Arte


Arte moderno del siglo XVIII


EROS Y PSIQUE, de Antonio Canova

Introducción histórica

Durante el siglo XVIII se produjeron una serie de transformaciones sociales de las cuales son máximo exponente las revoluciones americana y francesa, transformación que pondrá fin a toda una concepción del mundo que se ha llamado Antiguo Régimen.

Los profundos cambios sociales y económicos (aumento de la demografía, Revolución Industrial) junto con las teorías de la Ilustración dan paso a la sociedad contemporánea.

La segunda mitad del siglo XVIII se considera el momento álgido de la ruptura con la tradición en todos los ámbitos pero sobresaliendo en el político-social y el religioso. El ideal de los ilustrados es una sociedad basada en la razón y en la búsqueda de la felicidad. El texto de la declaración de Independencia de los Estados Unidos resume estas aspiraciones.

En un ambiente de polémica aparecen las primeras reflexiones y se reacciona contra los excesos imaginativos del Barroco y del Rococó y se les censura por estar al servicio del poder y de una sociedad banal e irreflexiva.

Se vuelve la vista hacia los temas y tradiciones artísticas del pasado, sobretodo de la antigüedad grecorromana y hay una preocupación por el valor didáctico y moral del arte. En el arte, la época de la Ilustración coincide con la aparición de las tres disciplinas que se dedican a su estudio: la estética, la crítica de arte y la historia del arte. Esto supone la consideración del arte como una realidad con identidad propia y el inicio de la autonomía caracteriza al arte contemporáneo. La difusión de las obras de arte a través de los salones y la formación del gusto del público mediante la crítica son pasos determinados para liberar al artista: el racionalismo ilustrado tiende a considerar la existencia de modelos, generalmente identificados con los de la antigüedad clásica y los del Renacimiento, y por tanto trata de imponer estos modelos como pautas de la actividad del artista. Las Academias serán las instituciones que velarán para que las obras de arte se ajusten a la dignidad, a los cánones de belleza, etc.

El Neoclasicismo es el arte más identificado con la Ilustración y frente a éste, en las primeras décadas del siglo XIX irrumpe el Romanticismo, movimiento que ensalza la libertad creadora y que se relaciona con los ideales de la independencia política que encarnan las revoluciones burguesas y las luchas de liberación nacional.

La escultura neoclásica

La escultura Neoclásica se origina en Roma, donde el ideal clásico nunca se había olvidado por completo.


Las características básicas hay que buscarlas en las ideas de la Ilustración, que inspiran también el movimiento neoclásico como el intento de librarse de las tradiciones barrocas y en el hecho de que la idea que se tenía en el siglo XVIII de los modelos clásicos se basa en la ignorancia de que tales modelos sólo son en su mayoría copias romanas.

La escultura de este periodo rechaza el efecto pictórico de la barroca y concede todo el protagonismo a la línea pura, la claridad compositiva, así como los conjuntos serenos y sobrios en contra de las sinuosidades barrocas.

También se da la escultura de bulto redonda como los relieves son ahora totalmente independientes del marco arquitectónico en contraposición del barroco, que les concedía un lugar en ese marco.

El escultor más representativo de este arte es Antonio Canova.

Antonio Canova

De origen italiano, en su estilo se marcan la sensibilidad veneciana y el gusto por lo clásico. Canova no conoce el arte griego, pues no pudo ver los mármoles del panteón hasta 1815. Su fuente de inspiración fueron los museos.

Fijó su residencia en Roma, donde se formó dentro de la tradición de los artistas barrocos. En sus primeras obras, el barroquismo es evidente, sobretodo en los monumentos funerarios de composición piramidal.

Su sentido se depura bajo la influencia de Mengs y Winkelman, y donde antes se libera del mismo es en las obras de tema mitológico dejándonos sus mejores obras en este género: dos interpretaciones de Eros y Psique.

Se instaló en París llamado por Napoleón Bonaparte y allí realizó en retrato de su hermana, Paulina Borguese.

Descripción de la obra

Entre sus obras de tema mitológico destaca este grupo escultórico que representa el momento culminante de la leyenda de Eros y Psique tal y como la narra el escritor latino Apuleyo en la obra “El asno de oro”.

Según esta leyenda, que ha servido de base para muchos cuentos de hadas, Psique era una chica de extraordinaria belleza de la cual se enamoró Eros (la personificación mitológica del amor). La curiosidad de la chica hizo que abriera el cántaro que le había dado Proserpina para que se lo llevara a Venus y que contenía el secreto de la belleza.


Al abrir el cántaro, una nube la envolvió y cayó en un sueño profundo del que no se despertó hasta que no fue besada por Eros.

La escultura de Canova es de una extraordinaria perfección formal en el tratamiento de los cuerpos que adoptan posturas en esfuerzo forzado para componer un grupo dominado por dos diagonales que forman una X (definida por las alas de Eros, su pierna derecha y el cuerpo de Psique) el centro de la cual se encuentra en el espacio que separa las dos bocas a punto de juntarse.

Este recurso compositivo consigue centrar la atención en este gesto de acercamiento de los rostros, mientras que las posturas de las manos (él le coge el pecho, ella pone sus manos por detrás de la cabeza de Eros) remarcan el carácter apasionado y erótico de la escena.

Los dos cuerpos, fijados por voluntad del artista en el momento en que la pasión está a punto de llegar al instante del contacto, son una refinada representación del amor en toda su dimensión de ternura y de deseo carnal.




Descargar
Enviado por:Ana Conesa
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar