Historia


Antiguo Egipto


LA EXPEDICIÓN AL PAIS DE PUNT

BAJO LA REINA HATSHEPSUT.

DINASTÍA XVIII.

IMPERIO NUEVO. EGIPTO.

BIBLIOGRAFÍA

Herrero Pardo, Alexandre. “Faraones de Egipto, Reyes de Israel”.

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DIOSES

AMON/ AMON-RE

Este dios con formas humanas y una corona alta de plumas fue considerado desde el Imperio Medio como el dios local de Tebas. Su lugar de culto principal fue Karnad, donde se le rindió culto junto a Mut y Khons. El dios del reino Amón, en el que se encarnaba la concepción abstracta de una divinidad con múltiples funciones debe considerse como el producto de las especulaciones teológicas del Imperio Nuevo. Mediante su relación con el dios de la fertilidad Min fue, bajo la forma de Amon- Min- Kamutef el dios primigenio y creador que se engendró así mismo, como Amon- Re el arante de la continua renovación de mundo y como rey de los dioses el monarca de las esferas terrestre y celeste. En la XXI Dinastía se erigió en su honor un estado teocrático en la ciudad de Tebas. Desde entonces tuvo asegurada su función como máxima divinidad hasta la conquista de Egipto por Alejandro Magno, quien se hizo confirmar como hijo del dios por el oráculo de Amón en el oasis de Siwa.

HORUS

Con el nombre de Horus(el lejano) se denominó un sinnúmero de los más diversos dioses del cielo y de la monarquía con formas de halcón.

Ya los primeros reyes fueron considerados como Horus divino y con ello vinculados en los acontecimientos cósmicos. En el marco de la teología osiríaca, en la Horus era considerado hijo de Isis y Osiries, recibió la componente real una dimensión mítica complementaria. Se trataba ante todo de una confrontación entre los elementos estructurados y los caóticos de la creación. Horus desempeñaba en ella el papel de sucesor legítimo de Osiris y defensor del orden cósmico, por el contrario, Seth representaba a las tendencias salvajes, sin control. En el Período Grecorromano, Horus asumió finalmente todos los aspectos míticos y mágicos d la monarquía y sustituyó así al monarca existente en la realidad.

GEB

Este dios de la tierra antropomorfo, creado por Atum, fue integrado en el mito heliopolitano de la creación. Junto con Nut(cielo) y Shu(aire) y Tefnut(humedad) formaba el espacio, en el que el dios-sol pudo poner en marcha el tiempo cíclico. Como primer monarca terrenal representaba además la legitimación divina de la monarquía.

NUT

Entre las representaciones más importantes de la diosa del cielo Nut se encontraba la imagen de una mujer desnuda reproducida en las tumbas y templos, cuyo cuerpo cubre a modo de bóveda la tierra, tocando con los pies y las puntas de las manos. A través del cuerpo de la diosa discurre el recorrido de las estrellas y especialmente el del sol, al que pare cada día por la mañana y se traga de nuevo por la tarde. Así, en los textos se dice: ”su parte posterior está en el este y su cabeza en el oeste” o también “el sol aparece en la entrepierna de Nut”.

HATHOR

La diosa con forma human o de vaca fue vinculada desde los tiempos más tempranos al dogma real y al dios del cielo Horus, a lo que hace referencia su nombre de “casa de Horus”. Su aspecto solar se simbolizaba mediante el disco solar, que aparece entre sus cuernos de vaca. Fue incorporada a los más diversos sistemas míticos y fue objeto de culto en numerosos lugares del país. No sólo fue considerad diosa de la monarquía, sino también divinidad del amor y de la maternidad, protectora en el nacimiento y en la regeneración y ojo del sol o de la luna. Mediante la heterogeneidad de sus propiedades pudo ser vinculada con casi cualquier otra diosa o aparecer representada por varias imágenes. En Dendera, su lugar de culto principal, estaba vinculada al dios del cielo, al Horus de Edfú

MAAT

Diosa que personificaba la armonía y el equilibrio sobre el que se sustentaba la nación. Era representada como una mujer con una pluma de avestruz en la cabeza, y ocasionalmente, dotada de alas. Se suponía que pesaba los corazones de los difuntos. Su nombre servía asimismo para designar a la justicia que debía fundamentar la vida del pueblo egipcio. Este concepto quedaba vinculado al del orden cósmico y al del juicio de los muertos, pues se consideraba lógico que el comportamiento de un individuo armonizara con la justicia universal que regía la creación.

El concepto de Maat representaba el principio del mundo estructurado, es decir, el orden y el equilibrio, los valores éticos y la justicia, la cultura y la fuerza creadora. Maat era con ello el polo opuesto a todo lo que fuera desordenado y salvaje, destructivo e injusto aunque poderoso. La principal tarea de todo rey era garantizar la Maat y con ello no sólo conservar el estado egipcio sino el mundo. La diosa Maat era la personificación de este principio. Era considerada la esposa o hija del dios-Sol y fue representada con cuerpo de mujer con una pluma sobre la cabeza. Parece que sólo alcanzó un culto propio a partir del Imperio Nuevo, que fue unido al de los dioses del reino en Karnak y Menfis

RA/ RE, RE-HARAKHTE

El dios con cabeza de halcón Re apareció ya en el Imperio Antiguo como Re-Harakhté, el aspecto matutino de la divinidad. Como dimensión cósmica del mundo de los dioses egipcios por excelencia, estuvo presente en muchos aspectos del culto y del mito. Así, la idea del recorrido cíclico del sol, que realiza el dios en su barca como un recorrido divino y otro nocturno, cada uno de ellos de doce horas, se convirtió en sinónimo de la repetición eterna de la creación y de todas las fuerzas regeneradoras. El lugar de culto más importante estaba desde el Imperio Antiguo en Heliópolis, la ciudad del sol, mientras que los monarcas de la V Dinastía mandaron erigir en Abusir unos edificios especiales para el culto de Re, los llamados templos solares. El símbolo de culto más impresionante son los obeliscos, cuyas cúspides doradas se definían como la residencia del dios-Sol. El templo más famoso de Re-Harakhté fue construido por Ramsés II(XIX Dinastía) en Abu-Simbel. La extraordinaria relación divina de todos los monarcas a partir de la IV Dinastía se refleja en el título de “Hijo de Re”

OTROS TERMINOS DE INTERES

KA

Concepto egipcio sin traducción exacta que denomina un aspecto de la personalidad de las divinidades y de los hombres. El ka se considera el portador de las fuerzas generadoras y vivificantes, como símbolo de la vitalidad interrumpida que se transmite de generación en generación. Empieza a existir en el momento del nacimiento de un hombre y sigue existiendo en el más allá después de su muerte. Al igual que el ba, participa también de las ofrendas y garantiza la vida eterna después de la muerte.

ORÁCULO

La costumbre de dirigirse a los dioses pidiendo consejo, información o una decisión esta documentada desde principios del Imperio Nuevo. Las consultas se presentaban al dios o su estatua de culto por escrito o verbalmente usando a los sacerdotes como intermediarios. Las respuestas se exteriorizaban ya sea mediante determinados movimientos de la estatua( por ejemplo en el transcurso de las procesiones públicas) o también mediante la inspiración de la voluntad divina al sacerdote que proclamaba su decisión. Podía tratarse de asuntos de Estado, sentencias judiciales, nombramientos de cargos públicos o asuntos personales muy diversos.

TEBAS

Antigua capital del Alto Egipto, dividida por el Nilo en tres islas. Fue la capital imperial durante las dinastías XI y XVIII alcanzando con esta su mayor apogeo. Se mantuvo como centro religioso cuando la dinastía XIX trasladó su residencia al delta. Conquistada por los romanos. En la orilla derecha del Nilo se hallan los templos de Karnak y Luxor; en la izquierda los templos funerarios delos faraones, los colosos de Memnon y algo más apartado, el valle de las Reinas y el de los Reyes

Durante el Imperio Nuevo, Tebas no fue en realidad la capital en el sentido de que era allí donde se encontraban la corte y los niveles más altos de la administración. La familia de los faraones de la dinastía XVIII procedía de Tebas y durante el Imperio Nuevo, se dio una preeminencia extraordinaria al dios tebano Amón. Ello otorgaba a la ciudad un papel especial dentro del Estado, el de ciudad sagrada dedicada a las fiestas religiosas en las que el culto a la monarquía divina desempeñó un papel importantísimo.

La ciudad de Tebas de los períodos precedentes se había ido extendiendo y a finales del Imperio Medio, el terraplén de la misma ocupaba una superficie de al menos 1000 por 500 metros, si no es que bastante más Ello la coloca en la categoría de poblaciones más grandes según las pautas antiguas. Una buena parte había sido trazada siguiendo una planta ortogonal estricta y, dentro, había palacios. Durante la dinastía XVIII, se evacuó a toda la población y se niveló la ciudad para facilitar una plataforma que sirviera de base a los nuevos templos de piedra, que dominarían la ciudad

La zona residencial de Tebas se debió construir otra vez, en un terreno diferente, lo que implicaba que se tenía una nueva parcela de tierra en propiedad. Hallarse en un terreno distinto quería decir que este estaba a un nivel más bajo que el templo recién edificado, que se hallaba encaramado en lo alto de la cima allanada del antiguo terraplén de la ciudad. Ahora, seguramente esta ciudad nueva se encuentra debajo del nivel general de las aguas superficiales. Las excavaciones modernas todavía no han localizado su emplazamiento.

Tenemos indicios en otros lugares de que lo que ocurrió en Tebas durante el Imperio Nuevo no fue nada extraordinario. Parece como si el período se hubiese caracterizado por la renovación urbanística. Pudo ser una consecuencia de la remodelación de los lugares fundamentales dentro de la ciudad para convertirlos en los recintos religiosos.

KARNAK

Conjunto monumental, próximo a la antigua Tebas, al Norte de Lúxor, dedicado al dios Amón. Dentro del recinto se hallan los templos de Mout, Monsa, Ptah, Khonsu, diez pilones con bajorrelieves, obeliscos, numerosas esculturas y estatuas y la extraordinaria sala hipóstila de 134 columnas con capiteles campaniformes.

El templo de Amón era el centro monumental de la Tebas del Imperio Nuevo. Ahora se encuentra en el interior de un recinto inmenso rodeado por una imponente muralla de ladrillo de la dinastía XXX. En algunas zonas, sobre todo al sur, esta muralla sigue el perímetro de la que hubo en el Imperio Nuevo, pero al este se sale ligeramente de su curso. Aun así, la muralla del Imperio Nuevo debía encerrar un área de al menos 400 metros por cada lado.

Durante más de un siglo, los ingenieros y los expertos ha trabajado en la conservación y la documentación de los templos de Karnak. Sin embargo, tan sólo hace unos pocos años que se ha empezado a mostrar una atención más seria por lo que hay debajo de ellos. Algunas excavaciones ha sacado ahora a la luz, de modo espectacular, la profunda huella que dejaron los constructores de los templos del Impero Nuevo en la ciudad antigua: la arrasaron.

EL IMPERIO NUEVO(1580- 1160)

Con la expulsión de los hicsos del suelo egipcio hacia 1580 a. C. Empieza una nueva época de la historia de Egipto que llamaos Imperio Nuevo. Su capital está en Tebas. Incluye a las dinastías XVIII, XIX y XX. Es la época en que la civilización egipcia alcanza su máximo apogeo en el exterior. Los faraones gobiernan un imperio que se extiende desde la cuarta catarata del Nilo hasta el Eufrates.

Desde el punto de vista de la civilización, el Imperio Nuevo es un periodo muy brillante en el que se dejan sentir las influencias artísticas o literarias de los países sometidos o con los que Egipto ha entrado en contacto. Con un nuevo régimen fuertemente centralizado; el faraón ya no es una divinidad inaccesible, es educado desde niño en el oficio de las armas y la administración del país se resiente con las actividades militares de su rey.

El nuevo poder de Egipto se basa en un imperativo: el dominio del alto valle del Nilo, desde la primera a la cuarta catarata.

LA DINASTÍA XVIII(1540- 1295 a. C.)

Durante esta dinastía Egipto se vuelca en una gran política exterior de conquista que le consolida como la gran potencia del Próximo Oriente. Fundada por Amosis hincando el Imperio Nuevo que con Tuthmosis III dominó Siria, Fenicia y Palestina y logró que todas las naciones civilizadas reconociesen su hegemonía. Al mismo tiempo las riquezas del Imperio y la acertada administración del país permiten una política de construcciones que en buena mediada se centran en Tebas. Pasan de nuevo la capital a Tebas, porque su linaje descendían de ella.

Rupturas dentro de la trayectoria de la dinastía son el reinado de Hatshepsut, reina que se asumió la dignidad de faraón y que centró sus esfuerzos en campañas comerciales(expediciones al País del Punt) y en la construcción de su mausoleo funerario en Deir El Bahari, y el de Amenofis IV. Este protagonizará una gran reforma religiosa centrada en el dios Atón; cambió su nombre por el de Akhenatón, trasladó la capital a Tell El Amarna, promovió el arte y las relaciones pacíficas con los vecinos, en una actitud de no intervención que perjudicó al imperio. Se perseguirá el culto de Amón. Tras su muerte, la XVIII Dinastía se diluye en reyes menores hasta que Horemheb, un militar, se hace con el poder.

HATSHEPSUT

Hatshepsut fue una de las pocas reinas que detentaron el título de faraón en la historia del antiguo Egipto. Era hija de Tuthmosis I y de Ahmosis y nieta, por parte de madre, de Ahmosis-Nefertari. También había detentado el cargo de “Esposa Divina de Amón” en Tebas.

Al morir su padre, Hatshepsut se casa con Tuthmosis, hermanastro suyo, hijo de Tuthmosis I y de una princesa real, pero no de la reina Ahmosis. Tras ocho años de reinado, Tuthmosis II muere dejando tan sólo una hija de su matrimonio con Hatshepsut, la princesa Neferure, y un hijo que había tenido con una esposa secundaria, el futuro Tuthmosis III. Antes de morir tuvo tiempo para designar como sucesor a su hijo Tuthmosis, pero este era muy joven y Hatshepsut al principio actuó de regente, dejando a Tuthmosis en segundo plano.

Durante siete años, la reina viuda se conformó con una papel político secundario. Pero el apoyo tanto del clero de Amón como del visir Hapuseneb, del arquitecto real Senmut y de Tuti, intendente de Amón, permitió a Hatshepsut que se proclamara faraón, relegando a Tuthmosis III a otras actividades menores.

Hatshepsut se sirvió de la religión para legitimar su poder. Los sacerdotes de Amón, a cambio de aumentar su influencia, elaboraron par ella el mito de la teogamia. El dios Amón, poseyendo al cuerpo del faraón Tuthmosis I , se habría unido a la reina Ahmosis y esta habría concebido a Hatshepsut. Con esta explicación se dotaba a la reina de su ascendencia divina y de su derecho a gobernar como faraón. También fundó la legitimación de su mandato en su padre terrenal Tuthmosis I, el cual la había llamado al trono. Le daba ventaja el ser hija de la primera esposa del faraón. La tercera legitimación estaba basada en el nombramiento por el dios Amón que en una de las grandes procesiones proclamó a través de los oráculos que Hatshepsut debía ser reina.

Reconocida como rey, masculinizó su imagen vistiendo ropas masculinas e incluso la barba postiza, y adoptó el protocolo faraónico, aunque lo modificó ligeramente: eliminó el título de “todo poderoso”.

Hay que destacar el esplendor de las construcciones emprendidas por la reina, tanto en Karnak, en el templo de su padre Amón, en donde hace erigir varios obeliscos y construir una hermosa capilla arenisca roja, como en el resto de Egipto e incluso en Nubia, especialmente en Buhen y Semnah. No obstante la obra maestra del reinado de Hatshepsut sigue siendo el templo de Deir El-Bahari, en donde Seenmut, su favorito, le hizo construir un templo funerario de enorme belleza. En sus bajorrelieves fue inmortalizada la gran empresa de su reinado: la expedición al País de Punt.

Bajo su mandato no sólo se realizaron expediciones comerciales hacia el sur, en busca de materiales exóticos como madera perfumada u oro; también se piensa que organizó campañas militares que permitieron controlar la 3ª catarata y llegar hasta la 6ª.Recientemente se ha demostrado que al menos una campaña militar en Nubia se llevó a cabo bajo su reinado. Estas expediciones estuvieron bajo el mando de Tuthmosis III( quien, a pesar del supuesto odio a su tía, no se alzó en armas contra ella). De cualquier forma, el reinado de Hatshepsut fue brillante

Durante el reinado de Hatshepsut se completaron parte de los templos en Ermant y Karnak, se realizaron tareas constructivas en Buhen y en Beni Hasan, donde hizo erigir el Speos Artemidos. A su muerte, Tuthmosis III suprimió los rituales del culto en el templo funerario de Hatshepsut, mandó derribar todas sus estatuas. Su santuario para la barca procesional, construido en el templo de Karnak, fue también desmontado; hizo desmantelar algunos monumentos levantados por Hatshepsut . Se vengó de esta manera por haber permanecido al margen del poder. También borró el nombre de su madrastra de todos los sitios en que aparecía, sustituyéndolo por el suyo propio y por los de Tuthmosis I y Tuthmosis II, padre y abuelo suyos, y complicando así el trabajo de arqueólogos e historiadores. Los favoritos de la reina fueron en su mayoría depuestos de sus cargos y sustituidos por otros hombres de confianza. En los textos oficiales, Tuthmosis III empieza a contar los años desde la muerte de su padre, en el año 1504.

BREVE TRADUCCIÓN AL TEXTO

La primera parte del texto está dedicada a elogiar y engrandecer a la reina Hatshepsut y para ello nombra toda sus titulaturas. Todos le temen y es querida por todos. El dios Amón le ha dado el poder de dar la vida, es señora de todo lo que le rodea y todo le pertenece.

Mandó una expedición al País del Punt y fue obedecida como el oráculo de los dioses, Amón, la misma reina, así lo había ordenado

El viaje transcurre sin novedad hasta llegar a su destino, para traer todas las riquezas del País del Punt, ya que Amón ama a Maat- Ka- Re(ella misma)

Al llegar desembarca el Emisario Real con el ejército que le acompaña, se presentan ante los gobernadores del País del Punt con productos que traen para ellos y los ofrecen a Hathor.

Los gobernantes se acercan humildemente para recibirlos y entonan alabanzas. Les preguntan a los egipcios que como y por qué han llegado hasta allí.

Se cargan con las mercancías los barcos, que son artículos de lujo e incluso animales y siervos con su familias. Nunca se había traído tales mercancías para ningún otro rey.

El regreso a Egipto se realiza apaciblemente hasta Tebas

COMENTARIO DE TEXTO

El texto comienza nombrando la titulatura real de Hatshepsut, es decir, todos los nombres que tiene:

-Horus”Poderosa de Ka”

-Las Dos Señoras”Fresca en años”

-Horus de Oro”Divina en Apariciones

Seguidamente dice Rey del Alto y Bajo Egipto, que lo ostentaban todos los faraones, y su nombre de faraón con el que será conocida, Maat-Ka- Re.

La titulatura real es la identificación formada por los cinco nombres con sus respectivos títulos usada oficialmente para nombra al rey egipcio y que se le otorgaba en la ceremonia de coronación haciendo la salvedad del quinto nombre, que usaba desde su nacimiento. Estaba formada por el nombre de Horus, el nombre de las señoras, el nombre de Horus de oro, el nombre del trono y el nombre del nacimiento; estos dos últimos se inscribían en el interior de sendos cartuchos. Considerando su contenido, se ponía de manifiesto el entramado de relaciones entre cada uno de los reyes y los dioses más importantes del país y reproducía una especie de programa religioso y político del monarca en cuestión.

Los distintos nombres que recibía el faraón se ampliaron con el transcurso del tiempo. El título de Horus d Oro aparece por primera vez en el reinado de Djoser y el de Hijo de Re, que algunos faraones ya utilizaban, forma parte del protocolo real a partir del faraón de la Dinastía V Neferirkare-Kakai. En los “textos de las Pirámides” como en la de Fiope I, aparece el nombre del faraón con los tres títulos.

-Los halcones sobre el cesto representan el título faraónico de los Horus de Oro

-La diosa buitre Nejbet y la diosa cobra Uadjet simbolizan el título de las Dos Señoras

-Una caña y una abeja simbolizan las dos tierras: el título de Señor del Alto y el Bajo Egipto

A continuación hay una ensalzamiento y engrandecimiento de la reina. Pero lo más importante a destacar es la expedición al País de Punt, que es en realidad de lo que habla el texto.

El País del Punt era una tierra conocida desde el Imperio Antiguo. En la “Piedra de Palermo” se habla de materiales exóticos procedentes del Punt como madera, incienso, ámbar, malaquita... en el reinado de Sahure, Dinastía V. Incluso las fuentes hablan de indígenas procedentes del País del Punt trabajando como sirvientes en le palacio de Merur en El Fayum o como tropas mercenarias, en el Imperio Medio. Su aceptación social y asimilación cultual se ve favorecida por la afinidad étnica de base.

Sabemos que se accedía a él por mar; normalmente las expediciones salían del Valle del Nilo a la altura de Koptos, siguiendo el Wadi Hammamat, desembocando en la orilla del Mar Rojo y continuando seguidamente por mar. La localización exacta no se sabe con certeza, podría ser en actual costa somalí o Etiopía, pero la teoría más seguida es la que lo localiza en la actual Yemen.

El objetivo principal de la expedición a la región del Punt consistía en el intercambio de mercancías. Para los egipcios las materias primas mas importantes eran el incienso, la mierra, el oro, pero también tenían gran importancia el marfil, la madera de ébano y las pieles de felinos.

El país tenía una vegetación abundante, en la que no faltaban las palmeras y los árboles que proporcionaban madera aromática.

Aparte de la resina de mirra también se importaron árboles de incienso con raíces, para ello, se desenterraban cuidadosamente, y una vez empaquetadas las mismas en estas, los árboles con cepellón se embarcaban hacia Egipto.

Estos árboles fueron plantados en las terrazas de Deir El Bahari al regreso de la expedición.

Los egipcios exportaron desde el Imperio Antiguo también sus divinidades como por ejemplo el culto a la diosa Hathor en el Punt, que se hace referencia en el texto.

Aparte de todo lo anterior, estas expediciones también constituían una base para adentrase al sur de la Alta Nubia.

El recuerdo de este acontecimiento se perennizó en el célebre templo-mausoleo que Hatshepsut erigió en Deir El Bahari, cerca de Tebas. Encontramos una sucesión de relieves acompañados de textos explicativos relata la intervención de una oráculo de Amón que ordena la expedición, los preparativos y la partida de la flota, la llegada al Punt, las negociaciones con los habitantes de allí y el regreso.

Los nativos son representados como sumiso a la voluntad del faraón y del dios Amón y físicamente con barba media o larga, con adornos y vestidos sencillos.

Son relieves de una calidad artística extraordinaria pero también casi la única fuente que hace referencia al País del Punt con tanto detalle.




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Enviado por:Pilar
Idioma: castellano
País: España

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