trabajo, que eran los encargados de recaudar fondos destinados principalmente a prestar ayudas y a establecer contactos con compañeros existentes en otras localidades (58).

..La Regional Asturiana, rechazó toda colaboración con los incipientes sindicales verticales, y su decidida tendencia antifranquista llevó a los anarquistas asturianos a participar activamente en la lucha guerrillera, aunque no llegaron a crear organizaciones específicas. Su presencia en la ANFD fue decisiva tanto a nivel nacional como regional, y las relaciones de cooperación que mantuvieron con los socialistas fueron siempre muy provechosas para ambos, y trascendentales en las luchas contra las patrullas gubernamentales (59).

..Mientras en el exterior la confrontación ideológica excindía al Movimiento Libertario en dos tendencias irreconciliables, que debatían al colaborar o no con otras fuerzas de la oposición; en el interior la CNT, mayoriatriamente colaboracionsta, afrontaba la represión franquista. En ocyubre de 1945, la policía desarticuló el Comité Nacional de la CNT, y en noviembre caían la mayoría de los hombres que componían el Comité Regional de Asturias. Nuevas redadas en años posteriores, consiguieron desarticular por dos veces el Comité Regional y las federaciones locales de Gijón y de Avilés, el resultado fue la condena en las cárceles nacionales de más de cien militantes anarquistas asturianos (60). A partir de entonces la organización confederal quedó reducida a la actividad de militantes, que en los intervalos excarcelarios trataban de reconstruir una y otra vez la organización regional.

C.4. LAS FUERZAS OPOSITORAS EN LA DÉCADA DE LOS 50

..Los años iniciales de la década de los 50 fueron claves en la evolución del régimen franquista y de la oposición, que vió como las tácticas desarrolladas hasta entonces no tenían sentido en la nueva coyuntura política nacional e internacional.

..Sin embargo, no todos los grupos de la oposición reaccionaron reorientando su política para adaptarla a la nueva situación. La mayoría de sus dirigentes al encontrarse en el exilio desconocían los cambios que estaban ocurriendo en el interior del territorio español, y fue el Partido Comunista, la organización que mejor supo comprender que la caída del franquismo despues de 1951, unicamente se podría producir relanzando las luchas de las masas en el interior para reclutar una nueva vanguardia obrera.

LAS ORGANIZACIONES SOCIALISTAS

..El fracaso de la política prietista para la solución del problema español provocó la dimisión de Prieto y el desánimo de los socialistas tanto en el exilio, como en el interior.

..Ante este panorama desalentados que predominaba entre la colonia de exiliados socialistas, las organizaciones del interior, diragidas por veteranos de la guerra recelosos de las nuevas generaciones, adoptaron una postura de retraimiento, sin desplegar una excesiva actividad.

..En Asturias la situación general no difería demasiado de la del resto de España. La actitud de recogimiento, que se acentuó con la partida de los guerrilleros en 1948, dejó en una dificil situación a la organización, no sólo por el exilio de la Comisión Ejecutiva, sino también por la violenta represión subsiguiente.

..El Congreso Nacional de la Federación Nacional celebrado en 1954, al que asistieron representantes de Asturias, León y Palencia, refleja en sus actos una concepción del sindicalismo basada en el principio de que lo importante es la calidad, y no el número; igualmente se recomienda la prudencia, la reserva y la seguridad a sus militantes (61).

..La estrategia sindical mantenida durante el franquismo, que aconsejaba a sus militantes la abstención en las elecciones de los sindicatos verticales, respondía plenamente a la subordinación de la acción sindical a la actividad política antifranquista. Era esto una muestra de la tradicional postura de UGT de defender un sindicalismo democrático como única alternativa válida para luchar por los intereses de los trabajadores.

..Mientras la CSA recomendaba ajustarse a la estrategia diseñada por la dirección de la UGT, los socialistas asturianos del interior coincidían totalmente con las directrices trazadas por las ejecutivas en el exilio. Este absentismo tenía su origen en la postura adoptada por los hombres del PSOE-UGT, tanto del interior como del exilio, y en la que nunca se consideró positiva la infiltracion en el Sindicato Vertical como medio para su ulterior desparición. Para ellos la única táctica valida era la destrucción desde afuera (62).

..Esta disposición de la UGT, invariable durante el franquismo, contrastó con la adoptada por el PCE a través de las CCOO, y contribuyó a incrementar el recelo y la falta de colaboración entre las dos organizaciones históricas.

..Un cambio importante en la estrategia del PSOE, en España, y en particular, en Asturias, tuvo lugar a partir de 1958, con la aparición de una nueva generación de socialistas, que por entonces tomaron el relevo de los viejos militantes en la dirección interior. Estos jóvenes que no habían vivido la guerra, entraron en la actividad política y sindical en un momento en que la resurrección del movimiento obrero (huelgas de 1956,57 y 58) exigía abandonar el recogimeinto tradicional y comprometerse de manera mas activa con la realidad del momento (63).

..El comportamiento del nuevo Comité Provincial no acató de forma tan implícita las consignas emanads del exterior, y aunque sus componentes se sentían legitimamente representados por la dirección de Toulouse y acataban las resoluciones de sus congresos, actuaron con una amplia autonomía política y organizativa, que les permitió extender considerablemente la organización. Eran jóvenes que representaban una nueva generación de socialistas, y que creían que la caída del franquismo sólo se podía producir desde dentro, y que ello exigía romper con la política de precauciónen que hasta entonces se habían movido las organizaciones socialistas, ampliando sus actividades y participando en la agitación social creciente.

.LA OPOSICIÓN COMUNISTA

El año 1948, que había señalado para el PCE el comienzo del abandono de la lucha armada, supuso la puesta en práctica de una nueva estrategia orientada hacia la captación de las masas, utilizando en la medidia de lo posible, los cauces legales y la búsqueda de la unidad de la acción desde la base.

..En Asturias, el desarrollo de este nuevo método organizativo y táctico resultó muy lento, debido a la pervivencia de la guerrilla hasta fechas muy tardías, lo que determinó el mentenimiento de una intensa represión en el marco de un continuado "estado de excepción".

..En noviembre de 1954, el PCE elaboró los presupuestos teóricos que le llevaron a propugnar la necesidad de crear un "frente nacional antifranquista", que proponía la reconciliación nacional entre todos aquellos sectores perjudicados por la política del régimen (64).

..En el campo sindical, la nueva política se centraba en intentar la alianza entre los obreros, sin tener en cuenta su ideología, de cara a planterar en un primer momento reivindicaciones elementales. Para los comunistas, y a diferencia del PSOE-UGT, ese movimiento de base era preciso para canalizar todas las fuerzas, a través de todos los cauces legales existentes, que en ese momento se reduccían a los Sindicatos Verticales (65).

..El éxito de las luchas sociales de los años 1956,57 y 58, y la difícil situación económica que estaba atravesando todo el país, y en concreto el sector minero de la región, habida cuenta de que la autarquía estaba dando ya sus últimos coletazos, hicieron creer al Comité Comunista en la posibilidad de acelerar la caída del régimen impulsando movilizaciones de carácter unitario.

TEMA TRES. MOVIMIENTO ASTURIANO DE 1962

A. ANTECEDENTES Y CAUSAS

las duras condiciones en que se desarrolló la vida del proletariado asturiano durante los primeros años de la dictadura, dificultaron estraordinariamente la articulación de un movimiento obrero capaz de inquietar seriamente al sistema.

Esta situación fue el producto de una serie de factores entre los cuales es necesario destacar la combinación de la violencia represiva con una legislación laboral y política capaz de frenar cualquier asomo de reconstrucción de organizaciones obreras.

Influyó además la sustitución del proletariado clásico, que habia alcanzado a lo largo de la historia un sentimiento de clase muy elevado, por un amplio incremento de las plantillas formadas por inmigrantes y con escaso conocimiento y capacidad para las reivindicaciones.

Por otra parte, es necesario destacar la debilidad de las organizaciones obreras empeñadas en prolongar, hasta bien avanzados los años 50, una estratégia basada en las acciones armadas.

A.1 RESISTENCIA INDIVIDUAL Y CONFLICTO ESPONTANEO

El denominador común de los grupos sociales que se aglutinaron en el llamado Movimiento Nacional no era otro que reforzar el sistema económico, amenazado desde la proclamación de la República, eliminando las luchas de clases y suprimiendo la "huelga", que es su expresión más representativa en el marco laboral.(1)

El régimen franquista se apresuró a recoger en el Fuero del Trabajo, en la Declaración XI, que no quedaría impune ninguna perturbaación de la producción. A la vez, se recogía en la Ley Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo, del 1 de marzo de 1940, y la Ley de Seguridad del Estado, del 29 de marzo del 41, que cualquier pena sería justificada si con ello se castiga y penaliza a los promotores de actos huelguísticos. (2)

En este marco jurídico cabe destacar las connotaciones características que supone para la minería unas penas más extremas, habida la cuenta de que dicho sector estaba militarizado.

Al comienzo de los años 40 se recuerda a los mineros asturianos en un bando emitido por José Enrique Ramírez, Coronel Jefe de Orden Público en Asturias, que en la zona aún permanecia declarado el Estado de guerra, que todos los obreros de las minas estaban militarizados y por tanto sujetos al Código de la Justicia Militar, que ningún minero podia abandonar su puesto de trabajo sin orden expresa o sin permiso, y que cualquiera de estas faltas se castigaría con todo rigor, a la vez que señalaba la posibilidad de realizar sugerencias y peticiones siempre que estas se tramitaran ateniendose a las normas regulares. (3)

Ante esta situación los trabajadores abandonaron las estratégias de protesta ya institucionalizadas durante la República y se remontaron a las formas de protesta más tribales utilizadas en el sector minero desde sus orígenes. Gran parte de ellos aducían deficiencias técnicas para justificar el absentismo laboral o abandonaban la faena antes de que la jornada hubiera finalizado. Estas acciones no se habrían calificado de conflictivas de no haberse producido en un marco laboral que tipificaba como deserción el abandono individual del trabajo y como sedición el colectivo. Así pues, durante la primera década del franquismo, las carencias de bienes de equipo y repuestos y las restricciones de energía eléctrica, dieron oportunidad a la proliferación de desobediencias laborales pretextando las irregularidades de funcionamiento.

Pero este tipo de conflictos se producían individualmente, y aunque el hecho trascendiera y propiciara la solidaridad de los compañeros, el volumen de la influencia era muy pequeño y fácilmente reprimible.

Con todo, adquirieron mayor dimensión aquellos conflictos que respondian a tradiciones profundamente enraizadas en la cultura minera, como el impulso de abandonar el trabajo cada vez que un obrero encontraba la muerte en el ejercicio de su función. Estas tragedias suscitaban una solidaridad tan intensa que podian paralizar toda una cuenca minera.

Existía otro factor determinante que facilitó la aparición del calificativo "político" dentro del panorama minero asturiano, se trataba de la evolución económica y social experimentada en el sector y que motivó la transformación de las reivindicaciones obreras. En una coyuntura propicia, a las necesidades primarias exigidas, se sumaron otra serie de solicitudes más elevadas. José María Maravall señala que "el progreso material y social, eleva las expectativas de la gente y es causa de conflictos. Así los mineros han luchado en este periodo, por liberarse de la alienación de todo tipo de represión". (13)

Es por eso que las huelgas mineras de esta época pueden ser calificadas como políticas si se entiende el haber pretendido liberarse como clase y grupo social, de la represión y alienación en que se han visto sumidos a lo largo de la historia. Por lo que, consiguientemente, atentaron contra las estructuras políticas, sociales y empresariales de forma abierta o encubierta, causantes de su discriminatoria situación.

En este periodo comienza a resurgir la figura del "lider minero" persona integrada en el ambiente del sector y conocedor y poseedor de todos los recursos laborales y sociales, que le permitian utilizar una fuerza de arrastre capaz de movilizar los comportamientos sociales de las grandes multitudes de obreros, debido a la característica solidaridad del gremio. Este lider era ante todo un "minero" y como tal pensaba, actuaba y luchaba. (14)

Pero el intento de desprestigiar las huelgas mineras no se hizo esperar. Estas masivas manifestaciones de protesta pronto irían perdiendo seriedad e importancia ante la opinión pública, puesto que ante el rechazo promovido por las autoridades se sumaba el elevado número de huelgas, facilitando con ello la acusación "de poca seriedad".

Para entender esta gran proliferación de conflictos es necesario explicar que el clima en la región hullera era muy tenso, y facilitaba el incremento de peticiones y reivindicaciones, a la vez que abría el camino para una nueva forma de protesta ante un régimen cuya debilidad represiva se iba haciendo más presente con el paso del tiempo.

Las huelgas mineras de la época, poseían una trascendencia y repercusión muy seria, puesto que reflejaba tensiones muy comprometidas que abarcaban diferentes parámetros personales. Muchas de ellas suponían una verdadera opción fundamental en sus participantes, al verse comprometida su vida tanto familiar, como social, sobre todo teniendo en cuenta las represalias de las que habían venido siendo objeto historicamente y las penalidades y penurias que en numerosas ocasiones habían debido afrontar.

B..DESARROLLO DEL CONFLICTO MINERO

B.1 LAS HUELGAS EN LA DECADA DE LOS 50

El desarrollo y extensión de las huelgas de 1957 y 1958, al margen de la represión subsiguiente (detenciones, palizas, despidos) se destacan por el hecho de que fueron verdaderas movilizaciones de masas y tuvieron características sindicales ya modernas.

La reactivación de la inquietud laboral inició en la cuenca gijonesa un largo ciclo conflictivo que hundía sus raíces en el cambio que se estaba produciendo en el mercado de carbón como consecuencia de la competencia de los combustibles líquidos.

Ante el desmoronamiento de las defensas autárquicas, la patronal minera inició un proceso de reconversión en el sector, que incidia negativamente en las rentas de los trabajadores.

La primera réplica a los planes patronales se manifestó en enero de 1957 en La Camocha, al reducirse totalmente el rendimiento de los trabajadores durante varios dias en demanda de una mayor retribución de los destajos. A esta reivindicación se sumaba además el malestar general de los mineos por el incumplimiento de la legislación laboral y por la ineficacia de la representación sindical. (15)

Paralelamente, en la cuenca del Nalón, algunos delegados sindicales venían transmitiendo, acompañados en ocasiones por comisiones de minerso, la inquietud laboral que suscitaba la desaparición de numerosas primas, restricción que se veía compensada por los incrementos salariales recogidos en la reglamentación que empezó a regir el 1 de noviembre de 1956. Este descontento se desbordó al reducir la patronal el número de "guajes" (ayudantes de picadores), que motivaron reducciones de la producción en toda la cuenca. (16)

Esta insatisfacción determinó que a partir del nueve de marzo de 1957, un grupo cada vez mayor de los picadores del Pozo María Luisa completaran la jornada sin haber extraido ni una sola pieza de carbón, resultando inútil la actitud contestataria de la patronal que advirtió que los salarios se abonarian en conformidad con el rendimiento, y posteriormente fue igual el fracaso de las autoridades sindicalistas para paliar este conflicto entre los picadores del sector.

Tras el frecaso de los intermediarios, dos secciones de la Guardia Civil se emplazaron en las inmediaciones del pozo con la intención de forzar la reanudación de los trabajos, solución que siguió fracasando puesto que a pesar de que los mineros siguieron bajando al interior ninguno de ellos hizo caso de las herramientas de trabajo, aprovechando además la circunstancia para encerrarse en el pozo, decidiéndose a abandonarlo unicamente en el momento en que la patronal se avino a aumentar la retribución sin ejercer ningún tipo de represalias. (17)

Cuando el dia 25 se comunicó la resolución de los contratos laborales, se anunció la militarización del pozo y se realizaron varias detenciones, los mineros volvieron a encerrarse el día 26 al finalizar la jornada, siendo secundados inmediatamente por el resto de los trabajadores de la cuenca del Nalón. (18) Mientras duró el encierro, las inmediaciones y las localidades adyacentes fueron escenario de frecuentes choques violentos, ya que la fuerza pública pretendía disolver cualquier concentración de personas. Grupos de mujeres e hijos de los mineros, se congregaron en tal número que pudieron interrumpir durante varias horas el tráfico, sembrando un clima de inquietud y de tensión en la región que ya no solo afectaba al sector hullero. Las manifestaciones y protestas se sucedieron, de forma intermitente, hasta el día 26, fecha en que los trabajadores encerrados abandonaron el interior del pozo. (19)

El día 1 de abril se reanudaron los trabajos sin haber obtenido los mineros ninguna compensación; con todo, se empezaron a superar los temores que habían alejado a la minería asturiana de la creciente corriente de contestación laboral que venía emergiendo en diferentes focos del país desde el comienzo de la década. Este resurgimiento de "clase" quedó patente en la mayor participación obrera en las elecciones sindicales de 1957, y que permitió que por primera vez, algunos enlaces sindicales se hicieran eco del rechazo laboral y de la tensión en el sector. (20)

Así, al comenzar 1958, en aquellas instalaciones hulleras donde mayor referndo habian obtenido las candidaturas alternativas, los trabajadores del interior empezaron a abandonar sus faenas una vez cumplida la séptima hora de jornada. Tras persistir diez días en la misma actitus, las empresas afectadas resolvieron reducir la jornada al tiempo exigido, por primera vez se obtenía una reclamación.

Con este precedente los minerso pierden el temor a las represalias y comienzan una nueva huelga como respuesta al despido de ocho trabajadores del pozo María Luisa. (21) Esta se puede catalogar como una huelga de solidaridad, pero en último término también tuvo origen en reivindicaciones de carácter económico, ya que los ocho picadores habían iniciado un descenso del rendimiento como respuesta por la rebaja salarial. La paralización afectó a cerca de 20.000 trabajadores que por primera vez protagonizaban, de consenso una huelga, conocedores de que esto implicaba un acto ilegal de resistencia laboral.

Ante este desafio se clausuran las explotaciones mineras afectadas, y se declara la zona estado de excepción, suspendiendo durante cuatro meses los artículos 14, 15 y 18 del Fuero de los Españoles, que garantizaban la libertad para fijar la residencia, la inviolabilidad del domicilio y la obligación de entregar al presunto delincuente a la autoridad judicial antes de cumplir 72 horas de su detención. Esta declaración vino acompañada de una intensa actividad policial, reforzada con dotaciones de la Guardia Civil y de la Policia Armada, que se saldó con la detención de cerca de 300 huelguistas. (22)

Aunque la situación laboral se fue normalizando paulatinamente tras la publicación de una nota por el Gobierno Civil en la que se ordenaba la apertura de las instalaciones, las medidas represivas no cesaron. Muchos desterrados, confinados a regiones empobrecidas donde se les negaba la posibilidad de trabajar, fueron subsistiendo gracias a la aportación familiar y a la solidaridad de las organizaciones clandestinas. (23)

Las secuelas de este conflicto contribuyeron en gran medida a alimentar el descontento laboral que se potenciará en la siguiente década. La aparición de comisiones de solidaridad, que recogían aportaciones de los mineros con destino a los represaliados, impidieron que se normalizasen las relaciones laborales.

Las huelgas de 1957 y 1958 en Asturias tienen una extraordinaria importancia en el marco general de la evolución histórica del franquismo, fueron el mejor reflejo del síntoma de agotamiento del modelo de régimen autárquico y precipitaron la toma de decisiones que condujeron a un cambio radical en la política económica franquista, cuyo ejemplo más sobresaliente es el Plan de Estabilización de 1959. Tras estos sucesos fue preciso alterar la reglamentación de las relaciones laborales, reguladas hasta entonces por la Ley de Reglamentaciones de Trabajo de 1942, sustituida por la Ley de Convenios Colectivos del 24 de abril de 1958 "elemento fundamental de aceleración de la lucha de clases y de que los trabajadores se tengan que plantear el organizarse para poder negociar esos convenios" según señala Nicolás Sartorius. (24)

A nivel regional las huelgas de esta década demostraban la crisis del sector hullero, consecuencia de las primeras medidas liberalizadoras del mercado, de efectos catastróficos para unas empresas privadas que habían sobrevivido gracias a una extremada legislación proteccionista.

Significaron también el despertar de una oposición que en los años anteriores había permanecido sumergida en un profundo letargo. Y fueron, por tanto, el detonante para el comienzo de una etapa caracterizada por trascendentales transformaciones económicas, sociales y culturales que entrarán en profunda contradicción con el estancamiento político de un sistema, que estaba empezando a desmoronarse pero aún no lo sabía.

B.2 HUELGA MINERA DE 1962 EN ASTURIAS

La vieja industria minera, descapitalizada, con una mecanización deficiente y una productividad escasamente competitiva, se tambaleaba sobre sus obsoletas instalaciones al conectar España con un comercio económico internacional altamente tecnificado, y que además había experimentado en los últimos años un importantísimo cambio tras la aparición en el mercado de los hidrocarburos.

La demolición de las barreras autárquicas, que coincidió con los rigores de la estabilización, repercutió negativamente en la disminución de la producción, la reducción de las plantillas el cierre de pequeñas explotaciones, y la desaparición de aquellos estímulos salariales que habian caracterizado al sector hullero durante las dos últimas décadas. Estas medidas que vinieron acompañadas de la eliminación de horas extraordinarias, la intensificación de la disciplina laboral y el encarecimiento de los artículos de primera necesidad, permitieron un proceso empresarial de reconversión que aspiraba a una mayor productividad y una reducción de costes. (25)

El proceso de reestructuración se acometió sin la participación de unos trabajadores que empezaban a optar por la emigración al darse cuenta, sobretodo las plantillas más jóvenes, de la catastrófica situación en la que se encontraba el sector, confirmada en parte por la difícil recolocación de aquellos trabajadores aquejados de enfermedades laborales que cada día, más constantemente, se veían afectados por los despidos anticipados.

La crisis del sector, la falta de comunicación en el marco sindical, el rechazo obrero a unos planes laborales promocionados por la patronal y de los que ellos quedaban marginados, y la contencióm salarial de la política estabilizadora, además de la tensión creada por las huelgas de 1957 y 1958, predecían un decorado extremadamente conflictivo para la década de los sesenta,

La polarización de los protagonistas del conflicto, animada por unas organizaciones clandestinas que iban superando la implantación capilar de la anterior década, se manifestó en unas huelgas donde se instrumentalizaba la contención salarial y la depreciación de los destajos, los accidentes mortales, las deficiencias técnicas e incluso las detenciones efectuadas por las fuerzas gubernamentales.

Durante los últimos meses de 1961 y primeros de 1962, se afirmó la recuperación económica, lo que permitió la imposición de unas condiciones propicias para el extenso movimiento huelguístico que se produciría durante el último año.

Las primeras tensiones se iniciaron en 1961, ante la resistencia de patronos y sindicatos a tramitar los convenios colectivos de trabajo.

El 7 de abril, el despido arbitrario de 7 picadores en la mina Nicolasa, de la Fábrica de Mieres, es la chispa que iniciará la huelga en demanda de una serie de mejoras económicas y laborales. 28

En el origen del conflicto se destacaban la dureza con que habían actuado gobierno y patronal en la huelga de 1958; las reivindicaciones ahogadas entonces por la fuerza volvían a resurgir agravadas por la aplicación del plan de estabilización. Por otra parte los obreros mostraban un total desacuerdo con el convenio colectivo, firmado en Madrid, y para el que nadie había pedido su opinión a los mineros. Así mismo se impuso la implantación al arbitrio de las empresas y sin control sindical de los nuevos métodos de racionalización del trabajo, de este modo la Fábrica de Mieres, se decantó por la utilización del sistema Bedaux, que lesionaba los intereses de los picadores y que fue la chispa que desencadenó el conflicto. 29

En el transcurso de una semana toda la cuenca del Caudal estaba en huelga. El lunes 16 se extendía a otras localidades colindantes como Turón y poco más tarde a la cuenca del Nalón, con lo que el paro concretado en reivindicaciones salariales y la firma de un nuevo convenio colectivo en el que estuviese presente la representación de unos obreros de base, alcanzaba a gran parte de los mineros asturianos.

La patronal, acostumbrada a la sumisión minera de los años precedentes se niega a la negociación. Por otra parte, para la organización sindical acatadora del régimen, los paros laborales se trataban de un conflicto político, cuyo origen se debía a turbios manejos extraños a los intereses de los trabajadores. "Era pues un problema de orden público cuya resolución correspondía a las fuerzas gubernamentales y no a una organización sindical que se desentendía del asunto". 30

Como en las huelgas de la década anterior, vuelven a surgir entre los mineros comisiones representartivas elegidas en asambleas o designadas directa y unánimemente por todos los trabajadores, lo que favorece el impulso de reivindicaciones comunes y aseguran un clima de confianza absoluto. En un principio ests comisiones actúan en labores de coordinación, extensión de la solidaridad y posteriormente facilitan la creación de una comisión amplia: el 24 de abril se celebra en Mieres una reunión de los representantes de todos los pozos en para con el fín de forzar una entrevista con la autoridad gubernativa, para buscar una salida al conflicto. Las autoridades rechazan la negociación y optan por endurecer su postura, esperando que el hambre o la represión solucionen el conflicto. 31

En la última semana del mes de abril y en los primeros días de mayo se reprodujo el conflicto, en formas de pares parciales y trabajo lento en las principales factorías asturianas, prolongándose a las cuencas carboníferas de otras provincias, y con intensidad decreciente, a las principales concentraciones industriales del país. 32

Esta huelga se inició al margen de las organizaciones clandestinas, pero cristalizó programáticamente y se extendió por la intervención organizada de socialistas, comunistas y católicos vinculados a grupos de apostolado obrero.

En el conflicto desempeñaron un papel decisivo las mujeres de los trabajadores más comprometidos con el mantenimiento de la huelga, mediante manifestaciones que organizaron en las inmediaciones de los clausurados economatos mineros. Estas concentraciones solían terminar con intervenciones de las fuerzas de orden público.

El conflicto también generó una amplia sensibilización a escala internacional en torno a la huelga, que contribuyó en gran medida al afianzamiento de la acción minera canalizando aportaciones económicas para las organizaciones clandestinas. 33

Importantísimo fue el rearme moral que proporcionó el apoyo que recibieron los trabajadores de la mayoría de los pequeños comerciantes de las cuencas mineras, ya que accedieron a suministrar alimentos a crédito. Por primera vez se establecían de forma efectiva canales de comunicación con un grupo social que había mantenido no pocas diferencias con los trabajadores del carbón en décadas precedentes. Sin embargo la relación iniciada en 1962 facilitará durante el último tramo de la dictadura franquista la cristalización en las cuencas mineras de numerosas asociaciones culturales y vecinales. Parecidos efectos surtieron los repartos que efectuaron en tre los trabajadores más necesitados aquellos mineros que disponían de más reservas por contar con una pequeña explotación agopecuaria.34

Por su parte, el comportamiento de una patronal minera que durante dos décadas había manejado a la población laboral sin ningún tipo de cortapisas contribuyó desisivamente tanto a la declaracion del conflicto cuanto a la duración, intensidad y violencia del mismo. Además de cerrar los economatos reabiertos más tarde por orden expresa del Gobernador Civil, clausurar los alojamientos y retener el vale de carbón, acordaron el cierre de las insalaciones y promovieron ante la Delegación de Trabajo la resolución de los contratos laborales. 35

Por otra parte esta patronal encontraba respaldo en unos poderes públicos que al intervenir expeditivamente nada más declararse el conflicto enriquecían con connotaciones políticas las motivaciones originales. "Ante esta situación y nada más iniciada la huelga fue declarado el estado de escepción en Asturia, Guipúzcoa y Vizcaya para facilitar la intervención de las fuerzas de orden público.36

La solidaridad entre los mineros contribuyó a que el principal afectado fuese una Organización Sindical que durante las primeras semanas había volcado toda su capacidad de maniobra en la rápida extinción de la huelga. Ante su incapacidad para erradicar los paros en las minas y tras numerosas ofertas desatendidas por parte de los mineros fue necesaria "la presencia del ministro y delegado nacional de sindicatos José Solís Ruíz, que el día 15 de mayo se trasladó a Asturias para intentar pactar con los sublevados; en la negociación la representación obrera condicionó el final de la huelga a la publicación en el Boletín Oficial de los nuevos precios y condiciones de venta de hullas, y a la nulación de las represalias empresariales y gobernativas. El día 24 de mayo apareció en el Boletín el decreto solicitado y, en días sucesivos, la liberación de los detenidos corrió pareja a la incorporación de los trabajadores a sus tareas". 37

B.2.B.. AGOSTO DE 1962.

Aunque a partir de junio las minas volvieron a abrir sus puertas aparentando absoluta normalidad, los recientes recuerdos del conflicto mantuvieron deterioradas las relaciones laborales.

Esta crispación tuvo oportunidad de manifestarse con toda intensidad cuando la patronal minera, adjuntándose al Decreto del 22 de mayo, incluyó a los empleados deoficinas en el reparto de la prima salarial que se ofrecía como compensación por tonelada de mineral arrancada durante la huelga. Esta determinación fue rechazada unánimemente por los mineros, no tanto por la reducción económica que suponía, como por el comportamiento durante el conflicto de unos empleados que no sólo se prestaron a acudir diariamente a sus puestos de trabajo, sino que incitaron a los trabajadores a imitar su actitud. Aunque los mineros se vieron obligados a aceptar la repartición de una prima que consideraban indivisible, los ánimos estaban crispados.38

1.SALARIOS Y ECONOMÍA PERSONAL MINERA

..Los motivos salariales han sido los más importantes y los que mayor incidencia y repercusiones han tenido no sólo en las frecuencias de las huelgas mineras, sino también en su intensidad, duración y radicalización de comportamientos.

..Con el propósito de simplificar consideramos como motivos salariales todos aquellos aspectos utilizados por las patronales para incentivar la producción como las primas, los incentivos, los destajos,...

.. Esta causa fundamental está enraizada en los intereses de la minería por una serie de circunstancias históricas, laborales y empresariales. Los mineros asturianos a lo largo de su historia, han debido luchar siempre por la consecución de sus mejoras económicas y sociales. Esta experiencia ha creado en el sector un espíritu y estilo sindicalista y reivindicativo característico a la propia minería.

..El interes y mótivo económico de los mineros era debido a la lucha de los obreros por alcanzar un status laboral más elevado, englobando no sólo aspectos internos, sino también externos.

..La importancia y relevancia que estos problemas tenían, se debía en gran medida a las políticas utilizadas por las empresas, que sobre todo en los años anteriores a las huelgas de los años 50 y 60, habían pretendido resolver todos los problemas sociales mediante los incentivos salariales, a pesar de que eso no facilitase la resolución ni hiciese disminuir la tensión.

..Este interes salarialk también estaba favorecido por el peculiar sistema económico utilizado en el mundo hullero, puesto que desde principios de siglo se venían implantando y utilizando sistemas de primas y destajos, llegando a convertirse en fuentes de numeroisos problemas laborales con repercusiones conflictivas.

2.ACCIDENTES MORTALES

..Otro de los motivos principales que ha dado lugar a numerosos comportamientos conflictivos han sido las muertes en las minas.

..La muerte laboral es un precio que los mineros deben pagar por su trabajo, y estos accidentes han ido estigmatizando y dejando una huella que no se borra con el tiempo, ni tampoco con el dinero.

..La muerte profesional adquiere un sentido distinto entre estos trabajadores, y es por eso por lo que los sepelios de los mineros muertos en el ejercicio de su labor trae consigo una manifestación silenciosa de todos los trabajadores del sector, y no sólo de sus compañeros de pozo.

.. Estos accidentes mortales han dado lugar a numerosos comportamientos seudoconflictivos, a numerosos paros solidarios por accidentes, que sólo podrían llamarse "conflictos legales" o de reglamentación, ya que la legislación no reguló de forma oficial estos paros hasta el año 1971, sin embargo, si hablamos sociológicamente no existía una relación conflictiva entre las partes, sino que más bien podría catalogarse como olvidos del reglamentarismo, aunque es cierto que estos olvidos eran voluntarios, ya que estaban impuestos por una obligación y exigencia moral,y por unos preceptos mineros transmitidos por la costumbre y la tradición (59).

..Estos paros, en muchas ocasiones, se conviertieron en verdaderos manifiestos de protesta debido a las secuelas y repercusiones a que dieron lugar, adquiriendo de esta forma las muertes mineras, un sentido de rebeldía y protesta violenta.

3.PROBLEMAS LABORALES

..Estos paros suelen ser el motivo fundamental de las huelgas en todo tipo de empresas, sin embargo en la minería estos problemas adquirieron un sentido más profundo, al estar enraizados con unos sentimientos y cargas afectivas peculiares.

..Las enfermedades profesionales inherentes a todo tipo de problemas laborales, otorgaban a estos una trascendencia e importancia mucho mayores.

..El convencimiento de la corta viad laboral y la falta de otras perspectivas profesionales elevaban a una relevancia especial el problema de las enfermedades causadas por esta actividad y a todos aquellos problemas, que se relacionaban de alguna manera con los mismos como la seguridad.

..Los riesgos de accidentes, derrumbamientos, caídas, atropellos, heridas, explosiones,... son también inherentes al trabajo bajo la superficie, el laboreo minero y por este motivo tenderá a generar una serie de conflictos internos y externos entre los que lo comparten.

..A pesar de los avances en materia de seguridad laboral, el panorama seguía siendo desolador. Muchas veces eso se traslucía en una serie de comportamientos individuales como las largas bajas por enfermedad, la abundante rotación externa, o los actos de automutilaciones.

..Esta frustración era una fuente permanente y psicológica de revueltas, tanto a nivel individual como social, que marcaría muy profundamente el clima conflictivo de los años 60.

4.MOTIVACIONES SOLIDARIOS

..Si la solidaridad es el exponente máximo de la conciencia de clase, será por lo mismo un elemento inseparable de las huelgas mineras.

..Este motivo ha sido un parámetro constante en la historia conflictiva hullera, y ha adquirido ante la opinión pública una importancia y relevancia especial.

..Cuando moría un minero, los compañeros entendían que uno de ellos había muerto, y cuando existían problemas que afectaban a un sector hullero, personalizaban el problema en ellos mismos, puesto que de alguna manera, directa o indirectamente les afectaría ya fuese a corto o largo plazo. En este sentido la huelga no podría ser considerada estrictamente solidaria, sino que en gran medida era motivada por problemas propios (61).

..Lo que bien es cierto, ya sea debido al alto grado de compañerismo o a la intrínseca relación que une a todos los mineros, estos se solidarizaban más y casi siempre con su propio sector. También todos ellos tenían muy en cuenta si aquellos problemas afectaban a mineros que en anteriores ocasiones no se habían solidarizado con otros compañeros, por lo que de manera pactada, por algo semejante a la tradición, entre los propios trabajadores se excluían determinadas acciones que eran comprensibles por todos los implicados.

..Las huelgas solidarias son también importantes respecto a la intensidad y extensión que habían adquirido en ciertos momentos. Estos tipos de paros se caracterizaban por no utilizar ninguna estrategia determinada, simplemente paraban porque debían parar, pero sin considerar hasta cuando. Estos motivos habían venido siempre motivados por condicionamientos o situaciones que les servían de estímulo.

..Durante los conflictos de 1962 las estrategias habían venido siempre siendo más pensadas, tal vez porque todos ellos temían una represión que dejara aislados sectores o pozos determinados, por eso la planificación del desarrollo fue una característica que diferenció estas proptestas de manifestaciones anteriores contrarias al régimen (62).

Pero lo cierto es que un paro minero, aunque el estímulo venga determinado por alguna de las causas enumeradas o por otros conflictos menos mayoritarios, la motivación manifiesta puede encubrir y ocultar otra serie de causas, que luego y a la larga serán los verdaderos motivos del conflicto.

..En las huelgas de 1962, y también en las realizadas en los años precedentes los motivos que iniciaron las revueltas variaron a lo largo del transcurso del conflicto, siendo otras reivindicaciones las que radicalizaron los comportamientos y la duración y extensión de los mismos.

E.CONSECUENCIAS

..Las huelgas de la primavera y el verano de 1962 no fueron unicamente de orden represivo, a partir de entonces, nada vuelve a ser igual para el régimen ni para la oposición: al primero aunque la euforia económica de los años 60 le proporcionara un respiro, politicamente hablando se situó a partir de entonces a la defensiva (en 1962 creó el TOP, Tribunal de Orden Público). Para la oposición estas huelgas fueron el comienzo del incremento de su actividad, de la revisión de estrategias para adaptarse a las nuevas circunstancias, en el caso de las organizaciones políticas y sindicales clásicas; y de la aparición de nuevos grupos -algunos de ellos de carácter violento, ETA, creada en mayo de 1962- que proliferarán sobre todo a partir del mayo francés de 1968, constituyendo la denominada "nueva izquierda"(63).

..Todas estas circunstancias se asientan sobre la base de una sociedad efervescente, sometida a grandes transformaciones, que aumenta el grado de conflictividad al superar ésta los ámbitos tradicionales (minería, industria, Universidad) y extenderse a otros, que como los del sector servicos, habían permanecidos pasivos hasta entonces.

SOLANO PALACIO, F. La Revolución de Octubre. Quince días de Comunismo Libertario. Madrid. Estudios Libertarios. 1994. P,13.

SOLANO PALACIO, F. Op.Cit. P,14.

SOLANO PALACIO, F. Op.Cit. P,10.

SOLANO PALACIO, F. I. Bid. P,10.

SOLANO PALACIO, F. Op.Cit. P,11.

SOLANO PALACIO, F. I. Bid. P,11.

LEFRANC,G. El sindicalismo en el mundo. Madrid. ZyX. 1966. P,5.

VV.AA. Historia de España. Tomo VI. Barcelona. Instituto Galach. 1989. P,54.

VV.AA. I. Bid. P,55.

VV.AA. Op.Cit. P,56.

VV.AA. I. Bid. P,56.

SOLANO PALACIO, F. Op.Cit. P,3.

VV.AA. Op.Cit. P,57.

VV.AA. Op.Cit. P,102.

VV.AA. I. Bid. P,103.

VV.AA. Op.Cit. P,104.

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